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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 10 de septiembre de 2023

LA CAJAMARCA DE PEPE CHÁVEZ TEJADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 10 DE SEPTIEMBRE)

 


El sábado pasado tuve la oportunidad de asistir, parcialmente, a la presentación del libro de fotografías Cajamarca. Belleza, soledad y coraje del autor José Luis Chávez Tejada con quien tuve una conversación interesante sobre el origen y gestión de este libro que muestra a una ciudad de bellas construcciones que conforman un patrimonio monumental notable, que es la atracción e interés de arquitectos, historiadores, promotores culturales y operadores turísticos; y que genera una gran cadena de servicios de la que los peruanos y, sobre todo, sus autoridades no somos todavía conscientes del gran potencial que tenemos a mano. Pepe me comentó cómo logró obtener todo ese corpus fotográfico, logrados en la soledad y enclaustramiento de la pandemia, cuando las ciudades de casi todo el mundo parecían espacios fantasmales. Además, contó todo el tortuoso camino recorrido, entre burocracia e indiferencia de muchos actores decisivos, para tener el libro en sus manos. Hacer cultura en nuestro país es apasionante, pero también frustrante al no haber una respuesta efectiva no sólo por parte de las autoridades, sino de la población en general, sea por desinterés, desconocimiento y, las más de las veces, prejuicio. Hay todavía en el ambiente esa idea de que la cultura es aburrida o inaccesible al entendimiento. Tema para discutir en otros ámbitos. Este artículo se centra en la preocupación de Pepe y la de muchos ciudadanos que habitan en ciudades con rico patrimonio histórico cultural, pero que ven día a día su lenta desaparición. En agosto estuve de visita en su ciudad y muchas de la periferia; aunque Cajamarca y Cajabamba tratan de preservar su centro histórico evitando construcciones inapropiadas, no ocurre lo mismo con ciudades como Chota, Bambamarca, San Marcos, entre otras. Sus bellas plazas de armas dejaron de ser un espacio equilibrado para ser ahora un muestrario de edificios de mal gusto, sin enlucir, como una muestra equivocada del “crecimiento”. Esa desgracia es la que vemos en nuestra ciudad. Pese a todas las gestiones en Trujillo para convertir a Trujillo en Patrimonio Cultural de la Unesco convocando a vecinos, empresas e instituciones para ese objetivo; no se va a poder lograr, pues el espacio propuesto está tan deteriorado, tugurizado o derruido que se hace difícil lograrlo. Quizás una o dos calles. Actualmente Arequipa, una de las pocas ciudades que tiene ese estatus, se encuentra en riesgo de perderlo debido a la inadecuada intervención de constructoras en zonas intangibles. José Chávez se propone con este libro lograr convertir a Cajamarca en Patrimonio Cultural. Este objetivo debe interesar a todos, incluido el mundo empresarial. Los réditos serán beneficiosos para la ciudad y sus habitantes logrando una actividad alternativa y limpia que mejore su calidad de vida. Esperemos que los cajamarquinos asuman un rol más proactivo en el manejo de su ciudad evitando el mal ejemplo de nuestra indiferencia.



domingo, 27 de septiembre de 2020

¿QUÉ PASA EN HUANCHACO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 SETIEMBRE)


Aires enrarecidos soplan sobre Huanchaco. El balneario emblemático de Trujillo se ve envuelto nuevamente en acciones nada transparentes que están dejando desconcertados a muchos de sus pobladores y a la ciudadanía en general.

Huanchaco es una de las zonas con mayor identidad no solo en el litoral liberteño, sino en todo el país. Para la mayoría de las personas que aún no han visitado nuestra ciudad, Huanchaco se asocia a muchos conceptos con los que se identifica esta antigua zona: caballitos de totora, su ancestral iglesia que descuella como una atalaya, el pequeño muelle en el cual vemos a visitantes y pescadores disfrutando de sus instalaciones, su bella ensenada y las olas que atraen a muchos tablistas. Entorno a estos conceptos, nuevos y ancestrales, diversas autoridades y personas ligadas a la actividad productiva del balneario comenzaron a promover al balneario como un lugar de gran valor sociológico, antropológico e histórico: desde la antigua ocupación de la zona hasta las costumbres ancestrales preservadas como el uso de un tipo de junco para hacer los caballitos de totora son conceptos que atraen a muchos visitantes nacionales e internacionales y, gracias a ellos, ha surgido una actividad turística (restaurantes, escuelas de surf, hoteles, bares, ventas de artesanías, visitas a centros de interés) que, aunque aún no bien ordenada, genera ingresos atractivos a la población y de la cual se beneficia, también, Trujillo. Pero, el puesto edil también ha sido una suerte de albur negativo para los intereses colectivos de sus habitantes. Desde la vacancia del alcalde Fernando Bazán, una serie de situaciones irregulares ha ido minando el desarrollo armónico del lugar. Huanchaco no es solo el espacio humano ocupado, es también un complejo ecológico vasto que incluye los totorales, el cerro Campana y el Tablazo. Esta última ha sufrido una serie de ocupaciones irregulares; las delimitaciones de la zona de amortiguamiento del cerro Campana generaron conflictos entre la sociedad y Chavimochic. Además, las propuestas de pavimentar la vía carrozable que unía Huanchaco con Santiago de Cao atravesando los totorales procedió generando un impacto negativo sobre estos. Esta vía se hizo con el fin de reducir el tiempo de acceso al sitio arqueológico de Huaca de El Brujo; pero, como es costumbre, camiones y vehículos de gran calado utilizan esta vía con el fin de evadir puestos de control o el peaje de la Panamericana. Ahora, de manera furtiva y sin avisar a la población, se ha decidido instalar una serie de postes cuya información técnica se desconoce y, agregar, que dichas instalaciones presentan una serie de deficiencias como han denunciado diversos ciudadanos. Huanchaco sufre una serie de acciones que son una abierta agresión contra los derechos de sus residentes, sin consultas ni consensos.

