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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 18 de noviembre de 2018

CUZCO, CUSCO 2018 PRIMERA JORNADA




Cuzco, Cusco. Casi dos décadas después. Mi última visita a tierras cuzqueñas se había realizado con un buen grupo de estudiantes del Colegio Fleming, colegio en el que trabajé hasta el 2006. Y luego de muchos años, retorno a mi centro inicial y realizo este viaje con otro grupo de chicos ávidos de conocer el milenario Cusco.
Sabado 29 de setiembre. El viaje fue un poco accidentado. En todo grupo hay buenos viajeros, resistentes y adaptables a las condiciones que tiene todo viaje. Pero hay otros viajeros, jóvenes, adultos y mayores a los que les cuesta asumir estos nuevos retos. El viaje se hizo con escala en Lima; esto ya generaba un reto, pues se pedía responsabilidad sobre sus bienes personales. La escala fue rápida y un poco agitada, habida cuenta del rigor del chequeo al que se someten todos los viajeros por seguridad. Pese a toda la turbulencia del desembarcar e ir nuevamente a la sala de embarque, logramos subir al avión a tiempo. Cuzco: llegamos pasado mediodía. Algunos comenzaron a sentir los estragos de la altura. Se advirtió sobre el uso de pastillas u otros medicamentos. Ahora tendemos a automedicarnos y esto generó algunos problemas, algunos graves, en el grupo posteriormente. Pese a todo, ese primer día transcurrió con pocos contratiempos. Una vez instalados en el buen hotel en el que nos quedamos, distribuidos los chicos en sus habitaciones y los dos grupos que conformamos para ir en dos buses, nos fuimos a almorzar. El hambre apretaba a todos. El restaurante Emiliana no estaba lejos, pero los desplazamientos deben de ser rápidos, pues el centro se ha declarado zona rígida de estacionamiento para evitar atolladeros de tráfico tan comunes en calles estrechas como las de Cuzco (ojalá lo hiciera así Chiclayo, Piura y Cajamarca; y el centro histórico de Trujillo). Los chicos fueron aprendiendo lentamente a ser rápidos en sus acciones. El almuerzo fue amenizado con un show en vivo, unos bailarines que presentaron danzas de la sierra y selva peruanas.
Una vez concluida el almuerzo nos dirigimos en nuestros buses a la Plaza de Armas, a Huacaypata, el corazón de la ciudad. Aún no había presenciado los cambios drásticos que esta ciudad ha experimentado en los últimos 18 años, tiempo que no pisaba Cusco. La ciudad bastante atosigada de turistas, los hay por cientos, miles; nosotros éramos parte de ese grupo un poco depredador de servicios y atenciones que llegaron a esta ciudad en ¡temporada baja! Imagino cómo será en temporadas de junio a agosto. Terrible. No sé adónde irá a parar toda esta ingente riqueza que ingresa con el turismo, pues se ve mucha mendicidad por las calles, hombres y mujeres quechuahablantes pidiendo comida o limosna al costado de restaurantes de 1 estrella Michelin u hoteles de 5 estrellas, algunos de ellos entre los más destacados del mundo. Cosas que debemos de revisar para evitar la brecha social que fue lo que alimentó la sed de venganza de los movimientos sediciosos de los años 80 y 90 del siglo pasado.


Nuestra primera visita era al Convento Santo Domingo y Koricancha. El Templo del Sol inca se convirtió en el bastión de los dominicos, encargados de la extirpación de la idolatría en la conquista y gestores de esta política de edificar santuarios cristianos sobre zonas religiosas prehispánicas a las cuales identificaron como idólatras. Fue una política de estado aplicada por la corona española. En realidad, viajar a un lugar tan cargado de historia amerita mucha información previa. El monasterio tiene un museo impresionante, que te exige por lo menos una hora y media para leer toda la información lograda, rica y profusa, la cual no pude apreciar en toda su dimensión por lo apresurado de nuestro recorrido. Es una visita para hacerla solo, que no haya presión de tiempo, pues disfrutas de detalles, desde históricos, antropológicos y astronómicos, como suele suceder en el mundo prehispánico. Solo se puede visitar las instalaciones del convento, pues la iglesia solo se abre para los oficios religiosos que son por la mañana. Aquí datos de este museo para visitarlos por lo menos de manera virtual (https://www.museoqorikancha.pe/) La estructura está en permanente restauración para evitar algunos colapsos como ya ha sucedido con otros monumentos. Pese a que se ha logrado fusionar dos estilos de construcción, la andina en piedra y la europea traída por los españoles, el tiempo es un drástico enemigo de las cosas. La misma congregación dominica tiene una información histórica relevante que se comparte (https://www.conventosantodomingocusco.pe/). Los jesuitas han hecho lo mismo, y lo pude constatar en este viaje con la visita a Andahuaylillas, pero se verá más adelante.
Los consabidos selfies iban retrasando la visita y también el malestar de uno u otro chico. La necesidad de fotografiarse iba demorando alarmantemente el itinerario, pues era ambicioso, pues incluía Sacsayhuaman, lugar al cual llegamos demasiado tarde.






La segunda gran visita era la Catedral. Abordamos los buses, pues el estado de algunos chicos no nos hubiera permitido ir caminando a dicho lugar, pues hubiera sido una marcha lenta y penosa. Subimos rápidamente a los buses para ir a nuestro destino. Llegamos a la Plaza de Armas, ahora zona rígida. Tuvimos que descender rápido. En esta bella plaza, ves conjuntos magníficos arquitectónicos como la iglesia de La Compañía, el Pasaje Loreto y a lo lejos otras iglesias como La Merced y sobre lo alto, Santa Ana. Nos dirigimos a la gradería de la Catedral, lo que era antes el Sunturwasi. Toda esta zona eran palacio de Wiracocha, quien edificó un gran complejo palaciego. La plaza de armas era más extensa, el doble de su actual dimensión y en ella se realizaban diversas ceremonias religiosas como el famoso Inti Raymi que se lleva a cabo en las explanadas de Sacsayhuaman en la actualidad. La catedral es impresionante, toda edificada en piedra y con altares al cual más deslumbrante uno que el otro. Las fotos están prohibidas por lo que tuve que limitarme a adquirir un libro tanto de este espacio como La Compañía. La Catedral se inició en 1560 y se inauguró en sus plenas funciones en 1668. Cuenta con dos capillas adyacentes, tan deslumbrantes como la catedral: la Sagrada Familia y El Triunfo. Uno ingresa por la Sagrada Familia y ve el fruto de años de restauración. Es una vista imponente, esplendor barroco indígena y el espacio del sincretismo de siglos en su tallado, en su pintura, en sus murales y su santería. El cuadro de la Última Cena es quizá su pináculo. Este se halla ya en la catedral misma, cerca de la nave central. El bosque de columnas es impresionante y grandioso. Piedra oscura que recibe el brillo de los retablos de pan de oro y los destellos del sagrario de plata que descuella en la nave central al cual se opone el magnífico coro tallado en madera de cedro. Otra visita que debe de hacerse lentamente para saborear el esplendor maravilloso del barroco peruano y cumbre del latinoamericano ( http://www.qosqo.com/qosqoes/catedral.html) (http://recursosbiblio.url.edu.gt/Libros/Peru-Tel/Cusco_Book.pdf).




