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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 26 de julio de 2020

DURAS FIESTAS PATRIAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE JULIO)

Este próximo martes celebramos los 199 años de nuestra independencia formal. El ambiente festivo y popular que muchos peruanos solíamos celebrar será totalmente diferente. Será un día más de angustia para millones de peruanos que han sufrido esta pandemia de una manera u otra: un descalabro económico, un problema de salud o un familiar fallecido o en agonía. La gente, desesperada, se vuelca a la calle, sea para ganar dinero o para buscar algún tipo de remedio para los efectos del COVID-19 que está golpeando a todos los estratos sociales. Hay ciudades en las que se creía que esta enfermedad había sido controlada, pero el relajo de las medidas, la presión de actores económicos más la incapacidad de autoridades, como el ejemplo de Arequipa, han pasado una dura factura a muchos ciudadanos que se ven afectados por los demoledores efectos de la enfermedad y la indolencia de autoridades regionales o locales díscolas e incapaces de entender la real situación de esta emergencia. Pero ese comportamiento, tengámoslo en cuenta, podría agudizarse, pues ya estamos comenzando una nueva carrera electoral que ha de concluir en junio del año entrante en una hipotética segunda vuelta.

Martín Vizcarra dará su último discurso este año. Le tocó asumir riendas de un país zarandeado por la corrupción y ahora por una pandemia que está asolando no solo al nuestro, sino a todos los países del mundo. Sin embargo, el COVID-19 ha abierto, pese a todo, nuevas perspectivas para la sociedad peruana. Hay que refundar muchas cosas, desde el nuevo rol del Estado en sus funciones y el replanteamiento de la participación de la sociedad peruana. Vizcarra, ya de salida, debe de generar confianza, restablecer el sentido de autoridad y manejar los recursos que beneficien al mayor número de peruanos.

Esta realidad es, pese a todo, una oportunidad para iniciar una intensiva campaña de formalización en todos los niveles y quehaceres de la sociedad y futura responsabilidad del nuevo gobierno. La informalidad alimentada por un viciado concepto de emprendimiento debe de ser atacada como parte de las nuevas estrategias laborales; no para crear mayor burocracia, sino para que un ciudadano sea reconocido y acceda a formas de integración social, las que han sido mal vistas y manejadas en las últimas décadas. La informalidad, como un cáncer, se ha enquistado en todos los sectores y esa fue una de las poderosas razones por las cuales la sociedad en su conjunto se desplomó en los primeros meses del aislamiento social. Los rubros de Salud y Educación son los otros pilares sensibles en los cuales el Estado debe de retomar el timón. Es muy irónico que muchas personas que critican la situación sanitaria hayan estado defendiendo por décadas el debilitamiento de la presencia estatal en este rubro. En el educativo, ya se han visto los desequilibrios evidentes y las brechas por cerrar.

Veamos cuáles serán los planes de gobierno de los futuros candidatos.


domingo, 19 de julio de 2020

DUDAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE JUNIO TRUJILLO)


