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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 1 de septiembre de 2024

LA ESENCIA DEL CAOS

 


Nuestro sistema vial es conocido en el mundo como uno de los peores por muchos factores: pobre interconectividad entre ciudades y regiones del país, estado de las vías, un buen número de vehículos obsoletos y altamente contaminantes del parque automotor, y una pésima cultura vial tanto en el sector público como privado. A esto hay que agregar la incorporación de ciertos vehículos en el sistema de manera inadecuada, como los mototaxis y los ticos; y, por supuesto, la informalidad. Es una fama que ha sido descrita y compartida por muchos amigos míos visitantes, tanto extranjeros como peruanos que viven fuera del país hace buen tiempo. Incluso, recuerdo la visita de una aterrada invitada extranjera a dar una charla en una universidad local al ver la forma de conducir en nuestras ciudades; tanto fue su temor que pidió retornar ese mismo día a su país sin querer salir del aeropuerto internacional. La forma de manejar de muchos choferes, tanto del sector privado como público, por lo general es avezada, trasgresora y bravucona; se porta así tanto un conductor de una lujosa camioneta como una destartalada combi. En ciudades como la nuestra, el panorama se complica por el lamentable estado en el que se encuentra el pavimento de calles, avenidas y carreteras. La corrupción voceada sotto voce y la poca preparación de equipos responsables, más la falta de autoridad para la prevención y sanción (la que a veces es intencional) hace que nuestro sistema vial sea una franca pesadilla para cualquier tipo de usuario, sea a pie o en una movilidad. Centrándonos en Trujillo, hemos visto el paulatino deterioro de calles y avenidas por diversas razones: calidad del pavimento o cemento, humedad creciente en muchas partes de nuestra ciudad, el uso indebido de pistas por parte de unidades inadecuadas de transporte. El tardío reconocimiento de la nueva realidad climática de nuestra ciudad en las últimas décadas ha hecho que no se haya comenzado un agresivo plan de alcantarillado que ayudaría a mitigar muchas zonas críticas en las cuales se acumula el agua causando un sostenido estropicio de la capa asfáltica. También está la inaudita descoordinación entre entidades que suelen romper el pavimento para realizar sus obras. Sumemos la gravedad del ineficiente transporte urbano que cuenta con muchas unidades deterioradas y que se amontonan en zonas consideradas rentables creando una presión vehicular insoportable. Sobresaturan calles y avenidas, las que suelen convertirse en espacio de carreras para captar clientes, contraviniendo toda norma de tráfico. Una salvajada. La errada liberalización del transporte público ha creado una verdadera hidra de mil cabezas, puesto que es un problema múltiple: ambiental, de seguridad, social y, por lo tanto, político. Así, vemos, pues, mafias que terminan colocando a regidores y políticos en diversos estamentos del poder, cuidando sus intereses, esos que atentan contra la ciudadanía en general.

domingo, 19 de mayo de 2024

CIUDADANOS SITIADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 19 DE MAYO)

 


Trujillo se encuentra en un febril proceso de intervenciones para mejorar la calidad de servicios públicos como son el sistema de agua y desagüe, y el vial. Desde una perspectiva global, es una necesaria acción para una ciudad que ha tenido un crecimiento exponencial en cuanto a viviendas y su parque automotor. Sin embargo, hay una serie de detalles que las autoridades comprometidas deben velar para que estas acciones sean ejecutadas con prontitud y transparencia, pues pueden suceder y suceden varios hechos que perturban la continuidad de las labores ciudadanas, tanto de manera colectiva como individual. De manera personal, nuestra casa se ha visto comprometida con el cambio de redes de agua y desagüe que ha sido, inicialmente, bienvenido; pero, una serie de situaciones complicadas ha ido apareciendo generando un malestar en el vecindario. Los canales de comunicación fueron en un principio buenos; pero, a medida del avance de la obra, han surgido desaciertos que han ocasionado que muchos vecinos tengan autos encerrados por semanas, problemas con los desechos, comunicaciones confusas sobre la apertura o sellado de calles, entre otros problemas. Suena como cliché: sabemos cuándo empieza, pero no cuándo termina. Esta incertidumbre surge entre los habitantes habida cuenta de ejemplos que hemos visto en otras partes de la ciudad. El caso de Huerta Grande es notorio; empezó en septiembre del 2019 y culminaron casi a finales del 2020; mientras tanto hogares y negocios se vieron afectados por esta crítica situación, pues levantaron tuberías dejando expuestas las del desagüe, lo que originó una situación calamitosa a todo el vecindario por meses e, incluso, hubo algunos negocios pequeños que quebraron. Viendo el panorama se pueden identificar puntos críticos: falta de coordinación de todas las instituciones y empresas de servicios, un permanente monitoreo del avance de las obras, el compromiso de las empresas contratadas para realizar los cambios, un plan alternativo consensuado y en permanente comunicación con la ciudadanía; y, sobre todo, el trabajo en conjunto de dichas instituciones con el fin de hacer obras que aborden el mayor número de servicios (luz, agua-desagüe, telefonía, alcantarillado). Recuerdo algunas reuniones para ver la reconstrucción del pavimento del Centro Histórico a las cuales siempre faltaban Hidrandina y SEBALIB. En los planes de contención debe verse cosas urgentes como desechos (SEGAT), bomberos y ambulancias; puntos críticos que hay que informar a la ciudadanía en general en casos como estos. Y, además, pensar que, siendo un servicio, la ciudadanía no debería verse tan afectada, pero al ser este asunto tan politizado, vemos que surgen temores que los actuales trabajos puedan verse afectados por cambios en la cúpula del poder. Los avances y abandonos en zonas como San Nicolás o La Merced no hacen, sino corroborar todas nuestras incertidumbres. Debemos exigir más transparencia.



domingo, 21 de abril de 2024

ARRIBA EL TELÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 21 DE ABRIL)

 


Mientras la realidad internacional está plagada de vientos bélicos y el mundo político nacional y local se remece diariamente con acciones deplorables de nuestros políticos que generan zozobra en la comunidad; el mundo cultural y artístico de nuestra ciudad sigue adelante contra viento y marea. Pese a las desidias del sector público y privado, el arte y la cultura, en su diversidad, surgen como salvavidas a miles de ciudadanos agobiados de la indolencia política y la violencia rampante en nuestra ciudad. Conversatorios, una feria del libro, exposiciones, ciclos de cine y diversas manifestaciones de arte juvenil son como murallas e islas de resistencia contra esa desolada realidad. Y ahora damos paso al teatro. Y del bueno. La UPAO, en su majestuoso escenario, ofrecerá a la comunidad trujillana cuatro obras teatrales de calidad en su tercera edición con las que reitera su compromiso con la cultura trujillana. Cuando se lea este artículo, la obra La Nona, con diversos actores trujillanos, ya se habrá estrenado con éxito. En realidad, esta nueva temporada empezó prácticamente con la obra Watanabe: todo el vasto fondo marino, como conmemoración del Día del Teatro el 27 de marzo. Con notables actuaciones, las tablas del teatro nos mostraron por qué esta arte encandila a millones de personas quienes reímos o lloramos empatizando nuestras emociones con los actores que discurren en el escenario. Y esta temporada promete:   el martes 23 de abril se presenta la obra Esperanza, de Marisol Palacios y Aldo Miyashiro, puesta en escena a cargo del Centro Cultural PUCP. La dirige la misma Marisol Palacios. Se ambienta a inicios de los turbulentos años ochenta, cuando una familia espera la visita del candidato a las elecciones municipales y el padre lo toma como la gran oportunidad para obtener trabajo y alcanzar la ansiada prosperidad. Ah…tan antiguo y cotidiano a la vez.  Para el jueves 25 de abril, La Ira Producciones presenta Velas de Cumpleaños de Noah Haidl, dirigida por Mikhail Page. Una obra que nos presenta la línea del tiempo de Ernestina, desde sus 17 hasta sus 107 años con sus sueños, altibajos, momentos trascendentales y cómo algunos patrones se repiten generacionalmente.  Cierra esta temporada el sábado 27 de abril con la obra La vida en otros planetas, escrita y dirigida por Mariana de Althaus, de quien hemos visto otras propuestas en diversas temporadas en las recientes dos décadas en nuestra ciudad. Mariana presenta esta pieza teatral como una suerte de documental con el que nos ofrece una aguda mirada sobre la educación pública en el Perú a través de los ojos de un grupo de profesores y alumnos. Tema bastante interesante y, que imagino, será visto con mucho interés por docentes que hacen su servicio en la educación pública y, por qué no, en la privada. Además, habrá conversatorios sobre el mundo teatral. Una apuesta que espera una respuesta masiva de nosotros, el público: la razón de ser del teatro.