Nuestra última visita iba a ser frustrante: Sacsayhuaman. Pese a las presiones para que el grupo marchase más rápido, las condiciones nos fueron adversas y llegamos a este maravilloso lugar arqueológico faltando 15 minutos antes de cerrar el parque. Entre que se colocaban prendas más abrigadoras y las cámaras, y caminar un breve trecho en altura, nos quedó solo unos 6 minutos, ya sin nada de sol. He estado seis veces en el lugar, pero luego de haber estado en los dos lugares previos he visto interesantes avances y una muestra en valor de los lugares como luego vi en Tampumachay y otros. Dejo aquí algunos apuntes sobre la historia y arquitectura megalítica del lugar (http://apuntesdearquitecturadigital.blogspot.com/2011/05/sacsayhuaman-la-cabeza-del-cusco-puma.html) ( https://www.viajeroerrante.com/sacsayhuaman-la-fortaleza-cusco-peru/). Otro más: (file:///C:/Users/Gerardo/Downloads/47633-79755-2-PB.pdf). El único consuelo que nos quedó es ir a ver el Cristo que está cerca de las ruinas. Hay una extraordinaria vista de la ciudad. Y verla de noche encierra su encanto también. Nuestro premio consuelo. Así cerramos el primer día. 






Nuestro segundo me iba a traer buenas y simpáticas sorpresas.  






domingo, 28 de octubre de 2018

CIUDAD GÓTICA (ARTÍCULO APARECIDO PARCIALMENTE EN DIARIO LA INDUSTRIA POR EL DÍA DE LAS CIUDADES) DOMINGO 27 DE OCTUBRE


El 31 de octubre es el día de la ciudad como tal, el espacio geográfico ocupado por ciudadanos que se encargan de hacerla su espacio, y esta ofrece a los que la habitan las condiciones de vida dignas para su subsistencia, desarrollo y descanso. Esos son los conceptos e ideales que uno tiene al habitar una ciudad. En ella nacemos, nos educamos, crecemos, laboramos, nos reproducimos, nos realizamos, nos curamos y nos extinguimos. Para cada una de estas macro actividades existen espacios concretos para su realización: hospitales, centros educativos, centros laborales, centros de diversión y cementerios. Las ciudades, desde que estas aparecieron hace miles de años, han ido evolucionando y creciendo hasta desplazar un concepto de vida que primó en la especie humana por siglos: el mundo rural.
Desde Ur o Caral, ciudades que eran centros religiosos y militares, fueron evolucionando hacia centros económicos, comerciales y culturales en los últimos tres siglos. Así van surgiendo los monstruos urbanos millonarios que han cambiado la fisonomía del planeta desde el siglo XIX a la fecha: São Paulo, México D.F., Shanghái, entre otros, son urbes que acogen millones de individuos y que no cesan de crecer. Construcciones de materiales, muchas veces no naturales, van creciendo en estos lugares para desarrollar diversas actividades o satisfacer egos de poder. Espacios que procesan los elementos para que sus habitantes puedan consumirlos sin sufrir consecuencias fortuitas. Son monstruos devoradores de recursos y, a su vez, generadora de hábitos que adecuan a sus habitantes a su perspectiva. Un ciudadano de estas urbes tiene una percepción del mundo muy particular y que presiona con sus hábitos de consumo todas las actividades humanas modernas, fomentadas cada vez más con la producción en serie. Un terrible “mundo feliz” al estilo Aldous Huxley. Cierta vez, en un programa danés se presentaba a un segmento de población urbana, sobre todo adolescentes, que nunca había visto una vaca real a lo largo de su vida. El mundo exterior a su “realidad” llega a través de pantallas LED, Ipod, Tablets u otro medio electrónico. La ciudad es el espacio, además, en el que más etiquetas sociales surgen. Aparecen de acuerdo a estilos de vida y que permiten a los demás establecer formas de interrelaciones personales, así como, lastimosamente, discriminaciones.  
¿Es Trujillo, una ciudad? Lo es. Con casi un millón de habitantes, es una ciudad que demanda diariamente muchos recursos; por tal motivo se ha hecho totalmente dependiente de los proveedores de los mismos que habitan en su periferia o importa dichos recursos. Sus debilidades como tal se vieron descarnadamente durante el Niño del año pasado y que la amenaza el año entrante. Como ciudad, Trujillo tiene cientos de carencias, incrementadas por el desorden de muchos de sus habitantes y una falta de autoridad real que regule y sancione a los que trasgreden las normas ciudadanas. Trujillo puede ser una buena urbe dependiendo de sus habitantes: es una realidad forjada por su millón de habitantes y solo ellos son los indicados para enmendar errores y solucionar los problemas que la aquejan diariamente y al largo plazo. Para ello es indispensable que la población trabaje con autoridades idóneas que piensen en la ciudad y no en beneficio personal o sectario como viene sucediendo en las últimas décadas en nuestro país.

sábado, 31 de diciembre de 2011

TERÇA FEIRA CARIOCA


Martes 29 de noviembre. Luego de haber presenciado una buena final el día anterior y haber buscado desesperadamente algún restaurante abierto a las 11 de la noche, nos fuimos a descansar para estar despejados para el primer día de actividades de la Alianza. Las actividades empezaron en punto a las 9 de la mañana con una presentación colectiva y en la que hubo ciertos equilibrios y desequilibrios que iban a surgir a lo largo de este evento. Brasil, de por sí, ya es un país continente y tiene algunas decisiones que le son particular. Pero como era el día de mi cumpleaños, me hice un pequeño regalo: visitar el Concorvado.

