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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 10 de marzo de 2024

DE VUELTA AL COLE ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 10 DE MARZO)

 


Mañana 11 de marzo, millones de estudiantes vuelven al colegio. Aunque ya hay varias instituciones privadas que han retornado a las aulas, la cantidad de niños y adolescentes no es significativa al grueso de la población escolar peruana. A lo largo del casi millón trescientos mil km2 de territorio, más de nueve millones de escolares poblarán las aulas de varios colegios con problemas de infraestructura, débil conectividad y apuros urbanos en torno a estas construcciones. La Libertad tiene más de 500 mil almas que irán a sus colegios a lo largo de sus 12 provincias y 83 distritos. Es un gran movimiento humano que moviliza a casi toda la población peruana, tanto en lo social como en lo económico. Perú es uno de los pocos países grandes de Latinoamérica que tiene un bajo gasto público frente a otros países en el área educativa: 3,9% del presupuesto frente al 5,3 de Colombia o 5,6% de Chile. Aunque la carrera docente ha ido mejorando paulatinamente, hay todavía un gran trecho por recorrer. Todavía hay muchos puntos débiles en la formación universitaria en la carrera de pedagogía, pero hay avances. Muchas veces nos encontramos con docentes que manejan criterios procedimentales que exige la burocratización de esta labor, pero tienen falencias en el manejo de contenidos de sus cursos: he conocido docentes de lengua que habían leído un libro en su vida o tienen grandes vacíos en conocimientos de ciencias u otras áreas. La capacitación para docentes en cuanto al manejo de contenidos debe ser activa. Pero sí hay que reconocer que muchos docentes se desalientan por los numerosos documentos que se exigen que hacen pesada su labor. Además, la débil posición de un docente frente a problemas, incluso judiciales, ha desalentado a no muchas personas que ya no hallan atractivo enseñar por las múltiples barreras y relajaciones que repercuten en la autoridad del docente en el aula y fuera de ella. Muchas personas han encontrado una forma de lucro a través de quejas insólitas contra docentes y colegios. Las normativas relajan la exigencia académica debilitando los logros que, a la larga, repercuten negativamente contra la sociedad. Para colofón, el docente debe enseñar valores a sus alumnos; sin embargo, el mundo adulto que lo rodea ve a políticos inescrupulosos que atentan contra el medio ambiente y se pide conciencia ecológica. Ser honesto y vemos a nuevos ricos surgidos de la ilegalidad que corrompen a la sociedad en su conjunto. Apreciar y respetar el arte y cultura, y vemos la millonada que se gasta en personajes nada edificantes para la niñez manipulados por conveniencia política. Ser responsables de su ciudad y vemos la actitud de sus ciudadanos que actúan de manera egoísta e individualista como lo vemos en el tráfico de nuestra ciudad. Amar a su patria y son los jóvenes quienes quieren irse lo más pronto del país. Una obra titánica por delante, pero no imposible con un camino por trazar gracias al trabajo silencioso de miles de docentes y padres de familia que quieren un país mejor. Una luz de esperanza en el camino.


domingo, 3 de abril de 2022

¿ADAPTÁNDONOS A GOLPES? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE ABRIL)

 



En medio de la latente amenaza del COVID que está enviando al encierro a millones de personas en otras latitudes y de los tambores de guerra cuyas consecuencias nos está pasando una dura factura que son parte del grave problema de una huelga de transporte que tiende a agravarse; el retorno a aulas sigue siendo un reto en el que todos debemos de hilar fino. La naturaleza de las clases virtuales del mundo escolar de estos dos últimos años ha generado cambios actitudinales que aparecen como una suerte de fractura insospechada que se está manifestando en las nuevas relaciones. El “restablecimiento” de estas relaciones de niños y adolescentes en sus salones de clases ha provocado ciertos comportamientos que hay que observar atentamente. El ansiado momento presencial está generando algo de desencanto y un complicado reacomodo entre todos los actores de la tríada educativa: alumnos, profesores y padres de familia. Siendo una de las pocas sociedades sin clases presenciales por dos años, los peruanos estamos en un lento proceso de aprendizaje en el que vemos muchos bemoles por los cuales debemos de estar alerta. Tanto la educación pública como privada están, pues, aprendiendo en el camino y con pautas que iremos entiendo, pues no existen referentes en otras sociedades.

