Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
Mostrando entradas con la etiqueta elecciones 2011. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta elecciones 2011. Mostrar todas las entradas

domingo, 18 de abril de 2021

INCERTIDUMBRE TOTAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 18 DE ABRIL)

11 de abril 2021 pasará para la historia. Millones de peruanos han decidido entre 19 candidatos los dos que pasarán a segunda vuelta para ver quién será el presidente del Bicentenario y el que nos gobierne por cinco años, si antes no pasa algún raro incidente en un país en el que pueden pasar tantas cosas. Acostumbrados a votar por el mal menor para evitar al mayor, tenemos en el escenario a dos posibles males mayores, según sus lamentables recorridos políticos a la fecha. Hay muchos factores que han jugado de por medio como la pandemia, los impedidos de votar por estar contagiados y los temerosos de contagiarse, así como el prurito de generar pánico en unas votaciones que a la larga han sido más tranquilas de lo esperado. De manera personal y tal como pregunté a varios amigos por redes, las elecciones fluyeron rápido después de los problemas iniciales como suelen suceder en cualquiera de los procesos electorales previos, como el caso de las mesas no constituidas. Del total de votos válidos emitidos, los dos candidatos que pasan a segunda vuelta, Pedro Castillo y Keiko Fujimori, reciben un respaldo bastante débil pues ninguno de ellos llega al 20 % deseado; si los nulos y blancos representasen a un candidato, este era un bolo fijo para la segunda vuelta y posible ganador de la banda presidencial. Juegos de la democracia.

El ascenso de Castillo ha sido insospechado. Quizás haya sido inflado por los estrategas de campaña de partidos de derecha que fueron minando a la posible rival: Verónica Mendoza. Pero también indica un total desconocimiento de una fuerza social que ido creando conexiones que los demás desconocían. Por otro lado, la antigua costumbre de la izquierda de desmembrarse en pequeños partidos ahora ha sido asimilada por la derecha; tantos candidatos de esta tendencia han hecho que se canibalicen entre ellos y las de ganar las tenía el fujimorismo que, pese a todo, cuenta con un aparato político mejor constituido y presente a nivel nacional que los otros partidos que surgen solo para estos momentos. Si analizamos en frío, Castillo hubiera podido haber barrido a otros contrincantes, pues tiene más presencia que los otros partidos de derecha centrados en Lima y algunas grandes ciudades. Así de improvisada y frágil es la política peruana. El caso de Keiko es interesante, pues llega a esta segunda vuelta gracias al socavamiento sistemático de personajes como López Aliaga, Soto, Lescano y Forsyth.

Tenemos dos opciones de espanto. Una ya mostró las facetas que la hacen un peligro; por ejemplo, lo vivido en este último lustro con sus lamentables congresistas. El otro tiene pasado turbulento que aterroriza a muchos. Queda un poco más de un mes para ver qué conceden ambos candidatos. Hay algo que sí es preocupante y de lo cual poco se ha hablado en estas elecciones: el narcotráfico. La pregunta está saber con cuál de los dos legitimaríamos un verdadero narcoestado y, de paso, nuestra perdición.

domingo, 21 de mayo de 2017

A RÍO REVUELTO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 21 A PROPÓSITO DEL FANTASMA ODEBRECHT)