A las 11 de la mañana había acordado con Marcela Pardón y la chica cubana que había participado el día anterior en el espectáculo musical, encontrarnos todos en la recepción de nuestro hotel: puntualmente llegaron todos y las chicas ya se habían organizado. Bastante prácticas ellas, ya se habían averiguado las diversas formas para llegar al lugar. Como el lugar se ha vuelto más famoso a raíz de la denominación de maravilla del mundo, las formas para llegar al mismo se han multiplicado y tienen una buena difusión entre los turistas. Las chicas ya habían hecho el periplo por metro (¡qué práctico y rápido es un metro! ¿Trujillo estará pensando en uno?), ya se sabía dónde descender. Esto generó una pequeña confusión (descendimos erradamente una estación después) y acudimos a un policía; con nuestro portuñol, nos hicimos entender y éste nos ayudó facilitándonos el retorno hacia una estación anterior; al salir ya del metro, fácilmente accedimos al pequeño bus que nos llevaría hasta la estación del tren que nos subiría hasta otra estación (se sube con pequeños buses) para ascenso final. Ya en el lugar, se acercó un señor ofreciendo sus servicios de ascenso. El precio era el mismo, sólo que no subíamos en el tren. El otro problema del tren es que tenía horarios rígidos y teníamos por uno cada tres cuatros de hora. Así que tomamos entre los tres el servicio de estos taxis que nos hizo una breve escala desde un mirador desde el cual vimos ya un paisaje mejor, despejado, con un sol brillante como nunca. El último tramo fue mucho mejor, rodeado por la verdura y con un tráfico fluido. Este ascenso hacer recordar el tramo de Aguas Calientes a Machu Picchu. Una vez en la última estación, nuestro chofer nos dio las instrucciones para el retorno. Tomamos un bus pequeño e hicimos el último tramo. La llegada al lugar fue un poco accidentada por la cantidad de vehículos que llegaban. Pero aún no podíamos contemplar al detalle el inmenso Cristo, ya que nos faltaba ascender un poco más. Tomamos un ascensor para agilizar la visita. En ese sentido, las instalaciones han sido preparadas para soportar un gran flujo de visitantes. Pero, así como Machu Picchu, el hecho de haber sido nombrada maravilla trae un gran flujo de viajeros y algunas veces el número sobrepasa lo planificado. Ya en el lugar, la multitud era agobiante, tenías que pelearte algún puesto para tener una visión de las playas como Ipanema o el Maracanã. Todo estaba ocupado y tomarte una foto con el Cristo era imposible. Luego de varios intentos infructuosos, cada uno salió retratado con varios turistas más. De hecho, sobre todo nuestra amiga cubana que se plantó en medio de una foto masiva y salió retratada en todas esas cámaras. Fue gracioso, aunque las caras desconcertadas la miraban con un tufillo de odio. Luego de haber permanecido casi una hora y bastante exhaustos y con mucha hambre procedimos a descender. Tomamos otro pequeño bus y paramos en la estación para tomar el vehículo que nos iba a devolver. Nos habían colocado una distinción con la que podíamos tomar otro auto y en el trayecto para tomarlo, se acercó uno: iba a ser la experiencia más terrible del viaje. El chofer estaba viendo en una pequeña pantalla un famoso film brasileño ÚLTIMA PARADA 174, film muy violento que, creo, alteró la adrenalina de nuestro conductor y él alteró la nuestra. Comenzó a descender a toda velocidad y en una curva peligrosa, cerrada, hizo una barbaridad: adelantó a dos vehículos, nosotros sólo contuvimos la respiración. De habernos encontrado con otro auto, indudablemente lo mínimo hubiera sido quedar heridos de gravedad, sobre todo yo que iba de copiloto. La impresión nos dejó mudos a todos, mas nuestro chofer seguía impávido; llegamos cinco minutos después con el fin de buscar con quién hablar para denunciar el caso. Pero no hubo a quién hacerlo (raro). En realidad, tal como Lima o Trujillo, los pilotos de cierto transporte público son bastante irresponsables. Lo vivimos en los taxis (se pasaban la luz roja) y en este caso, lugar al que llegan muchos turistas. Así como están logrando trabajar en mejorar la calidad de vida de las favelas (ya se van viendo mejorías y se exponen los planes y proyectos), hay que trabajar en la conciencia cívica. Y eso lo veo también en lo que Trujillo quiere hacer con sus Bolivarianos del 2013. Si se mantiene esa cultura de informalidad y saturación vehicular que nuestra ciudad vive, la imagen que se van a llevar de Trujillo no va a ser nada positiva. Una cosa interesante: Rio de Janeiro es una ciudad muy poblada y extensa con un buen número de autos, pero no es tan bulliciosa como nuestra ciudad. Además para ser un país con muchos más recursos, veía que en el tránsito había mucho menos camionetas 4x4, vehículos que dan comodidad a sus dueños, pero incomodidad a los demás ciudadanos (siempre y cuando la use para viajar o campo). Hay mucho menos presencia de los mismos, pese a que las calles son mucho más anchas (salvo en el casco antiguo) y un poder adquisitivo más alto.






















Una vez pasado nuestro buen susto, nos fuimos a almorzar. El susto nos abrió repentinamente el apetito. Comimos en un restaurante simpático y tras ello, un buen helado. Las chicas querían ir al Atlántico, a Ipanema, a mojarse los pies. Por mi cuenta decidí regresar y, como en el camino desde la bajada del metro al hotel estaba la Biblioteca Nacional, hice un alto allí para ver la maravillosa exposición de Giorgio Vasari. La Biblioteca es un bello edificio, en la Avenida Rio Branco. Ahí también conseguí una buena cantidad de revistas de Historia que edita la Biblioteca. Tras esta saludable visita, me fui a pie hasta nuestro hotel para descansar un poco. Por la noche teníamos una buena recepción en la restaurada Casa de Correos, en pleno corazón del viejo Rio. Había una inauguración, el de las fotografías de Brassaï, un fotógrafo de origen húngaro que tomó fotos nocturnas de París y también de sus seres noctámbulos. La exposición era parte de la invitación que nos hacía el Embajador de Francia en Brasil. Luego hubo un cóctel con un espectáculo que fue apreciado en toda su magnitud: un grupo de mimos franceses hizo un espectáculo genial, pero la estrategia informativa no fue la adecuada o poco comprendida por lo que el público y se desperdició todo el show. Una lástima. Salimos a comer algo y nos fuimos al hotel Novotel a comer, Iván Dibós nos invitó la cena, gracias también a su esposa. Fue una velada simpática. Así cerraba mi día, mi terça-feira.

