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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 17 de marzo de 2024

TRÁFICO: RADIOGRAFÍA SOCIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 18 DE MARZO)

 


Quizás podría ser una noticia más en los medios, una que pueda pasar rápidamente al olvido. Pero es una síntesis de lo que es la sociedad peruana en su conjunto. El estudio realizado por la empresa Compare the market (https://www.comparethemarket.com/) de seguros vehiculares nos ha retratado de cuerpo entero y explicado, de paso, el porqué de los altos costos de seguros en nuestro país para todo tipo de vehículo con alto índice de siniestralidad. Estamos segundos en el ranking negativo. El análisis tiene parámetros en los cuales vamos bastante mal: el estado de las carreteras y calles, la velocidad, y la forma de conducir de los choferes peruanos, tanto de transporte público como privado. En este último rubro, se infiere el respeto por las normas de tránsito, por lo que se desprende la rigurosidad con la que dichas leyes son acatadas por los conductores en general; de ahí viene el análisis de los grados de alcoholemia altos que se presentan en el mundo de los conductores peruanos (https://lpderecho.pe/tabla-alcoholemia-ley-27753/). El Estado, en todas sus manifestaciones, tiene faltas en la infraestructura vial. Nuestra famosa Autopista del Sol no la es por las numerosas carencias que presenta. Muchas regiones de La Libertad aún presentan problemas de conectividad y, en varios casos, el estado de muchas carreteras es mediocre. Ni qué decir de pistas y calzadas de nuestra ciudad en la que hay muchos sectores críticos, incluso cerca del Centro Histórico. Y luego está el tránsito público y privado de nuestro país. Veamos sólo Trujillo. La presencia de numerosas empresas de micros y combis que saturan avenidas y calles principales es un índice del deterioro de la normatividad y el sentido común. Se sabe que hay regidores que hacen lobby a favor del funcionamiento de estas empresas, algunas de las cuales tienen unidades con más de ¡30 años de antigüedad! Hay ciudades en las que los ticos han sido retirados del transporte público (taxis). Estos fueron importados en los 90, o sea hace 30 años. En el sector privado, una vez se entrevistó a un dirigente de transporte pesado y desconoció el propósito de los óvalos. Interesante. A veces observamos camiones destartalados llevando ladrillos sin medidas de seguridad y ensuciando las calles. Circulan ante la vista y paciencia de las autoridades responsables de la aplicación de normas al respecto. Además, cada vez vemos más nuevos vehículos grandes que entran al parque automotor de la ciudad y que los conductores siguen sus propias reglas, no las que son necesarias para el buen convivir. Unas verdaderas amenazas. Recientemente, no es nada raro ver cada vez más vehículos nuevos con abolladuras o sin espejos laterales. A veces daños por otros, o muchas veces por imprudencia. Hay otros puntos más que pueden agregarse como lo es el problema de motos y mototaxis. Escuché hoy sobre los problemas por afrontar en los Panamericanos 2027: seguridad y transporte. Si vemos la radiografía, vamos mal en ambos rubros. ¿Real imagen de nuestro país?



lunes, 4 de marzo de 2024

SOCIEDAD DESARTICULADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE MARZO)

 


Hace unos días conversaba con una persona sobre la débil red de comunicaciones que tiene nuestro país. Había ido de visita a Contumazá y me comentaba lo complicado que fue la travesía. Por otro lado, vi una entrevista en el canal digital Nativa del periodista Carlos Cornejo a Christian Chávez, representante de la delegación empresarial ecuatoriana, de visita para ver oportunidades de inversión a raíz de la próxima apertura del mega puerto de Chancay (https://www.youtube.com/watch?v=Sxcpwa27LuI). La entrevista es muy buena, pues aborda puntos que son sensibles para que este mega proyecto sea un éxito rotundo o la posibilidad de un fracaso, uno de los tantos elefantes blancos que surgen por ahí, al no verse una serie de puntos urgentes e importantes. Quiero destacar tres puntos: la seguridad, la corrupción y la mala interconectividad, males que están, quiérase o no, muy vinculados. La escasez de buenas vías hacia el interior que debilita la cadena distributiva de alimentos tanto para productores como consumidores, así como la eternamente inacabada Autopista del Sol (una pesadilla); ambos problemas son producto de la inacción de las autoridades pertinentes o posibles casos de corrupción que se ven con frecuencia en la construcción o restauración de pistas y veredas en nuestra ciudad. Ecuador está interesado en transportar sus productos a esta mega instalación y el transporte terrestre es vital. Lo del tren está para largo plazo, aunque espero ver que algún día se haga realidad; en vez de ser una gestión colectiva apoyada y coordinada por todas las autoridades políticas de las regiones norteñas, estas están más preocupadas en otras cosas como lo vemos en algunos redomados congresistas de esas regiones involucrados en gruesos casos de corrupción. Hay tramos de la carretera de Trujillo a Chimbote que son de locura: una autopista con rompemuelles. Imagino grandes tráileres desplazarse a cierta velocidad para llegar con productos perecibles de exportación teniendo que demorarse por estos inauditos bloques que se ven sólo en las carreteras norteñas. Anteriormente estos rompemuelles eran aprovechados por gente del hampa para poder subirse a las unidades y comenzar un saqueo sistemático de lo transportado. La incapacidad de gestión que da una descoordinación en el sistema de transporte debe hallar pronto un remedio. Chancay se inaugura en septiembre, incluso viene el mandatario chino a dicho evento. Hay muchos intereses y contra intereses de por medio. Sin embargo, es una lástima que este problema de descoordinación no sólo se está presentando en el caso de Chancay; lo vemos con el acceso al nuevo Jorge Chávez, el cual será inaugurado en diciembre de este año; pero el acceso al mismo, el Puente Santa Rosa, se culminará ¡en 2027! Para salvar la situación, van a instalar provisionalmente puentes Bailey. Si esta es la realidad de dos megaproyectos centralizados en Lima, qué pasará en otras regiones.



