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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 3 de septiembre de 2023

¿SIN RUMBO INTENCIONAL? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 03 SEPTIEMBRE 2023)

 


Leer noticias diariamente es un poco deprimente. Bastante, diría yo. Esa realidad retratada en los medios de comunicación hace que cada vez más ciudadanos opten por apagar el medio de difusión, no descargar el diario virtual o no comprar los diarios. Entre edulcoradas falacias sobre una realidad negacionista o la exageración de una noticia para ocultar otras, el desinterés de lectores u oyentes se incrementa, quizás con la clara intención de que, precisamente, estos dejen de ocuparse en las situaciones escandalosas que vemos cotidianamente, pero que se hallan revestidas de una especial patena que los mismos medios “decoran”. Esto permite entender la selectividad de la delincuencia (por ejemplo, con el narcotráfico) o el tratamiento especial que reciben políticos incompetentes que tienen en dichos medios varios simpatizantes. El debilitamiento de la credibilidad periodística se incrementa cuando muchos medios no atacan a políticos que realizan acciones abiertamente delictivas, como los famosos congresistas mochasueldos. De haber una presión permanente de los medios, estos estarían ya en vías de ser desaforados, como antaño. Nos queda un panorama dubitativo en el que el periodismo como tal no sale bien parado: o ya no es el cuarto poder como se lo suele llamar, o está todo amañado generando una fuerte decepción social. Este escenario permite que la corrupción avance incontenible, como lo vemos no sólo en los poderes judiciales, legislativos o ejecutivo, sino en todos los planos sociales. Es una posición confrontacional que debilita el rol del periodista adoptando una actitud reñida a la ética profesional. La intocabilidad de algunos cuestionables personajes, sea en nuestra Región o a nivel nacional, vuelve cómplices a muchos profesionales con estos personajes y sus actos. Tantos escándalos frecuentes en los círculos políticos locales como nacionales harían de las páginas y noticieros espacios permanentes de investigación seria que convocaría cada vez a más ciudadanos deseosos de conocer una verdad que se pueda confrontar en las páginas de un diario o en las pantallas de nuestras televisores o celulares. El pluralismo debe darse en todo nivel y facilitar las investigaciones a todo nivel. Esa será la forma cómo esta profesión que busca la objetividad en el mayor de los casos cumpla esa función para hacer un verdadero servicio a la comunidad para que se pueda construir una verdadera ciudadanía. El buen ciudadano quiere buscar la información de hechos para poder construir sus reflexiones y conclusiones y construir ciudadanía. En momentos como estos, ¿podríamos tomar el actual periodismo como un ejemplo de buen profesionalismo para ser llevado a una clase escolar o universitaria? ¿Qué podemos indicar a un alumno cuando lea nuestros diarios y vea los programas de TV o redes sociales? Gran dilema para los profesionales del ramo y los consumidores de su producción. “¿Miente, miente, que algo queda?”


domingo, 26 de febrero de 2023

DESPRECIABLES REALIDADES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE FEBRERO)

 


Vaya semana la que hemos pasado. Declaraciones y hechos que han venido de cavernas oscuras del pensamiento humano. Lo más retrógrado está circulando en todos los ambientes de cualquier sociedad, quizás dado por efectos postpandemia que nos permita entender la poca empatía y la nula comprensión de los demás, de la sociedad en la que uno vive. Cargados de un clasismo y misoginia rampantes, algunas declaraciones rompieron puentes de comunicación en una sociedad que se encuentra carente de líderes que asuman ese rol conciliador; por el contrario, sus comentarios, burdos y chabacanos, han golpeado a vastos sectores de la sociedad y esperemos que sean correctamente sancionados como ya está sucediendo en las redes sociales; lastimosamente, esos resortes políticos y sociales que hubieran saltado automáticamente para corregir esas graves faltas no van a reaccionar,  parece, con el fin de contener ese desborde de trasgresiones como las que estamos viendo por diversos medios.

Dos ejemplos son mortificantes. Aparte de los muchos disparates dichos para justificar el menú del escándalo por parte de diversos congresistas de diversas bancadas, las declaraciones irrespetuosas del congresista Montoya han calado hondo en una nación en la que muchos ciudadanos tratan de terminar el día habiendo ingerido algo decente para sobrevivir. Lejos de haber censurado sus comentarios, diversas personas han justificado su accionar indicando que era correcto “cuadrar” a los periodistas por las incómodas preguntas que le estaban formulando. Así, a rajatabla. Lamentable posición y espero que tal situación haga comprender a muchos ciudadanos sobre el errado camino confrontacional que varios personajes han ido tomando en esta sociedad demasiado polarizada.  La segunda son las declaraciones bastante misóginas del actual burgomaestre trujillano. Quizás sus comentarios los haya querido hacer con burla e ironía, pero estos fueron totalmente fuera de foco. Y en la evidencia, quien realizaba dicha grabación se echó a reír festejando la broma de mal gusto que lanzó. El mismo camarógrafo se volvió cómplice al festejar con su risa burlona el lamentable hecho. Personajes hambrientos de cámaras como los son muchas autoridades encuentran colusión con una ciudadanía educada televisivamente tras las numerosas décadas de Laura Bozzo, Esto es Guerra, Los Cómicos Ambulantes, entre otros personajes y “programas” que invadieron e invaden nuestras pantallas para embrutecer a una masa electoral que decide votar por el que más se contornea de manera ridícula, profiere groserías, “tiene calle”, adopta posturas matonescas o es un macho a quien nadie le “pisa el poncho”. Es un mal mundial. Ahí tenemos a Trump y Bolsonaro. Tenemos muchos congresistas que actúan así y se protegen entre sí, sino no se entendería que un tipejo violador haya tenido tan poca sanción. Ellos son producto de todos esos años de descalabro. Son, a fin de cuentas, nuestro reflejo.