Hemos pasado una semana bastante movida. El fantasma Odebrecht ha vuelto a remover los cotilleos políticos tanto de palacio como de las principales tiendas políticas. Todo apunta a que la práctica empleada con la ex pareja presidencial Ollanta Humala/ Nadine Heredia era muy frecuente no solo por estos lares, sino en toda América Latina. La reciente noticia sobre el aporte de una fuerte suma de dinero a la campaña presidencial del actual presidente argentino, Mauricio Macri, ensombrece el panorama de todas las campañas electorales presidenciales en las últimas décadas allí donde la empresa ha puesto sus tentáculos.
Las recientes declaraciones directas (dos ex candidatas) o indirectas (a través de testaferros en el caso AGP) han influido en los medios para transformar un acto de corrupción hecho por el expresidente Humala y Nadine en una acción “legítima” hecha por diversas empresas que destinan fondos a, como afirmó Marcelo Odebrecht, posibles candidatos ganadores en una justa presidencial. Qué rápido cambió el tratamiento de esta acción al verse involucrados más sospechosos de estos beneficios turbios. Un matiz de sarcasmo corre por muchos medios al plantear explicaciones y justificaciones de esta interesante forma de clientelaje indirecto (abiertamente directo, diría yo). Aún queda mucho por aclarar todo el problema generado por los Panamá Papers, formas ilegales de hallar financiamiento, noticia que estalló una vez acabada la primera vuelta electoral y que comprometió tanto a la candidata a segunda vuelta Keiko Fujimori, como a nuestro actual Presidente, así como a AGP e incluso el ex candidato César Acuña. Por otro lado y esto es de interés público, en los descargos y declaraciones de todas las personas involucradas en este nuevo escándalo manifiestan siempre haber conocido a los representantes del monstruo Odebrecht en rondas empresariales. Un espacio en el que las conversaciones se vuelven dinámicas, interesantes y comprometedoras. Algo así como los lobbies. Ahí comienza un camino no muy claro para los intereses generales, salvo para las partes que llegan a un acuerdo beneficioso entre ambas

Esta semana que ha pasado nos muestra la urgencia de contar con una reforma electoral a fondo sobre las formas de financiamiento de los partidos políticos. Por un lado, vemos al narcotráfico extendiendo lentamente su poder no solo con dinero, sino ya incluso con candidatos suyos. Ahora vamos descubriendo qué otras formas de poder corrupto pueden estar colocando sus candidatos en campañas electorales de una nación como la nuestra, con escasa transparencia política, poco compromiso y cargada ignorancia de la sociedad civil que hace que los candidatos a todas las instancias políticas sirvan más a sus intereses o los de su amo, que a los intereses de las personas o colectividad que lo puso en un sillón político. 

domingo, 29 de mayo de 2011

RECORDANDO LA MARCHA DE LOS CUATRO SUYOS

Ha pasado más de una década de aquella fecha.