domingo, 20 de agosto de 2023

INFRACIUDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 20 DE AGOSTO)

 


En los clásicos filmes de western, veíamos ciudades empolvadas en las que el viento arrastraba arena, polvo y arbustos (aún no había las benditas bolsas de plástico) en las que imperaba la ley del más fuerte, del bravucón. Calles polvorientas por las que circulaban carretas y caballos que establecían ciertas reglas de desplazamiento colectivo en ese momento. Una ciudad del siglo XIX. Las calles no conocían el asfalto y eran pobladas por vehículos de diversas dimensiones que se desplazaban por la fuerza de caballos. Esa era la imagen de una ciudad del Lejano Oeste norteamericano. Dos siglos después, a muchos kilómetros al sur del mismo continente, hay varias ciudades peruanas que se asemejan a esta descripción con algunas variantes y con una conglomeración humana más grande y una presencia vehicular mayor. Pero la descripción calza en muchos aspectos: sucias, con afirmado (carente de pavimentación) y con un comportamiento de jungla de sus habitantes que conducen los vehículos. En este conjunto de ciudades está Trujillo incluida.

Fuera del problema del comportamiento de la población que se desplaza en cualquier vehículo, las condiciones del sistema vial en las que se encuentran casi todas las calles, avenidas y pasajes de nuestra ciudad son deplorables. Una ciudad en decadencia en muchos aspectos. Ya se ha denunciado muchas veces la cuantiosa pérdida que provoca el estado del “pavimento” empleado. Tras la última lluvia de marzo de este año que duró casi tres horas desnudó la calidad (y corrupción) del material empleado en reparaciones que se hicieron apresuradamente como parte del cierre de la campaña electoral de la anterior gestión edil. Calles y avenidas con asfalto novísimo quedaron con grietas y cráteres que son la pesadilla de conductores de todo tipo de vehículos. Lo más indignante es que los usuarios están aceptando esta realidad y afirmación: después de cada lluvia las calles deben quedar dañadas. Es casi una tautología irrefutable: lluvias = huecos. Así vehículos, conductores y pasajeros experimentan una verdad irrefutable en la realidad trujillana. No es una evidencia que no cuestionamos y que esperamos. Como el mito de Sísifo, los trujillanos sabemos que la lluvia debe destruir el asfalto. Y los elementos corruptos involucrados, públicos y privados, alimentan esta idea, pues es negocio lucrativo para ellos. Carentes de drenajes, se construyen rompemuelles en los que las aguas se acumulan que generan más deterioro del ralo pavimento de la calle o avenida que lo tiene. Nuestro sistema vial es totalmente ilógico. La “Autopista” del Sol tiene la aberración de contener rompemuelles: ¡una autopista con rompemuelles! De lo más insano como sistema vial. Cuando comento esto con amigos que nos visitan me explican que, por estas condiciones, esa vía no es una autopista. Trujillo es una ciudad que va perdiendo su calidad de urbe rápidamente. Una ciudad que es cada vez menos atractiva para vivir.



domingo, 18 de junio de 2023

QUO VADIS, TRUJILLO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 18 DE JUNIO)

 Ilustración de Amorim para La Sonrisa Inca Cusco 2018




Asemejándose a la execrable y deteriorada política central, plagada de turbios y corruptos congresistas mochasueldos o con actitudes de gamonales, y personajes del poder ejecutivo ambiciosos de poder, encabezados por una lamentable presidenta; la ciudad de Trujillo va dando tumbos en espiral hacia un foso que se hace cada vez más profundo. El estilo de gobernanza de Arturo Fernández ha ido encontrando en el camino muchos detractores y poca buena voluntad de enfrentar los problemas de nuestra ciudad. La primera semana de julio, nuestra máxima autoridad edil estará cumpliendo medio año de gestión y lo que tiene en creces es el número de funcionarios renunciantes de diversos puestos del organismo municipal. Al borde de llegar al medio centenar de renuncias, esto está tornando caótica la gestión en general al descabezar procesos que se están ejecutando en momentos tan urgentes como el del enfrentar el venidero fenómeno de El Niño anunciado para inicios del año entrante. Las pocas lluvias que nos afectaron en marzo fueron un verdadero campanazo que debería servir para tener claro los objetivos y la ruta de trabajo para atenuar las consecuencias de este. No olvidar que el desastre lo hacemos nosotros por nuestra incompetencia o por las acciones dolosas hechas, productos de la corrupción (que es mucha). 