domingo, 22 de enero de 2023

¿AL FONDO HAY MÁS SITIO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE ENERO)

 


Más al fondo, mucho más. Más de media centena de muertos, muchos de ellos por balas. Estado de emergencia y toque de queda en muchas regiones del país. Carreteras bloqueadas en muchos tramos de la Panamericana y saqueo con destrucción de bienes en muchas ciudades y zonas de bloqueo, mientras el discurso de la presidente es que todo está “controlado”. Un verdadero diálogo de sordos en medio de un desprecio por la vida humana tal como lo expresa el lenguaje oficial, de manera subyacente, así como las expresiones de la gente en redes sociales: racismo, clasismo. Brechas y etiquetas socioeconómicas, lingüísticas y culturales han salido a flote para justificar acciones extremas observadas severamente por medios e instituciones nacionales e internacionales encargadas de los DDHH. Ya algunos gobiernos se han pronunciado para detener la creciente anomia y obituario diariamente. ¿A dónde vamos?

En una conversación sostenida entre varios gestores culturales el último viernes, se veía el camino largo pero necesario por recorrer en el campo de la cultura, artes y academia para ir cerrando las profundas zanjas que se han ido abriendo por siglos en nuestra sociedad construyendo una necesaria ciudadanía. El proceso exigirá que todas las partes aprendamos del otro, la otredad; no es un conocimiento que se le va a pedir al otro, es el de todos para conocernos más y tratar con respeto a todos los integrantes de nuestra sociedad, los peruanos. Por eso, es urgente cambiar el tono y discurso que sale desde el Palacio de Gobierno; se lo están diciendo a la presidente, la CM y Congreso en todos los idiomas posibles. O será que hay que llegar una cuota humana de decesos para que recién se module la comunicación: ¿cien, doscientos peruanos más? ¿mil? La adjetivación ofensiva de “terruco” contra muchos de los protestantes, algunos de ellos con parientes muertos por la policía, exacerba más los ánimos de una población desatendida por siglos, sin educación ni salud de calidad, con mecanismo de justicia adversos a ellos y con muestras de crecimiento desigual. Ojo, crecimiento no es igual que desarrollo, algo que no hemos vivido en nuestro país en las últimas décadas. La situación extrema le va a pasar pesada factura a Dina Boluarte y a todo su gabinete por lo que no sería raro que, de agravarse la situación, otros ministros “tiren la toalla”.

Otro papel es el que han jugado los grandes medios de comunicación, alimentando casi un lenguaje esquizofrénico. Por ejemplo, un titular de un diario local anuncia que el paro no prospera gracias a la gestión del gobernador regional y, de pronto, se suceden bloqueos e incendios; el siguiente titular aparece con un condicional: habría, serían, actuarían. No hay certeza de hechos y evidencias que corroboren lo dicho generando desconcierto, malestar y escepticismo entre los lectores. Por todo esto, sólo que decir que nos va a tocar un largo trecho para recuperar la verdad y confianza en nuestra sociedad.


domingo, 16 de octubre de 2022

DIALOGANDO CON RAFAEL DUMETT (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE OCTUBRE)

 


