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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

miércoles, 23 de febrero de 2011

ANGURRIA DE UNOS POCOS FRENTE AL BIEN COMÚN

Estamos siendo testigos de un evento que puede cambiar la imagen de una sociedad permanentemente golpeada por los caprichos de unos pocos a la de una sociedad cuyo bienestar general sea respetado por cada una de las personas que la integren. Lo que sucede en Lima es clave para que el ciudadano de a pie se sienta respaldado por sus autoridades frente a la prepotencia que suelen imprimir los grupos de poder sea éste económico, político, religioso o de cualquier índole.
La correcta decisión de sacar todo tipo de panel publicitario que entorpezca el normal fluir de una ciudad debe ser aplaudido por todos, ya que obedece a un principio no sólo de estética o de bienestar, sino a un principio de orden el cual todos los ciudadanos debemos respetar para poder convivir en armonía. Sabido es que este principio cívico no es respetado frecuentemente puesto que no ha sido aprendido por cada uno de nosotros a lo largo de nuestras vidas: lo que no se aprendió de niño, no se lo aprenderá de grande, parafraseando el refrán alemán. Es cierto, en un país caracterizado por hacer lo que uno con poder hace sin importarle a los demás ha sido nuestro ambiente educativo, y la historia en su forma oficial y/o popular nos lo demuestra. Lastimosamente los últimos representantes oficiales de los peruanos (llámese gobiernos) no han hecho nada más que corroborar esta suerte de ley tácita en nuestra sociedad. Montesinos y su gavilla. Toledo y su familia. Alan García y su clan. Cada uno con sus más que terribles muestras ante la sociedad de "el que puede, puede y hace lo que le da la gana". Desde la "hora Cabana" hasta Bagua y la corrupción del Poder Judicial, son diferentes grados de esa impunidad que hace de nuestro país una verdadera jungla en la que sobrevive el más fuerte, el que golpea más, el que suelta más billete, el que compra más periodistas, el que acapara más terrenos, el que hace lobbys más jugosos; en fin, la muestra es vasta e interesante, y nos dice mucho de nosotros como sociedad.
Pero, de pronto, una mujer quiere poner un poco de orden en su casa, en su Municipio. Y su decisión ha causado escozor a todos los políticos que veían nerviosos cómo sus líderes eran golpeados directa o indirectamente con el fenómeno Wikileaks. De pronto, les llegó la oportunidad para poder retomar la imagen ante el electorado para aparecer como luchadores de los intereses del pueblo, en este caso, "la libertad de expresarse". Eso dicen.
Los políticos que tenemos son personas que saben que su estabilidad económica personal depende del hecho de ganar un curul; eso les permite vivir cómodamente por otros 4 años, tener su casa en Lima, hacer sus negocios particulares (¿habrá alguno que no haya sacado provecho de su posición como congresistas, sea no pagando impuestos, reflotando sus empresas, beneficiándose de la compra barata de terrenos declarados como eriazos, creando universidades o sucursales de ellas, logrando prebendas, o un largo etcétera?). Esto es lo que está en juego en realidad. Un cartel menos es un puñado de votos menos en las ánforas. Quizá. En la memoria leve de los electores peruanos, quizá sea necesaria una recordación en una esquina de un parque, en el techo de una casa, en una avenida saturada de carteles. Quizá pueda recaudar tres o cuatro votos más, quizá.
Pero Susana Villarán ha actuado con sentido común. Si mi espacio está saturado, lleno de tantas cosas, procedo a limpiar y a arreglar. Y en el caso de la comuna, para eso existen marcos legales que defiendan a todos los que habitan ese espacio. Las leyes se hacen para velar el bien común (salvo las que a veces nos han sorprendido nuestros gobiernos, algunas con nombre propio). Si mal no recuerdo, durante el gobierno municipal anterior, hubo una idéntica acción que se procedió a limpiar una avenida de varios carteles publicitarios e incluso se desmanteló un cartel electrónico. No sé en qué quedó toda esta acción, puesto que fue noticia de una semana, luego hubo otras prioridades noticiosas. Sería bueno saber si se respetó o no lo decidido. Y espero que la Alcaldía de Lima haga prevalecer su autoridad para que marque una pauta de la cual todos los ciudadanos de todas las demás ciudades del país nos debemos ceñir. Aquí en Trujillo tenemos la mala suerte de tener a dos personajes ligados al Municipio que están postulando al Congreso; ergo, las posibilidades de ver a nuestra ciudad bajo las reglas del ornato y respeto están muy lejos de que se cumplan, habida cuenta que el alcalde nuestro maneja la institucionalidad con un sentido de gamonal (no están extintos).
Personalmente apoyo la decisión de la Alcaldía en la persona de su alcaldesa; que los prepotentes que han salido ayer en TV amenazando de enjuiciarla por su recta decisión entre en razón y que éstos entiendan que no es un capricho personal, sino el poder de una ciudad que debe ser respetado. Mas, si siguen en su decisión, que nos sirva de medida para ir conociendo el talante de los personajes que quieren representarnos. Por sus actos los conoceremos.

sábado, 19 de febrero de 2011

MI ENCUENTRO CON PACO IBÁÑEZ

(A Goyo y a Milka)















29 de enero. Un día bastante especial. Había recibido algunos correos de Isabell antes de partir a Francia que me daba una información inquietante: un concierto de Paco Ibáñez en una ciudad cercana (relativamente) a Rodez, a la casa de Isabel.  Ya Isabel había planificado todo. Había arreglado un viaje a la ciudad de Toulouse (de la cual hablaré con calma) y tras la visita nos íbamos a la ciudad de Graulhet. Paco Ibáñez es muy conocido en el sur de Francia, vivió en cierta manera su exilio aquí y cultivó grandes amigos (algunos de ellos son amigos muy cercanos a mi anfitriona). Cuando leí el mensaje, de pronto a mi memoria llegó mis años universitarios cuando en los 80 hicimos un grupo de música llamado Perejil. Los líderes del grupo eran Fito Luján y Milka Rabasa. Ella buscaba las canciones más idóneas para poder ser interpretadas por el grupo en el que estaban Paty Matuk, Mariella Monzón, algunas veces Ricardo y yo. Y por primera vez oía la música de Paco. Su concierto en el Olimpia se volvió un disco de audición obligatoria en mi casa y mis hermanos ya conocían estas melodías. Así como Silvio, Pablo, Joan Manuel o Mercedes, también estaba Paco Ibáñez. Su timbre de voz nos era conocido así como sus interpretaciones de Arcipreste de Hita, Góngora o León Felipe. Neruda fue varias veces recitado en mis clases de literatura con la música para el poema XV o el XX. Quevedo llegó con mucho amor a mis alumnos con sus canciones. Pensé que nunca iba a tener la oportunidad de verlo. Había visto en los 70 a Mercedes Sosa o Quilapayú en Arequipa, en los 80 a los Inti Illimani y Serrat en Lima; en Israel vi a Joan Baez quien empezó su concierto cantando Gracias a la Vida en castellano, nunca más emoción que ese momento. Pero Paco no estaba en mi mente.