El estilo confrontacional de Fernández atrajo a muchos votantes que se sienten atraídos con posturas provocativas y altisonantes, cercanas al circo y a la gestualidad grandilocuente que cautiva a muchos. Estilos peligrosos ligados a la demagogia y que se impone cada vez en diversas partes del mundo; somos parte de este fenómeno que implica un desgaste de las clases políticas tradicionales que permiten el ascenso de personajes marginales y hasta cierto punto pintoresco, y llegan al poder. Desde Fujimori, hemos visto la desaparición de partidos como el APRA, PPC y otros y han surgido “partidos políticos” de clanes familiares u otras motivaciones usando en “pantalla” candidatos que fluctúan de acuerdo con las emociones de un electorado hastiado y muchas veces irresponsable con su voto; incluso Pedro Castillo encaja en este circuito que ha permitido que tengamos personajes insólitos en sillones municipales y regionales de muchas partes de nuestro país. Aunque en el caso regional seguimos en las mismas letanías, el sillón edil no escapa de ello. Fernández ha recibido una papa caliente, una municipalidad plagada de corrupción e ineficiencia en sectores que son una pesadilla como transporte público, seguridad, planificación urbana (¿existe?) y otros. Su actitud de desnudar la ineficiencia de sus trabajadores es, también, a la larga un reconocimiento de su incapacidad de poder haber seleccionado un personal más idóneo para su gestión. Está escupiendo al cielo. Y la posibilidad de poder contar con nuevos cuadros que reemplacen a los renunciantes se van reduciendo al ir ganando enemigos y detractores entre varios profesionales.



domingo, 18 de septiembre de 2022

EXPLICACIONES NECESARIAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO SEPTIEMBRE 18)

 


Nos acercamos rápidamente hacia el domingo electoral municipal y regional. A escasas dos semanas, los candidatos a ambas plazas se preocupan del proselitismo ramplón, ese que está “a la medida de la gente”, y hacer un permanente control de daños de todas las anticampañas contra tal o cual candidato.

En Lima se realizó un debate en el que se expusieron las ideas para solucionar diversos problemas que aquejan a esa ciudad, muchos de los cuales se asemejan a la nuestra. Dicho debate, por su formato, exige exponer una serie de propuestas puntuales, a veces de manera precipitada, para tratar de resolver temas álgidos como la seguridad y el sistema vial en una ciudad tan desordenada, caótica y desarticulada como lo puede ser Lima. El debate fue una demostración del escaso nivel que muchos candidatos tienen, incapacidad de comunicación y el empleo facilón de hacer pullas o ataques arteros contra el contrincante. Mucha gente los ve para ver cuál es el candidato que tiene “más calle”. En eso se están convirtiendo estos espacios, alentado por muchos medios que tratan de resaltar más los equívocos y la sorna que las ideas, muchas de las cuales son irrealizables por lo extravagantes que son. La falta de objetividad de casi todos los medios de comunicación ha hecho perder el sentido de lo que debe de ser este espacio, en el cual la ciudadanía tiene la oportunidad de escuchar las propuestas electorales bajo una lupa más crítica por parte de expertos que las desmenucen y vean las posibilidades de realización. Hay la necesidad de promover un debate de candidatos que aborden dos temas álgidos y urgentes de nuestra ciudad: inseguridad y sistema vial. Creo que es más que evidente que el sistema vial, en su conjunto, está amarrado a graves problemas de inseguridad y a variadas formas de corrupción de nuestra ciudad: desde el otorgamiento de licencias para vías saturadas al control de seguridad de las múltiples unidades de transporte público que rebasan la logística del área responsable; desde la informalidad que crece cada día más hasta la extensión de licencias de vehículos de transporte público que deberían ser retirados de circulación. La no existencia de un plan de ordenamiento vial, de mantenimiento de vías, de expansión urbana (ojo, tráfico de terrenos), de un verdadero plan de prevención y sanciones, hacen de este punto uno de los más complicados. Trujillo, una ciudad con ya un millón de personas, entre residentes y flotantes, no cuenta con un plan de obras viales que ayuden a aligerar un tráfico contaminante y peligroso, no promueva verdaderos medios de transporte masivo o medios alternativos como las bicicletas, modalidad cada vez más extendida en otras ciudades. Basta ver en qué terminaron todas las ciclovías hechas rápidamente sin ninguna coordinación de las partes interesadas y cuyo material fue literalmente robado a vista y paciencia de los transeúntes. Bien, ¿qué proponen nuestros candidatos?


