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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

viernes, 30 de julio de 2021

POR LAS TIERRAS DE VALLEJO




Sábado 24 de julio. Una segunda salida. Habíamos estado hablando con César para una nueva visita y esta iba a ser a uno de los lugares que muchos amigos arqueólogos, artistas y arquitectos me habían recomendado: Angasmarca. Para esta oportunidad, se decidió alquilar una camioneta, una decisión que nos resultó redondo. Tuvimos libertad de desplazamiento y poder detenernos en los lugares que son de nuestro interés. Ya había ido a Huamachuco por lo que un tramo de nuestra ruta me era conocido, pero el camino de Santiago de Chuco era totalmente nuevo. La carretera está asfaltada y bien tenida (salvo algunos tramos que se hunden por fallas geológicas o condiciones del terreno) y desde Shorey, zona en la que se ramifica la carretera, el tramo a Santiago tiene varias zonas sin pavimento. Además, en Shorey, como también lo pudimos percibir a lo largo de la carretera, vimos un gran relave minero que está contaminando el río Moche y los afluentes. Las aguas amarillas ya no tienen vida y contaminan las tierras empleadas para cultivo de panllevar, cuyos productos se venden en nuestra ciudad y nos van contaminando. El tema minero es muy sensible y ha sido motivo de esplendor y ruina de muchas zonas como iremos describiendo a lo largo de esta visita.

Ya cerca de Santiago uno puede ver a lo lejos la Cordillera Blanca y sus picos nevados. Descendimos de la camioneta para ver el impresionante paisaje, pero el frío y la altura nos comenzaron a golpear, así que subimos a la camioneta y nos dirigimos raudos a Santiago, que ya no estaba muy lejos. Al llegar a la pequeña ciudad, nos recibe un paseo en homenaje a César Vallejo (una estatua que emula la fotografía de Vallejo apoyado contra un muro mediano), una alameda bordeando el precipicio y luego una estatua de Luis de la Puente Uceda, famoso líder del APRA rebelde, también hijo predilecto de esta ciudad. He aquí más datos de él (http://www.munisantiagodechuco.gob.pe/webantes/Sobre_santiago/luis_de_la_puente/4). Me sorprendió un poco este hecho, pues la historia debe de hacer justicia por aquellos hombres y mujeres que quisieron hacer cambios notables. Para ahondar más en su historia, tenemos este texto de Luis Rénique, que nos describe la historia de este personaje con el APRA (https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/bitstream/10469/4267/1/RFLACSO-ED67-07-Renique.pdf). Como teníamos hambre y me percaté de un detalle en los frenos, fuimos directamente al corazón de Santiago a buscar un taller. Un señor amable nos guio y me dio las pautas de que en ese tipo de camionetas los frenos tienen esas limitaciones. Aprendizaje sobre la marcha. Le pedimos al amable señor datos de restaurantes y había uno muy cerca: a media cuadra del taller en el que me había dirigido: así que almorzamos de manera generosa y, a modo de bajar el buen almuerzo, nos fuimos a caminar por la ciudad. 






