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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

jueves, 29 de diciembre de 2016

HUAMACHUCO (WAMACHUKO) AL PASO

Esta corta visita la había planificado con Marco López, gestor de proyectos y actividades educativas y culturales en la ciudad de Huamachuco. Marco es un personaje, quien decidió regresar a su tierra a “hacer patria” luego de un largo peregrinaje fuera del país. Para eso tenía que labrarse un camino para su retorno. En su camino fue hallando otras personas como la gente del Instituto de Educación Superior Pedagógico Publico José Faustino Sánchez Carrión, para poder trabajar con la gente de su tierra natal.  El primer contacto formal lo hicimos en octubre cuando dicté el taller sobre Arte y Educación en la Universidad Católica de Trujillo a invitación de Antonio Ulloa y su proyecto CLIAC (Centro Latinoamericano en Arte y Comunicación). El viaje se vio postergado dos veces y, como siempre, a la tercera se dio la oportunidad.
La visita fue rápida, ya que estaba cerrando año escolar y era necesaria mi presencia para una serie de procesos. Pedí permiso para el lunes 19 para poder hacer el taller por la mañana. Salí el domingo a las 13 horas en un bus de la empresa TUNESA. El bus iba con cierta cantidad de pasajeros y vi algunos extranjeros a quienes pensaba que iban de turismo; todo lo contrario, son voluntarios que trabajan para diversos proyectos en Huamachuco o alrededores. Llegué un poco tarde, ya que el bus se detenía en muchos lugares, fuera de que llovía. Recuerdo que una vez viajé allí en enero y el tiempo era lluvioso y cargado de niebla. Me vino a la memoria ese viaje. Fui con ropa y pijamas gruesas. Marco me estaba esperando con Walter Iparraguirre, con quien íbamos a tener buenas charlas. Me instalaron en un hotel céntrico en plena Plaza de Armas, la cual están remodelando. Me vinieron a ver a las 7:30 pm para cenar algo. Hicimos las coordinaciones respectivas para la actividad del día siguiente y me fui a dormir temprano. Antes me dediqué a una buena lectura sobre las entrevistas hechas a MVLL. Bastante interesante.
Al día siguiente, nos íbamos a reunir a las 7:30 am. Como hábito, siempre despierto a las 5:30 am, así que seguí leyendo algo y luego me tomé un buen duchazo. Ya listo, tomé mi cámara y tomé algunas fotos al hotel. Marco llegó puntualmente a la cita pactada y me comentó que íbamos a tomar un buen desayuno en el Instituto a las 8:30. Así que nos fuimos a tomar un emoliente. Como anécdota, después ya en Trujillo, y gracias a una cocinera que es bióloga y su amigo me enteré que, además de linaza, lleva la parte medular del maguey o agave; estaba en la oscuridad culinaria. Este emoliente te levanta el cuerpo y te lo caliente ya que el día estaba frío y húmedo. Amenaza de lluvia. Nos dirigimos a ver una biblioteca que empezó hace un lustro aproximadamente con fondos italianos.




Previamente, visitamos una bella casa frente al Campanario de la catedral, casa que se ha restaurado y que se está implementado como hotel. Sus zaguanes, grandes habitaciones y viejos muebles muestran el pasado de una ciudad orgullosa de su tradición agraria y ganadera. Al llegar a la Municipalidad, Marco me comentó que se logró que la Biblioteca Municipal se desplazase de su lugar original en un segundo piso de la Municipalidad a un nuevo local cerca de la pequeña iglesia altar de San José, que es una obra notable concluida por Florencia de Mora, dama influyente en Trujillo (hasta el nombre de un gran distrito lleva). El campanario de la catedral es interesante, parecido en funciones al de Otuzco. La Catedral es una construcción nueva y me comentaron que se tuvo, a mi modo de ver, la mala decisión de derruir tanto a la catedral como la iglesia que se hallaba casi al costado de ella, la de San Francisco. También fue demolida la construcción original del colegio en el que estudió César Vallejo, Colegio Nacional San Nicolás. Me pregunto cómo hubiese sido en la actualidad todo ese conjunto arquitectónico colonial en nuestros días. Al respecto me contaron algunas bromitas hechas por algunos intelectuales que visitaron esta ciudad en la búsqueda de patrimonio arquitectónico colonial. Después fuimos a ver la biblioteca instalada cerca de la iglesia de San José: bien implementada y con una sección dedicada a toda la publicación hecha en la zona, además de una sección dedicada exclusivamente a José Faustino Sánchez Carrión, hombre ilustre de esta ciudad. Los libros que han recolectado son numerosos y habrá que ver algunas posibilidades de reeditar algunos para el patrimonio cultural y académico de la Región y del país. 