sábado, 24 de diciembre de 2011

SEGUNDO DÍA CARIOCA: JARDIM BOTÂNICO



Lunes 28 de noviembre. Las actividades de la Alianza empezaban recién esa noche. Iba a ser la final del Concurso de la Canción Francesa entre todas las sedes de las Alianzas de Brasil y prometía ser una noche memorable. Por la mañana, luego de nuestro suculento desayuno, fuimos al local central y de ahí nos fuimos a caminar un poco. Caminamos para cambiar dinero, ya que aún no tenía la moneda local (el día anterior una persona nos había prestado) y necesitábamos hacer cambio urgente. Además, el dólar no circula tan libremente y muchas tiendas rechazan los billetes, por lo que era urgente hacer el cambio. Había intentado sacar dinero con tarjeta, pero parecía que la cuota diaria había sido ya cubierta con los pagos que había hecho el día anterior. Y casas de cambio no había tan disponibles por lo que hallar dinero se volvió casi un suplicio para varios de nosotros. Nos dijeron ir a la Avenida Rio Branco y eso es lo que hicimos. Hallamos una y, ya con más comodidad, comenzamos a hacer planes para la tarde. Almorzamos en un restaurante que había sido el punto de reunión de muchos creadores del movimiento que creó el Bossa Nôva, y muchas fotos del local lo demostraban. El Bossa Nova fue un movimiento no solamente musical, pues hubo toda una movida política alrededor . Aquí más datos: file:///D:/ARTE/Dialnet-RioDeJaneiroCuerpoYLatidoDeUnaCiudad-3626077.pdf.  Un buen almuerzo rociado con una buena cerveza para ir de visita al famoso Jardín Botánico de esta ciudad. De la misma Rio Branco, cerca de la Biblioteca Nacional tomamos un taxi las cuatro personas que tuvimos el tiempo y la voluntad de hacerlo. El trayecto nos mostraba una ciudad con un tráfico intenso, con autovías por todas partes y nuevos túneles para poder comunicar diversas partes de la ciudad a las cuales se llegaba por un largo periplo. Pese a todo, tomamos un buen tiempo y tuvimos que rodear la laguna Rodrigo de Freitas (la llaman Lagoa) para poder llegar a nuestro destino. Vimos que en medio del lago estaban armando un inmenso árbol que, a estas alturas, debe estar en todo su esplendor. Es uno de lo más grandes de Rio. Llegamos a este bello Jardín, el cual tiene más de 200 años y fue creado por D. João. Ocupa 137 hectáreas, por lo que recorrerlo toma su buen tiempo. Tiene zonas que muestran densa vegetación que se pierden con el paisaje natural que rodea a la ciudad. Además hay cientos de aves que anidan en sus numerosos árboles; así pudimos ver una bandada de tucanes que se movían libremente. Accedimos por la entrada principal y nos recibe una avenida de bellas palmeras, alineadas y majestuosas (Aléia Barbosa Rodrigues) y nos dirigimos hasta la Fuente de las Musas (Chafariz das Musas), que representa muchas alegorías. El lugar es utilizado también para sesiones fotográficas y vimos una pareja vestidos de novios tomándose fotos, quizá, para una revista de la ciudad. Luego nos dirigimos a un pequeño lago artificial construido por la acción de uno de sus directores, Fray Leandro, cuyo busto se encuentra cerca del mismo. El lugar es un verdadero remanso y caminas con toda tranquilidad. A pesar de estar parcialmente nublado, la lluvia no llegó a caer por lo que hicimos una buena caminata por los diversos lugares que nos permitió el tiempo: vimos plantas insectívoras, el árbol de la canela, diversos tipos de bambú. Llegamos a un museo muy interesante: la casa de pilões, lugar que fue utilizado como depósito de pólvora (antes, desde sus orígenes en el siglo XVI, había sido un molino) durante el periodo en que Rio de Janeiro se había convertido en la capital del Imperio Portugués. La información es profusa y con buena museografía. Tras esta interesante visita, y ya un poco apretados de tiempo, fuimos a ver los lugares que nos interesaban: un gran centro de orquídeas, un centro de bromelias y un interesante lugar de cactus. En verdad, para nosotros, los peruanos, que compartimos una selva prodigiosa (espero que no la arrasen como lo está haciendo un poco Brasil) y la riqueza de nuestra sierra, nos permite ver mucha flora que nuestros ojos no lo suelen prestar atención debida. Aquí en Trujillo, gracias a la visión de un buen hombre como el desaparecido Dr. Hernán Miranda, se creó un jardín botánico, pequeño, sencillo y con muchos problemas de rechazo de constructoras (¡cuándo no!) y vecinos. Pero un jardín botánico es un patrimonio tangible que toda gran ciudad debe tener. Y este gran pulmón está protegido por la UNESCO como Reserva de Biósfera.  Aquí hay más datos de tan interesante lugar: http://www.jbrj.gov.br/. Otro más para obtener detalles diversos para los amantes de parques, de fauna, flora y ecología: https://imaginariodejaneiro.com/que-visitar-en-rio-de-janeiro/areas-verdes/jardin-botanico/. Viéndolo bien, después de estas intensas discusiones que nuestra sociedad ha vivido en las últimas semanas a raíz de la minería como la salvación de nuestra economía, no se ha visto las posibilidades en el mundo agrícola como en el mundo del turismo que puede atraer bellos lugares naturales que amenazan ser destruidos por la angurria de los hombres y su fácil solución. Durante los días de nuestra visita a Brasil se había abierto la fuerte discusión sobre la ley de la Amazonía, la cual había movilizado a mucha gente por algunas polémicas decisiones de no incluir ciertos territorios para beneficiar a otras grandes empresas, así como los criterios empleados para la reforestación. Lo interesante es que la televisión brasileña tenía las “puertas” abiertas a todas las posiciones y las discusiones eran serias, todas televisadas, en las que se exponían los riesgos de las propuestas alcanzadas por el Parlamento. Como siempre, había gente que quería las sabidas soluciones rápidas. Pero, grandes soluciones de ahora, inmensos problemas del mañana. Rio de Janeiro está apostando por su vida natural y le saca provecho a eso. La ciudad se ha vuelto un importante centro de convenciones y ofrece al visitante su mejor esplendor: su naturaleza. Un ejemplo lo vimos con un compañero, los días que estuvimos era temporada baja y los hoteles estaban llenos por las semana siguiente, nuestro compañero pasó aprietos para conseguir hospedaje por ese par de días.

Nuestra visita la terminamos tomando una buena infusión acompañando una deliciosa torta de manzana. Nos quedaba poco tiempo para prepararnos para la noche de gala, así que nos enrumbamos en un taxi hacia nuestro hotel. Y logramos ver lo terrible que puede ser el tráfico en la famosa hora punta. Una experiencia para no repetir.     

