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Trujillo, La Libertad, Peru
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viernes, 29 de octubre de 2010

REVALORIZACIÓN DE LA GRAMÁTICA EN LA ENSEÑANZA ESCOLAR

El día 26 de octubre  me tocó presentar los textos que Editorial SM está empleando para el ámbito escolar. Mi preocupación por la enseñanza de la gramática en el colegio se inició desde que trabajaba en el León Pinelo en Lima en los 80. La profusión de textos con teorías no homogenizadas de este importante y muchas veces descuidado tema hizo que muchos docentes no abordaran el tema en clase y se focalizaran en redacción y literatura. Es más, los docentes del área de lengua tenían (y tienen) una débil formación en esta área, además en fonética, fonología y sintaxis. Con la Academia Peruana de la Lengua se ha trabajado ya dos cursos en estos últimos dos años y pensamos trabajar en un curso sólido de Fonética y Fonología el año entrante en la Alianza Francesa. Estoy colocando mis reflexiones sobre los tres últimos textos de secundaria de dicha Editorial.

TERCER AÑO:
El texto ofrece una interesante y variada presentación de la historia de la lengua española. El docente debe tener a la mano un buen grupo de palabras que explique el origen del vocabulario castellano. Como una buena fuente de información en internet tenemos la siguiente página: http://www.elcastellano.org/origen.html Además tenemos algunos buenos textos de consulta como BIOGRAFÍA DE UNA LENGUA del autor ENRIQUE OBEDIENTE SOSA, texto muy profuso en ejemplos para entender las diversas influencias de la lengua castellano a lo largo de su historia. Otros textos de investigación lingüística son los de HEINRICH LAUSBERG (Lingüística Románica) y AMADO ALONSO (Estudios Lingüísticos), fuera de la REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA (http://www.rae.es/rae.html). Además da pie para ver la historia del castellano en América, a veces accidentada, otras veces muy rica. El fragmento presentado en la página 47 de Fernando Iwasaki es muy interesante para ver de manera somera las vicisitudes pasadas por los hispanohablantes en el reconocimiento de sus aportes a la lengua y la situación actual. En este punto vale la pena hacer un buen “buceo” a la página de la Academia Peruana de la Lengua (http://academiaperuanadelalengua.org/peruanismos/principal) para ver cómo es el proceso y qué palabras han sido recientemente reconocidas. Además los interesantes textos de Martha Hildebrandt, Peruanismos y El Habla Culta, son pertinentes materiales de consultas y deben estar en las bibliotecas personales y del centro de estudios. Cabe destacar en esta oportunidad que la Academia ha tomado una nueva estrategia y ahora ya sale a capacitar fuera del ámbito limeño; este año hemos tenido una capacitación en la Alianza Francesa y hace dos, la hicimos en la Universidad Privada del Norte. El año entrante haremos una nueva invitación para ver el tema de fonética y fonología. Volviendo a nuestro tema, la presentación de las variedades del castellano del Perú demanda una buena revisión que se han presentado en el youtube; la PUCP colgó un video muy interesante de muestras regionales. Esto podría ser también un trabajo interesante entre nuestros alumnos para realizar un pequeño trabajo de campo recogiendo diversas formas de habla de nuestra Región. Este trabajo ha sido hecho de manera escrita, sea trascribiendo los textos orales para acercarlos a su forma de habla, así como la forma escrita en sí. Pero nuestros alumnos, tan prestos a trabajar en lo audiovisual, podrían crear un archivo de oralidad. Un campo rico para investigar.
Una buena nueva es la inclusión de Amadís de Gaula para poder entender la pasión de los hombres del Medioevo por el amor a las novela de caballería. Y luego entender al Quijote. Se mantienen los autores clásicos como el Arcipreste de Hita y su tan poco revisado EL LIBRO DEL BUEN AMOR, pero Amadís es una feliz inclusión.

