Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
domingo, 19 de marzo de 2023
CIUDAD CANGREJO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJLLO 19 DE MARZO)
domingo, 12 de marzo de 2023
DESASTRES HUMANOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 12 DE MARZO)
¿Qué
habremos hecho los peruanos como sociedad que nos merecemos los desastres
físicos y sociales que estamos padeciendo? Como sociedad vemos eternos déjà-vu,
esos que causan destrozos en nuestra propiedad y credibilidad, así como la rampante
corrupción que existe en todos los estamentos del aparato público, coludidos
con varias empresas y personas privadas obviamente.
Cuando
escribo este artículo, estamos a la espera de una segunda riada de agua tan
fuerte como la que sufrimos el viernes por la noche. Espero que no sea así.
Ojalá. Pero también es posible que sea más fuerte y que, incluso, la
información sea solamente virtual vía videos de Tik Tok que pueblan las redes
sociales, pues afecte a la distribución de diarios en soporte papel. Hay muchas
cosas que pueden decirse sobre las desgracias que nos están pasando, muchas de ellas ya
reiterativas. Corrupción, ineptitud, estafa electoral, demagogia, escasa
sensibilidad social; lo mismo. Pero hay puntos que sí deben de tomarse en
cuenta, elementos que han cambiado la fisonomía de nuestra sociedad. Comencemos
por aceptar que el cambio climático ya es un hecho poderoso con el cual tenemos
que convivir. Los negacionistas deberían de explicar a la ciudadanía por qué un
fenómeno (ciclón) visto en aguas adentro o en países de Oceanía o Lejano
Oriente (tifón) aparece frente a nuestras costas: ¿es casual o ya va a ser un
elemento regular que debemos de tener en cuenta con el otro fenómeno irregular,
a estas alturas, como lo es El Niño? De ser así, ¿movemos nuestras ciudades
como en la antigüedad o hacemos sacrificios humanos para “aplacar su ira”? El sistema de alcantarillado ya es una obligación, no un lujo. Desde el Niño del 97/98 se
pedía uno. Este gobierno regional debe ir creando un plan que abarque el mayor
número de ciudades de la Región; lo de Pacasmayo y Chepén ha sido contundente.
El otro tema tabú en Trujillo es el molón de Salaverry. Desde que vivo aquí,
todos reconocen que el cambio de dirección de la corriente marina es causa de
este y seguirá golpeando a Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco. No hay voluntad
política de quitarlo: es un asunto económico. Pero este factor es el que ha
exigido que, como parte de la protección costera, se haya construido un sistema
de enrocado que fue todo un gran problema en el Niño costero del 2017. El cauce
“natural” de casi todos los huaicos de esa hecatombe es hacia el océano y no pudieron desembocar al
mar por el enrocado, generándose una desgracia triple para los residentes:
lluvia, huaicos y empozamiento de agua (inundación). ¿Sabrán los residentes
propietarios de esa zona cuánto ya han perdido por la degradación de su
patrimonio inmueble? ¿Ha surgido alguna demanda legal por esto?
Este nuevo escenario debe de ser esclarecido por las personas y organismos pertinentes para ver el futuro de nuestra ciudad. ¿Veremos los consabidos parches en las novísimas calles y avenidas recientemente asfaltadas para la foto? Academia y sensatez para Trujillo.
domingo, 12 de febrero de 2023
ALERTA, PREVENCIÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 12 DE FEBRERO)
Las escenas que nos han llegado desde Turquía y Siria son
terribles. Mientras en el Sur peruano, violentas lluvias causaron mortales
deslizamientos en zonas donde se asienta la minería ilegal. Y, por último, se
anuncia de manera alarmante un escenario de triste recordación para los
trujillanos: un posible Niño como el que tuvimos en 2017, aunque de baja
intensidad. Como suele suceder, estas noticias han comenzado a diluirse en los
medios de comunicación, tal como ha sucedido con la muerte de varios ciudadanos
hace ya un poco de un mes en Juliaca. Todo pasa al olvido de manera
intencional, quizás.