jueves, 22 de diciembre de 2011

UNA CIUDAD MARAVILLOSA, RIO DE JANEIRO


Hay algunos viajes que no habías previsto en tus planes y que, de pronto, aparecen delante de ti, inesperadamente, y que son toda una verdadera aventura a tu imaginación. Así un poco podría calificar el viaje que realicé a Rio de Janeiro entre los días 27 de noviembre al 01 de diciembre de este año.
El viaje ya estaba organizado desde el mes de agosto, cuando se acordó que un grupo de representantes de las Alianzas Francesas de diversas ciudades de nuestro país iba a estar presente en el primer encuentro de Alianzas de Latinoamérica y el Caribe en esta ciudad, el primer encuentro de los Estados Generales, reunión en la que se iba a discutir los nuevos rumbos de nuestra Institución en esta parte del continente. Casi 180 personas venidas desde México hasta Argentina y Chile iban a participar en talleres, conferencias y eventos culturales en esta bella,  grande y cara ciudad. Pero merece que hablemos sobre esta fascinante ciudad que fue capital, no sólo de Brasil, sino la primera y única capital europea durante el periodo de la ocupación del reino de Portugal por parte de las tropas napoleónicas en el siglo XIX. Este hecho permitió que la ciudad haya tenido un trato especial arquitectónico como no lo tuvieron otras ciudades del continente.
Salimos el día sábado 26 desde Lima en un vuelo de TAM con una escala de un par de horas en São Paulo. Con tres horas de adelanto, estas escalas nos iban a “robar” en cierta manera nuestros tiempos, puesto que llegamos casi ya para domingo, puesto que ya era medianoche en Rio de Janeiro. Con los traslados y las distancias en esta ciudad de más de diez millones de personas, llegamos casi a la una de la mañana y nos quedó nada más que comer unas hamburguesas para matar el hambre; la otra solución era ir a los restaurantes de las famosas playas de Copacabana, Leblón o Ipanema; pero veníamos con un cansancio que preferimos descansar. Tiempo después nos enteramos que el restaurante ubicado en el hotel vecino al nuestro (Novotel) atendía las 24 horas. Cosas que uno aprende en la vida.
Domingo 27 ya levantados a las 5 de la mañana, hora peruana (pero 8 de Brasil) decidimos aprovechar lo máximo del día, puesto que teníamos libre los días domingo y lunes, los restantes eran días de actividades. La decisión unánime: Pão de Açucar, el famoso Pan de Azúcar, una de los paisajes más emblemáticos de la ciudad. Ir al lugar del teleférico no era complicado, lo interesante es ver que la ciudad ha sido construida en torno a sus grandes accidentes naturales. Han respetado sus pequeñas montañas verdes, algunas de cuyas laderas han sido ocupadas por construcciones de todo tipo, desde edificios lujosos hasta las famosas y temidas favelas. Eso ha generado algunos problemas logísticos, ya que por cuestiones de transporte ir de un lugar a otro es una larga espera, sea por las distancias, sea por la interminable hilera de autos que tiene la ciudad. Aunque era domingo, no escapamos de la presencia de un fuerte tráfico e iba a ser peor en días corrientes. Fuimos en dos taxis hacia nuestro destino inicial. El ascenso se hace a través de modernos funiculares abiertos para poder ver el paisaje, el cual no pudimos ver en su esplendor por ser un día lluvioso. En la base hicimos nuestras primeras compras de recuerdos: por la lluvia, comprabas ponchos o paraguas; opté por este último. El ascenso es interesante y llegamos a la primera estación. Ya la lluvia arreciaba un poco y el paisaje estaba cubierto por nubes bajas. El lugar está rodeado de una cerrada vegetación y no es raro que algún incauto animal se acerque a algunos visitantes. En la primera estación hay una gran sala de proyección que muestra algunos fragmentos de filmes en los que este bello lugar natural se ha inmortalizado; uno de ellos fue un film del famoso agente 007. Pero no podíamos ver mucho del espectáculo natural que estaba bajo las nubes; percibíamos algunas playas y el Concorvado estaba totalmente cubierto. El lugar estaba lleno de turistas. Decidimos subir a la segunda y última estación. Ya allí se comenzó a despejar un poco el cielo y logramos ver un poco más del paisaje. La ciudad está construida rodeando a sus playas, a su lago (Lagoas) y sus montañas. Tras un par de horas, decidimos bajar para ver nuevos lugares.
Al descender, decidimos ir a almorzar algo, pero hallar un restaurante por los alrededores era algo difícil. Decidimos ir al centro de la ciudad, al centro viejo. Fuimos a un restaurante cercano a la antigua Casa de Correos, ahora restaurada y usada como Sala de Exposiciones (había una estupenda exposición de la India); aquí hallamos librerías en las cuales pude conseguir filmes, libros y cd de música brasileña. De rigor. Después salimos en dirección a la Catedral (estaba cerrada), y de ahí nos dirigimos a una joyita que estaba cerca del centro antiguo: el convento de São Bento (San Benito), una verdadera sorpresa oculta entre los edificios de esta zona. La iglesia es una belleza y está en buen estado de conservación. Aquí su página para que puedan ver lo que es: https://www.mosteirodesaobentorio.org.br/. Esto es lo que dice sobre la iglesia que es el espacio que visitamos: "La Iglesia Abacial es una de las iglesias más hermosas de Río de Janeiro, si no la más hermosa, y uno de los principales monumentos del barroco portugués-brasileño. La construcción de la iglesia comenzó en 1633 y duró más de cien años, y las obras se completaron en 1798; más tarde se produjeron cambios menores. La fachada de la iglesia es muy sencilla, contrastando con la riqueza del interior. El trabajo de la talla de madera dorada se llevó a cabo entre 1694 y 1734. La iglesia y el edificio del monasterio son obra de cuatro monjes del siglo XVII: fray Leandro de São Bento y fray Bernardo de São Bento Corrêa de Souza, arquitectos, fray Domingos da Conceição da Silva, escultor y fray Ricardo do Pilar, pintor. Cabe mencionar también al Mestre Inácio Ferreira Pinto, gran tallista y escultor del presbiterio de la segunda mitad del siglo XVIII. La Iglesia Abacial comprende especialmente una nave central, frente a la cual se encuentra la capilla mayor, integrada por el altar mayor, el coro (donde se encuentran los monjes en sus momentos de oración) y el trono donde, en el escalón superior, se encuentra el imagen de la patrona del Monasterio, Nossa Senhora de Monserrate." Interesante es ver que muchos edificios de los 50 o 60 estaban abandonados. No sé si esto obedece a un plan de rescate o es que las empresas, instituciones han abandonado el centro (como sucedió en Lima) para mudarse a lugares con mejores instalaciones. Daba cierta pena y nostalgia caminar entre grandes edificios vacíos, deteriorados, las ventanas con sus persianas colapsadas. Pero muestran el esplendor de lo que fue Rio en su periodo como capital del Brasil. Pese a todo, el país muestra una pujanza abierta, con la clara idea de ser pronto una mega potencia (ya de esto hablan todos los economistas, que la colocan como la cuarta economía del mundo después de China, USA e India).
Tal como uno se ha informado, Rio va a ser la sede de los Juegos Olímpicos del 2016 y una de las sedes del Campeonato de Fútbol. Y la ciudad se está remozando en muchas partes. Lo vimos en su aeropuerto, en muchas zonas de la ciudad y en los planes de recuperación de algunas zonas sociales deprimidas. El rescate de las favelas para la población está dentro de esos planes.
Pero hay problemas sociales latentes; como buenos turistas, nos metimos en algunas zonas vedadas. Atravesamos una avenida y, de pronto, nos topamos con una suerte de boulevard ocupado por gente de escasos recursos. Algunos de ellos nos miraban de reojo, éramos perfectos extraños. Caminábamos cuatro personas (otros partieron antes a descansar) y nos vimos en una situación bastante tensa; correr no era una buena solución, así que caminamos con el mayor de los aplomos y muy atentos a lo que se moviera alrededor de nosotros. La lluvia jugaba puntos a favor, puesto que nosotros caminábamos por la zona central del boulevard, sin alguna protección, mientras que las demás personas trataban de guarecerse del aguacero que nos caía. Cruzamos la avenida y llegamos a un lugar mucho más seguro. Pese a todo, la ciudad no dejaba de mostrar sus esplendores pasados y que ahora deben estar en los planes de rescate.