La revisión exhaustiva de la gramática es bienvenida. La descripción funcional de la lengua es algo que se debe insistir y comparar esto con las demás situaciones humanas. El alumno tiene problemas para comprender la funcionalidad de los objetos que son descritos en su esencia y luego en su función. Pasa eso con los sintagmas verbales que se convierten en núcleos de sujetos (cuyo núcleo pertenece a un sustantivo como función privativa), o por otro lado, sintagmas nominales que se convierten en predicados. Exige un manejo fino de las categorías gramaticales. De manejar esto correctamente podemos avanzar sólidamente hacia la construcción oracional. El texto presenta una denominación interesante: el verbo de núcleo compuesto pasa a ser ahora perífrasis de participio. Esto me parece más lógico, ya que se hablaba de simple, compuesto y perífrasis, se reduce a simple y perífrasis de infinitivo, de participio y de gerundio. Una vez sólido el conocimiento, se pasa a la Oración Compuesta. De poderse trabajar bien en este grado lo referente a la Oración Compuesta, sobre todo la subordinación, se habrá dado un gran avance para la preparación de un alumno para estudios superiores de pregrado. Hubo, hay y habrá muchos docentes que rehúsen enseñar gramática, puesto que ésta suele ser densa y tornarse aburrida. Pero la gramática plantea un orden mental en la persona que le permite, cual punto de apoyo, poder entender el lenguaje y con ello el orden del universo que lo rodea.

 
CUARTO AÑO
Este texto exige un estudio sistémico de la lengua. Esto implica una buena revisión de los diversos niveles de estudio de la misma. Hay que repasar detalladamente FONÉTICA y FONOLOGÍA, repasar los alófonos del castellano hablado en el Perú. Los rasgos suprasegmentales, la construcción morfemática, la sintaxis, la semántica y el discurso. Por fin veo un acercamiento más consciente hacia el quechua, conociendo su corpus fonológico. Sería interesante acercarnos con otra lengua grande como el aimara (Hay un texto interesante de JOSÉ LUIS AYALA y su libro LITERATURA Y CULTURA AIMARA, que cuenta con poemas, fábulas e incluso con una breve selección de textos de historia e ideología desde la perspectiva aimara). El libro también enfoca de manera general otras lenguas habladas en nuestro territorio, por lo que sería oportuno para un docente de nuestra región ver algunos textos sobre la toponimia y vocabulario de la antigua cultura moche; para este objetivo les recomiendo el DICCIONARIO MOCHICA-CASTELLANO / CASTELLANO-MOCHICA del autor JOSÉ ANTONIO SALAS. Lo que se ve en III año, sobre las variaciones lingüísticas del castellano peruano se revisan con más detalle en este año. Como un tema de curiosidad para diferenciar lo coloquial con lo estándar, sería bueno revisar el simpático libro HABLA, JUGADOR de Julio Hevia, texto que da una particular revisión de la replana peruana. Esta también es una forma de variable sea social y en muchos casos generacional. Es un tema muy interesante que debe acercarnos a varios valores como la tolerancia, el respeto y el derecho de cada persona a ser como es. La revisión gramatical es más extensiva y compleja vista en el texto de III año.
En la parte literaria, tenemos un acercamiento a nuestra realidad prehispánica, como parte de un plan lector sostenido, no debemos incluir textos de nuestra región y nuestro gran literato JOSÉ MARÍA ARGUEDAS por su centenario de nacimiento. La presencia de algunos autores nuevos como Carlos de Sugüenza y Góngora, Narciso Aréstegui, Juana Manuela Gorriti, José Hernández (les recomiendo ver con sus alumnos la versión de MARTÍN FIERRO, que hizo Torres Nilsson), Clemente Palma y el joven Daniel Alarcón amplía la oferta literaria, la cual recaía siempre en los “clásicos”. Debo admitir que faltan aún ser incluidos algunos buenos poetas del famoso movimiento HORA ZERO, movimiento que estuvo acompañado de un rock violento, pero que fueron el fiel reflejo de una época: los 80



V AÑO

Con la madurez que un alumno de V año esperamos tenga, se puede trabajar con más detenimiento cada uno de los temas visto los dos años previos. Es la oportunidad de repasar concienzudamente el castellano peruano. Además, cada una de las categorías gramaticales es una a una analizada, como preparación del alumno para sus futuros estudios superiores.