domingo, 28 de agosto de 2022

LEONARDO (IN MEMORIAN, ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 28 DE AGOSTO)

 


Leonardo Sasso, hombre de artes y letras, ha fallecido la semana pasada. Argentino de nacimiento y trujillano de corazón nos dejó para seguir con sus sueños y obras por otros lados.

A Leonardo lo conocí en los años 80, cuando venía de vacaciones universitarias o laborales a Trujillo. Dedicaba mi tiempo en la distribuidora de mi padre, quien siempre apoyó a muchos deportistas y artistas que lo visitaban; en una de esas visitas, lo conocí y tuvimos una larga conversación sobre arte y otras actividades. Me contó de sus planes de montar sus obras con los textos de Lorca y Vallejo, a quienes admiraba. Sus propuestas las iba a llevar a otras ciudades del Norte peruano, como Piura o Talara. Así fue surgiendo una amistad en torno al teatro, la ópera y el cine. La primera invitación a mi casa se hizo entre vino y la voz inconfundible de María Callas y diversas óperas que escuchábamos con deleite; comencé a apoyarlo con algunas grabaciones que las iba a emplear para sus propuestas teatrales en las que usaba diversas arias para acompañar el hilo de su dramaturgia. El aria de su preferencia era Casta diva y, valgan verdades, nunca pude ver alguna puesta de escena suya con esta música. Leonardo pasaba temporadas en estío y lo consolaba que hubiera, pese a todo, personas con las que podía dialogar y contar sus locuras. Era un gran interlocutor con el cual podías hablar de cualquier tema. Una vez me comentó sobre el accidente que le sucedió y que comprometió su vida y trabajo; pero lo contaba con tal sentido del humor que atenuaba la gravedad de este incidente. Una visión muy amable de la vida. Como pasa con la vida que te da responsabilidades y te pone en jaque diariamente, le perdí el rastro. Ya instalado en una universidad local, comencé a realizar una serie de actividades culturales que me permitieron volver a verlo. Recuerdo que, en una proyección de varios filmes de Federico Fellini, del cual era un apasionado aficionado, Leonardo comenzó a evocar, después de haber visto La strada, la primera vez que la vio con su padre en los años 50 en su Argentina natal. Gracias a las coordinaciones que hicimos con la Sra. Laura Mannucci, Leonardo pudo participar como lector en la puesta en escena de Pedro y el lobo con la Sinfónica de Trujillo y el Ballet Municipal. Estaba tan emocionado que se pasó casi media página del texto dejando desconcertados a todos los artistas participantes. Anécdotas simpáticas que se me vienen a la memoria de su persona. La pandemia golpeó duramente a todos los artistas; muchos murieron y otros sobrevivieron como pudieron. Leonardo no escapó de esta triste realidad. Este año la UPAO organizó un buen reencuentro teatral con grupos y artistas trujillanos; en ese espacio, cual premonición, se le hizo un justo reconocimiento por su trayectoria artística y su vida para el teatro por quien dejó su patria, familia, para instalarse entre nosotros y hacer otra patria cultural suya. Las tablas están de duelo.


domingo, 20 de febrero de 2022

PERIODISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 20 DE FEBRERO)


A lo largo de mi vida universitaria y laboral, he tenido contactos con muchas personas que han ejercido y ejercen el periodismo de manera profesional. Muchas de ellas terminaron convirtiéndose en grandes amigos, amistad que sigo cultivando hasta nuestros días. A lo largo de la historia de medios de nuestro país, sobre todo cuando aparecen los periódicos como tales y, luego, otros medios de comunicación (radio, televisión y, ahora, la virtualidad) uno termina de entender por qué esta profesión puede convertirse en un cuarto poder.

En artículos míos anteriores, recordé algunos ejemplos de su mal uso: cuando vivía en Lima un amigo y colega de trabajo, al enterarse de un avasallador cáncer terminal, se suicidó; en medio de esta tragedia familiar, un canal de televisión emitió la noticia como un ajuste de cuentas por narcotráfico. La reacción de muchos amigos, familiares y colegas fue inmediata: una carta de rectificación por parte del canal que difundió la noticia sin pruebas. Nunca hubo dicha rectificación. Otra fue la manipulación tendenciosa de posibles sismos que causó pánico y problemas económicos a nuestro país. El principal diario promotor no enmendó su error. Fue una noticia más. Ejemplos como estos hay muchos que quedan impunes, sobre todo para las personas que no tienen recursos ni poder para exigir rectificaciones. Algunos periodistas cuestionados han expuesto contubernios políticos, económicos o sociales; pero sus trabajos se desdibujan debido a acciones como defenestrar campañas sanitarias urgentes para la comunidad o manipular la memoria de personas a su antojo. Se usa la libertad de expresión como un cajón de sastre en el que hechos bastante cuestionables denigran la profesión. No olvidemos de lo que fue la prensa Geisha presta a ocultar los crímenes de una dictadura, avalar sus atropellos y ser cómplices de toda la red putrefacta que sigue asolando nuestra sociedad. Un periodista, honesto y leal a su profesión, busca la verdad y la comprueba con hechos tratando de mantener la difícil imparcialidad. Hay periodistas que luchan contra todo tipo de corrupción perseverante y transparentemente generando espacios de discusión y buscando las evidencias para construir la noticia muchas veces enfrentando riesgos. No es fácil. Hace una semana vi la proyección de un documental sobre la masacre de 8 periodistas en Uchuraccay y la evolución de este acontecimiento (y también el olvido). Toda forma de corrupción económica o política busca diversas formas de amenazas y amedrentamiento. Recientemente, en Trujillo, un grupo de periodistas de investigación tuvo que cancelar en último momento una entrevista a una candidata a la alcaldía, pues esta le es incómoda al dueño de la radio; o las declaraciones de un jefe policial corrupto que, con gritos, quiere ocultar su crimen menospreciando la sistemática investigación hecha por un periodista local. Han expuesto parte de la gangrena. Mi completa solidaridad con ellos.

domingo, 5 de diciembre de 2021

CAVILACIONES TRUJILLANAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 05 DE DICIEMBRE)



Visitas inesperadas de amigos de antaño son siempre una verdadera cajita de sorpresas y un gran regalo para nuestras abrumadas vidas cotidianas. Así sucedió el pasado fin de semana con la visita de un amigo de tiempos universitarios con el que nos fuimos alejando por el tráfago de nuestras vidas en particular. El reencuentro inicial fue bastante simpático y entrañable, pues miraba en él un optimismo y alegría no sólo por el encuentro, sino por sus planes personales que habían empezado a caminar prácticamente con esta visita. No quiero ahondar detalles en sus planes de vida, pero sí reflexionar sobre las circunstancias que fueron rodeando este reencuentro.