La sociedad civil está demandando explicaciones y las autoridades están obligadas a responderlas.


domingo, 21 de abril de 2019

EXTREMOS DESPROPORCIONADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 21 DE ABRIL)


Dos eventos, uno internacional y otro nacional han permitido dar riendas sueltas a la desproporción que puede generar la pasión y la obsesión. 
El primero ocurrió el lunes: el incendio de Notre Dame. Un voraz incendio causó daños severos a uno de los patrimonios culturales y artístico para los franceses, europeos y la humanidad. La impotencia al verse consumir 800 años de historia se comparó a los daños irreparables del Museo Nacional de Brasil en el que los brasileños perdieron en pocas horas miles de años de su historia. Muchos mirábamos consternados aquel monumento que había resistido tantos embates de la historia para caer casi derrotado por un descuido en la era de las precauciones. Pero hubo algunas reacciones que asumieron una perspectiva totalmente sesgada: ver a Notre Dame como un espacio únicamente religioso. Es como pasa aquí con la reciente destrucción de muchos geoglifos en la quebrada de Santo Domingo, los cuales son vistos como objetos vetustos que “frenan” el progreso económico de un puñado de personas. La simplificación de las cosas genera percepciones erróneas y crasos errores, que incluso pueden provocar hechos lamentables como este último.
El segundo sucedió el miércoles último. El expresidente Alan García se suicida para evitar la prisión preventiva que se dictó en el marco de la investigación de corrupción que lo involucra como a otros miembros de su partido. Este acto ha abierto un sinfín de riesgos peligrosos para la sociedad peruana: desde el extraño ensalzamiento del suicidio en una sociedad que lo censura hasta la posibilidad de continuar con las investigaciones del caso Odebrecht. En el marco de las pesquisas de este caso hasta la fecha, AGP se veía involucrado en casos de corrupción. La puerta se abrió con los dudosos pagos para una conferencia. El escándalo estalló con el caso que involucran a Luis Nava y Miguel Atala, quienes también reciben la prisión preventiva. El suicidio de AGP ha generado una crisis de psique social al colocarnos en un conflicto de intereses de una sociedad religiosa que no promueve la muerte inducida, negando incluso la eutanasia. Por otro lado, el golpe cultural que se recibe, sobre todo en lo educativo. Muchos niños y adolescentes han formulado preguntas a sus mayores y, pronto, a partir del día lunes 22, muchos docentes recibirán una andanada de preguntas sobre lo acaecido este miércoles. Las opiniones vertidas estos días han sembrado muchas dudas entre los jóvenes. Estamos ante un caso de evasión extrema por parte de una persona.
Ahora es el momento del partido aprista de recomponer sus cuadros. Hay que permitir el curso de las investigaciones para comprobar si su líder estuvo o no involucrado en actos de corrupción; y de ser cierto, el ser capaces de enmendar su error histórico por haber crecido en la negación de una imagen corrupta de su líder, salvo una colusión implícita con AGP con sus posibles negociados turbios.

martes, 16 de octubre de 2018

CERRO CAMPANA, CERRO SI-PONG: GRAN FUTURO TURÍSTICO PARA LA LIBERTAD




8 de setiembre ha sido un día muy grato para un buen grupo de personas que tuvimos la idea de visitar finalmente el cerro Campana. En realidad, nuestra visita no era para escalar este gran accidente geográfico que identifica el paisaje de la ciudad de Trujillo, sino conocer los vestigios dejados durante siglos por antiguos moradores o visitantes de esta zona y su trato con el cerro considerado como un padre tutelar, gran Apu o zona de recursos naturales; además, conocer una interesante flora y fauna que corresponde a una zona de nieblas y de lomas. Zonas como estas se encuentran en Lima (Lachay) y Arequipa (Atiquipa). Sobre el cerro Campana o Sipón se han escrito diversas investigaciones científicas en el área de la Biología, Botánica, Zoología, geografía y arqueología. Todas investigaciones apuntan a que esta zona se convierta en una gran reserva o parque, un área intangible, acciones promovidas por diversas personas e instituciones. Estas acciones han tenido avances, pero así también como retrocesos de índole político, empañado por intereses económicos que ven a este cerro más como un “estorbo” que una gran oportunidad, como la que muchas personas ligadas a la actividad turística plantean. La visita era para conocer una pequeña porción del potencial que encierra este espacio, rico en geografía, historia y naturaleza. Conviene leer este pequeño texto para ir con una idea de lo que uno va a encontrar en el lugar (file:///C:/Users/Gerardo/Downloads/Rodriguez.etalCerroCampana.pdf).