De pronto lo que parecía ser una elección más para dejar cinco años más en el poder a Fujimori, provocó una reacción de indignación a miles de peruanos cansados de corrupción, de saqueo económico, de injusticia generalizada que era todas luces vista, pero no cuestionada por los férreos tentáculos del poder y corruptela clientelar que había desarrollado el inefable Montesinos en toda la sociedad peruana. Nos habían adormecido con el cuento de la pacificación (que como bien explicó Gorriti sólo se realizó durante el primer periodo del fujimorato) y de la estabilidad económica que había impulsado la informalización de la sociedad (recuerden el boom de los desempleados públicos con sus taxis) y el terror sembrado a todas aquellas empresas que caían en la desgracia para esta mafia y utilizaron la Sunat para la extorsión. De pronto una parte de la sociedad dijo "basta"; pero, valgan verdades, muchos peruanos no queríamos creer, porque arrellanados en nuestras cúpulas de cristal o humillados por la sociedad que nos trataba de apestados (hasta ahora), no queríamos romper el statu quo. Se estaba más cómodo así. Era mejor ser indiferente.
Pero sentí vergüenza personal, cuando apareció el famoso video que mostraba a Montesinos y Kouri en un acción de cohecho demasiado evidente; pero nos resistíamos aún. Teníamos miedo de nuestra casa, de nuestra cuenta en el banco, de nuestro auto flamante que estaba en el garaje. No. Es más, escuchábamos atentos a lo que decían sobre las fugas tanto de Montesinos como de Fujimori. Recuerdo a la Cuculiza negando en todos los idiomas que su adorado presidente fuere a renunciar. Ahí está la historia.
Han pasado 11 años y vemos que muchos de los actores de aquella marcha y de la otra marcha silenciosa que era el llamar a la conciencia a los peruanos, han claudicado. Se han convertido en  lo que fuimos como ente social durante la década de los 90. Si Canal N era hostilizado por su pose democrática, ahora aplaude a la representante de aquel oscuro periodo de nuestra historia, aquel en el que fueron tratados como parias y hostilizados.
Varios de los que apoyaron esa marcha de conciencia han sido consecuentes y han expresado su posición. Quizá no pro Ollanta, mas sí anti Keiko. Eso reconforta, ya que queda dignidad en nuestro País.
Personalmente, no quiero sentirme como parte de ese "ganado" que fuimos durante esa década y que,en cierta manera, condenamos esa marcha, la de los 4 Suyos, que terminó en violencia y difamación descarada. No, no quiero teñirme de vergüenza como la que veo en muchos compañeros de trabajo y amigos que han claudicado con comodidad y que me avergüenza, porque me siento parte de una camarilla mafiosa que otorga perdón al ladrón que me robó, que me despidió, que me humilló, sólo por un extraño sentido de comodidad.
Cuando veo instituciones que plantean su posición, sean medios de comunicación (que son pocos, hay muchos pecados que expiar de la década de los 90) o entidades educativas (¿no se había desarrollado toda una fuerte campaña de valores en esa época? Bueno, algo queda); así como la posición de personajes de toda índole desde intelectuales hasta artistas y hombres y mujeres de a pie, no me queda más que unirme a sus voces para no ser un paria más de nuestra dura sociedad.
Veremos qué tendremos al amanecer del 06 de junio. Si descaro o dignidad.