Su entusiasmo y admiración por la ciudad que lo acogió momentáneamente fueron decantándose y desvaneciéndose por una serie de eventos que me permitieron entender más, a través de su experiencia, nuestra propia decadencia. Trujillo no sólo son bellas casas solariegas, “las Huacas del Sol y la Luna o el coloso Chan Chan”. En su estancia inicial, hizo un viaje a nuestros patrimonios arqueológicos, visitas en las que pudo constatar el deplorable mantenimiento de nuestro sistema vial. Al final de su visita, ya no le causaba sorpresa hallar una calle o avenida en la que haya encontrado numerosos huecos, rompemuelles de irregulares dimensiones o escasa o nula señalética. Su capacidad de tolerancia a “mínimos” detalles le permitía aceptar hasta ese entonces que seguíamos siendo la segunda ciudad peruana y con una buena calidad de vida. Tras su retorno de una breve ausencia de nuestra ciudad y hospedado en un céntrico hotel, de pronto se vio abrumado por la clausura de la plaza de armas, el tráfico endemoniado generado por esta medida, el desorden de nuestras calles, la mendicidad de todo tipo y la violencia que se respira entre las personas. Lo llevé a Huanchaco para “relajarnos” y terminar encontrándonos con desorden y basura. Lo llevé por la ex Vía de Evitamiento para ver las “espaldas” de Chan Chan para encontrarnos con un nuevo relleno sanitario de la ciudad; en realidad, es una vía que hay que tratar de evitar. Por eso, “evitamiento”. Mi amigo trabajó un buen tiempo en el área de comunicaciones de PromPerú. Sus observaciones reflexivas tuvieron un buen fundamento: no era sólo para el visitante, sino también para el residente. Él está pensando pasar una larga temporada fuera de Lima, sea en Arequipa o Trujillo. El viaje le aclaró más la situación. Trujillo ve un marcado deterioro en el cual todos los ciudadanos hemos contribuido con nuestro grano de arena: desde permitir que personas o empresas intervengan nuestro espacio sin respeto a normas mínimas de vecindad, hasta elegir autoridades incompetentes y corruptas; desde trasgresiones arquitectónicas y físicas (ruido y tratamiento de basura, por ejemplo) hasta el mantenimiento de nuestras vías, erosión costera o el criminal tráfico de terrenos. Trujillo. Ay… Y el cadáver siguió muriendo.

domingo, 11 de julio de 2021

ARTE VIVE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE JULIO)


El último viernes se inauguró una exposición binacional de grabado en la Casa Orbegoso, devenida en el futuro Museo del Bicentenario de nuestra ciudad. Con esta actividad, uno puede ir respirando una gran bocanada de aire fresco en medio de la zozobra política y sanitaria de nuestro país. No todo tiene por qué ser gris; por lo contrario, espacios como estos nos hacen sentir vivos.

Lentamente el arte presencial comienza a regresar a las calles, escenarios y galerías. La segunda ola de la pandemia nos sumió en el temor, la decepción y angustia; todo esto acompañado por el inquietante e incierto ambiente electoral que aún no culmina y, debido a las características de esta campaña de comicios presidenciales, está quedando un ambiente hostil enquistado en nuestra sociedad: peruano contra peruano. En medio de esta realidad poco alentadora, empero vamos viendo lentamente una luz diáfana en el camino: arte e intelecto comienzan a abrir sus caminos para estar presente entre los ciudadanos. Hemos tenido una intensa actividad en lo virtual, pero se hacía necesaria la presencia física para sentir que el arte sí unía almas y daban un espacio de entretenimiento y confort personal y colectivo. He tenido oportunidad de oír las diversas exposiciones de hombres y mujeres artistas que testimoniaban el duro cambio que les cupo vivir desde al año pasado. Recuerdo los comentarios de Marco Ledesma y sus primeras experiencias con el teatro virtual; o las novísimas Ferias del Libro en estas nuevas versiones. Hemos tenido conferencias de todo tipo que han logrado unir a personas que hubiera sido su presencia en diversos eventos. Pero faltaba más. La primera actividad presencial en la que estuve fue el Festival de la Música de la Alianza Francesa. Los artistas se sentían conmovidos de poder pisar un escenario, aunque sea con un limitado público por las medidas sanitarias. Algunas lágrimas vertidas daban cuenta de que estábamos dándole vuelta a la tuerca. Nuestro Festival de Cine Peruano se hacía presente en espacios amplios en otras ciudades. Y ahora las exposiciones vuelven a la superficie. Estuve en la del Bicentenario en el Centro Cultural del Banco de la Nación y era conmovedor ver a la gente “salir de las sombras” para departir, comentar e, incluso, recordar a aquellos que ya no nos acompañarán más. La exposición binacional da pasos más atrevidos: artistas peruanos y mexicanos exponen sus obras en ambos países para fortalecer el sentido de fraternidad que encierra la Hermandad Trujillo Metepec, la que acoge esta y otras actividades más de corte artístico y académico. Es un esfuerzo de artistas grabadores trujillanos, liderados por Gerardo Salazar, de seguir en actividad y arrebatar el pesimismo de todos nosotros para llenarnos de belleza tan necesaria en momentos como estos. Sabemos que el arte e intelecto no tienen el impacto de un mall que se ve “necesario” ante muchos. Pero están ahí para traernos emoción y esperanza.

domingo, 2 de agosto de 2020

ZOZOBRA EDIL ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 02 DE AGOSTO)

