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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 18 de diciembre de 2016

HERIDAS ABIERTAS (ARTÍCULO DIARIO CORREO DOMINGO 18 DE DICIEMBRE)

La semana que muere ha acumulado muchas frases alusivas a quehaceres sublimes de la humanidad (literatura, cine) para entender lo prosaico y vil que puede ser la politiquería peruana: desde Crónica de una muerte anunciada hasta Ascensor para el cadalso o La decapitación de Juan Bautista, estos son los títulos que han descrito todo un escenario lleno de errores, cobardías e insanias sociales en lo que se ha convertido el panorama político nacional. En un contexto de costosas canastas navideñas, turrones y compra de computadoras,  hechos irregulares que saltan por todos lados en este Congreso bastante venido a menos, varios de sus integrantes censuraron a Jaime Saavedra, abandonado por PPK, ahora exministro de Educación. Una semana de esquizofrenia alucinante
Los movimientos realizados durante esta semana, tanto por PPK como por la mayoría congresal, han sido una verdadera muestra de errores y desaciertos que atentan contra los intereses generales de los peruanos como a la aún débil democracia peruana. Saavedra ha sido el peón empleado para medir fuerzas políticas en desmedro de un plan trazado para recuperar uno de los pilares de cualquier sociedad: la educación. Pese a las evidencias de corrupción dadas, algunas ya abordadas, el objetivo ha sido torpedear las leyes que exigen calidad en la educación superior. En la construcción de argumentos de varios congresistas opositores, la pobreza académica ha sido una de las primeras evidencias de varios opositores, rayano con el ridículo. Esos personajes han tenido en sus manos la decisión de tirarse abajo lo avanzado en cuanto a calidad educativa. De cultura combi a cultura mototaxi, así bautizada por ellos mismos. Esta realidad ha merecido el comentario de varios periodistas extranjeros que destacan lo absurdo de esta decisión política: la ignorancia es atrevida y va más allá de su espacio de regodeo.
Por el lado gubernamental, ha sido lamentable la postura del Gobierno con un ministro que ocupaba esta cartera bastante sensible. En su gestión había convocado a diversos actores e incluso recibió el apoyo del SUTEP. La cesión de su cabeza ha envalentonado a un grupo que actúa más por oposición destructiva que constructiva. Quizá en los cálculos gubernamentales pueda estar el sacrificar algunos otros ministros como forma de convivencia con estos pésimos vecinos. De algo que sí se está seguro es que ninguna de las dos fuerzas, similares en el fondo, criticará al ministro de Economía u otra cartera sensible, ya que sería descerrajarse un disparo a la sien.

Pero las punzadas dadas han vuelto a polarizar a la sociedad civil peruana. Las reacciones provocadas deberían de ser tomadas en cuenta por esos congresistas, si no quieren ir aislándose de los electores que los eligieron; y también por el Gobierno como una fuerza activa nada despreciable. No debe de olvidar que precisamente esa ola social fue la que le permitió ocupar el sillón de Pizarro. Un poder social silencioso que ha comenzado a crecer en el último lustro.

domingo, 11 de diciembre de 2016

UN NOBEL DE LA PAZ, DOS MINISTROS, UN CONGRESO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DICIEMBRE 11)