En este año el texto puede invitar a los alumnos a hacer una comparación entre todas las escrituras actuales: árabe, hebreo, chino, coreano, japonés, hindi, tailandés, cirílico, griego. De la antigüedad, los jeroglíficos, la rúnica, la cuneiforme. Es un material que un docente puede pedir a sus alumnos. Acerca al alumno a ser una persona global y evita la llana generalización que se hace con los pueblos. En cuanto a las literaturas, acercarse a las religiones antiguas y sus textos religiosos, los cuales son también obras literarias. Por razones de espacio, hay que presentarles las otras literaturas antiguas como la coreana. El texto nos aproxima a la literatura antigua del cercano oriente y vemos también los antiguos cantos épicos europeos del norte. Veo con agrado la inclusión de grandes varias veces postergados, como Chaucer o Montaigne.

jueves, 20 de agosto de 2009

HABLA JUGADOR, JULIO HEVIA


"Al borde de la poza, un chiquillo de rojo observaba las acciones parado en su bicicleta. Me acerqué a él y le pregunté si podía hacerle una pregunta. Me miró con recelo. Proseguí, antes que su desconfianza creciera. "estoy haciendo una encuesta". Su mirada seguía inexpresiva. Señalé su bicicleta y le dije. "¿Qué entiendes si te digo que en "En dos, es la voz"?" Su inexpresividad se mantuvo un rato. Hasta que por fin habló. "¿La voz? No manyo, ah.." Tan solo esas cinco palabras me envejecieron cinco años. Le volví a preguntar: "¿Y qué palabra usas para decir que algo es "lo máximo"?". Me respondió que "chévere". Aferrado a un lejano vocablo de mi adolescencia le pregunté tímidamente "¿Y... paja?. Me miró, y juro que en sus ojos había condescendencia: "Sí..., humm.. paja tambíén". Repetí este ejercicio con ocho chiquillos más, todos de barrios diferentes, y la conclusión es triste para mi generación: "la voz" ya no es la voz".

Con este fragmento de HASTA "PAJA" TE ATRACO del libro TRADUCCIONES PERUANAS de Gustavo Rodríguez, empecé mi moderación el día que presenté el libro HABLA, JUGADOR de Julio Hevia. Empecé con este simpático fragmento dicha presentación, ya que la lectura del libro me movilizó en muchos planes afectivos y generacionales como pasaré luego a explicar; y, creo, este fragmento sintetiza lo que sentí una vez leído todo con mucha fruición.

Luis Eduardo García, mi compañero de trabajo y colaborador ladrillo de la última Feria del Libro de Trujillo (en enero de este año) me sorprendió las primeras semanas de enero con un pedido muy especial: presentar este libro. Conociendo a Luis Eduardo, sabía que no estaba encomendando labor de fácil hacer, o mejor dicho de ligero leer. El texto que yacía delante de mí, me exigió diversos planos como lector.