Turbulentas fiestas patrias para los trujillanos. La pandemia se está ensañando con nuestra Región que ha visto reactivar varios sectores económicos a la par de la expansión del COVID-19. El respeto de los protocolos no está muy internalizado en la gente y muchos ciudadanos prefieren lanzarse a las calles a buscar trabajo o generar ingresos descuidando todas las medidas de seguridad sanitaria. A uno le basta salir a la calle darse una vuelta por los mercados o las interminables colas de bancos para darse cuenta de que esto no funciona, fuera del comercio ambulatorio que crece desmesuradamente ante la débil autoridad ejercida. Además, la gestión sanitaria presenta falencias que nos hacen temer que la realidad termine por agravarse a niveles insospechados. Las acciones hechas por el Gobierno central de actuar sobre Arequipa han generado clamor en otras regiones como Huánuco, Puno y, también, La Libertad.
En medio de este contexto, el jueves circulaba por redes sociales la credencial otorgada por el Jurado Nacional de Elecciones a Jorge Ruiz Vega, exalcalde de Huanchaco y hasta el último miércoles teniente alcalde de Trujillo, tras confirmarse la suspensión de Daniel Marcelo a la alcaldía por el mismo JNE. Aunque esta licencia es, teóricamente, temporal hasta que se resuelva el estado legal de Daniel Marcelo, la ciudadanía se halla desconcertada en estos momentos en los cuales, pese a todo, había una dirigencia que ya se encontraba empapada en protocolos para la emergencia que estamos viviendo. La remoción de algunos gerentes y asesores, comenzando por la gerente general, en la MPT causa una razonable preocupación en la ciudadanía. Aunque se estila este tipo de procedimientos, en momentos como estos, el aprendizaje durante una pandemia genera justificados temores, pese a que hay una suerte de carrusel de funcionarios que retornan a otras plazas. Pero, lo más lamentable de toda esta desconcertante situación es que nuestro nuevo alcalde no viene libre de un pasado muy tortuoso: sobre él pesa una resolución fiscal de apertura de investigación preliminar por delitos como falsedad, concusión, abuso de autoridad, enriquecimiento ilícito, peculado, etc. Se lo vinculó a tráfico de tierras y, en 2018, fue denunciado penalmente por el presunto delito de falsedad genérica por el ciudadano Augusto Goicochea Larco por querer apropiarse de una casona en Huanchaco, cuando Ruiz Vega era el alcalde distrital de ese conocido balneario. Muchos habitantes huanchaqueros lo tienen en una ingrata recordación por algunas obras que resultaron un fiasco y generaron dudas de peculado. Para coronar la cereza de este pastel, en los primeros días de confinamiento riguroso Ruiz fue intervenido en su hogar por haber realizado una reunión con varias personas. En fin, un sombrío historial de nuestra futura autoridad edil.
APP está cavando su tumba política. Esperemos que la ciudadanía no siga jugando a ser cómplice de sus actores.

domingo, 24 de mayo de 2020

¿VOLVER A LO MISMO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 24 DE MAYO TRUJILLO)


Diciembre 2019. Más 250 mil vehículos circulan por las mal tenidas calles trujillanas; de estos, casi un 30 % son de servicio público. Un dato interesante es que, por antigüedad, anualmente unos seis mil vehículos, tanto públicos como privados, deberían estar fuera de circulación; por una u otra razón, la más de las veces política, estos aún circulan poniendo en riesgo a la población y haciendo de Trujillo una de las ciudades peruanas más contaminadas. Ticos, combis, microbuses, colectivos que han pasado de los 20 años de antigüedad siguen ofreciendo servicio con todo el peligro que esto significa, adosado actualmente al hecho de ser grandes focos contaminantes en las últimas semanas. Las horas punta trujillanas están pobladas de choferes irresponsables, tanto particulares como públicos. Pese a la restricción se ha visto a una buena cantidad de salvajes al timón de una 4X4.
Mercados, comercio ambulatorio, basura. La pesadilla trujillana que rebasó el control municipal en las recientes fiestas de fin de año ha sido otro de los factores que han hecho de nuestra ciudad un centro de contagio y caos. Infructuosos proyectos de formalización, estropeados por el populismo y afán electorero, y carencia de autoridad han hecho que esta anomia socioeconómica haya prosperado en las últimas décadas. La informalidad campea impunemente; ante esta situación, incluso negocios formales afectados por esta comenzaron a realizar sus actividades económicas orientadas hacia esta modalidad. Esta incrementó con la migración venezolana que vio una forma de subsistencia gracias al descontrol que les permitía ganar ciertos derechos sobre los sitios ocupados a vista y paciencia de la pintada autoridad. Ahora, es bastante posible que el segmento microempresarial, modalidad resaltada como forma de espíritu emprendedor, engrose el número de personas dedicadas al comercio ambulatorio. Y de este último se desprende otra gran preocupación: la basura. Su incremento en las últimas semanas se ha dado por la cantidad de guantes, táper, envases de gaseosas, mascarillas desechados en cualquier lugar. De volver los mercados, más todo lo anterior nombrado, ¿volverá Trujillo a generar 300 toneladas diarias de desechos?
¿La normalidad significará, entonces, que se abra nuevamente La Hermelinda, el lugar indicado como uno de los de mayor contagio en el Perú? ¿Los otros mercados desordenados y caóticos? Ya hay mucha gente que ve con esperanza su retorno para lo cual surgen todos los argumentos posibles. Estos espacios son una demostración de una de las famosas frases del presidente Prado: “En el Perú hay dos tipos de problemas: los que nunca se arreglan y los que se arreglan solos”. Ante la posición de muchas personas, no será nada raro que este espacio vuelva a ser lo mismo.
Con la poca capacidad que han tenido muchas autoridades en nuestra ciudad y Región, y el escaso sentido cívico de la población; la normalidad promete una pesadilla peor.

domingo, 29 de marzo de 2020

REFLEXIONES II (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 29 DE MARZO)


15 días, una quincena. Tras la última semana cargada de muchas tensiones, también tenemos muchas lecciones. Muchas cosas por cambiar a futuro, un futuro que se vislumbra incierto. He visto y leído muchas buenas voluntades, ingenio y capacidad de respuesta ante la incertidumbre de lo nuevo que se vendrá; sin embargo, se han visto actos y reacciones censurables por personas de toda condición.
En mi artículo anterior, hablaba sobre las desmesuradas acciones ocurridas desde el inicio del evento. Muchos personajes públicos reaccionaron contra las medidas que se han dado; pero vemos que muchas naciones, en un principio reacias al aislamiento forzado, han comenzado a actuar de la misma manera. Siendo un virus de alto contagio, el aislamiento social es un principio inmediato. Estamos frente a medidas totalmente nuevas para nuestra sociedad. Son perfectibles, como cualquier respuesta que se dé; hay vacíos, los hay. Hay muchos casos desesperados, los hay y los habrá. Ante una situación como esta, con tanta población a la que se la ha impulsado a la iniciativa personal (emprendedor de micro y mediana empresa), el Estado busca los medios de poder proteger a una gran población vulnerable. Hay una gran población marginal, la cual tiene escasos o nulos medios para responder a esta situación. La actitud de romper el aislamiento se entiende por su necesidad de ganar el pan diario. Pero el hecho de que haya individuos que salen para festejar o reunirse para “celebrar” esta pandemia debe de ser sancionado drásticamente. Hubo un caso de exceso por parte de un militar con un ciudadano en Piura, acción censurada por la misma institución; pero, lamentablemente, hay casos de reincidencia. Llevar esta gente (quizá infectada por su irresponsabilidad) a la cárcel conlleva un peligro para la población penitenciaria, pues esta tiene nulos medios de protección. Y otro censurable caso es de los congresistas que, en plena expansión del virus, deciden hacer una sesión presencial para discutir la aprobación de una comisión multipartidaria que evalúe las acciones de este gobierno y la delegación de facultades a la Comisión Permanente. La angurria del poder sobre la ponderación.
PD. El viernes falleció Marcela García; una amiga comprometida con una participación más activa de la sociedad civil en el seguimiento del compromiso y comportamiento de políticos de diversos estamentos: alcaldías, gobiernos regionales u otras instituciones. Su aspiración fue la de convocar a todas las instituciones civiles (empresariales, culturales, educativas, etc..) a asumir un compromiso más activo para evitar el avance de lacras enquistadas en nuestra sociedad: la demagogia y la corrupción. Nuestra inacción ha permitido que muchas promesas electorales sean parte del catálogo de demagogos y la corrupción, íntimamente ligada, haya avanzado a niveles insospechados.
El sueño de Marcela debe de ser nuestro derrotero común como sociedad, ahora más que nunca.