Por la noche teníamos una invitación a comer un rodizio, invitación que no íbamos a desdeñar, por lo que regresamos al hotel para descansar un poco prepararnos para ir a Ipanema a un buen restaurante y comer como Dios manda. Un buen día para empezar Rio de Janeiro.

miércoles, 31 de marzo de 2010

¿HAUPSTADT DEL WELT? BERLIN




























Berlín. Mi acercamiento a la cultura alemana, como la francesa, ha sido un proceso más ligado al asombro y a la admiración. Ambos han sido pueblos creativos, laboriosos y destacados en los campos que me apasionan: el arte y el intelecto.
Por mi afición a la música y al canto me aproximó a uno de los más grandes genios que haya dado la música: Johan Sebastian Bach. Luego vendrían los monstruos de Beethoven y Händel, algo de Haydn y Brahms. De habla alemana fue Mozart, y al estar en Viena y Praga en 1990, rendí un silencioso respeto a este genio. Pero Alemania me acercó a Juanito, como lo solíamos llamar en la época universitaria, cuando cantaba en el coro de la PUCP. Esos bellos años.
Al acercarme a su idioma, me fui maravillando en la increíble estructura que es el alemán. Lástima que la historia no le ha dado una buena percepción ante todos, debido a los terribles atropellos acaecidos en la segunda guerra mundial. Pero la belleza de un idioma y la cultura de un pueblo no puede ser satanizado por el momento que les tocó vivir. Ya se hablará en otro momento al respecto.

Al leer a Kant, las teorías de Adorno, de Reich, al leer a Thomas Mann, ver el teatro de Brecht, haber visto sus impresionantes películas del expresionismo (Murnau, genio), a Leibnizt y su teoría de las mónadas; es tan apabullante como cuando la Dietrich canta Ich bin von Kopf bis Fuss auf Liebe eingestellt (estoy hecha sólo para el amor) en el Ángel Azul.
Luego de mi permanencia de dos semanas fui una semana a Berlín; había coordinado la visita a esta ciudad gracias a Simone (tan linda y loca, como siempre) y el Sr. Rückert para visitar algunas universidades en torno a la ciudad de Halle, la ciudad de Händel. Iba a llegar un sábado a Tempel y de ahí me iba a casa de Simone. Tan ordenados los alemanes, ella lo tenía todo previsto; una amiga suya me recogió y llevó a su casa, me tenía preparada una gran comilona como recibimiento. Genial, comimos opíparamente degustando una de las maravillas alemanas: su pan.
Por la noche salimos a visitar algunos simpáticos bares y comer algo. Berlín es una ciudad silenciosa. Simone vive en un complejo de edificios con muchos residentes, incluso muchos niños (hay una suerte de babyboom en su edificio), pero la calma es inaudita: una paz de ciudad como nunca. El frío excesivo hace beber mucho a la gente, es un mal de la zona. Pero, a diferencia de nuestra ciudad, no ves botellas rotas por el piso o regadas por la calle; estas las dejan en los cenefas de las ventanas y no las lanzan al piso como muchos desadaptados que conozco por mi barrio.
Al día siguiente, domingo, celebración postrera del cumpleaños de Simone. Fuimos a comer un buffet muy simpático a un bar de amigos de Simone: comida espléndida, quesos, carnes, embutidos, suaves ensaladas y los geniales panes. Ya había estado antes en Berlín en 1995. Pero no recordaba esas maravillas. Memoria gastronómica débil.

























Una vez culminada la comida, nos fuimos a comprar mi boleto de tren para el día siguiente: me iba a Halle. En Berlín han construido la más grande estación ferroviaria, eso me impresionó de Alemania; la primera vez que estuve merodeando por el país quedé muy sorprendido por la estación de tren de Köln y lo cerca que estaba de su catedral, por supuesto que fui a verla.
La estación es inmensa y centraliza todas las anteriores. Recuerdo haber llegado la primera vez a Lichtenberg. Muchas de esta estaciones se hicieron famosas como Zoo Bahnhof (¿recuerdan Christina F?) Luego de manejarme en descomunal estación, con Simone nos fuimos a caminar a ver el Reichstag. La visita fue genial, pese a las paranoicas medidas de seguridad; en Europa viven al miedo, parte por su conciencia y parte por la media que crea un pánico diario. Es muy interesante la cúpula que han eregido para ver la construcción y la ciudad. Se ve el Spree totalmente congelado, grandes trozos de hielo discurren por la quebradiza capa que cubre al río. El frío es duro. Desde la parte superior distingo una imagen conocida desde la primera visita. la puerta de Brandemburgo. Al salir, nos dirigimos con Simone hacia la puerta: varios turistas de agolpaban para tomar las mejores fotos posibles. De ahí comenzamos a caminar por Unten den Linden y de pronto nos hallamos con la Academia de Artes (Akademie der Künste). Al ser domingo, el ingreso es libre y tenía la exposición de uno de los grandes pintores del expresionismo: George Grosz. Genial. Sus acuarelas, dibujos, fotografías. una exposición completa. En el hall compré varios libros, sobre todo de fotografía y la nueva arquitectura berlinesa. ¿Herencia del Bauhaus?
Estuve fuera de Berlín tres días, luego contaré al respecto.
Estuve un día y medio más en la ciudad. El último día me fui a ver nuevamente el centro. La primera vez estuve en la Siegessäule, la famosa columna de los ángeles del film Himmel über Berlin. Desde ahí había caminado hasta la puerta de Brandemburgo. Hacía poco se había llevado a cabo la reunificación y había muchas cosas derruidas. Ahora Berlin está pecando de convertirse en la estrella del consumismo, una suerte de ponerse al día; espero que no se apure mucho y preserve el bello viejo Berlín. Todo lo quieren hacer nuevo. En esta oportunidad me fui a ver dos grandes monumentos emblemáticos; su increíble catedral y los cercanos museos de la Isla. De los museos hablaré en otro texto.
La catedral es un inmenso edificio que descuella gracias a sus cinco cúpulas; esta vez sí logré ingresar. Visitar la cúpula mayor es una interesante experiencia. No tiene la vejez de Notre Dame, pero su construcción no escatimó ningún gasto de la dinastía de los reyes de los últimos años de la dinastía Hohenzollern. El monumento era el orgullo de esta agonizante dinastía cuya cripta se encuentra en los subterráneos de esta catedral. Esa cripta es impresionante: en ella se encuentran sarcófagos de todos los tamaños (hubo príncipes herederos que murieron al nacer) y formas, formas que muestran los cambios de estilos y modas a lo largo de los siglos. Las tumbas más interesantes (bueno, sarcófagos) son los de Federico, el Grande (el rey intelectual y justo), Otto Von Bismarck. Hay un pequeño sarcógafo blanco de una princesita que murió al nacer. Es quizá lo que más conmueve en todo este panteón y está en una sala especial.
Al salir de la cripta, fui a la librería para ver más detalles de esta inmensa iglesia que resultó bastante dañada en la segunda guerra mundial; en realidad, es poco raro que alguno de estos grandes edificios viejos no haya recibido el embate de la terrible guerra que fue para los berlineses. Berlín no fue destrozada como esa joya que es Dresden, pero sí hubo daños terribles y aún quedan huellas. Aunque dicen que el tiempo las cura..