Durante la primera semana en la que empezaron las clases presenciales en muchos colegios públicos, una niña declaró, muy sincera ella, a un entrevistador televisivo su desasosiego por retornar a aulas: el hecho de tener que lidiar con compañeros de clases que no “le caen bien” o estar en una clase aburrida se volvían momentos desagradables para esta alumna que añora la virtualidad. Me contaban diversos amigos que trabajan o tienen hijos en educación inicial ese duro proceso de socialización para niños que habían vivido prácticamente aislados o con escaso contacto con otros niños de su edad, pese a haber estado regularmente en sus momentos virtuales. Compartir un juguete u otro objeto para estos niños no es de su agrado y estos reaccionan negativamente a la socialización; esto exige a muchos docentes creatividad y perseverancia para crear en el niño la necesidad de compartir y aprender a convivir con los demás. Interesante panorama que para muchas personas ha pasado desapercibido. Y esta evolución no está exenta de varios momentos reactivos que generan malestar y frustración no sólo a los niños, sino a los profesores y a muchos padres desconcertados. Los colegios están viviendo toda una ebullición social en la que se ven muchas reglas quebrantadas, conflictos de convivencia y cuestionamientos ante el nuevo contexto. El retorno es para muchos también un espacio de expresión de tensiones vividas en sus hogares y en el mundo familiar, algunos incluso arrastrando duelos de personas queridas que partieron a la distancia. Es, pues, una realidad que exige la colaboración de todos para restañar las brechas emocionales, mentales y sociales.

domingo, 13 de marzo de 2022

PROCESIONES SILENCIOSAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE MARZO)

 


Marzo, retorno a aula tras 2 años de encierro y alejamiento escolar y universitario de los claustros académicos. Salvo excepciones contadas en el mundo escolar, toda la vida estudiantil se fue a lo virtual por la situación crítica sanitaria que expuso la triste realidad que viven nuestros sistemas básicos sociales: la salud y la educación. Las medidas adoptadas por la virtualidad pusieron en jaque a muchos colegios pequeños y medianos tanto privados como públicos, y desnudó las grandes falencias de la implementación de procesos virtuales en el mundo universitarios. En este artículo, abordaré un tema de manera descriptiva y reflexiva el mundo escolar y observaré algunos puntos vinculantes con el mundo universitario.

Para muchos colegios del sistema privado, las clases presenciales comenzaron desde el 01 de marzo, la mayoría de manera híbrida. Los casi 8 millones de estudiantes de educación básica, y los padres y profesores de estos (una gran masa de nuestra población) comienzan a desaprender y reaprender protocolos. Salvo una mínima población estudiantil del 2.6 % del total que llevó clases semipresenciales el 2021, el resto tiene delante de sí nuevos desafíos desde lo sanitario hasta lo pedagógico en sí. Todos hemos sido testigos del duro proceso que ha sido para docentes, sobre todo, de saltar abruptamente a la virtualidad. En el 2020, muchos colegios particulares pequeños y medianos cerraron, pues no tenían los medios para implementar esta modalidad. Muchos profesores fueron a la calle, difícilmente absorbidos por el sistema; algunos cambiaron de rumbos. Los alumnos fueron a diversos colegios, la mayoría nacionales. El surgimiento de colegios virtuales (sin ningún tipo de instalaciones) pudieron haber surgido en este proceso de reacomodo. Esta migración por parte de los docentes fue todo un reto y evidenció hondas brechas generacionales; además de otras brechas entre los colegios con recursos (privados o nacionales) frente a aquellos que recurrieron al celular o la laptop compartida con hijos o parejas que realizaban trabajo remoto. En otros casos fue peor el panorama. Fisuras latentes que deben reducirse urgentemente.