domingo, 1 de mayo de 2011

HACIA LA VERGÜENZA

No he querido usar el espacio de mi blog para involucrarme en todo este campo de disputas tan agresivas y divisorias como lo han sido y están siendo estas elecciones. Lo único que he visto a lo largo de los medios virtuales en los últimos días de la primera vuelta y los que corresponden a la segunda es una serie de mensajes atosigantes por un lado, y excesivamente cargados de odio por el otro. Nadie escapa y ha escapado de haber insultado o haber sido insultado. He participado en foros en los cuales la mayoría de personas del grupo apoyaba a un candidato que no era de mi simpatía y en un discurrir de las ideas sensatas se fue convirtiendo en una pesadilla mediática; he visto dos foros de personas de mi ex universidad y la cosa está patética. El hecho de no simpatizar por un candidato te ha vuelto en una suerte de "apestado" e incluso categorizado por mucha gente, la mayoría adolescentes, que no tiene ninguna idea de lo que es "democracia". Muchas personas que conozco pertenecen a un círculo social, económico y cultural que tiene el privilegio de haber tenido (y tener) mejor educación. Pero al verlos casi en calidad de energúmenos, intolerantes e intransigentes he preferido callar. Algunas reflexiones sensatas han venido de varias personas, amigas o conocidas mías; pero son pocas. La polarización a la que se ha llegado quiere anatematizar a una persona que encarna una corrienta política, como si ella fuese la culpable. Si hubieran puesto a otro, la lógica plana con la que se ha razonado en las últimas semanas la hubiera hecho culpable. Ya no puedes discrepar. En cierta manera, las razones que esgrimen para culpar a este candidato, Ollanta, son aplicadas por ellas: autoritarismo, resentimiento e incapacidad.
Si vemos estos tres grandes hiperónimos o macro palabras - si cabe el término-, encierran todo lo que estas personas han destilado a lo largo de la primera y, en lo que va, la segunda vuelta.
Autoritarismo en su pensamiento en una sola dirección; ellos son los correctos, no hay otras posibilidades. Su verdad es la única e increíblemente debe aceptarse a pie juntillas. Este es su concepto de democracia (!)
Hay un marcado resentimiento de un grupo social y de varias personas que quieren pertenecer a él, es un odio casi visceral; hacía tanto tiempo que no veía cargas semánticas racistas tan fuertes; muchos psicoanalistas van a tener un interesante campo de estudio en esta violenta sociedad que se ha ido formando en los últimos 20 años. En realidad, la brecha económica en nuestro país se ha mudado a todos los campos, peligrosamente, reitero, peligrosamente. Peor aún, los medios y las instituciones que deberían invocar a la razón política no hacen sino azuzarla con algunas proyecciones que quizá no hayan medido (¿o sí?).  Y el resentimiento no tiene razón: el ex portavoz del grupo que defiende cierta forma de pensar , Mario Vargas Llosa, de pronto ha caído en la desgracia ya que él quería ser coherente en su pensamiento, en una nación en la que la coherencia ha perdido su rumbo. Lo enlodan e, incluso, lo contraponen a un literato de medio pelo como puede ser Jaime Bayly. Personalmente, MVLL no me simpatiza, pero su acto dignifica a nuestra sociedad que quiere borrar todo el pasado de un gobierno que hizo todo lo que están achacando a Ollanta: quedarse en el poder (Fujimori se quedó casi 11 años si no hubiera sido por los Vladivideos); tirarse abajo la economía (ya nos olvidamos de la recesión del 98-99); cortar la libertad de prensa (esta es la que más risa da, a menos que tengan algún saldo del pasado gravemente pendiente); cortar derechos civiles (¿los tuvimos en esa época, salvo para un grupo de personas?). Mario Vargas Llosa fue maltratado por ese gobierno y como mucha gente que perdió empleos, vio sus ahorros desaparecer en malas gestiones. El entorno que rodea a la candidata permanece y MVLL tiene sus justas dudas (como todos) que tenga la capacidad de gobernar nuestro país, si no es con mano férrea, tiránica, tal como le gustaba (y le gusta) a la gente: una paz de cementerio. Un ejemplo ya lo estamos viendo al despedir a periodistas destacados por no encajar en los planes venideros en un posible gobierno de la candidata. En la nueva forma laboral se entiende, pero despides a un ineficiente, no al que te hizo pasar a ser un emblema de la prensa libre.
Quiero cerrar con la incapacidad: creo que la hemos vivido permanentemente vía virtual. La incapacidad de oír al otro, de tolerar formas divergentes de pensamientos. Una alumna de una clase en la Universidad dijo muy suelta de huesos para qué leemos a Arguedas que es de cholos y serranos; el profesor tuvo el buen tino de aclararle las ideas a esa jovencita, cuyos rasgos físicos la acercaban más al mundo andino que al del soñado "primer mundo". Ella fue, tal vez, una portavoz de esa masa silenciosa de jóvenes que se les ha envenenado la mente con la negación total de lo que somos. Duro trabajo por hacer en la educación.
 Espero que el día 06 de junio, luego de la resaca de las elecciones, los peruanos nos levantemos para restañar las heridas que está causando este intenso periodo. Eso no lo hace ni uno ni el otro candidato, lo tenemos que empezar nosotros. Ojalá podamos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ANGURRIA DE UNOS POCOS FRENTE AL BIEN COMÚN