8:30 de la noche, puntualmente salió al escenario todo vestido de negro con su guitarra en mano, nos hablaba indistintamente en francés y castellano, el público entendía todo. Sus canciones tradicionales retumbaban y la gente lo acompañábamos. El momento más emocionante cuando nos contó que la canción Palabras para Julia la cantó en Argentina en un lugar donde hubo torturas. Emocionado nos narró la reacción del público. Hombre muy trejo y con sus años a cuestas no calla nada. Su cólera es sincera y su canto canaliza sus sentimientos.
Casi una hora y media de concierto nos llenó a todos los presentes. A Galopar arrastró a los viejos españoles a un fuerte aplauso y nos dejó su fuerte crítica a las políticas europea y norteamericana actuales.
Una vez terminado el concierto y luego de unos 15 minutos, me permitieron pasar a conversar con él. "Un peruano quiere conversar contigo", fui a su camerino con toda la gente y me estrechó la mano; luego, tomó su guitarra e hizo un amago tocando un ritmo de huayno, me dijo que estaba con intenciones de componer un  huayno. Había estado el año pasado en Machu Picchu y que Perú le gustaba, su gente, su ritmo; me habló de Vallejo y tiene, ojalá lo haga, la intención de musicalizar algunos poemas.¿por qué no? Conversamos de la realidad musical peruana, de la situación de Sudamérica, de Lima y Cuzco; espero algún día venga a ofrecernos un concierto, ha estado en Argentina, Chile, Venezuela; aquí nos preocupa que llegue Jonas Brothers, dudo que el interés monetario les pase por la cabeza traerlo.
Me despedí con afectuoso abrazo y esperando volver a verlo. Ojalá. Una noche para el recuerdo.




http://www.youtube.com/watch?v=15JfnrqBqSI&feature=related

PASEO BARCELONÉS

Tras la visita al mundo del modernismo barcelonés, nos enrumbamos al almuerzo. En el trayecto iba contemplando otras bellezas arquitectónicas de la ciudad, que daban muestras del esplendor que tuvo Barcelona a inicios del siglo XX. Este modernismo arquitectónico va a la par de la belle époque francés, al art nouveau, al gusto de Gustav Klimt y su revolución vienesa, a la expansión europea por el mundo, a los inicios del cine, del gusto por el arte utilitario, los adornos menores y las joyas (hay que ver la exposición del museo Orsay en París para soñar), al desarrollo de la industria y de la construcción (aparición de nuevos elementos para la edificación, así como el rescate de los antiguos como el mosaico); toda esta febril época se va enfrentar, como el Titanic, con el primer fracaso colectivo de la humanidad: la primera guerra mundial. Pese a todo, Barcelona queda como un museo viviente de toda esa intención humana de una nueva sensibilidad (Freud, Proust, Debussy) y nuevos caminos del arte por lo onírico (lo que viene con ello, el surrealismo de Dalí, Buñuel, Derain, Picasso y, en cierta forma, Lorca).


Dejamos momentáneamente ese mundo para ir más atrás, al renacimiento y barroco catalán, el de sus plazas, iglesias y edificios cívicos. En realidad, uno se encuentra con monumentos más antiguos que los referidos a estos estilos, pero es por comodidad. Es más, el barrio se llama Barri Gòtic. Gracias a la propuesta de Quique nos fuimos a comer a un restaurante pequeño, pero muy acogedor, atendido por las mismas cocineras y propietarias: un restaurante familiar (no esos impersonalizados típicos de cadenas de comida, estandarizados). En un ambiente jovial pedimos el delicioso menú; lo recuerdo claramente por el arroz en tinta de calamar (a estas alturas mi colesterol y mis triglicéridos estaban en plena orgía, pero luego me di cuenta que no fue así); tomando con vino de la casa, los cuatros charlamos sobre nuestras vidas, nuestros achaques y lo que pasaba en el mundo y en el Perú. De pronto estaba en la cafetería de letras de la Católica; recordamos los viejos amigos, hicimos un recuento de ellos: Ingrid, Pierina, Conchito, Cristina, José Antonio, tantos amigos. Teníamos que ponernos al día.


Quique tenía que partir para dar sus clases (yo estaba de visita, el problema del que llega al mundo de los amigos que están trabajando). Así que Quique partió, y Chicho y Milka decidimos seguir la larga caminata. Antes de despedir a Quique fuimos por el barrio judío, uno de los lugares preferidos de Milka, caminamos por sus callejuelas y de pronto oí a un guía hablando hebreo; eso trajo en mí la memoria de una de las ciudades más bellas que haya visitado en mi vida: Haifa. Y todas estas ciudades, como Estambul, Esmirna, el Pireo, algo Tel Aviv, tienen ese sabor mediterráneo. Ya el sur de Francia se parece en paisaje a las colinas y pequeñas ciudades israelíes. Me transportaba a ello, y recordé que estos dos países eran para el mundo judío dos tierras amadas: Sarfat (Francia) y Sefarat (España, la amada). Barcelona tuvo su judería y estaba en una de las ciudades más dinámicas del renacimiento mediterráneo; y sus construcciones me lo iban a demostrar. Una vez concluida la visita a la vieja judería, Milka nos invitó a tomar un café en su departamento (piso, como dicen allí). Antes de dirigirnos, volví a pasar por la catedral, la cual no pude apreciar por estar rodeada de andamios y con el inconveniente que ahora te cobran por entrar. Desistimos de visitarla y dimos una vuelta por la Plaza de St. Jaume, ahí vi dos bonitos edificios que me recordaban a Madrid y su neoclásico: Casa de la Ciutat (Ajuntament) (con unos detalles curiosos y simpáticos) y el Palau de la Generalitat. Aquí me parece que revientan el lugar los barcelones cuando gana el Barça. El fútbol lo respiras por todas partes. Ya en el dpto. de Milka, y tras un cafecito reparador, nos mostró un poemario suyo que había ganado en un concurso. Obviamente el apremio no nos permitió leer algo de éste, pena. Raudos ya, salimos hacia la Barceloneta. el antiguo barrio de pescadores,  y su malecón, espacio ganado al mar para tener más playa y haber hecho un simpático paseo a sus ciudadanos (lo hicieron todo para las olimpiadas: en Trujillo estamos en vías de un bolivariano y, en realidad, nuestra ciudad está muy desmejorada). El paseo por la marina y, luego, por la playa fue agradable. Según Milka y Chicho, había tenido la suerte de haber llegado bajo el sol; y entonces los barceloneses se iban a la playa. Aunque el Mediterráneo es un “tazón”, muchos bañistas sacaron sus tablas para surfear (olas muy pequeñas, si vieran lugares como Chicama o el mismo Huanchaco) e incluso hubo nudistas que caminaban “en pelotas” por las playas. Barcelona es muy abierta y tolerante al respecto, con su comunidad gay y lésbica, así como su tolerancia racial y religiosa. Es un litoral no muy accidentado y el mar, como decía, es una poza, un remanso de paz. Caminamos mirando la zona de Centro Internacional de Comercio (World Trade Center)  para terminar en el monumento a Colón, famoso vigía de la playa barcelonesa. Me contaban que antes de los juegos olímpicos, estaba acoderada una réplica de uno de las carabelas de Colón; cuando uno lee las crónicas imagina barcos de grandes dimensiones. Totalmente lejos de la verdad. Es por eso que es una lástima que se haya sacado la réplica, la que hubiera servido a todos nosotros como un claro ejemplo de lo que es valor (o ambición) haber cruzado el Atlántico en tan insignificante nave. Mis respetos a esos intrépidos.