Gracias a la iniciativa de Juany Solís, una buena amiga, a cargo de la ONG Otra Cosa, se armó un grupo de personas (mayormente mujeres) para hacer el periplo con la guía de Percy Valladares, hombre dedicado fehacientemente a proteger este patrimonio. Percy ha recorrido este espacio desde su niñez y ha sido testigo de los cambios que ha sufrido este espacio. También es testigo de la indolencia política de pequeños y grandes, de huanchaqueros y foráneos, de no tomar en cuenta este lugar, incluso apoyando veladamente acciones ilícitas como invasiones de tierras, tanto a esta área como a la zona aledaña que conforma una integridad: los totorales de Huanchaco.
Nuestra actividad empezó temprano. María y yo recogimos a Wendy y Mirian, profesoras del Fleming, quienes también se unieron a esta expedición. Nos dirigimos a Huanchaco a buscar a Sophia y Juany. Pensaba dejar mi auto en casa de Juany, pero se complicaron las cosas. Al final, dejamos el auto en el local de Otra Cosa. Íbamos ya retrasados por este impase, habida cuenta de que Huanchaco tiene muchas calles cerradas por los cambios de desagüe que se hacen desordenadamente generando el caos vehicular. La idea era salir a las 7 am. Todo el trajín nos tomó una hora. Salimos, pues, con una hora de retraso y eso nos iba a generar ciertas incomodidades a final de cuentas. Nos dirigimos hacia una zona por una ruta no pavimentada que lleva cerca de terrenos que han sido cercados. Percy nos explicaba que eran acciones ilícitas y que muchos dueños emplean sucias estrategias como la de ir agrandando sus propiedades con desplazamiento sigiloso de los cercos. Vimos una que ahora encierra una antena de telefonía inactiva. La zona ocupa territorio arqueológico e, incluso, corta tramos del Camino Inca. Esta zona es disputada con Chavimochic, larga historia que generó un enfrentamiento contra un congresista que quiso actuar de buena fe y halló voces de protestas y desacuerdos entre varios empresarios. Comenzamos la caminata en forma paralela a una valla. Nos fuimos adentrando por el arenal, cuando nos encontramos con algo de vegetación y algunas zonas rocosas, con mucho liquen. Bastante humedad. Felizmente tuvimos un día no soleado, lo que nos permitió hacer la marcha no tan fatigante en un inicio; pero sí teníamos un fuerte viento. Llevar un cortaviento o una casaca es lo recomendable por estas épocas del año. Nuestro encuentro con toda esta vegetación me permitió ver la capacidad de adaptación de la vida en zonas extremas. Para conocer más y con fotos de la flora, es bueno leer este artículo: http://www.sacha.org/Campana_Arnaldoa2014.pdf.  Nos encontramos con unos cactus llamados Espostoa Melanostele. Su fruto es interesante. 




Otra planta muy frecuente en la zona es la llamada Tillandsia Latifolia, crece de manera abundante y retiene humedad. A medida que íbamos “adentrándonos” en la zona, íbamos hallando cada vez más restos de cerámica, tanto fina como rudimentaria de uso doméstico. Algunas de ellas de la cultura Cupisnique, pero no son los únicos vestigios que hay. Seguimos en nuestro camino y nos topábamos con más e interesantes restos arqueológicos. Zonas trazadas, cual caminos, que se hallaban en zonas altas (¿altares?). Lamentablemente, algunas de estas zonas han sido alteradas o dañadas, pues fueron ocupadas por el ejército e, incluso, fueron utilizados como campo de tiro; hay gran presencia de casquillos de balas usadas, así como rastros de campamentos. Pero el plato fuerte iba a estar en una zona como anfiteatro natural en el que se hallan varias figuras humanas claramente trazadas por las plantas que crecieron donde hubo piedras que se han ido desintegrando con el tiempo (https://andina.pe/agencia/noticia-encuentran-geoglifo-forma-candelabro-cerro-campana-trujillo-253915.aspx). Wendy, como profesora de Biología, propuso una explicación interesante: los líquenes se instalan en las ranuras y grietas de las piedras, estos líquenes son el nutriente natural de las plantas que llegan en pequeñas semillas y se “instalan” en la piedra hasta que la terminan por fracturar la roca quedando la planta y manteniendo la forma ya que se queda en el lugar donde se hallaba la piedra en la obra hecha por los antiguos peruanos. Es una hipótesis. Percy nos comentaba que en su niñez toda esta zona estaba cubierta por grandes y pequeñas dunas; en la actualidad, estas tienden a desaparecer y se van hallando restos de todo tipo.




