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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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viernes, 9 de agosto de 2013

CLÁSICOS DEL CINE FRANCÉS

Desde la aparición del cine en 1895 con las primeras proyecciones de los Hermanos Lumière, Francia ha desarrollado una intensa, rica y creativa producción cinematográfica, ciertas veces alterada gravemente por las dos grandes guerras mundiales (sobre todo la segunda) que sumió en la oscuridad al arte y la intelectualidad gala. Las primeras proyecciones en el Café de Capuchinos en diciembre de 1895 permitieron dar los primeros pasos de esta nueva arte. Pero fue gracias a la visión de un gran artista como lo fue George Méliès que el cine ocupó su lugar como la séptima manifestación estética global. La segunda gran globalización a causa de la Revolución Industrial y el desarrollo de la tecnología prepararon el advenimiento del cine de manera rápida; primero fue la fotografía, la que dio paso a la imagen en movimiento, la que había sido previamente captada por aquella (la fotografía); ya no había sólo que congelar la imagen, sino darle movimiento (de ahí el nombre de cine-movimiento/grafos-figura). Los Lumière vieron su invento como otro descubrimiento más de la revolución tecnológica que iba a ser el motor del siglo XX. Méliès vio en este nuevo aparato como la revolución del entretenimiento. Y como todo experimentador, fue viendo todas las posibilidades de esta arte con sus implementos: ver qué se puede hacer con la cámara y con los demás implementos de la creación de las historias: guión, escenografía, vestuario, etc.
La situación privilegiada de Francia como centro de cultural y arte hizo que muchos artistas se estableciesen dentro de sus fronteras para dar sus aportes, así vemos a Carl Dreyer y Fritz Lang dirigir en Francia; vemos a artistas rusos, muchos de ellos refugiados de la revolución bolchevique, afincarse en la pantalla gala: Iván Mosjukin y Nathalie Lissenko. Algunos grandes fotógrafos apoyarán, como el ruso Rudoph Matté, en la producción de los primeros grandes filmes del mudo y del sonoro. Pero las guerras mundiales y las crisis económicas van a mermar la producción cinematográfica. Ante la sombría ocupación nazi, muchos artistas tuvieron que irse hacia los Estados Unidos para poder seguir viviendo; algunos de ellos tuvieron suerte, pero la mayoría tenía problemas con el idioma o con la forma de trabajo del sistema hollywoodense. La culminación de la última guerra mundial significó el retorno al trabajo de grandes directores como Jean Renoir (quien a las justas había culminado con la obra maestra La règle du jeu-La regla del juego- cuando estalló el conflicto en 1939. Tras la caída de Hitler, las reglas del juego iban a ser diferentes para la Europa occidental. El plan Marshall para la reconstrucción de las economías de varios países suponía postergar su independencia y tener una sutil presión en las decisiones políticas de muchos de ellos, como sucedió abiertamente en Italia y Alemania, sobre todo. Bajo esa  sombra, la producción cinematográfica de muchos de estos países se vio muy afectada y sobre todo relegada de circuitos comerciales de distribución. Hollywood quedó como el omnipotente centro de producción de cine y su estilo inundó el mundo. Pero no todos querían ser sometidos y surgen escuelas como el Neorrealismo. Francia, pese a todo, mantuvo un carácter independiente en todos los campos posibles, incluido el político e intelectual. El surgimiento del Festival de Cannes apunta también a dar un buen contrapeso al poder que tenía Hollywood; la línea estética impuesta por sus estudios se va a ver cuestionada con mucho éxito con la Nouvelle Vague, que ayuda a la sociedad francesa hacia su famosa Revolución del 68. Es por eso que artistas del cine francés se reúnen para hacer su anti- Oscar (El César) y se vuelve una suerte de política de estado, no muy bien visto por el gobierno norteamericano, ya que no participaba “en una leal competencia del libre mercado”. Lastimosamente en la primera década del siglo XXI hubo varios promotores que se inclinaron ante el gran imperio. Sin embargo, la posición de diversos artistas dio y da grandes frutos, puesto que Francia no ha dejado de producir grandes filmes, ni ha dejado de aportar diversos avances tanto en la producción, creación o concepción cinematográfica.

