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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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sábado, 31 de diciembre de 2011

TERÇA FEIRA CARIOCA


Martes 29 de noviembre. Luego de haber presenciado una buena final el día anterior y haber buscado desesperadamente algún restaurante abierto a las 11 de la noche, nos fuimos a descansar para estar despejados para el primer día de actividades de la Alianza. Las actividades empezaron en punto a las 9 de la mañana con una presentación colectiva y en la que hubo ciertos equilibrios y desequilibrios que iban a surgir a lo largo de este evento. Brasil, de por sí, ya es un país continente y tiene algunas decisiones que le son particular. Pero como era el día de mi cumpleaños, me hice un pequeño regalo: visitar el Concorvado.

A las 11 de la mañana había acordado con Marcela Pardón y la chica cubana que había participado el día anterior en el espectáculo musical, encontrarnos todos en la recepción de nuestro hotel: puntualmente llegaron todos y las chicas ya se habían organizado. Bastante prácticas ellas, ya se habían averiguado las diversas formas para llegar al lugar. Como el lugar se ha vuelto más famoso a raíz de la denominación de maravilla del mundo, las formas para llegar al mismo se han multiplicado y tienen una buena difusión entre los turistas. Las chicas ya habían hecho el periplo por metro (¡qué práctico y rápido es un metro! ¿Trujillo estará pensando en uno?), ya se sabía dónde descender. Esto generó una pequeña confusión (descendimos erradamente una estación después) y acudimos a un policía; con nuestro portuñol, nos hicimos entender y éste nos ayudó facilitándonos el retorno hacia una estación anterior; al salir ya del metro, fácilmente accedimos al pequeño bus que nos llevaría hasta la estación del tren que nos subiría hasta otra estación (se sube con pequeños buses) para ascenso final. Ya en el lugar, se acercó un señor ofreciendo sus servicios de ascenso. El precio era el mismo, sólo que no subíamos en el tren. El otro problema del tren es que tenía horarios rígidos y teníamos por uno cada tres cuatros de hora. Así que tomamos entre los tres el servicio de estos taxis que nos hizo una breve escala desde un mirador desde el cual vimos ya un paisaje mejor, despejado, con un sol brillante como nunca. El último tramo fue mucho mejor, rodeado por la verdura y con un tráfico fluido. Este ascenso hacer recordar el tramo de Aguas Calientes a Machu Picchu. Una vez en la última estación, nuestro chofer nos dio las instrucciones para el retorno. Tomamos un bus pequeño e hicimos el último tramo. La llegada al lugar fue un poco accidentada por la cantidad de vehículos que llegaban. Pero aún no podíamos contemplar al detalle el inmenso Cristo, ya que nos faltaba ascender un poco más. Tomamos un ascensor para agilizar la visita. En ese sentido, las instalaciones han sido preparadas para soportar un gran flujo de visitantes. Pero, así como Machu Picchu, el hecho de haber sido nombrada maravilla trae un gran flujo de viajeros y algunas veces el número sobrepasa lo planificado. Ya en el lugar, la multitud era agobiante, tenías que pelearte algún puesto para tener una visión de las playas como Ipanema o el Maracanã. Todo estaba ocupado y tomarte una foto con el Cristo era imposible. Luego de varios intentos infructuosos, cada uno salió retratado con varios turistas más. De hecho, sobre todo nuestra amiga cubana que se plantó en medio de una foto masiva y salió retratada en todas esas cámaras. Fue gracioso, aunque las caras desconcertadas la miraban con un tufillo de odio. Luego de haber permanecido casi una hora y bastante exhaustos y con mucha hambre procedimos a descender. Tomamos otro pequeño bus y paramos en la estación para tomar el vehículo que nos iba a devolver. Nos habían colocado una distinción con la que podíamos tomar otro auto y en el trayecto para tomarlo, se acercó uno: iba a ser la experiencia más terrible del viaje. El chofer estaba viendo en una pequeña pantalla un famoso film brasileño ÚLTIMA PARADA 174, film muy violento que, creo, alteró la adrenalina de nuestro conductor y él alteró la nuestra. Comenzó a descender a toda velocidad y en una curva peligrosa, cerrada, hizo una barbaridad: adelantó a dos vehículos, nosotros sólo contuvimos la respiración. De habernos encontrado con otro auto, indudablemente lo mínimo hubiera sido quedar heridos de gravedad, sobre todo yo que iba de copiloto. La impresión nos dejó mudos a todos, mas nuestro chofer seguía impávido; llegamos cinco minutos después con el fin de buscar con quién hablar para denunciar el caso. Pero no hubo a quién hacerlo (raro). En realidad, tal como Lima o Trujillo, los pilotos de cierto transporte público son bastante irresponsables. Lo vivimos en los taxis (se pasaban la luz roja) y en este caso, lugar al que llegan muchos turistas. Así como están logrando trabajar en mejorar la calidad de vida de las favelas (ya se van viendo mejorías y se exponen los planes y proyectos), hay que trabajar en la conciencia cívica. Y eso lo veo también en lo que Trujillo quiere hacer con sus Bolivarianos del 2013. Si se mantiene esa cultura de informalidad y saturación vehicular que nuestra ciudad vive, la imagen que se van a llevar de Trujillo no va a ser nada positiva. Una cosa interesante: Rio de Janeiro es una ciudad muy poblada y extensa con un buen número de autos, pero no es tan bulliciosa como nuestra ciudad. Además para ser un país con muchos más recursos, veía que en el tránsito había mucho menos camionetas 4x4, vehículos que dan comodidad a sus dueños, pero incomodidad a los demás ciudadanos (siempre y cuando la use para viajar o campo). Hay mucho menos presencia de los mismos, pese a que las calles son mucho más anchas (salvo en el casco antiguo) y un poder adquisitivo más alto.






















Una vez pasado nuestro buen susto, nos fuimos a almorzar. El susto nos abrió repentinamente el apetito. Comimos en un restaurante simpático y tras ello, un buen helado. Las chicas querían ir al Atlántico, a Ipanema, a mojarse los pies. Por mi cuenta decidí regresar y, como en el camino desde la bajada del metro al hotel estaba la Biblioteca Nacional, hice un alto allí para ver la maravillosa exposición de Giorgio Vasari. La Biblioteca es un bello edificio, en la Avenida Rio Branco. Ahí también conseguí una buena cantidad de revistas de Historia que edita la Biblioteca. Tras esta saludable visita, me fui a pie hasta nuestro hotel para descansar un poco. Por la noche teníamos una buena recepción en la restaurada Casa de Correos, en pleno corazón del viejo Rio. Había una inauguración, el de las fotografías de Brassaï, un fotógrafo de origen húngaro que tomó fotos nocturnas de París y también de sus seres noctámbulos. La exposición era parte de la invitación que nos hacía el Embajador de Francia en Brasil. Luego hubo un cóctel con un espectáculo que fue apreciado en toda su magnitud: un grupo de mimos franceses hizo un espectáculo genial, pero la estrategia informativa no fue la adecuada o poco comprendida por lo que el público y se desperdició todo el show. Una lástima. Salimos a comer algo y nos fuimos al hotel Novotel a comer, Iván Dibós nos invitó la cena, gracias también a su esposa. Fue una velada simpática. Así cerraba mi día, mi terça-feira.