El viernes 14 tuve la oportunidad de tener diversas conversaciones con Rafael Dumett, quien vino a Trujillo como jurado a iniciativa de los organizadores del Festival de Cine Peruano de Trujillo (FECIT). Rafael tuvo una recargada agenda y se dio un tiempo para poder presentar su libro El espía del Inca. Todas las conversaciones se centraron en un solo gran tema: el manejo de la información. Su novela, a pesar de ser una obra de ficción, tiene una serie de datos cruzados y verificados, fuentes e información obtenidas gracias a la constancia y disciplina del autor, el respeto que él tiene hacia el lector y el asumir las consecuencias que se están generando a raíz de la lectura propuesta. Dumett expuso claramente en sus presentaciones sobre la falta de atención hacia la verdad, el conformismo social y la negación de muchas personas y sectores de aceptar hechos oscuros que ocurrieron a lo largo de nuestra historia y que nos describen tal como somos. Muchos conceptos e ideas culturales formados por décadas han sido cuestionados gracias al avance de las ciencias sociales complementado con el desarrollo de otras ramas de la ciencia en búsqueda de la verdad, esa que muchas veces no queremos aceptar. La oficialidad difunde muchas “afirmaciones” a través de diversos medios y sistemas que son poco cuestionadas con el fin de evitar confrontaciones e incomodidades y mantener una suerte de statu quo. Dumett habló de la honestidad en la construcción de la información, de la disciplina en la verificación y exposición de datos y fuentes. Hablando con un grupo de jóvenes, él les demandó ser más cuestionadores de todo lo que ellos ven, leen u oyen en una sociedad cada vez más apabullada por medios de comunicación sesgados y una cultura informativa ligera e irrespetuosa, carente de fundamentos frecuentemente. Por ejemplo: la visión que se tenía del Imperio Inca, “un imperio sólido, con ciudadanos felices” y una probidad ensalzada por el Inca Garcilaso de la Vega se derrumba ante los escenarios que nos muestra Rafael en su novela. Extrapolando, la idea de una sola nación se ve cada vez más complicada al ver los resultados de estas últimas elecciones, en las que vemos una sociedad fragmentada, disociada. Se hacen necesarias la honestidad y seriedad informativa, las que se ven todos los días melladas por posición aviesa, torcida de intereses que buscan destruir más que construir un ideario más real, propositivo para nuestra sociedad que está atravesando esta grave crisis de gobernabilidad y credibilidad en las instituciones y personas que dirigen la nación en su conjunto. Comencemos leyendo bien los resultados del 03 de octubre para tener claro el panorama y no construir ilusiones en desmedro de las evidencias. Ni líderes ni partidos políticos han estado a la altura de las circunstancias. Negarlas es escindir más a la sociedad. Una dosis de humildad y sentido común serían puentes para nuestra dañada ciudadanía.



lunes, 8 de agosto de 2022

AL LÍMITE (DIARIO CORREO ARTÍCULO DE OPINIÓN TRUJILLO 07 DE AGOSTO)


En una semana llena de pantomimas y desplantes en el mundo político peruano, y un avance alarmante y descarado de la corrupción en el Poder Judicial, una triste noticia nos estremeció y nos debe de invitar a una profunda reflexión, esa que los partiduchos que nos gobiernan en los poderes legislativo y ejecutivo no nos permiten abordar por ocuparse estos más en cubrir sus veleidades y trafas que en preocuparse por la ciudadanía.

El fin de semana pasado vi una obra teatral puesta en escena por jóvenes actores trujillanos. El tema: el suicidio. Dos jóvenes entablaron un diálogo, cínico y desesperante, sobre la realidad que los empujaba a tomar tan drástica respuesta a un pesado morral cargado de frustraciones, rechazos y derrotas; esas que agobian a miles de personas. Las procesiones van por dentro. Pese al acercamiento entre ambos, toman la fatal decisión de saltar al vacío. Tras dos años de pandemia (que parece rebrotar galopantemente), todos nos sumimos en el silencio de nuestras casas, en un aislamiento cargado de temor e incertidumbre. Cuando reviso los textos de entonces, asombra saber que llegamos hasta aquí. Pero no llegamos íntegros. En el camino muchas heridas mentales se abrieron; pero hubo la esperanza de que en algún momento las íbamos a abordar para reconstruir nuestra psique, nuestras emociones, nuestro mundo interior. Algo de esperanza. Mis textos escritos a inicio de este año invitaban a la reflexión y diálogo, luego de conversaciones sostenidas con profesores y psicólogos durante los primeros meses de retorno a la presencialidad estudiantil. Olas diversas de emociones recorrían las aulas y patios de diversos colegios; niños y jóvenes volvían a verse; pero, en el trayecto fueron emergiendo grandes carencias en infantes y adolescentes. Duelos truncos, miedo a la socialización, reclamos no oídos, miedos y tics iban surgiendo entre ellos. Capacidades motrices truncas entre los más niños y dificultades de trabajar en equipo. Quizás otras carencias vayan a surgir en las aulas universitarias, fuera del deterioro académico. En la absurda creencia de que los adultos pueden ser más capaces de controlar sus frustraciones, he ido teniendo algunos amigos quienes partieron por sus manos sin habernos preocupado por sus silencios. Decidieron saltar al vacío al no tener las respuestas que necesitaban. La sociedad nuestra enfrenta estos nuevos vacíos que agobian a muchos profesionales de la salud mental, profesores, padres de familia. A la sociedad en general. Los puentes están débiles y muchas veces son muchos elementos externos los que empujan a tan fatal decisión.

Además, muchas personas son víctimas de vejaciones por inescrupulosos abusivos y, también, por medios escandalosos; algunas personas aprovechan para sacar ganancia del escándalo público; de eso viven: del morbo de la chusma. Estos inescrupulosos son culpables de esta situación justificando su accionar lesivo para satisfacer a “su público”.


domingo, 31 de julio de 2022

MUERTES LENTAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 31 DE JULIO 2022)


 Fiestas Patrias. Deslucidas por la malcriadez, la irrealidad y la confrontación. Acentuación de la anomia política que venimos sufriendo ya por décadas y que pareciera que todavía no se ha tocado fondo.