Un nuevo Premier. Nuevos ministros. El anterior gabinete presidido por Alfredo Zeballos sale golpeado tras haber lidiado con esta pandemia que no cesa de crecer. Del gabinete anterior se retiran varios ministros, algunos de los cuales han sido objeto de cuestionamientos por su capacidad para hacer frente a la dantesca situación; entre los salientes, son los de salud, Víctor Zamora, y de trabajo, Sylvia Cáceres, pues han sido las carteras más “calientes” durante estos últimos cuatro meses: el de salud, por la situación a la que se ha llegado y la de trabajo por el cuantioso número de puestos de trabajo perdidos tras la cuarentena. Otros como interior también reciben diversas objeciones por el manejo de diversas instituciones a su cargo como sucede con la Policía en el que se han visto numerosos casos de corrupción, incluso de altos funcionarios. Pero cabe recalcar que la situación es grave, puesto que muchos de los sistemas públicos como Salud, Seguridad y Educación fueron hasta intencionalmente debilitados por la mala política hacia lo estatal en las últimas décadas. Esta es una responsabilidad que debe recaer en el gobierno a elegirse en 2021.
Por la composición de este nuevo gabinete y las propuestas que alcanza el nuevo Premier surgen varias preguntas. No bien se anunció la designación de Pedro Cateriano, las redes sociales estallaron, tanto a favor como en contra a su elección.  Cateriano ya conoció la urdimbre barroca de palacio. Más ruido generó la designación de algunos nuevos ministros encargados de carteras pesadas en estos tiempos de crisis sanitaria. La promesa de “sudor, honestidad y conducta democrática por un Perú más justo y libre” va acompañada de muchos temores y alertas por la designación de algunos nuevos ministros. Hay temor de atropellar derechos laborales y cometer crímenes ecológicos por activar la economía. El caso de Pilar Mazzetti en Salud es interesante; varias voces clamaban su retorno a esta cartera; esperemos que sus decisiones profesionales puedan lidiar contra la posición de mucha gente que quiere poner a marchar la maquinaria económica relegando medidas para atenuar la rapidez del contagio. Se habla del retorno a una nueva cuarentena, la cual no sería nada raro, pues ya se ha visto en otras naciones. Ana Cristina Neyra, nueva ministra de Justicia y DDHH, sube en momentos en el que la Fiscal de la Nación denuncia constitucionalmente a Tomás Gálvez y otros implicados en el caso Cuellos Blancos; además, España permite la extradición de César Hinostroza. Aunque autónoma en sus funciones, la Fiscalía necesita de recursos y disposición de procesos, los cuales deben ser prioridad para luchar contra la corrupción. Pero el más intrigante es el joven ministro de trabajo, Martín Ruggiero, cuestionado por muchos por carecer de experiencia en una cartera tan sensible al haberse perdido casi millón y medio de trabajos. Su actuación será observada acuciosamente por millones de desempleados.

domingo, 12 de julio de 2020

ELECCIONES CON TSUNAMI (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 12 DE JULIO)


Qué semana. Domingo, 5 de julio. Entre tirios y troyanos, diversos congresistas de la Comisión de Constitución proponen un bodrio que levanta una polvareda en la opinión pública peruana. El despropósito de un grupo destemplado propone un proyecto amorfo con el prurito de molestar al Gobierno actual tras haberles corregido la enmienda del inicial propósito: levantar la inmunidad parlamentaria congresal, que se ha convirtió en un blindaje escandaloso de delincuentes de toda catadura para acceder a un escaño. Esta protección ha permitido que se hayan encubierto a mañosos, cutreros, estafadores, mentirosos, sospechosos de narcotráfico. Un gran etcétera. La colectividad reaccionó y empezó con el desbande del Comité Consultivo de dicha Comisión en rechazo a ese soberano engendro que nació con una intención malévola de que, al final de cuentas, este proyecto sea rechazado por ser inconstitucional.  Pues sí, todo apunta a que ese Frankenstein no pase la aprobación y vuelvan a las mismas aguas, quedando toda esa estela delincuencial en las mismas condiciones. Impunidad. Astutamente hicieron esta maniobra cuando la sociedad peruana atraviesa los momentos más graves de la pandemia que la merma en todo sentido: social, económico, cultural y, por supuesto, político.
Miércoles 08 de julio. El actual presidente, Martín Vizcarra, convoca formalmente a Elecciones Generales para el domingo 11 de abril del 2021 y una posible segunda vuelta de haber mayoría para presidente el 06 de junio. Esta convocatoria va en respuesta contra la famosa Comisión que venía estudiando la posibilidad de aplazar dichas elecciones hasta mayo del mismo año. Un verdadero contraataque que cambia muchos escenarios y, debido a los plazos, comienzan a moverse otros hilos que aparecerán dentro del próximo ambiente electoral en el marco de esta atroz epidemia. El COVID-19 ha desnudado muchos errores acumulados por décadas, fomentados por los diversos partidos políticos y sus líderes al aferrarse a un modelo que aparece, frente a esta realidad, como el causante de muchos males acentuados en los últimos 30 años: se lo ha visto en salud, en educación, en el manejo de los fondos de pensiones, en el sistema bancario, en la lucha contra la corrupción, en el crecimiento de la informalidad. Estas serán las promesas electorales de enmienda de los 24 partidos que quedan para la contienda. Por eso no es nada raro que resuciten personajes con relatos electorales que apuntan hacia una sociedad devastada con muchas necesidades. Esos serán los caballitos de batalla para estas nuevas elecciones.
Pero, los últimos sucesos debilitaron a casi todos los partidos políticos por el accionar de sus congresistas. APP y AP han protagonizado escándalos que les pasarán la factura por sus abstenciones y propuestas, así como la persistencia de FP de defender un sistema injusto moverá el sentimiento electoral. Ahora, ¿qué nos irán a prometer? Los electores debemos escuchar.