Cuando uno hace una crítica de un texto se halla en dos planos: uno objetivo, ligado en cierta manera a lo que el texto es, casi diría yo una lectura denotativa del mismo para obtener un panorama de él. Y a uno subjetivo, el plano que me moviliza como lector, el personaje actante que se desplaza a lo largo del texto mismo para hacerlo mío, darle un valor personal. En el primer plano, el texto depende de sí mismo y ha de tener otras perspectivas que enriquezcan su esencia, que añadan muchas cosas a su hermenéutica. En cambio, en el segundo plano, mi YO entra a tallar y mis facetas de docente, de lector compulsivo, de lingüista, de amante del idioma, entran en acción recreándolo. Hago estas atingencias con el fin de comunicar que estas reflexiones las haré primero desde un plano descriptivo, y luego desde un plano apreciativo, bastante personal. Este último trataré de no hacerlo con tanta carga subjetiva, viciada por perspectivas profesionales u otras personales que pueden terminar por tergiversar, distorsionar un texto en su intención.
Este libro es un vasto compendio de expresiones coloquiales tan arraigadas como populares. Julio Hevia, formado en Psicología, utiliza la libre asociación de ideas como técnica aplicada en el vasto corpus recopilado y seleccionado, y, me atrevo a decir, bajo la influencia de Jacques Lacan. Lacan veía al lenguaje como una suerte de muro, un encorsetador (si cabe el término). Pero éste no es rígido; muy por el contrario, como lo demostró Freud, es un campo rico que muestra al individuo en sus profundidades. No quiero meterme en honduras psicológicas, no es mi campo; pero sí apasiona saber que como ciencia humana, al igual que la lingüística, se preocupa de la humanidad en su entendimiento a través del discurrir de su vida social e individual. Con esta atrevida licencia que me concedo, puedo decir que Julio Hevia identifica una suerte de campos motivadores subyacentes, de leit motiv de la psiquis colectiva peruana: tales como el medio hacer las cosas, cuestión de actitudes, nuestra represión sexual, entre otras. Y sirven estos como grandes campos léxicos o hiperónimos, palabras abarcadoras, que ayudan a hilvanar todo esa gran corpus sea por sucesión o por oposición, por metonimia, por metáfora, por metátesis, por calambur, etc.
El libro, además, logra extraer, estudiar, explicar y hacer sentir al lector la profundidad emotiva de las jergas, que como el propio autor dice, resultan ser una suerte de documento de identidad, el DNI de una comunidad comunicante. Pero reconoce su carácter pasajero, efímero, el ya fue de ella misma; como acto de habla tiene esa gran carga de afectividad, intimidad, emotividad, espontaneidad, naturalidad, vivacidad (fuera de la subjetividad); pero también la fugacidad de la misma; la jerga no espera convertirse en una regla, en una norma; sería romper su esencia trasgresora.
La jerga nos aglutina como hablantes, nos integra; pero explota además de manera consciente o inconsciente el carácter segregacionista que ésta tiene y la vive, la sufre un advenedizo cualquiera en una reunión informal (un riesgo que puede manejarse desde el plano consciente o incosciente, peor el primero)
El libro enumera una infinidad de jergas de nuestro colectivo nacional, aquella que está “vigente”; que pese a su movediza naturaleza, es efectiva aún y no nos moviliza mucho en nuestra capacidad de hablantes plurilingües que somos. Así pues ¡Habla jugador! es también una suerte de diccionario de ayuda, pues permite que alguien ajeno a este fascinante mundo del “entre líneas”, pueda culturizarse, haciéndose uno más del grupo y ya no ser aquel que rompe la mística de una conversación informal simplemente porque no la manya, no la para o no computa. Personalmente he revisado el extenso glosario de la página 289 a la 344 y me he encontrado con varias sorpresas y con muchas situaciones apremiantes. Algunas veces en clases con alumnos de primeros ciclos de pregrado en la Universidad que enseño, solían responderme ante el pedido de un trabajo por entregar con un “fácil” con cierta entonación; durante las primeras oportunidades entendía este enunciado con un sentido muy sencillo, muy denotativo; mas, luego caí en la cuenta que no era así; para los jóvenes ese “fácil” con el tono y arrastre final significaba “quizá no”. En la página 41 del texto encontré más detalles de este uso.

El libro invita al lector a reflexionar en el manejo de los diversos niveles del habla. Muchos investigadores le dan gran validez a esta creación anónima y colectiva de los hablantes. Alguien eficientemente culto y actualizado en el manejo de la jerga, hace que tome conciencia de lo que dice cuando habla. Sirve para comprender que la jerga es una suerte de medida, cuyo uso, abuso o ausencia, marca las pautas del tipo de relación que alguien busca con determinado interlocutor (nuestro plurilingüismo situacional)

La forma como Julio Hevia aborda el tema resulta bastante atractiva para el estudiante común. Genera no pocas situaciones graciosas; pero, créanlo o no, algunas veces ha dificultado mi lectura por estar pasando entre dos niveles de lengua escrita, comentario que luego explicaré. En realidad, algunos comentarios o ejemplos leídos que he hecho a diversas personas del texto han tenido por respuesta una sonora carcajada para entrar, luego, en una reflexión sobre lo dicho. Por eso, desde una óptica más académica, el exceso de retórica popular dificulta un análisis metalingüístico estricto o profundo para el que urge el lenguaje aséptico que requiere toda investigación científica.

Quiero cerrar mi apreciación desde la visión subjetiva de la que había hablado en un principio en mi posición de docente de lengua; el texto es una excelente oportunidad para conocer más el rico uso de la lengua castellana y entender más el imaginario de nuestros jóvenes; este texto nos desnuda en nuestras creencias, dudas, tabúes, metas, decepciones y expectativas (por ejemplo, en la ya manida figura del fútbol) y ponernos al día: es nuestra tarea, homework pendiente.