Por otro lado, se tomaron medidas transitorias como la de aprobación escolar automática en estos dos años, medida que debe ser descartada, salvo alguna otra emergencia. La exigencia académica debe retomarse paulatinamente para ayudar no sólo al alumno, sino a la sociedad en sí, pues su futuro depende de los estándares académicos. Esta situación abre, también, grandes preguntas al sistema universitario que recibe a esta población en sus aulas. Conociendo la política de muchas universidades privadas preocupadas por la rentabilidad y el reclutamiento de alumnos- clientes, cabe preguntarse las estrategias que estas emplearán para suplir las deficiencias de muchos estudiantes graduados durante el 2020/21. ¿Habrán tomado precauciones? Pero, hay más pendientes por discutir.


domingo, 26 de abril de 2020

NUEVOS ESCENARIOS Y DESAFÍOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 26 DE ABRIL TRUJILLO)


A estas alturas, sabemos qué decisiones ha tomado el Gobierno central para ciertos procesos claves de la sociedad peruana. En el terreno de la educación, la suspensión de clases presenciales a todo nivel educativo era una situación irremediable debido al escenario de la pandemia que se ha ido agravando con el pasar de las semanas. Y esta puede empeorar. Pero hay procesos vitales de una sociedad que no pueden parar. Esta crisis, lamentablemente, ha demostrado que la educación y salud, pilares fundamentales de cualquier sociedad, tienen problemas para dar respuestas puesto que no han sido prioridad en nuestro país. El gasto anual del erario en las últimas décadas lo dice todo.
Pese a todo, el Estado ha dado como respuesta la educación a distancia, modalidad empleada por décadas en diversas sociedades como la nuestra por diversos medios. Primero fue la radio, estrategia que permitió a países tan divergentes como Cuba o Corea del Sur hacer una campaña agresiva contra el analfabetismo logrando con creces su objetivo. Luego la televisión, llamada Caja Boba por Charles De Gaulle por el paulatino deterioro de los contenidos de esta. Para muchos la señal abierta, por su programación, tiene asociación negativa que es la que en el fondo ha motivado reacciones adversas a su uso para las clases a distancia. Y la Internet. La aplicación de esta, más los programas educativos televisivos, se da en un marco de emergencia en el que se halla todo el país. Es una respuesta como las que surgen en todos los sectores con el fin de continuar con esta institución vital.
Las observaciones hechas por diversos sectores y personas ajenas a la educación son interesantes y revelan muchas cosas:
1)    La relevante importancia del maestro en el proceso educativo. No es un “facilitador”, es un personaje vital que asume diversos roles en el proceso de enseñanza.
2) El desconocimiento de muchas familias de la enseñanza en sí. Se han visto abrumados por carencias de estrategias de motivación y seguimiento de este proceso. Esperemos que, tras esta amarga experiencia, muchos padres se involucren más en el aprendizaje de sus hijos. Los colegios no son guarderías.
3)    La desconfianza de la modalidad virtual por dos razones:
a)    Muchos profesores tienen escasa o nula experiencia. Varios han comenzado un aprendizaje “sobre la marcha”.
b)    El sistema en sí. Esto pone en entredicho cualquier enseñanza obtenida por esta modalidad, pues incluso se está cuestionando la enseñanza universitaria. Esto automáticamente pone en una encrucijada toda oferta educativa virtual desde simples cursos, diplomados, maestrías y doctorados. La educación es un desarrollo paulatino con acompañamiento y, bajo esa perspectiva, la virtualidad entra en cuestionamiento.

Esperemos que, cuando otras áreas profesionales vayan a tomar decisiones, permitan que el sector educativo participe e, incluso, le permitan modificar planes que vayan contra sus objetivos globales.

domingo, 7 de julio de 2019

MAESTRO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 07 DE JULIO TRUJILLO)


