Los fenómenos naturales pueden convertirse en
una fuerte amenaza hasta ser un desastre, si estos crecen más de lo previsto o,
como es en nuestro caso, los espacios afectados no estaban preparados para
enfrentarlos. A diferencia de otras circunstancias, terremotos y Niños han sido
registrados a través de la historia lo que da un referente necesario para que
las personas de las zonas potencialmente afectadas deban, ojo, deban tomar las
medidas necesarias. No es un aerolito el que nos afecta; son fenómenos que,
aunque tengan sus diferencias específicas, por lo general tienen las mismas
manifestaciones. Ergo, el ser humano, ser racional e inteligente, tiene todas
las oportunidades de enfrentar algunos de estos embates de manera victoriosa
reduciendo las condiciones para un desastre. Crónicas, informes, estudios han
dado bastante información de lugares de alto riesgo y los hechos que ocurren.
Las quebradas y Mampuesto están registrados por siglos. Sabemos lo que va a
ocurrir. Pero las respuestas políticas y sociales, generalmente antitécnicas,
parecen ser siempre las que causan los desastres. Para el Niño costero del
2017, el gobierno de Humala destinó recursos a los gobiernos de las áreas
regionales posiblemente afectadas. Se lo esperaba en el 2016, por eso las
clases escolares del 2015 se clausuraron en noviembre. Los gobiernos regionales
informaron que habían hecho las obras de prevención necesarias. Ese marzo del 2017
retrocedimos una década como ciudad. Posteriormente, hubo medidas exigidas a
los gobiernos regionales de reubicar a pobladores de zonas vulnerables; no fueron
atendidas. Por las elecciones municipales del 2018, se priorizó el criterio
político. Recuperar la Municipalidad Provincial era prioridad y había la posibilidad
de perderla por una medida tan impopular, pero necesaria. Fuera de la
incompetencia, desidia y burocracia de la reconstrucción con cambios
(vergonzoso), la responsabilidad gubernamental regional es también relevante.
Tenemos, parece ser, un nuevo Niño. Como hace seis años, las
aguas recuperarán lo que les pertenece.
Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 19 de marzo de 2023
CIUDAD CANGREJO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJLLO 19 DE MARZO)
domingo, 1 de marzo de 2020
DESVALIDOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 01 DE MARZO)
Lluvias, huaicos. Coronavirus.
Dengue. Accidentes laborales, Mc Donald. Suicidios. Palabras que han estado
rondando en los medios en las últimas semanas Precaución. Precavidos.
Palabras que surgen por asociación a las primeras nombradas.
Los diarios y las redes internacionales,
nacionales y locales han reventado con noticias alarmantes de epidemias
expandiéndose o rebrotando en áreas vecinas a nosotros; de cambios climáticos
drásticos que amenazan nuestro patrimonio e, incluso, nuestra vida; de
condiciones laborales tan riesgosas que causan daños, mutilaciones y hasta la
muerte de muchos trabajadores en diversos centros laborales en los que no
habría tanto riesgo de mortandad; de ciudadanos desprotegidos en una sociedad
que cada vez se ha vuelto más aislada, egoísta e insensible gracias al sistema
que nos rige.
Hagamos un espacio de
reflexión para tratar de atenuar algunas de estas consecuencias que, más de una
vez, son por desinterés humano y, en algunos casos, intencional. Esto último,
como tal, convierte la falta en una suerte de homicidio negligente o culposo. Los
daños sufridos en el último Niño costero del 2017 se hubieran atenuado
considerablemente si se hubiese atendido a las voces expertas que, año tras
año, advierten las terribles consecuencias por haber construido en zonas de
alto riesgo (hasta casas de material noble) y no tener un plan urbanístico
regulado. Todas las ciencias, desde la hidráulica y la ecología hasta la
historia y la arqueología, han advertido a todos los políticos del siglo XX y
XXI sobre las consecuencias de haber permitido la expansión urbana en lechos de
ríos que se activan en cada Niño. Pero el populismo, la ambición económica y la
corrupción son más fuertes: tráfico de terrenos y votos proselitistas son la
verdad única que hace que nuestra ciudad y Región asuman responsabilidades que
nuestros dirigentes no son capaces de hacerlo. Además, es sabido que cada
reconstrucción es buena para el ingreso de dinero extra a las arcas de personas
corruptas: nuevas pistas, nuevas carreteras, nuevas veredas, etcétera. Gran
punto pendiente.