Nuestra caminata siguió hasta llegar a una marca geodésica. En nuestra trayectoria fuimos viendo más vegetación y vestigios de cerámica. Pero también vimos los caracoles de arena, pequeños caminantes que van dejando su trazo por la baba que emiten. Eran parte de la alimentación de los antiguos; pero también se ve que llevó a esos lugares caracoles marinos, que tienen otra forma de caparazón. Vimos algunas zonas que aún mantienen dunas de regular tamaño. Comenzamos a encontrarnos con otras plantas de flores pequeñas, blancas: Alternanthera halimifolia. Cada vez más era frecuente encontrar espacios en los que se habían realizado ritos y pagos, con diversos restos (cerámica o comida) y muchas más plantas diversas. Vi un cactus interesante: melocactus peruvianis. Llegamos a estribación por la cual descendimos, no sin antes haber visto una hermosa lechuza que trataba de alejarnos de su nido. Percy nos indicó que íbamos a una zona en la que se hacían sacrificios humanos en periodo moche. Esta zona está identificada con una gran cruz que parece ser artificial y no de origen cristiano. Antes de descender, nos percatamos que a espaldas de nosotros se veía una hermosa vista del mar, el mar de Huanchaco, solo que más cercanos al cerro Campana. Descendimos; un grupo decidió descasar un poco y almorzar las provisiones que habíamos llevado. Otro grupo decidió visitar un pequeño bosque de rocas con caprichosas formas. Una de ellas simulaba el perfil del dragón del film La historia sin fin; me hice la obligada foto.





Lo que se pensaba hacer una pequeña incursión de 15 minutos, se convirtió en una marcha de casi media hora. El tiempo nos estaba ganando. Habíamos quedado a cierta hora para ser recogidos en un punto de la carretera, y se calculó que íbamos a llegar más tarde de lo previsto. Así que comenzamos nuestro retorno. Este fue por un camino menos escarpado y tuvimos acceso a una cueva en la que había arte rupestre. No pudimos disfrutarlo mucho, pues la luz se iba extinguiendo rápidamente. Además, el frío iba arreciando, por lo que decidimos apretar el paso. Felizmente la arena no se convirtió en nuestro enemigo, pero sí el viento helado que suele correr más fuerza a la caída del sol (aunque felizmente no hizo su aparición durante nuestro recorrido).




Llegamos a nuestro punto de recojo a las 6 pm, una hora más tarde de lo pactado. Fatigados, pero felices de haber estado con el Apu tutelar de Trujillo. A cuidarlo.




domingo, 16 de septiembre de 2018

CERRO CAMPANA, ¿HACIA UN TRISTE FINAL? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 16 DE SETIEMBRE)

Sábado 08 de setiembre, con un grupo de amigos se hizo una primera visita a este bello e imponente espacio que vela al valle de Moche y resguarda a la ciudad de Trujillo y su balneario ancestral, Huanchaco. Esta visita es la primera de las que planeo hacer de manera personal, pues he descubierto de manera directa todo el acervo material natural y humano que nosotros, los trujillanos, tenemos a nuestro alcance. Además, y de primera mano, también pudimos constatar una situación amenazante a este potencial ecológico, histórico y turístico que podría perderse por indolencia de personas que lo hacen por motivos de lucro personal (tráfico de terrenos, uno de ellos y que se ve por las delimitaciones trazadas bajo una legitimidad desconocida) o por la ignorancia intencional de una población, como la nuestra, que podría perder un ingente recurso económico inagotable.
La lista de potenciales patrimonios y los ya existentes se han visto amenazados por diversos desastres que los pueden dañar o hacerlos desaparecer para siempre. Incendios, derrumbes u otros siniestros, accidentales o provocados, han destruido nuestro ingente patrimonio nacional, regional o local. Cuando nosotros estábamos culminando nuestra visita a tan interesante lugar, se estaba reportando un incendio en el conjunto arqueológico de Marcahuamachuco, zona afectada varias veces por incendios provocados intencionalmente por agricultores que desean eliminar la maleza de los terrenos en torno. La indiferencia o complicidad permitieron, por ejemplo, que el 12 de noviembre del 2017 las instalaciones que resguardaban la huaca Ventarrón en la Región Lambayeque se destruyese a causa de un extraño accidental incendio que redujo a cenizas murales y restos arqueológicos de más de dos mil años. O que el 15 de setiembre del 2016 la bella iglesia de San Sebastián en el Cuzco quedase destruida en un casi un 80 % por un siniestro, el cual destruyó su bello altar mayor que había sido recientemente restaurado, fuera de algunas pinturas del maestro del barroco indígena peruano, Diego Quispe Tito.
Nuestro país, nuestra Región y nuestra ciudad cuentan con numerosos lugares interesantes y valiosos que podrían convertirse en santuarios naturales o culturales, como los totorales de Huanchaco y el interesante Cerro Campana (o cerro Sipón). Espero que este potencial no sea visto como un impedimento para intereses económicos que no ven en estos nada de rentabilidad, sino un estorbo para sus propósitos. Pero peor aún es la ignorancia intencional construida con malévolos y oscuros propósitos que prefieren una visión vacía y sin compromiso de la vida y sus manifestaciones. Bajo esta perspectiva, se puede entender claramente por qué jóvenes vacuos y frívolos estén ganando casi quince mil dólares mensuales en programas basura, mientras que un intelectual de la talla como lo fue Marco Aurelio Denegri haya percibido un magro sueldo de 950 soles al mes. Cabe preguntarse, entonces, qué fin tendrá el Cerro Campana.  