Al repasar el libro Peruanismos de la controvertida lingüista Martha Hildebrandt, (Pág. 421-423, primera edición, 1994), nos encontramos con la palabra “trome”, la que es explicada por la investigadora como un término de la replana (no confundir con jerga) que ha ido escalando todos los estamentos sociales llegando a ser usado en ámbitos cultos coloquiales para referirse a una persona “experta” en una materia u oficio. En el 2010, el entonces presidente de la Academia Peruana de la Lengua, el también lingüista Rodolfo Cerrón Palomino, presentó un buen número de palabras y modismos en los que se incluía el término trome para su aceptación en el vasto vocabulario del español. Esta palabra no aparece en el Diccionario Panhispánico de Dudas y aún no se registra para su uso en la página virtual de la Real Academia de la Lengua (RAE). Sin embargo, en algunos diccionarios virtuales de traducción, la identifican como un adjetivo cuyo significado es “experto”. Según Hildebrandt, esta palabra viene de “maestro” que sufrió un proceso de relajamiento en su pronunciación descuidada y luego una inversión silábica: simplificando, maestro devino en mehtro y luego en tromeh. Un trome es, pues, un maestro en su rama u oficio: es un capaz, experto, diestro; un capo en el sentido positivo del término.
¿Tomando las últimas ideas expuestas en el párrafo anterior, son estas las cargas semánticas que los más de seiscientos mil maestros (profesores, docentes) llevan en sí y son percibidas y aceptadas en la actual sociedad peruana? Haciendo un alto a nuestras actividades, nos ponemos a reflexionar sobre la opinión que aún tengo de mi profesor de primaria, secundaria, universidad; de mi más pequeña escuela o hasta el más caro colegio de mi ciudad; del modesto instituto o la universidad más cara en la que estudié. Pese a los altibajos y bemoles que uno tiene en la vida, estoy muy agradecidos con todos ellos. Cuando pequeño, el profesor era una figura respetada en la sociedad; éramos, como sucede con todo niño o joven, una pandilla de mocosos que teníamos que aprender. Los maestros, humanos ellos (hay que recordarlo), celebraban nuestras chanzas o nos sancionaban por nuestras acciones incorrectas. Los respetábamos, pese a la cantidad de apodos e insultos que recibían; sin embargo, ese era un síntoma de que ellos eran parte importante de nuestras aún pequeñas vidas. La sociedad los respetaba. Pero, diversas situaciones fueron cambiando. La docencia ha estado siendo maltratada por el progresivo deterioro a causas de una serie de condiciones en detrimento de la carrera profesional (bajo puntaje en los exámenes de ingreso, escala salarial, brecha tecnológica, carencia de vocación) así como la excesiva burocratización de todos los procesos de la enseñanza, ni qué decir de los abusos legales contra ellos o colegios casi ligados a la extorsión: todo esto afecta la imagen del docente en la sociedad actual.
¿Con todo esto, puede el maestro volver a ser trome?