En el caso de la salud, el
tema es delicado, pues está ligado a problemas álgidos del tejido social: falta
de educación preventiva, hábitos dañinos justificados por la costumbre, temor,
alarmismo para ganancia de inescrupulosos, higiene personal y social. La
comunicación y educación son las medidas más rápidas y efectivas para atenuar el
pánico. Recordemos que, por medidas populistas del fujimorato en 1991, el
cólera se expandió, pese a las extremas normas que había implantado el entonces
ministro de salud, Carlos Vidal Layseca, quien renunció por no concordar con
las populacheras acciones de Fujimori. Tiene que haber espacios para los
expertos y los medios de comunicación, sobre todo la radio, deben de encabezar
esta acción para dirigir a la población ante cualquier amenaza, como el dengue
o el coronavirus.
Voluntad política y social,
¿las hay?
domingo, 29 de diciembre de 2019
PENDIENTES AL 2020 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 29 DE DICIEMBRE)
Estamos cerrando la segunda
década del siglo XXI. Estamos, además, ad-portas de dos bicentenarios, uno de
ellos de exclusividad liberteña. ¿Cómo ingresamos a esta nueva década en la que
llegamos a una suerte de madurez republicana?
La década pasada fue signada
por la corrupción, pesada herencia que recibimos de un fujimorato que destrozó
cuanta institución estatal pudo. Las más afectadas fueron el Poder Judicial y
las instituciones castrenses (sobre todo, el ejército) con las cuales
coquetearon abiertamente una serie de personajes durante los últimos regímenes
electos o, incluso, se coludieron contra alguno para “sacarlo del juego”
político. El estallido empezó en Brasil con el escándalo Odebrecht - Lava Jato
salpicando a muchos países de América Latina, entre ellos Perú. Nuestro país se
convirtió en una suerte de Hub de la corrupción con el beneplácito de nuestros
gobernantes desde Toledo hasta el renunciante PPK. Hubo un puñado de fiscales y
gente del Poder Judicial que quisieron actuar de manera correcta. Pero es
insuficiente; el boicot y la escasez de recursos han sido las principales
razones por las cuales mucho de lo andado por este equipo comienza a hacer
agua. Es inaudito que no haya un equipo más amplio y con un buen apoyo
económico que combata la corrupción. También es difícil hallar personas que no
estén contaminadas en la podredumbre en que han caído muchas instituciones
estatales. Lo hecho en nuestro país por este puñado de fiscales, jueces y
abogados se volvió punto de referencia para sociedades como la colombiana o
mexicana que sufren el cáncer de la corrupción en todas sus esferas sociales,
políticas y económicas. Ese deterioro puede acelerarse si el electorado elige
personas que buscan una curul con el fin de protegerse con la inmunidad
parlamentaria. Esos candidatos y otros personajes son los que quieren perpetuar
el statu quo para cubrirse y amparar a otros corruptos.
¿Cómo ingresa Trujillo a su Bicentenario?
