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lunes, 6 de abril de 2015

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN EL CINE

El 8 de mayo de este año se celebran 70 años de la firma de la rendición incondicional de la Alemania nazi ante la Unión Soviética. Es el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Faltaba Japón, país integrante del Eje, el cual se rendirá en agosto, luego de las dos bombas atómicas que caerán sobre Hiroshima y Nagasaki. Esta guerra significó un gran trauma para la humanidad. Esta confrontación cambiará el mapa del mundo y preparará la guerra fría de manera ineluctable. Una guerra que se hizo con el fin de contener el surgimiento del comunismo en Europa, para lo cual algunos gobiernos  apoyaron movimientos fascistas en Alemania, Italia y España sin medir las terribles consecuencias que iban a venir. En el damero tendido de la geopolítica, los diversos gobiernos de la frágil realidad europea del momento buscaban diversas alianzas para cubrirse las espaldas y poder seguir con sus planes de expansión en los cuales se hallaban abocados. Italia y Alemania (luego Japón) hicieron un pacto, que luego se convertiría en el Eje, pacto que apuntaba a cambiar todo el mapa de fronteras de Europa: Alemania procedía anexionarse a Austria y, con la ley de los Sudetes, condenaba a la desaparición de la entonces Checoslovaquia. Italia, por su lado, se va a anexionar Albania y, durante la guerra en sí, va a intentar anexarse Grecia. Era la herencia de la Primera Guerra Mundial.
Históricamente, la mayor parte de la culpa de este conflicto se le atribuye a Alemania. Pero las potencias ganadoras de la Primera Guerra Mundial, así como los grandes industriales del mundo son también tan culpables como el surgimiento del partido nazi. El periodo nazi es una de las etapas históricas más fascinante y oscura de la humanidad, plagada de errores intencionales aún no asumidos por grupos mencionados que empujaron a este fenómeno sociopolítico al poder. Reflexión del mal uso de los medios para evitar procesos inexorables históricos y una visión maquiavélica de un estrato social, el cual no tuvo escrúpulos en usar como contenedor o tapón de acontecimientos históricos que iban provocándose en la Europa de entreguerras. El ascenso vertiginoso del nazismo corresponde a una convulsionada etapa de la Alemania derrotada y humillada después de la Primera Guerra Mundial. El oneroso Tratado de Versalles significó una carga pesada para el pueblo alemán, un tratado en el que comprometió su territorio y su población  a los desalmados intereses de los capitalistas y políticos de los países vencedores. Aunque también lo fue cuando se partió en dos, después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania  además se convirtió en  una zona experimental para las ideas del comunismo bolchevique y el capitalismo monopolista, como  ya lo había vislumbrado Lenin en sus diversas tesis al respecto. La clase alta alemana se acomodó rápidamente a la nueva situación y trató de mantener una suerte de statu quo que, obviamente, la beneficiara. Cuando el peligro rojo aparecía como una sombra siniestra en el panorama teutón, un grupúsculo surgido en la Bavaria conservadora hace su aparición y este grupo va a poder “conjurar” todos los temores de una población temerosa y humillada por los resultados de la guerra, desmoralizada por los pagos abusivos impuestos a su industria y toda actividad económica y una terrible espiral inflacionaria. Los alemanes se veían acorralados por enemigos internos y externos, y su país no era visto con simpatía por las demás naciones, sobre todo por los vencedores. Los réditos humillantes hicieron que el pueblo alemán busque un salvador. Además la inestabilidad política en la era Hinderburg, manejado el país por una casta de gobernantes egoístas, interesados e insensibles favoreció  el ascenso de este mediocre partido manejado por un resentido (a todo nivel) que supo reunir todas las frustraciones del momento. Personajes oscuros como Franz von Papen, Wilhem von Gayl o el intrigante general Kurt von Schleicher no hicieron nada más que crear la incredulidad del pueblo alemán por sus gobernantes y permitir el ascenso de Hitler. Tal como sucede en nuestras débiles democracias, el sentido político pasa a un segundo plano dando prioridad a líderes emergentes demagogos, incapaces de trazar una línea de nación a largo plazo (como ha pasado en nuestro país desde su Independencia). Hitler fue un perfecto líder, no hay que negarlo, pues surgió en una coyuntura, supo “leerla” y darle una respuesta; dirigió al pueblo bajo las ideas que él creía y los demás las abrazaron como suyas en esas circunstancias. Le dio fe a un pueblo desilusionado. Hay que entender todo esto bajo esa óptica. El poder acumulado por él fue atractivo para los grandes industriales y comerciantes quienes lo intentaron de utilizar como un títere para sus intereses y contener el malestar social. El avance comunista entre los descontentos alemanes era imparable y esta clase dirigente no tuvo ningún reparo en apoyarlo; además los demás países como Inglaterra o Estados Unidos trataron de presionar para que el enfrentamiento sea entre Unión Soviética y el Reich, es por eso que el pacto Molotov (STALIN) – Von Ribbentrop (HITLER) fastidió mucho a los intereses de estas potencias. La rara posición de estos países se ve en la ambigua posición que asumieron estos gobiernos (no así sus pueblos) frente a la abierta participación de los nazis apoyando a Franco durante la Guerra Civil española, en la que la Luftwaffe participó con algunos tipos de aviones para bombardear algunas ciudades desprotegidas enemigas de los falangistas.