domingo, 16 de febrero de 2020

LA CIUDAD QUE QUEREMOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 16 DE FEBRERO)


En recientes declaraciones de Hermes Escalante, presidente de la Cámara de Turismo de La Libertad, destacó la importancia del turismo como un motor vital del desarrollo económico de la Región, y como un factor integrador y articulador de otras actividades productivas y de servicios de Trujillo y sus alrededores. Es la actividad que moviliza a varios sectores vinculados directamente a este, pero a su vez repercute sobre otros de manera indirecta, pero efectiva. Un turista requiere de servicios básicos como alojamiento y alimentación, pero los vinculados a la cultura y al hedonismo son las atracciones de un lugar por el cual el turista se ha movilizado cientos o miles de kilómetros. Trujillo, como cualquier ciudad turística, atrae a una persona no solo por su gastronomía o sus espacios agradables para el bienestar, sino por su cultura, su historia y las facilidades para que uno pueda acceder a estas. Al crear estas condiciones y facilidades, muchas otras actividades se benefician indirectamente, como la educación, vital eje de desarrollo de cualquier sociedad. Buenos museos, una intensa investigación de nuestro pasado físico y social, y la adecuación de zonas naturales (bosques, cataratas, montañas) alimentan el desarrollo de una niñez que conoce su espacio físico e histórico.
Pero ¿qué cosas tenemos que mejorar? Varias. Se necesita un plan macro el que involucre y en el que participen muchos actores de la ciudad y Región. Ver planes educativos y de comunicación para sensibilizar a una población que conoce poco a su ciudad y sus alrededores. Comenzar a ocupar espacios culturales formales con propuestas que acerquen a los niños y los jóvenes que se sienten excluidos y no identificados con su entorno. Incorporar el lenguaje artístico de una juventud que tiene propuestas que los mayores no escuchamos y marcamos distancia en vez de tender puentes para sumar esfuerzos de un bien común. Necesitamos una marca que vele la calidad de todos los actores directos de la industria sin chimeneas. Hubo una que se ha quedado en la congeladora durmiendo el sueño de los justos. Velar por el ornato de la ciudad y su sistema vial. Estos dos puntos son álgidos, pues Trujillo se está volviendo en un gran basurero en el que encuentras autos abandonados y basura en calles y parques, lugar preferido por algunas constructoras para dejar sus desechos; o el lastimoso estado de sus calles plagadas de huecos y rompemuelles colapsados. Cuando redacto este texto, leo con escepticismo la noticia de que los transportistas privados del servicio público aceptan cambiar sus unidades; pero no solo eso es necesario, lo es también la necesidad de mejorar el trato hacia los pasajeros. Los transportistas los llaman clientes; creo que ninguna empresa trata a los mismos como ganado y son expuestos a tanto riesgo como la carrera de dos choferes energúmenos para captar más pasajeros. Cumplir reglas es vital. Educación cívica, eso falta.

domingo, 9 de febrero de 2020

A QUIEN CORRESPONDA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE FEBRERO)

Como todos los días, desde la ventana de mi casa veo el Parque de los músicos en la Urb. Primavera. Un parque que tiene un bonito árbol, un alto pino, y otros más que acompañan a este. El parque cuenta con veredas circundantes y unos senderos que fueron pavimentados para la circulación de personas con el fin de que no dañen las plantas que se encuentran en el mismo. Un día de junio del año pasado, apareció gente y camiones del SEGAT comentando a los vecinos que iban a restaurar las veredas, pues algunas ya habían colapsado. Lo primero que hicieron fue romper a combazos todo el complejo pavimentado e, incluso, introdujeron algunas unidades móviles pequeñas con el fin de recoger el desmonte. Luego de un par de semanas de intensa labor, el parque de pronto fue abandonado en plena faena; los trabajadores aducían que no les pagaban. De pronto, todo el vecindario se encontró con varios montículos de arena, cascajo y piedras que fueron transportados al lugar. La obra quedó inconclusa, las esquinas de las veredas no se sellaron y el parque quedó al abandono. Se nos informó que se reparaba las veredas que estaban deterioradas, imagino para evitar posibles accidentes de ancianos o niños, pues las grietas habían generado algunos huecos riesgosos. Debido a la situación de abandono en la que quedó el parque, me apersoné a presentar una serie de reclamos de hechos que han ido deteriorando la calidad de vida de los residentes de la urbanización. Fui por tres motivos: el abandono del parque por la misma institución, la bulla generada por la banda de guerra (o lo que parece ser) del colegio Liceo y la presencia de un vehículo abandonado por más de dos años en el que se acumula la basura frente a una de las puertas del mismo colegio. Como únicas respuestas obtuvimos una limpieza parcial del parque, pero sin concluir las obras y los montículos permanecen en el lugar; y un intento de reducción del horario de prácticas de la estruendosa banda. Los senderos del parque son, gracias a su ineficiencia, ahora un peligro mayor para cualquier persona, fuera de que todos los días tenemos polvo obsequiado graciosamente por ellos.
La situación previamente descrita evidencia, en síntesis, el abandono en el que ha caído la ciudad. No solo pistas dañadas, no concluidas o parcialmente restauradas; sino un sinfín de hechos que muestran el marcado abandono citadino y el debilitamiento del sentido de autoridad tan venido a menos en el manejo, por ejemplo, del tránsito, los ambulantes y la basura y desmontes. Incluso los policías que llegaron con bríos para controlar a cuanto imprudente conduce por calles o avenidas han caído en la abulia. En un principio, querían poner en vereda a micros y combis en el tema de paraderos informales; ahora ya se han rendido. Una total ausencia de autoridad.
Se dice que el infierno está empedrado de buenas intenciones; todo parece indicar que, más o menos, nos ha tocado el infierno.

domingo, 8 de diciembre de 2019

FRUSTRACIÓN Y ESPERANZA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 DE DICIEMBRE)


