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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 27 de septiembre de 2009

COPENHAGUE Y DOE RUN: PUNTOS EN COMÚN


Sorprendente. Esto es lo único que queda decir ante la actitud de AGP y su gobierno frente a intereses en común. Dos eventos recientes terminan por pintar de cuerpo entero el tipo de estadista que lastimosamente nos dirige.
El conflicto de Doe Run no puedo desligarlo al problema que tuvimos en abril en Bagua y la no asistencia de AGP a Nueva York para ver el asunto del Cambio Climático. Si vemos los tres eventos unidos por un verdadero hilo conductor, entendemos el porqué de ciertas actitudes y acciones hechas por diversas partes del gobierno (todo controlado por el mismo partido) hacia este espinoso tema, el cual a AGP y su gente no quieren abordar.

Lo de Doe Run es una muestra de un gobierno que se quiere mostrar débil, maniatado, humillado ante la opinión pública. Su capacidad de negociación es baja (o quiere serlo), puesto que el pueblo de La Oroya se levantó contra la inercia del gobierno por tomar decisiones. Quien tiene todo claro es el dueño de Doe Run, quien nuevamente ha salido ganando, gracias a la política que practica este gobierno (espero que no se vuelva de estado). Desde Pittsburgh, sus principales inversionistas duermen tranquilos. Desde junio del 2006, la Corte Superior demandó al gobierno actuar para que en 30 días se declarara La Oroya como zona de alta contaminación, por lo tanto en emergencia. Según la Constitución, el Estado debe velar por la salud de cada uno de nosotros, los ciudadanos peruanos. Eso reza la Constitución. Reza. Desde que Doe Run opera esta zona (1997) poco se ha hecho por mejorar este problema y este ha sido el principal problema de la extracción minera. El alto riesgo de contaminación es una realidad y es una actividad depredativa, pese a todos los avances que hay. Es algo que transforma el entorno ambiental y eso no se puede negar. Algunas mineras han logrado disminuir el impacto, pero sólo eso. Tratamientos de suelos, agua (importante) y aire son acciones costosas que no se cumplen a cabalidad. Va en contra de los intereses económicos, la rentabilidad y los ingresos netos. Es sorprendente cómo nuestras ricas zonas mineras tienen aún altos índices de desnutrición, analfabetismo y bajas esperanzas de vida. Nuestro boom minero ya va más allá de 18 años; las construcciones de malls u otras cosas por el estilo no significan mejora de calidad de vida. La Oroya además tiene en su haber notables récords para el Guinness; por mucho tiempo tuvo la chimenea más grande del mundo, la cual veías (impresionante) desde la carretera central como una marca de desolación en esa yerma zona. La otra es ser la 4ta ciudad más contaminada del mundo. Gran honor. La desidia de nuestros gobiernos en cuanto al cumplimiento de la Constitución fue, es y será permanente, porque, de aplicarse, chocaría con una serie de "compromisos" adquiridos por los gobiernos sucesivos desde entonces. Los intereses de las empresas están por encima de los ciudadanos. Vox populi.

Sería muy interesante si se leyese los informes de Rocío Meza Suárez, uno titulado LA BRUTALIDAD DEL PODER (Die Brutalität der Macht) y EL MANDATO JUDICIAL Y LA PROTECCIÓN DEL DERECHO A LA SALUD Y AL MEDIO AMBIENTE. UN CASO PERUANO (Judicial Enforcement and protection to the right to health and the environment. A peruvian case).

Las decisiones del gobierno actual (quien al recibir el poder traicionó las expectativas de la población al no actuar con coerción con las empresas mineras) han permitido que hayan surgido graves conflictos sociales: uno de ellos es Bagua, conflicto que ha quedado pendiente. Irónicamente la ley de derogación de leyes ha quedado suspendida, está en el limbo. Interesante.
El otro es el de La Oroya y Doe Run. Quizá el rol pasivo del gobierno ha logrado captar muchos adeptos, puesto que el papel de víctima a AGP y su partidocracia les cae a pelo. Es una estrategia que parece le está funcionando. La opinión pública está de su lado. Pese a toda la parafernalia demostrada y aún con acusasiones judiciales, Doe Run ha salido con la suya.