Varios países van a verse involucrados e invadidos durante la guerra como Francia e Inglaterra, soportando esta última el peso de la guerra hasta 1941 que Hitler decide atacar la URSS. La  Unión Soviética era gobernada bajo la mano férrea de Stalin, un hombre que transformó la obra iniciada por Lenin, por una más personalista y tiránica; este pobló con hombres disidentes de sus planteamientos políticos los campos de concentración en la lejana Siberia. Aunque muchos estalinistas justifican su actuar para haber logrado una fuerte cohesión en el espacio soviético, los paulatinos estudios históricos nos van mostrando las terribles aberraciones a las cuales muchas personas eran sometidas y que asolaron la intelectualidad soviética de entonces. Hagamos un poco de historia: tanto Hitler como Stalin querían un poco de “respiro” para sus planes de expansión. Stalin quería la península de Kola y parte de Finlandia, para asegurarse abastecimiento de minerales estratégicos así como carbón, combustible necesario para sus planes de protección contra el inevitable choque con Alemania. Por otro lado, Hitler veía sus espaldas cubiertas para poder avanzar con sus planes de invasión hacia el oeste. El inicio de la guerra el 1 de setiembre de 1939 comienza con este reacomodo de fuerzas y es una forma de ganar tiempo. La caída y repartición de Polonia supuso el primer contacto directo entre ambos líderes nefastos. Polonia va a ver masacrada a su población civil y sus mandos militares, muchos de los cuales van a ser asesinados en la famosa masacre de Katýn, autorizada por el mismo Stalin y mucho después reconocida por la Rusia actual. La momentánea amistad entre Alemania y la Unión Soviética hizo que la maquinaria  artística rusa que mostraba a los alemanes como enemigos despiadados sea suspendida hasta el ataque sorpresivo el 22 de junio de 1941, con la famosa Operación Barbarroja. El implacable invasor  avanzó libremente hasta el diciembre de ese año y amenazó ciudades estratégicas como Leningrado (actualmente San Petersburgo), Moscú y Stalingrado. El avance se logró gracias al ataque sorpresa alemán, el cual no recibió una réplica sólida. Stalin confiaba que Alemania no atacaría, ya que se encontraba envuelta en muchos frentes: en los Balcanes, en Francia, en África del norte, en Noruega. El ataque alemán se realizó con muchas milicias falangistas de diversos países, incluso España, que participó con unos escuadrones de los cuales pocos regresaron, luego del fuerte contraataque soviético.  La invasión alemana fue con la idea de arrasar al pueblo eslavo, ya que racialmente era considerado como inferior y, además, el gran interés de Hitler de convertir este espacio en un Lebensraum, un espacio vital para la expansión alemana, no sólo como su almacén, sino su futuro poblamiento. Por eso, la política de arrasamiento fue contundente, destruyendo ciudades y masacrando soldados y población civil. Algunas etnias que eran enemigas de los rusos estalinistas apoyaron abiertamente a las tropas nazis sin saber que iban a ser pronto víctima de estos. En el recuento final de la historia bélica, esta fue la guerra con la que más caro pagó la ex Unión Soviética: 13 millones de soldados y 6 millones de civiles; otras fuentes hablan de más, casi 30 millones (no sólo por fuego directo, sino hambre, frío y enfermedades). La invasión soviética a Alemania fue una suerte de terrible catarsis para un pueblo que vio a sus mujeres, ancianos y niños masacrados; cuentan terribles historias que soldados nazis lanzaban niños para ensartarlos con las bayonetas o de encerrar a todo un pueblo (hasta con sus animales) y quemarlos vivos. Eso lo sabían los alemanes e huían de la venganza rusa. Los rusos la llaman la Gran Guerra Patria. Tanto la Unión Soviética como Alemania son los países que pagaron una alta cuota humana con sus civiles.
El costo que la humanidad ha pagado por el apoyo abierto o sesgado a estos movimientos, como el nazismo o el fascismo italiano, ha sido muy alto; pero bajo la perspectiva fría de los líderes de ese entonces (o actuales) sí ha sido rentable. Así de sencillo. A la derrota de estos, el mundo estaba “hecho”  a la medida de los poderosos.


JEUX INTERDITS (JUEGOS PROHIBIDOS) RENÉ CLEMENT (1952) (FRANCIA) Una bella y triste película de la niñez durante la guerra. Historia de dos niños que se conocen fortuitamente durante la ocupación de Francia por las tropas nazis. En el avance, la población civil huye de las ciudades y estas caravanas son atacadas inmisericordemente por la aviación alemana. Los padres de la niña Paulette caen abatidos y ella se refugia con unos campesinos que la acogen temporalmente hasta que deben ser separados. Una de las miles de historias que vivieron los hombres y mujeres en ese entonces por ese “monstruo grande que pisa fuerte” como llama León Gieco a la guerra.

ЛЕТЯТ ЖУРАВЛИ - LETYAT ZHURAVLI (PASARON LAS GRULLAS) MIKHAIL KALATAZOV (1958) (UNIÓN SOVIÉTICA) Con esta bella película se inicia la nouvelle vague soviética: una película que refleja las profundas heridas que dejó la Segunda Guerra Mundial en este país: sus ciudades fueron sumidas en el dolor y el terror, pero la gente sencilla trataba de hacer lo mejor posible por arreglar sus vidas. La conmovedora historia de este film trata sobre la relación de tres personas unidas por amores ocultos y libres, pero que la guerra los obliga a separarse. Uno parte a la guerra, el otro cobardemente rechaza enrolarse y miente; ella rechaza el amor de este último esperando en vano el retorno de su amado convertido en  soldado; entre bombardeos y mensajes angustiosos se ven los tristes desenlaces de este pequeño grupo. Pero un día llega la paz, hay las esperanzas de que los extraviados en combate regresen paulatinamente a casa, quizá retornen del frente de guerra. Pero esta paz, duramente ganada,  va a ser  también  para recordar a todos aquellos que cayeron en combate, queda la frustración y el impotencia de no poder tener al amado, al padre, al hijo, al amigo, al novio,  a los que se fueron. Pero la vida sigue; por eso, un hermoso día de reencuentros ya no pasan los bombarderos alemanes sobre el cielo de Moscú, de pronto pasan las grullas otra vez.  La película no presenta el rigor de la estética estalinista (realismo soviético), sino una narración más fresca, sencilla y cotidiana de ese dolor que significó para millones de rusos la gran conflagración mundial entre 1941 – 1945.

LILI MARLEEN RAINER MARIA FASSBINDER (1980) (ALEMANIA). Este film nos muestra un fragmento de la biografía de Lale Andersen, una cantante mediocre que hizo famosa una  canción que lleva el título de este film. Ante el éxito de esta canción, el régimen nazi (sobre todo Goebbels, jefe de propaganda) quería enrolarla en sus filas como imagen, pero ella tenía un amor secreto en Suiza que ayudaba a judíos a escapar. Goebbels encuentra la canción  como un foco de desmotivación para las tropas; sin embargo, la canción se había difundido entre todas las tropas que ocupaban territorios en Europa o África; la prohibición no prosperó, sino incrementó su fama a tal grado que se la reconoce como la canción más famosa de la Segunda Guerra Mundial.


THE GREAT DICTATOR (EL GRAN DICTADOR) CHARLES CHAPLIN (1940) (ESTADOS UNIDOS) Este film habla por sí solo. Chaplin se viste de gala para hacer la parodia de uno de los hombres más temidos y odiados durante esos años. Chaplin interpreta dos personajes parecidos en lo físico, pero separados por las circunstancias de las entelequias que creamos como sociedad: Hynkel (jugando con el nombre Hitler) es un dictador caricaturizado que somete a su país, Tomania, a sus locuras; y un barbero de origen judío, quien es tomado por equivocación por las tropas de Hynkel. Hay escenas geniales como el encuentro con Benzino Napaloni (Mussolini) o cuando Hynkel juega con el mundo en un ballet de lo más sugerente. El discurso final va a ser una fuerte crítica al mundo que a Chaplin le tocó vivir, lleno de intolerancia, e invoca por la paz, la esperanza, los derechos humanos y la comprensión. La película fue hecha en momentos en que la guerra se inclinaba por el Eje.