Luego de esta caminata, Milka nos invitó a subir por la Ramblas; pasamos a ver el palau Güell y cerca de ahí el Gran Teatre del Liceu; fuimos a su interesante mercado (Mercat de la Boqueria) y allí calmamos la sed con algunos jugos de frutas. Europa decepciona por los precios y la calidad de las frutas. Hay buenas naranjas o manzanas, e incluso uva. Pero papaya, chirimoya, mango, piñas, son frutas exóticas y eso hace exótico el precio también. Luego pasamos frente a la casa de la virreina (Palau de la Virreina), construida por Amat i Juniet (catalán de origen), famoso para los peruanos por sus amores con la “perra chola” (Perricholi). Milka, como chisme, nos contó que Amat mandó a construir soberano palacio para resarcirse de sus amoríos en tierras indias. Los cachos fueron saldados con una bella edificación. En nuestro caminar veíamos detalles de las ideas de los geniales arquitectos y diseñadores que alocaron Barcelona: fuentes, farolas, gárgolas, chimeneas, ventanas, esquineros, fontanas. Hicimos una breve parada en la iglesia de Betlem. Pero ya el cansancio nos pasaba factura y era momento de encontrarnos con Julia, amiga de Milka, y con Wilbor, a quien veía más de 20 años. Como punto de encuentro nos fuimos a la iglesia de Santa Maria del Mar. Según Milka, es una construcción hecha por el gremio de los pescadores que aportaron en su edificación. Es una bella construcción gótica del siglo XIV. Me cuenta que la noche de navidad, antes de la misa del gallo, una voz blanca intepreta El Cants de la Sibil-la. Bella.

Para cerrar la noche, todo el grupo, los 5 comimos tapas hasta reventar. Se comen los pinchos, cada mondadiente con una presa que escoges a voluntad. Todo rociado de cerveza de buena calidad. Una simpática velada. Pero como era día de trabajo, todos teníamos que regresar. Coordiná con Quique para visitar juntos más Barcelona.
Oigamos el Canto de las Aves

http://www.youtube.com/watch?v=-BP6FSJ8YcE

viernes, 18 de febrero de 2011

FORÇA, BARÇA

Debo confesar que Barcelona no estaba en mis planes. Una llamada telefónica de Chicho Velásquez, mi ex vecino aquí en Trujillo y ahora residente allí ya más de 8 años, me hizo una llamada los últimos días de diciembre. Y me planteó ir a visitarlo, ya que iba a ir al sur de Francia a visitar a varios amigos míos. “Date un salto, estás a un paso, te regresas a París en tren o en avión, es muy barato, te quedas en casa”. Esa conversación fue decisiva para incluir a Barcelona en esta breve visita al viejo continente. Chicho, viajero empedernido, se dio “un salto” hasta la casa de Melissa, en el sur de Francia. Hicimos algunas visitas previas por la zona (que luego narraré en otra oportunidad, lugar de Templarios) y tomamos su auto para irnos hacia el sur. Las excelentes carreteras y autopistas francesas y españolas nos permitieron hacer un viaje cómodo, deteniéndonos brevemente en una ciudad muy simpática, Béziers; aunque un ex alumno me había invitado a visitarlo, el tiempo nos apremiaba, así que sólo estuvimos casi un par de horas en la ciudad y seguimos ruta. El sistema de peaje se ha modernizado en España, sólo mostrando tu tarjeta de descuento a un sensor instalado en la parte superior de cada caseta para poder agilizar el paso (imagino instalado en nuestras carreteras para ver que lo evadan o se lo roben). La idea era llegar lo más pronto posible a Figueres y Cadaqués a conocer el museo Dalí y su lugar de residencia. Pero una cosa es la voluntad y otra la realidad. La llegada a Figueres fue un poco accidentada: mi cámara sufrió un percance y el museo ya estaba listo a cerrar. El gran museo Dalí tomaba dos horas de visita y nos quedaba sólo media hora para hacer el recorrido. Para otra vez será. Nos olvidamos de Cadaqués también. La cercanía a Francia hace ver carteles en esa lengua, así como catalán, la lengua oficial de Cataluña (Catalunya). El espacio catalán acogió una sociedad y cultura muy poderosa, acompañada de una lengua que tuvo su esplendor en el Medioevo, al igual que su “prima” cultural, la occitana. El famoso conde de Tolosa tuvo fuertes vínculos con el conde de Barcelona y crearon una suerte de unidad económica que fue la fuerte tentación de un gobierno central como lo fue París, por un lado; y por otro lado, una fuerte rivalidad social, política, económica y cultural entre Barcelona y Madrid. Esta última situación se acentuó gravemente con el triunfo de la dictadura de la falange franquista y opacaron el mundo catalán desde los años 30 hasta la muerte del dictador Franco en 1975. La era del deshielo permitió crear las autonomías y, con ello, el rescate de la cultura e identidad catalana. Y esto se ve en todo lado: la identidad lingüística se da desde el aula de los colegios, en televisión, en la internet, publicidad, diarios, información de parlantes, carteles de información. Pero en las calles, a decir verdad, escuché poco catalán. Leía más que oía, salvo en la televisión.


Me quedé 3 días y un poco más en Barcelona; llegué el martes por la noche, y lo primero que hicimos fue ir a una tienda FNAC a ver si se podía arreglar mi cámara; el golpe sufrido no había afectado al lente, sólo se había roto el filtro y, felizmente, no afectaba el hecho de tomar fotografías. Compré varias películas en dvd y el filtro respectivo. Pero no se arriesgaban a sacar el filtro roto. Antes de ir a instalarnos en su departamento, pasamos por un edificio emblemático de la ciudad: la Torre Abgar de los servicios de agua potable de la ciudad, la cual se ilumina de manera diferente cada noche. Y es todo un espectáculo. Pero otro espectáculo fue ir a cuadrar su auto en la calle. Barcelona es, sin lugar a duda, uno de los lugares más densamente poblados de Europa y sus espacios son al milímetro aprovechados. Y tienen esos milímetros un alto costo. Vivir en Barcelona en tu departamento con un auto es tener la mitad de tus ganancias en pagar los espacios habitados por ti y tu auto. Pagas una fortuna.