La semana que acaba ha sido un cúmulo de frustraciones, pero también de buenos augurios en el horizonte. El excesivo centralismo de las noticias (y de todo, en general) no nos ha permitido centrarnos en graves problemas que nos aquejaron y siguen dañando nuestro sensible tejido social, con tensiones y carencias a las cuales no se les da la debida atención.
La suerte del actual alcalde provincial, Daniel Marcelo, está virtualmente echada. Tras la confirmación de la Sala de Apelaciones Transitoria, Marcelo recibió una condena de prisión suspendida por cuatro años que lo inhabilita para ejercer cualquier puesto político. No ocupó dicho cargo ni siquiera un año. En el historial de los anteriores alcaldes que ocuparon el sillón edil, solo dos no culminaron sus periodos municipales por razones de postulación a los cargos de presidente del gobierno regional de La Libertad: José Murgia Zannier en el 2006 y César Acuña en el 2014. Hemos tenido diversos intentos de vacancias a dicho puesto, pero este proceso no prosperó. Daniel Marcelo fue designado por su partido, Alianza para el Progreso (APP), como su principal carta de confianza para encargarle tal responsabilidad. La población, quiero pensar por ignorancia, votó masivamente por el candidato apepista, pese a que venía con pesados pasivos que ahora le han costado el puesto. Lo que raya con lo ridículo de la situación es que los mismos dirigentes que lo colocaron en la cabeza de la lista, con su respaldo y confianza, ahora le dan las espaldas. Lavada de manos al estilo Pilatos. Y como segundo hombre de confianza al también bastante cuestionado José Ruiz Vega, quien es en la actualidad teniente alcalde. Ruiz Vega ha comenzado a aparecer en diversos medios de comunicación y en las redes por numerosas acciones y faltas sospechosas cometidas por este en su gestión edil en Huanchaco: tráfico de tierras e influencias, entre ellas. Ruiz será el nuevo alcalde que rija los destinos de una ciudad convulsionada, plagada de anomias sociales y con escaso liderazgo.
Pero, la respuesta de indignación de muchos ciudadanos ha sido alentadora y positiva, y debe de ser canalizada. Esta fuerza ciudadana, alguna vez reunida en iniciativas como Trujillo ¡Ahora! de la ciudadana Marcela García, amerita una nueva convocatoria de la sociedad civil. Una convocatoria para convertirse en un faro ciudadano. Un espacio que convoque ciudadanos e instituciones, como las universidades (excesivamente endogámicas) para observar el trabajo que deben de cumplir las autoridades. Se ha conversado con algunas personalidades interesadas en convocar a ciudadanos defraudados y hastiados del mal manejo realizado por diversos grupos de personas enquistadas en partidos que más han pensado en ellos que en el bien ciudadano. Por eso, este grupo no debe de ser dirigido por partido político alguno, puesto que algunos de ellos están presentando candidatos de dudosa catadura.
Hay que echarnos a andar.

domingo, 17 de febrero de 2019

CIUDAD A LA DERIVA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 17 DE FEBRERO)


Trujillo es una ciudad que se acerca al millón de habitantes. Durante los días laborales, esta población se incrementa por el número de personas residentes en áreas cercanas a la ciudad y que laboran en diversas empresas e instituciones localizadas en nuestro cono urbano. Nuestra ciudad tiene grandes potenciales que se han ido posesionando en el imaginario de los peruanos y de muchos turistas internacionales que nos han visitado. Es una ciudad con riqueza arqueológica, cultural, social, educativa y productiva. Una urbe ubicada cerca de un río y vecina al mar que le da ciertas ventajas geopolíticas que nos convertirían en una urbe rica y que podría trazar el destino de nuestra nación. Tiene pujanza productiva todavía primaria, salvo excepciones. Una ciudad multiétnica, variada.
Sin embargo, diversos factores humanos han mellado y continúan afectando la organicidad trujillana. La carencia de una educación cívica, el escaso sentido de autoridad y la débil capacidad de trabajar en equipo han sido los factores que han hecho que todo ese potencial se ponga en riesgo permanente con la consiguiente pérdida de oportunidades sociales. Evidencias saltan a la vista sin mucho esfuerzo. Tomemos dos ejemplos: transporte urbano y manejo de residuos sólidos.
Para nadie es un secreto que nuestro transporte es un caos. Tierra de nadie. Fuera de la escasa educación vial de públicos y privados, así como el lamentable estado de calles y avenidas de la ciudad; Trujillo posee un sistema ineficiente, riesgoso e, incluso, contaminante. El estado de vehículos de transporte público, que es privado, es un permanente atentado contra los usuarios de este y los demás ciudadanos, puesto que la antigüedad de muchos buses, combis y taxis presentan una amenaza latente contra cualquier ciudadano y el medioambiente. La concesión de rutas es otra pesadilla, puesto que hay zonas sobresaturadas de líneas de transporte cuya ganancia está en el número de pasajeros que estas lleven; por tal motivo no respetan ni horarios, ni espacios rígidos, ni la cantidad reglamentada de usuarios. Pedir calidad de servicio raya con el ridículo. Una buena línea municipal de grandes buses, tranvías y desde ya pensar en un subterráneo son soluciones obligadas si queremos salir del caos cotidiano. Las soluciones van a ser impopulares, pero atacarán el cáncer en el que se ha convertido todo este tema.
El segundo ya es problema arrastrado por varias gestiones ediles. Por su tiempo se ha hablado de crear una solución global al problema del manejo de la basura. Hubo conversaciones para creación de plantas de tratamiento de residuos, quedando en el tintero. Hay fuertes mafias que se mueven tras el reciclaje y el manejo del relleno sanitario. Absurdo es fomentar una cultura de manejo entre la población (separación de vidrios, papel o plástico) si es que casi todos los desechos van a terminar en el mismo botadero.
Estamos a tiempo de tomar decisiones correctas.

domingo, 17 de junio de 2018

CIUDAD EN CUIDADO INTENSIVOS (ARTICULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO) POSTULACIÓN DE LARGA DATA


En reciente reunión gracias a la convocatoria realizada por las autoridades competente para ver los avances hechos por su gestión para el rescate del Centro Histórico, se planteó una serie de requerimientos y compromisos de la sociedad civil y sus diversas instituciones con el fin de aspirar a que nuestra ciudad sea una candidata potencial a ser Patrimonio de la Humanidad. Estos avances se han centrado en más una parte operativa y de relaciones con el fin de colocar a Trujillo a ser considerada como tal, como lo son las ciudades de Lima, Cuzco y Arequipa en el Perú. Trujillo ha pugnado desde inicios de este siglo en lograr esta condición en cierto modo privilegiada que le permitiría trabajar de manera más ordenada entre los actores sociales, empresariales y culturales de la ciudad, y alcanzar fondos internacionales a los cuales no puede acceder en la actualidad por no cumplir con numerosos requerimientos que nuestra ciudad y sus ciudadanos deben de cumplir antes. Los intentos previos no consideraron de manera global y articulada todos los espacios geográficos sociales, físicos y culturales que se interrelacionan con la parte histórica de Trujillo, tales como lo son Moche, Huanchaco, Chan Chan y todos los demás elementos geográficos relevantes como el valle y río de Moche y el cerro Campana. Algunas de estas locaciones están en situación crítica, sea por el trato inadecuado del conjunto de conforma el gran cerro Campana, Huanchaco y sus totorales que mantienen cierta disputa con el proyecto Chavimochic; y, por otro lado, la crisis que sufre nuestro litoral con la famosa erosión costera, uno de cuyos factores decisivos es el famoso molón del puerto de Salaverry. Estos detalles deben de ser aclarados y expuestos a la sociedad civil para tener una visión de lo que nos espera como ciudad. Durante la reunión, además, se expusieron puntos muy interesantes y apremiantes para trabajar inmediatamente como el de la sensibilización a toda la población trujillana (no solo la que habita en el Centro Histórico) y la necesaria y urgente coordinación entre las empresas e instituciones que ejecutan obras en sus calles. En la reunión se comentó sobre el lamentable estado en que se hallan las calles y veredas de la ciudad al verse rotas por una u otra empresa que necesita colocar, reparar o remover instalaciones sin haber coordinado entre ellas para haber realizado una acción conjunta en la apertura de la infraestructura vial de la ciudad.
Como ciudadanos debemos de exigir una serie de puntos para que nuestra ciudad se convierta en una ciudad digna para todos sus habitantes y no la tierra donde cualquier vecino haga lo que se le antoje. Además, debería de exigirse una correcta reconstrucción de este espacio, como es el caso del ansiado alcantarillado para una ciudad que se está tropicalizando más cada año. Esto es mucho más importante y urgente que estar pendiente de eventos momentáneos simpáticos.