domingo, 1 de mayo de 2022

DESAFÍOS PARA UNA SOCIEDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 01 DE MAYO)

 


 Trujillo es una ciudad que fluctúa en el millón de habitantes. Una ciudad que ha crecido caóticamente, pese a algunos intentos loables de poder ordenarla en muchos de los rubros importantes de movilización urbana. El Gobierno Central ha dispuesto el retorno al cien por ciento de la presencialidad, situación que ha generado problemas no sólo en las instituciones educativas por cuestiones logísticas, sino por todo el problema vial que se genera por el desplazamiento de estos miles de estudiantes sea por movilidad particular o pública privada. Trujillo tiene registrados, desde motos y mototaxis hasta camiones y remolques más de ciento veinte mil unidades, de las cuales entran “en actividad” temprano de lunes a viernes unos cien mil vehículos (motos hasta buses), una realidad vial estresante que se apiña en avenidas o calles en las que están ubicados centros educativos, grandes y pequeños, privados o públicos. El retorno de miles de estudiantes escolares a aulas ha generado grandes malestares en hogares (en lo microsocial) como en las instituciones educativas (macrosocial). Aún no regresan los estudiantes de universidades privadas o la única pública. La UNT cuenta con más de quince mil estudiantes, solamente. Con la escasa educación vial que hay en nuestra ciudad por parte de muchos conductores, los estudiantes están en alto riesgo. Muchos sectores de la ciudad tienen calles deterioradas y algunas fueron intervenidas "gracias" a la campaña electoral del próximo octubre. Una intervención que pudo haberse hecho el año pasado cuando todo el sistema educativo estaba en la virtualidad. Por otro lado, nuestra ciudad cuenta con un servicio público (que es privado) caótico; tienen muchas unidades en deterioro crítico y son altamente contaminantes; deberían de estar fuera de circulación desde hace muchos años. Los ticos, por ejemplo, ya tienen más de ¡30 años de circulación!; además, al no haber una regulación en este campo y al igual que el comercio ambulante, hay mucha informalidad en estos servicios, pues vemos escaso control de muchas empresas al contar con personal no idóneo y, lo más alucinante de todo, con un prontuario de papeletas e infracciones que ahora quieren que se las condonen o eliminen. Cinismo o delincuencia. La informalidad se ve en la sobreoferta de rutas (arreglos políticos) y en la insana competencia que surge entre los conductores de unidades de trasporte a los cuales vemos en carreras por calles y avenidas de nuestra ciudad para captar clientes. Cuatro o cinco micros o custer ofreciendo la misma ruta. Un raro sentido de competencia empresarial. Esas son las unidades las cuales usan muchos estudiantes exponiéndose a un riesgo total que espero no termine en un accidente fatal como ya hemos visto anteriormente. En Lima circulan unas unidades de transporte público completamente informales y que causaron accidentes fatales. Se hizo el seguimiento de ellas, incluso reportajes; pero las autoridades no respondían. ¿Y aquí?

domingo, 7 de noviembre de 2021

LA DEMOCRACIA TALADRADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 07 DE NOVIEMBRE)

 


“¡Baja Napo! - ¡Con tiempo, pe, doña!

El transporte público en la ciudad de la “primavera eterna” es un conjunto de laberintos de metal y carne podrida. Humanoides oxidados. Cajas de sorpresas indeseables. Ataúdes móviles. Menester es que el pasajero posea cierto grado de flexibilidad y tolerancia para soportar lo que durará el recorrido; en buena medida, también es importante el equilibrio y la fuerza, sobre todo cuando se está de pie asiendo el pasamanos, balanceándose como mono no desarrollado”. Este es un extracto del excelente cuento Línea B del libro Sórdido de Marcio Taboada Zapata que relata el trayecto penoso de un viajero de microbús. Es el contexto en que se ubica su cuento que se lo tomo prestado, pues su descripción no puede ser más exacta de esa pesadilla que es el transporte público. Este servicio que está en manos privadas es un territorio en el que todo vale: lo vemos en el estado de las unidades, en las formas cómo “choferes” manejan las mismas trasgrediendo toda norma de tránsito. Hay empresas serias que son opacadas por la actitud indolente y lumpenesca de muchos de los integrantes y empresas de ese sector; en los últimos años se ha ido agravando no sólo por el franco deterioro de muchas unidades (algunas con más de dos décadas) con la consiguiente inseguridad y contaminación de todo tipo; sino por la impunidad con la que hacen este servicio diversas personas que no son choferes profesionales o distan de serlo. Agravado también por la evidente corrupción en el tráfico de brevetes u otros procesos ligados al sector vial. El Fujimorato, con el fin de “paliar” la crisis generada por los despidos masivos durante su gobierno, permitió una serie de barbaridades en este sector al "regular" la importación de vehículos chatarras, buses camión, autos con timón cambiado, los ticos; autorizar sin muchos criterios técnicos el uso de combis, custer o mototaxis (verdaderas pesadillas), que generan pingües ganancias a muchas personas que les permitió, astutamente, no sólo comprar abogados corruptos, sino hasta colocar diversos personajes como concejales, congresistas y lobistas de todo tipo; estos presionan y amenazan a alcaldes, gobernadores regionales y ministros quienes sucumben o terminan en arreglos en desmedro de la sociedad y su movilización. La permisividad y complicidad de ambas partes en las últimas décadas nos han dejado en esta encrucijada. La última crisis mundial de combustibles nos está afectando fuertemente y la gente está en todo su derecho de protestar; pero al leer algunos de los reclamos de asociaciones de este sector rayan con el cinismo y la impunidad. Se mezclan demandas justas con pedidos dignos de bajos fondos. Ganancias a río revuelto.