La otra sí es más sorprendente y que ha pasado desapercibida por la prensa complaciente (casi toda): la no participación de AGP en el encuentro sobre Cambio Climático en Nueva York. Ironías de la vida, el tercer país con más alto riesgo para sufrir desastres naturales por el calentamiento global rehúsa asistir. Más interesante para él es hacer declaraciones floridas sobre la carrera armamentista (que sabe va a ser un gesto lírico contra sus pares) y no asumir como estadista lo que es su deber: representarnos a todos y velar por nuestros derechos como ciudadanos y como personas. Sabe AGP que este asunto sí es más fuerte a la larga e implica tomar ciertas decisiones que están por encima de la mecánica del mercado. Frenar proyectos que sólo benefician a unos es ir contra la lógica que ha impreso desde que ocupa el sillón de Pizarro: la libre empresa brutal nos está pasando factura hace un buen tiempo y las personas que nos rigen no quieren mover un dedo al respecto.

La Cumbre de Copenhague va a ser el espacio en el que la humanidad debe a comenzar a corregir sus errores. Si esta, la humanidad, es inteligente, se podrá dar el cambio y comenzaremos escuchar menos a banqueros (grandes protagonistas del último desastre del planeta) y oiremos más a científicos. Pero si tenemos gente como Berlusconi o nuestro consciente presidente, entonces la Cumbre de Copenhague será como nuestro Ministerio del Ambiente: la carabina de Ambrosio.

lunes, 15 de junio de 2009

VERGÜENZA INTERNACIONAL


Estimados amigos:

Quiero alcanzarles esta carta que ha escrito Rigoberta Menchú a Louis García XIV, en la que expresa su más profunda protesta por los eventos de Bagua. En realidad, hay acciones por las que una nación se denigra. Quisiera responder a la Sra. Rigoberta que, pese a que el susodicho nos representa, no avalamos su insana forma de gobernar y su perniciosa forma de ir destruyendo paulatinamente la democracia en nuestro país. Lo sucedido este fin de semana nos está pintando de cuerpo entero que estamos entrando a la etapa dura de este gobierno. Cuidado.





Premio Nobel de la Paz envió carta a al presidente Alan García

13 de junio de 2009. CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DEL PERU SEÑOR ALAN GARCÍA:

Señor Presidente:

Con indignación y dolor he sido testigo a distancia del giro de los acontecimientos en la República de Perú, a raíz del rechazo de los pueblos indígenas amazónicos a los acuerdos comerciales internacionales suscritos por su persona en su calidad de Presidente, violatorios de la Constitución Política, del Convenio 169 de la OIT, la Declaración Sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas y las leyes de su país.

La brutal respuesta del Estado peruano en Bagua, el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, a la resistencia indígena en defensa de la Madre Naturaleza (tras 56 días de movilización amazónica, fracaso del diálogo y postergación de la derogatoria de varios decretos legislativos), ha costado la vida de numerosas personas y el desplazamiento de cientos de familias en busca de resguardo para evitar ser víctimas mortales de la acción represiva de la fuerza pública.

La supuesta ‘conspiración internacional’ denunciada por su gobierno, es una farsa. Los pueblos indígenas del Continente sólo están reclamando consulta, participación, respeto a las comunidades originarias y salvaguarda de la naturaleza. Están rechazando en forma enérgica la subordinación de la clase política y de los empresarios nacionales a los poderosos intereses de las compañías transnacionales. Muestran con dignidad su rostro y se movilizan por la identidad, las culturas ancestrales y el vínculo íntimo de ‘vida humana - Madre Naturaleza’. Emergen, se levantan y luchan en contra de una concepción de desarrollo que empobrece a la gente, mata paulatinamente al planeta Tierra y envilece los verdaderos intereses nacionales en cada país. Esa es la ‘conspiración internacional’ a la cual Usted y su gobierno aluden.