La Feria Internacional del Libro de Trujillo culminó el domingo pasado con la magistral conferencia de Ahmed ben Tahar (Túnez) en la que explicó al público presente cómo su país no se sumió en la violencia ni el caos como está asolando a otros países de la región tras la famosa Primavera Árabe del 2011. El haber pertenecido al Cuarteto para el Diálogo Nacional Tunecino fue la justa causa de su reconocimiento por la Academia Sueca adjudicándole el Nobel de la Paz. En su discurso explicaba la necesidad de desarrollar la tolerancia, el diálogo y sobre todo el compromiso político tal como lo hizo este grupo para construir prácticamente un país que salía de la dictadura de Ben Alí. Este, aunque era muy bien visto por muchos países por su liberalismo económico, gobernaba el país para pocos y los más ricos. Al estallar la revuelta por el descontento social, el Cuarteto (conformado por la Liga de DDHH -a la que pertenece ben Tahar-, los sindicatos, el mundo empresarial y una orden que congrega a los abogados tunecinos) tomó las riendas de la  reconstrucción del país: desde una nueva Constitución hasta un nuevo gobierno electo. Si dejaban que las pasiones e intereses de grupos políticos, económicos o religiosos dirigiesen los pasos de la nación, Túnez hubiera tenido no una “primavera, sino un invierno” según palabras de ben Tahar. Esa es la triste realidad que padece Libia, Siria y aun Egipto. Así no prosperaron los radicales islamistas u otros grupos nada propensos a la democracia. Se abrió el diálogo con puntos comunes entre las partes para construir un derrotero para toda la nación. Promovieron la igualdad ante la ley y ante las oportunidades laborales a hombres y mujeres, destacaron la laicidad del Estado y la democracia como forma de gobierno. Fue todo un placer haber apoyado en la traducción durante la conferencia de este gran hombre.
Mientras recordaba sus palabras, dos eventos han mostrado la cara de la intransigencia política partidaria frente a dos ministros del actual gobierno, Jaime Saavedra y Salvador del Solar. Con el primero, nuestro actual Congreso dio gala de oportunismo ramplón, puesto que su destitución implicará cambios en la Ley Universitaria en beneficio de universidades mediocres, las cuales han hecho un fuerte lobby entre los congresistas o tienen a algunos de sus representantes en dicho Congreso. No hay una visión nacional, sino la de angurrientos hombres que lucran con la educación de medio pelo. Por otro lado, la designación de Salvador del Solar como Ministro de Cultura desbordó los límites del surrealismo al escuchar opiniones de diversos políticos sobre este tema del cual no conocen ni les interesa. Es frecuente oír a personas que identifican a la educación y a la cultura como sinónimos, lo que evidencia su total desconocimiento de ambos rubros.

En realidad, el prurito de muchos políticos es aprovechar las circunstancias solo para crear zozobra e inestabilidad para jalar agua para su miserable molino.