Nuestro primer objetivo: la plaza principal, la que no se hallaba muy lejos. Marchamos unas cuantas cuadras y llegamos a la plaza, mientras César se comunicaba con una persona, Eluard Salinas, cuyo hermano era amigo y exalumno de César. Este señor estaba a cargo de la mayordomía de las celebraciones de Santiago Apóstol, a cuya fiesta habíamos llegado por casualidad. El viaje se iba a poner más interesante. La plaza ha sufrido una transformación no muy simpática. Estuve viendo fotos antiguas de esta en la que había una bella pileta; pero ahora hay un raro monumento que lo corona la estatua de César Vallejo: terrible. Leí que, en el 2018, un juzgado exigió el retorno de la anterior plaza; espero. Lo que no se recuperará es el entorno en el cual hay unos horribles edificios que han destruido la belleza de las plazas serranas con sus casas de techos a dos aguas con tejas y balcones; ahora hay un conjunto de edificios que no tienen armonía entre ellos y, como de costumbre, con las paredes laterales sin enlucir: qué mal concepto se tiene de la “modernidad” (https://rpp.pe/peru/la-libertad/juzgado-ordena-restituir-la-plaza-de-armas-de-santiago-de-chuco-noticia-1161326). Nos fuimos a la iglesia central o Parroquia de Santiago Apóstol que tiene la particularidad de tener la torre del campanario separada al bloque del edificio central. La iglesia ha sufrido varias transformaciones y sus altares han sido sometidos a restauración con técnicas que no han respetado las formas antiguas. En el interior se halla la estatua de Santiago Apóstol quien da nombre a esta parroquia y la ciudad también. La imagen de este santo patrón estaba ubicada a la mano derecha del altar mayor, lista para salir en procesión al día siguiente, 25 de julio, día central de las festividades. Lo interesante de esta construcción es que no tiene cúpula, sino una extraña construcción octogonal que funciona como un gran tragaluz: no había visto edificación alguna previamente. He encontrado poca información sobre la historia de esta iglesia, pese a que sus orígenes se remontan al siglo XVI, pero la actual construcción es mucho más moderna. Pocas imágenes son antiguas. No he encontrado tampoco información sobre la antigüedad de la imagen central, Santiago, pero sí el hecho de que haya sido nombrado patrón de esta ciudad al ser una imagen evangelizadora y cuya protección permitió la cristianización paulatina de los chucos (de ahí Santiago de Chuco) ( https://rpp.pe/peru/actualidad/la-libertad-santiago-de-chuco-y-su-protector-celestial-noticia-499301). Salimos a la plaza y frente a la entrada lateral de la iglesia hay una estatua grande de un danzante pallo. A muchos de ellos los veremos al día siguiente. (https://www.youtube.com/watch?v=3Rfn9hInQTw).








César nos dijo para ir a la casa de César Vallejo. El vate se ha vuelto toda una marca para la ciudad: sus calles han cambiado de nombre para recibir cada una de ellas el nombre de un poema. Hay en las calles centrales en torno a la plaza de armas murales con sus poemas escritos, fuera de estatuas y bustos. Pero, como veremos al día siguiente, en el cementerio nunca logramos hallar las tumbas de hermanos, padres u otros personajes que son parte de su mundo santiaguino. La casa queda precisamente en la calle que lleva su nombre. Ha sido reconstruida en su integridad y cuenta con diversos paneles informativos del contexto histórico de su vida y obra, sus relaciones e influencias, su viaje a Europa, las personalidades; hay un pequeño museo de piezas de arte popular de la zona y reconstrucción de diversos ambientes de la casa como la cocina, cuartos y depósitos; hay un zaguán interior primoroso en el que nuestro guía nos dedicó algunas canciones creadas por él de algunos de sus poemas. Nuestro guía se mostraba muy celoso del patrimonio, pero resultó una persona exultada por Vallejo y dedicada a su memoria. Como habíamos ido con Laura, directora de la Alianza Francesa, nos interesó la referencia de Vallejo en Francia, donde moriría en 1937. Sobre César Vallejo hay tanto para hablar, no solo sus biografías sino su obra poética, narrativa, teatral y prosa en general. Recordé el libro de su obra periodística en Francia que sacamos como Comité del Fondo Editorial de la Municipalidad de Trujillo. Aquí hay datos de esta casa: https://larepublica.pe/cultural/2021/01/31/casa-de-vallejo-riqueza-cultural-y-valor-historico-lrnd/. Este es un repositorio de fotos que nos muestra cómo estaba la casa de Vallejo: http://repositorio.cultura.gob.pe/bitstream/handle/CULTURA/909/Casa%20de%20C%c3%a9sar%20Vallejo%20Huamachuco%20La%20Libertad%20PDF.pdf?sequence=1&isAllowed=y. Durante la visita, el Sr. Salinas, amigo de César, llegó para invitarnos a la presentación de una revista, Quilla Hirka, revista sobre la cultura del lugar. La presentación era a las 5 pm, pero teníamos prisa de ir a Cachicadán. Nos disculpamos, salimos a recoger la camioneta e irnos a nuestro destino final de ese día. Pero este último trayecto venía con sus bemoles.