Una ciudad que recibió mal el último Niño (2017) no se repone aún. Ingresando
al tercer año post desastre, la ciudad no está preparada para un fenómeno del
cual se ha aprendido poco. En el último Niño una sola lluvia bastó para hacer
colapsar muchos servicios de la ciudad. Para la reconstrucción se necesitan no
solo criterios técnicos o de ingeniería, sino políticos. Se habla siempre de
liberar zonas que son consideradas de alto riesgo; mas, lejos de pensar con un
criterio de ordenamiento urbano y social, lo que se hace es actuar de manera
populista permitiendo construir en espacios que colapsarán en una siguiente
oportunidad. Se instalan, incluso, servicios básicos como luz, agua y desagüe,
los cuales se malograrán y nuevamente se dispensarán recursos necesarios para
otras áreas como salud o el sistema vial necesario para el grueso de la
población. Se piensa más en votos que en las personas las cuales les otorgan,
de manera equivocada, dichos votos.
¿Hablamos de madurez política?
domingo, 28 de enero de 2018
POR LAS PURAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 28 DE ENERO) LA CARA VISITA DE FRANCISCO AL PERÚ Y SUS LOGROS
Tras una semana, la visita papal
al Perú puede reducirse, como saldo positivo, a la sensación de felicidad de la
feligresía católica. Francisco venía a Sudamérica para ver en vivo y en directo
graves problemas que aquejan a un continente de profundas desigualdades
sociales, situaciones críticas medioambientales y el apoyo a zonas
socioeconómicas deprimidas que recibieron ese fuerte impacto del Niño costero
del 2017. Esos tres temas álgidos, más los casos de pederastia hechos por
integrantes de instituciones católicas, caso Sodalicio en Perú, han sido parte
de su agenda, coordinada con este gobierno. Este había autorizado un cuestionable
indulto humanitario que generó malestar social y desconcierto en el mundo por el
favor negociado a un expresidente. El
enrarecido panorama político local hizo que Francisco se llegara a preguntar
sobre la insólita condición de nuestros expresidentes que están o estuvieron en
la cárcel, o fugados o al borde de ser imputados. E imaginar que PPK fue casi
vacado unas semanas previas.
La visita a Madre de Dios era
con el fin de oír a los “ciudadanos de segunda”, quienes son permanentes víctimas
de mineros, madereros, traficantes de personas, y ahora lo serán de los
constructores. No bien Francisco se fue, a menos de 24 horas de su partida, el
Ejecutivo promulgó la Ley 30723 que declara de prioridad e interés nacional la
construcción de carreteras en la Región Ucayali. Muchos personajes de la
política peruana han aprovechado tomarse un selfie con el Papa, ad portas de
saber lo que se venía. Cinismo e hipocresía. Además, lo sucedido en el barrio
de Buenos Aires en nuestra ciudad sí raya con la desfachatez total. Quizá la
visita a los damnificados del reciente Niño no incluyese mostrar la real
situación de los mismos y, de paso, los “grandes avances” de la anunciada
reconstrucción del año pasado. El gobierno ha hecho una fuerte inversión (una
de las más caras de todas las visitas hechas por este papa en su periplo por el
mundo) con el fin de mostrar un país hermoso, atractivo, seguro, pujante,
justo, inclusivo, en vías del primer mundo. Quizá la elección del barrio de
Buenos Aires haya sido una mala movida para la imagen de nuestro país, puesto
que la visita de Francisco entre planchas de madera prensada ha sido la
comidilla de diarios y agencias internacionales.
Francisco, antes de pisar
Sudamérica, había intervenido al Sodalicio. Los escándalos ya eran difícil de
pasar por alto, pese a algunos intentos de encubrir a encubridores. Ha dejado
que la justicia normal se encargue de estos casos. Hay hombres violadores
comunes en prisión perpetua; y a estos tipos, abusando de su condición, fueron
enviados a exilios dorados. Esperamos que la justicia peruana, magullada con muchos
escándalos de corrupción, se dé tiempo y tome la justa decisión con esos
delincuentes con sotana. Sino, todo indicará que la visita papal fue un evento
más del calendario anual de actividades.
martes, 28 de marzo de 2017
PIURA EN SU HORA (SUMA DE ERRORES EN UNA RICA REGIÓN)
Nací en Piura hace casi 60 años.
