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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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sábado, 7 de marzo de 2015

CUMBEMAYO, EL PASADO CAJACHO

Domingo 15. Luego de una larga noche celebrando al rey Momo o Ño Carnavalón, en un bonito pub llamado Arlequín, decidimos ir a uno de los lugares que, a pesar de las muchas visitas que hice, sigue siendo mágico: Cumbemayo. Lo he visitado en diferentes estaciones del año, con un fuerte sol o bajo una persistente lluvia. Siempre tiene algo nuevo que ofrecer. El día anterior, luego de haber sobrevivido al intento de ingreso a la plaza de armas de varios grupos exaltados, fuimos a una agencia de viajes localizada en la misma plaza. Así quedamos los tres en salir al día siguiente a las 9 am. Nos levantamos temprano, tomamos desayuno y luego nos fuimos al mercado a merodear por fruta y otras cosas. A las 10 de la mañana llegaban las comparsas en su primera eliminación, por lo que había que salir del centro lo más temprano posible para no quedarnos atascados. Ya la misma plaza estaba parcialmente cerrada por lo que era prioritario dejar el centro para ir a nuestro destino. Como de costumbre, la informalidad reina en este mundo del turismo; el día anterior se nos había mostrado la foto del vehículo en el que nos íbamos a desplazar y que la partida era puntual. Ni lo uno ni lo otro. Fuimos en un minibús un poco viejo y salimos con casi media hora de retraso. Incluso hubo un turista que iba de pie. La informalidad es fatal para uno de los negocios que podría ayudar a Cajamarca a salir de su recesión y generar interesantes cadenas de valor como restaurantes, tiendas de artesanía, todo tipo de servicio, hoteles, eventos culturales, científicos y económicos. Imagino grandes convenciones turísticas para poner en valor todas las riquezas de Cajamarca, pero con esos servicios, todo lo trabajado cuidadosamente se desplomaría tirando a la borda años de trabajo. El Carnaval rebasa de turistas y estos andan un poco a la merced de varios inescrupulosos.

Comenzamos el ascenso. Nuestro guía parecía simpático, pero luego comenzó a manejar datos que dejaban qué desear. Encandiló a varios jóvenes que tenían poca noción de lo que iba diciendo. Cuando comentó que Isabel de Portugal había financiado los viajes de Colón, María, portuguesa ella, me dijo que se estaba rescribiendo la historia. Así que nos dedicamos a ver el paisaje para evitar caer en las garras de la fantasía pura. Hicimos un alto en el camino para ver Layzón, uno de los sitios arqueológicos más antiguos de la zona. Como el acceso está aún prohibido, se puede distinguir  a lo lejos una pirámide trunca, en proceso de desenterramiento. Según lo leído en el libro sencillo de Julio Sarmiento y Tristán Ravines, este lugar era no solo un centro religioso, sino, además, un espacio para intercambio comercial entre productos del valle con la producción altoandina.  El guía tenía cierta razón: es un espacio que puede ofrecerse al turismo. Pero, valgan verdades, depende qué turistas quieras llevar. He visto en Chanquillo, Áncash, cómo alumnos de una promoción habían dejado sus “gratos recuerdos gráficos” en algunos muros y tablones que ha colocado gente de arqueología de la PUCP para su restauración.  También una vista espectacular de Cajamarca. Como Pacasmayo (y todas nuestras ciudades sin excepción), se pueden ver muchas paredes sin enlucido y hay una cosa más triste: la presencia más frecuente de calamina que reemplaza a las tradicionales tejas. El día anterior habíamos visto en el museo del Complejo Belén un patio lleno de tejas: ¿un cementerio de estas bellas producciones semi artesanales? Lo que sí es cierto es que cada vez más se ve el brillo del zinc de las calaminas en los techos cajamarquenses. 


Aquí ya habíamos ascendido hasta una altura un poco más de tres mil doscientos metros (Cajamarca está a 2750 m.s.m.) y teníamos que ascender más. El camino hasta cierta altura se encuentra cercado por diversos árboles, lo que le da buen atractivo. Cruzamos un sendero que era camino inca y luego camino real. A lo lejos uno ya puede distinguir los Frailones, inmensas rocas talladas por la erosión de deshielos y eólica, llamados así por su parecido a los frailes. Esta zona tiene dos grandes intereses: geográfico y arqueológico. El conjunto es impresionante. Han hecho un lugar de interpretación, el cual ahora ya no se usa. En realidad, es una lástima que los avances hechos en favor de varias actividades humanas como el turismo, la historia y arqueología estén abandonados. Y es una interesante fuente de recursos. Ese día el lugar se hallaba bastante abarrotado de turistas que habían llegado de diversas partes del Perú y de afuera. Una previa información de lo que íbamos a ver (he visto el lugar cuando estaba funcionando) hubiera ayudado al viajero a apreciar más el valor de este lugar. Descendimos con el grupo (éramos más de 30 personas) a diferentes ritmos. Lo más terrible de estos viajes es hallarse con personas que no tienen la más mínima idea del lugar que van a visitar: una señora cargaba un montón de cosas, entre ellas un perro de peluche, para un lugar en el que se necesitan las manos libres. Otros viajeros, jóvenes e inconscientes, no habían llevado casaca o cortavientos alguno; cuando llovió se los veía consternados por su precipitada decisión.



 La primera prueba es cruzar un corto pasaje de dos metros, un pequeño túnel por el cual hay un tramo totalmente oscuro. Luego de este paso, nos dimos con un puesto de productos en los que los pobladores de la zona han instalado algunos servicios como venta de choclos con queso. Delicia reparadora. Hay servicios higiénicos y agua fresca. Es la última pascana. Luego comienzas a ascender un poco para ver un corte que ha creado un mini valle por el cual atraviesa el sendero que va hacia los restos arqueológicos: el acueducto y el santuario. Este lugar fue formalmente estudiado por primera vez por Don Julio C. Tello, brillante hombre, allá en 1937, luego de su descubrimiento por un notable de Cajamarca. Al final del mini valle te topas con el acueducto. Este tiene una extensión de casi tres kilómetros, tiene más de dos mil quinientos años y ¡aún se usa! Es una suerte de acopiador de agua y deriva sus aguas hacia el Pacífico. Han aprovechado la gravedad y principios físicos que han permitido que por cientos de décadas el agua siga discurriendo. Tello limpió los canales y descubrió una maravilla (y que abundan en la zona): petroglifos. Cajamarca, como región, tiene maravillas; las he visto en Yonan (Gallito Ciego) y algunos en Callac Puma, donde hay más pintura rupestre y es un antiguo lugar prehispánico. El canal está tallado directamente en la roca de origen volcánico y el objetivo era derivar aguas casi todas pluviales a Cajamarca. El tramo que se visita (y el más preservado) tiene una extensión de 850 metros y es una maravilla de ingeniería antigua. Interesante el comentario que hace Rogger Ravines en su libro Tecnología Andina en la página 28 (IEP, 1978): “A lo largo de su recorrido, desde la quebrada del Cumbe, hasta más o menos 1 km. de distancia de su origen se observan impecables tramos pulidos, varios túneles y diversos puntos de aforo y control.” Y es cierto. El pulido es extraordinario. 