domingo, 25 de febrero de 2018

VIOLENCIA JUVENIL


Los recientes sucesos luctuosos que causaron la muerte de 5 jóvenes en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo (Ex Floresta) muestran muchas debilidades de nuestro tejido social; la primera corresponde a los deficientes y corruptos sistemas judicial y penitenciario, sistemas que hace agua por todo lado. Lastimosamente, es la parte final de una cadena de errores cometidos por un adolescente a lo largo de su breve vida. Pero hay otros elementos relevantes que entran en juego aquí: el núcleo familiar, la educación, los medios de comunicación y varias efectivas políticas de prevención. Quisiera abordar estas últimas por haberme acercado más ellas por diversas razones.   
En la realidad tercermundista nuestra, la pobreza puede ser un fuerte condicionante para tener un caldo de cultivo de violencia, sea organizada o no. Sin embargo, no es una condición definitiva, pues hemos visto a mucha gente de extractos sociales deprimidos triunfar en diversos quehaceres de la vida pese a sus circunstancias adversas. Pero la realidad socioeconómica de las últimas décadas hizo que muchas familias, incluso de clase media y media alta, se volviesen disfuncionales por la ausencia de una de las cabezas familiares (generalmente la madre) por lo que muchos niños llegaron a la adolescencia con carencias de figuras centrales de la familia, que fue muchas veces asumida por abuelos, quienes tuvieron que lidiar con jóvenes díscolos y cuestionadores de la autoridad familiar. Nuestro país también tuvo un buen número de niños y jóvenes que crecieron en orfandad o abandono familiar; ante esta situación, la pandilla fue asumiendo paulatinamente un valor de pertenencia y de identidad. Sin llegar a las famosas y temibles maras salvatruchas, muchos adolescentes han crecido en un ambiente de violencia concreta y en espiral. Muchos de los jóvenes que pueblan estos centros de rehabilitación han tenido grandes carencias familiares.
Con este problema va acompañado también el del sistema educativo peruano. El colegio no logra ofrecer respuestas apropiadas a muchos jóvenes que ven frustrados su avance y futuro en la vida. Los intereses juveniles difieren de lo enseñado en aulas. Pero también el sistema educativo se ve agobiado por una serie de limitaciones y parámetros que han burocratizado el proceso. Muchos profesores se han vuelto expertos en llenar papeles y documentación, más que enseñar y capacitarse. Por otro lado, el desconcierto de algunos padres origina entorpecimiento en la enseñanza: exigen al colegio hacer funciones que le competen a la familia: la crianza es delegada al colegio, a los profesores; muchos padres de familia (algunos muy cómodos; otros, temerosos) han delegado esa responsabilidad a los profesores de aula, siendo algunos tratados como sus empleados. Son padres que no respetan a los demás y que terminan por no ser respetados por sus hijos. Y el colegio se ve cada vez más atado de manos para sancionar. La ley ya está sobreprotegiendo a jóvenes quienes, pese a todas las acciones de enmienda y reflexión, vuelven a cometer acciones reñidas contra la normal convivencia de un ambiente escolar. Se va generando un sentimiento de impunidad que no le hace nada bien a la institución educativa.
Por último, los medios también juegan su rol importante en la construcción de modelos positivos o negativos. Interesante es leer el capítulo Tinta Roja (en alusión al libro de Alberto Fuguet inspirado en la prensa amarilla) del libro El origen de la hidra de Charlie Becerra; este capítulo habla sobre este poderoso impacto que crean los medios en la sociedad. Nos comenta la forma cómo algunos diarios contribuyeron a la construcción de la identidad del miedo. Debemos, también, de recordar los años 80 cuando algunos medios limeños comenzaron a escribir las crónicas de la Chica Dinamita, pareja de Django, y el Loco Perochena, dos delincuentes que fueron elevados a la categoría de héroes populares y que generaron confusiones en la juventud. El fin fue incrementar las ventas sin medir las consecuencias en un segmento poblacional demasiado expuesto a estos falsos ídolos y, ahora, incrementado abiertamente en las redes sociales como las formas de captar a un posible sicario entre jóvenes que no hallan límites para sus audacias destructivas.

domingo, 18 de febrero de 2018

JÓVENES FURIBUNDOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 17 DE FEBRERO) EX LA FLORESTA, MATANZA USA, PODER JUDICIAL Y SUS ERRORES


Tomemos algunos hechos al azar de la semana que pasó: el asesinato de 17 personas en Norteamérica por Nikolas Cruz, un joven de 19 años; la muerte de 5 jóvenes en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo (Ex Floresta); y la puesta en libertad de Adriano Pozo, autor de la agresión contra Arlette Contreras en julio del 2015. Obviamente, el nexo entre los tres casos es la violencia protagonizada por adolescentes y jóvenes, la cual puede ser ejercida por o contra ellos. Los casos son todos lamentables y origina una cantidad de preguntas, muchas reiterativas, de lo que nuestra sociedad está haciendo con el fin de prevenir hechos luctuosos o vejatorios, tan frecuentes en nuestros días. No nos estamos reponiendo, pero sí olvidando, de la violación y posterior asesinato de la niña Jimena por parte de César Alva Mendoza cuando estos nuevos casos nos perturban por nuestra incapacidad de adelantarnos a los hechos; o, de haber ocurrido, sancionarlos adecuada y ejemplarmente con el fin de crear una cultura del control personal y social para no trasgredir normas básicas de convivencia.
Aunque el caso de Nikolas Cruz no sucedió en nuestro país, muchas de las causas por las cuales se entiende esta masacre en un colegio de Florida en EE.UU. están latentes en todas las sociedades en las que la soledad juvenil y la construcción de arquetipos violentos alimentados por la frustración forjan a jóvenes kamikazes contra la sociedad y las personas que la integran; aunque distantes por las razones, el actuar de estos jóvenes termina por parecerse al de los fanáticos religiosos que detestan al otro, al diferente, al causante de su mal. Ahora, agreguemos, como en el caso de nuestras sociedades tercermundistas, la pobreza para ver cómo surgen uniones de adolescentes abandonados por sus familias, su sociedad, el mundo. Es el clan, la pandilla, la que asume el valor de pertenencia. Sus intereses y acciones difieren de las normas sociales regulares. El amotinamiento de la Ex Floresta (también Maranguita en Lima) no está del todo claras, se habla de maltratos físicos; pero las razones por las que están recluidos es por su trasgresión permanente.
La sociedad trata de hallar mecanismos para proteger a la persona en situaciones críticas en las que se pueden hallar desvalidas frente a la violencia policial (hay que leer el capítulo Las nuevas reglas del juego del libro El origen de la hidra de Charlie Becerra) y el poder judicial asume ese rol. Sin embargo, las decisiones que algunos jueces suelen tomar desarman las estrategias preventivas sociales como lo es la sanción frente a una grave falta: es una forma de aprendizaje. Si la violencia debe de ser sancionada, entonces ¿cómo quedamos frente a la cuestionada liberación de Adriano Pozo, quien infligió daños contra su pareja y fue difundido por redes abiertamente? El sentido de impunidad que se vive todos los días es alimentado por aquellos que dicen protegernos.