Todo este despelote de los últimos días nos ha permitido ver la clase política que nos gobierna, desgracia que tratar de ser “protegida”, si cabe el término, por personas que inundan nuestros medios de comunicación masiva virtual con memes y mensajes tergiversados de uno u otro bando, si también cabe el término. Y los medios de comunicación no han hecho nada más que jugar una suerte de caja de resonancia torcida con noticias alejadas de la verdad. El lamentable caso de la supuesta fuga de la hijastra del presidente ahonda todo el escepticismo válido que todo ciudadano puede tener sobre dichos medios. Las elecciones de la nueva presidencia del Congreso es otra muestra de negocios turbios en los que caen cabezas y se empodera a personas de dudosa reputación. La política peruana es el espacio de acomodos y de intereses, sobre todo personales, creado por el debilitamiento de los partidos políticos. Son estos últimos los responsables de haber puesto al presidente que, hipotéticamente, nos dirige y al congreso que, supuestamente, debe velar el bien común. Ni uno ni lo otro. La habilidad y muñeca de las movidas políticas son las suficientes como para dirigir todos los dardos de la opinión pública hacia la medrada presidencia que tenemos, mientras los otros también juegan a espaldas de la ciudadanía. El discreto aumento de sueldo al personal del Congreso es una sutileza que poco ha preocupado a los masivos medios de comunicación, salvo algunos. Triste realidad.

Se habla de vacancia de una manera u otra. Se habla de que el Congreso también debe de irse (¿lo harían?). Elecciones generales. ¿Con qué candidatos? ¿Los mismos personajes que han causado todo este desmadre y haber polarizado el país al nivel en que estamos? ¿Nos polarizaremos más? ¿López Aliaga, cuyo partido se ha desmoronado y ha quedado circunscrito a Lima? ¿De Soto, ya desaparecido del mapa político mientras su partido es un neo vientre de alquiler? ¿Keiko, quien afrenta problemas con la justicia y tiene un partido plagado de tránsfugas? ¿La izquierda, llena de partiduchos y de cacicazgos provincianos que llevan su modus operandi a palacio? ¿Acuña, cuyo liderazgo ha sido fortalecido en estas elecciones del Congreso y cabeza de un partido con personajes muy cuestionables? ¿Querrán los líderes de estas agrupaciones políticas reformular la Ley de Partidos para evitar ser vientres de alquiler y acoger cada vivaracho, estafador o violador como ahora tenemos? A mi modo de ver, la función del control mediático que se ha hecho al inepto Pedro Castillo debe de ser el mismo para todos los políticos, pues debemos ser conscientes que, si sale Castillo, uno de los que lideran esos fantoches gremiales del congreso será el nuevo presidente de nuestra nación.


domingo, 6 de marzo de 2022

LAS MUERTES DE LA VERDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 06 DE MARZO)

 


1. Cuando era muy joven, en Arequipa, un día hablaba con el padre de un amigo que había salido de Alemania entre guerras: el señor, bastante mayor, me comentaba que siempre le daba cólera ver la serie televisiva norteamericana Combate con Vic Morrow, pues mostraba a los alemanes como los malos y estos tenían que perder. Sin chistar e incuestionable. 2. Al retorno de mi experiencia becaria en Dinamarca, tuve que volar a Lima vía Madrid los primeros días de febrero de 1995. Perú estaba en conflicto con Ecuador; el piloto y personal de la tripulación nos informaron que el viaje iba a demorar un poco más, puesto que no podíamos sobrevolar territorio ecuatoriano por tener nuestro vuelo como destino final a Lima: inmediatamente mostraron el mapa de ambas naciones en las grandes pantallas utilizadas para proyectar filmes durante el vuelo.  El comentario de varios pasajeros no peruanos era automático: David contra Goliat. Uno soltó una censura contra nosotros aduciendo que éramos abusivos y ambiciosos. 3. A raíz de dicho conflicto, invité a un amigo periodista que había estado con el presidente de entonces, Alberto Fujimori, en la Cueva de los Tayos para que contara su experiencia a mis alumnos en clases en la universidad que enseñaba; los comentarios del periodista confirmaron el irresponsable actuar del entonces presidente, afirmación totalmente opuesta a la que muchos medios difundían. 4. En televisión por cable proyectaron el documental 11M que narra el atentado terrorista de Al Qaeda contra varios trenes en Madrid; inmediatamente el gobierno de entonces de José María Aznar persistió en la teoría que este ataque había sido organizado por el grupo terrorista vasco ETA, teoría que fue esgrimida permanentemente por todos los integrantes de su gobierno hasta que las evidencias refutaron todo.