En el ensayo Las repúblicas también se suicidan, tomado del libro La República agrietada de Carmen Mc Evoy, ella expone cómo la democracia se pone en riesgo ante situaciones en que se prioriza sólo lo económico, tolerando situaciones extremas como las que estamos viendo. Toma como ejemplo el caso de la República de Weimar que termina en brazos del Nazismo. ¿Formas extremas para una solución? ¿Estamos cayendo en esto?

domingo, 5 de julio de 2020

SOBREVIVIENDO AL COVID-19 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 05 DE JULIO)


1 de julio, 2020. Se levanta la cuarentena. Desde el confinamiento riguroso a partir del 16 de marzo, varios fallidos intentos se hicieron con el fin de evitar la expansión de una pandemia que la sabíamos desastrosa para lo cual se idearon diversos protocolos con el fin de detener su incontenible avance como sucedió en Asia y Europa. Se empleó diversas estrategias, pero hubo una buena dosis de desconocimiento de un país debilitado en sus estructuras estatales en las últimas décadas en educación, seguridad y, ahora añadimos, salud. Pocos son los países que han sabido controlar la pandemia. Los que priorizaron la economía la están pasando mal, bastante mal. China, Italia, USA, Brasil, Chile (país que pronto pasará al nuestro en cuanto a contagios y fallecidos) y ahora el nuestro, han aplicado diversos métodos contra un enemigo invisible y que ha “aprovechado” todos los medios alcanzados por esta sociedad para su rápida expansión. Algunos países que “relajaron” el confinamiento se han visto en la necesidad de volver a este pues los contagios volvieron a subir. Como me comentaba mi hijastra quien es médico en Portugal, la gente volvió a la supuesta normalidad y el país lusitano, modelo de control, ha entrado en emergencia por la irresponsabilidad de muchas personas, sobre todo jóvenes, que retomaron sus ritmos de vida y diversión sin medir las consecuencias; una simple fiestecita playera fue el foco infeccioso que llevó a casi un centenar de imberbes y sus familiares a copar algunos hospitales lisboetas.
¿Y nosotros? Fuera de la irresponsabilidad e indolencia demencial, y la urgencia social, hay otras situaciones alarmantes. Por ejemplo: basta ver el pésimo servicio de transporte público, las posibilidades de un rebrote son bastante altas. La pesadilla heredada por décadas, el transporte público exige ahora una obligatoria revisión profunda. Los líderes del transporte público privado planteaban a sus usuarios la posibilidad de cobrárseles casi 5 soles por pasaje por un servicio de pésima calidad y que hace que los pasajeros vayan literalmente como ganado. La necesidad de transporte masivo a escala se impone en urbes en las que el panorama es cada vez más lamentable y en franco deterioro. El sentido de las ciudades grandes como centros atractivos de trabajo tienen que replantearse lentamente. Existen diversas anomias sociales, puesto que nuestras ciudades crecen desmesuradamente por el centralismo económico, social, laboral, académico, cultural, político; esta anomalía histórica incrementa el cáncer de la informalidad, fuera del debilitamiento de las estructuras del Estado. Además, es evidente que las grandes ciudades han sido los principales focos de infección que se ha dispersado por el resto del territorio. Situaciones como estas han sido lamentablemente una forma de aprendizaje.  
Gremios profesionales y la Academia deben de plantear propuestas urgentes y atendidas por el sector político.

domingo, 17 de mayo de 2020

VIRUS PEORES: CORRUPCIÓN, POPULISMO, OPORTUNISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 17 DE MAYO TRUJILLO)

Hay virus naturales, aquellos que surgen en la naturaleza, o los creados artificialmente para uno u otro propósito. Pero existen unos virus que pueden ser peores, puesto que conllevan otro tipo de mortalidad: los sociales. El contexto que estamos viviendo, cuando nuestro país está entre los veinte en los que hay más contagiados y estamos al inicio de una recesión mundial, es un verdadero caldo de cultivo en el que vemos cómo estos virus latentes han crecido haciendo tanto o más daño que la pandemia que nos aqueja. Para exacerbar el caos, algunos medios de comunicación juegan un rol muy ambiguo al no tener una posición clara frente a algunas medidas tomadas para controlar la pandemia y juegan a favor de muchas acciones hechas por personas e instituciones inescrupulosas.