jueves, 22 de diciembre de 2011

UNA CIUDAD MARAVILLOSA, RIO DE JANEIRO


Hay algunos viajes que no habías previsto en tus planes y que, de pronto, aparecen delante de ti, inesperadamente, y que son toda una verdadera aventura a tu imaginación. Así un poco podría calificar el viaje que realicé a Rio de Janeiro entre los días 27 de noviembre al 01 de diciembre de este año.
El viaje ya estaba organizado desde el mes de agosto, cuando se acordó que un grupo de representantes de las Alianzas Francesas de diversas ciudades de nuestro país iba a estar presente en el primer encuentro de Alianzas de Latinoamérica y el Caribe en esta ciudad, el primer encuentro de los Estados Generales, reunión en la que se iba a discutir los nuevos rumbos de nuestra Institución en esta parte del continente. Casi 180 personas venidas desde México hasta Argentina y Chile iban a participar en talleres, conferencias y eventos culturales en esta bella,  grande y cara ciudad. Pero merece que hablemos sobre esta fascinante ciudad que fue capital, no sólo de Brasil, sino la primera y única capital europea durante el periodo de la ocupación del reino de Portugal por parte de las tropas napoleónicas en el siglo XIX. Este hecho permitió que la ciudad haya tenido un trato especial arquitectónico como no lo tuvieron otras ciudades del continente.
Salimos el día sábado 26 desde Lima en un vuelo de TAM con una escala de un par de horas en São Paulo. Con tres horas de adelanto, estas escalas nos iban a “robar” en cierta manera nuestros tiempos, puesto que llegamos casi ya para domingo, puesto que ya era medianoche en Rio de Janeiro. Con los traslados y las distancias en esta ciudad de más de diez millones de personas, llegamos casi a la una de la mañana y nos quedó nada más que comer unas hamburguesas para matar el hambre; la otra solución era ir a los restaurantes de las famosas playas de Copacabana, Leblón o Ipanema; pero veníamos con un cansancio que preferimos descansar. Tiempo después nos enteramos que el restaurante ubicado en el hotel vecino al nuestro (Novotel) atendía las 24 horas. Cosas que uno aprende en la vida.
Domingo 27 ya levantados a las 5 de la mañana, hora peruana (pero 8 de Brasil) decidimos aprovechar lo máximo del día, puesto que teníamos libre los días domingo y lunes, los restantes eran días de actividades. La decisión unánime: Pão de Açucar, el famoso Pan de Azúcar, una de los paisajes más emblemáticos de la ciudad. Ir al lugar del teleférico no era complicado, lo interesante es ver que la ciudad ha sido construida en torno a sus grandes accidentes naturales. Han respetado sus pequeñas montañas verdes, algunas de cuyas laderas han sido ocupadas por construcciones de todo tipo, desde edificios lujosos hasta las famosas y temidas favelas. Eso ha generado algunos problemas logísticos, ya que por cuestiones de transporte ir de un lugar a otro es una larga espera, sea por las distancias, sea por la interminable hilera de autos que tiene la ciudad. Aunque era domingo, no escapamos de la presencia de un fuerte tráfico e iba a ser peor en días corrientes. Fuimos en dos taxis hacia nuestro destino inicial. El ascenso se hace a través de modernos funiculares abiertos para poder ver el paisaje, el cual no pudimos ver en su esplendor por ser un día lluvioso. En la base hicimos nuestras primeras compras de recuerdos: por la lluvia, comprabas ponchos o paraguas; opté por este último. El ascenso es interesante y llegamos a la primera estación. Ya la lluvia arreciaba un poco y el paisaje estaba cubierto por nubes bajas. El lugar está rodeado de una cerrada vegetación y no es raro que algún incauto animal se acerque a algunos visitantes. En la primera estación hay una gran sala de proyección que muestra algunos fragmentos de filmes en los que este bello lugar natural se ha inmortalizado; uno de ellos fue un film del famoso agente 007. Pero no podíamos ver mucho del espectáculo natural que estaba bajo las nubes; percibíamos algunas playas y el Concorvado estaba totalmente cubierto. El lugar estaba lleno de turistas. Decidimos subir a la segunda y última estación. Ya allí se comenzó a despejar un poco el cielo y logramos ver un poco más del paisaje. La ciudad está construida rodeando a sus playas, a su lago (Lagoas) y sus montañas. Tras un par de horas, decidimos bajar para ver nuevos lugares.
Al descender, decidimos ir a almorzar algo, pero hallar un restaurante por los alrededores era algo difícil. Decidimos ir al centro de la ciudad, al centro viejo. Fuimos a un restaurante cercano a la antigua Casa de Correos, ahora restaurada y usada como Sala de Exposiciones (había una estupenda exposición de la India); aquí hallamos librerías en las cuales pude conseguir filmes, libros y cd de música brasileña. De rigor. Después salimos en dirección a la Catedral (estaba cerrada), y de ahí nos dirigimos a una joyita que estaba cerca del centro antiguo: el convento de São Bento (San Benito), una verdadera sorpresa oculta entre los edificios de esta zona. La iglesia es una belleza y está en buen estado de conservación. Aquí su página para que puedan ver lo que es: https://www.mosteirodesaobentorio.org.br/. Esto es lo que dice sobre la iglesia que es el espacio que visitamos: "La Iglesia Abacial es una de las iglesias más hermosas de Río de Janeiro, si no la más hermosa, y uno de los principales monumentos del barroco portugués-brasileño. La construcción de la iglesia comenzó en 1633 y duró más de cien años, y las obras se completaron en 1798; más tarde se produjeron cambios menores. La fachada de la iglesia es muy sencilla, contrastando con la riqueza del interior. El trabajo de la talla de madera dorada se llevó a cabo entre 1694 y 1734. La iglesia y el edificio del monasterio son obra de cuatro monjes del siglo XVII: fray Leandro de São Bento y fray Bernardo de São Bento Corrêa de Souza, arquitectos, fray Domingos da Conceição da Silva, escultor y fray Ricardo do Pilar, pintor. Cabe mencionar también al Mestre Inácio Ferreira Pinto, gran tallista y escultor del presbiterio de la segunda mitad del siglo XVIII. La Iglesia Abacial comprende especialmente una nave central, frente a la cual se encuentra la capilla mayor, integrada por el altar mayor, el coro (donde se encuentran los monjes en sus momentos de oración) y el trono donde, en el escalón superior, se encuentra el imagen de la patrona del Monasterio, Nossa Senhora de Monserrate." Interesante es ver que muchos edificios de los 50 o 60 estaban abandonados. No sé si esto obedece a un plan de rescate o es que las empresas, instituciones han abandonado el centro (como sucedió en Lima) para mudarse a lugares con mejores instalaciones. Daba cierta pena y nostalgia caminar entre grandes edificios vacíos, deteriorados, las ventanas con sus persianas colapsadas. Pero muestran el esplendor de lo que fue Rio en su periodo como capital del Brasil. Pese a todo, el país muestra una pujanza abierta, con la clara idea de ser pronto una mega potencia (ya de esto hablan todos los economistas, que la colocan como la cuarta economía del mundo después de China, USA e India).
Tal como uno se ha informado, Rio va a ser la sede de los Juegos Olímpicos del 2016 y una de las sedes del Campeonato de Fútbol. Y la ciudad se está remozando en muchas partes. Lo vimos en su aeropuerto, en muchas zonas de la ciudad y en los planes de recuperación de algunas zonas sociales deprimidas. El rescate de las favelas para la población está dentro de esos planes.
Pero hay problemas sociales latentes; como buenos turistas, nos metimos en algunas zonas vedadas. Atravesamos una avenida y, de pronto, nos topamos con una suerte de boulevard ocupado por gente de escasos recursos. Algunos de ellos nos miraban de reojo, éramos perfectos extraños. Caminábamos cuatro personas (otros partieron antes a descansar) y nos vimos en una situación bastante tensa; correr no era una buena solución, así que caminamos con el mayor de los aplomos y muy atentos a lo que se moviera alrededor de nosotros. La lluvia jugaba puntos a favor, puesto que nosotros caminábamos por la zona central del boulevard, sin alguna protección, mientras que las demás personas trataban de guarecerse del aguacero que nos caía. Cruzamos la avenida y llegamos a un lugar mucho más seguro. Pese a todo, la ciudad no dejaba de mostrar sus esplendores pasados y que ahora deben estar en los planes de rescate.