En mi artículo dominical de la semana pasada escribía sobre el texto El sueño de la razón de Juan Villoro, en el cual pedía con urgencia desarrollar el pensamiento crítico, ese que Edgar Morin promovía de manera insistente. Ante un mundo virtual avasallante construido por una rapidez informativa, el ciudadano no tiene tiempo para reflexionar y construye una verdad sustentada en la parte emotiva del lector o del televidente. Estamos construyendo una “verdad” en base a emociones que contornean y terminan distorsionando nuestra percepción. El ciudadano no se da el tiempo de pensar y cuestionar lo que los medios nos dan enlatado, obligándonos a pensar de manera unilateral en un mundo multilateral; los envoltorios son tan convincentes que los aceptamos sin chistar. El terrible conflicto bélico en Ucrania es el espacio donde se van contorneando monstruos y lavando rostros de otros para ser los “buenos de la película”. Peor; así como los nazis prohibieron a los polacos oír a Chopin, ¿se llegará a prohibir ver filmes de Tarkovski, leer a Tolstoi o Pushkin, u oír a Prokofiev o Tchaikovski? Absurda guerra dolorosa.

domingo, 6 de junio de 2021

AGRIETÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 DE JUNIO)


Momento decisivo. El Perú va a las urnas. Tras los resultados de la primera vuelta, la sociedad peruana se ha visto envuelta en uno de los procesos más conflictivos y dolorosos de los que yo recuerde. El lunes 07, Día de la Bandera, dos medios Perú estarán en posiciones encontradas. Ad-portas de nuestro Bicentenario.

Las condiciones para estos enfrentamientos incluso familiares no han sido generadas en estos últimos días; en las últimas elecciones el desarrollo de los medios virtuales de información y comunicación ha permitido la expansión de un uso inadecuado de estos para difundir sentimientos, emociones y posiciones. Adjetivos de todo calibre han circulado por las redes para acallar a la persona que no concordaba con las ideas de uno u otro candidato. Todavía está fresco el recuerdo de los PPKausas que generaron todo un discurso de odio racial y cultural tras la pérdida de su candidato, PPK, en la contienda en la que salió presidente Ollanta Humala. Lejos de haber abordado este sensible tema con el fin de moderar mensajes subjetivos, la técnica ha ido prosperando como lo hemos en las versiones electorales restantes, incluida esta. Esta pesada situación ha ido invadiendo todos los campos de nuestra vida cotidiana; no se ha modulado nuestra comunicación, sino que se ha visto invadida por mensajes amenazantes de uno y de otro lado, forzando a todos a tomar partido por alguno de los candidatos que, a decir verdad, no tuvieron una aceptación política de resaltar. Ha invadido nuestros trabajos, nuestra conversación por chat, las reuniones familiares. Vemos a personajes famosos tomando partido, algunos con posturas humillantes y vergonzosas. Los mismos medios de comunicación, lejos de actuar con neutralidad informativa, han tomado una actitud oprobiosa que ha ahondado más el desasosiego de la sociedad nuestra. Con mensajes nada claros, apuntando a los sentimientos, los medios en general han generado desconcierto y contribuido a una mayor ignorancia cívica, la cual arrastramos por décadas. Muchos de nuestros mensajes fueron construidos por otros y replicados sin ningún tipo de cuestionamiento; pero al replicarlos, les dábamos nuestros sentimientos negativos.

Estas elecciones están enmarcadas en una terrible pandemia, esa que nos ha mostrado la peor cara de la sociedad, pero también actos que han trascendido a la miseria. Todos anhelamos una recuperación económica, pero también debemos de ser conscientes que esta sólo se logrará cuando haya un crecimiento mundial (somos dependientes) y esto no será posible por un buen tiempo. Fuertes demandas sociales han sido destapadas con tantas promesas y eso sí da mucho miedo, pues se ha apuntado a una vena sensible social: la desesperación. No cumplir con estas pueden abrir una espiral de violencia que será difícil contener; eso debe ser claramente leído por cualquier de los dos que suba al sillón presidencial. Hay que trabajar en cerrar grietas urgentemente.


domingo, 30 de mayo de 2021

UNA FINAL TENEBROSA, ¿VALE TODO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE MAYO)


El viernes pasé mi primera vacuna. De manera ordenada y con poca gente, íbamos avanzando para ser inoculados; había pocas personas y pregunté a una doctora que nos atendió por qué había poca gente; ella nos comentó, apesadumbrada, que muchos ciudadanos no quieren vacunarse por temor a los efectos que estas puedan causar según habían oído. Cuando me comentaba eso, recordé ese programa en el que un periodista y un médico generaron tal desasosiego y dudas entre tantas personas mayores. El miedo funcionó; muchos compatriotas quizás hubieran podido evitar enfermarse e, incluso, salvar sus vidas; ese par de personajes siniestros sigue sus vidas sin remordimiento.

