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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 19 de febrero de 2023

NUBARRONES OSCUROS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 19 DE FEBRERO)

 


El informe final de Amnistía Internacional ha sido, a todas luces, bastante demoledor. Un informe, silenciado o ninguneado por muchos medios, que ha tenido repercusiones internacionales que le pasarán dura factura de este gobierno que se decanta en la ilegalidad. Un documento que debilita la posición de este gobierno ante la sociedad que, lejos de ser protegida por las fuerzas del orden, se pueden convertir en su asesino legítimo. Previamente hubo una marcha de fuerzas policiales el jueves 9 en Lima realizada en el Paseo de la República evocando la obra 1984 de Orwell o imágenes de filmes distópicos inspirados en este libro y el sábado 11 ocurrió un sangriento y coyuntural ataque del narcotráfico. Y para coronar la cereza, Otárola anuncia un bono de “efectividad” a las fuerzas policiales haciendo un juego sucio contra el sentido de servicio de esta institución generando malestar en la ciudadanía. Divide y reinarás. Además, Boluarte recibe la visita de Keiko Fujimori, personaje causante de la inestabilidad política desde el triunfo de PPK y promotora de la narrativa del fraude tras el triunfo de Castillo. Turbia reunión. El gobierno de Dina Boluarte juega en pared con el Congreso, entidad que ha demostrado un cinismo ramplón y chabacano para justificar su nuevo estatus por los ingresos que se han acrecentado exponencialmente a costa de la estabilidad de nuestra sociedad. Mientras que ni el MINJU ni el MINCUL son capaces de solucionar una absurda acusación contra Ruth Shady, directora del Proyecto Caral, amenazada por traficantes de tierras y otras alimañas; para cerrar la semana, el Congreso atentó contra la estabilidad de la SUNEDU, institución que trata de adecentar la mediocre educación superior de nuestro país. A nivel internacional, ya con problemas con muchos vecinos, la imagen del Perú está entrando en niveles negativos y vemos el retorno alarmante del narcotráfico en nuestro país y toda la secuela de corrupción que este trae.

Por otro lado, en nuestra ciudad el panorama tampoco es alentador por las amenazas climáticas que causan mucha mortificación a toda la comunidad trujillana. La posibilidad de un nuevo escenario como el del verano del 2017 se da en una coyuntura en que nuestras autoridades están enfrascadas en discusiones de poder. La lenta reconstrucción después del Niño de 2017 va a tener que enfrentar un duro escenario, quizás. Una ciudad amante del cemento ha desechado estrategias naturales para mitigar fenómenos naturales como el Niño. Varios urbanistas alertaron sobre esta situación, pero los traficantes de tierras y algunas constructoras corruptas usaron áreas destinadas a parques y jardines para construir viviendas. Esas zonas son colchones de mitigación, no sólo para las lluvias, sino para las olas de calor que estamos sufriendo ¿Las autoridades harán toda una red de parques necesarios para una ciudad carente de áreas verdes suficientes? Espero ver mi escepticismo derrotado.


domingo, 5 de febrero de 2023

EL NARNIA PERUANO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 05 DE FEBRERO)

 


Dina Boluarte y el Congreso peruano: el gran bonetón. Como una suerte de simbiosis negativa, ambas instituciones se fagocitan una a la otra en el mundo de Narnia, ese en el que están viviendo, mientras el mundo real se cae a pedazos. Una serie de sucesos está delimitando el mundo etéreo en el que estos viven, todos ellos concatenados con la crisis que podría hallar una solución a los reclamos y que hubieran evitado, quizás, la lamentable cifra de decesos que están llevando sobre sus espaldas.