Al salir, llenamos el tanque con diésel y tomamos la carretera para irnos a nuestro lugar de hospedaje. El tramo es de 33 kilómetros, pero las condiciones no son nada buenas. Además, se está realizando una ampliación de esta, ya que hay todo un proyecto de crear una transversal andina. Esta deberá llegar hasta Ancash y de ahí al Sur. La carretera se abre en ciertas horas por lo que tuvimos en cierta manera suerte; pero al llegar a nuestro destino tuvimos mala suerte con los hoteles. Había reservado habitaciones en el Hotel Millenium, cuyas formas de comunicación son precarias. La información que se ofrece es errónea y el único medio fue el Messenger. Al llegar, nuestras habitaciones ya habían sido asignada a otras personas. Felizmente hallamos otro hotel más pequeño, pero sin aguas termales. En fin. Salimos a dar una vuelta por el lugar , disfrutar de la luna llena en su plaza principal y nos fuimos a dormir temprano, pues teníamos que ir a Angasmarca a primera hora sin desayuno.



martes, 27 de julio de 2021

BICENTENARIO A LA PERUANA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 DE JULIO)


Los países hispanoamericanos comenzaron a festejar sus bicentenarios independistas desde 2010. Desde México hasta Argentina y Chile, sus festejos fueron accidentados, pues eran momentos históricos en los que una nación se veía “el ombligo”. Recuerdo que en Chile se hizo una ceremonia un poco accidentada para revalorar a sus pueblos indígenas, en especial los mapuches, como un saldo histórico de olvidos y vejámenes.

Nuestro Bicentenario viene muy cargado. La pandemia asoló a la sociedad peruana y desnudó las profundas brechas que se pensaban que habían sido acortadas: sueños de opio. Y se han ahondado más en la reciente campaña electoral bastante accidentada y lamentable en la que los extremos han sido alimentados por odios y miedos. Las sorpresas venían de uno y otro partido en la contienda final, cada uno de ellos envueltos en diversos tipos de corrupción y el consiguiente escándalo. Los candidatos de la segunda vuelta, para asombro de muchos peruanos, arrastraban muchos pasivos, aún con la posibilidad de que una de ellos termine en la cárcel de donde había salido el año pasado por la urgencia sanitaria.

El Bicentenario ya está aquí. Hay temas prioritarios como la salud, educación y empleo; pero hay asuntos que han salido a flote en este histórico contexto que están horadando a la sociedad: abierto y descarnado racismo, tendencias totalitarias, proyectos trasnochados que han circulado en toda forma de comunicación terminando por dañar el tejido social en estas celebraciones: la fiesta que pudo haber servido para regocijarnos y sentirnos integrados se ha convertido en una suerte de pesadilla. Pero queda este aprendizaje duro y triste que ya no está en manos de un gobernante al cual se le da cinco años para dirigir (aunque con lo que hemos vivido hay una gran incertidumbre); sino en manos de su propia ciudadanía para seguir como nación a futuro: son cambios urgentes que involucra a cada uno de los ciudadanos de nuestro país, sin excepción. Y con ello van muchas cosas más que nos erosionan todos los días: corrupción, narcotráfico, ilegalidad, exclusión, graves daños ambientales, seguridad; temas que no tienen tintes ideológicos, pero son abordados intencionalmente de manera errónea para su manipulación como bandera de exclusividad. Los otros puntos son equidad laboral y servicios básicos de calidad, álgidas problemáticas también estigmatizadas. Los derechos son inalienables y van más allá de los partidos políticos. Son temas obligatorios. Y tres puntos importantes para nuestro bien vivir políticamente hablando: institucionalidad, descentralización efectiva y partidos políticos. Como ya lo venía advirtiendo Alberto Vergara: “la aparición de partidos que ordenen la participación política”. Así evitaremos estar siempre en el dilema de escoger el “mal menor”, desgracia que nos atormenta varias décadas.

Sólo queda desearle lo mejor para nuestro presidente, pues su suerte es también la nuestra.


domingo, 18 de julio de 2021

PERÚ Y FRANCIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 18 DE JULIO)


El pasado miércoles Francia celebró su fiesta nacional. Conmemoración de una fuerte carga política, social y cultural que marcó el fin de una era y el inicio de una nueva. Aunque la toma de Bastilla no fue un hecho trascendental desde el punto de vista militar, sí lo va a ser desde la perspectiva del pensamiento como un cambio copernicano de la condición humana que, como estamos viendo recientemente, se pone en peligro ante posiciones radicales, ultraístas y fanáticas.