Pese a estar a más de 3500 metros, ya en la Jalca, había vegetación con floración. Pero algo que no había visto antes es la presencia masiva de pinos en el lugar con un riesgo bastante peligroso para la integridad de este bello sitio: las raíces de este árbol se va abriendo paso en las rocas con el peligro de colapsar esas magníficas estructuras naturales e, incluso, pueden afectar a las construcciones arqueológicas como los canales. Estos fueron limpiados en su mayoría, pero debe cuidarse frecuentemente, pues tienen hongos y líquenes que no son tan “amables” con las piedras. Quisimos ir al Santuario, pero no todos los viajeros fueron al ritmo y la lluvia había arreciado un poco. Por esa razón, no lo pudimos visitar. Regresamos hacia el bus que estaba estacionado ya en otro lugar para poder recoger a los exhaustos viajeros. No nos olvidemos que la altura sí nos pasa factura.






Regresamos a Cajamarca y nos fuimos a celebrar la Usha en casa de la tía de César. Una fiesta bella, bailamos con gusto, trencitos, pese a la lluvia. Agua es vida. Los primos y tíos de César nos ofrecían diversos tipos de macerados de diversas frutas. Una tentación peligrosa. A cierta hora nos retiramos, ya que el paseo nos había agotado y queríamos descansar. Más tarde nos encontramos con César que venía de lavarse un poco de todo el talco que le habían tirado encima. Eran fiestas.





miércoles, 24 de diciembre de 2014

CRÓNICAS PIURANAS IV: HACIA LA HISTORIA

La segunda visita a Piura fue en el mes de julio. En esta oportunidad viajamos María, Orietta y yo, el trío que decidió ir a buscar el sol. Salimos de Trujillo la tarde del viernes 25 para aprovechar las fiestas patrias. Llegamos a instalarnos en el hotel en el cual habíamos estado en nuestra visita en mayo. Pero eran las vísperas de fiestas y la avenida Grau estaba cerrada, ya que se había instalado un inmenso escenario para la serenata a la patria. Dejamos nuestras maletas y nos fuimos a cenar a un “patio de comidas” (así le llaman) para comenzar nuestro viaje gastronómico también. Y nos fuimos a la cama temprano para aprovechar nuestro viaje el sábado 26. Nos íbamos a instalar en Talara, ya que no había más hoteles en otras zonas. Con nuestro auto alquilado, salimos rumbo a Sullana.

Conocedores de la ruta, íbamos viendo más detalles que en nuestro primer viaje habíamos obviado. Nos detuvimos nuevamente en Marcavelica para comprar alguna fruta. Antes de salir de Piura, ya habíamos comprado todos nuestros pertrechos. Salame, fruta, atún, deliciosos quesos. Nos íbamos a una pequeña orgía de sabores. Nos detuvimos en el puente sobre el río Chira, desde el cual tienes un bello paisaje. Lastimosamente, era una zona muy peligrosa y, como dijo Orietta riendo, un alma piadosa se detuvo para advertirnos que nos podían asaltar en cualquier momento y despojarnos de nuestras cámaras fotográficas. En realidad, estábamos muy concentrados con el paisaje. Creo que varios ángeles de la guarda nos acompañaron en este viaje. Tras la pascana en Marcavelica sí seguimos viaje hacia Talara, al hotel en el cual íbamos a pasar nuestra única noche para seguir otra vez un ascenso más holgado hasta Máncora.
El viaje fue tranquilo. Antes de llegar a Talara hay un inmenso campo de postes de energía eólica, el cual está parado. Es un monumento al derroche, ya que estas estructuras se están deteriorando lentamente. Elefante blanco y ganancias inescrupulosas de bolsillos oscuros. La entrada a Talara es bastante especial, si cabe el término. Debido a la pista de aterrizaje del aeropuerto, la carretera de entrada bordea literalmente dicha pista. Premuras fisiológicas nos exigían llegar a nuestro destino lo más pronto posible, pero llegar a una ciudad nueva siempre te demanda mucha paciencia. Talara no es grande, pero el orden de las calles es extraño; imaginar que sus orígenes se remontan a ser un campamento petrolero. Felizmente llegamos a nuestro hotel, hostal Oro Negro, y nos instalamos. Almorzamos algo y preguntamos acerca de lugares de interés para visitar; además nos comentaron que nos podían preparar una langosta por persona. Decidimos hacer una breve siesta y nos preparamos para visitar los alrededores de Talara: Negritos y Punta Pariñas. Este último lo recuerdo de mis clases de geografía del colegio: es el lugar más occidental de América del Sur.

Salimos en dirección a todas las localidades que también tienen su origen en la explotación petrolera. Previamente, durante el almuerzo, el dueño del hotel nos comentaba que Talara iba a sufrir una crisis por la escasez de servicios que iba a afrontar ante la eminente llegada de una gran masa poblacional con cierta calificación y cierto poder adquisitivo, muy frecuente en el mundo del petróleo. Tienen que crear nuevos servicios de buen nivel de todo tipo: educativos, médicos, restaurantes, esparcimiento, etc. Es una inmensa oportunidad de negocio para unos diez años, por lo menos. Talara tendrá que cambiar su fisonomía de pueblo a una pequeña ciudad con servicios de calidad. De ofrecer buenos hoteles y otros servicios vinculados, vendría un turismo nada despreciable a la zona. Quedamos muy interesados en todo lo que habíamos oído. Pero el recurso humano es el que va a tener más problemas. Puede ser la oportunidad para toda esta zona de salir adelante en diversos planos. Ojalá se focalicen en educación y capaciten a las personas, puesto que ese recurso natural es limitado y se deben crear condiciones opcionales para mantener su crecimiento. Con la actitud de ganar todo rápido, no se planifican proyectos que tengan una vida de largo plazo. Cultura de la extracción, como pasa con la minería en la actualidad.
Históricamente, esta zona es muy sensible y los que tenemos nuestros años recordamos el famoso escándalo de la IPC, la extraviada página 13 de ese famoso contrato y el derrocamiento de Belaunde. Esto en el 03 de octubre de1968. Este lugar fue nacionalizado (09 de octubre del mismo año) y como tal se mantuvo hasta entrado el gobierno de Fujimori. Ahora hay planes de privatización, pero esto sigue siendo muy sensible. Es un recurso estratégico de la nación y países que han sido considerados paradigmas del liberalismo económico mantienen algunos estratégicos en condición de estatales. Sin ir muy lejos, Chile no tuvo intención de privatizar sus grandes minas de cobre; es más, son fuentes indirectas para llenar las arcas del Estado. He oído exponer sobre este tema y sobre otros (los puertos y aeropuertos, por ejemplo) a muchas personas, sobre todo a militares que ven con malos ojos el desprendimiento de nuestros bienes naturales y zonas estratégicas (seguridad, por ejemplo) por parte de personas que quieren privatizar todo. Esta reflexión es para enmarcar las sensaciones que yo iba teniendo al recorrer estos lugares. Tanto a Orietta como a María, este contexto les es extraño. Pero muchos nombres, La Brea y Pariñas, Lobitos, la misma Talara, me traían recuerdos de mis años de colegio. Años en los que los curas de La Salle, los profesores, los diarios, mis padres, los vecinos, hablábamos de política, la respirábamos. Debates en revistas, la televisión (aunque era diferida y luego controlada), espacios de discusión. ¿Adónde se fue todo eso?