Por la noche teníamos una invitación a comer un rodizio, invitación que no íbamos a desdeñar, por lo que regresamos al hotel para descansar un poco prepararnos para ir a Ipanema a un buen restaurante y comer como Dios manda. Un buen día para empezar Rio de Janeiro.

jueves, 7 de octubre de 2010

CINEMA NÔVO: GLAUBER ROCHA Y EL CINE DEL HAMBRE

El hambre, la alienación religiosa – cristianismo impregnado de paganismo-,


la sequedad de la tierra castigada por un sol implacable, la dominación colonial de

los monopolios norteamericanos y el caciquismo latifundista son la savia que nutre


a este cine de indignación y de la cólera”

ROMÁN GUBERN, HISTORIA DEL CINE


Hablar de Cinema Novo brasileño lleva implícito el nombre del maestro Glauber Rocha. Los antecedentes de este notable movimiento cinematográfico latinoamericano están en las escuelas europeas como el Neorrealismo italiano y la Nouvelle Vague francesa. Frente a la opulencia de la cinematografía norteamericana de post guerra, las cinematografías europeas estaban envueltas en una fuerte crisis económica como todos los países del continente. Esta situación hizo desarrollar el espíritu creativo de los artistas cinematográficos, quienes crearon historias tomadas de la realidad y héroes anónimos para poblar las pantallas de sus países y, luego, las del mundo. Pese a todas las campañas adversas creadas por Hollywood, el genio de las nuevas corrientes se va abriendo espacio; así llega a Latinoamérica y muchos jóvenes artistas que viven una realidad de carencias hacen suyas estas nuevas propuestas. A esto podemos agregar, históricamente hablando, el triunfo de la Revolución Cubana, la cual va a abrir un nuevo camino creativo a las artes de Latinoamérica desde Río Grande hasta lo más austral del continente. Lo mismo que el famoso boom literario, en cuanto al cine, las producciones argentinas, mexicanas, bolivianas, chilenas, peruanas y brasileñas van a leer de otro modo el cine que viene de Europa, sobre todo de Italia y Francia. Latinoamérica está envuelta en una convulsión social en espiral. Países como Brasil, Bolivia, Argentina e incluso Perú se ven perturbados por diversas crisis sociales que han de desembocar, en la mayoría de los casos, en soluciones golpistas para evitar “el caos social”. Por eso surgen movimientos guerrilleros, algunos tan antiguos como los de la Colombia actual, y otros van a ser diezmados, neutralizados o legitimados por la sociedad política. Tupamaros, Montoneros, Frentistas Populares, pueblan los partes policiales y las páginas truculentas de los diarios conservadores. La acentuada brecha social y económica de nuestros países se ven perturbadas por el triunfo castrista, la crisis de Vietnam, la Guerra Fría, la Revolución Cultural China, Mayo del 68, el Hipismo, el Black Power, entre otros fenómenos sociales de la época. La casta militar de nuestros países, siempre con cierta visión mesiánica y herederos del espíritu caudillista del siglo XIX, usurpó el poder político de muchos países: Paraguay, Bolivia, Argentina, Brasil, incluso Perú.

El Brasil de esa década tenía ese contexto. Uno de los países más grandes del mundo tenía una sociedad de profundos contrastes con ciudades opulentas como São Paulo o Rio de Janeiro, pero también con las zonas más deprimidas del planeta como lo es el sertão, en el noroeste brasileño, zona de los famosos “sin tierra”, ese gran grupo humano que décadas después van a poner, con las clases obreras, a Lula Da Silva. La economía de Brasil crecía para ubicarse entre las 15 grandes potencias del mundo, pero la brecha social, lejos de acortarse, se distanciaba cada vez más. El intento de João Goulart por cerrar esa brecha social terminó en un incruento golpe de estado en 1964, tomando la decisión del exilio en Uruguay. Desde los años 50, algunos gobiernos democráticos, como el de Jânio Quadros, intentaron reducir la pobreza y la fuerte presión social, pero la fuerte influencia de los Estados Unidos sobre ciertas grandes industrias instaladas en el país aliada a una burguesía terrateniente e industrial poderosa y egoísta, impidió abiertamente la democratización social y económica de la sociedad brasileña; es más, los Estados Unidos tuvieron una participación activa en el derrocamiento del gobierno de Goulart, en 1964 y la dictadura comienza a reprimir toda manifestación política, cultural y artística que se oponga al modelo económico propuesto por la junta militar. Son los años de la Iglesia comprometida con la Teología de la Liberación encabezada por Hélder Câmara, los años conocidos como los tiempos de plomo. El arte no solo es restringido, sino que muchos de sus artistas son obligados a ir al exilio, deben partir para evitar la prisión y vivir en la miseria, ya que los fondos se cerraron para diversas propuestas artísticas.