Las instituciones en las que hice mis estudios escolares y universitarios eran de origen francés. La Revolución Francesa masificó la educación básica para que todos individuos conozcan el espíritu de la nueva república y se conviertan en ciudadanos. Una vez que España abandonó nuestro territorio, muchas instituciones funcionaron con una suerte de inercia; hubo necesidad de armar todo el sistema legal, administrativo y ejecutivo de la joven nación. Los conceptos planteados en El contrato social de Rousseau comenzaron a moldear las nuevas repúblicas, desechando las ideas monárquicas que merodeaban en nuestras novísimas naciones. Cabe recalcar, además, que fueron las invasiones napoleónicas las que aceleraron las gestas independistas hispanoamericanas. Hubo un constructo legal que fue adoptado y que permanece hasta nuestros días con ciertas modificaciones: el Código Napoleónico que inspira nuestra inicial Constitución y es base de nuestro aparato legal. La Alianza Francesa hizo tres conferencias en torno a estos momentos gestados por la figura muy polémica de Napoleón por el bicentenario de su muerte. Luego serían la salud, educación, la policía y fuerzas armadas las que serían reorganizadas a través de misiones francesas. Y con ellas llegó la cultura y arte de esa nación: ciencias, arquitectura, fotografía, gastronomía, cinematografía. Desde tiempos virreinales, nuestro país estuvo en el imaginario de la sociedad francesa. Vale un Perú, frase con una carga emotiva, hizo que nuestro pasado precolombino sea visto con cierta visión idílica exagerada como lo refleja la ópera Las Indias Galantes de Rameau, en la que el amor huye de una Europa codiciosa hacia lugares exóticos idealizados como China, Turquía, Norteamérica y, por supuesto, el Perú. Su literatura nos vio como el espacio en el que los ideales de su Revolución se encarnaron en un general peruano que frecuentaba al marqués De la Mole, conocido de Julien Sorel, el principal protagonista de la novela Rojo y negro de Stendhal. O la visión especial de Louis Baudin, autor de El imperio socialista de los incas, que hace una relectura interesante de las sociedades precolombinas y de América Latina; algo que en cierta manera se verá un poco en el libro Civilizaciones de Laurent Binet. Flora Tristán y su nieto, Gauguin, estuvieron por aquí. Vallejo está en Montmartre; París fue gestora del boom latinoamericano. Los DDHH, grandes conceptos del siglo XX, están aún pendientes en nuestra agenda.

domingo, 11 de julio de 2021

CHICLAYO, PAMPA GRANDE, LA PUNTA: UN NUEVO RESPIRO

Viernes 02 de julio. Luego de estar casi un año y medio inmovilizado por la pandemia, César me dice para hacer un viaje a Chiclayo para despejar la mente y volver a vivir luego del enclaustramiento obligatorio. Luego de haber dejado todo el trabajo previo (tiempos de asambleas y cerrando trimestre escolar) nos fuimos en un bus a las 3:30 pm. Previamente había contactado con la agencia de alquileres de vehículos para rentar uno durante todo el sábado, pues el domingo era día de restricción vehicular para autos particulares. Un sábado para sacarle el jugo. Y lo íbamos a hacer. El bus llegó tarde, pues el tránsito desde Reque hasta la ciudad misma de Chiclayo es insufrible: no entiendo cómo aún no hacen una buena autopista de entrada a la ciudad teniendo ese tráfico y contando con un mantenimiento de calles mucho mejor que en Trujillo donde los numerosos huecos tienen un pedazo de calle. En ese sentido, Chiclayo tiene menos problemas en sus calles y, además, existe una mejor interconectividad entre los numerosos pueblos de su valle. Habíamos quedado con la gente de la Alianza Francesa de Trujillo en participar en una actividad en la cual tenía que hablar y pensaba que no iba a tener problema alguno, pues indican que el bus suele llegar un poco más allá de la 7 pm. Pero eran las 7:30 y aún no estábamos en la ciudad. Llegamos a toda prisa al hotel y solo pude participar en el evento hacia finales de la conferencia pactada. Una vez concluida esta, salimos con César a cenar algo ligero y comprar unas sandalias, pues las mías habían muerto por uso. Luego de una comida ligera, nos fuimos a nuestro hotel a descansar y levantarnos temprano.

Sábado 04 de julio. Nuestro hotel, por cuestiones de protocolo sanitario, servía un desayuno muy triste. Así que decidimos ir a un restaurante para tomar algo consistente. Fuimos a un café restaurante, Café España, lugar que ofrecía sánguches prodigiosos y un buen café. Una cosa inaudita que vi en esta ciudad es la proliferación de varios lugares de venta de café, una bebida que no era tan popular en su consumo por la población salvo del hecho en casa (café pasado). Esto es muy simpático, pues el día anterior habíamos visto un local listo para inaugurarse y, sin quererlo, íbamos a usarlo este sábado. Comimos un buen sánguche y nos llevamos otro para el camino. De ahí nos fuimos al aeropuerto para alquilar la camioneta con la que nos íbamos a desplazar ese día. Cosas de la vida: una confusión hizo que alquilemos una camioneta que nos iba a ser mucho más útil para nuestro periplo.