En la ruta hacia estos poblados, íbamos a tener un compañero paisajístico frecuente en el mar: las plataformas petroleras. Lo mismo por las carreteras, esas famosas torres de extracción de gas, muy frecuentes en la Panamericana. En Negritos vimos con nostalgia un espacio que pronto será demolido. El viejo cine del pueblo; me imagino que en las matinés de años pasados se iba al cine en grupo, con los amigos, a hacer bulla. Como en Cinema Paradiso, veía una antigua construcción que se iba a ir para siempre.

La visita a Pariñas y Negritos fue muy interesante por las observaciones de María. Como arquitecta, nos deteníamos a ver las construcciones hechas en madera, algunas sobre palafitos. Muchas eran estándar, puesto que fueron construidos como campamentos y que se fueron convirtiendo en pueblos. Algunas casas son magníficas y han sido mantenidas por sus propietarios, las ha preservado y restaurado bien, no tienen intervenciones “traumáticas” como suele suceder cuando un inexperto funge el papel de arquitecto o restaurador. Zapatero a su zapato.
Regresamos a Talara a hacer algunas compras (por ejemplo, más quesos, buen vino blanco para las langostas, fruta para nuestra jornada, pan), ya que partíamos temprano el domingo 27 hacia las playas con historia. Vimos algo de la ciudad, fuimos a su plaza de armas. Esa noche cenamos con los dioses. Además el vino blanco que habíamos mandar a helar nos abrió la mente con sus burbujas. Tuvimos una grata conversación que encandiló a otros comensales. Pensábamos que el hotel estaba vacío, pero no era así. Lo que sí me pareció un poca bizarra la situación fue la presencia de una joven pareja que venían a pasar su noche de amor y se hallaron con tres “loros” que reíamos a carcajada batiente. Pobres.


Nos fuimos a buen sueño reparador. Las playas nos esperaban


martes, 27 de diciembre de 2011

CAMBIOS DE PARADIGMAS: GRUPO BRIC

En este último viaje a Brasil he constatado que para uno es difícil destruir los “nuevos” patrones (llamamos a ellos, paradigmas) que se nos han estado imponiendo en los últimos 20 años a raíz de los cambios generados en nuestras sociedades desde el punto económico (es ahí donde más se han gestado), social y cultural (todo lo estructural). La liberalización de mercado, la globalización, el desarrollo de la individualización, la estandarización de patrones humanos como la cultura, la lengua, la educación; todo esto ha conllevado a que la sociedad actual tenga nuevos patrones aceptados a pie juntillas en reemplazo a los criticados paradigmas de los años 80. Recuerdo toda una campaña agresiva que hablaba de cambios de paradigmas y hasta la misma palabra de uso lingüístico (en sus orígenes) adquirió un valor peyorativo, puesto que todo aquello que era encasillado como paradigmático era visto como antiguo, inútil y hasta nocivo contra los intereses de una sociedad. Así teníamos economistas que asumían un cuestionado rol filosófico y aparecieron en torno a ellos, una serie de personas llamadas a crear justificaciones y paliativos a los nuevos modelos que llegaron para quedarse: nuevas relaciones laborales, nuevas exigencias y patrones de conductas, nuevos modelos productivos, nuevos modelos de aprendizaje; con ellos surgen nuevas necesidades, crisis y diversos problemas, por lo que todo esto viene acompañado por pseudo escritores y charlatanes llamados a calmar los nuevos estrés de nuestra sociedad: la angustia, la presión laboral, la alta movilidad social, la fuerte rotación laboral. Un largo etcétera al cual se le buscaba las justificaciones más variadas a través de charlatanes motivadores como Miguel Ángel Cornejo hasta escritores que te dan ciertas pastillas para relajar la tensión emocional como Paulo Coelho o el caso fusión de Deepak Chopra, quien gana millones dando recetas de cómo no atosigarse con tantas medicinas modernas y crea un raro vínculo entre la meditación oriental (¿sabrá lo que es un yogui?) y el duro avatar de la vida moderna. Y a todo esto ha ayudado el desarrollo de la tecnología, sobre todo internet, y la interesante globalización que ha comenzado a mostrar hondas rajaduras debido a los problemas generados por la crisis del 2008. Cabe notar que este último tema ha desaparecido de las discusiones y puntos críticos culturales desde entonces, quizá (quiero ensayar una respuesta)  por la aparición de naciones emergentes que son el tema de esta breve reflexión.

Vuelvo al tema de mi viaje; tomé una de las revistas institucionales de la línea aérea, la cual estaba dedicada especialmente a ofertar México como destino turístico. Uno de los breves artículos que leí y que provoca esta reflexión es de Sonia Racy, llamado Diferentes Prioridades. En éste la autora comenta algunas razones por las cuales México y su economía  que figuraba a los inicios de los 90 entre las 8 economías más grande del planeta ha caído a un puesto 11 (y con posibilidades de caer más, puesto que serán ocupados por las economías europeas que desciendan por el marcado ascenso de las del grupo BRIC). Las razones son por todos sabidos: la marcada y fatídica dependencia de su economía con la de USA. México recibió dos estocadas mortales: la primera en el 95 con la famosa y traumática devaluación de su peso (el famoso Efecto Tequila) y la peor fue el 2008 cuando la economía gringa entró en receso (del cual va a demorar mucho tiempo en salir). México destina el 80 % de su economía a Norteamérica, atada por ese raro convenio llamado NAFTA, que acarreó graves problemas sociales y de producción a la sociedad mexicana como es el caso del maíz. La articulista (TAM Nas Nuvens, año 4, No 47, noviembre 2011) hace, además, un comentario interesante sobre el ingreso per cápita, el cual sigue siendo aún mayor en México que en Brasil, pero que es una meta a superar en los años venideros. Brasil tiene claras sus metas e incluso sus tiempos; los próximos Juegos Olímpicos así como el Campeonato de Fútbol son las grandes pruebas de fuego que tiene este país para mostrarlo, como lo ha hecho China en las recientes Olimpiadas de Beijing.
Brasil, como los países integrantes del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), ven sus economías apuntaladas por una serie de condiciones y perspectivas que no tienen marcha atrás, salvo una catástrofe natural sin precedentes. Países con inmenso mercado interno, ricos en materia prima y con fuerte inversión en la educación. Además, países, sobre todo China y Brasil, que tienen clara su desventaja cultural (llámese lingüística) frente a las paradigmáticas lenguas europeas, sobre todo el inglés. Pero el caso chino ya es toda una ráfaga que ha originado que varias naciones de Europa hayan reflexionado con  el futuro de nuestras lenguas, incluidas el inglés y el español que son lenguas de expansión, frente al avance del mandarín. Leí una vez un artículo en que se hablaba de generar una suerte de frente de nuestras lenguas (español, inglés, francés) para hacer frente al embate de las lenguas asiáticas. Nuestro paradigma nos ha hecho creer que el inglés es una lengua que nunca va a ser desplazada. Es más, se nos repite que la información se difunde en inglés. Por ahora. La historia de las lenguas no demuestra que las mismas tienen ciertos ciclos de esplendor y que va acompañada de situaciones especiales socioeconómicas, las cuales están experimentando China y Brasil. Y Brasil es un caso especial, sobre todo para nosotros, los latinoamericanos. Los economistas prevén que este país será la cuarta economía del mundo en dos décadas (quizá menos). China será la primera; segunda, la norteamericana; tercera, la hindú; y cuarta la brasileña. Nuestros paradigmas han fijado a la lengua inglesa como prioridad de nuestro aprendizaje y lo interesante e insólito es que para poder tener posibilidades de viajar a hacer un estudio superior a un país de habla inglesa los impedimentos migratorios son engorrosos y muchas veces indignantes. Lo veo con alumnos que quisieron seguir estudios en algunos de los países con los cuales nuestra Universidad tiene contactos, y muchos de ellos no fueron aceptados por problemas de visas. Pero el vínculo que se ha abierto con universidades brasileñas es interesante, comienza a ser fluido. El inconveniente es que los candidatos no saben portugués, puesto que no se les ha ofrecido la oportunidad. Nuestros paradigmas educativos no han pensado en esa posibilidad. Ese concepto de intercambio estudiantil, por ejemplo, refleja la concepción modélica de los patrones culturales globalizadores de los 80 y 90, y los países grandes saben que ese modelo no va mucho con sus intereses. Sí, por ahora estudio inglés como una suerte de lingua franca, pero además debo ver las otras posibilidades que no se circunscriben al inglés. Eso lo tienen claro las demás lenguas como el francés y el alemán.