Nací un mes después y el mismo año en que los soviéticos pusieron el primer
artefacto humano en órbita fuera de la atmósfera. La era espacial había
empezado. El hombre comenzaba a irse más allá de nuestros confines para dominar
(esa es nuestra filosofía) otros lugares allende nuestro planeta. Piura fue mi
lugar natural durante mis tres primeros años. Cálida, recuerdo dos hechos
memorables de mi niñez: mi primer film en algún cine de la ciudad (un film de
Chaplin) y ver a Xiomara Alfaro, quien había impuesto dos canciones de moda en
esa época (Nunca en domingo y Moliendo café). La mudanza familiar a Arequipa
hizo que me alejase de Piura. Retorné en 1967 a recoger una simpática herencia
que incluía un piano de cola, el cual nunca pudimos trasladar a Arequipa. Sí
recuerdo el problema del agua: riesgo de insalubridad. El agua de Piura,
extraída de subsuelo, era muy salobre.
Por muchos años solo sabía que
cosas que sucedían en Piura por noticieros o diarios. Por mis tíos escuchaba
todo lo que había sucedido en la inundación de 1972, cuando las aguas del río
Piura llegaron más allá de la plaza de armas. Recuerdo lo de la Represa Poechos,
toda la construcción hasta su inauguración en 1976. Ese año con un amigo
decidimos ir a Ecuador y visitamos Piura tras una ausencia personal de 9 años.
Piura había crecido, pero desordenadamente. Lo del Niño del 82-83 fue un golpe
mortal para la ciudad y región; recuerdo situaciones como la de encontrarme con
muchos piuranos en Lima (estudiaba en ese entonces en esa ciudad), familias de
clase media, quienes habían dejado Piura para instalarse en la capital; los
identificaba en los micros y era difícil para ellos: gente mayor a la cual le
iban enseñando cómo desenvolverse en una ciudad nueva y grande, por ejemplo,
para tomar un micro. Era fácil reconocerlos por su hablar y su desplazamiento
tímido en una ciudad que no manejaban. En el 85 retorné a Piura. Ciudad que se
levantaba, fue el año que conocí Canchaque y la bella sierra de esta Región; y
la zona de Sechura con la impresionante iglesia mandada a construir por
Martínez de Compagnon. Piura aún mostraba las heridas de ese duro Niño que le
tocó vivir. Calles en mantenimiento, cambios de tuberías, reparación de
edificios. En el 93 regresé nuevamente a la ciudad y había signos de progreso.
Hasta el 98. Después estuve visitando a un amigo, ya que se había mudado a
Piura y pude conocer la vastedad y riqueza, con mayor presencia. Vi el puente
caído y la placa que recordaba a todos los que murieron ahogados o arrastrados
por las aguas. Ese 2000 hice un viaje alucinante a las lagunas de las
Huaringas. Para cruzar un tramo de la trocha, tenías que ir vadeando un río. Le pregunté al chofer cómo lo hacían en temporadas de lluvias a lo cual me respondió tranquilamente que se quedaban aislados hasta dos semanas. También veías cómo la ciudad
vieja iba siendo demolida para dar paso a la modernidad: el viejo Piura caía para permitir que edificios reemplacen bellas casas semiabandonadas o semiderruidas.
Estuve por Piura llevando a amigos para que conozcan
Paita, Parachique, Sullana, Talara, Negritos, Cabo Blanco, Narihualá, Colán,
Máncora, Chulucanas, Manglar de San Pedro, playa Cangrejos, Yacila, Yapatera,
etc. Hemos cruzado por un bosque de postes de energía eólica inactivo aún cerca
de Talara; hemos visto la nueva planta de fosfatos y la que estaba en
construcción de Cementos Pacasmayo, empresa que se está mudando a esta Región.