Por tal motivo, me uno al clamor de los ciudadanos y ciudadanas de mi país y del mundo y demando de Usted y su gobierno el cese de la represión en Bagua, se levante el estado de emergencia y toque de queda en la Amazonía, se detenga la persecución en contra de la población y dirigencia, y se realice una investigación internacional para una aclaración total de los hechos en los cuales se perdieron vidas humanas y lo cual condenamos enérgicamente en esa región, así como se dé paso al irrestricto respeto de los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades campesinas. El ejercicio de derechos no debe criminalizarse. La represión estatal debe ceder espacio a la búsqueda racional de soluciones mediante el diálogo y la negociación con voluntad política real.

Atentamente,

Rigoberta Menchú Tum

jueves, 11 de junio de 2009

UN BOSQUE: EL PUEBLO LO HIZO



Recuerdo en mis años de niñez, durante el primer gobierno de Belaunde, solían colocar carteles muy grandes con un logo de una pequeña torre negra con un lema EL PUEBLO LO HIZO. Eran obras que muchas veces estaban ligadas a la comunidad (postas, colegios, etc.). Años después, cuando leo con mucha satisfacción y tristeza que los decretos 1090 y 1064 han sido suspendidos (quizá sean derogados), me viene otra vez este eslogan a la mente, pero en otro contexto con otra realidad y otros actores. Las muertes de tantos inocentes de ambas partes han dado, lastimosamente, resultado. De pronto, este nefasto gobierno se dio cuenta que metió la pata y que tiene que rectificarse, así se hagan de cuadraditos buscando culpables y justificaciones, donde no las hay.

También debo sentirme muy orgulloso ahora de ver toda una gran masa de jóvenes que se ha movilizado por la verdad, la paz y la justicia; que esa idea que tenía de generación perdida no es tal; y otra gran lección es que si la gente se une, logra sus objetivos. Así sea doloroso ver mártires, pero sin lucha por nuestros ideales, no alcanzaremos nada.

De aquí a unos cuantos años (ojalá aprenda esto también Brasil, donde hay tanta deforestación y criminalidad velada contra las etnias), cuando veamos una inmensa selva que nos proteja y enriquezca aparezca un cartel que sí diga: EL PUEBLO LO HIZO.

domingo, 7 de junio de 2009

LAS PALABRAS ASESINADAS: BAGUA



Estuve ausente 24 horas de Trujillo, tiempo tristemente suficiente para que nuestra nación haya vivido uno de los momentos más oscuros como sociedad civil. El cúmulo de la indiferencia de gobernantes, autoridades, políticos, costeños (nos toca a nosotros, también) y la población en general, ha permitido que se haya llegado a esta insania. Nuestra actitud soberbia de ver las cosas desde nuestro cristal, la intención cínica de querer conservar nuestros estilo y estatus de vida, nuestro velado racismo al cual duramente aceptamos, todo esto ha abortado en el crimen cometido en la selva. Hoy oía lo que comentaba la gente de a pie de una zona pujante y cálida como es Bagua. Este año estuve ahí (en abril) y las ciudades pequeñas (ambas, hay Bagua Chica y Bagua Grande) viven de la agricultura, comercio y un insipiente (bastante escaso) turismo. La gente amable vive directamente con sus comunidades indígenas en torno. Mucha de la población tiene ese origen y mantienen vínculos. Lo hecho contra los que protestaban, no hicieron sino encender la ira de la población; quizá pensaban que la interverción de los policías para "liberarlos" iba a ser bien recibida. Lo único que lograron era exarcebar la cólera del pueblo, puesto que han visto caer a un primo, a un amigo, a una persona, a un ser humano.

¿Cuántas ideas han estado ausente en todos estos eventos? Cordura, Respeto, Tolerancia, Conocimiento, Fraternidad. Quizá estas palabras solas no significarían nada; pero, si las enmarcamos en todos los eventos desde que se generó esta situación, esas palabras hubieran dado la solución a esta realidad la cual no sabemos en qué y cómo concluirá. En cierta manera, muchas de estas palabras han sido asesinadas con las balas y las lanzas empleadas estos últimos viernes y sábado en nuestra Selva.