KANAL (CANAL) ANDRZEJ WAJDA (1957) (POLONIA) La Segunda Guerra Mundial abrió grandes heridas en los países, como Polonia,  en los que la población civil fue masacrada. Este film es una reflexión de esa negra historia que envolvió al sufrido pueblo polaco. Para ese entonces, sólo podía narrarse lo que fue la invasión nazi, pero poco se sabe de la soviética (la cual es observada en su reciente film Kattýn). Polonia fue arrasada por el embate alemán y la prometida ayuda aliada iba a demorar mucho. En la soledad, el pueblo polaco se organizó para luchar contra los invasores. La superioridad organizativa iba  a hacer presa fácil de los desorientados ciudadanos que buscaban diversos medios para luchar; en el camino van cayendo héroes anónimos que ansiaban la libertad.

THE PIANIST  (EL PIANISTA)  ROMAN POLAŃSKY (2002) (FRANCIA) EL director confiesa que muchas de las escenas que el pianista Władysław “Władek” Szpilman vive a la largo de la penuria y holocausto en el gueto de Varsovia, también le tocaron vivir en su niñez. Su madre fue enviada y muerta en un campo de concentración, y su padre fue capturado y estuvo cautivo por dos años. Pero como lo había propuesto otro sobreviviente del holocausto, Viktor Frankl, Szpilman halló en la música una forma de sobrevivencia en las condiciones más duras de una de las etapas más sombrías de la humanidad. Sin embargo, a lo largo de la dura historia biográfica que vemos en las imágenes, hay también hombres y mujeres, incluso en el enemigo, que no te hacen perder la fe en la humanidad.

MEPHISTO  (MEFISTO)  SZABÓ ITZBÁN (1981) (HUNGRÍA)  Una extraña película de este interesante director húngaro, film que retrata el mundo artístico de la Alemania nazi y la fría manipulación de la gente. La historia de un destacado actor de teatro que encarna a Mefistófeles, el diablo, que seduce a Fausto para que obtenga juventud, poder y riqueza; literalmente, vender su alma al diablo. Está basada en una obra de Klaus Mann (hijo de Thomas Mann) y es interpretada por el autor Klaus Maria Brandauer, quien nos muestra la tortura de su alma por haberse aliado a los nazis: ha probado su propia medicina. Es un hecho de la vida real y es una abierta denuncia contra todos aquellos que no dudaron en traicionar a sus amigos, familiares o a su nación por su propia seguridad. El personaje en cuestión fue cuñado, en la vida real, del autor de la obra.

FROM HERE TO ETERNITY (DE AQUÍ A LA ETERNIDAD) FRED ZINEMMAN (1953) (EE.UU.)  Película que reunió un extraordinario grupo de actores en Honolulu para reconstruir los momentos un poco antes del ataque japonés contra la flota norteamericana del Pacífico, estacionada en Pearl Harbor, en 1941.  Como un director frío y observador del comportamiento humano, muchas de las escenas son mostradas con una cierta distancia, casi contemplativa (como en su obra maestra A la hora señalada) Es un conjunto de vidas que se cruzan, como sucede en toda movilización masiva, que se van desarrollando, frustrando, complicando y terminando en finales lúgubres como la guerra. Pero es una crítica velada, además, al mundo vertical militar que se salva solo porque es “ofendido” por el ataque artero a la base norteamericana instalada en Hawái. En realidad, es un trago bastante amargo como film.

色,戒 (LUST, CAUTION – DESEO, PELIGRO) ANG LEE (2007) (CHINA) El espionaje es el mundo del valor oculto, secreto, ignorado. También el más peligroso, artero, sucio. Durante las guerras y las situaciones conflictivas, los espías realizan misiones que están más allá de la condición de la persona. Personajes famosos, como Mata Hari, han quedado en el imaginario de la humanidad; ella acabó fusilada durante la Primera Guerra Mundial. En este film, el contexto es la China ocupada por Japón, ocupación que fue toda una masacre contra la población civil. Y los infaltables colaboracionistas, dedicados a socavar la resistencia, como sucedió en otros países como Francia, Italia, Polonia o la ex Unión Soviética.  Una chica universitaria trata de llegar a un alto jefe colaboracionista para matarlo. El camino de la seducción es una forma de acercarse a él por lo que aparenta ser una mujer acomodada. El papel de Tony Leung como jefe colaboracionista es notable.

ИДPИ И СМОТРИ - IDRI I SMOTRI (MASACRE - VEN Y MIRA) ELEM KLIMOV (1985) (UNIÓN SOVIÉTICA) Crudo film que muestra las masacres realizadas por los nazis en Bielorrusia a través de los ojos horrorizados de un joven de 13 años (Flyora). Presencia la destrucción de todo un pequeño poblado en una masacre que causó desmayos en los cines durante su proyección. Flyora, como aún un niño, no entiende del todo la dimensión de la guerra y entonces comienza a perder a los suyos y, ya reclutado como joven partisano, es testigo directo (ya que logra salvarse por su iniciativa de supervivencia) de la masacre de hombres, mujeres, ancianos y niños en brazo. El odio hacia las tropas invasoras se va a ver hacia el final del film. Es el momento de las temibles represalias en las que el vencido trata de aniquilar al vencedor. Mas, pese a todo lo vivido, nuestro pequeño narrador se logra comportar a la altura de estos momentos en los que la irracionalidad nos gana.

LA NOTTE DI SAN LORENZO (LA NOCHE DE SAN LORENZO) PAOLO y VITTORIO TAVIANI (1982) (ITALIA) Intenso film que nos muestra los horrores sufridos por los civiles durante la guerra. Pese al humor y a situaciones pintorescas que se pueden vivir en medio de una tragedia, esta última marca la historia de una pequeña población, San Martino, en la Toscana. En mayo de 1944, los habitantes se enteran que los nazis han decidido dinamitar el pueblo íntegro en su huida por el avance aliado. Parte de la población decide huir para reunirse con los aliados que no se hallaban tan lejos. En su huida se encuentran con los partisanos, integrantes de la resistencia contra la ocupación y los restos de los fascistas. Hay encuentros con estos últimos que terminan con luchas sangrientas. Una muestra de la desgracia que sucedió al pueblo italiano que luchó en diversos bandos durante esta conflagración mundial.


ビルマの竪琴BIRUMANO TATEGOTO (EL ARPA BIRMANA) KON ICHIKAWA (1957) (JAPÓN) Uno de los más hermosos films pacifistas de todos los tiempos. Un soldado que toca el arpa se siente horrorizado por los estragos de la guerra y la inutilidad de las órdenes que envían al sacrificio a jóvenes cuando la guerra ya está perdida. Y más aún, es testigo de ver pilas de cadáveres de soldados que quedarán a la intemperie sin que nadie se ocupe de darles una sepultura digna. Regresa convertido en un monje budista para encargarse de los cuerpos inermes. Es un film que muestra que poca acción bélica, pero sí sus consecuencias, el abandono, la insensibilidad ante la muerte masiva de hombres y la insensata idea del inútil auto sacrificio que casi condena a casi toda la sociedad japonesa a una masacre colectiva, culpa de un gobierno militarista. Una obra de arte.