Nos fuimos en dirección a Pomalca. Recogimos a un amigo y de ahí nos dirigimos hacia Pampa Grande. En la visita de 2019 con Carmen y su hermana, habíamos llegado a este lugar luego del periplo sureño (Zaña, Huaca Rajada) por lo que llegamos ya un poco tarde. Este es un lugar de origen moche, aunque hay vestigios de mucha más antigüedad. He aquí más información: “[..] Los misterios que guarda el complejo arqueológico Pampa Grande conocida como la última capital del reino Mochica vienen poco a poco develándose. El equipo de investigadores del Proyecto arqueológico Pampa Grande que trabajan en un área aproximada de 600 hectáreas ha reportado importantes hallazgos arquitectónicos en este centro urbano que alojó a los señores de Sipán en los años 700 d.C. En la plataforma norte se ha registrado un muro principal que divide la excavación en dos espacios diferenciados. Al este del muro principal se observa la presencia de una rampa de más de 10 metros de longitud, asociada a dos frentes y un piso finamente elaborado. Mientras que al oeste a más de 3 metros de profundidad se registra parte de estructura arquitectónica conformada por amplios ambientes, con rampas y asociaciones arquitectónicas directas a la última plataforma ubicada al sur del edificio. En la plataforma menor, al sureste de la Huaca Principal (Huaca Fortaleza) en el sector Piedemonte norte, se ha reportado similares contextos a los de la zona norte, con la única diferencia que la rampa de más de 10 metros de longitud se encuentra orientada al sur. La evidencia de sellos rituales de la arquitectura ha sido ampliamente corroborada en esta unidad, recuperándose la osamenta de un niño y 3 camélidos completos, en el relleno de tierra suelta. [..]” (http://www.naylamp.gob.pe/noticias/NOTA%20DE%20PRENSA%20N%C2%BA%2056-%202013%20UEN005.pdf). Una pena que haya habido personal en el lugar; la visita la hicimos solos, pero el paisaje es impresionante y con una geografía interesante, un valle encerrado por estribaciones andinas que ubican a esta fortaleza como entrada o salida de este valle. Aquí hay más datos: http://ponce.sdsu.edu/resena_historica_del_centro_poblado_pampa_grande.html.









Después de esta visita de casi dos horas, nos fuimos a buscar una iglesia de la cual había leído escasamente en algunas fuentes; los datos indicaban Saltur, nos fuimos a este lugar. Al llegar a Saltur, una amable señora nos dijo que no era esa, sino otro espacio no muy alejado de ahí, La Punta. En este lugar hay una pequeña capilla ya ruinosa, construida a inicios del siglo XX. Espero que haya una buena voluntad para evitar que este pequeño monumento desaparezca. 




De ahí nos enrumbamos a almorzar a Lambayeque. Para evitar la ciudad, fuimos por una avenida, Av. Chiclayo, que estaba sí en un estado calamitoso no por la pista, sino por la cantidad ingente de basura de todo tipo que se acumula en todo lado: era una travesía penosa, decepcionante. No sé si hay algunos viajeros que toman esa ruta, pero uno de los problemas de nuestras ciudades es utilizar las veredas o los senderos de los caminos y carreteras como vertedero de basura de todo tipo. Es increíble, es parte del paisaje y estamos tan acostumbrados que no nos llama la atención; no solo es un problema de las autoridades, sino de la población misma: colchones, basura orgánica, cajas y cartones, miles de bolsas de plástico, cadáveres de perros o gatos, restos de lavaderos, escombros de construcción: es todo un abanico humillante de nuestra sociedad. Pese a todo, logramos cruzar evitando el centro de Chiclayo y salimos ya cerca de Lambayeque. Nuestra primera intención era un buen almuerzo en el Restaurante Descalzi, pero había una boda. Nos dirigimos, entonces, a El rincón del pato, donde me encontré con mi exalumno de la universidad. Conversamos un rato, mientras venían nuestros platos y nos dieron de obsequio una fuente de tamalitos verdes: comer en Chiclayo no tiene pierde. Una vez concluida nuestro opíparo almuerzo, nos fuimos a San José a respirar un poco de aire marino. 