Las generaciones posteriores de peruanos, cuando lean este evento, espero que no lo lean desde dos perspectivas, desde la del vencido y desde la del vencedor.

Espero, de buena fe, que estemos todos a la altura de un vuelco importante a nuestra historia. Sino, el sacrificio inútil de policías y civiles ha pasado a engrosar la lista de las estupideces humanas. Pero, por lo que leo ahora, sobre todo del gobierno, parece que tristemente va a ser así.

domingo, 12 de abril de 2009

UNA SEMANA SANTA NON TAN SANCTA, VIAJE AL EDÉN


Jaén. Este nombre lo había escuchado desde muy pequeño en frases lanzadas cada vez que las aguas ecuatorianas y peruanas se movían por problemas limítrofes. "Tumbes, Jaén y Maynas, ni de vainas", ésa era la frase que algunas veces se escuchaban cuando aparecían gritos patrioteros que los gobiernos de turno solían mover. Y era irónico, por lo menos en la parte peruana, porque le venía sus arrebatos de peruanidad y señoría cuando había situaciones como la nombrada; pero el resto del año o por lo general, era terreno olvidado. Si mal no recuerdo, muchos representantes de estas zonas no las conocían, pues radicaban en Lima. Así son los líderes actuales cuyos lugares de residencia figuran en el padrón sólo para cuestiones administrativo-políticas.

Ante tanto preámbulo y referencias, decidí tomar mis bultos y enrumbarme a esa ciudad.

Toda la gente, salvo contadas excepciones, incluso tendía a desanimarme, puesto que las lluvias habían hecho intransitable el camino. Había parte de verdad, no toda.

El jueves santo salí hacia Chiclayo, ciudad que tiene el mejor nudo de comunicaciones de todo el norte del país (era cierto, en las ciudades que estuve Trujillo es una mera referencia, la gravedad cae en Chiclayo). Salimos en un bus de Moviltour, casi puntual: 2 pm. Premunido de mis cámaras y libros, subí al bus no con cierto temor: lo que había escuchado había sembrado en mí cierto temor.

Enfilamos por la carretera hacia Olmos, futuro proyecto rival de Chavimochic. La ventaja de Olmos es que tienen vertientes de aguas diversas y ya es una zona agrícola rica. Desde ahí se inicia el ascenso a uno de los puntos más bajos de la Cordillera de los Andes: Abra de Porculla. La carretera fue concesionada hace un par de años y es bastante buena, diría asombroso lo que vi. Cierto es que habían caído huaicos (deslizamientos), pero rápidamente conos de seguridad, vías alternativas o reparadas y carteles anunciando el peligro aparecían por todo lado; además la carretera cuenta con postes de seguridad para llamar a auxilio mecánico o policial, no tuvimos necesidad de éste, no sé si funcionare, pero ahí está. La carretera, para haber tenido derrumbes, estaba mil veces mejor que la Panamericana en varios tramos y el viaje fue placentero.

Sin ningún contratiempo llegamos a la ciudad de Jaén a la hora prevista. Más puntual que los inefables buses a Tumbes.

Al llegar, la lluvia caía sobre la ciudad; un fuerte chapuzón me hizo temer que la íbamos a pasar en nuestro hotel. Para suerte nuestra, el hotel se hallaba a media cuadra del terminal de buses; en una ciudad pequeña, las diferencias sociogeográficas no son tan marcadas, por lo que el hotel era mil veces mejor de lo que pudo haber pasado por mi cabeza con los parámetros de un ciudadano costeño.

Con un buen pollo a la brasa, cerramos ese día, planificando la salida para el día siguiente y tratando de hallar algo de ropa adecuada para la lluvia. No íbamos a tener necesidad de ella.

Habíamos oído de San Ignacio y el paraíso que lo rodeaba. Hacia allá apuntamos. Cuando fuimos al terminal de buses y micros, la gente nos decía que para llegar a dicho lugar te tomaba 4 HORAS. Cambiamos de opinión, había hablado con Diego, un exalumno y él me había nombrado BELLAVISTA y su interesante vista del Marañón. Tomanos un colectivo e hicimos migas con el chofer. Nos dijo que podíamos cruzar dicho río con una suerte de balsa. Era la aventura.