THE BEST YEARS OF OUR LIVES (LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA) WILLIAM WYLER (1946) (ESTADOS UNIDOS)  Quizá el tema esta película ahora nos parecería muy cursi y demasiado inocentón. Es casi un documental trabajado por el mismo director (quien también estuvo en el frente) que nos muestra la reacción de la mayoría de norteamericanos, tanto soldados como civiles, una vez que hubo concluido la Segunda Guerra Mundial. Incluso la euforia embargaba a aquellos que regresaban mutilados. Es un manifiesto sincero de una población que tenía fe en lo que los medios masivos de comunicación difundían, el ideal de libertad y justicia que ellos enarbolaban; por eso la sinceridad que transluce en la película. Obviamente frente a las hechas entre los 70 y 80 para asimilar lo que fue Vietnam, hay una marcada distancia: sería interesante comparar Los mejores años con Regreso a Casa, una dura película de Hal Ashby; o Nacido el 4 de julio de Oliver Stone, películas nada concesivas con el fantasma ignominioso de la guerra.

viernes, 4 de enero de 2013

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: LA GRAN GUERRA PATRIA SOVIÉTICA

Vi, pues, cómo el cordero abrió el primero de los siete sellos

Y oí al primero de los cuatro animales, que decía,

Con voz de trueno: Ven y mira

APOCALIPSIS DE SAN JUAN, Capítulo VI, 1


La segunda guerra mundial significó un gran trauma para la humanidad. Una confrontación que fue preparando la guerra fría de manera ineluctable. Una guerra que se hizo con el fin de contener el surgimiento del comunismo en Europa, para lo cual algunos gobiernos apoyaron movimientos fascistas en Alemania, Italia y España sin medir las terribles consecuencias que iban a venir. En el damero tendido de la geopolítica, los diversos gobiernos de la frágil realidad europea del momento buscaban diversas alianzas para cubrirse las espaldas y poder seguir con sus planes de expansión en los cuales se hallaban abocados. Italia y Alemania (luego Japón) hicieron un pacto, que luego se convertiría en el Eje, pacto que apuntaba a cambiar todo el mapa de fronteras de Europa: Alemania procedía anexionarse a Austria y, con la ley de los Sudetes, condenaba a la desaparición de la entonces Checoslovaquia. Italia, por su lado, se va a anexionar Albania y, durante la guerra en sí, va a intentar anexarse Grecia. La entonces Unión Soviética era gobernada bajo la mano férrea de Stalin, un hombre que transformó la obra iniciada por Lenin, por una más personalista y tiránica; Stalin pobló con hombres disidentes a sus planteamientos políticos los campos de concentración en la lejana Siberia. Un interesante documental sobre la vida del compositor Dimitri Shostakovitch nos muestra el misterioso carácter del gobernante y la densa maquinaria que desarrolló para controlar tan extenso país, con gran diversidad racial, lingüística y geográfica. Científicos, filósofos, artistas, políticos, todos eran, en cierta manera, enemigos potenciales de este hombre ególatra, megalómano y cruel. Aunque muchos estalinistas justifican su actuar para haber logrado una fuerte cohesión en el espacio soviético, los paulatinos estudios históricos nos van mostrando las terribles aberraciones a las cuales muchas personas eran sometidas y que asolaron la intelectualidad soviética de entonces. Hagamos un poco de historia: tanto Hitler como Stalin querían un poco de “respiro” para sus planes de expansión. Stalin quería la península de Kola y parte de Finlandia, para asegurarse abastecimiento de minerales estratégicos así como carbón, combustible necesario para sus planes de protección contra el inevitable choque con Alemania. Por otro lado, Hitler veía sus espaldas cubiertas para poder avanzar con sus planes de invasión hacia el oeste. El inicio de la guerra el 1 de setiembre de 1939 comienza el reacomodo y la forma de ganar tiempo. La caída y repartición de Polonia supuso el primer contacto directo entre ambos líderes nefastos. Polonia va a ser masacrada en su población civil y sus mandos militares, muchos de los cuales van a ser asesinados en la famosa masacre de Katýn, autorizada por el mismo Stalin y mucho después reconocida por la Rusia actual. La momentánea amistad entre Alemania y la Unión Soviética hizo que la maquinaria artística rusa que mostraba a los alemanes como enemigos despiadados sea suspendida hasta el ataque sorpresivo el 22 de junio de 1942, con la famosa Operación Barbarroja. Para ese entonces, la famosa película ALEXANDER NEVSKY de Eisenstein había sido detenida, puesto que muestra a los alemanes como los inmisericordes invasores teutones que quieren asolar las ricas estepas rusas. Pero una vez declarada la guerra y una vez mudada la producción de la maquinaria soviética a otra parte de su extenso territorio (en este caso, a zonas cerca de la Siberia), la maquinaria artística también se puso a funcionar: hubo grandes bodrios, dedicados a exaltar la figura de Stalin como el salvador de la patria rusa, pero también hubo obras maestras como IVÁN, EL TERRIBLE, en sus dos versiones, películas que rescatan a los zares y la religión con el fin de convocar todas las fuerzas sociales de este país para luchar contra el nazismo. Momentáneamente se suspendieron todas aquellas manifestaciones de la antigua Rusia con el fin de unir a todo el pueblo soviético (ruso, ucraniano, bielorruso, estonio, etc.) contra el implacable invasor que avanzó libremente hasta el diciembre de ese año y amenazó ciudades estratégicas como Leningrado (actualmente San Petersburgo), Moscú y Stalingrado. El avance se logró gracias al ataque sorpresa alemán, el cual no recibió una réplica sólida. Stalin confiaba que Alemania no atacaría, ya que se encontraba envuelta en muchos frentes: en los Balcanes, en Francia, en África del norte, en Noruega. El ataque alemán se realizó con muchas milicias falangistas de diversos países, incluso España, que participó con unos escuadrones de los cuales pocos regresaron, luego del fuerte contraataque soviético. El film español SILENCIO EN LA NIEVE nos muestra la desastrosa experiencia española en esta guerra.

Pero la invasión alemana fue con la idea de arrasar al pueblo eslavo, ya que racialmente era considerado como inferior y, además, el gran interés de Hitler de convertir este espacio en un Lebensraum, un espacio vital para la expansión alemana, no sólo como su almacén, sino su futuro poblamiento. Por eso, la política de arrasamiento fue contundente, destruyendo ciudades y masacrando soldados y población civil. Algunas etnias que eran enemigas de los rusos estalinistas apoyaron abiertamente a las tropas nazis sin saber que iban a ser pronto víctima de estos. En el recuento final de la historia bélica, esta fue la guerra con la que más caro pagó la ex Unión Soviética: 13 millones de soldados y 6 millones de civiles; otras fuentes hablan de más, casi 30 millones (no sólo por fuego directo, sino hambre, frío y enfermedades). La invasión soviética a Alemania fue una suerte de terrible catarsis (ver el film UNA MUJER EN BERLÍN) para un pueblo que vio a sus mujeres, ancianos y niños masacrados; cuentan terribles historias que soldados nazis lanzaban niños para ensartarlos con las bayonetas o de encerrar a todo un pueblo (hasta con sus animales) y quemarlos vivos, como se verá en uno de los films. Por eso, ellos la llaman la Gran Guerra Patria.