domingo, 20 de junio de 2010

LA POLÍTICA DEL MAL VECINO: UN COLEGIO

Vivir cerca de un colegio es, muchas veces, una terrible pesadilla. Los meses de clases pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza para una persona, como yo, que tiene que levantarse con gritos de mozalbetes e himnos estruendosos a las 7 de la mañana, fuera del endemoniado tráfico que se genera con la llegada o partida de los críos y jóvenes. De un tiempo a esta parte, las diversas conversaciones que hemos tenido con las autoridades escolares del plantel educativo vecino han sido algunas penosas, otras sensatas. Algunas autoridades de dichos planteles (una vez fui director de área de uno de los colegios de aquí en Trujillo) han tenido buenas relaciones con el vecindario al cual tratan de integrarse. Otros han sido el modelo ideal de cómo ser un pésimo vecino y un modelo ideal del profesor que va a generar patrones verticales en sus alumnos y subordinados.
El colegio en cuestión, Colegio Liceo de Trujillo,  genera una serie de actividades que fomentan la permanente trasgresión de nuestra zona, que es una zona residencial como estipula la municipalidad de mi ciudad. Pero, valgan verdades, la ley en nuestra sociedad es ley muerta, ya que ni las autoridades no hacen acciones para hacerla respetar, y en la mayoría de casos es ella misma quien la quebranta. El Colegio Liceo de Trujillo ha fomentado la formación de diversas bandas, cuya única oportunidad de ensayar es casi al aire libre. El fomento del arte musical es siempre bienvenido; es más, debiera ser un aliciente para crear en los jóvenes amor a la música y aprender de su disciplina para otros quehaceres de los mismos, por ejemplo, el estudio. Pero todo esto se debe realizar en un marco adecuado y aparente que perturbe la paz de los demás. El día de hoy domingo, el diario La Industria ha publicado especial sobre el ruido en nuestra ciudad. Creo que podría incluirse en las diversas modalidades que acosan a los ciudadanos trujillanos el de los generados por las bandas de los diversos centros escolares.
Esta situación se agrava mucho más en las cercanías de los fiestas del colegio en cuestión o la participación del mismo centro en una actividad cívica (la que hemos totalmente militarizado). Es interesante que para un evento cívico tengamos a varios de nuestros adolescentes perdiendo valiosas horas de clases y que incluso la absurda participación de los jóvenes en estas marchas se conviertan en varias notas de diversas materias. He oído a algunos directores, quienes defienden esto, decir que es la forma cómo un adolescente muestra amor a la padria. Y son directores escolares. Así, pues, tenemos con la venia de la dirección, la invasión de espacios públicos para hacer sus prácticas. Muchos conductores, incluido yo, nos hemos visto desesperados en diversos lugares de la ciudad que fueron sorpresivamente invadidos por diversos mozalbetes, quienes desafiaban burlonamente a los conductores, bajo el amparo de un permiso jamás mostrado a la comunidad. Peor aún, estos ensayos se hacen en zonas residenciales, zonas para vivir teóricamente en paz y no para ser agredidos por ruido y actitudes soeces de alumnos y profesores. Son, pues, malos vecinos. Su preocupación es cumplir con su absurdo plan de trabajo en cual, por lo visto, no se incluye el valor del respeto y las normas básicas de convivencia; el colegio enseña al alumno a ser un trasgresor de reglas sociales de manera impune y autoritaria. El caso más extremo y triste fue el que sucedió hace unos años en México, caso nefasto de situaciones límites creado por la falta de respeto hacia los demás: una guardería había tomado por mala costumbre cerrar la calle para hacer sus eventos casi interdiarios con la molestia de los vecinos; las primeras oportunidades fueron bienvenidas por los vecinos, pero luego se fue tornando una pesadilla; hasta que llegó lo peor: un día un vecino exasperado arremetió con su camioneta contra profesores y pequeños alumnos con un saldo signficativo de muertos, heridos y lamentaciones. El hecho fue juzgado como un verdadero crimen, pero no se vio los orígenes del mismo. El límite del conductor es el que puede pasar a una persona que esté apurado en su vehículo por una urgencia y ve cómo de manera impune se apropian de espacios públicos para el uso indebido del mismo. Cuando la Avenida España u otro espacio es ocupado ilícitamente (tienen raros permisos), sería interesante hacer un encuesta a los ciudadanos de micros, taxis, a todos aquellos que ven postergadas sus actividades importantes y urgentes por eventos como estos.
¿Qué están entonces aprendiendo? Cierto es que para obtener una nota aprobatoria para estos jóvenes, más que estudiar es tratar de levantar lo más posible la pierna delante de un estrado para aprobar. Sé que en varios colegios, incluso cursos como Historia, Sociales, Cívica, depende de una estúpida marcha. Si la ciudadanía se vuelve más sensata frente a esta bizarra política que fue un poco desechada por el pasado ministro Lynch durante el gobierno de Toledo, el actual gobierno ha vuelto a esta absurda política para fomentar el carácter circense de lo que debe ser un día festivo patriótico y dar un raro sentido de competitividad entre los colegios. Hay que competir en conocimiento práctico, no en mecanicismos verticales. Como docente universitario, además, vemos con  mucha preocupación que los alumnos vienen con menos herramientas básicas de estudio y conocimientos básicos de lengua, matemáticas y realidad nacional. Esas valiosas horas desperdiciadas, así sean fuera de hora de clases, deberían ser mejor aprovechadas en herramientas metodológicas de estudio y conocimiento geopolítico, fuera de lenguaje y ciencias.
Pero esto dista de ser tomado en cuenta y peor aún se va acentuar para poder ofrecer más circo a la comunidad; si los tanques chinos no saldrán, que salgan los alumnos en vez. Entonces, y volviendo al tema que me hace escribir este llamado de alerta, todos los vecinos que tengamos un colegio público o privado (varios de ellos) cerca a nosotros, seremos torturados por la insensatez y verticalidad de las autoridades educativas de nuestra ciudad, región y país. Preparémonos.