Comencemos con la renuncia de Raúl Molina, exjefe del Gabinete Técnico de Dina Boluarte. La entrevista hecha en el diario El Comercio delinea el problema existente en el poder gubernamental con DB a la cabeza y remarca que esta ha desoído el clamor de la sociedad y el haberse apoyado en el más impopular de los congresos que hayamos tenido en las últimas décadas. Error tras error, ha hecho que el Poder central esté totalmente divorciado de la lectura social y va quemando las escasas naves que le quedan. El segundo que debemos destacar es la entrevista de la canciller Ana Gervasi al influyente diario The New York Times; esta entrevista dejó mal parada a la funcionaria al no poder justificar las acusaciones que lanzan indistintamente por todos los medios y que, lastimosamente, ningún medio local grande ha tenido la decencia de haber exigido las pruebas al Gobierno: esta situación deja mal parados al gobierno en sí y varios de sus poderes, así como los medios de comunicación de nuestro país. Duro rebote si lo vemos con calma. Quizás por esas razones han comenzado a moderar sus mensajes en esta línea. Esta entrevista se difunde a nivel mundial y la percepción extranjera no hará sino corroborar lo que también aconteció a través de otro medio internacional: The Economist. Esta revista degrada la realidad política peruana pasándola de “democracia defectuosa" a un “régimen híbrido”. Nuestra democracia está debilitada desde el fallido golpe de estado de PC y se acentúan con las respuestas del Estado que lo acercan a un régimen autoritario, producto de la escasa cultura política de nuestra sociedad (basta con ver los partidos políticos que tenemos) y “una alta tolerancia frente a las reglas militares” ( https://amcham.org.pe/news/peru-ya-no-es-considerada-como-una-democracia-segun-informe-de-the-economist/). Esta última situación permite entender la calamitosa presentación de un policía para explicar el uso de mensajes velados a través de colores, el uso desbordado de tanquetas policiales en la UNMSM ya hace dos semanas o la incierta cesación del programa Rimanchik (Conversemos) y de su conductor, el periodista Carlos Cornejo, quien afirmó que un ciudadano, Víctor Santisteban, había sido asesinado por un policía durante una manifestación, pese a que todos los medios y el gobierno cambien las versiones sin tomar en cuenta todas las grabaciones como evidencias. Si todo esto no es relevante a nuestro mundo político, bienvenidos a Narnia.


domingo, 25 de diciembre de 2022

TRISTES NAVIDADES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 DE DICIEMBRE 2022)

 


Un poco más de dos decenas de familias peruanas pasarán una de las más tristes navidades de sus vidas, pues tendrán la ausencia de alguno de sus integrantes (hijo, esposo, tío, abuelo), muchos de ellos bastante jóvenes. Además, habrá hogares en los que otros ciudadanos, civiles o policías, pasarán estas fiestas en clínicas, hospitales o postrados en sus casas. En una de las principales fiestas cristianas signadas por el amor y la fraternidad, estamos viviendo un duro momento en que estas palabras no tienen validez alguna.

Los pasos dados por los actores políticos han sido erráticos y poco atentos al termómetro social en ebullición. Se echa la culpa a una población cansada de ver la rampante corrupción e indiferencia de la clase política que tenemos desde hace décadas; incluso se la anatematiza con términos despectivos acuñados en las últimas décadas, “terruco”, con el que ponen en el mismo cajón a hombres y mujeres hartos del comportamiento del grupo gobernante. Para una mayoría cargada de escepticismo, los últimos gestos “correctivos” son insuficientes, pese a que puedan estar en los tiempos adecuados para su realización. Los voceros gubernamentales y las cajas de resonancia que han encontrado en diversos políticos y medios de comunicación han puesto más gasolina al fuego. El desaparecido Guillermo Thorndike, zorro viejo en manejo de medios de comunicación, alertaba cómo estos ayudan a transformar al culpable en un ciudadano probo y al inocente en todo un diablo pervertido ante la opinión pública. Las portadas de diarios que priorizaban cifras económicas en vez de vidas dicen mucho de los intereses de las personas que encabezan los mismos; insensibilizando a la población tomando distancia del drama humano que millones de compatriotas viven. Sus reclamos se vuelven acciones casi terroristas por el solo hecho de cuestionar la indiferencia de congresistas y del ejecutivo. Varios organismos internacionales han llamado la atención sobre el actuar de nuestras fuerzas del orden, obligadas a ejecutar órdenes. Veía la entrevista entre el congresista Carlos Anderson y el periodista Carlos Cornejo; el primero, durante la acalorada conversación, sostenía, parafraseando, que las FFAA respondían frente al clima de guerra actual. Dura aseveración: ¿una guerra civil? Lastimosamente, esta situación es aprovechada por inescrupulosos revoltosos, el lumpen e, incluso, personas interesadas en radicalizar el uso de la fuerza ante los reclamos reforzando la idea del terror. Uno puede estar en desacuerdo con esta situación, no concordar con la clase política que nos ha gobernado en las últimas décadas; pero eso no hace calificar al rival de terrorista. Como líderes políticos, deben moderar sus mensajes, escuchar a la ciudadanía, ser más empáticos con sus reclamos dirigidos a mejorar la calidad de vida de cada uno de los habitantes de nuestra nación tal como figuran en los artículos 1, 2 y 3 de la Constitución.