Ejemplos de oportunismo. Iquitos: balón de oxígeno de precio regular 1085 soles a cerca de 4 mil soles. Precios de medicinas ligadas a los problemas respiratorios o sus efectos colaterales sufren alza de precio en los monopolios de farmacias de nuestro país. Ciro Maguiña, representante del Colegio Médico, renuncia al Comité de Expertos del COVID-19 en momentos críticos y cuando surgen severas críticas contra el comportamiento de muchos médicos que prefieren trabajar en el sector privado a expensas del público, incluso con goce de haber.

De populismo. El inefable Congreso del Perú, tras algunas medidas cuestionables, lanza un proyecto de ley que autorizaría la circulación de taxis colectivos en medio de la expansión de la pandemia. Durante años, lobbies de microbuseros, dueños de combis o colectivos han impedido con sus amenazas hacer un verdadero cambio del sistema de transporte y hubiera sacado de circulación muchos vehículos que son chatarra y contaminantes. Por otro lado, el cierre forzoso de mercados infecciosos se está dando en este contexto, cuando esta acción era reclamada por mucha parte de la población que exigía la clausura de estos focos de contaminación de manera paulatina con propuestas alternativas a los comerciantes que se dedican a estos servicios sin control sanitario ni tributario. El populismo y el afán electorero primaron.

Ejemplos de corrupción: muchos. Dos públicos: el apoyo económico estatal ha sido distribuido escandalosamente entre personas favorecidas por municipios e, incluso, entregado bajo banderas proselitistas; o altas autoridades de la PNP están involucrados en compras irregulares de material urgente para proteger al personal de la Institución que presiden. Uno privado: el mismo apoyo estatal de promoción empresarial es posible que esté siendo direccionado hacia los clientes de determinado banco en desmedro de los demás empresarios que quieran acceder al mismo.

Por eso, la sociedad civil debe de trabajar en conjunto para una reconstrucción social ordenada erradicando estos virus enquistados impunemente y a vista y paciencia de los ciudadanos golpeados por la pandemia.


domingo, 15 de marzo de 2020

APOCALIPSIS MEDIÁTICA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 15 DE MARZO)


El coronavirus llegó al Perú. ¡Hay que salvar nuestros hijos, hay que matar a todos los enfermos y comprar todo el papel higiénico y botellas de gel que haya para poder proteger con estos a mis párvulos embadurnándolos y envolviéndolos como una momia egipcia! ¡Los venezolanos la han traído, bótenlos al mar! ¡Ya hay 38 contagiados y el curita ya murió! Pero ¿por qué el gobierno toma medidas tan drásticas como cancelar las clases de mis hijos del colegio y la universidad? Pucha, o sea que por culpa del virus ya no podré ir al estadio a ver al equipo de mi corazón, ni compartir un par de chelas con un solo vaso con mis patas; no vale. Y no podré ir a celebrar mis fiestas patronales, ni cargar el anda en la procesión. ¡No es justo! Así es cómo, lentamente, la incongruencia y una suerte de insania se han comenzado a instalar en la psique social de los peruanos y de todas las personas, en general.
La situación del coronavirus ha desnudado la sociedad peruana, no solo en su parte política y legal, sino en lo social y antropológico. Así como hay actos altruistas, hay también manifestaciones del lado más ruin que puede ocultar una persona. Desde el punto de vista gubernamental, las acciones tomadas han sido las correctas: primero evitar que millones de niños (no hay mortandad entre ellos, pero son agentes conductores) y jóvenes adquieran el virus, sea por los encuentros en aulas escolares, sino en el pésimo servicio público privado, pues miles de vehículos sucios (combis, colectivos, micros, buses de 25 años de antigüedad o más) llevan como ganado a estos grupos sociales hacia y desde sus destinos. ¿Cree uno que diariamente estos vehículos son limpiados con desinfectantes? Viajar apiñado es exponerse a contraer, más que el colegio o universidad, el dichoso virus. Es raro que no se haya abordado este tema. ¿Muchos intereses de por medio? Ahora queda en las conciencias de padres y madres no exponer a estos en sitios masivos; la gente tiene graves problemas de comprensión, pues tergiversan los mensajes enviados por los medios correctos. Muchas lecciones positivas se pueden sacar. Si la familia refuerza lo aprendido por los niños en aulas sobre la limpieza, habremos dado un gran paso. La pelota está en el terreno familiar.  Por otro lado, las acciones de apoyo al sector productivo son correctas en la medida de lo posible. Podemos volver a una suerte de normalidad, si es que acatamos las reglas. Italia fue una muestra del dejar actuar libremente y ahora acarrea el desastre que tiene. Pero un matiz centralista relució inicialmente; todo a Lima. Ahora ya han descentralizado las unidades de análisis a las grandes ciudades. Ojalá hubieran actuado así con el dengue, tan lejos de Lima, tan lejos.
Se reclama agua. Ahora es el turno de los políticos. Dirigir el gasto hacia zonas de alto riesgo es despilfarro. Desde 2017, estamos esperando que actúen correctamente nuestras autoridades locales. ¿Lo harán?