El caso del gran sismo turco está trayendo mucha cola. Las
dolorosas imágenes muestran grandes edificios colapsados con mucha gente en su
interior, mientras familiares impotentes tratan de rescatar entre los escombros
a sobrevivientes. Extraña mucho la cantidad de edificios de más de 4 pisos que
han colapsado. Son construcciones relativamente modernas que se han desplomado
llevando la vida de sus inquilinos. Y las alertas han saltado en esa nación:
corrupción en las licencias de edificación, promovida por los magnates turcos
de la construcción. Miles de personas han perdido sus propiedades y muchas de
ellas, sus vidas. Se genera automáticamente la duda para nosotros: ¿cómo
estamos aquí en ese rubro? Uno ve construcciones tan precarias de varias
plantas que uno se pregunta qué irá pasar con un verdadero sismo, ese que no se
ha tenido en nuestra ciudad desde aquel mayo de 1970. Hay edificaciones en
zonas de suelos no adecuados para construcciones de varios pisos, salvo que se
cuentan con un buen reforzamiento en las bases y, en algunos casos, de zapatas
en zonas pantanosas. Huelga decir dónde se hallan estas en Trujillo. Y esto va
amarrado con la posibilidad de volver a sufrir un nuevo Niño que “partió” a
nuestra ciudad de norte a sur aquel marzo del 2017. Tras la catástrofe, un
grupo de amigos hizo las investigaciones para ver cómo se puede prevenir otro
siniestro. Los resultados caían por su peso: licencias de construcción (algunas
veces, construcción clandestina), titulación de terrenos en zonas de alto
riesgo, un sinfín de errores que permitirán repetir el mismo escenario vivido
en ese fatídico marzo. Quizás, todas las edificaciones dañadas en 2017 ya estén
nuevamente “operativas” hasta el próximo desastre. Habrá que ver si se ha
cumplido con la prevención en las zonas siniestradas de Pataz y Chavín de Huántar,
colapsadas hace casi un año. El caso de los mineros ilegales en Secocha,
Arequipa, es una evidencia de no haber acatado las disposiciones planteadas en
su momento: más de 41 personas muertas por un huaico ya anunciado.
Acostumbrados a vivir en la cultura de la informalidad y la corrupción en todos los niveles de nuestra sociedad, la vida humana no es relevante para muchos inescrupulosos que prefieren lucrar ilegalmente en vez de velar por el bienestar de los demás. Dios nos coja confesados.
domingo, 26 de septiembre de 2021
PESADILLA VIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE SEPTIEMBRE)
Mensualmente debo llevar a mi madre al Hospital de Alta Complejidad para su respectivo chequeo. Estas visitas que llevo realizando en los últimos ocho meses me ha permitido verificar el estado de abandono paulatino que tiene todo el sistema vial de nuestra ciudad. En la última visita, el trayecto hacia dicho hospital se ha convertido en toda una verdadera odisea. La avenida José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru), anteriormente identificada como la Panamericana, se ha vuelto una verdadera pesadilla no sólo por su mantenimiento, sino también por el denso tráfico que soporta por el cual discurren camiones, micros, buses, combis, autos y camionetas de todo tamaño, y las infaltables mototaxis: hago destacar esto, pues no es el problema del número de vehículos que pueda llamar la atención, sino la forma de conducir dichas movilidades por personas habituadas, tanto de transporte privado como público, a un tráfico salvaje y con un mínimo de respeto por las normas, dizque, vigentes: ¿falta de autoridad?
El estado de calles y
carreteras en nuestra ciudad y región es bastante lamentable: vimos, por
ejemplo, toda la increíble demora de asfaltar (no sé si intencional) un
conjunto de calles en Huerta Grande, lo que fue toda una pesadilla para los residentes
del lugar: los vecinos buscaban desesperados una solución a este problema que traía
basura y moscas por haber dejado en abandono el asfaltado: un sector ubicado a
sólo media cuadra del Centro Histórico. Ahora hemos visto una “diligente”
reparación de calles en las que los huecos son rellenados, una reparación que
es verdadero maquillaje el cual será borrado (como todo maquillaje) en las
próximas lluvias. Trujillo se ha vuelto una ciudad bombardeada por diversas
razones; algunas de estas causas son “contribución” de los mismos ciudadanos al
emplear las calles como lavaderos de autos o el tránsito y estacionamiento de
vehículos pesados. Algunas calles y avenidas céntricas (San Martín y
Miraflores, por ejemplo) convertidas en ríos en cada Niño, aún no restañan sus daños.
Ver barrios periféricos a nuestro Centro nos da una idea del gran olvido en que
el que se halla nuestra ciudad. Volviendo a la avenida Túpac Amaru, imagino la
pesadilla que debe de ser para cualquier vehículo de emergencia (ambulancias)
que trasladen a enfermos críticos al destino que les urge. Quizás sea una
malévola forma de control poblacional.
Tal como indicamos la semana
pasada, en 2022 tendremos elecciones municipales y regionales. Muchas promesas se harán, varias de ellas
apostando por el cemento y construcciones aparatosas, quizás. Pero tener un
sistema vial decente para una ciudad que se jacta ser una de las más
importantes del país, debería de ser una prioridad tanto municipal como
regional. Habrá que ver qué propuestas coherentes tendrán para esta realidad,
puesto que el transporte es vital para atender urgencias e incrementar el
desarrollo de una zona tan poblada como la nuestra.