Berlin es una ciudad ideal, ¿quiere ser la capital del mundo?
http://www.youtube.com/watch?v=WsbYGdCQsgk

sábado, 13 de marzo de 2010

PINTURA EN EL LOUVRE: VIAJE A LA EXQUISITEZ (3)



Dejando atrás a la Victoria de Samotracia, ingresamos a la primera planta del ala DENON, para poder ver algo de pintura francesa, a los grandes maestros italianos del Renacimiento y algo del Barroco español. Al entrar a las  salas de grandes pinturas, vemos inmensos formatos de Géricault (impresionante LA BALSA DE LA MEDUSA), Antoine- Jean Gros (BONAPARTE Y LOS APESTADOS DE JAFFA)y el inmenso Delacroix (miré extasiado con muchos visitantes LA MUERTE DE SARDANÁPALO y la revolucionaria LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO). Los cuadros te van rodeando y fuera de la belleza, también te van hablando de historia, como las obras de Jacques- Louis David; o el gran maestro de la figura humana que es Jean-Auguste Ingres; ver su ODALISCA, la que vi por primera vez en una estampilla rumana en mi niñez, me hizo recordar cómo contemplaba esta mujer voluptuosa, generosa en carnes, que te lanza una mirada dubitativa entre sensual, atrevida y cándida; o los bellos paisajes de Camille Corot.
Pero el plato fuerte iba a venir con los maestros italianos; pero hay tantos y tantas obras en un sólo lugar que sientes una intoxicación de belleza. Por ahí sale un Cimabue y sus bellos retablos prerrenacentistas y ver la marcada influencia de escuelas de Cremona o el poder de la iglesia de Oriente en la estética de entonces. De pronto estás frente LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN de Fra Angélico y mudo contemplas el trabajo de la perspectiva en estos hombres de fe que quisieron rendir su obra a su creencia. Pero perspectiva pura la hallas en Uccello y su BATALLA DE SAN ROMANO, en la que las lanzas de los guerreros trazan las perspectivas que guían nuestros sobre este cuadro. Los platos fuertes estaban por venir: el primero lo ves con el SAN SEBASTIÁN de Mantegna, gran estudioso del cuerpo humano (algún  día iré a Brera en Milán para ver su CRISTO MUERTO); EL RETRATO DE UN ANCIANO Y UN JOVEN de Ghilandaio; LA VIRGEN DE LA ROCA y LA VIRGEN, EL NIÑO JESÚS Y SANTA ANA de Leonardo. Estaba rodeado de maestros que mostraban toda la visión del mundo de la Europa de entonces, la nueva visión de un mundo tras el descubrimiento de América y que iniciaba el viaje hacia sí mismo. Creo que el día que llegue a UFIZZI en Florencia habré colmado mis más grandes sueños del arte. Una sensación especial fue ver a LA GIOCONDA  en la sala en la cual estaban las otras obras de Leonardo; felizmente no me hallé ante un tumulto de gente como suele pasar con las obras vedette de un museo (como me pasó con la RONDA NOCTURNA en Amsterdam), pero no colmé las expectativas que había generado en mí al momento de hallarme con este famoso cuadro. Quizá ya estaba saturado, quizá no estuve preparado o quizá sobrestimé la obra. No lo sé.
Mucha más atractiva fue la pintura LA MUJER DE LOS ESPEJOS de Tiziano, obra equilibrada, con un dominio de luz magistral y esos volúmenes tan bien distribuidos. Y para cerrar esta visita a los italianos me extasié con el genio de Arcimboldo, del Veronés y del Tièpolo. No quiero olvidar de mencionar esos inmensos cuadros detallistas de Francesco Guardi, casi un fotógrafo de los eventos sociales masivos de su época. Sus cuadros retratan la vida fastuosa  de la Venecia rica y burguesa que le tocó vivir.
Tenía que cerrar con los españoles, tenía aún fresca la visita al Prado, por lo que tenía que ver en esta colección tenía que llenar mi retina con "novedades" impactantes. Con las obras de El Greco y las de Ribera, el Españoleto, me doy por satisfecho. Otras buenas piezas de Zurbarán y Goya completan la breve colección de pintura española del Louvre. La pintura de EL TULLIDO de Ribera siempre me ha parecido, salvo por el pie enjuto, el retrato del Lazarillo de Tormes; la cara pícara y su pobreza digna las hacen obras gemelas. Cumplí con un sueño más. 
El tiempo nos iba venciendo, Olivier me dijo que el museo ya estaba por cerrar; 5 horas de viaje por él no han sido suficientes para mi curiosidad, pero suficientes para mi físico. Ya regresaré por más.

domingo, 7 de marzo de 2010

MADRID, MÁS ALLÁ DE LO ESPERADO


























En realidad, no tenía muchas ganas de ir a Madrid. El primer contacto que tuve con esta ciudad fue en 1994 a pocos meses que el gobierno español había impuesto el visado obligatorio a varios países andinos, entre ellos, Perú. Había ganado una beca para Dinamarca y el paso obligatorio a Copenhague fue Madrid. No pude gestionar la visa de este entonces (aún no existía el espacio Schengen) y me vi forzado a quedarme en Barajas, 4 horas en la ida y 13 horas en el retorno. Esta última fue insoportable y el recuerdo que tenía de esa vez me desanimaba mucho de hacer ese viaje; además me encontré con una serie de personas bastante groseras en momento de hacer consultas. No. Veía la forma de ir vía Amsterdam, ciudad de la que tengo mejores recuerdos, que es bella y la recuerdo con tantas cosas para conocer. Ni modo.
Tomada la decisión, tomamos el vuelo diario de Iberia a Madrid, el cual iba como un micro a La Esperanza. Nuestros paisanos trasladan medio Perú en sus maletines de mano, algunos de los cuales se ven amenazadores si te cayera uno accidentalmente en la cabeza. Había una familia insoportable, cuyo padre era un tipo que se jactaba de ir a España a hacer una maestría con toda su recua: el tipo y su anodina mujer no sabían de control de la natalidad; iban con sus 4 hijos, algunos de los cuales no tenían ni un año de diferencia, y la mayor tendría unos cinco años. El menor era una criatura que nos hizo más desagradable el viaje. Pensé que iba al infierno.
Luego de casi 13 horas de vuelo directo, llegamos a Barajas. Era casi las 7 y media de la mañana, hora local (6 horas de diferencia con Perú); casi adormitados, salimos del avión para hacer el largo periplo a nuestras maletas. Tomamos un tren que une el lugar de llegada al terminal. Esto ya era todo un cambio a lo visto hace 15 años. Pese a todo el trayecto es largo, recogimos maletas y visé mi pasaporte; en el vuelo habíamos ido con un alumno de la Universidad en la que trabajo. En Lima casi perdimos el vuelo; en Madrid, casi pierdo mi maleta. En realidad, es bueno viajar con una sola maleta para poder desplazarte con rapidez, además tomas el metro, barato, y evitas ir en taxi. Con Olivier pensamos en ir a un hotel módico y céntrico, y hallamos uno a media cuadra del corazón madrileño, la Gran Vía, a dos cuadras del inmenso edificio de la Telefónica. Ideal. Previamente, comimos unos churros, pastelillos y un buen chocolate  caliente para la fría mañana madrileña.
Olivier había estado en Madrid por una larga estancia y resultó ser un guía estupendo. Fuimos a ver los lugares que iban a impresionarme de sobremanera. Cerca de nuestro hotel estaba la estación de metro Callao; ya un poco repuestos y luego de un buen baño, salimos a caminar. Tomamos camino a la Plaza Mayor, previa visita a la Puerta del Sol. Habíamos cruzado el Monasterio de las Descalzas; además en el trayecto entramos en el remodelado Mercado San Miguel. Al verlo imaginé el Mercado Central de Trujillo puesto en valor de igual manera. Soñar no cuesta nada, pero frustra. Llegamos a la Plaza Mayor y nos encontramos con la estatua ecuestre de Felipe III, mis respetos, es el gestor de magnífica plaza. Sus galerías tienen diversas tiendas de libros, antigüedades, numismática y filatelia; esto me hizo recordar mis estampillas bastante olvidadas por mis nuevas responsabilidades y hurgué algunas colecciones que me hicieron recordar mis años mozos: allí estaba la colección de trajes típicos de España o las pinturas de los grandes maestros españoles como las de Sorolla. Salimos por una de las puertas laterales en dirección hacia la Plaza de la Villa. Cuando salíamos ya Olivier tarareaba la canción de Mecano Un año más, también la evoqué. Esa es la canción de Madrid. Íbamos cargando la historia.

