domingo, 21 de marzo de 2021

EL PERÚ DE UN CONGRESISTA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 21 DE MARZO)


En las últimas semanas que van, en medio de la locura de la pandemia y una huelga de transportistas, algunos sucesos dan una radiografía de uno de los países más centralistas del mundo y con una fuerte anomia social.

Los comentarios registrados en un audio de Anthony Novoa de AP y la candidata al Congreso por la Región Pasco por Renovación Popular, Aracelli Castillo, son solo mínimas evidencias de una gran verdad de un mundo político deteriorado, prostituido y deplorable que se manifiesta en cada contienda electoral. Fuera de las planchas presidenciales, tenemos algo más de 3 mil setecientos candidatos a ocupar 130 curules de congresistas y 5 del Parlamento Andino. A lo largo de la historia de nuestra bicentenaria república, los congresos (bicameral o la versión actual) han tenido políticos perennes cuya finalidad era ocupar un escaño de manera casi vitalicia e instalarse en el mundo político oficial en el que hacían carrera personal. Hay otros factores peligrosos como el narcotráfico y lazos de poder. Antaño, quiero creer así, los partidos maniobraban de tal manera que permitían formar sólidos grupos con los que se negociaban leyes y otros favores. Aún recuerdo todo el escándalo por la escisión del APRA en un ala rebelde y el descontento por la famosa convivencia con la UNO odriísta. O la escisión de la Democracia Cristiana que generó el Partido Popular Cristiano encabezado por el recientemente fallecido Luis Bedoya Reyes. Eran tiempos de confrontaciones ideológicas y los fraccionamientos eran actos trascendentes y sonados. El desprestigio del Congreso décadas después del retorno de la democracia fue tal que, hay que recordar esto, la decisión de Fujimori de cerrarlo en el golpe del 92 fue aplaudido por muchas personas. Las palabras vertidas por Novoa es solo una manera descarada de mostrar un modo de vida de muchas personas que fagocitan en política; se van deslizando entre los vínculos del poder para sacar réditos proselitistas, aunque la más de las veces apuntaba a intereses personales. Y no dudan en cambiar de bandera con el fin de mantener su bastión personal. El deterioro de los “partidos políticos” y las motivaciones de un congresista han permitido que actos como el trasfuguismo sean hechos cotidianos y esperados en cierta forma. Por otro lado, lo de la candidata Castillo no nos debe ser extraño. Desde que tengo uso de razón, recuerdo nombres de senadores y diputados anclados en los congresos de manera casi perenne: apellidos como Chirinos Soto, Melgar, Polar Ugarteche, Cáceres entre los que me vienen a la memoria, representaban a Arequipa, Puno o Ayacucho, ciudades en las que no vivían por décadas. En los primeros años de la república, el Congreso estaba constituido por notables que asumían la representación de una intendencia en las que habían nacido, muchas veces, por casualidad. En últimas elecciones tuvimos postulantes golondrinos liberteños: casos como Doris Sánchez, Octavio Salazar o Rosa Bartra me vienen a la memoria. No sé cuánto sabían de nuestra Región y dudo que muchos de ellos hayan retornado al sitio que los catapultó al poder. Somos un mero trampolín para sus intereses. Me temo que tendremos un congreso peor que el anterior. 


domingo, 5 de julio de 2020

SOBREVIVIENDO AL COVID-19 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 05 DE JULIO)