He visto Poechos, que acompaña a otra represa más pequeña: San Lorenzo. La ciudad
se ha plagado de nuevas edificaciones, crecen malls por todas partes, algunos
mucho más grandes que los que Trujillo o Chiclayo, ciudades más grandes
poblacionalmente hablando; la ciudad y la Región son ricas. Pero, ¿qué ha
pasado con toda esa riqueza? ¿Para qué ha servido este boom de todo nivel para
una zona que ha sido doblegada por este último Niño? Como de costumbre, se han
construido edificaciones sin criterios ni orden, se han zonificado espacios de
alto riesgo sin medios de amortiguación (como bosques o grandes parques, por
ejemplo)
El Gobierno Central, en 2015,
destinó mucho dinero para esta Región pues se sabe que es una de las afectadas.
¿En qué se ha invertido el mismo siendo responsable del mismo el Gobierno
Regional de entonces? Se está difundiendo por redes que en el 2007 se rechazó
un proyecto de prevención para ser aplicado al río Piura y todo su cauce, y fue
rechazado por no tener retorno económico (como pasó, en cierta forma, con el rechazo al
pedido para la zona de El Porvenir).
La gente comenta la ira divina
para apuntar los ojos hacia el lado incorrecto; lo que debe de entenderse que
más grande y peligroso es la estupidez humana o, lo que me parece más viable,
la corrupción de esas personas que a la larga son las causantes de pérdidas
humanas y materiales que ahora estamos sufriendo. ¿Prescripción para estos
casos? Si el asesinato intencional está incluido ahora dentro de los delitos
que pueden prescribir, bueno. La sociedad civil tiene la palabra.
miércoles, 22 de marzo de 2017
BREVE CRÓNICA DE UNA CIUDAD ABATIDA (TRUJILLO Y SUS HUAICOS NATURALES Y SOCIALES)
Miércoles 22 de marzo. Luego de
una semana de lluvias y huaycos (riadas de lodo y piedra), salí a ver cómo
estaban mis amigos y una parte de la ciudad: el centro histórico de Trujillo. Premunido
de una máscara, gorro, agua y una cámara fotográfica me enfilé hacia la Av.
América Norte, ubicada a dos cuadras de mi casa. Mi caminata fue un poco accidentada,
pues se habían colocado bolsas de arena en lugares que entorpecían el paso o lo
obstaculizaba del todo. Además se veían muchas calles con el acceso a ellas
totalmente cerrado. Ojalá que alguno de sus residentes no vaya a pasar alguna
urgencia, pues la posibilidad de llegar a cualquier domicilio en esa calle es
nula. Agreguémosle la cantidad de tranqueras que se han colocado en varios
barrios para que uno imagine el caos que hay en la ciudad. Y muchos vecinos han
sacado sus bolsas de basura para depositarlas en las calles a las cuales, tal
como están las cosas, dudo que llegue el camión de recojo. En varios aspectos,
los ciudadanos, más que ser parte de la solución, somos parte del gran problema
en situaciones como estas. En realidad, tenemos de nota en Civismo: 0.
Luego de seis riadas, el Centro Histórico ha sido uno de los barrios más castigados de la urbe. El Porvenir y
Buenos Aires, ambos equidistantes, son también los que más graves consecuencias
han tenido. Estos barrios han sido construidos sobre varios lechos de ríos
secos que se activan en temporadas pluviales como esta. Recuerdo una visita que
hice por el sur de Israel, zona generalmente desértica, en la cual hay lluvias
esporádicas pero violentas. Las autoridades habían planificado estos lugares
llamados Wadi (un poco como los lechos de ríos secos) para que nada se
construyese sobre ellos y que haya advertencias para cualquier visitante, fuera
de refugios por su hubiera una furtiva riada de agua. Me tocó la experiencia de
vivir una tormenta sorprendente con rayos que iluminaban la noche y que
retumbaban sobre las cabañas en las que estábamos hospedados; al día siguiente,
hubo una fuerte lluvia y vi cómo esos lechos secos se cargaban de agua que
formaban una fuerte corriente y que arrastraba con todo. Buen susto, pero todo
bien previsto. Aquí varios de estos lechos son zonas urbanizadas e incluso
lotizadas “legalmente”, producto de invasiones, traficantes de tierras y de
políticos inescrupulosos para obtener votos futuros. A mi parecer, hay zonas en
las cuales la intervención de un proyecto de canalización de aguas significará forzosamente
la expropiación de casas e incluso cuadras para construir un gran canal dren
para la ciudad. Esperemos que haya ese líder que se faje esta impopular medida,
pero necesaria si la ciudad en su conjunto quiere seguir existiendo. Las
medidas hechas en Ecuador para su sistema de drenaje han sido extraordinarias,
un verdadero ejemplo para el de nosotros, el país que lideraba la economía del continente
y no ha sido capaz de crear verdaderos proyectos de impacto social como sí lo
ha hecho Ecuador. 19 años perdidos desde el Fujimorato con el Niño del 98 y 34
años desde el Niño 82-83 desde el segundo gobierno de Belaunde. Tiempo perdido.