PASARON LAS GRULLAS (ЛЕТЯТ ЖУРАВЛИ - LETYAT ZHURAVU) MIKHAIL KALATAZOV (1958) Con esta bella película se inicia la nouvelle vague soviética: una película que refleja las profundas heridas que dejó la Segunda Guerra Mundial en este país: sus ciudades fueron sumidas en el dolor y el terror, pero la gente sencilla trataba de hacer lo mejor posible por arreglar sus vidas. La conmovedora historia de este film trata sobre la relación de tres personas unidas por amores ocultos y libres, pero que la guerra los obliga a separarse. Uno parte a la guerra, el otro cobardemente rechaza enrolarse y miente; ella rechaza el amor de este último esperando en vano el retorno de su amado convertido en soldado; entre bombardeos y mensajes angustiosos se ven los tristes desenlaces de este pequeño grupo. Pero un día llega la paz, hay las esperanzas que los extraviados en combate regresen a casa, quizá retornen del frente de guerra. Pero esta paz, duramente ganada, va a ser también para recordar a todos aquellos que cayeron en combate, queda la frustración y el impotencia de no poder tener al amado, al padre, al hijo, al amigo, al novio, a los que se fueron. Pero la vida sigue; por eso, un hermoso día de reencuentros ya no pasan los bombarderos alemanes sobre el cielo de Moscú, de pronto pasan las grullas otra vez. La película ya no presenta el rigor de la estética estalinista, sino una narración más fresca, sencilla y cotidiana de ese dolor que significó para millones de rusos la gran conflagración mundial entre 1942 – 1945.



LA BALADA DEL SOLDADO (БАЛЛАДА О СОЛДАТЕ - BALLADE O SOLDATE) GRIGORI CHUJRAI (1960) Este film es un sincero y emotivo homenaje a todos aquellos héroes anónimos que fueron a la guerra con muchos sueños e ideales, y nunca retornaron. La historia es muy sencilla: Aloysha, nuestro joven soldado, realiza un acto heroico y, por tal motivo, es recompensado con una visita a su casa y pueblo...por última vez. El reencuentro con la madre, tras un largo periplo, con enamoramiento incluido, concluye con un emocionante abrazo por unos cuantos minutos, y ella no quiere dejarlo partir. La guerra es “ese monstruo grande” como dice León Gieco, que aplasta la dignidad y la esencia de lo humano, desvirtúa el sentido de la muerte, quiebra esa intimidad que nos liga a ese momento trascendental para convertirlo en una acción cotidiana. Sencilla y conmovedora, fue todo un éxito en su país y, luego, en todos los demás países en los que se permitió su proyección.


LA INFANCIA DE IVÁN (ИВАНОВО ДЕТСТВО - IVANOVO DETSVO) ANDREI TARKOVSKI (1962) Esta película lanza a la fama a Tarkovksi; es una dura historia de un niño soviético, Iván, quien vive la segunda guerra mundial. El joven actor Kolia Bourliev encarna el papel de un niño marcado por la muerte de su madre y hermana, y lo lanza a un suicidio heroico. Pese a lo vivido, Iván no cae en el nihilismo y se cubre de un romanticismo que gana simpatías del espectador, luchando por un ideal. Impacta la escena final, cuando al asalto de Berlín (con documentales de la época) en la búsqueda de los archivos de guerra, nos enteramos de la triste suerte de nuestro pequeño héroe anónimo, como muchos que murieron en este absurdo conflicto. Desde el punto de vista estético e histórico, es una muestra de ese relajamiento post Stalin que se vivió por varios años y que dieron pie a una suerte de nouvelle vague soviética.


MASACRE - VEN Y MIRA (ИДИ И СМОТРИ - IDRI I SMOTRI) ELEM KLIMOV (1985) Crudo film que muestra las masacres realizadas por los nazis en Bielorrusia a través de los ojos horrorizados de un joven de 13 años (Flyora). Presencia la destrucción de todo un pequeño poblado en una masacre que causó desmayos en los cines durante su proyección. Flyora, como aún un niño, no entiende del todo la dimensión de la guerra y entonces comienza a perder a los suyos y, ya reclutado como joven partisano, es testigo directo (ya que logra salvarse por su iniciativa de supervivencia) de la masacre de hombres, mujeres, ancianos y niños en brazo. El odio hacia las tropas invasoras se va a ver hacia el final del film. Es el momento de las temibles represalias en las que el vencido trata de aniquilar al vencedor. Mas, pese a todo lo vivido, nuestro pequeño narrador se logra comportar a la altura de estos momentos en los que la irracionalidad nos gana.

martes, 12 de abril de 2011

MÚSICA, DANZA, CINE

Las grandes artes logran muchas veces felices consecuciones. Las artes antiguas se nutren de las nuevas a través de propuestas conjuntas que les permiten plantear ideas originales en las que todas se renuevan y crecen. En el caso de la música y danza, son artes antiguas en la humanidad que la han acompañado desde tiempos remotos y que difícilmente han quedado registradas en sus inicios; en el encuentro con el cine, éstas han logrado perennizarse con la ayuda del celuloide en los inicios y en lo digital en la actualidad. Fuera del soporte técnico, lo interesante es cómo han logrado conjugarse estas artes para lograr filmes que pertenecen a un género ya definido en el cine: el musical. Pero esta clasificación contiene varios espectros que a su vez incluyen otros géneros como el Biopic, Drama, entre otros. En algunos casos, la música es la que hace girar la historia, casi una moderna ópera llevada a la pantalla. Tal es el caso de las famosas óperas rock de los años 60 y 70, muchas de las cuales fueron conocidas por su versión fílmica (de relativa calidad), pero que sus melodías se terminaban imponiendo; y estas óperas rock iban acompañadas de grupos de baile que permitían, a través de los happenings “provocados”, conocer las propuestas de la danza moderna culta al baile popular. Así tenemos las de corte religioso como Jesucristo Súper Estrella, la ópera rock El Fantasma de la Ópera (interesante propuesta de Brian de Palma), la ópera rock Cats y la interesante Tommy, film que no fue visto en nuestro país. Pero el musical puro, también, generó propuestas interesantes desde las primeras adecuaciones del sonoro francés, como el film Bajos los techos de París de René Clair. La aparición del sonido supuso todo un cambio en la percepción y utilización del cine, y ante este cambio radical, se recurrió a la música para “salvar las vallas” que tenían que enfrentar. Muchos cineastas vieron el gran potencial que tenían por delante: imagen y música podrían complementarse con el cuerpo en movimiento. Los filmes norteamericanos de los 30 y sobre todo los 40, recurrió a ellos como un interesante entretenimiento, una válida evasión para los años difíciles post recesión económica y los años locos de la segunda guerra mundial; también ayudó a consolidar el star system, tan caro a Hollywood. Así aparecen las estrellas como Fred Astaire, Ginger Rogers, Gene Kelly, entre otros; o propuestas interesantes como natación y danza en la nadadora Esther Williams. Atrás de todos ellos había una gran maquinaria musical de compositores, cantantes, coreógrafos, diseñadores que movían “la maquinaria”; Ira Irving, George Gershwin eran nombres conocidos en el mundo musical culto, pero que dieron su talento para componer música para los filmes. Algunos, como Korngold, quien hizo obras maestras de bandas sonoras, terminaron por rechazar esta parte de su vida y renegaron a ese periodo por haber sometido su arte a la maquinaria lucrativa que era (y es) Hollywood. Pese a todo, esta maquinaria se ve incrementada en el momento que entre los premios de la Academia se incluye las categorías de banda sonora, tema musical y música adaptada. Algunos filmes clásicos vistos por nosotros son inconcebibles sin banda sonora o tienen una fuerte recordación con el tema, los que terminan por reforzar su éxito, como el caso de El Padrino, de la mano de Nino Rota.