1 de julio, 2020. Se levanta la cuarentena. Desde el confinamiento riguroso a partir del 16 de marzo, varios fallidos intentos se hicieron con el fin de evitar la expansión de una pandemia que la sabíamos desastrosa para lo cual se idearon diversos protocolos con el fin de detener su incontenible avance como sucedió en Asia y Europa. Se empleó diversas estrategias, pero hubo una buena dosis de desconocimiento de un país debilitado en sus estructuras estatales en las últimas décadas en educación, seguridad y, ahora añadimos, salud. Pocos son los países que han sabido controlar la pandemia. Los que priorizaron la economía la están pasando mal, bastante mal. China, Italia, USA, Brasil, Chile (país que pronto pasará al nuestro en cuanto a contagios y fallecidos) y ahora el nuestro, han aplicado diversos métodos contra un enemigo invisible y que ha “aprovechado” todos los medios alcanzados por esta sociedad para su rápida expansión. Algunos países que “relajaron” el confinamiento se han visto en la necesidad de volver a este pues los contagios volvieron a subir. Como me comentaba mi hijastra quien es médico en Portugal, la gente volvió a la supuesta normalidad y el país lusitano, modelo de control, ha entrado en emergencia por la irresponsabilidad de muchas personas, sobre todo jóvenes, que retomaron sus ritmos de vida y diversión sin medir las consecuencias; una simple fiestecita playera fue el foco infeccioso que llevó a casi un centenar de imberbes y sus familiares a copar algunos hospitales lisboetas.
¿Y nosotros? Fuera de la irresponsabilidad e indolencia demencial, y la urgencia social, hay otras situaciones alarmantes. Por ejemplo: basta ver el pésimo servicio de transporte público, las posibilidades de un rebrote son bastante altas. La pesadilla heredada por décadas, el transporte público exige ahora una obligatoria revisión profunda. Los líderes del transporte público privado planteaban a sus usuarios la posibilidad de cobrárseles casi 5 soles por pasaje por un servicio de pésima calidad y que hace que los pasajeros vayan literalmente como ganado. La necesidad de transporte masivo a escala se impone en urbes en las que el panorama es cada vez más lamentable y en franco deterioro. El sentido de las ciudades grandes como centros atractivos de trabajo tienen que replantearse lentamente. Existen diversas anomias sociales, puesto que nuestras ciudades crecen desmesuradamente por el centralismo económico, social, laboral, académico, cultural, político; esta anomalía histórica incrementa el cáncer de la informalidad, fuera del debilitamiento de las estructuras del Estado. Además, es evidente que las grandes ciudades han sido los principales focos de infección que se ha dispersado por el resto del territorio. Situaciones como estas han sido lamentablemente una forma de aprendizaje.  
Gremios profesionales y la Academia deben de plantear propuestas urgentes y atendidas por el sector político.

domingo, 12 de abril de 2020

FACTURA DE 30 AÑOS DE ANOMIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 12 ABRIL)


Preguntaba un amigo tratando de identificar al o a los culpables del fallecimiento del primer médico peruano en medio de esta pandemia, en medio de esta locura que está transformando desde los vínculos sociales más íntimos hasta la economía de nuestra nación. La respuesta creo que nos atañe a todos.
Desde hace tres décadas y tras los crasos errores de la gestión de AGP, el Estado se convirtió en una suerte de paria en la sociedad peruana. Las palabras “estatal” o “gestión pública” tenían una carga semántica muy negativa, la cual se ha acentuado más gracias a los múltiples de actos de corrupción, la cual se ha incrustado en todos los tejidos del aparato estatal, sobre todo en el político y en el judicial. Son tres décadas de habernos martillado que lo estatal y lo público son lacras sociales. Casi dos generaciones de peruanos han crecido bajo esa mirada.
El debilitamiento del Estado ha permitido, tras su desmantelamiento productivo, que surjan diversas formas de poder económico que, incluso, pueden cuestionar su autoridad. El sistema impuesto por el Fujimorato no solo desarmó todo lo que pudo del aparato estatal, sino que supo, además, cómo hacer una sociedad acrítica, hedonista, aprovechadora, trasgresora, egoísta y poco empática con la problemática nacional. La palabra del Estado era y es cada vez más débil y carente de credibilidad y autoridad, tanto de este como de todos los organismos encargados de ejecutarla. Esto nos permite entender que, incluso, entidades religiosas convocaran reuniones o la actitud de muchos jóvenes recién empezada la cuarentena. Una real anomia.
A lo largo de estas décadas hemos visto crecer poderes alternativos que asumen roles que ahora están colapsando. El crecimiento de corporaciones en este periodo lo explica. Incluso esto ha influido en pilares esenciales como la educación y la salud; en el primer caso, se la orientó al sentido del mercado, modelando las habilidades y capacidades de las personas con el fin de poder incorporarse en una empresa o crear una, realidades en total situación crítica por los momentos que vivimos. Habilidades blandas como empatía y solidaridad no han sido prioridad, justo cuando más las necesitamos y pueden salvar la vida de varios, incluida la tuya, estimado lector. En la salud, se permitió una lamentable reducción, cual escarnio social, del sistema público. Con esta pandemia, enfrenta además la herencia de tuberculosis y dengue. La sociedad, nosotros hemos permitido llegar a esta situación a través de políticos electos que aceptaron dichas condiciones; nosotros los colocamos a través de las urnas. Esa es la verdadera democracia; no es un término económico, es un término social y compartimos todos este sistema. Reflexionemos, además, sobre la situación de los llamados partidos políticos y sus líderes, los cuales han demostrado hasta ahora no estar a las alturas de las circunstancias.
Estos son, pues, nuestros 30 años de boom económico.