Al día siguiente, miércoles había de encontrarme con mis amigos de la universidad, Quique y Milka, a quienes no veía en años. Milka estuvo aquí hace 4 años; Quique no lo veía desde los 80. Iba a ser un reencuentro emotivo, el punto de reunión fue en puertas del FNAC de la Plaza Catalunya cerca a Universitat. Gracias al metro (ya Trujillo debe ir pensando en uno, es una solución genial) puntuales, llegamos Chicho y yo al encuentro. Fue un buen abrazo para ambos, un abrazo que quiere sintetizar el buen recuerdo y todas las esperanzas soñadas desde nuestras aulas universitarias. Antes de empezar la visita “oficial”, pedí a mis amigos ir a ver alguna casa fotográfica para arreglar mi lente; fuimos a una que me pedía dejar mi cámara por dos días y con el posible costo de 150 euros (imaginar que la arreglé aquí por 50 soles); como podía seguir tomando fotos con relativa facilidad, desistí de mi empresa y me zambullí en la ciudad. Iba a ser guiado por la calles de Barcelona por 3 peruanos que han hecho su vida en España. Milka, cual mujer dominadora, tomó las riendas de la situación y nos llevó a conocer “su” Barcelona (cada uno en su momento me enseñó su Barcelona). Milka nos arrastró a ver la Barcelona modernista. Y todos la vinculan con Gaudí. Arrastrando por las ramblas y las calles de la antigua ciudad medioeval, una ciudad que nos muestra todo su pasado esplendoroso y que fue acallado por décadas, hasta que la ciudad fue propuesta como sede de los juegos olímpicos de 1992. Esa ocasión el rostro de la ciudad cambió y nos dejó la actual Barcelona con sus agudos y bemoles.


En nuestro paseo, bajando por el Paseo de las Gracias (P. de Gràcia), la primera casa en visitar fue la casa Battló, un bello edificio de viviendas que muestra de este arte complejo que imita a la naturaleza y que tuvo una serie de seguidores en esta ciudad (no sólo Gaudí, sino Puig, Domènech, Vilaseca, entre otros más). Esta casa está inspirada en las formas naturales de las hojas, cráneos y antifaces para lo cual ha utilizado hierro, mosaico. Al costado de ésta, está la casa Amatller del arquitecto Josep Puig, un bello edificio que era de viviendas, actualmente sede de un instituto. Ambas construcciones hacen un conjunto armónico, equilibrado, nada estridente como lo que hallamos en nuestra arquitectura urbana. Chicho me contaba lo difícil y selectivo que es edificar en esta ciudad; en cierta manera, esas reglas la hacen mantener bella y ordenada. Si Trujillo tuviera autoridades rectas, otra sería la cara de nuestra ciudad. Un detalle que no observamos es el hecho de que no ves cableado que afea a la ciudad, ni de luz, ni de teléfono. Esas marañas que afean tu vista y que se convierten a veces en foco de riesgo no los vemos por la ciudad. Para cerrar esta visita por el modernismo barcelonés, fuimos a una bella construcción llamada Casa Milà, en la misma Gràcia. Esta casa es todo un símbolo social, dependiendo del punto en que se la vea. El edificio ha sido adquirido por la Caja y está decidida (la Caja) a sacar a todos los residentes. El ingreso era libre, ahora ya no lo es; y los vecinos de las plantas superiores se resisten a desalojarlos. Es la lucha silenciosa de los ciudadanos por sus espacios versus las grandes corporaciones. El problema es que muy pocos atienden estas situaciones por el problema de la crisis. Barcelona es una ciudad fuertemente golpeada por la crisis. De eso, hablaremos en otro momento. Así pues, La Pedrera, como se conoce a este edificio, fuera de su belleza, se ha vuelto en una suerte de símbolo subterráneo. Cerramos parcialmente la visita a lo modernista con el palacio Güell (lo vimos por la tarde), el cual no pude ver por estar en refacción. Pena. Pero los detalles de su fachada eran impresionantes y, pese al cansancio de la caminata bajo un tenue sol, le pudimos arrancar destellos de su belleza que en otro momento la lucirá mejor. Espero verla.

Todo el grupo se dirigió hacia la zona vieja a almorzar.

LE MAÎTRE ALAIN RESNAIS

Si hay un director de cine de difícil ubicación, este vendría ser Alain Resnais, un interesante y prolífero director francés, cultor de cine de autor (aunque él refute esta visión sobre su obra), identificado en un principio en la nouvelle vague, creador de filmes de difícil identificación genérica pero que muestran sus marcados gustos por la arquitectura y la música. Amante de Proust, tuvo una formación culta devorando lecturas de leyendas bretonas y la riqueza de los comics, cultura un poco despreciada por mucha gente que no los considera como manifestación de una nueva gran arte. Nace en Vannes el 03 de junio de 1922 e inicia su pasión por el cine desde los 13 años con una pequeña cámara familiar de 8 mm. Incursionó además en el teatro y tiene una marcada predilección por el mundo de la pintura, como lo demuestra el buen número de documentales sobre pintores o realizaciones cromáticas (Guernica, Max Ernst, Van Gogh, Gauguin). Su visión del arte la traslada a una lectura especial y compleja del espacio y del tiempo, propuestas de cómo “traducir” en imágenes estas dos medidas físicas y metafísicas de la vida. Por eso es un director muy cuidadoso en la construcción de sus escenarios para poder mostrar de manera gozosa el recorrido por los espacios mostrados en sus filmes. Algunas de sus películas muestran esa interesante disposición del trabajo de actores en espacios en los cuales ellos (los actores) se convierten en estatuas para ser parte del espacio en el que se han “instalado”. Su preocupación por el espacio y el tiempo se ven a lo largo de su filmografía con trabajos interesantes de reconstrucción de hechos así como la repetición de escenas e incluso filmes que tienen ciertas variables, lo que hace que nuestro director haya sido descuidado por el circuito comercial por mucho tiempo, debido a sus propuestas de autor que lo distan de un cine para el grueso público. Nuestro director fue siempre muy reticente de la imagen mostrada, pues reconocía que ésta sólo representaba parcialmente la realidad; por esa razón, reconocía en la imagen una ficción intencional y como tal debería entenderla el espectador. Su acercamiento a los autores de teatro le ha permitido crear propuestas fílmicas en las que la ficción ocupa un lugar preponderante, con escenarios intencionalmente artificiales, que nos muestran un escenario donde discurre la acción, tal como lo vemos en las escenas iniciales de su film Melo. Trabajó con los conceptos arquitectónicos de manejos de espacios, cambiando intencionalmente detalles de un decorado para ver sus efectos, como pasa en sus filmes gemelos Smoking / No Smoking. Además está el hecho de haber trabajado con dibujantes de tira cómica para la construcción ficcional de películas como La Vida es una Novela (La vie est un roman) y Quiero ir a casa (I want to go home). No debemos olvidar que fue uno de los fundadores del Club de Tira Cómica, que luego se convertiría en el Centro de Estudios de Literaturas de Expresión Gráfica.