Finalizo agradeciendo a las personas que me dieron más ideas o centraron con sus valiosos aportes estas reflexiones (muchas de ellas muy graciosas, el caso no era para menos): mis profesores de lengua, sobre todo Hugo Vergara Lau y mis amigos como Gustavo Mantilla, Víctor Caballero y Javier Rodas.

martes, 2 de diciembre de 2008

NUEVOS VIENTOS DE LA FONÉTICA Y LA GRAMÁTICA EN LA EDUCACIÓN DE LENGUAS




Quiero compartir esta reflexión personal mayormente descriptiva y reflexiva, presentándoles una serie de situaciones en las que está inmersa la educación nacional peruana en todos los niveles. Esto es: escolar en sus tres niveles, el cual “arroja” a la sociedad un estereotipo de graduado (generalizado) y que ingresa al nivel universitario de pregrado y post grado. Estos datos son los que hemos compartido en una reunión entre directores de colegios del norte del país y las universidades representadas por personas que están involucradas en los procesos de admisión en cada una de ellas que le tocó representar. Como es sabido por la mayoría de docentes el hecho de trabajar en una universidad con ciertas características económicas que podrían influir en lo social, educativo y cultural (aunque estos dos últimos términos ya están implícitos en la palabra “social”) podrían marcar diferencias notables de alumnos en su comunicación; pero lejos de tener muchas diferencias entre estas características (pues estaban las universidades nacionales de otras ciudades del norte peruano, como las privadas de corte religioso y laico) la visión que se tiene del alumno que ha egresado de un colegio de nuestro sistema educativo público o privado, más que de profundas diferencias, éste tiene, para bien o para mal, muchas características comunes. Hay un antiguo proverbio árabe que se pierde en el tiempo “el hombre se parece más a su tiempo que a sus padres”. Esta inmensa sabiduría ancestral nunca ha sido tan correctamente validada como lo es en la actualidad en el mundo de las comunicaciones masivas, creando la “generación.com”. La crisis que ha tocado vivir a varias personas en su niñez, la famosa generación X, está tocando a su fin y ahora estamos presenciando una verdadera revolución del ser humano con el cual vamos a trabajar en el futuro. La crisis desatada por la consciencia del “Si condicional” en la generación precedente está siendo “atenuada” por un proceso sutil de individualización extrema y un pragmatismo impresionante, que los debe hacer reflexionar y que luego de presentar los detalles por los que escribo esto, debemos concluir para dejar puertas y ventana abiertas a su reflexión personal para cuando ya estén pisando de manera decisiva aulas en los espacios que les toque dictar su cátedra (desde la más pequeña hasta las aulas universitarias)
Ante el tipo de postulante que llega a todas las universidades, debemos actuar con ciertos criterios. Un cachimbo en la actualidad:
· Es un experto en manejar diversas herramientas tecnológicas. Cierto es, no importa la condición de un chico de la ciudad de casi todos los estratos sociales; el adolescente se enfrenta a una computadora con una facilidad sorprendente, más aún si quiere comunicarse o informarse
· Crece en un espacio de marcado individualismo y excesiva competencia. El alumno vive la cultura de la recompensa, el estímulo excesivo por objetivos concretos y una competencia feroz para obtener reconocimientos que más allá de estimular el conocimiento, estimula el ego del estudiante, empleando algunas veces mecanismos no justos para lograr los mismos, por ejemplo: falta de solidaridad
· Vive en un mundo de la cultura de lo rápido, útil y rentable. De lo anterior, se entiende cada vez más que el adolescente se muestre frío, utilitario; en realidad, es algo que el sistema socioeconómico está haciendo de él y el sistema educativo, a través de los docentes, incita al alumno a actuar así. No hay que olvidar que el alumno imita lo que los adultos hacen hasta que tienen la capacidad de discernir por ellos solos.. espero.
· Posee acceso a excesiva información sin criterios de investigación. El mundo de la información global ha entrado a la casa del adolescente, ya no sólo la TV, sino esa poderosa herramienta: la Internet. Esta herramienta, mal usada, vista desde los criterios anteriores, es peligrosa por el facilismo y los aún escasos mecanismos de tamizar con coherencia y discriminación efectiva, toda la información a la cual uno accede.
· Inmadurez emocional debido a su edad. De lo anterior, una excelente oportunidad es la de poder influir, espero positivamente, en un ser humano que está formando su escala de valores; el adolescente toma diversas referencias en las que un docente o adulto juega un papel importante; también, y ahí el peligro, juega un rol gravitacional los medios de comunicación.
· Simplifica sus formas de comunicación potenciando lo oral y lo iconográfico. Del punto anterior y lo que motiva el tema central de reflexión de esta exposición, se desprende esta sorprendente característica que está revolucionando el mundo de la comunicación escrita a grados insospechados y que se podría presagiar un cambio drástico en la escritura, apoyado por el soporte tecnológico. Esto se traslada a los aprendizajes de lenguas, en cierta manera, gracias a la oralización de la escritura.