Llegamos con un mototaxi y vimos el caudal: era impresionante. Veíamos el agua totalmente turbia con caudal violento y arrastrando troncos de árboles desgajados por su violencia. A lo lejos vimos la nave, delgada y pequeña frente la turbulencia: o regresábamos a Jaén con eso sólo conocido o seguíamos hacia Bagua Chica. No nos amedrentamos y nos lanzamos hacia la aventura. Reconozco que hubo momentos en que temí que la lancha se volteaba. Ya me habían dicho que en la selva la vida tiene otros valores. Los estaba experimentando.
Al llegar a la orilla, descendimos y fuimos a buscar otra mototaxi que nos llevara a Bagua Chica. Por 8 soles, subimos a dicha moto y comenzo un viaje alucinante: la trocha estaba más o menos bien tenida y, de repente, aparecen unos charcos y una suerte de río acequia cargado de agua. Cientos de pequeños insectos (milpiés) pugnaban por cruzan de una orilla de la carretera a la otra, los pobres animales era aplastados por las ruedas de los vehículos que transitaban por ahí, el desgraciado de nuestro chofer apuntaba sobre ellos; pero al ver el charco, temí que el viaje acababa ahí. Como buen ciudadano de tu urbe, eres el perfecto inútil para situaciones como ésta, aterrado me aferraba a la moto mientras ésta avanzaba entre el lodo y el agua. Pronto salimos a la carretera que iba a Bagua, alucinante. Con la motito pasabas desafiante frente a buses e inmensos camiones. Pero el tráfico era bastante regular, sobre todo motos como la nuestra.
Llegamos a Bagua, el calor se hacía infernal. Bagua Chica tuvo un momento de esplendor y era, irónicamente, más importante que Bagua Grande. Pero ahora la carretera la ha "aislado", ya que tiene una sola entrada (y salida). Esta Bagua sobrevive por el hecho de ser la capital de la zona, pero a ese paso se va a convertir en un pueblo fantasma (ya casi lo es)
Al llegar preguntamos qué era lo atractivo de la zona, un chico de 18 años nos ayudó en su mototaxi. Irónicamente, este muchacho, Ricardo, tenía un buen vocabulario y manejaba bien la información. Nos contaba que su curso preferido en el colegio era Geografía; le había rendido frutos. Nos llevó hasta un lugar que es el encuentro de tres ríos: Chinchipe (que viene desde Ecuador), Utcubamba (lo había visto en Chachapoyas) y el violento Marañón; al llegar al lugar éramos parte del grupo de curiosos que veíamos las ruinas de un reciente desastre por causas de huaycos: como decía el cartel, zona de inestabilidad geológica.
Dejamos atrás Bagua Chica y nos fuimos por una buena carretera a la Grande, ahora sí en mérito a su adjetivo, más comercial, con más servicios (aunque cerrados por fiesta). Aquí almorzamos (sólo pollo, les gusta el pescado y mariscos que traen de Chiclayo, me daba mala espina) y luego seguimos con nuestras visitas; previo arreglo con un mototaxista nos fuimos al pintoresco pueblo de Cajaruro y vimos el cerro la Torita, donde hacen una peregrinación por Viernes Santo. De este lugar nos fuimos a una laguna, Burlan, la cual es maltratada por sus habitantes. En realidad, el lugar es bello, pero la gente llega con todo su servicio y luego de comer dejan la basura abandonada e incluso la lanza a la laguna, increpé a unos señores y ellos respondieron que era culpa de la Municipalidad, pero le increpé diciéndoles que ellos habían llevado la basura y lo correcto era que se la llevara, hicieron oídos sordos. Fue una situación bastante decepcionante.
Retornamos a Jaén con este sinsabor. El retorno fue tranquilo.
Este viaje quedó muy corto para ver todo lo que ofrece la zona: ríos, lechos de dinosaurios, bosques feraces, grandes plantaciones de café y mucha amabilidad.

Hay que ir otra vez.