LA CHUTE DE LA MAISON USHER (LA CAÍDA DE LA CASA USHER)  JEAN EPSTEIN 1928 Francia ha sido siempre un lugar de experimentación cinematográfica, tanto en la técnica como en la creación textual para filmes. El surrealismo encontró un campo fértil entre el mundo artístico e intelectual gracias a la diversidad de corrientes que se comienzan  a gestar en el hervidero que fue Europa entre guerras. El desarrollo del psicoanálisis permitió ese mundo onírico que se gestó en las artes visuales, sobre todo en la pintura y el cine. Las exigencias oníricas presionan sobre la capacidad creativa de los artistas, y estos navegan en los recursos técnicos. El cine experimenta con  la imagen y la escenografía; así como en la fotografía tenemos a MAN RAY, o DALÍ en la pintura; en el cine lo va a ser LUIS BUÑUEL, JEAN COCTEAU y JEAN EPSTEIN. Este film presenta todo ese campo onírico que significó el periodo surrealista. Un clásico.

À NOUS LA LIBERTÉ (¡VIVA LA LIBERTAD!)  RENÉ CLAIR 1931 Este es un filme que habla sobre la amistad, la importancia del hombre por encima de las demás cosas, el valor de lo humano frente a la frialdad del sistema económico que nos vuelve cifras y no personas. Es una denuncia contra el implacable avance de la deshumanización (¿se ha hecho algo?), la maquinización de nuestras vidas y el avance incontenible de la soledad. Algunas de las escenas memorables de esta película fueron tomadas por otro gran director, Charles Chaplin, quien vio el poder de estas imágenes para poder explicar lo inefable del mundo moderno. Por eso, quien haya visto TIEMPOS MODERNOS (1936), hallará escenas-lugares comunes. Todo un testimonio en defensa de lo humano frente a la frialdad del sistema. Una lástima que haya caído en el vacío.

L´ATALANTE (LA ATALANTE) JEAN VIGO 1934 Si alguien quiere ver poesía visual, este filme será todo un placer estético nuevo de la imagen en blanco y negro. Esta bella película dirigida por Jean Vigo (un director incómodo para el sistema quien murió muy joven) es la historia de personajes que van en un barco cuyo nombre lleva el título del filme. El trabajo fotográfico está en manos de Boris Kaufman, quien había trabajado con Dziga Vertov (uno de  los fundadores del KINO GLAZ) en la Unión Soviética. La historia va entre la realidad y el sueño, y de eso se encarga el trabajo fotográfico. Una verdadera joya.

PEPE LE MOKO (EL DEMONIO DE ARGELIA) JULIEN DUVIVIER 1936 La Argelia ocupada por los franceses es un lugar de garitos y corrupción, por sus calles caminan truhanes y ladrones. Conviven con el orden de manera tácita. Pero hay un cabecilla incontrolable al que se le debe capturar, ése es PEPE, interpretado por JEAN GABIN; es un héroe atractivo, sórdido, el rey del submundo delincuencial. Pero un hombre que tiene sueños que ansía cumplir y que las circunstancias no se permiten, ni se lo permitirá. Es un film noir de rara belleza en una Francia que está a poco de verse sumida en la Segunda Guerra.
  