Estamos siendo testigos de un evento que puede cambiar la imagen de una sociedad permanentemente golpeada por los caprichos de unos pocos a la de una sociedad cuyo bienestar general sea respetado por cada una de las personas que la integren. Lo que sucede en Lima es clave para que el ciudadano de a pie se sienta respaldado por sus autoridades frente a la prepotencia que suelen imprimir los grupos de poder sea éste económico, político, religioso o de cualquier índole.
La correcta decisión de sacar todo tipo de panel publicitario que entorpezca el normal fluir de una ciudad debe ser aplaudido por todos, ya que obedece a un principio no sólo de estética o de bienestar, sino a un principio de orden el cual todos los ciudadanos debemos respetar para poder convivir en armonía. Sabido es que este principio cívico no es respetado frecuentemente puesto que no ha sido aprendido por cada uno de nosotros a lo largo de nuestras vidas: lo que no se aprendió de niño, no se lo aprenderá de grande, parafraseando el refrán alemán. Es cierto, en un país caracterizado por hacer lo que uno con poder hace sin importarle a los demás ha sido nuestro ambiente educativo, y la historia en su forma oficial y/o popular nos lo demuestra. Lastimosamente los últimos representantes oficiales de los peruanos (llámese gobiernos) no han hecho nada más que corroborar esta suerte de ley tácita en nuestra sociedad. Montesinos y su gavilla. Toledo y su familia. Alan García y su clan. Cada uno con sus más que terribles muestras ante la sociedad de "el que puede, puede y hace lo que le da la gana". Desde la "hora Cabana" hasta Bagua y la corrupción del Poder Judicial, son diferentes grados de esa impunidad que hace de nuestro país una verdadera jungla en la que sobrevive el más fuerte, el que golpea más, el que suelta más billete, el que compra más periodistas, el que acapara más terrenos, el que hace lobbys más jugosos; en fin, la muestra es vasta e interesante, y nos dice mucho de nosotros como sociedad.
Pero, de pronto, una mujer quiere poner un poco de orden en su casa, en su Municipio. Y su decisión ha causado escozor a todos los políticos que veían nerviosos cómo sus líderes eran golpeados directa o indirectamente con el fenómeno Wikileaks. De pronto, les llegó la oportunidad para poder retomar la imagen ante el electorado para aparecer como luchadores de los intereses del pueblo, en este caso, "la libertad de expresarse". Eso dicen.
Los políticos que tenemos son personas que saben que su estabilidad económica personal depende del hecho de ganar un curul; eso les permite vivir cómodamente por otros 4 años, tener su casa en Lima, hacer sus negocios particulares (¿habrá alguno que no haya sacado provecho de su posición como congresistas, sea no pagando impuestos, reflotando sus empresas, beneficiándose de la compra barata de terrenos declarados como eriazos, creando universidades o sucursales de ellas, logrando prebendas, o un largo etcétera?). Esto es lo que está en juego en realidad. Un cartel menos es un puñado de votos menos en las ánforas. Quizá. En la memoria leve de los electores peruanos, quizá sea necesaria una recordación en una esquina de un parque, en el techo de una casa, en una avenida saturada de carteles. Quizá pueda recaudar tres o cuatro votos más, quizá.
Pero Susana Villarán ha actuado con sentido común. Si mi espacio está saturado, lleno de tantas cosas, procedo a limpiar y a arreglar. Y en el caso de la comuna, para eso existen marcos legales que defiendan a todos los que habitan ese espacio. Las leyes se hacen para velar el bien común (salvo las que a veces nos han sorprendido nuestros gobiernos, algunas con nombre propio). Si mal no recuerdo, durante el gobierno municipal anterior, hubo una idéntica acción que se procedió a limpiar una avenida de varios carteles publicitarios e incluso se desmanteló un cartel electrónico. No sé en qué quedó toda esta acción, puesto que fue noticia de una semana, luego hubo otras prioridades noticiosas. Sería bueno saber si se respetó o no lo decidido. Y espero que la Alcaldía de Lima haga prevalecer su autoridad para que marque una pauta de la cual todos los ciudadanos de todas las demás ciudades del país nos debemos ceñir. Aquí en Trujillo tenemos la mala suerte de tener a dos personajes ligados al Municipio que están postulando al Congreso; ergo, las posibilidades de ver a nuestra ciudad bajo las reglas del ornato y respeto están muy lejos de que se cumplan, habida cuenta que el alcalde nuestro maneja la institucionalidad con un sentido de gamonal (no están extintos).
Personalmente apoyo la decisión de la Alcaldía en la persona de su alcaldesa; que los prepotentes que han salido ayer en TV amenazando de enjuiciarla por su recta decisión entre en razón y que éstos entiendan que no es un capricho personal, sino el poder de una ciudad que debe ser respetado. Mas, si siguen en su decisión, que nos sirva de medida para ir conociendo el talante de los personajes que quieren representarnos. Por sus actos los conoceremos.