Estas nuevas y ejemplares situaciones nos han mostrado algunos procesos históricos lamentables. Hemos vivido a espaldas a nuestros vecinos, alimentada esta realidad con posiciones nacionalistas chauvinistas y alarmistas. Además, esto ha sido alimentado por los diversos gobiernos militares que ocuparon las diversas sillas presidenciales desde el siglo XIX hasta casi los 90 en el XX, ayudados por una carrera armamentista. Algunos liderazgos de los 70 u 80 fueron desarticulados con el fin de evitar posibles potencias económicas que disputen a las ya conocidas. Pero nada es duradero. Algunos estadistas nuestros desatendieron propuestas para discutir el manejo y precio de nuestras principales riquezas (las materias primas) para favorecer un modelo que se instituyó en los 80 con el fin de socorrer a la estrangulada economía chilena de Pinochet. Los famosos TLC surgieron para justificar un apoyo a una paria económica y que le dio sus resultados. Era para salvar una propuesta económica ideada por los famosos Chicago Boys. Pero a inicios del XXI, esta receta ya no iba a funcionar tanto. La proliferación de estos raros convenios (que trataron de boicotear y desarticular el grupo de los 20) ha hecho perder la efectividad de los mismos. Desde la gestión del presidente Toledo hasta la firma del TLC con USA durante el gobierno de García, se hizo una campaña informativa agresiva que nos contaba sobre los beneficios del mismo y las proyectivas económicas una vez firmado el mismo. Este se firmó en el 2007 y este nuevo año, 2012, se cumple el primer lustro. Creo que es válido que los promotores del mismo hagan público cuál ha sido el crecimiento proyectivo para nuestra economía y cuántos millones de peruanos nos hemos visto favorecidos por el mismo. Brasil no ha promovido ni le ha interesado hacer este tipo de convenios que son poco simétricos para las economías pequeñas (como la nuestra) y que dada la actual situación económica mundial han ido perdiendo su verdadero sentido. La idea de negociar en bloque fue promovido por los grandes países ricos en recursos naturales (nuestro país es mediano, pero los tiene)  y que tuvo su culminación en la Ronda de Doha con los marcados liderazgos de países como Brasil. Se identifica como una potencia y tiene todos los medios para lograr sus metas. Aunque aún tiene poca población para tan inmenso espacio, lo importante es que tenga una población con todas las condiciones de calidad de vida satisfechas. Y está en plena expansión. El crecimiento anunciado de un poco más del 4 % para el año entrante para un país como éste es inmenso y valioso. El crecimiento de los países del llamado primer mundo para el año entrante no pasa del 2 %. Ni qué decir de países como China o la India, cuyas economías ahora arrastran a las del primer mundo y éstos tiemblan para que, sobre todo China, no enfríen sus economías. Ya en el cambio total de paradigmas de nuestra mente todavía subdesarrollada nos parece aún una alucinación que este grupo haya discutido entre sí para ver cómo ayuda a la Comunidad Europea y al Euro con el caso de Grecia y otras economías del grupo; y más obtusa y subdesarrollada fue la de aquellos que censuraron al grupo por no haber acudido al rescate de dichas economías. Nuestra debilidad histórica mental ya se ha olvidado de las recetas que nos tuvimos que soplar del famoso Banco Mundial o las de FMI. La vida da vueltas, los paradigmas sí tardan en girar.

Me parece interesante que las políticas de los gobiernos latinoamericanos estén un poco más centradas en los vecinos. Para la paradoja de todos nuestros modelos los países que van a experimentar más crecimiento fuera de Perú, Chile y Brasil son Argentina y Venezuela, los nombrados como los parias de Latinoamérica. Y el Mercosur, cuya condición exige no tener ningún TLC se va a convertir en uno de los mercados más dinámicos del mundo. Perú es un país con una posición estratégica, la cual debemos aprovechar pero no es desmedro de nuestra sociedad. Un claro ejemplo de posiciones absurdas es la de buscar energía hidroeléctrica generada por la construcciones de represas en nuestras selvas amazónicas, afectando a varios compatriotas y dañando nuestros propios recursos. Esa no es una política adecuada. Pero debe verse muchos rubros en conjunto desde económicos hasta culturales: su arte, su educación y sus investigaciones. Conocemos tan poco a Brasil como ellos a nosotros. Cada uno de nuestros países no se reduce a fútbol, samba, chicha, Concorvado o Machu Picchu. Son sociedades que tienen que conocerse más, promover más el intercambio. Brasil estudia más español que nosotros el portugués. Y no hay que olvidar que la influencia brasileña ha modelado muchas zonas del Perú como nuestra Amazonía (la tradicional cadencia charapa parece mucho a la línea de entonación del portugués brasileño) e, incluso para vergüenza del centralismo limeño, asumió responsabilidades en zona de frontera con compatriotas nuestros necesitados de salud y educación.

Ya es momento de voltear los ojos al vecino, quizá allí hallemos muchas soluciones a nuestros problemas. Hora de cambiar paradigmas.