Como dice Vincent Amiel, estamos frente a un cine de construcción de fragmentaciones, lo que lo hace un cine de montaje. Como algunos artistas escultóricos que de-construyen intencionalmente un elemento natural para luego construirla con los fragmentos obtenidos; pero ya no estamos frente al objeto inicial, sino a una pieza intencionalmente reconstruida y, como tal, ya no es real en su esencia. Es igual este tratamiento frente a un film. Es un concepto meta cinematográfico que debe ser manejado conscientemente como lo “exige” nuestro director.

Esta es una breve muestra de la filmografía de este maestro, filmes rigurosos y muchas veces rechazados por los circuitos comerciales (no llegaron a nuestras carteleras de manera comercial) que nos dan una visión general de su trabajo y de su preocupación en la búsqueda fílmica desde la arquitectura, teatro y otras artes.
L´ANNÉ DERNIÈRE À MARIENBAD (EL AÑO PASADO EN MARIENBAD) 1961 este film lo ubican dentro del movimiento de la nueva ola, pero no encaja dentro de los cánones de este notable movimiento del cine francés de los 60. Una propuesta interesante de un cineasta que buscaba nuevos horizontes en la cinematografía. Para esto trabaja con Alain Robbe-Grillet, quien como guionista adaptó la novela de ficción “La Invención de Morel” del argentino Bioy Casares. Toda la historia ocurre en un bello hotel antiguo, con doraduras, pasadizos y espejos. Sus habitantes, burgueses, viven una vida de hastío y rutina; de pronto un hombre advenedizo recorre las instalaciones y ve a una mujer que reconoce haberla conocido y amado hacía un año. Film de espacios y tiempos. Un lugar donde las cosas transcurren lentamente y no hay un pasado, un presente o futuro, todo está detenido. Incluso en el extremo de la despersonalización de los personajes, cada uno de ellos tiene un nombre de una letra.


MURIEL OU LE TEMPS D´UN RETOUR (MURIEL O EL TIEMPO DE UN RETORNO) 1963 Obra de reencuentros y fracasos. Personajes que se reúnen y reconstruyen en la vida cotidiana, pero son personajes que han sido marcados por guerras como las vividas en Europa el siglo pasado. Esta obra tiene también un entorno interesante para la sociedad francesa: la guerra de Argelia. En cierta manera, Muriel es un personaje inexistente, pero que en torno a éste se va desarrollando las historias. Una película bastante atrevida para una época en que la sociedad francesa estaba en conflicto interno en cuanto a su posición con sus colonias. Muriel fue un personaje torturado y asesinado, y se convierte en el motivo que subyace en el film.


MON ONCLE D´AMÉRIQUE (MI TÍO DE NORTEAMÉRICA) 1980 Tres vidas de diferentes orígenes se entrecruzan y van a experimentar emociones y fracasos. Un cuarto personaje, un profesor, hace un estudio reflexivo del comportamiento natural, al cual parece no escapa el hombre. Este último personaje es el que explica las historias a través de figuras naturales vistas que funcionan como alegorías de lo que les va sucediendo en sus relaciones. Las intrincadas relaciones se van conectando de una manera casi aleatoria que exige al espectador atención y tomar el o los hilo(s) de la historia. Ante las frustraciones el mecanismo de nuestro cuerpo tiene reacciones innatas que casi se asemejan a nuestras relaciones sociales. Y el profesor mira el comportamiento de los tres primeros personajes como ratas de laboratorio para validar su hipótesis. Es una película que, pese al toque cerebral de los orígenes de los comportamientos de los personajes, van logrando su vida propia, su independencia.


ON CONNAÎT LA CHANSON (LA VIDA ES UNA CANCIÓN) 1997 Es un film experimental que propone un acercamiento entre el lenguaje narrativo, el diálogo y la música. Se inspira en el autor inglés Dennis Potter, agudo crítico de la sociedad inglesa, quien utiliza lo popular en sus obras. Pareciera ser un film musical, pero las melodías complementan las unidades narrativas del texto en desarrollo. Por ello recurre no a canciones creadas para el film, sino toma las melodías populares francesas o en habla francesa para redondear ideas. Pareciera que se insertaran de manera aleatoria, pero mantienen el hilo de la narración. Lo interesante es que el film carga una de las características de nuestros tiempos: la depresión. El film puede presentar historias de amor entre los 6 principales personajes y llegan a tener sus canciones con las que “definen” sus sentimientos; pero, lejos de poder verse una ligera comedia de emociones y errores, lo que vamos a ver es un conjunto de personajes que pueden deprimirse por sus ansias insatisfechas, sus frustraciones diarias o los fracasos del amor.



Bibliografía:


RUSSO, EDUARDO; EXPLORADOR EN EL LABERINTO, EL CINE DE ALAIN RESNAIS Y LA VIDA ES UNA CANCIÓN, La Gran Ilusión, No 11, 1992.


AMIEL, VINCENT; ALAIN RESNAIS, DE GUERNICA À CŒURS, Scope Éditions, 2008

martes, 15 de febrero de 2011

PARÍS, OTRA VEZ

Una nueva visita a la ciudad luz. Enero 2011. En el marco del encuentro de las Alianzas Francesas del mundo entero, fuimos a París la directora Laetitia Mathieu, la coordinadora cultural Nadège Picod y mi persona en calidad de presidente. La reunión se realiza en la sede central y congrega a más de 500 personas venidas desde África, Asia, América y Oceanía, así como un gran número de representantes de esta Institución en varios países europeos. En esta oportunidad el viaje fue casi directo con una corta escala en Madrid para llegar luego a Orly, uno de los grandes aeropuertos parisinos (justo en esos días había problemas con los vecinos por el intenso ruido que producen algunos aviones al despegar o aterrizar). Nuestro hotel se hallaba cerca de la plaza de la República y el fabuloso sistema del metro te simplifica las largas distancias que existen en esta ciudad; en realidad, un parisino pasa muchas horas de su vida diaria en el subterráneo parisino; arriba, la ciudad se mueve entre autos; en el inframundo físico, ríos humanos se mueven entre sus corredores para llegar a sus destinos. La hora punta es una de las más fascinantes muestras de seres trashumantes que se mueven de un lado a otro, absortos en sus ideas y preocupaciones. Hay una estandarización en el aislamiento humano: los celulares, los cuales utilizan a cada momento para estar más alejados de lo que los rodea. Esa suerte de homogenización de la estupidez ya no es característica de una comunidad, es generacional. La gente, los jóvenes sobre todo, van absortos oyendo su música, conversando a través de sus pantallas o simplemente jugando con sus maquinitas. En cierta manera, fue una suerte de bendición no haber llevado un celular ahí, puesto que te da más tiempo para observar todo al detalle. Esta realidad la vi un poco menos en el metro de Toulouse y en el de Barcelona también.