Este último punto es el que nos motivó a reflexionar intensamente entre colegas tanto del colegio como de la universidad en los que trabajo. Los años anteriores, la preocupación estaba centrada en el texto, confiando mucho en la palabra escrita, el texto vertebrado en palabras, en ideas, en párrafos, en microtextos y en macrotextos. Nuestros acercamientos a la lectura no eran tan traumáticos y en caso de no suceder no era generalmente por problemas lingüísticos, sino de otra índole como los económicos, políticos y sociales. Pero el mundo de la tecnología ha invadido todo y ha comenzado a generar una violenta y rápida transformación de las formas comunicativas, siendo la escrita la que mayor repercusión está teniendo. La palabra escrita se ha visto sometida en los últimos años a una presión incesante de la visión rápida que se tiene de la vida en la actualidad. La frase “TIME IS MONEY” ha transformado al ser humano en lo que somos y esta antigua ideología revitalizada en las últimas décadas está presionando hacia la transformación de un nuevo ser humano. Debemos ser más rápidos, efectivos y ahorradores. Todo es mensurable en términos económicos y bajo esa perspectiva, la educación se vio transformada en métodos masivos, rápidos y supuestamente efectivos. Además, en los últimos tiempos, la presencia de los medios masivos de comunicación como el chat ha originado un nuevo hábito de escritura, el cual se está extendiendo a los círculos más insospechados y a las nuevas propuestas de la R.A.L.E. Algunos ejemplos: el vocabulario castellano ha asimilado varias palabras inglesas del entorno de la computadora: ya no se “rastrea”, se “escanea”; otros casos patentes: la eliminación sistemática de la tilde ha originado una suerte de crisis en la misma a tal grado que uno puede encontrarse con textos como el siguiente: ¿esta esta en su casa? No es raro ver estos errores frecuentes en informes de personas que trabajan en redactar documentos (abogados, empleados, secretarias), o en todo aquel que usa la lengua escrita permanentemente como periodistas o docentes. Muchas veces el criterio extralingüístico ahonda este problema. Recuerden ustedes que el año 1994 TELEFÓNICA decidió sacar la tilde de su isotipo para adecuarlo al un supuesto estándar universal. Me pregunto si algún día los franceses han de sacar la ç del nombre de su idioma français. Volviendo al tema del chat, es interesante ver cómo nuestros jóvenes se comunican entre ellos y logran entenderse entre iconos, palabras abreviadas y frases entrecortadas. Pero hay que hacer una salvedad, ese lenguaje escrito que emplean no va más allá de mensajes contextuales y son denotativos. El problema que enfrentamos todas las universidades del país y del mundo es cuando el adolescente traslada ese manejo de escritura al plano de la redacción académica. Una vez que éste se topa con el trabajo intelectual se da cuenta de las innumerables herramientas que no recibió o postergó en su aprendizaje escolar. ¿Qué está pasando en las universidades? Muchas hemos adoptado procesos remediables, acercándolos desde diversas perspectivas, pero más ligados al mundo academicista clásico: por un lado la gramática y por otro lado, un mundo tan postergado como la Fonética y la Fonología.
Dudo que ustedes hayan recibido educación escolar con estas herramientas como es la fonética y la fonología; yo la recibí por primera vez en mis estudios de lenguas en 1977; esta ciencia que forma parte de la lingüística es una suerte de cenicienta a la cual se la ha tratado con poca importancia, ya que había priorización por un lado del lenguaje escrito y por otro lado, las escuelas que se centralizaron en el texto, teniendo una macrovisión de la comunicación. Los estudiosos de las escuelas de Moscú, Praga o Copenhague en cuanto a la materia sonoro, y con científicos como Trubetzkoy, Alarcos Llorach, Hjemslev y Jakobson, herederos de Ferdinand de Saussure, hicieron estudios sistemáticos y coherentes cuyos medios, más que los resultados, han