Luego de la visita relámpago, nos dirigimos al Instituto para tomar un opíparo desayuno. Luego al trabajo con los chicos desde las 9 hasta las 12 del día. Luego de ellos, salimos a almorzar algo ligero y de ahí a ver el pequeño Museo Municipal Wamachuko, el cual contiene varias piezas líticas labradas interesantes. Algunos trabajo son primorosos y generan la pregunta de por qué no se continuó con esta tradición de labrar la piedra o cantería. La zona sí mantiene una vieja tradición del tejido, pero queda en el ambiente la extraña ausencia de trabajadores de piedra. Comentaban mis acompañantes que cuando la ciudad comenzó a cambiar y modificó algunas calles, se requirió la mano de obra de canteros y apareció un señor ducho en el arte. Ese señor fue requerido con frecuencia y le fue bien en su trabajo. ¿Se pudo haber abierto un nuevo rubro para la ciudad como lo hace Cajamarca o Arequipa? El tiempo y la osadía de sus habitantes lo dirán.








Tomé mi bus de retorno a Trujillo en la misma empresa, bajo una tupida lluvia. El bus iba hasta Lima. Lo loco de esta última etapa de mi visita iba a ser la penosa: el bus se malogró en el camino; una vez que se puso en marcha, en un badén el bus no podía pasar, pues el espacio-luz del mismo es corto y la bus era demasiado largo para poder pasar cómodamente. Los pasajeros tuvimos que bajar para aligerar peso. Pronto llegó una patrulla de carreteras y una motocicleta de policía, eso me dio un poco de calma; estuvimos en este percance por casi media hora. Ya pasando Shirán, pude contemplar un incendio de maleza (las flamas eran altas) que parece no eran de gran importancia pues no se reportó como incidente noticioso en Trujillo. En fin. 





domingo, 25 de diciembre de 2016

REGALOS IMPREVISTOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 25 DE DICIEMBRE 2016)

La navidad de este año viene con interesantes regalos que han removido el ambiente político y que han poblado las redes sociales con comentarios simpáticos: desde el encuentro entre PPK y la lideresa de FP hasta el sonado caso Odebrecht que está salpicando a los tres últimos estadistas que ocuparon el sillón presidencial, temas que dieron y dan mucho de qué hablar.
El encuentro propiciado por el Cardenal Cipriani en su modesta residencia entre el electo Presidente Pedro Pablo Kuczynski y la excandidata Keiko Fujimori es bastante interesante; la candidata hasta la fecha no ha asimilado su derrota en la última contienda electoral y se resiste, cual animal herido que lame sus profundas heridas, a dar un paso al costado para que la realidad política siga su curso. Pero lo interesante de los momentos vividos y las situaciones creadas en las últimas semanas es que han permitido desnudar o destapar una serie de hechos en los que nuestros dilectos legisladores no salen del todo bien parados. Tanto ha sido el ruido político y social que la misma Luz Salgado, actual Presidenta del Congreso, salió al llano a poner, solo verbalmente, su puesto a disposición si se hallare alguna evidencia  de irregularidades en el seno de dicha Institución. Por efecto dominó, la gente sigue esperando que cumpla con su palabra.
El caso Odebrecht sí arrastra una larga e interesante cola. Si el escándalo de los Panamá Papers no modificó mucho el panorama político preelectoral, ya que se estaba en la cresta de la ola y estalló a pocos días de la primera vuelta, y se perdonó los escándalos de los dos principales candidatos involucrados (Keiko y PPK); ahora el contexto es otro. Esta onda de destapes abarca a los tres últimos gobernantes del sillón de Pizarro. Como siempre y es natural, tenemos todo el derecho a la sospecha  habida cuenta de que fue AGP quien renovó contactos con esta empresa durante su primer gobierno, sacando adelante muchos proyectos, entre ellos el de Chavimochic. El escándalo Operação Lava Jato (Autolavado), que estalló en 2014, está trayendo una estela mortal para muchos políticos y funcionarios gubernamentales peruanos; algunos paladines taciturnos han salido al frente a tratar de defender a personalidades de dudosa reputación. Quizá Mauricio Mulder, quien ha puesto su mano al fuego por su líder, pueda convertirse en el primer caso de un congresista peruano que encarne a la Antorcha humana, un personaje de los 4 Fantásticos. Es también un fuerte golpe a la deslucida  Justicia peruana, la cual se ve confrontada por la Justicia norteamericana para actuar de correcto oficio en este escándalo de corrupción, ya reconocido y evidenciado. La pelota está en su campo y es la oportunidad para que la nuestra Justicia adquiera una nueva dimensión ante la sociedad peruana.  
La duda que queda flotando en el ambiente es si estas malas artes de esa empresa solo se han circunscrito a los primeros años de este siglo o se han estado practicando en nuestro país cuando empezó sus primeras funciones en 1979 o la más importante a partir de 1988. Hay un largo e interesante camino por recorrer.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

LAQUIPAMPA, EL CORAZÓN DE LA SIERRA LAMBAYECANA.