domingo, 10 de junio de 2018

¿MOLICIE O INDIFERENCIA TRUJILLANA? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 10 DE JUNIO)


Las últimas semanas me he visto involucrado en una serie de eventos y situaciones que dan pie a este artículo. Participé en varias charlas sobre la delincuencia en nuestra ciudad, una sobre el Mayo del 68, una exposición colectiva de arte sobre la violencia. Además, he sido testigo de la partida de una amiga que decidió retornar a su país de origen; otro amigo prepara sus papeles para cerrar su negocio e irse con su familia para buscar una mejor calidad de vida. Ya hace dos meses que mi hermana estuvo por Trujillo y otros amigos más que alguna vez residieron en nuestra ciudad; la impresión que se llevaron cada uno de ellos fue la de un total desencanto, no solo por el lamentable estado en el que ha quedado la infraestructura vial urbana, sino por el deterioro acelerado de las relaciones que las personas e instituciones tienen con el ciudadano de a pie. Muchos amigos y conocidos han optado por irse, cansados de la indiferencia y de la anomia en la que está cayendo nuestra ciudad, que es en cierta forma la que está sucediendo en casi todo nuestro país, pero más acentuado en Trujillo.
En las exposiciones sobre la violencia, fuera de la debilidad de las autoridades y la corrupción engastada en todos los niveles, se destacó la indiferencia de la ciudadanía frente a los numerosos hechos que la compromete y, ante las cuales, tiene poca capacidad de reacción. Odiosas comparaciones se me vienen a la mente: mientras la algarabía por el irregular retorno de un pelotero colmaba a los trujillanos, el puerto de Salaverry fue dado en concesión con alcances no del todo claros, sobre todo en el manejo de espigones, causantes principales de la fuerte erosión de nuestro litoral. El Sur peruano se levantó ante el alza de impuestos dada cuando en toda esa cortina coyuntural futbolística podía acallar cualquier acción de protesta. La sociedad civil trujillana no ha tenido capacidad de respuesta y los posibles afectados con estas proyecciones (desde Las Delicias hasta Huanchaco) no han hecho alcanzar sus preocupaciones. No sé si les preocupe perder sus propiedades. El derecho a la protesta en inherente al hombre cuando este ve amenazados sus reales intereses o el de los suyos. Lastimosamente, la década fujimorista tergiversó el sentido del reclamo justo de nuestros derechos como actos terroristas: reclamar puede ser sinónimo de desadaptado social o un potencial vesánico. O simplemente la gente se aturdió, se alertagó.
Sin embargo, también fui testigo de una acción hecha por los ciudadanos reunidos para un fin común. Somos vecinos de un colegio que trasgrede las normas de sonido y de limpieza, el cual usualmente usaba las calles como un botadero, incluso de su mobiliario vetusto. Por la presión del vecindario, cambiaron el mal hábito de desechar su basura sin importarle la vecindad al de actuar correctamente como le debe de competer a una institución que dice inculcar valores. Presión social efectiva.

domingo, 29 de abril de 2018

HACIA UN FIN COMÚN (MARCA TRUJILLO ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 29 DE ABRIL)


El sábado 21 en la ciudad de Lima, la Marca Trujillo se hizo presente en la sexta edición ArtLima, espacio que reúne propuestas audaces e innovadoras en diversos campos del arte contemporáneo y las comunicaciones digitales. Puntualmente a las 4 p.m. con Cecilia Mannucci y Miriam Gayoso, presentamos esta novísima marca al público en general, exposición que difundida también por medios televisivos del Ministerio de Cultura y el canal 24. La exposición duró un poco más de 40 minutos y se mostró la evolución de la creación de dicha Marca y la necesidad que una ciudad que bordea el millón de habitantes, con tantas bondades naturales, históricas, culturales y económicas tenga una que la sintetice y represente.
La creación de una marca genera siempre mucha polémica, pues esta está muy ligada a recordaciones y emociones que no siempre pueden ser compartidas por todas las personas. Los trabajos de campo, los focus group y otras estrategias no siempre recogen plenamente toda la información requerida de una sociedad en movimiento como lo es Trujillo. Sin embargo, se tiene ya un punto de referencia. Se sabe que ya hubo intentos previos de creación de marca para la ciudad por otra gestión edil o la accidentada creación de una Marca Arequipa que fue solo impulsada por un sector del empresariado de esa ciudad. Coyunturalmente la Marca fue presentada en momentos, en el mes de marzo, que el expresidente Kuczynski pasaba los grandes aprietos que terminaron con su renuncia. Tal como se comentó durante la presentación en la Cámara de Comercio de nuestra ciudad, una marca puede parecerse a otras y estas se someten cada cierto tiempo a cambiar algunos detalles de la misma, o la cambia totalmente como sucedió a una universidad privada local.
Ahora el proceso que continúa es meticuloso, pero interesante. La marca debe de ser conocida por la ciudadanía, la cual la conoció más por críticas que por haberla visto de manera directa. Se comenzará a trabajar en medios para que la misma sea conocida por todos. No se ama u odia lo que no se conoce. Por otro lado, se debe de trabajar en la misma ciudadanía para desarrollar conciencia de que su ciudad, sus obras, sus ciudadanos, sus paisajes tienen un invalorable potencial en todos los rubros, desde lo económico hasta la propia autopercepción que tenemos los trujillanos de nosotros mismos. Es un trabajo de hormiga que debe de contar con el apoyo de medios, así como la voluntad política, económica y social de todos los trujillanos. No es una labor que la hagan los demás; es una labor en la que cada uno de nosotros es artífice en contribuir, de manera permanente, a lograr la ciudad en la que queremos vivir: ordenada, limpia, agradable, armoniosa, respetuosa. Si leemos con detenimiento las palabras previamente escritas, veremos cuánto nos falta trabajar de manera personal para que nuestro grano de arena sea relevante.

domingo, 22 de abril de 2018

¿HUANCHACO, QUO VADIS?


En las últimas semanas, una serie de sucesos polémicos ha generado un fuerte malestar en el otrora simpático balneario de Huanchaco.
El ancestral balneario ha tenido, desde la revocatoria del exalcalde Fernando Bazán Pinillos, gestiones ediles bastante díscolas con la gestión realizada y sus frutos, lejos de haber beneficiado al grueso de la población, dista de satisfacer a los residentes del balneario. Huanchaco es una antigua caleta de pescadores que mantienen tradiciones milenarias; estas se ven en su actividad diaria, las cuales son la admiración de muchos foráneos que, además, hallan en este sitio un lugar de tranquilidad y descanso. Bueno, hallaban. Huanchaco dista de ser un lujoso balneario o un resort como suelen ofrecerse en lugares estratégicos plagados de palmeras y arenas blancas. Eso no ofrece Huanchaco; este sitio ofrece historia, pasado milenario, costumbres ancestrales, pasado digno. Ofrece raíces que comparte con Trujillo. Carga una historia que se puede hallar en diversos rincones de este pueblo, si sabemos buscarlos en agudeza. Su iglesia es emblemática y es una suerte de icono importante para la ciudad de Trujillo en su conjunto. Lastimosamente, Huanchaco ya no puede ofrecer amplias playas de hace un par de décadas. El cambio climático ha contribuido, de manera directa, más errores políticos y de planificación, complotaron para que su litoral sea cada vez más estrecho. Ahora este litoral afronta peligros de sus autoridades, pues desechos emanados, control de residuos e instalaciones de desagüe se han convertido en una real amenaza para la integridad de este balneario. Planificaciones erróneas se han convertido en enemigo mortal para los habitantes del lugar. El reciente colapso del novísimo sistema sanitario abre todas las posibles sospechas de que algo sí está oliendo mal. El reciente sistema de servicios colapsó de la manera más burda y convirtió este turístico balneario en un pestilente lugar. Eso tiene ribetes de escándalo: conexiones mal hechas o inadecuadas estallaron por diversos lugares dejando a Huanchaco sumido en la fetidez.
Más escándalos llegaron juntos: los gastos para la limpieza de quebradas que colapsaron en el reciente Niño y el uso de zona intangibles del litoral costero. El primer caso se torna inconcebible, pues se contó con recursos suficientes para hacer un trabajo correcto para evitar que Huanchaco sufra nuevos estragos en cualquier fenómeno futuro. Las evidencias de un trabajo inadecuado saltan a la vista y ponen en riesgo a los habitantes en un futuro Niño. El segundo sí puede ser escandaloso e involucraría, de ser cierto, a la Marina peruana: el litoral tiene cierta extensión tierra adentro considerada zona intangible por seguridad nacional. El uso privado de esta exige sanción, aunque ejemplos varios en nuestro país desmerecen la seriedad y rigidez de esta disposición. La situación amerita, pues, una aclaración urgente a la colectividad.  