Hay ahora un bonito bulevar desde el cual la caminata a la orilla no era muy distante. Vimos una buena cantidad de bolicheras en la arena y pocas personas en la mar. Hacía un poco de frío. Estuvimos un rato, pues la idea era hacer un periplo costero: Pimentel y Eten, cruzando Monsefú. Así lo hicimos una breve entrada a Pimentel, fuimos paralelo al mar y retomamos la carretera a Eten y decidimos ir al muelle (he ido un par de veces más), pero uno de los amigos de César nos dijo subir al faro: extraordinaria decisión. Subimos hasta cierto lugar prudente, pues queríamos entregar la camioneta a las 7 pm; fuimos hacia el faro y tuvimos un espectáculo impresionante: el gran muelle de Eten y su inmensa playa hacia la derecha del faro (viendo hacia el mar) y hacia la izquierda la bonita playa Media Luna. Había mucha gente que iba al faro en sí, ciclistas y gente que iba a acampar, fuera de pescadores con cordel. El frío arreciaba. Decidimos retornar por la carretera Panamericana Sur. Un tránsito penoso. Llegamos a tiempo, luego de pasar el endemoniado óvalo de ingreso a la ciudad: manejar en Chiclayo puede ser una de las experiencias más frustrantes y desafiantes de la vida. Llegamos al punto de encuentro con la persona a la que íbamos a devolver la camioneta. Una vez entregada, nos fuimos caminando por la avenida Balta hasta llegar a ese Café que el día anterior estaban preparando para inaugurarlo ese sábado. Entramos, tomamos un buen café y un postre para levantar las energías. Nos despedimos y fuimos al hotel a dormir un día largo, pero bien aprovechado.




Domingo 05 de julio. Último día. Nos fuimos a tomar un buen desayuno: el tradicional frito chiclayano. De ahí un taxi a Lambayeque, queríamos ir al Museo Brüning, pero ese día no se abría por los protocolos de rigor. Así que nos fuimos a la simpática plaza de armas. La iglesia matriz estaba abierta por una ceremonia de confirmación. No sé si ya se permiten esas ceremonias, pero nos permitió visitar el lugar con calma para ver cómo ha quedado la restauración de sus altares. Al salir, vimos un accidente absurdo: una moto contra un auto. 






Tratamos de almorzar algo, pero el tiempo nos apremiaba. Vimos algunas estatuas en esta pequeña ciudad en la que hay varias, pues es una de las cunas de la independencia de nuestro país. Nos fuimos a Chiclayo; almorzamos algo ligero y de ahí a la agencia.

Un viaje breve pero revitalizante.

ARTE VIVE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE JULIO)


El último viernes se inauguró una exposición binacional de grabado en la Casa Orbegoso, devenida en el futuro Museo del Bicentenario de nuestra ciudad. Con esta actividad, uno puede ir respirando una gran bocanada de aire fresco en medio de la zozobra política y sanitaria de nuestro país. No todo tiene por qué ser gris; por lo contrario, espacios como estos nos hacen sentir vivos.