jueves, 22 de diciembre de 2011

UNA CIUDAD MARAVILLOSA, RIO DE JANEIRO


Hay algunos viajes que no habías previsto en tus planes y que, de pronto, aparecen delante de ti, inesperadamente, y que son toda una verdadera aventura a tu imaginación. Así un poco podría calificar el viaje que realicé a Rio de Janeiro entre los días 27 de noviembre al 01 de diciembre de este año.
El viaje ya estaba organizado desde el mes de agosto, cuando se acordó que un grupo de representantes de las Alianzas Francesas de diversas ciudades de nuestro país iba a estar presente en el primer encuentro de Alianzas de Latinoamérica y el Caribe en esta ciudad, el primer encuentro de los Estados Generales, reunión en la que se iba a discutir los nuevos rumbos de nuestra Institución en esta parte del continente. Casi 180 personas venidas desde México hasta Argentina y Chile iban a participar en talleres, conferencias y eventos culturales en esta bella,  grande y cara ciudad. Pero merece que hablemos sobre esta fascinante ciudad que fue capital, no sólo de Brasil, sino la primera y única capital europea durante el periodo de la ocupación del reino de Portugal por parte de las tropas napoleónicas en el siglo XIX. Este hecho permitió que la ciudad haya tenido un trato especial arquitectónico como no lo tuvieron otras ciudades del continente.
Salimos el día sábado 26 desde Lima en un vuelo de TAM con una escala de un par de horas en São Paulo. Con tres horas de adelanto, estas escalas nos iban a “robar” en cierta manera nuestros tiempos, puesto que llegamos casi ya para domingo, puesto que ya era medianoche en Rio de Janeiro. Con los traslados y las distancias en esta ciudad de más de diez millones de personas, llegamos casi a la una de la mañana y nos quedó nada más que comer unas hamburguesas para matar el hambre; la otra solución era ir a los restaurantes de las famosas playas de Copacabana, Leblón o Ipanema; pero veníamos con un cansancio que preferimos descansar. Tiempo después nos enteramos que el restaurante ubicado en el hotel vecino al nuestro (Novotel) atendía las 24 horas. Cosas que uno aprende en la vida.
Domingo 27 ya levantados a las 5 de la mañana, hora peruana (pero 8 de Brasil) decidimos aprovechar lo máximo del día, puesto que teníamos libre los días domingo y lunes, los restantes eran días de actividades. La decisión unánime: Pão de Açucar, el famoso Pan de Azúcar, una de los paisajes más emblemáticos de la ciudad. Ir al lugar del teleférico no era complicado, lo interesante es ver que la ciudad ha sido construida en torno a sus grandes accidentes naturales. Han respetado sus pequeñas montañas verdes, algunas de cuyas laderas han sido ocupadas por construcciones de todo tipo, desde edificios lujosos hasta las famosas y temidas favelas. Eso ha generado algunos problemas logísticos, ya que por cuestiones de transporte ir de un lugar a otro es una larga espera, sea por las distancias, sea por la interminable hilera de autos que tiene la ciudad. Aunque era domingo, no escapamos de la presencia de un fuerte tráfico e iba a ser peor en días corrientes. Fuimos en dos taxis hacia nuestro destino inicial. El ascenso se hace a través de modernos funiculares abiertos para poder ver el paisaje, el cual no pudimos ver en su esplendor por ser un día lluvioso. En la base hicimos nuestras primeras compras de recuerdos: por la lluvia, comprabas ponchos o paraguas; opté por este último. El ascenso es interesante y llegamos a la primera estación. Ya la lluvia arreciaba un poco y el paisaje estaba cubierto por nubes bajas. El lugar está rodeado de una cerrada vegetación y no es raro que algún incauto animal se acerque a algunos visitantes. En la primera estación hay una gran sala de proyección que muestra algunos fragmentos de filmes en los que este bello lugar natural se ha inmortalizado; uno de ellos fue un film del famoso agente 007. Pero no podíamos ver mucho del espectáculo natural que estaba bajo las nubes; percibíamos algunas playas y el Concorvado estaba totalmente cubierto. El lugar estaba lleno de turistas. Decidimos subir a la segunda y última estación. Ya allí se comenzó a despejar un poco el cielo y logramos ver un poco más del paisaje. La ciudad está construida rodeando a sus playas, a su lago (Lagoas) y sus montañas. Tras un par de horas, decidimos bajar para ver nuevos lugares.
Al descender, decidimos ir a almorzar algo, pero hallar un restaurante por los alrededores era algo difícil. Decidimos ir al centro de la ciudad, al centro viejo. Fuimos a un restaurante cercano a la antigua Casa de Correos, ahora restaurada y usada como Sala de Exposiciones (había una estupenda exposición de la India); aquí hallamos librerías en las cuales pude conseguir filmes, libros y cd de música brasileña. De rigor. Después salimos en dirección a la Catedral (estaba cerrada), y de ahí nos dirigimos a una joyita que estaba cerca del centro antiguo: el convento de São Bento (San Benito), una verdadera sorpresa oculta entre los edificios de esta zona. La iglesia es una belleza y está en buen estado de conservación. Aquí su página para que puedan ver lo que es: https://www.mosteirodesaobentorio.org.br/. Esto es lo que dice sobre la iglesia que es el espacio que visitamos: "La Iglesia Abacial es una de las iglesias más hermosas de Río de Janeiro, si no la más hermosa, y uno de los principales monumentos del barroco portugués-brasileño. La construcción de la iglesia comenzó en 1633 y duró más de cien años, y las obras se completaron en 1798; más tarde se produjeron cambios menores. La fachada de la iglesia es muy sencilla, contrastando con la riqueza del interior. El trabajo de la talla de madera dorada se llevó a cabo entre 1694 y 1734. La iglesia y el edificio del monasterio son obra de cuatro monjes del siglo XVII: fray Leandro de São Bento y fray Bernardo de São Bento Corrêa de Souza, arquitectos, fray Domingos da Conceição da Silva, escultor y fray Ricardo do Pilar, pintor. Cabe mencionar también al Mestre Inácio Ferreira Pinto, gran tallista y escultor del presbiterio de la segunda mitad del siglo XVIII. La Iglesia Abacial comprende especialmente una nave central, frente a la cual se encuentra la capilla mayor, integrada por el altar mayor, el coro (donde se encuentran los monjes en sus momentos de oración) y el trono donde, en el escalón superior, se encuentra el imagen de la patrona del Monasterio, Nossa Senhora de Monserrate." Interesante es ver que muchos edificios de los 50 o 60 estaban abandonados. No sé si esto obedece a un plan de rescate o es que las empresas, instituciones han abandonado el centro (como sucedió en Lima) para mudarse a lugares con mejores instalaciones. Daba cierta pena y nostalgia caminar entre grandes edificios vacíos, deteriorados, las ventanas con sus persianas colapsadas. Pero muestran el esplendor de lo que fue Rio en su periodo como capital del Brasil. Pese a todo, el país muestra una pujanza abierta, con la clara idea de ser pronto una mega potencia (ya de esto hablan todos los economistas, que la colocan como la cuarta economía del mundo después de China, USA e India).
Tal como uno se ha informado, Rio va a ser la sede de los Juegos Olímpicos del 2016 y una de las sedes del Campeonato de Fútbol. Y la ciudad se está remozando en muchas partes. Lo vimos en su aeropuerto, en muchas zonas de la ciudad y en los planes de recuperación de algunas zonas sociales deprimidas. El rescate de las favelas para la población está dentro de esos planes.
Pero hay problemas sociales latentes; como buenos turistas, nos metimos en algunas zonas vedadas. Atravesamos una avenida y, de pronto, nos topamos con una suerte de boulevard ocupado por gente de escasos recursos. Algunos de ellos nos miraban de reojo, éramos perfectos extraños. Caminábamos cuatro personas (otros partieron antes a descansar) y nos vimos en una situación bastante tensa; correr no era una buena solución, así que caminamos con el mayor de los aplomos y muy atentos a lo que se moviera alrededor de nosotros. La lluvia jugaba puntos a favor, puesto que nosotros caminábamos por la zona central del boulevard, sin alguna protección, mientras que las demás personas trataban de guarecerse del aguacero que nos caía. Cruzamos la avenida y llegamos a un lugar mucho más seguro. Pese a todo, la ciudad no dejaba de mostrar sus esplendores pasados y que ahora deben estar en los planes de rescate.