Para la creación de la danza, el cine también fue un excelente espacio para masificar la danza que sólo se limitaba a un escenario. Los inicios del XX tenemos genios como Isadora Duncan o Maurice Béjart, quienes hacían en esta arte una profunda transformación, socializándola y yendo límites insospechados. La Duncan, con sus ideas socialistas, danzaba en las calles, en sindicatos o en movilizaciones. En los EEUU la aparición del jazz, enriquecido con los espectáculos de bailes pícaros sea en burdeles u otros lugares licenciosos, masifica no sólo la música, sino el baile. Y a esto no puede escapar el cine. Las coreografías sencillas y provocadoras de El Ángel Azul con una sensual Marlene Dietrich, con sus magníficas piernas, abrían el paso a ese campo del cabaret, de la boîte. La ópera se dirigía hacia el canto sencillo, proletario como en La Ópera de los Tres Centavos de Kurt Weill y Bertoldt Brecht. Lo clásico pasa de moda y los artistas toman de la calle lo que iba a ser los nuevos patrones artísticos. Era la herencia que venía desde los “malditos” (Verlaine, Baudelaire, Rimbaud) y es el legado que van a dejarle al Pop Art de los 60. La danza se proletariza y eso le permite experimentar nuevas propuestas. Hacia los 50, los ritmos frenéticos del rock, harán su inclusión en las pantallas y hacia los 60 muchos bailarines van a experimentar con el rock en escenario; así, grupos como Emerson, Lake and Palmer, o Pink Floyd son tomados por diversos grupos de ballet como los de Martha Graham o Pina Bausch para la creación de nuevas propuestas de danzas. El “descartonamiento” de las escuelas nos hacen ver el arte no se “quedó”, sino que buscó nuevas alternativas.


AMOR SIN BARRERAS (WEST SIDE STORY) ROBERT WISE, JEROME ROBBINS (1961) Es una descarnada historia de amor, un Romeo y una Julieta de diferentes etnias, llevada a los suburbios neoyorquinos; una historia rodeada de pandillas juveniles, disputas raciales y excelentes coreografías. Es un clásico del cine y sus melodías han sido entonadas por muchos cantantes, sobre todo tenores, uno de ellos es José Carreras y la soprano Kiri Te Kanawa. Leonard Berstein fundó un género fusionando el jazz y la presencia de todos esos ritmos latinos traídos por los emigrantes a Big Apple. Y a través de las danzas, vemos los fuertes conflictos étnicos que caracterizaron a los Estados Unidos en los 60, los cuales vuelven cada cierto tiempo cuando dicha sociedad entra en crisis, tal como sucede tras el 2008.

HAIR MILOS FORMAN (1979) Quizá una de las películas más emblemáticas del movimiento hippie de los 60. Aunque no llega a ser un gran film, sí es un gran testimonio de este momento de la historia de los Estados Unidos de esa década, la de cambios profundos. Este musical tiene un carácter antibélico, y quiere dar un mensaje de paz y amor en la era de Acuario. Un recluta que va al enrolamiento para ir a Vietnam y se encuentra con una comunidad hippie; una chica de la sociedad neoyorquina conoce al recluta y todo termina por enredarse; el final es un adelanto de lo que sucedió a la sociedad norteamericana que se hastiaba de ver a sus jóvenes regresar mutilados, traumados o muertos. La coreografía es de la gran bailarina y coreógrafa Twyla Tharp.

CABARET BOB FOSSE 1972 Alemania antes de la guerra. Berlín es un hervidero de artistas y es el esplendor de los clubes nocturnos en la capital germana y muchos actores y actrices buscan suerte. Interesante ver a través de los bailes cómo va apareciendo la ideología reinante de la época, la amenaza nazi, la censura velada y luego abierta, la decadencia de un momento. Surge el antisemitismo y una fuerte homofobia en un contexto en el cual había muchas personas con esas características. Alemania va lentamente hacia la hecatombe. Los artistas de la talla de Werner Finck, Friedirch Hollaender, Karl Valentin fueron silenciados y tuvieron que irse del país. El chiste político se volvió peligroso y muchos clubes fueron clausurados; eran espacios en los que la gente, pese al miedo, aplaudía a rabiar a Finck por sus ocurrencias agudas.


LOS PARAGUAS DE CHERBURGO (LES PARAPLUIES DE CHERBURG) JACQUES DEMY 1964 Un entrañable film de los 60, ganador de la Palma de Oro de Cannes. Como si fuese una ópera romántica (a lo Massenet) Michel Legrand escribe esta obra de amor muy sentimental. Una pareja conformada por Catherine Deneuve y Nino Castelnuovo se juran amor eterno. Él es llamado al servicio militar durante la guerra de Argelia y ella queda embarazada. Las distancias terminan por romper este amor, peor aún cuando la familia de ella se ve en la necesidad imperiosa de encontrar dinero. Así cada uno toma su rumbo y un día en vísperas de navidad, ambos se encuentran en la estación de gasolina de propiedad de Guy (Castelnuovo). Un encuentro fugaz y que significa el cierre del ciclo de amor de ambos.