domingo, 17 de junio de 2018

CIUDAD EN CUIDADO INTENSIVOS (ARTICULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO) POSTULACIÓN DE LARGA DATA


En reciente reunión gracias a la convocatoria realizada por las autoridades competente para ver los avances hechos por su gestión para el rescate del Centro Histórico, se planteó una serie de requerimientos y compromisos de la sociedad civil y sus diversas instituciones con el fin de aspirar a que nuestra ciudad sea una candidata potencial a ser Patrimonio de la Humanidad. Estos avances se han centrado en más una parte operativa y de relaciones con el fin de colocar a Trujillo a ser considerada como tal, como lo son las ciudades de Lima, Cuzco y Arequipa en el Perú. Trujillo ha pugnado desde inicios de este siglo en lograr esta condición en cierto modo privilegiada que le permitiría trabajar de manera más ordenada entre los actores sociales, empresariales y culturales de la ciudad, y alcanzar fondos internacionales a los cuales no puede acceder en la actualidad por no cumplir con numerosos requerimientos que nuestra ciudad y sus ciudadanos deben de cumplir antes. Los intentos previos no consideraron de manera global y articulada todos los espacios geográficos sociales, físicos y culturales que se interrelacionan con la parte histórica de Trujillo, tales como lo son Moche, Huanchaco, Chan Chan y todos los demás elementos geográficos relevantes como el valle y río de Moche y el cerro Campana. Algunas de estas locaciones están en situación crítica, sea por el trato inadecuado del conjunto de conforma el gran cerro Campana, Huanchaco y sus totorales que mantienen cierta disputa con el proyecto Chavimochic; y, por otro lado, la crisis que sufre nuestro litoral con la famosa erosión costera, uno de cuyos factores decisivos es el famoso molón del puerto de Salaverry. Estos detalles deben de ser aclarados y expuestos a la sociedad civil para tener una visión de lo que nos espera como ciudad. Durante la reunión, además, se expusieron puntos muy interesantes y apremiantes para trabajar inmediatamente como el de la sensibilización a toda la población trujillana (no solo la que habita en el Centro Histórico) y la necesaria y urgente coordinación entre las empresas e instituciones que ejecutan obras en sus calles. En la reunión se comentó sobre el lamentable estado en que se hallan las calles y veredas de la ciudad al verse rotas por una u otra empresa que necesita colocar, reparar o remover instalaciones sin haber coordinado entre ellas para haber realizado una acción conjunta en la apertura de la infraestructura vial de la ciudad.
Como ciudadanos debemos de exigir una serie de puntos para que nuestra ciudad se convierta en una ciudad digna para todos sus habitantes y no la tierra donde cualquier vecino haga lo que se le antoje. Además, debería de exigirse una correcta reconstrucción de este espacio, como es el caso del ansiado alcantarillado para una ciudad que se está tropicalizando más cada año. Esto es mucho más importante y urgente que estar pendiente de eventos momentáneos simpáticos.

domingo, 19 de noviembre de 2017

GOLPES BAJOS (ARTÍCULO DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE TRUJILLO)

Las retinas y oídos de millones peruanos han sido saturados con la clasificación de un equipo peruano para un Mundial, luego de años de espera, 36 en total. Será la noticia que llenará diarios, radios, televisión, las redes sociales. Los periodistas y los aficionados se dedicarán a transformar en boom cualquier cosa que haga los jugadores. Serán la portada, la contraportada, la temática de publicidad, un largo etcétera que, espero personalmente, no sea tan duradero. La visita mediática del Papa será teñida por atisbos peloteros y no sería nada raro que le pidan hasta el hartazgo que coma cebiche y se ponga el polo de la selección. En fin, es cuestión de subirse al carro en medio del atosigamiento informativo que se nos viene.
La fiebre pelotera ha sepultado varias noticias nada gratas para la cultura peruana, la cual como siempre ha recibido poca cobertura mediática, salvo que haya un pelotero de por medio. Uno de ellos sucedió el domingo pasado en Lambayeque: el centro arqueológico Ventarrón fue destruido por un incendio de origen aún desconocido, el cual ha calcinado en pocos minutos investigación de décadas y borrado literalmente vestigios de más de cuatro mil quinientos años. Lo que no pudo la naturaleza, lo pudo (parece ser) la mano del hombre. Una zona arqueológica que se oferta en el interesante paquete turístico de esa Región no contaba con medios para poder proteger el complejo arqueológico. Lambayeque, Región con una oferta museística por demás interesante, no es capaz de proteger adecuadamente a su “gallina de huevos de oro”. También es una muestra de la situación en la que se halla el patrimonio arqueológico, arquitectónico y ecológico de nuestro país. Imagino lo que podría ser un incendio en el Bosque del Cañoncillo, o el Bosque Seco de Amotape compartido por Piura y Tumbes. Las amenazantes lluvias de un posible Niño pueden significar la estocada final para varias casas antiguas de adobe de nuestras ciudades (nuestro Centro Histórico sin ir muy lejos). Pero centros arqueológicos del pasado Moche o Chimú también se ven amenazados. Quizá algunas estrategias para atraer la atención de la población y autoridades en general, indiferentes a su patrimonio, deban considerarse la presencia de algunos de estos futbolistas para tocar la “”fibra de peruanidad” que ha rezumado a borbotones en estos días. Así como se han gastado miles de soles en polos, fuegos artificiales, televisores y licor, puedan destinarse algunos para ayudar este alicaído rubro; como imaginar que Paolo Guerrero hable sobre Mocollope o Ventarrón para generar un terremoto de medios. Creo y eso espero. 
En un pueblo tan triste como el nuestro, así descrito por AGP, estos logros deportivos sirven como una suerte de placebo frente a tanta desgracia, corrupción, inoperancia e indiferencia, los móviles que han sido los principales causantes de los últimos eventos aquí comentados. Pero podemos voltear la torta, ¿no?