Sigamos con el lamentable
periplo. Entré por la Avenida Manuel Vera Enríquez para encontrarme con un
tráfico endemoniado y que levantaba un polvo bastante dañino. Esta tierra llegó
del famoso camposanto de Mampuesto, un ex reservorio chimú ahora un cementerio.
Huelgan las palabras para preguntar cómo es que este reservorio natural terminó
de cementerio que colapsa por ¡segunda vez! Imagino que en la era Chimú, muchos
canales se servían de estas aguas cuando había lluvias cuyas aguas alimentaban
este reservorio natural. Ahora no existen esas fugas o las mismas se han
convertido en calles, avenidas o manzanas de casas. Al llegar a la esquina
entre la avenida mencionada y la 8 de Octubre me hallé con un microbús atascado
en un hoyo abierto por la corrosión de la capa asfáltica. La presencia de
varios policías de tránsito como algunos voluntarios controló el tráfico de
gente desesperada de salir como sea de ese tráfago. La gente acataba las
reglas, pero no faltaba algún abusivo en camionetas 4x4 que generaban desorden:
increíble, no era el transporte público, sino energúmenos al volante que se
creen con todo el derecho del mundo a avanzar sin respetar a los demás; incluso
algunos parecían tener la intención de arrollar peatones. Subí un par de cuadras
la avenida 8 de Octubre y la situación era caótica. Muchas calles estaban
bloqueadas u otras llenas de lodo de la riada del domingo 19 (la que fue más
fuerte). Me dirigí nuevamente a la Avenida Manuel Vera y tomé la dirección de
Av. España. Era un caos total, los policías indicaban a los choferes de no
tomar la Vera Enríquez por la cantidad de barro acumulado. Crucé hacia la calle
Junín. Un triste panorama; sin embargo, ya había maquinaria removiendo el barro
para que haya un tránsito fluido. Tres cuadras de Junín, cercanas a la calle
San Martín, estaban llenas de lodo y basura. Y así sucedió con todas las
transversales a San Martín, la que ha soportado todas las riadas y, quizá, las
que vengan aún. Cuando escribo esto, ya están anunciando otra.
Entrar a San Martín es sentirse
desolado. Imagino la pesadilla que habrán vivido residentes y comercios que se
hallan en esta calle. Aún discurría agua cerca de las bermas. Me acerqué a la
Alianza Francesa a ver el edificio. No había nadie, pero luego hablé con el
Director y me comentó que habían previsto varias medidas: cubrir objetos y elevarlos,
igual libros y otros materiales, asegurar ventanas y puertas. En el 98, el
entonces Director vio pasar flotando un gran conteiner de basura desde la
avenida Miraflores. No sé qué habrán visto esta vez. Me acerqué al restaurante
de unos amigos, el Patio Rojo: daños considerables. Espero que los bancos
tengan una política de préstamos blandos a muchos pequeños y medianos
empresarios que han sufrido pérdidas parciales o totales de sus medios de
trabajo: es lo mínimo que pueden hacer, ya que ahora te prestan dinero a por
doquier. Solo espero que no sea una política de usura total que es la esencia, en
cierta manera, de un banco.