En este marco histórico se sitúa la vida y obra de Glauber Rocha. Su familia era presbiteriana, en un país predominantemente católico; quizá esta situación haya permitido a nuestro Director tener la oportunidad de ver con otros ojos su sociedad, la cual va a reinventar con sus obras cinematográficas. Fue una suerte de niño genio, pues comenzó a hacer crítica de cine desde los 13 años. Luego hizo cortos de cine hasta que en 1963 hace su obra maestra. En ese entonces ya se hablaba de cinema nôvo, que se inició la finales de los 50. Pero las propuestas de Rocha están impregnadas de una temática social muy marcada, una fuerte tendencia marxista. Propone lo que él llama “una estética del hambre” (en 1965, durante un vuelo a Milán para presentar una reseña del cine latinoamericano), esa estética que refleja la realidad sin contemplaciones ni piedades, y comenta que la real respuesta a esta situación es la estética de la violencia, una verdadera respuesta justa cuando la persona sometida se rebela ante la injusticia social, cultural y, sobre todo, económica. Según la propuesta de Rocha, este nuevo cine representa el hambre y la miseria del país, es la carga original de esta sociedad; además Rocha dice que la violencia es una auténtica manifestación cultural, la cual la despoja de primitivismo y le da un valor revolucionario. Es una manifestación de la situación real de su país, sin tapujos; además una forma de auto identificación de esta sociedad para su rescate. Por su posición, partió al exilio. El exilio es esa dura realidad que impide muchas veces al artista poder realizar su obra. Pese a que tuvo espacios creativos, el estar lejos de todo aquello que le servía de inspiración lo limitó muchas veces. A su retorno, y en su última obra, muchos brasileños dijeron que Rocha se había adecuado al sistema, puesto que su obra mostraba una alegoría que lo distanciaba de lo popular. Debido a esta posición Rocha fue postergado y pasó un poco al olvido tras su sorpresiva muerte el 22 de agosto de 1981, con solo 43 años a cuestas.

En este breve ciclo queremos ofrecer dos fases de la obra del autor. Una primera fase que lo acerca al lenguaje marxista de su propuesta y luego a una madurez de dicho lenguaje en dos obras cumbres que le asignaron un espacio en la cinematografía mundial.


BARRAVENTO (1961) este primer largo que realiza en base a un proyecto iniciado por Luis Paulino Dos Santos. El concepto “la religión es el opio del pueblo” corre a lo largo del film. Un hombre instruido regresa a su pequeño pueblo de pescadores y trata de librarlos del fetichismo y animismo que cunde entre los pobladores. El proceso es difícil y se ve lo enraizado que está el aspecto religioso en la población creando entre ellos prejuicios y tabúes. Se ven las costumbres populares y la presión social, todo en una bella fotografía y un paisaje paradisíaco con los que hay en las costas de Brasil. Presenta una cierta irregularidad en la presentación de la historia, pero es un buen inicio.


DEUS E O DIABO NA TERRA DO SOL (DIOS Y EL DIABLO EN LA TIERRA DEL SOL) (1964) La obra maestra de Rocha y una de las películas capitales de este movimiento, la historia se centra en el noroeste brasileño y su inmensa pobreza. El personaje del bandolero, Cangaceiro, es renovado y visto desde una perspectiva de justiciero. Pero en esta dialéctica de personajes, aparece un cazador de bandoleros. El enfrentamiento se da, pero el pueblo hambriento es testigo de una lucha vertical. La película es una demostración clara de la lucha de clases y es un abierto manifiesto de su estética del hambre y de la violencia.


TERRA EN TRANCE (TIERRA EN TRANCE) (1967) El golpe militar del 64 retratado en el celuloide. Este golpe truncó un proyecto social, pero la fuerte censura impuesta por los militares obligó a que los artistas recurrieran a formas metafóricas de mostrar su realidad. Rocha hace un trabajo alucinante y barroco. Un joven que quiere vivir su arte se ve decepcionado por su lideres, quienes se ven sometidos por poderosos para tomar decisiones cruciales para su sociedad. El desencanto alcanza a todos los grupos sociales que pudieran ser factores de cambio, pero son sometidos, aterrorizados o adormecidos por los poderosos. Este film fue la causa final de su exilio.

domingo, 4 de octubre de 2009

MERCEDES SOSA. PENA



Pena. Eso es lo que uno siente en un momento como este cuando sabes que una voz que te acompañaba en tus momentos se ha apagado.

Se ha ido silenciosamente, pero su voz ha quedado marcada en cada uno de los que la oímos por sus discos o conciertos. Mercedes Sosa fue una revelación cuando alguna vez traje un disco suyo en mi casa. La había oído por los años 60, llegó con poca pantalla; llegaba mucha gente del folclor argentino y Mercedes Sosa ya era una voz. No tuve la suerte de oírla como soprano, pero la prefiero (y quiero recordarla así) como una bella contralto, una voz llena, cálida, inmensa como sus letras. Volver a los 17, La Carta, Gracias a la Vida eran temas que iba oyendo con una fruición por saber que había música así. Luego, ya creciendo, fui descubriendo a través de su selección cosas tan bellas como Ginastera. Cuando obtuve un disco de ella con sus conciertos luego del exilio en Europa, entré en un limbo hermoso de lo que era oír La Cigarra, Sólo le pido a Dios, Soy Pan, soy Paz; era la música que debería haber oído siempre. Derrumbo a muchos su Canción de las simples cosas, precisamente por simple, por sencilla, por humana.

No la veremos más en escenarios, pero tenemos un patrimonio inmenso que nos acompaña en la memoria personal y colectiva de cada uno de nosotros. Que cada lágrima que caiga en su honor sean bellas canciones que lleguen a todos, sobre todo a los jóvenes. Ellos tienen una misión, quizá ella les dé muchas luces para hallar esos caminos.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

CARLOS REYGADAS: MUESTRA BREVE EN AFT


Carlos Reygadas es un terrorista de la imagen.
DIEGO CABRERA, LUZ SILENCIOSA, CRÍTICA, GODARD No 16

Tal como comentábamos en el ciclo de cine sobre cine de México, en el cual hablamos sobre un artículo de Carlos Monsiváis, en los años 70 se inició un cambio en la cinematografía mexicana que se sacudía de arquetipos lastres que inundaron las pantallas del cine mexicano y latinoamericano por años. Por años la imagen del mexicano era tan estereotipada que uno encontraba iconos comunes en casi todos los filmes que se rodaban en los famosos estudios Churubusco, salvo la honrosa excepción del maestro Luis Buñuel. La promoción de un cine más moderno fue una iniciativa del gobierno y de la empresa privada, a la que se la direccionó para crear un cine nacional. México ya no era como Jorge Negrete o María Félix.
El cine de Carlos Reygadas ha ido paulatinamente escalando posiciones en la cinematografía mundial. Cuando estrenó su ópera prima Japón en el 2000 y tras haber recibido la Mención Especial de la Cámara de Oro el mismo año, Reygadas se volvió un cineasta asiduo en este Festival. Así pues, su segunda obra, Batalla en el Cielo, y la tercera, Luz Silenciosa, recibieron sendas ovaciones y premios en los festivales del 2005 y 2007 respectivamente.
El cine de Reygadas visto en sus obras máximas presenta casi el mismo estilo de trabajo, tanto en el trato actoral (personas sencillas y desconocidas) en situaciones angustiosas en medio de una soledad, sea la ciudad, sea la naturaleza. Según lo que declara él, le es más fácil partir de lo verdadero y sencillo para construir un mundo ficcional sostenido por la veracidad. Quizá sea por eso que su cine sea más auténtico que el de otros. No cuenta con bellos rostros, ni actores que carguen una fama tras ellos, son personas de la calle.