Por la noche teníamos una invitación a comer un rodizio, invitación que no íbamos a desdeñar, por lo que regresamos al hotel para descansar un poco prepararnos para ir a Ipanema a un buen restaurante y comer como Dios manda. Un buen día para empezar Rio de Janeiro.

lunes, 6 de diciembre de 2010

MITOS Y TABÚES DE LA HISTORIA

La reciente visita de César Arias Quincot ha sido una buena oportunidad para ver una serie de temas que son considerados mitos que tergiversan el conocimiento de las acciones sociales en sociedades, como la nuestra, y algunos tabúes que no somos capaces de abordar por una serie de prejuicios que impiden asumir retos sociales.


La historia está plagada de mitos que han distorsionado la verdad, sea por ignorancia o por verdadera intención de los gestores de tales mitos. Veía recientemente un programa francés que se preocupa de la vida marina; en este programa se trató de un controvertido personaje como lo fue el pirata Barbanegra, en torno al cual se han tejido un sinfín de dantescas historias. Gracias a la paciente labor de investigadores de muchas áreas de las ciencias, estas ideas han sido aclaradas para mostrar a un personaje más concreto y una biografía más veraz.

En los últimos años, los avances de la arqueología han ido demoliendo uno a uno, una serie de mitos con los que crecimos en nuestra etapa escolar, por lo tanto, era la historia oficial de esa época. La idea de unos Inca justos, nobles y bondadosos, tipificados por Garcilaso y Guamán Poma, ha sido un poco desplazada al hacerse estudios de las culturas con las que los Inca tuvieron contacto o fueron avasalladas por el expansionismo Inca. Un ejemplo de ello lo vemos en los restos de Chan Chan y los restos de los Chachapoya. Otro mito que recuerdo mucho era el contraste de ritos que tenían los Inca frente a las culturas aztecas, estas últimas presentadas como sangrientas desde la perspectiva europea. Sus museos muestran las obras de sus “dioses”. En los nuestros por mucho tiempo era una suerte de tabú pensar que nuestras culturas hayan sido sangrientas. Los descubrimientos de la cultura Moche, sea en Trujillo como en Chiclayo, han revelado los sangrientos ritos que realizaban los moche, y se sugiere campañas “floridas” para capturar prisioneros sacrificables para sus ceremonias. Los entierros realizados por la cultura Sicán (como los hallados en la Huaca del Oro) eran toda una orgía de sacrificios. Los señores de Sipán no se fueron solos de este mundo, acarreaban mujeres, soldados y hasta animales para el más allá. En mi época escolar, eso era impensable.

El mito construido en torno a la derrota con Chile entre 1879-1883 ha arrastrado la psique peruana a una suerte de pecado original que no cesa de mover nuestros sentimientos de frustración, revancha, inferioridad e incluso injusticia. Nuestro accionar discurre siempre viendo qué es lo que hace nuestro vecino del sur. Extrapolando la situación, es como ver que Ecuador viera qué es lo que hacemos los peruanos para dirigir su vida nacional psíquica. Creo que eso no sucede; no he escuchado hablar a sus recientes gobernantes en preocuparse en vencernos en nuestro PBI o Renta Per Cápita. Sí se lo hemos oído a AGP de manera pública cuando hablaba de Chile. Lo expuesto en la presentación de César Arias a muchos alumnos universitarios me pareció lo más sensato (aunque pueden caber otras posibilidades): Chile tiene toda la intención de convertirse en un aliado natural de los Estados Unidos en esta parte del continente. Nuestra absurda carrera para lograr este objetivo empezó con la historia de Pinochet y sus Chicago Boys, y la idea de ser aceptados en el selecto círculo de países del primer mundo. Chile no se ha armado para hacernos la guerra, sino para convertirse en un gendarme que apoye la política norteamericana. Perú no puede mostrar estas características debido a que nuestras clases dirigentes no han sido capaces de poder articular la nación, pese a algunos notables esfuerzos (no sólo físicamente, sino – y sobre todo- mentalmente). Nuestro país quiere convertirse en otro gendarme, pero la realidad nos muestra un país caótico, con grandes brechas económicas (cada vez más acentuadas) y con políticas no claras de lo que quiere ser y hacer como nación, y como ejemplo tenemos que hay pocas políticas de estado compartidas con todos los habitantes de nuestra nación. La propuesta de hacer andar solo a Perú (junto a Colombia) surgió por una interesante estrategia del gobierno de Toledo, oportunidad en la que pudimos haber trabajado en bloque para obtener precios más justos para nuestras materias primas (eufemísticamente llamadas “commodities”), hacer válido los acuerdos de Doha y haber trabajado en bloques de negociación. Ya los países del primer mundo saben lo que es lidiar con bloques de negociación (recordemos la OPEC y el efecto de su política en el boicot de los años 70). Perú y Colombia decidieron caminar solos para obtener TLC que sólo ayudan a mantener nuestra peligrosa economía basada en exportaciones de materia prima. Este periodo me recuerda (salvando distancias y actores) al periodo del Oncenio de Leguía, etapa de un gran desarrollo económico hasta la debacle del 29. Nuestra dispersión nos ha dejado un poco solos y apurados en buscar cuanto TLC podamos firmar para “solidificar” nuestra economía y así hacerla atractiva para ser un país del primer mundo. Los medios de comunicación nos lo dicen todos los días. Pero a la par tenemos un fuerte movimiento social disfuncional (malestar, rebrotes de violencia, aparición de movimientos políticos regionales, narcotráfico) que impide convertirnos en un prometedor gendarme; nuestro camino debe ser otro. Ante la situación mostrada anteriormente muchos ciudadanos añoran la “sólida”, obviamente ficticia, paz social vivida en la época de Fujimori. He ahí el porqué de la popularidad de su hija que la hace una rival de ciernes en nuestra contienda electoral del año entrante.

