El domingo 26 ha sido una fecha
nefasta para muchos partidos. También ha sido la última oportunidad ansiada
para muchos candidatos con problemas judiciales para tener un escaño en un
Congreso con muchas sorpresas. Lava Jato acaba de darnos nuevos datos
comprometedores.
Veamos nuestra Región. El otrora
partido del sólido Norte desapareció del mapa electoral. Los frustrantes
resultados hundieron al candidato más votado en la Región, Wilmer Sánchez; no
podrá integrar el Congreso, puesto que su partido no pasó la temida valla; los
resultados nacionales borran la presencia de la estrella en el escenario
político nacional. La dirigencia no ha interpretado la situación política y ha
llevado al partido a esta lamentable situación. Su cuestionado accionar
parlamentario durante los últimos años, más los oscuros vínculos de algunos de
sus integrantes han hecho que el electorado les haya dado las espaldas; ahora,
Luciana León tiene una orden de impedimento de salida del país mientras no se
aclaren sus turbias relaciones. Y otros que han resultado a la larga perdedores
en la Región son FP y APP. En el caso del primero, FP fue al Congreso 2016 con
4 representantes; ahora, 1; es indudable que el ruido político y el hecho de
haber llevado en las elecciones 2016 a personajes como Rosa Bartra (incluso con
pasado dudoso en Ancash) le han pasado factura. A nivel nacional, de 73
congresistas han quedado reducidos a 15. Es, con el APRA, un partido que está
en proceso de agonía civil. La triste alianza entre PPC y APRA para las
elecciones anteriores arrastró al abismo a aquel partido. Como el caso de
Wilmer Sánchez, Alberto Beingolea (PPC) fue un candidato que obtuvo el cuarto
puesto en votos en Lima, pero su partido no pasó la valla electoral. La
situación de APP es interesante y puede, con el tiempo, convertirse en un nuevo
caso que combine la historia electoral del APRA y FP en la vida política de la
Región y el país. Las últimas elecciones para alcaldía y gobierno regional
fueron exitosas para APP: “recuperó” la Alcaldía provincial y de otros
distritos, últimos bastiones del APRA. Esta ola pudo haber generado resultados
muy atractivos para dicho partido, tanto así que César Acuña declaró en
diciembre, con confianza, que su partido podía obtener 4 escaños; pensaba
emular el logro de FP en las elecciones del 2016. Pero, a estas alturas,
peleando voto a voto para ver si consigue la posible tercera curul, APP se ha
estancado. Dedicado a fortalecer su presencia en otras regiones, incluso con
candidatos con problemas legales, descuidó la casa. Tal como la historia del
APRA y su relación con Trujillo, APP sigue el mismo sendero. El electorado se
ha sentido engañado por la campaña edil que prometía mejorar Trujillo cayendo
en los mismos vicios, incluso ahondándolos, de la gestión anterior. Si tras
culminar el conteo oficial y dicho partido queda con dos congresistas, se puede
decir que tenemos una crónica de muerte anunciada.