BATALLA EN EL CIELO 2005 Un film bastante polémico y que causó fuerte sensación en su estreno. Muchas escenas se censuraron por mostrar casi sexo explícito. Tema muy sencillo, pero actual: un secuestro que termina mal y el autor del crimen, quien trabaja como chofer, arrepentido, no sabe a quién contar sus cuitas. Es a la hija de su patrón, una chica frívola que se prostituye por placer, a quien le cuenta todo. La historia se va tornando cada vez más violenta y, en un forcejo mata a la chica. Marcos, el chofer asesino, recurre al imaginario de la colectividad y clama perdón a la virgen de Guadalupe en su santuario. Las últimas escenas nos muestran a Marcos arrodillado en penitencia para lograr el perdón. Un México violento, indiferente, sorprendente. Y la soledad y marginación son los ingredientes para esta historia. Este film fue presentado en el Festival de Cannes de 2005 y fue premiada en el Festival de Lima del mismo año.

LUZ SILENCIOSA (STELLET LICHT) 2007 Una coproducción francesa, holandesa y mexicana, es el film que dio todo un espaldarazo a la obra de Reygadas. En Cannes recibió el Premio del Jurado. Una lenta y agónica reflexión sobre la relación de pareja en un ambiente tan opresivo como una comunidad religiosa, en este caso, la menonita. El inicio del cielo estrellado (sin editar) nos acerca a una suerte de grabación rudimentaria para indicarnos que lo que vamos a ver es una historia de gente simple, pero en situaciones de desesperación y angustia. Esta falsa simpleza se va convirtiendo en una historia silenciosa de dolor y frustración de una pareja infeliz, pues mantienen una relación incestuosa y sabe que su actitud no es la correcta en ese contexto religioso. En una comunidad menonita, es motivo de censura y pecado. Esther, la esposa, sabe de esta situación dolorosa y provoca en ella un ataque cardiaco. Pero con la llegada del amanecer, resucita en momentos que la amante, Marianne, acompaña el cadáver de la mujer. Escena arrancada al maestro Carl Dreyer (ORDET), Esther resucita bajo la decisión de la amante de abandonar a su amado. Obra poética, con un trabajo de fotografía e iluminación que acentúan la tristeza de las escenas de los amantes que saben de su triste destino.

domingo, 30 de agosto de 2009

MÉXICO, LA SERPIENTE EMPLUMADA EN EL ECRAN



No le fue difícil a la crítica de cine advertir, a principios de los sesentas,
El atraso contaminador de la industria. La condena fue instantánea:
He aquí la fábrica de la enajenación, los envilecedores de una colectividad finalmente indefensa que acepta lo que le dan.
CARLOS MONSIVÁIS, NO TE MUEVAS, PAISAJE.


La cinematografía mexicana es una de las más activas y prolíferas de América Latina. Desde el periodo mudo, el cine de México ha tenido una interesante y activa evolución; a raíz de los primeros 50 años de cine sonoro, hubo una suerte de resurgimiento del cine en dicho país con un grupo de jóvenes directores, dispuestos a cambiar la imagen demasiado estereotipada de esta cinematografía. Los años 30 y 40 sirvieron para crear toda una industria consumida en México, en Latinoamérica y luego en el resto del mundo. Para esta acción, según Monsiváis, la industria del cine se armó de estereotipos en guiones, sonidos, fotografía, paisajes y sobre todo actores. Carlos Monsiváis escribió un interesante ensayo sobre dicho cincuentenario (NO TE MUEVAS, PAISAJE) en el que da cuenta de todos esos arquetipos que, en cierta manera, se convirtieron en un lastre para la industria del cine y para la cultura mexicana en general. Las figuras de personajes perdedores como Pedro Infante, o desafiante como María Félix, obedecían a la construcción de personajes de fácil lectura para un público iletrado y hambriento de espectáculo. En este breve ensayo, Monsiváis carga con todos de manera agudamente reflexiva y, que en cierta manera, le da bases para la creación sin prejuicios de un nuevo cine nacional. Los primeros años del cine eran años duros, sin recursos. Esa necesidad la convirtieron casi en política: un paisaje sencillo, campestre. Pero, a su vez, destilaba un carácter bastante reaccionario, contrario a los movimientos sociales revolucionarios que habían vivido por casi dos décadas. Muchos de sus filmes se centraron en el mundo agrario-campesino. Allí tenemos ALLA EN EL RANCHO GRANDE, film en el que veladamente glorifica el statu quo social, ataca la situación de reforma agraria que había promovido hacía dos décadas Lázaro Cárdenas y se construyen personajes nada conflictivos; en cierta manera, pasivos y complacientes, y temerosos de cualquier cambio social. Las mujeres tenían roles inamovibles, establecidos y, aquellos personajes que trasgredían, sancionados. María Félix no es un ave raris; su pecado o atrevimiento es también sancionado, como sucede en DOÑA BÁRBARA. Este cine elevó a la categoría de modelo o patrón de conducta al macho mexicano: borracho, pendenciero, mujeriego, pero absurdamente tierno y humano. Una dicotomía creada para poder permitir a ese pueblo necesitado de autorretratos, el verse reflejados. La hipotética actitud descriptiva no es tal, ya que su carácter es contradecir los cambios que se venían gestando en la sociedad mexicana. Eran factores, en realidad, de alienación. Defendían (a través de la farsa, la comedia, el melodrama) situaciones racistas, clasistas, de verticalidad, pensamiento feudal agrario, machismo. A los curas mojigatos, defensores del patrón injusto y abusivo. Criticaban la modernidad y el avance de la mujer y la iglesia comprometida.
Quizá el cambio se dio en los 70, cuando subió el presidente Echevarría, éste nombró a su hermano Rodolfo como director del Banco Nacional Cinematográfico. Este tenía por propósito fomentar el desarrollo de un cine nacional, se contó con una gran presencia de actores jóvenes que recibieron un apoyo estatal (la idea también fue promovida en Perú). Esto suponía contar con nueva gente, nuevas actitudes, nuevos guiones y sacarse de encima años de arquetipos que le han costado al cine mexicano. El camino recorrido hasta nuestros días ha dado su fruto. Ante el triunfo de obras como AMORES PERROS y la internacionalización de muchos de sus actores y directores (Diego Luna, Gael García, Alfonso Cuarón), se puede decir que esa línea de trabajo ha permitido al cine de México dar vuelta a la página.