Sabemos que en toda campaña electoral la verdad es la primera sacrificada en estas contiendas. La invención o tergiversación de hechos personales, familiares o partidarios pasan por los comentarios escritos u orales entre la gente; eso es lo usual. Lo malo es cuando ya pasa a publicaciones reconocidas con sesgo tendencioso. El problema se agrava cuando la manipulación de datos cruentos oculta la verdad en desmedro de identificar y analizar el problema más profundo: narcotráfico; además, causa un profundo agravio, como es en este caso, contra los familiares de las víctimas, así como la grave situación en la que se deja a las personas comprometidas en la investigación (jueces y otras autoridades): todo esto confluye en el luctuoso evento acaecido en una pequeña localidad de la convulsa zona del VRAE. Extrañamente, la difusión de este hecho no fue por canales oficiales y su manipulación ha dejado desconcertada a mucha de la opinión pública que trata de no contaminarse de la locura mediática de estos días. En vez de abordar ese complejo tema que corroe la sociedad, los grandes medios de comunicación están optando por realizar campaña con un descarado y escandaloso manejo subjetivo de la información. Es sabido que nuestros medios informativos no son un dechado de profesionalismo periodístico imparcial, pero un poco de decoro sería bueno para evitar tocar fondo. La semana que resta será campo minado en el que la mentira y medias verdades relucirán de diferentes formas, más de un bando que de otro, obviamente. De uno solo escucharemos y leeremos sus propuestas; del otro, sus “maldades”. Después de haber escuchado las insólitas preguntas que le hicieron algunos reporteros a Richard Webb sobre su identidad y la temática que iban a abordar, uno se pone a pensar en manos de quiénes está la información que nos debe de llegar en momentos cruciales. Panorama incierto por venir.

PD. Juan Manuel Ochoa, Jaguar en el imaginario popular, ha muerto. Conversamos largo y tendido en su visita durante nuestra segunda versión del Festival de Cine Peruano de Trujillo. Hablamos de amigos comunes, cine y algunos proyectos que quería desarrollar en nuestra ciudad. Murió como ese villano entrañable que tenemos en nosotros: luchar por uno mismo. Buen viaje.


domingo, 23 de mayo de 2021

DESPEDAZÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE MAYO)


En todas las últimas elecciones, desde las municipales hasta las presidenciales, estamos viendo que los recursos del agravio y del insulto se han ido incrementado. Esta campaña lo evidencia. Dichos recursos han existido en diversas contiendas de nuestra historia electoral. Recordemos los violentos grupos organizados de partidos políticos que tenían una participación disuasiva o ejercían violencia física, como el caso de los famosos búfalos o los comunistas. La publicación de libelos o pasquines era frecuente. A lo largo de varias décadas del siglo XX, agrupaciones políticas como las aprista y comunista estaban prohibidas y proscritas, y la presencia de algunas de ellos en los resultados parciales originaron anulaciones de las elecciones generales de 1936 y 1962. La solución era relativamente sencilla: prohibir partidos políticos y deportar a sus líderes. El caso más virulento fue el Ochenio de Odría. Por otro lado, las campañas electorales siempre estaban plagadas de ataques en las que los medios cumplían determinadas funciones. A medida que la tecnología iba avanzando, una febril campaña de difamación del postulante contrincante era más elaborada y lograba alcances más amplios. Los medios escritos, radiales y, luego, televisivos jugaban un rol decisivo en el electorado. Inclinaban la tendencia hacia tal o cual candidato de su preferencia y las redacciones modulaban los mensajes para inflar o tirarse abajo a determinado contendor electoral. Columnistas, dibujantes, locutores llenaban de sesgada información dirigida a sus receptores. Debido a la celeridad que iba exigiéndose en el mundo moderno, la información era cada vez más compacta, sencilla, pero también sofisticada. Eso lo entendió bien Montesinos con la creación de los famosos diarios y programas chichas: sencillos y hasta vulgares en su forma, y selectivo y destructivo en su contenido. La construcción positiva o negativa de un candidato pasaba por las líneas de estos medios que moldeaban a sus receptores: movilizaban sentimientos, frustraciones, ambiciones y pasiones que fueron muy bien capitalizadas políticamente. El desborde vino con Internet: la relativa libertad de este medio y el capital poderoso y peligroso que encierra lo hemos visto en las últimas décadas: grupos (u hordas) de personas (PPKausas, trolles) que dirigían ataques arteros contra un candidato o su grupo de electores con mensajes racistas, clasistas, misóginos hasta genocidas corrían de un lado a otro. Los hay en chats de nuestros amigos y de otros círculos, quienes utilizan estos como argumentos contra tal o cual candidato; son mensajes altamente violentos en su contenido. Además, hemos visto a postulantes recientemente lanzando diatribas e injurias no solo contra su contrincante, sino contra otros grupos como los mismos medios de comunicación de manera verbal (“mermeleras”) o incluso agresión física. Se está abriendo una profunda brecha insalvable en nuestra sociedad.


domingo, 7 de marzo de 2021

SALUD MENTAL Y SOCIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 07 DE MARZO)