CANTANDO BAJO LA LLUVIA (SINGIN´ IN THE RAIN) GENE KELLY, STANLEY DONEN 1952 Una de las obras maestras del género es además un homenaje al cine como tal, en su cambio del mudo al sonoro. Nos ofrece también una de las melodías más bellas hechas para el cine, la que da el título a todo este filme entrañable. La danza nos ofrece toda una lectura para hacernos entender toda la trama. Las partes cómicas son notables por mostrarnos todo ese trauma que fue para los actores de voz poco privilegiada y que cayeron en el olvido. O mostrarnos todas las imperfecciones que eran las primeras grabaciones, toda una obra de titanes. Imaginar, además, que la actriz que tenía la voz hermosa, Debbie Reynolds, no le pertenecía a ella, sino a la misma que hace el rol contrario, Jean Hagen. Ironías de la vida.

ALEXANDER NEVSKY SERGUEI EISENSTEIN 1938 Una de las obras maestras del maestro soviético, fue un film que tuvo problemas en su realización. La endeble paz del gobierno estalinista con la Alemania nazi no permitía que la gente expresase sus divergencias contra ese forzado pacto, producto de la vil repartición de Polonia. La música fue escrita por el gran compositor soviético Serguei Prokofiev y como actor principal Nikolai Cherkasov, a quien muchos conocían como “la voz”. Nevsky es un antiguo héroe de las estepas rusas que defendió la integridad territorial contra los mongoles, los polacos y los caballeros teutones. Esto era una clara alusión a la situación tensa que vivía la Rusia de entonces contra el posible enemigo. Pero tras el ataque alemán de 1941, la película fue rápidamente estrenada y sirvió como un factor de unidad para el pueblo que veía la amenaza nazi sobre la gran madre Rusia. Tiene todo un carácter épico. Grandes obras corales y una impresionante solo para contralto: Campo de la Muerte.

A HARD DAY´S NIGHT RICHARD LESTER 1964 este film británico tiene como principales actores a los integrantes del grupo The Beatles. Se realizó durante el boom de la beatlemanía. Un viaje del grupo para presentarse en Londres se ve amenazado por las hordas de fanáticos que quieren abordarlos. Logran evadirlos, pero da paso a otros sucesos. Filmada casi a lo nouvelle vague (Richard Lester fue uno de los grandes del free cinema), es una comedia irónica, casi psicodélica, con espontaneidad en la pantalla, que muestra errores de filmación intencionalmente. Y las canciones todas están en el álbum del mismo nombre. Vale destacar “And I love her”, “she loves you” entre todas.

SOMBRERO DE COPA (TOP HAT) MARK SANDRICH 1935 La obra maestra de Fred Astaire y Ginger Rogers Una gran muestra del tap que impusieron en los años 30. Jerry llega a Londres para hacer un espectáculo, allí conoce de manera accidentada a Dale, Jerry va a tratar de captar su amor y las danzas y melodías van a apuntar a eso. La música es de Irving Berlin y la melodía “cheek to cheek” (mejilla a mejilla) se convirtió en todo un clásico de la canción romántica. Obra de satín, seda, danza y romance.

viernes, 17 de octubre de 2008

SERGUEI EISENSTEIN


La tarea del arte es hacer
tangible las contradicciones del ser
Serguei Eisenstein


Indudablemente los genios siempre han tenido problemas con la vida en general; Serguei Eisenstein no escapó de esta casi inexorable verdad: tuvo problemas tanto con su sociedad como con los sistemas políticos. Con una infancia dura, un mal recuerdo personal de su padre, abandono de su madre, muchas veces acusado de inmoral o despilfarrador, tuvo problemas con el sistema soviético cuando Stalin estaba en el poder; así como con los empresarios norteamericanos que lo contrataron para rodar un filme en Norteamérica (que nunca se concretó) y un documental en México. Fue una persona intensa, de ideas geniales y de avanzada, y que no temía a retos o propuestas; tuvo tantos proyectos descabellados como rechazos automáticos de empresarios o gente ligada a la dirección de las industrias cinematográficas. Se había propuesto hacer una película sobre Das Kapital de Karl Marx, idea absurda para muchos, pero no para lo que él planteaba. Él estaba demasiado lejos del común de los mortales.
Fue un hombre de vasta cultura; muy joven se interesó por el japonés y la concepción de un ideograma. Al comprender sobre la formación de éste para ser concebido como parte de una escritura, logró relacionar este proceso psico cultural con el concepto de cine puro: una imagen como un ideograma. Si lo acercamos al lenguaje es como decir un paradigma en movimiento. En una entrevista hecha a Renny Bartlett, confiesa éste que nuestro maestro buscó en la creación de sus obras esa dinámica / estática que se ve en la combinación de la tragedia (arquetipos) y la comedia (cotidianeidad) en sus filmes. En muchos casos, el maestro era muy mordaz e incluso muchas de sus bromas cotidianas rayaban con lo grosero. Quizá sea cierto que hayamos perdido un poco la visión de ese lado eisenstiano por el del rigor extremo, solemne y trágico.
Se acercó al teatro y dirigió algunas obras acercándose a la técnica escénica propuesta por Meyerhold. Del teatro el siguiente paso obligado era el cine. Para ese entonces Lenin ya había nacionalizado la industria cinematográfica rusa y creaba una gran escuela con directores de la talla de Dovjenko, Pudovkin, Protazanov, Vertov, entre otros. Sin pecar de realismo socialista, esta escuela traza una línea con filmes que se convirtieron en hitos: de esta escuela ya hemos visto a través de los diversos ciclos ofrecidos, películas como: TEMPESTAD SOBRE ASIA, LA MADRE, TIERRA, EL HOMBRE DE LA CÁMARA; y sobre todo EL ACORAZADO POTIEMKIN de nuestro director, filme visto en el ciclo de cine mudo recientemente concluido.
Casi todos los filmes de Eisenstein son verdaderas obras maestras y estuvieron prohibidas a causa del espíritu paranoico e intransigente, producto de las guerras mundiales y la Guerra Fría. De todos modos, su obra siempre transcendió la mediocridad de los políticos u hombres moralistas, que vieron en él la encarnación del peligro rojo.
Sus obras son la plasmación de un planteamiento teórico que siempre lo inquietó. Pero no por eso dejaba que la obra fuese “esclava” de las ideas. Lo vemos en la frase con la que empieza un ensayo que Eduardo Russo hizo sobre él: “De acuerdo al modo en que comienza esta página, no sé cómo seguirá.” Además como entidad autónoma, la obra ofrece múltiples lecturas, haciéndola obra abierta, ante la cual es difícil establecer una definición exacta.