He aquí 3 filmes que muestran propuestas diversas sobre la realidad mexicana en tiempos diferentes, filmes que nos muestran los nuevos lenguajes de lo social y cultural de esta fascinante sociedad.

EL EVANGELIO DE LAS MARAVILLAS ARTURO RIPSTEIN 1998 Una interesante temática que es cotidiana en nuestra sociedad: la forma fácil de poder engañar a una sociedad al límite. El típico oportunismo y la descarada manipulación de la gente desesperada por parte de líderes religiosos son mostrados de manera abierta y alegórica a lo largo de este film. Estas circunstancias no son ajenas en nuestra sociedad, ya que ésta es permanentemente bombardeada por instituciones religiosas y pseudo religiosas hambrientas de fieles y, sobre todo, de sus dineros. El reciente escándalo de un líder religioso brasileño nos demuestra que esto no es nada nuevo en nuestra sociedad. La parafernalia, el temor, la amenaza y la supuesta salvación eterna son las eternas promesas de todas estas organizaciones bien organizadas, con recursos estructurados para impresionar y con un discurso aprendido para impactar sobre los más débiles de una sociedad: los pobres, los desesperados, los jóvenes. El caso más patético que se haya vivido en nuestro continente fue el caso de la secta Templo del Pueblo, dirigida por Jim Jones. Este, con la absurda historia del fin de mundo, mandó al sacrificio a 919 personas (incluidos 180 niños), no sin antes haber acribillado a cientos de balazos a un senador norteamericano, Leo Ryan, y a tres periodistas. En la misma iglesia católica tenemos muchos casos de sectas, muchas de ellas conservadoras que envenenan la mente de muchas personas, sobre todo adolescentes.

MIL NUBES DE PAZ JULIÁN HERNÁNDEZ 2003 Esta polémica película ha catapultado de su novel director a la fama. Y el caso no es para menos. Es una sincera y bella película que nos habla del dolor del amor y soledad de un joven homosexual en una México que, pese a ser la ciudad más grande del mundo –tiene 30 millones- se la muestra vacía y solitaria. Hecha con pocos recursos y en blanco y negro, este film es un valiente testimonio poético, que ha terminado por despercudir a la sociedad azteca de su letargo que en cierta manera fue expuesta un poco antes de las elecciones presidenciales. Algunas marchas sobre la igualdad de género y legalizaciones llevaron a los mexicanos a abrir sus conciencias y a sacar la gente de los clósets. Esta actitud deviene en un proceso lento para esta sociedad tan bien perfilada por uno de sus más grandes críticos, Carlos Monsiváis, en su análisis Escenas de Pudor y Liviandad; el típico macho mexicano, el de Jorge Negrete, está revolviéndose en su tumba. Pero el film no tiene esa intención; su intención está en el dolor y la soledad, en las heridas que nos crea el amor furtivo, el ocasional y lo difícil que es restañar las honduras del alma. Pese a lo “humilde” del film, esta película ha recibido diversos premios por la crítica y el cine comercial. Los tiempos cambian.
LOS ALBAÑILES JORGE FONS 1976. En los 70 el cine mexicano pasa una suerte de Nouvelle Vague, con una marcada intención social y tratan de despercudirse de la excesiva carga de estereotipos heredada del cine de los 40 y 50, tal como explicamos en un inicio. Así aparecen una serie de directores que abordan la sociedad mexicana con una visión más concreta y cruel de la misma, casi heredera de la obra del maestro Buñuel. Esta película inspirada en la obra de Vicente Leñero, convertido en guionista del film, nos remite al mundo de la construcción y las relaciones entre los personajes del mismo. Se ven personajes más identificables y con una intención de compromiso más evidente. El film muestra los tratos de trabajo, la verticalidad patronal, la corrupción y los crímenes que pueden surgir de esta. Es un fresco social, algunos personajes son satirizados por lo que representan y aparece junto con otras dos películas de alta carga social como son CANOA y MECÁNICA NACIONAL.