Seguí caminando por San Martín y
vi las tres casas que amenazan desplomarse. Creo que se haría una acción de
emergencia, ya que la gente pasa al costado de ellas sin medir el peligro de la
caída parcial o completa de una de estas casas. Lamentable. Esta vez me dirigí
hacia el Club Libertad. Hablé con el Sr. Anticona, guardián del lugar; me contó
aterrado cómo el agua y el lodo ingresaron en el local inundando parte de las
canchas de básquet y la entrada. De ahí me dirigí hacia la calle Almagro. Antes
di una mano a un señor gasfitero que iba a hacer unos arreglos a una casa, el
señor es discapacitado físico y no podía subir los montículos creados con los
sacos de arena. Vi otros casos más; si la ciudad en sí es poco amable con los
discapacitados físicos, por estos días el panorama es peor. De Almagro fui
hacia la Plaza de Armas que yacía aún con polvo, pero ya no como la vi
fotografiada el domingo. Subí por Pizarro y en el camino te encuentras con vendedores
improvisados de venta de mascarillas. Fui a una farmacia a comprar una medicina
que sí había, aparte pregunté por mascarillas: agotadas. Todas estas están en
las calles sobrevaloradas. Imagino que el índice de inflación por estos días
debe de estar llegando más allá del 40 %. Seguí por Pizarro, quise tomar un
jugo y no tenía vuelto: el billete de 10 o 20 soles era raro. Me abstuve y me
dirigí hacia la Casa de Emancipación: cerrada. Luego Club Central: cerrado.
Doblé por Junín para ver Santa Clara: cerrada. Tomé la calle Independencia
hasta España en cruce con Av. Del Ejército. Crucé la avenida, ya no tan caótica
para dirigirme hacia la Av. Miraflores. Aquí ya es otro el panorama y el caos
volvía a cundir.
La Av. Miraflores ha sido el cauce “natural” de estas riadas. El
asfalto se ha hundido por muchas partes, pero no se ven dichos huecos por la
presencia de agua. El caos se iba acentuando a medida que uno se acerca a la
Av. Túpac Amaru. La calle está cerrada y a lo largo de la avenida en dirección
hacia la Av. América Este las calles trasversales están todas cerradas con
barreras de sacos o tranqueras. Es la locura total. En algunos casos, la gente ha
hecho una suerte de fortines que a la llegada del agua la derivan hacia el
vecino afectándolo. Los trujillanos se quejan del molón de Salaverry y ellos
han hecho réplicas del mismo sin importarles a quiénes afectan. Nuevamente, 0
civismo.
Pasé frente al Cementerio de
Miraflores. No vi mucho, pero creo que los vivos se han preocupado más por sus
vidas que por los muertos. Seguí hasta llegar a Borgoño, doblé para ver cómo
estaba la Universidad Privada del Norte, mi ex centro de trabajo, poco
afectado. Luego me dirigí hasta Daniel Hoyle para visitar a María. Estaba tranquila
felizmente. Pero problemas de agua y organización son los que carcomen la
paciencia de la gente. En su casa hice una buena pascana. Como reflexión es la
necesidad de organizarnos para exigir a las autoridades presentes y venideras
en embarcarse en proyectos globales urbanos que consideren drenes, canales,
parques, una urbanización ordenada de la ciudad.
Tomé el camino hacia 8 de
Octubre, luego de mi pascana. También en un estado lamentable. Hay algunos
sectores que han llegado a situaciones extremas: han construido un muro rápido
de ladrillos y cemento.
Trujillo tiene que pensar que ya
somos una ciudad tropical y que esta experiencia sea el punto de partida de una
ciudad mejor. No queda otra. Porque Trujillo sigue siendo un lugar bonito para vivir y lo haremos.
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