Llegamos luego de breve caminata a la Catedral de la Almudena con el Palacio Real; la cola para el palacio nos desanimó y fuimos a la catedral. Entramos a su museo y la visita obligada a su domo. Las historias y leyendas de España se centra en esa estrecha relación que tuvieron con los árabes, los moros, los mozárabes. Esta catedral no deja de tener este estrecho vínculo. La más grande de las creencias cristianas en esta parte de Europa se gesta también como respuesta a esa ocupación de siglos: la Peregrinación de Santiago de Compostela. La Virgen de la Almudena es la patrona de Madrid y su denominación viene de palabras árabes: almudit o almudaina. Desde la cúpula ves toda Madrid, desde el Campo del Moro y todas las torres y cúpulas de sus viejas iglesias, así como sus altos edificios.


En nuestra marcha, vimos el Palacio desde fuera. Para otra vez será. Cruzamos el Teatro Real, el cual no me impresionó mucho. Marchamos hacia la Puerta del Sol nuevamente y fuimos a nuestro hotel por una pausa. Un poco más tarde, trazamos nuestro nuevo objetivo: El Museo del Prado. De este ya he contado al respecto.
En la trayectoria nos apertrechamos con comida. Había que recargarnos de energías.
Ya salidos del Prado y bastante agotados, puesto que habíamos pasado una noche en blanco, decidimos regresar. Hicimos una pascana en un bar simpático y vi los recuerdos que había comprado. Ahora íbamos por libros, DVD y música. Madrid tiene una inmensa librería de origen francés: FNAC (la cual visité por segunda vez en mi segunda escala, cuando visité el Museo Reina Sofía), allí tu locura rebalsa: libros de historia, cómics, libros de cine, de todo. Filmes de maestros, clásicos y el cine nuevo mundial, música de todo el orbe. Bueno, seguí mis instintos consumistas (hay que hacerles caso de vez en cuando) y ataqué lo que pude. De pronto recordé lo del peso de las maletas: no libros, la melancolía inundó mi alma. Libros de fotografías, de historia, eran mucho peso para mi maleta y un gran dolor para mi alma. Compré varios cd (unos 10) y DVD de clásicos europeos (12), creo que calmó mis frustraciones. Lo interesante es que mucho de lo que compré en Perú cuesta el doble y, sobre todo, existen.
Con Olivier hicimos una visita a los bares simpáticos de Madrid; había recibido la invitación de un amigo suyo para comer al día siguiente. Por mi parte, había contactado con un amigo mío, Javier, en Madrid; pero el hecho de hallar un adaptador de tomacorriente para cargar la batería de mi cámara fotográfica me sacó de quicio. Aquí no hay ferreterías y el único lugar era el famoso Corte Inglés; pero no todos tienen el servicio de ferretería; iba de una tienda de la cadena a otra y no hallaba la misma. Luego que hallé una, no me sirvió ya que era otro modelo; busqué otro hasta que hallé. Esto debería haber advertido, se volvió una pesadilla. No había caído en cuenta de que en el Mercado libre del avión te venden uno de multiuso. En fin, así aprendes.
Hicimos una buena marcha nocturna, pero había que descansar. Al día siguiente, con mucha sed me levanté a buscar agua. Felizmente, cerca de ahí había una tienda de un señor oriental (chino de la esquina peruano) que tenía los pertrechos necesarios. Fuimos a desayunar unas pequeñas tapas y luego a la marcha.
Fuimos a la Plaza Mayor (era domingo, el 24 de enero) y era una fiesta, vendedores de estampillas, monedas, billetes, objetos exóticos: corre dinero. Algunos artistas ambulantes muestran su arte y habilidades. Antes de llegar a la plaza había comprado un libro sobre Madrid, de la colección Historia de la Fotografía (Madrid 1931-1939, II República y Guerra Civil), quería llevarme la mayor cantidad de libros. El peso. Antes de irnos al Mercado de El Rastro, me compré un raro cómic, de Luxley, con una fascinante historia que muestra el mundo al revés. El año 1191, el mundo europeo es invadido por los americanos, todos los pueblos, aztecas, mayas e incas, dirigidos por un inca vidente, asesino, cruel e injusto. Visión interesante. El texto tiene mucho de antirreligioso, (sobre todo católico), pero la visión que se tiene de los precolombinos es por demás alucinante. En fin.
En el Rastro, Olivier me dijo prestar atención por mis cosas, sobre todo mi cámara. Era la tentación. El Rastro es un mercado de pulgas, encuentras de todo, ahí encontré el regalo para mis amigas en Francia, bellos gatos tallados en madera. Ves de todo, como una boutique popular y gente de todas partes.
Antes de ir a encontrarnos con los amigos de Olivier, nos acercamos a ver la Puerta de Toledo.
Nos encontramos con los amigos de Olivier en la Puerta del Sol a la una en punto. Nos invitaron a comer en un restaurante de la ciudad; bello, acondicionado en una casa antigua, con instalaciones geniales, el restaurante fue todo un placer; entre vinos, quesos manchegos, tapas, calamares, hicimos una comida opípara. Una ciudad es bella por el estómago también. Madrid lo es.
Nuestro avión rumbo a París salía a las 6:30, así pues cancelamos nuestro hotel y nos fuimos a la estación de metro Callao para irnos al aeropuerto. Para viajar en metro, una maleta es ideal. Sano consejo, a menos que uno emule a Jesús y el calvario.
Salimos rumbo a París. Madrid me dejó con una buena sonrisa que se volvió alegría en mi segunda escala, cuando vi a muchos madrileños disfrazados por carnavales (era sábado 13 de febrero), un jolgorio por las calles de la ciudad que hacían olvidar el recio frío que azotaba la ciudad. El 14 dejé Madrid y dejé Europa.