La visita de Isabelle Lemoal siempre es pretexto para darse una escapada por lares cercanos, pero aún no conocidos. Así, el sábado 12 de noviembre salimos Orietta, Isabelle y yo rumbo a Chiclayo, previas coordinaciones con la empresa Ecoserv que tiene un albergue ecológico, Huaca de Piedra cerca de Íllimo y colindando con el bosque de Pómac. Como el año pasado, tomamos un bus de Emtrafesa para ir a Chiclayo. Llegamos a casi una de la tarde y, antes de ir a almorzar, fuimos a comprar varias avituallas (fruta, pan, salami) para el día siguiente. Ya el dueño, Dante Díaz, nos esperaba en su camioneta en la misma estación de buses y nos esperó para terminar nuestras compras. Luego nos dirigimos a Lambayeque para almorzar antes de irnos a nuestro albergue (era un tramo de casi una hora); en una primera instancia pensábamos almorzar en el restaurante Pacífico, pero estaba lleno y no había lugar para estacionar. Nuestro guía nos propuso el Cántaro. Había ido allí hace varios años y no lo recordaba mucho; ahora está muy bien, con buenas instalaciones y un servicio muy atento para nosotros. Almorzamos rico, bastante rociados de cervezas para el calor chiclayano. Concluido nuestro almuerzo nos dirigimos hacia nuestro albergue. Se toma la carretera hacia Olmos hasta llegar a Íllimo donde toma un desvío; en realidad es otra entrada al bosque de Pómac; es más, al día siguiente íbamos a atravesar un tramo de este en el viaje a nuestro destino. Como habíamos tenido un viaje de un poco más de tres horas desde Trujillo, más el almuerzo regado de cervecitas llegamos a nuestro hospedaje a leer y hacer una buena siesta. Previamente habíamos coordinado para la cena y también guardar todas las cosas que necesitaban estar en un congelador o refrigeradora. Por la noche cenamos con tranquilidad y vi un poco de televisión; el programa que vi me intrigó, pues era una reconstrucción en formato de telenovela de la vida de Isabel la Católica de España. Había leído una novela sobre ella de César Vidal en la que no sale tan bien parada; además había leído una revista sobre Fernando el Católico de Aragón en el que le da mucho más valor que Isabel. Hubo fragmentos de la serie que sí los había reconocido en ambos textos sobre la elección del Cardenal Cisneros para sus futuros planes como reino y la aparición de Juana la Beltraneja. Una lección de historia en un albergue a miles de kilómetros y cientos de años después de esos acontecimientos registrados. Tomé una ducha fría antes de dormir.



Había que levantarse a las 5 de la mañana. Sé que para Orietta fue toda una experiencia rayando con el sacrificio e inmolación. Hubiera ido gustosa a Moche a las 11 de la mañana a ver pajaritos. Pese a todo, los tres viajeros tomamos nuestro desayuno temprano y salimos un poco más de las seis. Para mí no es tan traumático, incluso había tomado nuevamente otra ducha fría un poco antes de la cinco para despercudirme de la modorra. Subimos todos nuestros bultos a la camioneta, puesto que nos íbamos directamente al terminal de buses a Trujillo luego de la visita a Laquipampa. Salimos atravesando un buen tramo de Pómac tanto el que está libre y ocupado por agricultores de la zona, como el área protegida. Conversábamos sobre el problema de la sostenibilidad del bosque y los habitantes, los intentos de invadirlo, los tristes sucesos en 2009 causados por los traficantes de tierras con el asesinato de tres policías. En realidad, la población tiene que integrar a su vida estos espacios, como el que íbamos a visitar (y que posteriormente se vio amenazado por los diversos incendios forestales que estallaron una semana después de nuestra visita). Una vez que la gente lo siente como su medio de vida, lo va a proteger con mucho celo y valor. Otro de los datos interesantes que escuchamos en nuestra ruta fue el caso del alemán Karl Weiss, quien fue un gran benefactor en Chiclayo y director del emblemático colegio San José. Comentaba que tenía vínculos nazis y que hizo una serie de experimentos en Batán Grande, propiedad de su amigo Juan Aurich, donde desarrolló algunas ideas en la apicultura. La conversación se incrementó al respecto al atravesar, precisamente, el poblado de Batán Grande donde se ve lo que queda de la casa hacienda. Orietta comentaba sobre los fascistas que recalaron por estas tierras, lo mismo que un buen número de nazis que lograron su pasaporte de salida por la iglesia o los Estados Unidos, o la Argentina de Perón. El ascenso fue rápido hacia nuestro destino final: Laquipampa. El año pasado, en nuestro intento frustrado por la lluvia, Dante nos comentaba de los lodazales que suelen hacer en la zona y es cierto, puesto que hay un buen tramo de la carretera que es trocha. Sin embargo, buena parte de la misma está bien asfaltada y contacta varias pequeñas localidades hasta Incahuasi, mítico lugar en la serranía lambayecana, zona limítrofe con la Región Cajamarca. En el trayecto hacia Laquipampa nos encontrábamos con micros que descendían desde Incahuasi con la vestimenta dominguera. Y es una de las pocas zonas norteñas en la que aún se habla quechua. Desde Batán Grande, la carretera es afirmada, pero se halla en relativo buen estado (aunque las lluvias la afectan). El paisaje se vuelve más andino. En esta zona del Perú, los Andes se “alejan” del litoral costero. Ya en Piura la presencia andina es cada más alejada y ya no la vemos en Tumbes. Piura y Tumbes son regiones en la que se respira mar tierra adentro. Laquipampa es un pequeño poblado en la provincia de Ferreñafe. 