jueves, 20 de agosto de 2009

FLORCITA Y LOS INVASORES: EDUARDO GONZÁLEZ VIAÑA



Confieso haber leído poco la obra de Eduardo González Viaña (EGV). La poca que he leído ha sido la de cuentos sobre migrantes y los frecuentes artículos que salían publicados en el diario La Industria de la ciudad en la serie El Correo de Salem. Hace dos años, con la grata visita de una actriz peruana que reside en Inglaterra, Aurora Colina, vimos en las tablas de Los Tallanes tres (3) historias, una de las cuales figura en el libro que he presentado el día de ayer (19 de agosto). La historia de Hortencia Sierra sí era verdadera y, luego lo supimos por boca del mismo EGV, tuvo un final feliz.
Ingresar a la lectura de los textos de EGV es hacer un recorrido en el imaginario de un latinoamericano, no importando de dónde sea éste o a qué clase social pertenezca. Pareciera que nos movemos en un lugar común, en un locus, el cual fácilmente identificamos. Como una suerte de eje axiológico el sentido de lo latino se vuelve el hilo conductor de cada uno de los cuentos leídos en la obra. Diversos personajes, diversos orígenes, diversas motivaciones de su migración se van hilvanando por macro temas que subyacen a lo largo de los cuentos: LA SOLEDAD, LA TRAGEDIA, LA FE Y LA ESPERANZA. Aparecen, cada uno de estos, como actores omniscientes que envuelven a los personajes, los lugares, la historia. Los dos primeros personajes (LA SOLEDAD y LA TRAGEDIA, sea como muerte o enfermedad) son personajes del ahora, del presente, de cada uno de los hombres y mujeres que van apareciendo delante de nuestros ojos en cada uno de los cuentos. La atormentada María Laura (en LA BATALLA FINAL DEL COMODORO); Doña Asunción Martínez, personaje alucinante, y su hijo Doroteo Silveira (en LA MUJER DE LA FRONTERA), el hipotético seudo argentino Álvaro o Juan Carlos Cardoso (TANGO), entre otros; o los múltiples YOES con los que el narrador real aborda la relato como narrador ficticio. Todos estos son personajes signados por la desgracia, la muerte, el conflicto de su familia o de su país. Estas desgracias pueden convertirse en macro personajes (si cabe el término) tales como una organización social (en muchos casos la policía o el ejército, como es el caso en ¡AMÉRICA, AMÉRICA! o SIETE NOCHES EN CALIFORNIA). Este último, también, tiene como leit motiv uno de los más grandes lastres de nuestras sociedades: el status quo, el miedo al qué dirán y la aceptación de las organizaciones sociales básicas de una sociedad como el matrimonio. Esto está tan bien graficado, además, en CONFESIÓN DE FLORCITA. La mujer debe respetar ese orden social a pie juntillas ni chistar. Esta características la vemos en esa soberbia película de Luis Buñuel, EL. O pueden convertirse, tomando la licencia, en micro personajes, como LA BATALLA FINAL DEL COMODORO, historia en la que aparece el inefable Mauricio, el COMODORO (Evocando al tristemente célebre Comandante CAMIÓN, abusivo militar que masacró a inocentes durante los años de guerra sucia que sufrió nuestro país en los 80 y 90)
Pero, ante tamaña desgracia de estos personajes (faltan HORTENCIA SIERRA, LEONOR, ADRIANA y su triste tango, un hermoso homenaje a los desaparecidos) aparecen los otros dos personajes omniscientes: LA FE Y LA ESPERANZA. Cada uno de los personajes de carne y hueso, de ficción o de reconstrucción, en sus historias mínimas, nos van mostrando sus historias de lucha por lograr una vida más digna, por encima de todas las vicisitudes que cada uno de ellos pueda tener. Hay que creer que no todo puede ser así siempre, que cabe la posibilidad de un mundo mejor. No es una obra de tinte político, ni pretende serlo; no es tampoco una obra que se centre en la denuncia social. Son historias cotidianas que nos han contado todos los grandes maestros de la narrativa latinoamericana; pero ahora el contexto ya no está en México, Guatemala, Argentina o Perú. El contexto es ahora los Estados Unidos.
La aparición de algunos personajes “gringos” no perturba la continuidad de la identidad de los narradores. Esto es un síntoma. La sociedad norteamericana paulatinamente se está latinizando. En una entrevista que se le hicieron a EGV por la presentación de su obra EL CORRIDO DE DANTE, EGV nos comenta sobre el gran mercado potencial que tiene USA por la cantidad ingente de latinoamericanos que quieren leerse. De manera tangencial y tal como inferirmos de estos cuentos, la sociedad norteamericana se está latinizando. Ya no es el chicano, un personaje ajeno a aquella sociedad. La sociedad norteamericana es bastante latina en muchos de sus estados. El caso último del ascenso de la primera jueza latina, SONIA SOTOMAYOR, a la Suprema Corte de los Estados Unidos ya nos habla de estos dramáticos cambios en la sociedad gringa.
Los peruanos, mexicanos, guatemaltecos van a este país para realizar sus sueños; pero con ellos va todo aquello que nos caracterizó como sociedad latina: lo real maravilloso, tan bien reflejado en las artes, sobre todo en la literatura. Ya vemos historias que podrían ser la temática de cualquier narración de nuestros países trasladados pero ahora trasladados a un nuevo contexto geográfico. Estas historias no son las mismas de aquellos personajes “agringados” que leemos en libros como MCONDO o SE HABLA ESPAÑOL, relatos compilados por Fuguet o Paz Soldán; los personajes de estas obras tenían mucho de globalizados, típicos de los 90 en pleno proceso de economía de libre mercado. Los personajes de EGV son otros. Son personajes como los vistos en RULFO, GARCÍA MÁRQUEZ, MONTERROSO, ASTURIAS; son personajes que llevan impresos la historia que les tocó vivir.
Un asunto muy relevante: para obtener una lectura más rica y con más carga emocional, los lectores deben tener un conocimiento más extenso de nuestra realidad: los secuestros, los tiempos de sendero, las persecutas, los arquetipos del macho abusivo, el problema de la migra, etc.
El estilo narrativo evoca de EGV a esa forma de relatar que siempre gusta: tal como te gustaría que te cuenten las cosas. La forma coloquial del lenguaje nos acerca al lenguaje hablado. Quizá esto exija leer algunos párrafos de algunos de los cuentos en voz alta de tal manera que podamos percibir el pasar de narrador en narrador y poder ubicarnos en la historia, como sucede en LA MUERTE SE CONFIESA.
Quiero cerrar mi reflexión personal con un cuento que me parece el más redondo por maravilloso, por discursivo y por tierno: LA MUJER DE LA FRONTERA, un cuento que empieza desde lo más tenebroso y se va convirtiendo en un verdadero canto a la vida, al amor, a la esperanza, elementos tan ricos en nuestro imaginario. Y es que la belleza de este cuento se abre con un tan bello epígrafe, el cual nos avisa sobre el mundo tan apasionado que vamos a encontrar. Esta historia me hizo recordar a mi bisabuela materna. Quizá cada uno de sus lectores irá encontrando, a través de este apasionante personaje, a aquellas personas tantas veces postergadas en esta moderna vida rentable: los ancianos.
Cuestión de fe, así se dice.

martes, 14 de octubre de 2008

EL OTRO LADO DE NUESTRO HEMISFERIO MUSICAL


¿Qué tal si,
en tus sueños
volaras al cielo
y de allí trajeras
una rara y bella flor?

Y ¿qué tal si,
Al despertar,
Tuvieras esa flor
En tu mano?

¿Qué pasaría?

Deepak Chopra

Hace ya un buen tiempo, a la llegada de Caetano Veloso a la ciudad de Lima para ofrecer diversos conciertos abrió buenas perspectivas de encontrarnos con esa gran corriente musical de nuestro inmenso vecino que, pese a la cercanía, es poco conocida por nosotros. La lenta y a veces pusilánime distribución y difusión musical en nuestro país han hecho todo lo posible para alejarnos de hitos que sirvieron para hacer conocida o enriquecer esta manifestación artística en este lado del continente. La música brasilera es una feliz mixtura de los fados portugueses, música aborigen y la infaltable presencia de los ritmos negros, que muestran ese gran crisol de razas que es el Brasil.

En la década de los 60, el Brasil, sometido a una larga dictadura, vio una extraordinaria eclosión en sus artes, desde el cine hasta la literatura. Incluso algunos célebres escritores incursionaron en la música como es el caso de Vinicius de Moraes, quien guitarra en mano y con algunas musas de sensuales y bellas voces, eternizaron el bossa nova, para felicidad de todos los amantes de la música. Es interesante el contexto en el que se va desarrollando este movimiento musical, con una revolución cubana al galope y con nuevas búsquedas en el mundo del arte, caso la nouvelle vague francesa; y éste va a influir (globalización positiva) en el famoso cinema nôvo con directores de la talla de Nelson Pereira y Glauber Rocha.

Caetano Veloso, Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, Gilberto Gil, Chico Buarque de Hollanda son autores de numerosas canciones que renovaron el mundo musical brasilero; canciones como Bom dia tristeza, Se todos fossem iguais a vôce, agua de beber, chega de saudade y sobre todo el gran aporte de la letra en Garota de Ipanema, mundializaron la música de este país y viene de los autores previamente nombrados. Acompañaron la difusión de estas obras, voces como la de Nara Leão y Maria Creuza.

Hacia 1964, apoyados por el gran saxofonista Stan Getz y las voces de Astrud y João Gilbert, este himno carioca revoluciona el mundo de la música, y en América Latina hubo gratas influencias de las cuales no escapa nuestra música; así compositoras como Chabuca Granda se ven influidas por dicha vanguardia musical.