LA  GRANDE ILLUSION (LA GRAN ILUSIÓN) JEAN RENOIR 1937  Una gran película antibélica por antonomasia dirigida por Jean Renoir, hijo del famoso pintor del impresionismo Auguste). Reunió a actores de ambas naciones en futura confrontación, como es el caso de Erich Von Stroheim – Rauffenstein en la película- Jean Gabin, Dalio (que hace el rol de un judío, situación tan escabrosa para el momento, cuando en toda Europa se hablaba de las políticas antisemitas). La convivencia de un soldado francés con una campesina alemana chocó contra la intolerancia que se vivía en ese entonces cuando todos sospechaban de todos. Es por eso que muchos países la prohibieron y recién se pudo verla tras el fin de la guerra. Por otro lado, se ve tanto en Rauffenstein como en Boëldieu, la inevitable decadencia de aristocracia militar por el apabullante desarrollo tecnológico. Y lo mejor de todo, la historia sí sucedió y muchos quisieron negarla por lo incómoda que resultaba para el momento.

UNE PARTIE EN CAMPAGNE (UNA PARTIDA EN EL CAMPO) JEAN RENOIR 1936 Un breve film basado en un relato de Guy de Maupassant, de solo 39 minutos, suficientes para mostrar a través de bellas elipsis, las relaciones humanas. Un simple paseo en bote en una breve excursión dominical es motivo para rendir un sentido homenaje del director a su padre, el pintor impresionista Auguste Renoir. Algunas pinturas suyas sirvieron como inspiración para hacer la escenografía de muchas escenas. Belleza sutil en cada imagen.

QUAI DE BRUMES (MUELLE DE BRUMAS) MARCEL CARNÉ 1938 Un film oscuro, un verdadero film noir y que llevó a la fama a un gran actor iconográfico del celuloide francés: Jean Gabin.  La historia dialogada por Jacques Prévert en base a la novela de Pierre Dumarchais nos remite a un desertor que se dirige hacia la ciudad portuaria de Le Havre. Se involucra con los bajos fondos de esa ciudad, huyendo de ser capturado por la policía del ejército. Se propone huir en barco, pero de repente conoce a una joven de 17 años que le cambia las cosas. Esa joven es Michèlle Morgan, otro gran futuro icono del cine galo. Obra de gran realismo poético marca el inicio del trabajo en conjunto entre Prévert como guionista y el director Carné.

LA RÈGLE DU JEU (LA REGLA DEL JUEGO) JEAN RENOIR 1939 Inmenso film, considerada entre las cinco mejores películas de todos los tiempos. Un documento en el que se preocupa de mostrar que el mundo no tiene nada de diferente al mundo del hampa. Es una feroz crítica al orden social y a esa disparatada formalidad que hace cubrir de apariencias el mundo para mantener el statu quo. En realidad, los humanos salimos mal parados después de esta experiencia, puesto que no hay persona que no sea afectada en algo por su contenido. Creo que Renoir tuvo siempre esa intención: no dejar a nadie incólume.

LE JOUR SE LÈVE (AMANECE) MARCEL CARNÉ 1939    Un film que va presagiando el mundo violento de la guerra que ha de estallar ese año y que asolará toda Europa por seis años. La sencilla historia de un simple obrero que se ve enganchado en un lío entre dos mujeres y un seductor. El seductor, un hombre de circo, manipula la ingenuidad de las personas (oscura referencia al desarrollo del fascismo en Europa) y el obrero, en clara referencia a una soterrada lucha clasista, se opone y trata de enfrentarse a este truhan. La muerte de este desencadena una tragedia que culmina cuando amanece.



LES ENFANTS DU PARADIS (LOS NIÑOS DEL PARAÍSO) MARCEL CARNÉ 1945 Considerada la más bella película francesa de todos los tiempos, el director Marcel Carné rinde homenaje al teatro francés y a los niños que se solían apostar en la cazuela del teatro Paradis para ver a sus actores favoritos. Filmada durante la ocupación nazi, es un testimonio de valor que reúne a grandes artistas como Jacques Prévert, Joseph Kosma, Jean Louis- Barrault, Maria Casarès, Arletty. La filmación fue larga y muchas veces detenida por problemas varios, sobre todo de presupuesto; se empezó en 1942 y transgredió una serie de reglas de la censura que había impuesto el gobierno de Vichy. Recién pudo estrenarse cuando Francia fue liberada.