domingo, 22 de octubre de 2017

FESTIVALES Y CULTURA EN LA CIUDAD DE TRUJILLO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO) A PROPÓSITO DEL IV FESTIVAL DE CINE PERUANO DE TRUJILLO

Hacer actividad cultural en nuestra ciudad o Región se ha vuelto en una proeza por el poco o nulo apoyo que se recibe por parte de organismos públicos o instituciones y empresas privadas. La politización de alguna de ellas o el raro concepto de rentabilidad de algunas otras hace que el necesario apoyo económico para estos eventos se convierta en un camino tortuoso para gestores culturales en nuestra ciudad; el otro gran problema que enfrenta el espectáculo en sí, sea académico o artístico, es la afluencia público masivo por lo general indiferente o ignorante (por desconocimiento) debido a causas como las estrategias erradas de comunicación hacia público objetivo (por parte de los gestores) o por el desconocimiento y poco compromiso de posibles promotores aliados de estos eventos que no colaboran en la difusión del mismo entre un público habituado a un consumo ligero y banal de formas de espectáculo de nuestra ciudad. De nuestra experiencia personal, llevamos casi veinte mil personas al teatro por años dentro del marco de actividades académicas del departamento que dirigía. Fue un trabajo sostenible, apasionante; pero la sede central en Lima decidió que no era necesaria esta estrategia pedagógica en la Universidad. Con los promotores se había trabajado, de manera sistemática, propuestas teatrales de calidad que revitalizaron la vida de esta arte en nuestra ciudad. Incluso llamó la atención de sectores empresariales que vieron otro filón interesante de rentabilidad de su imagen apoyando eventos como estos. Mereció páginas centrales en suplementos económicos. Pero estas actividades chocan con la indiferencia e incomprensión de personas que no tienen mucha idea de su importancia en lo educativo. Iniciadas a todo pulso, valiosas e importantes para el desarrollo académico, social y cultural de nuestra juventud, impactan con la dejadez e indiferencia de los interesados en las mismas. La inevitable partida del Museo de Arte Moderno hacia Lima es una oportunidad más perdida, incluso para la actividad turística que no termina de comprender el gran filón de volver a ser la Ciudad de la Cultura. Trujillo ha visto extinguirse buenas propuestas artísticas y académicas.

Sin embargo, muchos ciudadanos no ven extinguir su entusiasmo. Contra huaycos, viento y marea se han organizado diversos eventos artísticos en pintura y artes visuales. Este lunes 23 se inaugura el IV Festival de Cine Peruano de Trujillo en las instalaciones del CIDUNT, espacio para ver películas que la cartelera comercial no las difundirá. Vendrá, Liliana Trujillo, actriz principal de Rosa Chumbe, film que representa al Perú en la vitrina comercial que es el Óscar. Se debatirá el futuro del cine regional para romper el acentuado ombligo centralista que corroe todas las actividades en nuestra ciudad. Y se premiará a uno de los principales pilares del cine peruano: Nora de Izcue. Trujillo debe volver al esplendor que la identificó, pero con la ayuda de todos sus sectores vitales. Un Festival para hacerlo nuestro.

domingo, 14 de mayo de 2017

MUSEO, PATRIMONIO, CULTURA, EDUCACIÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 14 DE MAYO)