En poco más de una semana, los peruanos recordaremos el inicio de un confinamiento riguroso acatado por varios ciudadanos, temerosos del avance de una pandemia incontenible. Este aislamiento forzado desnudó muchas fallas de un sistema que se pensaba ideal para lograr el ansiado desarrollo económico. Todo esto se comenzó a desmoronar en menos de una semana desde ese 16 de marzo. Desde inicios del 2020, las noticias que llegaban desde Asia y Europa eran cada vez más alarmantes; era cuestión de días o semanas que América Latina tomara medidas para enfrentar este mal que comenzaba a cobrar vidas rápidamente. Cada país trató de sortear la pandemia a su manera: algunos de manera drástica, como nosotros, pero con saldos terribles; otros relajados, como USA, Brasil, Suecia o México, también con saldos de espanto. El caso brasileño vive una situación extrema y se torna una amenaza para los países vecinos por su nueva temida cepa. Solo dos países latinoamericanos han salido de manera airosa frente a este drama mortal: Uruguay y Cuba. Al ver sus cifras de contagios y de fallecidos son bastantes bajas a moderadas. Incluso Cuba ya apunta hacia su propia vacuna.

Desde el momento del encierro, el miedo y la pérdida del trabajo, más nuestra alta tasa de informalidad, comenzaron a mellar la salud mental de la población. Las redes se volvieron un medio para acrecentar la incertidumbre ante esta nueva situación: negacionismo, atentado global, recetas y respuestas erráticas, exacerbación del aislamiento fueron los primeros mensajes virtuales. Muchos negaron la existencia del virus: una creación mediática de círculos de poder. Recuerdo una pregunta hecha por una persona, en tono de burla, en redes de si conocíamos a alguien quien haya muerto por este virus. A estas alturas, incluido yo, hay muchísimos que podrían responderle con mucha tristeza que sí. Hubo personajes mediáticos que se burlaban de las medidas y, de pronto, se vieron infectados del mal; algunos, incluso, abusaron de privilegios, los cuales ellos mismos critican. Vino la retahíla de recetas para el tratamiento, sugiriendo todo tipo de medicamento. Queda en nuestra memoria el consejo de Trump que casi llevó a la muerte a varios de sus seguidores. Luego la vacuna, el rechazo a esta, las teorías desopilantes sobre las mismas que llevaron a situaciones tan ridículas como la destrucción de torres de comunicación. Surgieron los antivacunas sembrando más dudas y alarma entre la gente cada día más deprimida. Ahora que las vacunas llegaron a nuestra nación, vemos a personas que, inicialmente críticas, exigen celeridad para su aplicación e, incluso, muchos pierden la ecuanimidad y actúan del mismo modo censurable como Vizcarra y sus ministros.

Algunos políticos o funcionarios no entienden las palabras cultura y arte. Incluso algunos quieren desaparecer el Ministerio de Cultura.  De haberse trabajado mejor, artistas, con psicólogos y médicos, hubieron ofrecido un mejor soporte a una sociedad urgida de alivio y esperanza.

domingo, 22 de noviembre de 2020

TERRUQUEO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE NOVIEMBRE)

Para empezar este artículo, tomo prestado un pequeño extracto del ensayo “Estética de la derecha peruana: una breve indagación sobre sus formas” de Mijail Mitrovic: “[..] El fujimorismo en el poder apostó por la cultura de masas como mecanismo de dominación y en ella la imagen documental operaba de dos modos: por un lado, atiborraba la prensa chicha del mórbido realismo de la catástrofe y el crimen, mientras la cuidadosa puesta en escena de las capturas de líderes de Sendero y el MRTA apuntaba no tanto a la lucha contra la subversión sino a desalentar cualquier disenso mediante el estigma del terruqueo [..]”. El resaltado y subrayado son míos.

Tenemos un nuevo presidente. Uno nuevo surgido en el marco de una ola de descontento contra la clase política vergonzosa y descarada. Los que recordamos los años 80 desde inicios de las acciones sangrientas de SL, los gobiernos de entonces no fueron capaces de enfrentar el crecimiento de este cáncer que prosperó por incapacidad de no ver al monstruo que tenían delante de sí, por el crecimiento de una galopante corrupción, una inflación desastrosa, escasez e ingobernabilidad como lo fue el primer gobierno de Alan García. Los entonces partidos de izquierda, corroídos por la inacción y el avance senderista abrumador, no trazaron una frontera con los movimientos terroristas, salvo excepciones. El ascenso de Fujimori fue acompañado de un aparato mediático que aplastaba sistemáticamente a opositores sociales y políticos de manera escandalosa. Así surgió el término terruco y sus diversas variables como "terruqueo" o “terruquear”. Esta palabra sirvió para encasillar, como una suerte de cajón de sastre, toda acción que implicaba reclamos por trasgresión de los derechos sociales y humanos. Ejemplos sobran. Cualquier resquicio de malestar contra el régimen o contra el modelo y las personas que sustentaban ciegamente al gobierno de turno, era acallado no solo a través de los medios, sino por la sociedad misma que vio con temor un posible rebrote de SL o cualquier variante de terrorismo. Tres generaciones de peruanos hemos crecido y reaccionado con el prejuicio que estigmatizaba personas y acciones. Esto también, en cierta manera, desalentó a muchas personas que querían hacer política, pues el fujimorato desmanteló toda forma de institucionalidad política: los Vladiveos son las más claras evidencias de ello. Prensa, farándula y algunos partidos políticos eran ignominiosos vasallos de una campaña escandalosa. Pero el daño causado en la sociedad aún persiste en las percepciones de la gente. Son respuestas automáticas, aprendidas por el sonsonete reiterado no solo en esa década, sino en los gobiernos siguientes. Una extensión a estas palabras es “caviar”, dada a aquellas personas que, pese a su condición socioeconómica, se adhieren a reclamos sociales justos.