Un caso especial en la música de este país es el Milton Nascimento, músico extraordinario quien ha trabajado con todos los grandes músicos contemporáneos (como el caso de nuestro compatriota Alex Acuña), ha acercado la música de su país a África, el continente que aportó ritmos y armonías que los caracterizan. Además rescató los instrumentos indígenas de nuestra América primitiva y las introdujo en la música popular. Felizmente hay varios grupos, como el Inéditus de Costa Rica que están siguiendo estos pasos. Debemos hablar de dos extraordinarios trabajos que realizó en los 80 como son los casos de sus álbumes Yauaretê (Jaguar), un verdadera canto ecológico, y el extraordinario álbum Miltons, que nos ofrece una sentida canción al fallido actor River Phoenix, una magistral reinterpretación de La Bamba, una soberbia canción a Don Quixote, con un soberbio piano del no menos famoso Herbie Hancock y la percusión y voz de Naná Vasconcelos (con la de Milton hacen una excelente dupla y ha trabajado en varios álbumes con Pat Metheny, sobre todo en Offram y A letter from home, la voz de Pedro Aznar es también bella).

Están, además, Boden Powell, Jorge Ben, Djavan, Ney Matogrosso, Toquinho, entre muchos más, quienes llenan el rico y vasto mundo de ese Brasil que se agita bajo las botas de la dictadura que manda muchos de sus mejores artistas al exilio; las intérpretes de la talla de Maria Bethânia o Elis Regina, quienes llenaron los oídos de los brasileños con música que habla sobre ellos, el hombre común, sus problemas y sus sueños. Por eso, muchos de estos autores, cantantes y trovadores están en el alma popular , tanto así que hasta los transbordadores bahianos llevan sus nombres o aparecen en estampillas como si fueren héroes de batallas ideológicas. Hay muchas canciones que son ya himnos: Menino de Rio, Aguas de Março, Vai levando, Nos Bailes de la Vida, Um Jeito estupido de te amar, samba de uma nota so,...

Caetano Veloso tuvo a bien poner en uno de sus álbumes, la canción Fina Estampa, merecido homenaje a Chabuca Granda (1994). Cuando vino a Lima confesó su temor y osadía de interpretar dicha melodía a los peruanos; y salió bien parado. Su cálida voz también nos conmovió en la película HABLE CON ELLA, con su singular interpretación de CUCURRUCÚ PALOMA.
Espero que los medios masivos de comunicación asuman ese reto de hacernos conocer más y esto vaya calando ya tanto en el gusto de la gente, como en la sensibilización de aquellos que tiránicamente deciden lo que debe ver y oír la gente...”en pro del rating”...

jueves, 2 de octubre de 2008

VOCES CELESTIALES


Debo reconocer que una de las artes más extrañas que el hombre haya re-creado es la música. El poder que un conjunto de sonidos arreglados de manera diacrónica y sincrónica puede generar en una persona, ha merecido toda mi admiración desde que tengo uso de razón; adosado al hecho de que el habla humana es una actividad tan cercana a este arte. Recuerdo una crítica que leí sobre una extraordinaria cantante egipcia, Oum al Khalsoum; en ésta, el crítico nos hacía “oír” el poder de algunas voces, cuyos timbres ya forman parte de un patrimonio personal y, también, de la humanidad.
La voz humana tiene desde ya una vasta y rica clasificación que rige tanto la extensión (registro) como el timbre del cantante; las seis denominaciones genéricas que se emplea para clasificarlas (las voces) es una herramienta útil, pero herramienta al fin , cuya naturaleza fría no nos permite “entender” el carácter de cada timbre, de cada personalidad. Otra frase que me quedó grabada fue una referente a Carlos Gardel, que reza así “cada día canta mejor”. El haber escuchado de la cantante egipcia su canto extenso llamado Las mil y una noches fue todo un placer auditivo, canto acompañado de un texto poético como sólo las lenguas semitas pueden construir; cuando oí a Gardel en El día que me quieras, soberbio tango de Le Pera & Discépolo, eso no me hace más que corroborar que la voz tiene cierto sello que hace incluso la formación de una identidad de un pueblo. Tras este apasionante leit-motiv, me lancé a la búsqueda de las mismas: Mercedes Sosa y Gracias a la vida. Lila Downs y La Sandunga. Edith Piaf y La Vie en Rose. Juliette Greco y Les Feuilles Mortes. Toña la Negra y Humo en los ojos. Silvio Rodríguez y Sueño con serpientes. Pablo Milanés y Yolanda . Este pequeño grupo nos puede permitir hablar de algunos cantantes, varios conocidos; algunos de ellos dejados en el desván del olvido.

Recuerdo la primera vez que vi a Mercedes Sosa allá por 1971 en Arequipa, no era aún muy conocida en los circuitos que no correspodían a la canción comprometida como lo es hoy. Se centraba en difundir el folclor de la Argentina andina, y llegó con esas señales. En esa época, tanto Argentina como Chile, además de Bolivia, estaban generando un interesante movimiento de música popular que ya estaba entrando a los escenarios grandes. Corría la figura de la extinta Violeta Parra por esos años, y muchos cantantes tomaban sus canciones para difundir su encomiable obra, sobre todo Gracias a la vida, Volver a los 17 y La Carta. La primera canción ha sido interpretada por un sinnúmero de cantantes en varias lenguas (tuve oportunidad de escuchar a Joan Baez abriendo un concierto suyo en las ruinas romanas de Caesárea en Israel con esta canción... y la cantó en castellano), e incluso, desafiando a Pinochet, Paloma San Basilio abrió una presentación suya en un festival de Viña de Mar con esta canción. Pero fue la Sosa con su impecable álbum Tributo a Violeta Parra que la convierte en una suerte de intérprete oficial de Violeta. Casi no hubo concierto de ella en los 70 y 80 que no figurara esta canción. Cuando regresó del exilio en la apertura de la dictadura de Galtieri durante el conflicto de las Malvinas, su presentación fue apoteósica y esta canción casi hizo caer al teatro desde sus cimientos. La Sosa ha trabajado con muchos cantantes de todas las latitudes latinoamericanas, desde Pablo hasta Milton; una canción que sí debe escucharse por el dúo que hicieron es Inconsciente Colectivo, que la interpretó con su autor, Charlie García. Gracias a una colección editada y lanzada a la venta por El Comercio, hemos podido hallar una joya peruana, María Landó, de Chabuca Granda, cantada con Pedro Aznar. Su voz de contralto es fuerte y nítida, y destacada en canciones como Canción de las simples cosas (una joyita) y algunas que canta de Guastavino (¿existe algún álbum de Guastavino interpretado por ella?). Cuando era joven, sus canciones eran menos sofisticadas; pero, a veces, la madurez (¿o vejez?) eso se va postergando y caes en cosas que no van con tu espíritu.. Pero, en ella, se perdona