El 18 de mayo de cada año se celebra el Día del Museo, día dedicado especialmente para la recordación a la comunidad de la importancia que esta institución viva tiene para la cultura, la educación, la identidad y, a través de su preservación y crecimiento, el compromiso que todos las demás instancias de la organización social de una comunidad tienen con este. El museo acumula parte del patrimonio de una sociedad y fomenta la educación para el desarrollo del conocimiento, sensibilidad e identidad del grupo social que lo acoge. Hay museos emblemáticos en diversas ciudades y países que son el orgullo de sus habitantes y emergen de vez en cuando en conversaciones entre conocidos o para difundirlo a extraños como una de las bondades de su ciudad, región o país.  El Norte peruano cuenta con varios museos, sobre todo arqueológicos, que no solo tienen renombre nacional, sino internacional. Tumbas Reales de Sipán no es únicamente una atracción académica, sino turística que moviliza a miles de personas, connacionales o extranjeros, a desplazarse a tierras lambayecanas. Ha sido un motor económico de la Región y ha visto el surgir de otros museos que han ampliado la oferta turística de una ciudad que aún sus habitantes no han entendido en toda su magnitud. Los museos se vuelven polo de atracción que aplaca la curiosidad, el sentido histórico o el placer estético de las personas que recorren sus galerías. Y en el mundo de la museografía moderna, el museo se tornado en un espacio lúdico y divertido que atrae a muchos niños y jóvenes a sus ambientes para tener un encuentro amable con el arte o la historia. He tenido la oportunidad de ver varios museos en Israel, Francia o México que son visita obligada de toda la familia, para todos los gustos. En nuestro país, el Museo de Túcume ha sido planteado bajo esa perspectiva.

Sin embargo, nuestra sociedad entra en graves contradicciones sobre el trato que le da a su patrimonio. El mundo oficial recientemente ha “liberado” varias zonas arqueológicas de la sierra liberteña que han quedado a merced de la minería. Ministerios, gobiernos regionales o municipales, a través de diversos medios propagandísticos, venden nuestro patrimonio arqueológico a los potenciales turistas y a la vez se desentienden de este. Esta actitud nos convierte en una sociedad esquizofrénica, con individuos que manejan un lenguaje ambiguo y una doble moral. Obedecen a criterios inmediatistas, angurrientos y egoístas, más que velar por una sociedad sana, coherente, conocedora y respetuosa de sus bienes colectivos. Además, han logrado convertir el patrimonio como fuente de lucro, así se entiende por qué gran parte de este está en manos ajenas o museos del exterior. El tráfico de obras de arte o piezas arqueológicas es tan poderoso como el narcotráfico. Algunas de las tantas razones por las cuales, la cultura y la educación seguirán siendo la última rueda del coche.

domingo, 12 de marzo de 2017

PATRIMONIO, ESE DESCONOCIDO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 12 DE MARZO)

En las últimas semanas he tenido la oportunidad de conversar y compartir ideas sobre el tema patrimonial, bastante interesante y harto desconocido por la población en general; recurso valioso y múltiple con el que cuentan los ciudadanos trujillanos y liberteños, pero que, lastimosamente, por desconocimiento u otros intereses, no ven en este el potencial múltiple que yace delante de nosotros.
El patrimonio, como palabra simple, es el “conjunto de bienes propios de una persona o de una institución, susceptibles de estimación económica”. La última frase, tan sensible al ciudadano en general, no ha sido comprendida en toda su dimensión. La Unesco identificó el “patrimonio cultural” definiéndolo como “la herencia cultural propia del pasado de una comunidad, mantenida hasta la actualidad y transmitida a las generaciones presentes y futuras”. Existe un celo que hace que ese patrimonio cultural tenga un vínculo accidentado con lo económico, sea por tristes experiencias vistas con ciertas manifestaciones artísticas que se convierten en formas de lucro personal más que de bienestar armónico con una sociedad; o por celos al convertir un inmueble o un sitio arqueológico en un lugar intocable, inaccesible y lejano para el común mortal.
Desde que los peruanos, en general, y trujillanos, en especial, han comenzado a descubrir su ingente patrimonio (no el oficial), se han aplicado diversas estrategias con el fin de acercarnos a estos recursos naturales o humanos que esperan nuestro interés, estudio y protección. Sin embargo, faltan elementos vinculantes atractivos entre el patrimonio material e inmaterial de una comunidad y los ciudadanos con este. El sistema educativo en general aún no incorpora asertivamente esta riqueza; otras ramas como los comunicadores, turismo y todos sus afines, así como profesionales de algunas artes y ciencias reunidos en colegios profesionales o universidades no han hallado espacios para reunirse con el fin de tratar este tema interdisciplinariamente y generar propuestas viables. Ejemplos positivos hay, pero la difusión de estos buenos ejemplos no han alcanzado a ojos y oídos de personas que podrían ayudar a lograr esta labor.