domingo, 15 de abril de 2018

HACIA UN NARCOESTADO (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN LA INDUSTRIA TRUJILLO DOMINGO 15 DE ABRIL)


En las elecciones presidenciales de 2016, se hizo una serie de denuncias al partido naranja, de manera específica contra Joaquín Ramírez, excongresista de la República por Cajamarca y amasador de una gran fortuna meteóricamente acumulada, el cual refrescó la memoria de todos los peruanos de los diversos sucesos en los que diversas formas reñidas de la ley han intervenido de manera directa en la política peruana corrompiéndola. La investigación en su contra se abrió el octubre del 2015 por la Fiscalía de Lavados de Activos al solicitar, como primer paso, levantar su inmunidad parlamentaria de entonces. La DEA lo ha incluido entre las personas sospechosas en lavado de dinero. Las investigaciones han ido desmadejando no solo el accionar de este personaje, sino el de muchos miembros de su familia que militan en el partido Fuerza Popular. Dichas investigaciones han involucrado al tío Fidel Ramírez, rector de la Universidad Alas Peruanas, y al hermano de Joaquín, Osías Ramírez, actual congresista por Cajamarca.
Los negocios turbios vinculados al narcotráfico no son recientes:  debemos remontarnos al sonado caso de Guillermo Cárdenas Dávila, “Mosca Loca”, quien se ofreció pagar toda la deuda externa del Perú de entonces, gobernado por Belaunde en su segundo periodo; y el caso de Carlos Langberg, quien financió la campaña de Villanueva del Campo por el APRA, frente a Belaunde por su segundo gobierno. Ya el narcotráfico, poderosa herramienta de corrupción, se había instalado en el Perú y comenzaba a extender sus turbias redes. Ambos gobiernos de AGP también estuvieron regados de escándalos como el caso de Reynaldo Rodríguez López, “El Padrino”; y los famosos narcoindultos o los extraños vínculos con Gerald Oropeza y familia. Pero fue la década fujimorista en la que Fujimori y el siniestro socio Vladimiro Montesinos ampliaron las redes del narcotráfico de manera escandalosa y, además, realizaron una descarada corrupción de prebendas y dinero en todos los estratos y actividades de la sociedad peruana. Los estudios de Alfonso Quiroz, destacado historiador fallecido prontamente; Carlos Iván Degregori, antropólogo también fallecido; así como el de las periodistas británicas Sally Bowen y Jane Holligan; todos, con sus respectivas investigaciones, develaron una red corrupción insospechada que se convierte en la pesada herencia que carga nuestra debilitada sociedad política. La historia identifica al gobierno de Alberto Fujimori como un narco estado. Esta marca sigue cundiendo en varios de los actuales y antiguos congresistas del actual partido naranja, vinculados a lavado de dinero producto del ilícito negocio. La lista no es pequeña: los negocios del cuñado de Karina Beteta la vinculan con este negocio; Joaquín Ramírez y su hermano; Modesto Figueroa; el mismo Kenji Fujimori. En su momento hubo otros de otras bancadas como María Magdalena López, Carlos Bruce y Virgilio Acuña. Lo último es el secretario de ética (papel aguanta todo) y disciplina de FP: Edwin Vergara. ¿Ya podemos decir que estamos en un narcoestado?