domingo, 18 de marzo de 2018

MARCA TRUJILLO (UN CAMINO DIFÍCIL HA EMPEZADO, PERO INTERESANTE) ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 18 DE MARZO


El día jueves 15 del presente comenzó a rodar por todos los medios la marca ciudad, la Marca Trujillo. Un proyecto anhelado por un grupo de ciudadanos de crear un concepto que ayude a la construcción de la identidad trujillana.
El proceso para llegar a esta Marca no ha dejado de ser accidentado, habida cuenta que se hizo en un ambiente bastante politizado. Pero la idea de la creación de una marca es un bien común, colectivo, que va más allá que los intereses políticos partidarios. En el ambiente sesgado que cunde en la ciudadanía, las buenas iniciativas, muchas veces, se ven enturbiadas las más de las veces por una actitud negativa contra el contrincante, pese a que este pueda ofrecer interesantes propuestas para viabilizar soluciones económicas, culturales y sociales para la ciudad. Para acceder a la Marca Trujillo, luego de los trámites administrativos correspondientes, se contrató un servicio de Consultoría, la cual enfrentó no pocas dudas en el aparato burocrático, así como ácidas críticas al mostrar sus primeros productos. Este desarrolló un completo estudio en la sociedad con sus principales actores. La creación de una marca no solo obedeció a la idea de lograr un despegue y un crecimiento sostenido en lo económico, industrial, cultural y turístico; sino también identificar todo aquello que fortalezca la identidad de los trujillanos de nacimiento y residentes. Esta fue sometida a varias pruebas y testeos entre diversos ciudadanos de la ciudad que realizan diversas labores, además de personalidades destacadas en diversos ramos que residen en nuestra ciudad. Las reuniones que se realizaban con diversas personas fueron constructivas, pese a que pudieran parecer demoledoras. Lo bueno es que se comprendió que se debe de partir de un punto para comenzar un proceso que tomará buen tiempo. Luego de su presentación, queda su difusión activa a partir de la fecha a la comunidad a través de los medios de comunicación, tanto locales como nacionales.
Marca Trujillo también cuenta con Comisión de Promoción de la misma, que velará por las condiciones que garanticen su desarrollo y ejecución para que se cumplan con los objetivos e impactos a corto, mediano y largo plazo. Esta Comisión la integran personas independientes provenientes de diversas empresas e instituciones nacionales y privadas; funcionará como un órgano técnico y especializado, que permita tener una mirada externa crítica estratégica para las actividades que se realicen en beneficio de la ciudad y su Marca. Además, ya se han nombrado un grupo de embajadores que llevarán la marca a sus actividades: Piccolo Clemente (con un simpático discurso presentado a la audiencia vía un audiovideo), Modesto Montoya, Gerardo Chávez, Maju Mantilla, Pepe Alva (quien habló a nombre de ellos): es el primer grupo de embajadores, ciudadanos destacados en sus rubros.
Es, pues, una buena oportunidad para que Trujillo, ya una gran ciudad, pueda apostar por una imagen positiva y la construcción de una mejor percepción sobre nosotros mismos, sus ciudadanos.

domingo, 3 de diciembre de 2017

EXPLOSIÓN CULTURAL DESPERDICIADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 03 DE DICIEMBRE)

Trujillo ha experimentado en los últimos meses una notable presencia de eventos culturales y artísticos que, en cierta manera, reverdecen los laureles de la “ciudad de la cultura”. Un festival de cine, una Feria del Libro, la visita de dos premios Nobel (uno de química y otra de la paz), diversas conferencias arqueológicas o de otros profesiones, además de destacadas exposiciones de artistas que últimamente han copado el Centro Histórico; un interesante panorama cultural para una ciudad que bordea el millón de habitantes. Visitar estos días Trujillo incluiría una visita obligada a 8 espacios en los que se ofrecen instalaciones, pinturas, fotografías, arte conceptual; fuera de las tradicionales ofertas que uno encuentra en nuestro Centro monumental, además de los sitios arqueológicos ya conocidos y que son parte de la identidad histórica de nuestra ciudad. He asistido a varios de estos eventos y exposiciones. He constatado de manera personal la calidad de estas exposiciones y los conversatorios realizados en algunas de ellas; he participado en conferencias en la última Feria del Libro y conversado con personas interesantes que han pisado suelo trujillano, sea por un evento u otro. Trujillo era y es una fiesta. La ciudad ha tenido la oportunidad de haber tenido, fuera de los dos premios Nobel, la visita de intelectuales, escritores y artistas de buen nivel. La FILT trajo una nutrida delegación encabezada por su propio Embajador y su Ministro de Cultura, nada menos. Por otro lado, las exposiciones artísticas, por su número y extensión, evocan las famosas Bienales que dieron lustros a nuestra ciudad en los 80; no solo por la calidad de las obras expuestas, sino por los diversos espacios en los que se realizan estas exposiciones en la actualidad. Las casas del Centro Histórico acogen a artistas que nos invitan al placer estético o a la reflexión.
Sin embargo, esta gran oportunidad para Trujillo y sus ciudadanos se ha visto dispersa y diluida para la mayoría de sus habitantes o sus visitantes. Algunos de los más importantes momentos de la FILT fueron opacados por los gritos destemplados de vendedores o de presentadores que convirtieron su espacio en una suerte de mercado persa. Por otro lado, pocos son los ciudadanos que pisan las galerías en las que ubican las exposiciones. Un factor gravitante es el de una falta de coordinación. Estos eventos tienden a canibalizarse uno a otro. Otro relevante es la escasa articulación de estos eventos con otros quehaceres de la ciudad, como el sector educativo. Pocos son los colegios con los que se coordinan; peor, con universidades. Y el otro sector a trabajar es el turismo. No solo de arqueología vive la ciudad; sus festivales (fuera de la marinera o primavera) deben de ir creciendo y ser parte de su calendario. Y sus galerías deberían de ser espacios para que turistas vean una ciudad llena de creatividad y belleza.

Oportunidades aún perdidas