ACORAZADO POTIOMKIM (1925) fue uno de los productos más elaborados de la famosa nacionalización del antiguo cine zarista por parte de Lenin. Ocurría esto en agosto de 1919. Como ya había comentado, Lenin había visto el tremendo potencial de este arte y hacia 1922, él comentó: “el cine, de todas las artes, para nosotros (es) la más importante”. Bajo esta visión surgió un grupo vanguardista que va a elevar la calidad de las obras cinematográficas de años siguientes (hasta el periodo de stalinización de todas las artes). La película en sí tomó poco tiempo en su realización; filmada en Odessa, contó con un puñado de actores, la población de dicha ciudad y la Armada Roja. La misma idea como otra gran obra rusa, la ópera Boris Godunov, un canto coral de masas. Sin maquillajes, sin un plató, ni escenografías, las escenas de esta película son una sinfonía en las que los únicos actores son el pueblo y los marinos del acorazado. Las escenas de movimientos son magistrales y todo el lenguaje panfletario se vuelve poesía en la célebre descarga que las tropas zaristas lanzan sobre los indefensos ciudadanos. Más de una persona vi levantarse de su asiento y gritar encolerizado cuando la proyectaron en el cine Colmena en Lima en 1975. En verdad, las escenas no dan concesión alguna y las imágenes de la escalinata de la ciudad, el coche del niño cuya madre ha caído muerta por las balas, que baja hacia un triste final; la madre que enfrenta a los soldados con su hijo muerto en brazos; son escenas inolvidables y demasiado locuaces. Esta película fue hecha con rabia reprimida. Por eso, su visión es muy sencilla, pero a su vez muy densa en su contenido, por eso peligrosa. No hay actores principales, quizá el único, el acorazado mismo; estamos pues ante una película de masas.

¡QUE VIVA MÉXICO! (1932) Como comenta Sadoul, este es uno de los proyectos más soñados de nuestro artista. Es un extenso fresco del México de inicios del siglo XX, y se haya dividido en cuatro partes: FIESTA, SANDUNGA, MAGUEY y SOLDADERA. Eisenstein se fascinó por la cultura mexicana y dirigió esta obra a modo de consuelo por habérsele impedido filmar en los Estados Unidos. Es un canto coral de la cultura mexicana, con impresionantes escenas rituales de la muerte. Sin embargo, fue una de las obras más maltratadas del Director ya que prácticamente nunca la tuvo en sus manos; a pesar de haber tenido el apoyo del escritor socialista norteamericano Upton Sinclair , éste lo fustigó por haberse “devorado” todo el presupuesto y no haber concluido con el rodaje. Cuando el maestro retornaba a la Unión Soviética, el escritor incautó sus bobinas, más aún al recibir la noticia que había derrochado el dinero en perversiones sexuales y haber trabajado con personas de dudosa reputación en México. De la versión de 5 horas y 20, se va a ver la versión de 1 hora y 40 minutos, versión hecha por Grigori Alexandrov en 1973. Muchas de las escenas fueron empleadas por otros directores o fueron presentadas como documentales en los años 40, como el caso de TEMPESTAD SOBRE MÉXICO (de Sol Lesser) o MOMENTO BAJO EL SOL (de su amiga y biógrafa Mary Seton).

ALEXANDER NEVSKY (1938) es una bella película épica, con poderosas imágenes para insuflar ánimos al alma rusa en una Europa enloquecida por el espíritu bélico nazista. Así como Dmitir Schostakovitch musicalizó (posteriormente) la película POTIOMKIM, es en esta oportunidad que nuestro director incursiona en el sonoro con la Cantata del mismo nombre del gran maestro Serguei Prokofiev. Dupla genial. Jugó con grandes planos y cromatismo dicotómico, encarnando los claros, los señores teutones; los oscuros, el pueblo ruso. Tiene un extraordinario trabajo de cámara, sobre todo en los impactantes acercamientos (close-up) (parece una revisión del trabajo de Dreyer con su Pasión de Juana de Arco). La música es épica, manejo de coros como manejo de multitudes; el aria para contralto de El Lago de la Muerte (lago helado) es impresionante como lo es el resultado del triunfo y la derrota. Y además un actor, una voz: Nikolai Tcherkasov. Una obra maestra. La película fue en cierta manera retenida ya que para entonces, Stalin y Hitler habían firmado el pacto de no agresión entre ambas naciones y el filme fue visto, obviamente, como antigermánico.

IVÁN EL TERRIBLE (1943 –1945) Hablar de una parte es prescindir de la otra de esta impresionante obra que, según Kobal, dejó de lado su compromiso y testimonio social para pasar al testimonio del hombre como artista. Para ese entonces, ya la Unión Soviética ha sido atacada por las huestes de Hitler y todos los estudios cinematográficos han sido desplazados al Asia Central, con más exactitud a Alma Ata; es allí donde se inicia el trabajo de IVÁN I, el cual fue todo un suceso y gustó a Stalin, tanto así que volvió en cierta manera “a su reino”; lástima que esto no haya perdurado mucho. Si la primera parte se ve a un líder como Iván IV desplegando poder y gloria, en la segunda parte vemos a ese Iván embargado por el miedo y la paranoia de la persecución de sus rivales, los boyardos. Es por eso que el trabajo de las sombras es notable, inteligente, genial. Vemos en la primera parte las dimensiones de dichas sombras de acuerdo a la grandeza o vileza de los personajes de su entorno; obviamente Iván con sombra mayor; pero en la segunda parte, esto cambia. Y es así que Iván lentamente se va volviendo un terrible tirano, va distorsionando todo, viviendo de la intriga y venganza. Según Russo, Eisenstein va creando un triángulo en el que se yerguen un artista y dos tiranos: uno histórico (Iván) y otro el contemporáneo (Stalin).
El producto final fue aborrecido por el tirano y casi obligado a cancelar su IVAN III, del cual sólo hizo 10 minutos a causa de su muerte.

Nuestro Director fue sometido una revisión ideológica de su vida y obra, y se vio obligado a hacer una autocrítica personal injusta. Ya derrotado por las circunstancias viles de la vida fallece de un ataque al corazón, pero trabajando sobre sus teorías cinematográficas. Un genio en permanente creación. Quiero concluir este artículo tomando del ensayo de Russo...”Su cine fue el principal campo de batalla de ese experimento inacabado que en el camino dejó un puñado de obras maestras e innumerables puntas dispersas a retornar por aquellos dotados del suficiente coraje intelectual como para levantar vuelo a falta de piso firme...” Sin ánimo de atemorizarnos con esta contundente reflexión sobre la visión de su obra fílmica, espero que este pequeño ciclo nos permita ver el alma inmensa de un genio que quiso revolucionar el cine hasta límites insospechados.


Bibliografía:

Diccionaire des Films – Bérnand Rapp, Jean-Claude Lamy, LAROUSSE, 1995.

Las 100 mejores Películas, John Kobal, ALIANZA EDITORIAL, 4ta edición, 1995.

Historia del Cine Mundial, Georges Sadoul. SIGLO XXI EDITORES. 5ta edición, 1980

Eisenstein según Bartlett, Carlos Cevallos y Gabriel Quispe. BUTACA SANMARQUINA, año 4, No 13, 2002.

Serguei Eisenstein, descripción de un combate, Eduardo A. Russo, LA GRAN ILUSIÓN, No 9, 1998