domingo, 11 de septiembre de 2016

DOCENCIA: PROFESIÓN DE ALTO RIESGO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 11 DE SEPTIEMBRE)

Los cambios vividos en los últimos años, tanto desde la perspectiva tecnológica como la conciencia colectiva, han originado diversas transformaciones sustanciales en todas las áreas de la actividad humana. Las comunicaciones, las herramientas aplicadas en tal o cual labor y las concepciones del espacio han sufrido severas modificaciones que han hecho que actividades y profesiones hayan ido adecuándose a los nuevos retos o, finalmente, desapareciendo.
Una de estas ha sido la docencia. Fuera del hecho de que esta profesión tiene sus fundamentos en la vocación, fundamento que no se ha tomado en cuenta muchas veces en la profesionalización de esta actividad, la docencia ha venido experimentando una serie de cambios tanto en las herramientas que complementan su desarrollo, así como en el espacio físico, social e intelectual en el que se desenvuelve cotidianamente. Estas transformaciones son bastante vertiginosas y han creado incertidumbre en el mundo del profesorado, puesto que muchos de ellos han ido quedando rezagados por su escasa capacitación, sobrecarga laboral, o el desinterés o rechazo a cambios o perturbaciones que signifiquen salir de sus zonas de confort. En los últimos años, la masificación de la enseñanza ha dado paso a una más personalizada; sin embargo, cabe resaltar que de todas las profesiones, esta es la que tiene más interacción humana que cualquiera de las otras. Un docente se vuelve, fuera de dispensador de conocimiento, confidente, psicólogo, confesor, mediador, oyente, padre, hermano, policía, un sinfín de funciones a lo largo de sus ocho o más horas de trabajo. Y este despliegue de funciones se da no solo en el aula y para niños o jóvenes. No existe profesión en la que la interrelación humana tenga tanta intensidad como la del docente. Pese a la introducción de diversos recursos en el aula para complementar el proceso de enseñanza, la relación entre el docente y sus alumnos es vital y única. Y es por eso que amerita un tratamiento especial, el cual se ha visto entorpecido en varias oportunidades por una excesiva burocracia o por malas interpretaciones que tienden a hallar en el docente el responsable e, incluso, culpable inmediato. Para nadie es un secreto que el nuevo mundo jurídico de protección al niño o al adolescente ha creado una serie de recursos mal empleados por personas que hallan fácilmente vacíos en el accionar diario para obtener beneficios bastante discutibles. Muchos docentes trabajan atemorizados por el hecho de que una palabra o un gesto hecho por estos en el aula o durante una conversación puedan ser rápidamente tergiversados por su interlocutor. Los ejemplos y evidencias son varios, más aún en casos en los que los adultos tienden a sobreproteger a sus niños o jóvenes, justificándolos en desmedro de la autoridad del docente o del centro educativo.