domingo, 5 de julio de 2020

SOBREVIVIENDO AL COVID-19 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 05 DE JULIO)


1 de julio, 2020. Se levanta la cuarentena. Desde el confinamiento riguroso a partir del 16 de marzo, varios fallidos intentos se hicieron con el fin de evitar la expansión de una pandemia que la sabíamos desastrosa para lo cual se idearon diversos protocolos con el fin de detener su incontenible avance como sucedió en Asia y Europa. Se empleó diversas estrategias, pero hubo una buena dosis de desconocimiento de un país debilitado en sus estructuras estatales en las últimas décadas en educación, seguridad y, ahora añadimos, salud. Pocos son los países que han sabido controlar la pandemia. Los que priorizaron la economía la están pasando mal, bastante mal. China, Italia, USA, Brasil, Chile (país que pronto pasará al nuestro en cuanto a contagios y fallecidos) y ahora el nuestro, han aplicado diversos métodos contra un enemigo invisible y que ha “aprovechado” todos los medios alcanzados por esta sociedad para su rápida expansión. Algunos países que “relajaron” el confinamiento se han visto en la necesidad de volver a este pues los contagios volvieron a subir. Como me comentaba mi hijastra quien es médico en Portugal, la gente volvió a la supuesta normalidad y el país lusitano, modelo de control, ha entrado en emergencia por la irresponsabilidad de muchas personas, sobre todo jóvenes, que retomaron sus ritmos de vida y diversión sin medir las consecuencias; una simple fiestecita playera fue el foco infeccioso que llevó a casi un centenar de imberbes y sus familiares a copar algunos hospitales lisboetas.
¿Y nosotros? Fuera de la irresponsabilidad e indolencia demencial, y la urgencia social, hay otras situaciones alarmantes. Por ejemplo: basta ver el pésimo servicio de transporte público, las posibilidades de un rebrote son bastante altas. La pesadilla heredada por décadas, el transporte público exige ahora una obligatoria revisión profunda. Los líderes del transporte público privado planteaban a sus usuarios la posibilidad de cobrárseles casi 5 soles por pasaje por un servicio de pésima calidad y que hace que los pasajeros vayan literalmente como ganado. La necesidad de transporte masivo a escala se impone en urbes en las que el panorama es cada vez más lamentable y en franco deterioro. El sentido de las ciudades grandes como centros atractivos de trabajo tienen que replantearse lentamente. Existen diversas anomias sociales, puesto que nuestras ciudades crecen desmesuradamente por el centralismo económico, social, laboral, académico, cultural, político; esta anomalía histórica incrementa el cáncer de la informalidad, fuera del debilitamiento de las estructuras del Estado. Además, es evidente que las grandes ciudades han sido los principales focos de infección que se ha dispersado por el resto del territorio. Situaciones como estas han sido lamentablemente una forma de aprendizaje.  
Gremios profesionales y la Academia deben de plantear propuestas urgentes y atendidas por el sector político.