En la desesperación de hallar una meta, se quiere arrasar con todo y aquí hallamos un tabú: Juan Velasco Alvarado. Este personaje que subió por un golpe de estado en el año 1968, expresó la coyuntura de una época. Algunas situaciones vergonzosas, más una fuerte crisis económica (tuvimos una fuerte devaluación del sol) y la aparición de diversos brotes guerrilleros, demolieron la fe que se había tenido en este gobierno que había prometido una reforma agraria y reformas inclusivas para la época. Pero la onerosa alianza UNO-APRA en el parlamento impedía cualquier reforma, fuera de los grandes oligarcas de la época (en torno a su mayor representante: Beltrán Espantoso, dueño del extinto diario La Prensa). En cierta manera, Belaunde quedó en un gobierno de buenas intenciones, con una extraña reforma agraria que pretendía colonizar la selva para no tocar los ingenios azucareros de la costa, ni los grandes latifundios de la sierra. Su caída un 03 de octubre tuvo una repercusión limeña y en algunas ciudades; pero la situación crítica nacional por la devaluación, la famosa Página 11, el escandaloso contrabando que involucraba a varias personalidades de su gabinete y la ocupación de la IPC en Talara hizo que la gente viera la situación gubernamental de otra manera. El grupo de militares que había tomado el gobierno no era un grupo de caudillistas tradicionales; se habían formado en CAEM, habían estado en otros centros de estudios, incluso habían visto la política que EEUU tenía con nuestros países a raíz de lo de Cuba. La explosiva realidad peruana (recordemos Hugo Blanco, De la Puente Uceda, Héctor Béjar, entre otros) exigía cambios drásticos en nuestra sociedad. Una de las consecuencias de este periodo fue la desarticulación de la oligarquía terrateniente que se resistía a perder su estatus. De no haberse hecho esto, según análisis del Departamento de Estado de EEUU el país iba irremediablemente a una guerra de guerrillas que podría haber terminado en una virtual guerra civil como la que tuvimos en los 80 hasta los 90. La posibilidad de inclusión empezó durante este periodo, pero fue paulatinamente saboteado. El periodo de la Junta Militar del 68-75 contuvo un volcán social; la desarticulación promovida por Morales Bermúdez y luego Belaunde, y posteriormente el pastiche que fue el primer gobierno de AGP reactivaron ese temible volcán manifestándose en dos violentos grupos extremistas: Sendero Luminoso y MRTA. La propuesta de la Junta dinamizó la sociedad peruana, se gestaron los nuevos grupos emergentes (uno de ellos va a ser el grupo Romero), hubo grupos sociales que se manifestaron, como los afroperuanos: es la época de Nicomedes Santa Cruz y Perú Negro, del Toro Mata. Se quiso desarrollar una industria para consumo nacional y regional andino; hay que recordar que el desarrollo de parques automotores iba a recaer en cada país de dicho mercado (Pacto Andino) y recuerdo que la ciudad elegida para hacer el gran parque automotor del Perú iba a ser Trujillo (incluso había algunas fábricas de motos y de aros). La gente condenó este proyecto por auto reconocernos como incapaces de usar y crear tecnología, y quedarnos como lo que somos ahora, meros productores de materia prima. Además, el odio mostrado posteriormente ha acentuado un odio casi vesánico de la sociedad oficial con el otro Perú, el que quiso ser mostrado, incluido y valorado. Por eso a los eventos masivos como el entierro masivo de Flor Pucarina, la aparición de la Chicha, Chacalón, los Chapis, y el boom de lo que se vive como la moda de lo chicha aún no se han asimilado en nuestra sociedad formal. Se quiera o no, esta ola de la gastronomía es, en cierta forma, nieta de esta forma de pensar. El tabú queda, y muy marcado.

Para cerrar esta reflexión a raíz de la visita de Arias, ha quedado claro que el mito de amistades entre gobiernos es un mero eufemismo para disfrazar el verdadero interés que subyace en las relaciones entre países. Quiero aclarar que las relaciones a alto nivel no están estrechamente ligadas a las relaciones entre los pueblos, pero sí las puede afectar. El reciente lanzamiento en la red de Wikyleak (el goteo informativo) nos ha corroborado la verdadera intención que cada estado tiene con sus pares en el mundo: intereses. Así podemos entender acciones hechas por los gobiernos de Argentina durante el conflicto con Ecuador, la posición de Perú frente al golpe de estado de Honduras, entre otras. Para entender la magnitud está la más desfachatada de todas es la perspectiva que se tiene de Angela Merkel, la primera ministra alemana, quien ha hecho una intensa campaña de estrechos lazos con EEUU y la diplomacia gringa ha hecho algunas observaciones lesivas sobre su persona; aunque se difundía en Alemania que estas declaraciones no iban a afectar las relaciones, sin embargo ya rodó la cabeza del ministro de relaciones exteriores. Lo interesante es ver cómo se mueve nuestra diplomacia, la cual ha tenido un trabajo pesado para poder restañar algunas relaciones tensas con varios países latinoamericanos y entender la posibilidad de reordenar nuestras relaciones con Chile, habida cuenta que los lineamientos geopolíticos de ellos no necesariamente pasan por un choque frontal con nosotros, sino que quiere seguir un curso el cual (tal como lo hizo Toledo y lo proclama AGP) envidiamos y aspiramos a ser un buen patio trasero. Una pregunta: ¿estaremos vendiendo la idea de un nuevo plan Colombia como plataforma nuestro país? ¿O nuestra capacidad tan desequilibrada nos hace un país en pleno proceso de colombianización?

sábado, 4 de diciembre de 2010

CRISIS GENERACIONAL, CRISIS EDUCACIONAL

La reciente visita del analista político internacional César Arias Quincot ha puesto en relieve algunas profundas deficiencias de la juventud universitaria actual frente a la realidad internacional y nacional, en un mundo de acceso rápido y amplio a la información local y mundial. La conversación sostenida por dicho analista con los jóvenes y los no pocos jóvenes presentes en sus diversas presentaciones tanto en la Universidad Privada del Norte como en la Alianza Francesa mostró las deficiencias sobre la información manejada por muchas de los asistentes o, en el peor de los casos, ninguna información. Esta situación se puede deber a muchos motivos. Sugiero algunos:


1) Escasa o nula formación escolar en los cursos de Ciencias Sociales. La reducción de horas en los colegios de las materias como Geografía e Historia, está pasando la factura a una juventud que conoce poco su región, país, continente y planeta. Además, los cambios gestados en los últimos años en ambas áreas, sea desde el área de la arqueología, la sociología, historia, geografía física y social, demandan una permanente capacitación a docentes y actualización de libros y textos virtuales.

2) La educación recibida en esta área es bastante deficitaria, tomando en cuenta el motivo expuesto anteriormente. Además, el desprecio como muchas veces se ve a los cursos mencionados (cursos de relleno) ha hecho que muchas direcciones de centros escolares del país hayan colocado a docentes de otras áreas en la enseñanza de estas materias. Es sabido que muchos docentes contratados especialistas en áreas como Lengua, Religión, Ciencias, Matemáticas e incluso Educación Física, se les asigne esos cursos para poder completar su carga horaria.

3) Ante lo anteriormente expuesto, muchas personas interesadas en estos temas desestiman seguir estas especializaciones por verlas, en efecto, como poco rentables y pocas posibilidades laborales. En mi vida como docente, me he topado con esta realidad; además he visto a diversas personas de sólida formación en estas áreas, pero con poca formación de metodologías de la enseñanza, trabajando en el dictado de clases con estrategias que muchas veces no eran las adecuadas para los niños, adolescentes e incluso jóvenes (universidad) y generaban repercusiones negativas sobre la percepción de los contenidos de estos nobles cursos.