domingo, 19 de mayo de 2019

COMPARACIONES ODIOSAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE MAYO)

Una escapada por otras realidades nos abre los ojos y permite medir muchas cosas de los innumerables planos que conforman nuestra sociedad. El día a día nos atrapa y no nos permite observar la realidad que una ciudad y una Región encierra, caso Trujillo y La Libertad. Un viaje a Ecuador generó en mí una sana, bastante sana envidia y, también, una frustración por las posibilidades perdidas por nuestra sociedad debido a diversos factores. Con un grupo de amigos logramos cruzar la frontera en auto para poder hacer una rápida y selectiva visita a Machala, la cuarta ciudad de Ecuador en economía y la quinta en población; y su puerto, Puerto Bolívar, no muy lejos de la misma. Haber ido en auto nos permite hacer las primeras comparaciones: su sistema vial. No es que uno se sorprenda por la buena autopista que une la frontera con esta ciudad, sino que es una zona que también sufrió los embates del Niño costero del 2017. Pueden leer el trabajo de investigación hecho por Shiela Serrano con otros al respecto. Viajar por tierra de un lado a otro de la frontera es frustrante, puesto que del lado ecuatoriano quedan pocos daños en sus calles y carreteras, producto del Fenómeno de ese año; sin embargo, Trujillo, tercera ciudad peruana, y su sistema vial están aún en un lamentable proceso de reconstrucción que, me temo, sea solo un paliativo hasta el próximo Niño. Ni hablar de Chiclayo, ni de Piura.
Ingresar a Machala fue otra experiencia; yendo al volante en un país ajeno al tuyo, el estado de alerta es latente; pero la no circulación de combis, ticos o mototaxis es todo un alivio para cualquier conductor. Manejar en Trujillo, Chiclayo, Piura e, incluso, Tumbes se ha convertido en un verdadero desafío para el más paciente y tenaz. El casco antiguo machaleño tiene algunas zonas peatonales y posee anchas calles, en las que se ha destinado un carril para transporte de buses. En una ciudad con muchos vehículos, hay poco uso del claxon, son respetuosos de semáforos y señales de tránsito, y respetan el orden de ingreso a un óvalo. Recuerdo una entrevista radial a un dirigente de transporte público pesado, quien se quejaba de la presencia de óvalos en una carretera o en la ciudad. Bueno, si un chofer, dizque llamado, profesional desconoce su uso, dice mucho del riesgo que todos tenemos al transportarnos en buses y explica el alto número de accidentes mortales viales.
La ciudad lucía limpia, ordenada. Ecuador trabaja mucho en atenuar el impacto generado por la deforestación y la contaminación de la basura. Esta ciudad ha obtenido logros; a diferencia de nuestras ciudades. El caso La Hermelinda quedará, todo parece, en una intentona de calmar las iras de molestos ciudadanos que esperaban una acción más radical y eficaz contra este flagelo de nuestra salud, seguridad y ornato de nuestra ciudad.
Tanta gastronomía de calidad y bellos paisajes se deslucen gracias al desorden que somos como sociedad, paraíso de la impunidad.

domingo, 17 de febrero de 2019

CIUDAD A LA DERIVA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 17 DE FEBRERO)