El primer día activo en París se convirtió en una suerte de búsquedas personales tanto para Laetitia como para mí: arreglos de cámara, compra de calzado por problemas, compra de paraguas por las lluvias. Esto me permitió ver un mundo que usualmente no visito como atracción turística, pero resultan también siendo sorprendentes: el mundo de los grandes almacenes de compra. Para esto nos dirigimos a uno de los barrios más bellos del viejo París, el Quartier Haussmann, del arquitecto que hizo el París de los bulevares y de los edificios homogéneos en altura y bellos en imagen. Así con Laetitia nos metimos a husmear en algunas tiendas. Como casi toda Europa, la crisis de los últimos tiempos ha afectado al bolsillo de los consumidores así como las ventas de los grandes almacenes, entonces se dedican a hacer permanentes remates, los cuales ves a lo largo de Francia y en Barcelona lo es mucho más, ya que la crisis es más acentuada en esta última ciudad. Pese a esto, las tiendas parisinas no dejan de ser un regalo al ojo por la exquisita decoración que tienen, la edificación de estos bellos edificios expresamente hechos para estos objetivos y la libertad en la que se mueve un comprador a lo largo de las mismas tiendas, en las que tocas los productos, escoges, comparas, discriminas o simplemente lo dejas. Todo un interesante rito del consumo en un bello entorno. Luego de haber hecho algunas compras puntuales, pasamos por la Ópera, edificio que se encuentra en el vecindario


Nos fuimos a nuestra reunión inaugural. Ésta fue por Frédéric Mitterrand, Ministro de Cultura y Comunicación, y Abdou Diouf, Secretario General de la Organización Internacional de la Francofonía. Más de 500 personas abarrotaban el lugar, venidos de todo el mundo. Tras haber concluido la jornada fuimos todos invitados al palacio Quai d´Orsay, el ministerio de Relaciones Exteriores, para ser recibidos por la ministra de dicho portafolio, Michelle Alliot-Marie, quien nos ofreció un discurso sobre las decisiones que el estado francés piensa tomar en su política exterior, en ella incluida directa o indirectamente la Alianza Francesa. Nuestra Institución es importante para afirmar la presencia de Francia en nuestra comunidad. Luego fuimos a cenar en uno de los restaurantes que había en Place de la République; en sus restaurantes uno puede constatar por qué la culinaria francesa ha sido nombrada patrimonio intangible y espiritual de la humanidad. No sólo de pan vive el hombre; también están los suflés, los embutidos, los quesos, los mariscos, los consomés, etc. Tantas palabras para nombrar platos o procesos culinarios creados en el mundo culinario francés. El segundo día tuvimos una nueva gestión por realizar y en la sesión tuvimos como un invitado a un comediante genial; lastimosamente parte de su discurso se centraba en las políticas del actual gobierno, el cual fue desmenuzado por sus agudas reflexiones, pero gran parte de las bromas tomaban como punto de partida una realidad que nos era bastante desconocida por varios de los presentes, eran asuntos muy cotidianos (algo así como conocer nuestros congresistas lava pies, mataperros u otras originales variaciones de nuestro circo político). Ese día, la Alianza Francesa de Lima hizo su presentación. Es, para asombro de todos, la Alianza Francesa más grande del mundo y se presentó a toda la comunidad internacional. Para cerrar nuestro plan de actividades, se realizó un magnífico coctel en el maravilloso museo Guimet, que contiene una impresionante colección de arte del Lejano Oriente.


El miércoles concluyeron las actividades de la Alianza, para lo cual se organizó un viaje al palacio de Versalles. Lluvia. Ese miércoles fue un día lluvioso. Pese a eso y algunos problemas de movilidad, logramos irnos a Versalles. Visita genial, como nunca. Versalles es grande, muy grande. Había visto algunas películas en las que se mostraban sus instalaciones. Pero sus dimensiones son colosales. Y era EL palacio en torno al cual vivía una población de cortesanos, nobles y otros que rendían pleitesía a la familia imperial. Hubo casi 10 mil personas que se ocupaban de cientos de detalles y protocolos para poder “sobrevivir” a la vida cortesana. Ese día sólo pudimos ver la Corte de Honor, la Corte de Mármol, el Ala Norte de los Ministros y el Ala Norte, donde vimos la impresionante capilla real con una semiótica real interesante. La vida de palacio estaba regida por varias reglas que permitía a cada uno ubicarse en la escala social en torno al rey; la cercanía significaba favores y privilegios; estos personajes cuidaban de sus reyes y reinas en todo lo que se necesita en la vida diaria desde el levantarse hasta dormir, además de comer, ir al baño, divertirse entre otras cosas de nuestro diario discurrir. El rey no tenía vida íntima alguna y eran personajes que estaban expuestos permanentemente a su gente; las ubicaciones que hallaba en palacio era para poder ser observado y todo esto iba acompañado de una interesante semiología del poder que se ve por doquier en el palacio. En la mayoría de lugares que se hallaba, se trataba de colocar los símbolos de manera estratégica de tal modo que se reconociese su autoridad de carácter divino y omnipresente. Nuestra guía resultó ser una experta en estos temas y nos dio precisas explicaciones sobre la historia y los enredos que atravesaban el palacio. Además le pregunté sobre el film María Antonieta de Sophie Coppola y nos comentó sobre las varias irregularidades que esta película muestra de la Francia cortesana del siglo XVIII. Esta visita tuvo la suerte de coincidir, eso sí, con una impresionante exposición sobre el desarrollo de las ciencias fomentadas en palacio. Como la primera potencia militar y económica en el siglo XVIII y en pleno desarrollo del Siglo de las Luces, Versalles era el escenario y el lugar propicio no sólo para el apoyo de las artes, sino para la ciencia y la tecnología. Toda potencia económica y militar lo sabe: invierte en educación e investigación para asegurar su posición política y en eso eran conscientes los reyes franceses, sobre todo Luis XV. Y la exposición que tuvimos la oportunidad de ver fue bien puesta y asombra ver el avance de la hidráulica, astronomía, óptica y otros campos de la física. Lastimosamente la visita la hicimos a toda prisa, puesto que nos quedaba poco tiempo para verla, ya que habíamos almorzado con parsimonia, buena comida y buena conversación en los jardines cercanos (tapices verdes como les llaman en francés) a las fuentes de Latona. El retorno fue tranquilo, llegué a la sede central, tomé el metro (una maravilla de transporte que todas las ciudades deberían ir pensando en instalarlo) y me fui al hotel a descansar un poco. Había sido una jornada fatigante y el cuerpo quería descanso. Pero me sirvió para ponerme al día sobre los acontecimientos mundiales: lo de Túnez, lo que estaba pasando en Egipto (impresionante). Además lo interesante que es el mundo de la culinaria en París y la presencia de grandes almacenes mercado en los cuales los cocineros se van “de cacería” a nuevos sabores y texturas. Uno de los productos que fue presentado por algunos maîtres era el olluco peruano. Interesante.

