Hay
virus naturales, aquellos que surgen en la naturaleza, o los creados
artificialmente para uno u otro propósito. Pero existen unos virus que pueden
ser peores, puesto que conllevan otro tipo de mortalidad: los sociales. El contexto
que estamos viviendo, cuando nuestro país está entre los veinte en los que hay
más contagiados y estamos al inicio de una recesión mundial, es un verdadero
caldo de cultivo en el que vemos cómo estos virus latentes han crecido haciendo
tanto o más daño que la pandemia que nos aqueja. Para exacerbar el caos,
algunos medios de comunicación juegan un rol muy ambiguo
al no tener una posición clara frente a algunas medidas tomadas para controlar
la pandemia y juegan a favor de muchas acciones hechas por personas e
instituciones inescrupulosas.
Ejemplos de oportunismo. Iquitos:
balón de oxígeno de precio regular 1085 soles a cerca de 4 mil soles. Precios
de medicinas ligadas a los problemas respiratorios o sus efectos colaterales
sufren alza de precio en los monopolios de farmacias de nuestro país. Ciro
Maguiña, representante del Colegio Médico, renuncia al Comité de Expertos del
COVID-19 en momentos críticos y cuando surgen severas críticas contra el
comportamiento de muchos médicos que prefieren trabajar en el sector privado a
expensas del público, incluso con goce de haber.
De populismo. El inefable
Congreso del Perú, tras algunas medidas cuestionables, lanza un proyecto de ley
que autorizaría la circulación de taxis colectivos en medio de la expansión de
la pandemia. Durante años, lobbies de microbuseros, dueños de combis o
colectivos han impedido con sus amenazas hacer un verdadero cambio del sistema
de transporte y hubiera sacado de circulación muchos vehículos que son chatarra
y contaminantes. Por otro lado, el cierre forzoso de mercados infecciosos se está
dando en este contexto, cuando esta acción era reclamada por mucha parte de la
población que exigía la clausura de estos focos de contaminación de manera
paulatina con propuestas alternativas a los comerciantes que se dedican a estos
servicios sin control sanitario ni tributario. El populismo y el afán
electorero primaron.
Ejemplos de corrupción: muchos.
Dos públicos: el apoyo económico estatal ha sido distribuido escandalosamente
entre personas favorecidas por municipios e, incluso, entregado bajo banderas
proselitistas; o altas autoridades de la PNP están involucrados en compras
irregulares de material urgente para proteger al personal de la Institución que
presiden. Uno privado: el mismo apoyo estatal de promoción empresarial es
posible que esté siendo direccionado hacia los clientes de determinado banco en
desmedro de los demás empresarios que quieran acceder al mismo.
Por eso, la sociedad civil
debe de trabajar en conjunto para una reconstrucción social ordenada erradicando
estos virus enquistados impunemente y a vista y paciencia de los ciudadanos
golpeados por la pandemia.