4) Los currículos universitarios, cada vez más centrados en un raro sentido de productividad (cual institutos), han ido desechando paulatinamente estos cursos por verlos “poco rentables”. Hay que ver los currículos de las facultades de todas las universidades de nuestro país para constatar la desaparición de estos cursos, por lo que, adosado al problema de la educación escolar, el joven universitario tiene escaso o nulo conocimiento de su entelequia social y su espacio físico. Los temas hablados en clases para presentaciones de libros en mi curso de Lengua muestran una desesperante ignorancia de hechos históricos recientes como el caso Fujimori, el primer gobierno de Alan García, Sendero Luminoso y uno más remoto como la Guerra con Chile. El caso más patético es el de una alumna en una clase de nuestra Universidad haya conocido con mucha sorpresa que hubo alguna vez una guerra con Chile. Peor es la idea que el mundo (y en esto discrepo del dogma religioso) fue creado en 7 días, producto de una discusión que hubo en clase por un tema expuesto por una docente. Sé que se debe respetar las creencias religiosas, pero aseverar que el mundo demoró tan sólo 7 días de 24 horas en su creación torna alarmante la formación histórica y geográfica de nuestros jóvenes. Esgrimir temas dogmáticos como temas científicos en una universidad torna peligrosa la educación y envuelve a todos los integrantes de una institución educativa en una atmósfera fundamentalista, sea de pensamiento económico, político, cultural o religioso. Peor aún, si lo que se quiere de ellos es hacer líderes conscientes y responsables de su sociedad y su entorno físico, llamado como medio ambiente. Digo esto, ya que fundamentalismos de corte económico y político nos están acompañando en estos días con una única verdad “democrática” y no se tolera el pensamiento divergente.

5) El conocimiento de la realidad exige de todos y cada uno de sus actores una lectura diversa, con perspectivas que muchas veces pueden (y deben) ser diferentes a las dominantes, ya que con esas otras alternativas podemos formar seres humanos con mejores criterios para tomar futuras decisiones. Es interesante el retroceso (aunque aún pálido) de esa enseñanza “para la excelencia” de muchas universidades norteamericanas que se habían avocado en “adiestrar” a sus lumbreras en ser profesionales “de éxito” con poca formación académica de humanidades y ahora son autores, aún no sancionados, de la debacle económica del 2008. Lumbreras económicas, pero con un mínimo sentido ético o de responsabilidad de su entorno social. Es irónico que sus currículos hayan sido “maquillados” con la inclusión de algunos cursos desechados por poco rentables como ética, historias u otros, para reparar el daño generado a la humanidad. Si hay alguien a quien hay que reclamar de los tumbos económicos de nuestros días son a esas casas de estudios, que (y he aquí lo grave) son paradigmas educativos. Tienen aún el descaro de ofrecer estudios diversos a precios altísimos para los que quieren ser estudiantes “de éxito”.

6) La acreditación a la que aspiran las universidades (ahora ya va para los colegios además) exige un currículo con el retorno de muchos cursos de formación humanísticas y sociales para poder formar un espíritu, en teoría, más crítico, solidario, comprometido con su mundo y con él mismo (ya que el alumno no es un satélite o un ser exógeno social). Pero hay que ser cuidadosos que dicho espacio sea un verdadero espacio de discusión democrática, formación responsable y comprometida con los demás: tenemos una crisis social grave en ciernes y un deterioro de la calidad natural del planeta, entonces ¿no amerita estas contundentes variables replantear las cosas o seguiremos como islas de tu sociedad? Sólo basta ver los currículos de las universidades de nuestra sociedad y tendremos un panorama de lo que se nos viene en cinco años.

domingo, 10 de enero de 2010

TRUJILLO, LA CIUDAD EN LA QUE QUEREMOS VIVIR

Una semana interesante se nos viene por delante. El día de ayer sábado veía con mucho interés una exposición didáctica de Bernardo Toro a un grupo de "elites" sociales de Asunción, Paraguay. La conferencia versó en su experiecia del rescate que se hizo de Bogotá como ciudad. Y es una experiencia que tiende a replicarse por toda América Latina, por ser Colombia un país que tiene muchas similitudes con  los demás de la región, esto es aquejado de los mismos problemas y que presenta las mismas potencialidades como las que tenemos en nuestros países. Su proyecto (con todo su grupo de trabajo) es exitoso y comenzó en 1995, cuando las fuerzas sociales de la ciudad se sentaron para ver qué podían hacer para salvar a Bogotá y convertirla en un lugar digno para sus habitantes y para vivir.
El proyecto demás está repetirlo, ya que es bastante difundido entre las autoridades y políticos de nuestros países. Estuve en Bogotá en 1992 y la ciudad era famosa por su violencia. Tuve dos percances que acentuaron ese temor; uno en el aeropuerto, que me salvé de ser asaltado gracias a la intervención de un policía, y el otro cuando fui a comprar libros luego de haber estado en el teatro; un grupo de amigos que bebía aguardiente me sugirió no salir de la tienda; sospechamente luego de mi ingreso, ingresó un grupo conformado por una mujer y dos hombres; compraron textos escogidos al azar y pagaron. Cuando me acerqué a pagar mis libros (uno de ellos La Gramática de Rufino Cuervo) el que hacía de cajero me advirtió de no salir. Eran, según él, de seguridad del estado. El grupo me invitó a tomar unas cuantas copas de aguardiente. Un momento después, uno de ellos salió y me dijo que me podía ir. Era un 06 de febrero de 1992.
Ayer en la reunión de casa de Marcela, hubo comentarios positivos de Bogotá. Ahora es una ciudad segura y agradable para vivir. Ahora, parece ser que nuestras ciudades, Lima, Trujillo, se han vuelto las ciudades violentas en las que hay mucho por hacer.
Las reflexiones que hizo Toro en su exposición son muy interesantes y que implican, sobre todo, un cambio de actitud de todos los agentes sociales de la sociedad latinoamericana. El ver la ciudad como un bien común implica no sólo un cambio de abajo, sino y, sobre todo, de arriba. En realidad, es una suerte de revolución copernicana de las relaciones sociales en Latinoamérica.
Una de las frases más contundentes que escuché en dicha exposición es la que enuncia que si creamos formas de exclusión la violencia es una respuesta segura. Es una verdad dicha y demostrada; el problema es que no la extrapolamos en nuestra sociedad. Cosas tan absurdas como no integrar a todas las fuerzas vivas de una sociedad como ambulantes, prostitutas y personas marginales (pandillas) en la construcción de nuestra ciudad, ya vamos por mal camino. Las estamos excluyendo de un espacio el cual comparten y tienen derechos, como deberes, con la ciudad en la que vivimos.
La narración descriptiva de las experiencias iniciales de Bernardo Toro fue bastante aleccionadora del camino que tenemos por delante. Temas como violencia, infraestructura, salud y educación son temas álgidos que exigen de nosotros como ciudadanos una revalorización del sentido comunal público de los mismos, los cuales han sido irresponsablemente dejados de lado y "tercerizados" (graciosa palabra empleada para cuando quieres deshacerte de un  tema espinoso) a la actividad privada. La pregunta es si la actividad privada ha hecho algún bien con el caótico transporte público de nuestra ciudad. ¿Lo ha hecho? La actividad pública fue postergando su responsabilidad y los ciudadanos otorgaron su complacencia a algo que nunca debió salir del patrimonio de todos los ciudadanos de una ciudad. La aceptación de este fenómeno adosado al hecho del rechazo de lo público ha acentuado esta brecha que va a tomar tiempo subsanar. Pero no va a ser difícil.
La educación es otro tema bastante álgido que se ha tocado en esta gran problemática. El pago de los contribuyentes origina el sueldo de los servicios públicos de la ciudad; entonces la ciudadanía debe aprender a organizarse para "aprender" a exigir con coherencia este nuevo proceso. La ciudadanía no debe exigir derechos, también debe asumir responsabilidades y ésa es una de ellas: no debemos actuar relegando nuestras responsabilidades y derivando a otros acciones que nos competen. El plan es un trabajo colectivo que apunta a un bien común: la ciudad.