Mi último día en París lo pasé arreglando algunos documentos, deshaciéndome de papeles inútiles y preparándome para mis viajes continuos hacia el sur de Francia y Barcelona. Laetitia partió al aeropuerto para ir a ver a sus familiares. Yo partí por tren en la noche a Rodez, me quedaba la tarde para hacer algo más. Además no había visto a Vania Távara, nuestra ex miembro del Comité Directivo y actualmente estudiando en Francia con una beca, y le propuse ir a visitar uno de los lugares más tradicionales de París: el cementerio Père Lachaise. Tomamos el metro (sigo opinando que es una maravilla) y llegamos a nuestro destino. Entramos por la pequeña puerta Des Amandiers a la búsqueda de las tumbas y mausoleos de los famosos enterrados aquí. Como cementerio público, están enterrados miles de franceses y extranjeros sin distinción de razas o religiones. Ahora ya es frecuente ver tumbas de residentes vietnamitas o chinos enterrados a su usanza. Pero ves tumbas con estrellas de David, media luna musulmana o mausoleos que representan las antiguas iglesias ortodoxas. En el recorrido de casi tres horas vimos las tumbas de Honoré de Balzac, Miguel Ángel Asturias, Óscar Wilde, Federico Chopin y Jim Morrison. Pero en el cementerio están enterrados además grandes personajes como Apollinaire, Gilbert Beacaud, Sarah Bernhard, Bizet, Cherubini, Colette, Augusto Comte, Corot, Daumier, Delacroix, Éluard, Eloísa y Abelardo, Méliès, Merleau-Ponty, Modigliani, Molière, Edith Piaf, Pissaro, Proust, Seurat, entre otros. Quedan los columbarios de algunos cuerpos que han sido trasladados como Rossini y Bellini o las cenizas esparcidas como las de María Callas. Todo un pléyade de mujeres y hombres inmortales para el espíritu humano, pero que han hallado un descanso para sus cuerpos. De las tumbas visitadas, la que me impresionó fue la de Wilde, cuya inmensa lápida tiene los besos y firmas de cientos de admiradores que llegan aquí como peregrinaje. Otro de los rincones más conmovedores es la sencilla tumba de Morrison, incluso fea, pero siempre con flores. El árbol que está cerca a este cuartel de tumbas tiene varias hojas de papel con letras de sus canciones y poemas dedicados a su nombre; algunos los han tallado en su corteza. Cuando llegamos había una pareja y dos chicas, algunos de ellos con audífonos para ir escuchando la música de The Doors. A mí se me vino a la mente Raiders on the Storm. Pese a que uno podría ser identificado como casi un necrófilo, este lugar atrae y guarda respeto a sus cientos de visitantes que lo utilizan como peregrinaje, uno de los tantos lugares de cultura de esta ciudad maravillosa. París bien vale una misa.

Para cerrar mi visita a la ciudad, retornamos a l´Île de la Cité a ver el viejo París. El año pasado lo había visitado con Olivier, ahora iba con Vania y Patricia de la Vega, una ex alumna que ahora reside en París felizmente casada. Ellas me llevaron a ver sus viejas iglesias por el Quartier Latin, cerca de la Isla de la Ciudad, sobre todo para ver St. Michel.

Ya de regreso a mi hotel, fuimos a cenar por la zona con Vania para despedirnos, ya que mi tren a Rodez salía de la estación de Austerlitz. Así dejé París bajo un noche de frío y un poco de lluvia.


domingo, 13 de febrero de 2011

VOZ DEL PUEBLO, VOZ DE DIOS

Lo de Egipto es el colofón y el principio de un momento histórico que tiene por principales protagonistas, un pueblo cansado de líderes ególatras y una falsa democracia que dice representar a un pueblo y lo que en realidad hace es entronar una casta de individuos que se dedican a expoliar a los ciudadanos que los eligieron a través del circo democrático en que se han convertido nuestros gobiernos.

La génesis de este conflicto se inició, como efecto “dominó”, con la revuelta en Túnez, país árabe también cansado de ver a una gavilla de ladrones gobernantes, apoyados por la complacencia de gobiernos occidentales con el fin de mantener una suerte de status quo para beneficio de sus economías, más que la del pueblo que tiene a estos políticos dirigentes. El concepto de “república bananera” puede acercarse a describir estos tipos de gobierno que han gobernado los países árabes en los últimos años, con ciertas variantes. El mundo árabe se vio varias veces fragmentado, sea por el temor de la unidad de esta gran nación, sea por el interés de mantener una fuente ingente de recursos naturales para el beneficio de las potencias occidentales, que es las más de las veces. La historia de estos países se ve jalonada por la creación y promoción prejuiciosa de diversas ideas divisionistas u odios entre los pueblos de habla árabe, que fueron unidos algún día por el profeta Mahoma. Algunas de estas situaciones se ven vistas de manera romántica y tergiversada por el casi mítico personaje Lawrence de Arabia, quien unió a los pueblos sometidos por el Imperio Otomano (los turcos) para pelear por el lado británico. Una vez concluida la primera guerra mundial, los países árabes no vieron la tan voceada libertad. Es más, se crearon algunas naciones como Kuwait para herir el orgullo árabe y para poder negociar con los nuevos gobiernos títeres la explotación del oro negro, tornando millonarias a las familias reales, y pobres a sus pueblos. En cierta manera, los árabes tienen toda la razón del mundo para dudar de la supuesta amistad de los países occidentales con toda su comunidad. Como ejemplo, es el rechazo de Estados Unidos y otras potencias contra el “díscolo” Nasser, líder que creó la República Árabe Unida (RAU) para recuperar lo que pertenecía a los egipcios, siendo un caso entre ellos, el Canal de Suez. A su muerte, los norteamericanos no dudaron en apoyar a líderes con Anwar Sadat, primero, luego Mubarak con el fin de velar sus intereses. Las movidas de fichas por parte de los gobiernos occidentales y las descaradas intromisiones en las políticas internas fueron generando un fuerte resentimiento de un pueblo que veía el ilícito enriquecimiento de sus autoridades y el empobrecimiento de los ciudadanos de a pie. Algunos países no árabes, pero muy cercanos a ellos como el caso de Irán es un claro ejemplo del descarado intervencionismo occidental para derrumbar al gobierno nacionalista de Mossadegh, y tras derrocarlo, colocar en el poder al famoso Sha Reza Pahlevi, quien gobernó con mano dura a su país. La errada política interna avalada por los ingleses y norteamericanos, sobre todo, terminaron de fomentar la caída del Sha y el ascenso incontenible de los Ayatolas. Esto es producto indirecto de la obtusa óptica de las petroleras que se escudaron en sus gobiernos para obtener recursos seguros y baratos (tiene mucha similitud con lo que pasa en nuestros países y las políticas neoliberales de Menem, Fujimori y sus seguidores, sólo que en nuestros casos, “legitimados”).