Estas situaciones se han trasladado también a la universidad y paulatinamente se han generalizado al haberse convertido en un servicio más ofrecido al alumno, mal llamado cliente.

domingo, 15 de mayo de 2016

EDUCACIÓN SEXUAL (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DOMINGO 15 DE MAYO

La sexualidad es uno de los temas más controversiales en ser tratados en nuestra sociedad. Pese a ser un asunto que tiene sus bases en lo biológico, es una entidad compleja por ser ya de carácter cultural que ha devenido en el tiempo en un gran tabú. Los órganos sexuales no son tratados idénticamente como los órganos respiratorios o de la vista. Han sido valorados de manera distinta, puesto que se han vuelto referentes culturales fuertemente ligados al poder, sobre todo cuando nos referimos a una de sus funciones como lo es la reproducción. Tan solo la imagen de una persona emasculada (varón que pierde su pene) frente a una persona que haya perdido un ojo o lisiada de una pierna tiene un tratamiento cultural que va más allá de la carencia física. Además, el mundo de la cultura visual ha utilizado el desnudo humano, sea masculino o femenino, con otras intenciones más allá de lo que significa enseñar la piel. Es un gran constructo que ha ido creando capas invisibles para cubrir con un manto mental la sexualidad de cada una de las personas y que, por diversos medios, se ha buscado cinceles para romper esa pátina oscura que cubre nuestros cuerpos.
Ingresar la sexualidad dentro de la educación ha sido uno de los procesos más complejos, mucho más de lo que fue la teoría de la evolución en el siglo XIX. El tabú fue bastante fuerte en casi todas las comunidades que recibieron formación judeocristiana en sus criterios educativos. No hay que olvidar que los planes de educación obedecen a un acercamiento de un niño o joven a su realidad; y en este acercamiento ha habido muchos elementos que han intervenido para que dichos planes sean aplicados o no. Factores políticos, sociales, religiosos, entre otros, han sido decisivos para que ciertos contenidos sean aceptados o no. Muchos docentes vamos aprendiendo en el camino cuándo se enfrenta a cierta censura tácita o explícita a ciertos temas que quisiera abordar para enfrentar ciertas problemáticas que aquejan nuestras sociedades. Incluso la educación sexual ha sido un tema que ha “viajado” por diversos cursos para poder ser enseñada dentro de un plan. Es que en realidad, este problema es un fiel reflejo de la sociedad que inspira cualquier plan curricular. La sociedad peruana puede estar enfrentando un acercamiento violento a este denso tema de forma irregular, trasgresora y con tardíos mecanismos de respuesta. En los 60, bajo la revolución hippie, las canciones de protesta y la aparición de la píldora que cambiaron súbitamente arquetipos educativos comenzando a abordar temas más actuales como la sexualidad, hubo posterior a estos movimientos respuestas conservadoras que quebraron un posible diálogo franco entre los jóvenes de esa época y sus mayores. La literatura y el cine comenzaban a romper los esquemas rígidos de una realidad que impactaba con una nueva visión del mundo que se vio desde Concilio Vaticano II, el Mayo francés y la moda unisex.
En pleno siglo XXI, con el internet invadiendo cada rincón de miles de hogares urbanos, todavía se piensa que la sexualidad no debe de ser tratada en un centro escolar. Increíblemente, nuestros jóvenes son cada vez más activos sexualmente hablando a temprana edad. El impresionante dato que en 2014, el Perú tuvo un incremento del 14 % más de jóvenes adolescentes embarazadas es una cifra escalofriante que tiene hondas repercusiones personales, sociales y económicas. Es interesante que ante esta realidad, ya algunos colegios estén dando programas de inclusión a dichas niñas o adolescentes para que frustren su carrera escolar como lo era antes. Tuve oportunidad de ver un proyecto de inclusión para estas jóvenes en un pequeño colegio de la sierra liberteña; este proyecto lo estaban ejecutando con una compañera de colegio.
El sistema educativo intenta incorporar este tema, pero las reacciones vienen de todos los frentes, sobre todo, de padres de familia. Algunos argumentos son descabellados: alguna vez oí decir a un padre que era darles herramientas para que los chicos comiencen a tener vida sexual tempranamente. No se han puesto a pensar que la educación ayuda a la prevención y esto se logra conociendo. Conocer es prevenir. Hay mucha gente, incluso mayor que no conoce su cuerpo y menos el del otro. Sería bueno ya dar un vuelco al respecto.