sido tomados por otras ciencias sociales para poder ser aplicadas en sus materias de trabajo. Así palabras como PARADIGMA o ESTRUCTURALISMO, palabras que han sido más conocidas a través de la economía, sociología, psicología o antropología, deben sus orígenes y comprensión a la Lingüística, en especial la FONOLOGÍA. En países con una rica tradición cultural y con un movimiento de lenguas tan importante como los europeos, les permitió conocer las mismas por necesidad o curiosidad, más lo primero que lo último: la guerra, el comercio, el intercambio intelectual han sido grandes promotores de esta necesidad. Pero esta iba acompañada de una educación humanística que se centraba en el estudio de lenguas clásicas y de artes que trabajaban en el sonido como es la música. Estos saberes han sido descartados en los últimos tiempos por no ser “útiles”, mejor dicho, rentables, en las últimas décadas. Quizá ustedes no hayan tenido formación musical básica en sus respectivos colegios, dudo también que hayamos recibido en aulas una sólida formación de una lengua extranjera o autóctona de tal manera que nos haya permitido comparar ésa con la nuestra, con el castellano. No conocimos su sistema fonético y no conocimos el nuestro. La priorización de lo visual postergó a lo sonoro: aún hay docentes o personas ligadas al manejo de la lengua que llaman a la V corta, V dentilabial. Sabemos todos que ese sonido no se realiza en ninguna de las variedades del castellano actual, salvo, quizá, en aquellos que están fusionándose con el inglés (espánglish) o el portugués (portuñol). Un tema interesante de investigación. Pero es inaudito que aún haya docentes o locutores u hombres de teatro que digan cosas como /voįavivirmividakonunavaka/ (¿alguna vez han oído esa pronunciación?). En últimas capacitaciones que he realizado con docentes en esta área es para ellos un mundo nuevo. Hay un marcado desconocimiento del mundo fonético, esto es el lado concreto de lo fonológico, desconocen el mundo de los alófonos, por eso hay graves problemas en lo ortográfico. Ante este desconocimiento tenemos dos graves problemas en ciernes: el docente no tiene fundamentos para aplicar recursos con sus alumnos en caso de las asociaciones de sonido – grafía; por ejemplo /s/ y sus realizaciones: s, z, c. O /k/ y sus realizaciones: k, qu, c. Por otro lado, la forma cómo adecuamos nuestro pobre mundo vocálico (5) con lenguas como el inglés (11) o el francés (16). Un primer punto de observación de la formación de ustedes es, entonces, cuánta fonética conocen ustedes. ¿Han hecho fonética comparativa? ¿Cuánto manejan rasgos suprasegmentales como para trabajar la relación grupo fónico-signos de puntuación? Se acerca la agresiva enseñanza del chino y otras lenguas de inflexión tonemática, entonces ¿manejan los tonemas de manera adecuada? Esto se ve enriquecido con carácter práctico en el mundo del paralenguaje, pero ahora se torna vital con la presencia avasalladora de esta nueva lengua.
De la última reflexión viene mi última observación. Las escuelas pragmáticas anglosajonas, como la pragmalingüística, hablemos de John Lyons, Teun Van Dijk, influidos por la visión de Noam Chomsky, se centraron en el texto, el acto performativo y el carácter actancial de la lengua. Chomsky tuvo otra visión, más preocupado por crear una gramática universal en la cual se ha trabajado mucho. La GGT parte de un supuesto universal mental colectivo, cuyas manifestaciones son las lenguas. Esto es lo ideal perfecto, puesto que según la teoría, nuestra capacidad transformativa nos permitiría “asimilar” fácilmente el manejo de una nueva lengua; parcialmente es cierto, ya que el uso rudimentario de una que se desee aprender nos exige cosas muy básicas para el propósito comunicativo; en los 60 aparecieron con un carácter de solución práctica y rápida aquellos pequeños textos que decían “aprenda inglés en 10 días”, todo esto viene del carácter expeditivo de la segunda Guerra Mundial, momento en el que había que aprender