Egipto se había convertido en un país tapón, una vez muerto Nasser, el ascenso de Anwar Sadat permitió a la política norteamericana negociar con un hombre menos “duro”; así en 1977 se logró algo impensado: 10 años después de la guerra de los 7 días se firmaba el famoso tratado de paz de Camp David. Ambas partes se comprometían a un alto al fuego, la devolución de grandes extensiones de terreno a Egipto (la península de Sinaí) y un tratado comercial. Pero las castas militares no iban a perdonar esta paz endeble y van a asesinar a Sadat en 1981 durante un desfile militar en una masacre que fue asombrosamente vista por televisión por todo el mundo. Aún recuerdo un hombre sin un brazo que salía entre la humareda y los cuerpos destrozados. La turbulencia de entonces hizo temblar no sólo a políticos, sino a los mercados, que aún estaban nerviosos del fuerte boicot de los países árabes con el embargo petrolero de los años 1973 y 1974 (¿recuerdan el racionamiento de gasolina de esos años?). El ascenso de Mubarak se dio en ese marco de inestabilidad política que podría haber provocado una nueva guerra en Medio Oriente y con el consiguiente descalabro económico mundial. Mubarak se volvió en hombre de confianza de Estados Unidos, adalid de la lucha contra el comunismo y posteriormente contra el islamismo, el nuevo enemigo surgido para hacer que las cosas funcionen dentro de la dicotomía geopolítica de las naciones: amigo/enemigo. En cierta manera, la pérdida de algunos jerarcas pro occidentales como el Sha, o la “conversión” de otros como Hussein (inicialmente hombre de confianza de USA, Inglaterra y Francia), hizo que el rol de gendarme de la zona recayese en Mubarak. Y como jerarca “elegido”, se volvió candidato eterno (como lo era Somoza en Nicaragua o Stroessner en Paraguay) para lo cual se realizaban algunas elecciones como las del 2005 ó 2010 con el cantado triunfo y el apoyo férreo de la mayor potencia del mundo.

Un rol importante en estos eventos ha sido indudablemente el libre acceso a la información; la Internet bien usada es un campo de conocimiento impensado, sobre todo para buscar otras opciones fuera de las que se nos tienen acostumbrado los “lenguajes oficiales”. Es cierto lo que dicen varios analistas sobre la actual generación egipcia, una generación que ha crecido con la imagen omnipresente de Mubarak; pero también es una generación que ha crecido con el desarrollo de la comunicación en línea, la del día a día. Y vieron lo de Túnez, un hecho que prendió la mecha a esa carga de dinamita social que subyace en las sociedades árabes. Y vieron que era posible. La cólera tunecina era también la cólera social egipcia y la de otros países, como Argelia o Jordania.

Estuve dos veces en El Cairo, estuve en esa plaza inmensa que se ha vuelto un símbolo: plaza Tahrir. Una plaza frecuentada por cairotas yendo a laborar, a recibir un sueldo miserable, a callar la ignominia de cerca de 30 años. Y conmueve ver que la esperanza de luchar por un mundo mejor no está muerta, que es posible que el pueblo haga oír su voz y que derribe al gobernante que le ha dado la espalda a su nación; aquí en nuestro continente lo hicieron los ecuatorianos, quienes se pusieron sus pantalones y enfrentaron a dos gobiernos por haberles mentido, haberles dicho tantas promesas que nunca se cumplieron. Y que de pronto existe un poder del pueblo para reclamar la parte del contrato que firmó con sus ciudadanos, tal como lo plantea Rousseau en su Contrato Social. Sé que ahora Egipto tiene por delante un camino duro por recorrer por falta de experiencia como dicen los analistas políticos, tan paternalistas ellos con nuestros pueblos. Hay dos grandes riesgos entendidos: Israel y el desarrollo de fundamentalismos, así como, obviamente, el cuidado de sus recursos. Imagino cómo habrán estado las hermanas petroleras preocupadas con sus pozos en la movida zona del Medio Oriente. Quizá en unos meses nos pasen la factura con un alza del petróleo. Alguien tiene que pagar. Ya Estados Unidos habrá negociado bajo la manga con los militares para controlar “los pasos democráticos” (se puede leer esto en los diversos mensajes de la Casa Blanca). Personalmente espero que las cosas vayan a favor de este sufrido pueblo, que haya buenas y directas negociaciones con Israel, un país que tiene derecho a existir y coexistir con sus vecinos. Y que los ciudadanos apacigüen su euforia y planifiquen su sociedad y mantenga esa calidad de faro en el mundo árabe. El Cairo es la ciudad soñada en el mundo árabe. Largo camino.

¿Qué ejemplo debemos sacar de esto los ciudadanos peruanos? Todos deberíamos estar alertas con el próximo evento del 10 de abril. Nuestras pantallas, nuestros diarios, nuestros medios de comunicación se están llenando de discursos que hablan de un Perú mejor. Todos. Los anteriores prometieron lo mismo; muchos mintieron prometiendo una cosa, luego terminaron haciendo otras. Pero es el deber nuestro de hacer respetar nuestra voluntad otorgada para que el gobernante de turno haga el trabajo que le corresponde y velar por el pueblo que lo eligió. Tenemos que desarrollar nuestra conciencia cívica.

Quiero recordar un nombre que se volvió símbolo de este movimiento espontáneo en el mundo árabe, un tunecino de 26 años, Mohamed Bouaziz, quien desesperado por la burocracia y la corrupción que le impedían poder trabajar con su carreta, se prendió fuego en extrema desesperación. Veo a mucha gente pobre y sencilla, que va a un hospital y no tiene 5 soles para poder ser internada; el caso de una niña que murió por no ser atendida, ya que no tenía documentación. No hay que ir muy lejos para hallar cientos de casos como Bouaziz. Pero lo que leí en el diario El País y me impactó muchísimo fue la respuesta sencilla y bella de su hermano menor: ante la compra de la carreta de su hermano Mohamed por algunas personas para hacer de ésta algún tipo de símbolo, el jovencito prefirió quedarse con el recuerdo de su hermano mayor para preservarla en la memoria de todos los suyos. Creo que eso se llama dignidad.