El patrimonio natural y monumental peruano está en constante riesgo, sea por la inclemencias naturales (las lluvias recientes son una clara demostración de ello); o por la más grave que es la acción del hombre, sea inconsciente o conscientemente. Este resulta ser más dañino que un sismo o una inundación. Varias casas del centro histórico se caen no por la inclemencia de las lluvias o los temblores, se caen por la acción desesperada de sus dueños por poseer “un inmueble inútil, un lastre”, pues no tienen alternativas claras de un uso positivo del mismo. Es el mismo problema con el Cerro Campana, aún gran desconocido.
Este gran recurso puede permitir a Trujillo y la Región convertirlos en un polo de atracción turístico, cultural y educativo que estamos desperdiciando.

jueves, 8 de diciembre de 2016

KUÉLAP Y EL MUNDO CHACHA

Aunque este año ha sido poco generoso con los viajes, la última semana de octubre fue una buena oportunidad para escapar nuevamente de Chachapoyas con María y su hija para repetir la experiencia de viajes interesantes por el país, aprovechando la llegada de Soraia por su corta estadía de dos semanas. Así que decidimos ir a tierras amazonenses por dos días (muy breve) para ir nuevamente a Kuélap y dos lugares que iban a ser todo un descubrimiento: La Jalca y Óllape.
El día jueves 27 de octubre nos embarcamos en MovilTours a las 4 PM. El bus se detiene por un cuarto de hora en Chiclayo por combustible y aprovechamos en visitar un restaurante cerca de su terminal que se llama El Uruguayo, un pequeño sitio de propiedad de un ciudadano de ese país que, según él, vino a Chiclayo por un mes y se quedó casi 30 años.  Comimos un delicioso sánguche de lechón cada uno “para el camino”. Son 14 horas de viaje. El bus no iba lleno y desaprovechamos la oportunidad de ubicarnos en cada fila para poder dormir más cómodamente.
Llegamos a Chachapoyas a las 7 AM. Nos dirigimos a nuestro hotel, Hostal del Arriero, cerca de la plaza de armas. Nuestro tour a Kuélap estaba listo a partir a las 9 de la mañana por lo que nos fuimos a tomar desayuno. En un restaurante y mini mercado que pertenece a los mismos dueños de nuestro hotel tomamos una buena merienda para el largo camino. Ahí nos apertrechamos de agua, galletas, frutas, chocolates y otras avituallas. Fuimos al hotel a lavarnos los dientes y esperar la llamada de la gente de la empresa que nos llevaría a nuestro destino de ese día. Kuélap ya la he visitado cuatro veces e iba por una quinta. No hay quinto malo, como dice el dicho; pues sí, vimos las instalaciones del nuevo gran funicular que entrará pronto a funcionar y que dará un movimiento inusual a la zona, pues reducirá el trayecto de cuatro horas a solo una. Además siempre el sitio arqueológico tiene nuevos descubrimientos expuestos al público. La ida fue tranquila y fuimos conociendo a varios de los viajeros que iban con nosotros. Nos detuvimos en Macro para ver los restos y luego nos enrumbamos hacia Kuélap. 




Ir a este lugar es subir, pues Chachapoyas está  a 2335 m.s.n.m. y Kuélap un poco más de los tres mil. Luego de Macro, fuimos a Tingo donde está el inicio del funicular; luego Lónguita y María. Llegamos un poco agotados al Parador Turístico del lugar para recoger los boletos de entrada. Se veía ya un cielo nublado. Se nos venía una lluvia y en cualquier se podía precipitar. Felizmente, la lluvia no descargó hasta un poco más de mitad de la visita. Ingresamos por la puerta 3, ya que la 1 estaba cerrada por reparaciones y la 2  norte y sur aún no están habilitadas. Había que ir con cuidado, ya que algunos tramos estaban enlodados. El sitio aún se le sigue llamando fortaleza, pues todavía hay varias personas que le adjudican el carácter militar; pero nuestro guía y muchas personas más nos aclararon que el lugar tiene más objeto de uso ceremonial religioso que militar. Una de las novedades (y va tener que ser una visita obligada) es la pronta habilitación del acceso 2 que tiene dos puertas (norte y sur) de carácter dual para uso de solo mujeres o varones. Es una zona escarpada y ya de por sí el entorno es increíble. El lugar, eso sí, va a tener que manejar una cantidad razonable de visitantes (como lo hace Machu Picchu), pues ese día había una buena cantidad de grupos numerosos.



El retorno a pie fue bajo la lluvia; fue más tranquilo (descenso) pero hubo algunas zonas resbalosas por el agua de lluvia o el lodo que estaba acumulando. Llegamos al Parador y me di una escapada para ver el sitio de interpretación. Es genial, informativo, bien presentado, pero lamentablemente poco visitado. Me dio un panorama más detallado de la ocupación de la zona, unas buenas líneas de tiempo y una pequeña muestra de objetos del lugar. Y una buena folletería a disposición de todos.





Así iniciamos nuestro retorno, ya estábamos soltando la lengua entre los viajeros (había de Lima, Alemania y España); bajamos a almorzar y pedimos una buena sopa revitalizadora. Las sopas serranas son una bendición. Ya por el cansancio o emoción, muchos pegábamos nuestros ojos para dormitar. Recién habíamos llegado ese día a Chacha.

Llegamos a eso de las 6 p.m. a nuestro hotel. Decidimos con varios de los chicos que conocimos en el viaje más nuestro guía ir a cenar juntos esa noche. Una buena velada y luego a dormir. Previamente, había hecho los arreglos para ir el sábado 29 a un lugar que no conocía y que se me había cruzado por la mente varias veces: La Jalca.