idiomas involucrados en el gran conflicto mundial; pero, ojalá haya pues un texto que me diga “aprenda chino mandarín en 5 días”. Ya nos veremos en Beijing haciendo el ridículo con nuestras simpáticas frases hechas para vivir nuestra sinoexperiencia. El acercamiento a una lengua es un proceso complejo que demanda un sólido conocimiento de la nuestra, no para impedir la aprehensión de la nueva, sino para entender el mundo que subyace tras la gramática de la misma. Sé que el sentido “rápido y barato” va en contra de la revitalización de una formación humanística en el aprendizaje de la lengua, esto es, conocer a la cultura y no sólo la lengua; esto lo tienen claro los traductores. El conocer un verbo no implica un conocimiento estático, sino que entra en una viva relación con una serie de actores de lo que lengua es, un sistema vivo en pequeñas modificaciones que se cimentan en sus estructuras. Por eso, la gramática no es el congelamiento de la misma, sino un conocimiento hermenéutico dinámico que implica su pasado y su proyección; veamos el castellano, una de las lenguas más dinámicas; nuestro saber intuitivo lingüístico adecua términos nuevos con facilidad para su uso y usamos esquemas paradigmáticos para hacerlos castellanos, he ahí el caso del término “escanear”. La teoría chomskiana exacerbada puede dejar a un niño desvalido en el conocimiento de su lengua; todos hablamos, de ahí a que todos manejemos la lengua correctamente hay una buena distancia. La presión para rescatar el aprendizaje casi minimalista de la lengua viene por la exigencia de conocer más idiomas, sobre todo aquellas con las cuales tenemos marcadas diferencias: preguntas como ¿Cuál es el verbo en chino? ¿Cómo es el objeto directo en coreano? ¿Por qué en ruso matar a un hombre es en acusativo y a una mujer en dativo? ¿Por qué el quechua usa un sufijador –qa? Son preguntas que saltan, la ignorancia entorpece el fácil acceso a la comprensión de la misma. Que un joven no reconozca un sustantivo, tiene duras implicancias en su vocabulario y su comprensión lectora; es un proceso lento para explicar pero lo he comprobado sobre todo en personas que deben manejar correctamente la lengua como docentes y abogados. El desconocimiento de las categorías gramaticales y sus funciones de la lengua materna no sólo se evidencia en el momento de mejorar un documento en su redacción o mejorar el estilo, sino cuando uno aprende una lengua extranjera. Es como una suerte de encuentro que exige a ambos un conocimiento gramatical de nuestras propias lenguas. Y esta situación es árida entre nuestros alumnos. Personalmente, el haberme acercado a todo tipo de lengua exigió en mí conocer más de la mía, acercarse a todo el mundo lingüístico.
La presencia de profesores nativos que residen en nuestro país es una gran fortaleza con la que un alumno de lenguas cuenta. El manejo que yo pueda tener de una lengua extranjera no es el mismo que un nativo; este viene con todo un bagaje no sólo idiomático, sino cultural que es manifestado a través de la lengua, y es gracias a él o ella que me acercamiento es más efectivo que con un “compatriota” lingüístico. Y esta situación también nos hace ver cuántas carencias y deficiencias tenemos.
Para concluir esta reflexión, enuncio lo siguiente: es verdad que el decir que uno sabe un idioma es un eufemismo de una realidad más prosaica: un profesional sólo utiliza una parte de un idioma, generalmente para leer. El hablar y oír le son desconocidos por una serie de motivos, ya que no tiene esa preparación la cual hemos descrito anteriormente. Un conocimiento serio de una lengua parte del sólido conocimiento que se tenga de la nuestra; luego el hablar con un nativo de una lengua foránea por varios meses durante 15 a 20 horas semanales nos acercará más a la lengua que quiero conocer y aprender, sea para enseñarla, hacer traducción o el manejo profundo que la den a la que han aprendido. Estos son requisitos básicos de su formación, y si han faltado, de su complementación.