Desde aquí se parte para visitar (lo que se puede en una primera visita) el Refugio de vida silvestre Laquipampa. Su extensión es de 8,328.64 ha. Y en ella hay bosques, flora, animales salvajes que se creían extintos, recursos hídricos y bellos paisajes. Hay zonas en las que los agricultores conviven con los bosques y se está logrando que los pobladores identifiquen este bosque como su gran recurso natural en todos los campos. Por eso me dio mucha pena saber que a una semana de nuestra visita, los bosques se vieron amenazados de un gran fuego forestal. En el poblado nos percatamos que se estaban preparando para una fiesta religiosa en homenaje a San Martín de Porres. La pequeña iglesia estaba engalanada y había arcos con muchas botellas de cerveza y gaseosas. Era fiesta y la gente llegaba con sus galas. Luego de un buen café pasado nos dirigimos al Centro de interpretación. Lo que me impactó fue ver una inmensa bromelia en la puerta. Luego de registrarnos y recibir información gráfica, Dante nos presentó a una persona del lugar que nos iba a llevar a los dos lugares que íbamos a visitar en esta oportunidad: la ruta de las lajas y Shambo. La primera era una caminata breve para ver unas pequeñas cataratas. El sendero, aunque corto, es un poco escarpado. Isabelle y Orietta habían decidido a quedarse con Dante para evitar “algunas torturas”.  Isabelle recordaba la casi masacre de las cataratas de Gocta y decidió no arriesgarse.
La primera caminata fue corta, este sitio queda a unos 3 km. Del Centro de Interpretación; hay un sendero ya preparado para los caminantes. Es un juego de caídas de agua que deben de ser, imagino, impresionantes cuando ya es temporada de lluvias. Nuestro guía nos contó que en la poza que estuvimos viendo inicialmente habían muerto dos alumnos y un profesor. Vaya dato. Retornamos por el mismo sendero; en realidad, sí hubiera sido molesto para Isabelle y no me lo hubiera perdonado.




La segunda, la ruta Shambo, era más extensa y nos permitía atravesar un bosque. La caminata era relativamente ligera, pues el sendero no era muy escarpado. Atravesamos algunas chacras de campesinos de la zona, algo de ganado vacuno y nos internamos en medio del bosque rodeado por cientos, cientos de mariposas de diversos colores y tamaños. Es impresionante la cantidad de ellas; a medida que avanzábamos la sombra de los árboles nos iba cubriendo hasta que llegamos a una zona de había una caída de agua con un pequeño lago. Hicimos una segunda pausa; antes nos habíamos detenido para refrescarnos en otra caída cuya agua era bastante fría: ideal para el calor y refrescarnos un poco. Luego de la pequeña pausa en la lagunita, el guía nos dijo para subir hasta un mirador, un balcón de piedra natural que te permitía ver toda la estribación andina y la verdura de la zona. De ahí iniciamos nuestro retorno. Durante la visita a esta Reserva, tuve la oportunidad de compartir esta experiencia con dos estudiantes chiclayanos, bastante reflexivos y cuyos comentarios me parecieron bastante atinados sobre el potencial de la zona y el cuidado que debe de existir para no depredar el potencial que tiene esta Región. Comentaban sobre el riesgo de la minería, sea informal o formal, que amenaza estas zonas.





Almorzamos algo ligero; iniciamos nuestro regreso a Chiclayo. La zona por la que cruzamos era por Ferreñafe, para llegar a Chiclayo. Llegamos un poco antes de las 4 pm. Nos despedimos de Dante y de los dos jóvenes que nos acompañaron. Nos fuimos a tomar un café antes de retornar a Trujillo. Hasta otra oportunidad.