Lentamente el arte presencial comienza a regresar a las calles, escenarios y galerías. La segunda ola de la pandemia nos sumió en el temor, la decepción y angustia; todo esto acompañado por el inquietante e incierto ambiente electoral que aún no culmina y, debido a las características de esta campaña de comicios presidenciales, está quedando un ambiente hostil enquistado en nuestra sociedad: peruano contra peruano. En medio de esta realidad poco alentadora, empero vamos viendo lentamente una luz diáfana en el camino: arte e intelecto comienzan a abrir sus caminos para estar presente entre los ciudadanos. Hemos tenido una intensa actividad en lo virtual, pero se hacía necesaria la presencia física para sentir que el arte sí unía almas y daban un espacio de entretenimiento y confort personal y colectivo. He tenido oportunidad de oír las diversas exposiciones de hombres y mujeres artistas que testimoniaban el duro cambio que les cupo vivir desde al año pasado. Recuerdo los comentarios de Marco Ledesma y sus primeras experiencias con el teatro virtual; o las novísimas Ferias del Libro en estas nuevas versiones. Hemos tenido conferencias de todo tipo que han logrado unir a personas que hubiera sido su presencia en diversos eventos. Pero faltaba más. La primera actividad presencial en la que estuve fue el Festival de la Música de la Alianza Francesa. Los artistas se sentían conmovidos de poder pisar un escenario, aunque sea con un limitado público por las medidas sanitarias. Algunas lágrimas vertidas daban cuenta de que estábamos dándole vuelta a la tuerca. Nuestro Festival de Cine Peruano se hacía presente en espacios amplios en otras ciudades. Y ahora las exposiciones vuelven a la superficie. Estuve en la del Bicentenario en el Centro Cultural del Banco de la Nación y era conmovedor ver a la gente “salir de las sombras” para departir, comentar e, incluso, recordar a aquellos que ya no nos acompañarán más. La exposición binacional da pasos más atrevidos: artistas peruanos y mexicanos exponen sus obras en ambos países para fortalecer el sentido de fraternidad que encierra la Hermandad Trujillo Metepec, la que acoge esta y otras actividades más de corte artístico y académico. Es un esfuerzo de artistas grabadores trujillanos, liderados por Gerardo Salazar, de seguir en actividad y arrebatar el pesimismo de todos nosotros para llenarnos de belleza tan necesaria en momentos como estos. Sabemos que el arte e intelecto no tienen el impacto de un mall que se ve “necesario” ante muchos. Pero están ahí para traernos emoción y esperanza.

domingo, 4 de julio de 2021

TRABAJANDO PARA OTROS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 04 DE JULIO)


Reza el refrán popular: “nadie sabe para quién trabajar”. La campaña electoral que hemos vivido en lo que va del año ha sido una muestra de ello. Una vez iniciada la contienda electoral, hemos visto diversas campañas poco imaginativas y sí muy directas para despotricar al o a los contrincantes en ciernes, y campañas de desgaste contra los que iban ocupando los primeros puestos de las encuestas que reventaban en las portadas de todos los diarios, las redes sociales y los diversos canales de TV tanto de señal abierta como cable. La clásica fragmentación de la izquierda también la ha heredado la derecha y el centro por lo que tuvimos un alucinante número de candidatos; esto también hizo su labor, pues todo prometía que los votos iban a estar bastante dispersos. La accidentada campaña tuvo a Forsyth, López Aliaga, De Soto y Lescano como candidatos ganadores turnándose el pináculo de la fama y todos auguraban una segunda vuelta con la posibilidad de la participación de Verónica Mendoza en dicha competencia, todo esto en medio de una feroz segunda ola de la pandemia en la cual cayeron muchas personas conocidas y buenos amigos míos. Eso puede haber influido en la marcada ausencia de electores. Para sorpresa de muchos, nos quedamos con dos candidatos impensables para ciertos círculos de personas: Pedro Castillo y Keiko. Es el juego de la democracia.

La segunda vuelta fue un viaje más turbulento: el electorado fue expuesto a todo tipo de información, entre veraz y falsa, entre completa y parcial, que aún nos inunda de diferentes maneras. Los medios no jugaron honestamente, y las noticias del miedo y la incertidumbre aún pueblan portadas y nuestros celulares. Se fragmentó más la sociedad con argumentos (si se les puede llamar como tales) racistas y clasistas de ambos lados. Los resultados dieron pie a situaciones cada vez más cuestionables y tomaron un cariz bastante peligroso, violento bajo el manto de la palabra fraude. Los ataques iban y venían: ambos aglutinaron diversos partidos y personajes para hacer campaña de mutuo desprestigio. La reaparición interesante de Montesinos y el respaldo de la comunidad internacional a los resultados dieron un giro con la situación de Keiko. El escenario ahora es otro y los apoyos “incondicionales” toman otro rumbo. Lo que podría haber sido una posibilidad de triunfo para ella se cierra y sus antiguos socios “zafan cuerpo”. Tras últimos papelones internacionales, alea jacta est.

Por otro lado, Cerrón, reo fundador del partido ganador, busca un espacio posible para legitimarse. A cerrarle puertas. Político peligroso y corrupto, comportamiento de cabecilla. Al final, insólita verdad de nuestra vida pública: ambos líderes y muchos seguidores de los partidos finalistas quizás tengan un punto de confluencia: la cárcel. Ironías de nuestra increíble política. Así, Keiko y Cerrón verían toda ceremonia política futura desde los barrotes de una prisión. Simpático escenario.