Trujillo es una ciudad que se acerca al millón de habitantes. Durante los días laborales, esta población se incrementa por el número de personas residentes en áreas cercanas a la ciudad y que laboran en diversas empresas e instituciones localizadas en nuestro cono urbano. Nuestra ciudad tiene grandes potenciales que se han ido posesionando en el imaginario de los peruanos y de muchos turistas internacionales que nos han visitado. Es una ciudad con riqueza arqueológica, cultural, social, educativa y productiva. Una urbe ubicada cerca de un río y vecina al mar que le da ciertas ventajas geopolíticas que nos convertirían en una urbe rica y que podría trazar el destino de nuestra nación. Tiene pujanza productiva todavía primaria, salvo excepciones. Una ciudad multiétnica, variada.
Sin embargo, diversos factores humanos han mellado y continúan afectando la organicidad trujillana. La carencia de una educación cívica, el escaso sentido de autoridad y la débil capacidad de trabajar en equipo han sido los factores que han hecho que todo ese potencial se ponga en riesgo permanente con la consiguiente pérdida de oportunidades sociales. Evidencias saltan a la vista sin mucho esfuerzo. Tomemos dos ejemplos: transporte urbano y manejo de residuos sólidos.
Para nadie es un secreto que nuestro transporte es un caos. Tierra de nadie. Fuera de la escasa educación vial de públicos y privados, así como el lamentable estado de calles y avenidas de la ciudad; Trujillo posee un sistema ineficiente, riesgoso e, incluso, contaminante. El estado de vehículos de transporte público, que es privado, es un permanente atentado contra los usuarios de este y los demás ciudadanos, puesto que la antigüedad de muchos buses, combis y taxis presentan una amenaza latente contra cualquier ciudadano y el medioambiente. La concesión de rutas es otra pesadilla, puesto que hay zonas sobresaturadas de líneas de transporte cuya ganancia está en el número de pasajeros que estas lleven; por tal motivo no respetan ni horarios, ni espacios rígidos, ni la cantidad reglamentada de usuarios. Pedir calidad de servicio raya con el ridículo. Una buena línea municipal de grandes buses, tranvías y desde ya pensar en un subterráneo son soluciones obligadas si queremos salir del caos cotidiano. Las soluciones van a ser impopulares, pero atacarán el cáncer en el que se ha convertido todo este tema.
El segundo ya es problema arrastrado por varias gestiones ediles. Por su tiempo se ha hablado de crear una solución global al problema del manejo de la basura. Hubo conversaciones para creación de plantas de tratamiento de residuos, quedando en el tintero. Hay fuertes mafias que se mueven tras el reciclaje y el manejo del relleno sanitario. Absurdo es fomentar una cultura de manejo entre la población (separación de vidrios, papel o plástico) si es que casi todos los desechos van a terminar en el mismo botadero.
Estamos a tiempo de tomar decisiones correctas.

martes, 19 de enero de 2016

DECADENCIA SOCIAL

Vivir en Trujillo se viene haciendo cada vez más una experiencia más frustrante. Las fiestas, lejos de haber permitido manifestaciones de solidaridad y fraternidad (que es el mensaje que encierran estas festividades) entre todos los habitantes de esta ciudad, han sido el contexto y pretexto en los cuales hemos visto flagrantes evidencias de deterioro social que pasan desapercibidas a la mayoría. Es más alarmante cuando visitantes comienzan a describir a la ciudad con rasgos más negativos que positivos. En una reunión hablaba con una persona que regresaba luego de 6 años; a pocas horas de su llegada le pedí sus impresiones citadinas, estas se redujeron a tres adjetivos: ruidosa, caótica, sucia. Estas características no se manifiestan solo en estas conmemoraciones. Es parte de nuestro panorama urbano.
Extrapolando la teoría de la “ventana rota” sobre violencia y criminalidad, elaborada por J. Wilson y G. Kelling de la Universidad de Stanford, esta explica que un contexto de desorden, suciedad y bullicio transmite a cualquier ciudadano o un simple vecino,  “una idea de deterioro, desinterés, despreocupación, que va rompiendo códigos de convivencia”. (http://www.cel.edu.mx/servicios/La%20teoria%20de%20las%20ventanas%20rotas.pdf). En otras palabras, las situaciones permisivas generadas en las últimas décadas han sido el caldo de cultivo en el cual los trujillanos hemos ido generando una serie de inconductas que las toleramos gracias al incremento del egoísmo y mal espíritu de competencia en nuestra sociedad: todo vale.

Ejemplificando los tres adjetivos iniciales, no faltan a la verdad.  Lo ruidoso se da no solo en el tráfico, sino en el uso comercial (léase tiendas de electrodomésticos) o cualquier manifestación cívica o religiosa. El uso de pirotécnicos ruidosos que, además de estar prohibidos (trasgresión de la ley), ha sido una clara demostración que a varios les importa un bledo el llamado a la conciencia del uso de los mismos o la tranquilidad de sus vecinos. Lo caótico se da en el tráfico, en el abuso de particulares y transporte público-privado quienes compiten entre ellos sin importarles peatones, usuarios o los otros conductores; caótica en su construcción; caótico es el uso de espacios públicos para parrandear. Y lo sucio surge en la ineficiencia de autoridades municipales de cualquier distrito y, sobre todo, en nuestra capacidad para generar basura: fiestas populares, comercio ambulatorio, el simple peatón son generadores de basura. Los desechos en el piso no son problema de la autoridad, lo es de sus habitantes: calles, parques, jardines, entidades y lugares públicos, universidades, colegios; espacios en los que no faltan botellas de plástico, descartables u otros restos.


Parafraseando a Fethullah Gülen, para tener una mejor existencia en una sociedad, requiere que cada uno ajuste y limite su libertad de acuerdo de criterios de la vida social. ¿Habrá voluntad social de cambio?