La gente - los “terrucos” - salió a la calle a protestar. Una barrera ha comenzado a caer. Es tiempo de desaprender prejuicios y poner las cosas en orden.

domingo, 3 de mayo de 2020

EN NUESTROS FRÍOS LABERINTOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 03 DE MAYO TRUJILLO)


Las noticias que nos rodean. Segundo país en la zona sudamericana con más contagiados. Revuelta carcelaria con reos fallecidos. Keiko y Susana Villarán libres. Colas inmensas para comprar cerveza en Piura, una de las zonas más castigadas por la pandemia. Viaje cuestionado del Ministro de Salud a Lambayeque llevando un puñado de pruebas para el coronavirus. Ley que faculta el retiro del 25 % de las AFP. Empresas grandes pugnando acceder a la Suspensión Perfecta. Renuncia del Ministro de Interior por graves casos de corrupción. Varios policías muertos por contagio. Trabajadores de servicios públicos, como SEGAT, suspenden sus labores por contagio de muchos trabajadores. El desempleo crece día a día. Comienza la migración en masa de residentes transitorios en grandes ciudades hacia sus lugares de origen. El dilema entre hambre o enfermedad. Reacción negativa de padres de familia contra la educación virtual. Fatiga social por el aislamiento. Colapso de la Salud Pública. Fotos de grandes fosas comunes de algunas ciudades que muestran entierros masivos. Redes llenas de noticias alarmistas que hablan de conspiraciones chinas y comunistas contra el mundo. Perú entre los primeros veinte países con más contagio a nivel mundial. Recesión nacional y mundial.
Hay muchas más noticias que estas. Son las que pueblan los diversos medios de comunicación, sean virtuales o físicos. En el mundo virtual, plagado de noticias falsas, estas van acompañadas de comentarios de toda índole, siendo los negativos los que más abundan en estas redes de las que están pendientes millones de personas “prendidas” a sus celulares, computadores o televisores. La gente está atenta a cifras, números, curvas y cuadros estadísticos, de campanas de Gauss. Hemos preferido congelar nuestro miedo a través de envolturas numéricas, fotos o filmaciones digitales en HD.
Paulatinamente, de manera personal, estas frías cifras comenzaron a tener rostro humano. Primero, ya son 14 personas del vecindario que cayeron enfermas con 2 muertos. Un policía, conocido de varios colegas míos, fallece por complicaciones respiratorias a causa de la infección. Luego, un compañero de trabajo está en UCI con respirador artificial con pronóstico reservado. Casi a inicios de la pandemia en nuestra sociedad, una amiga española, directora de un colegio, me escribió un extenso correo en el que me contaba el panorama lamentable de su escuela, PPFF y profesores contagiados, y con un sistema de salubridad en camino al colapso. Al leer su correo sentí lejano ese mensaje, pero como una clara advertencia. Ahora toca nuestra pequeña realidad. Pero, pregunté a varias personas si tenían conocidos o familiares suyos infectados, y la respuesta es negativa. Quizás estemos negando esta realidad por defender nuestro único rincón de protección frente a esta hecatombe que nos está arrollando. 
Defendemos con garras nuestro último reducto. 
Urge crear espacios de alivio social.

domingo, 22 de marzo de 2020

REFLEXIONES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE MARZO 2020)


El pasado domingo había escrito un artículo titulado Apocalipsis mediático. Exactamente una semana después, el coronavirus ya está instalado y avanzando en nuestro país. Desde entonces, la cifra de infectados ha ido creciendo exponencialmente, tenemos cuatro fallecidos, un nuevo ministro de Salud y un prácticamente toque de queda que se va haciendo cada vez más riguroso. También vamos viendo comportamientos erráticos e inmaduros de muchas personas, así como instituciones y empresas que han velado por sus intereses más que por el bienestar de sus trabajadores, sus familias y la sociedad en general. Esta situación, insólita y extrema, está sacando los demonios de la sociedad. Muchas personas han tenido reacciones absurdas contra las acciones tomadas por el Gobierno ante una situación nunca vivida y, por lo tanto, no tenemos ningún marco referencial aplicable en su totalidad a nuestra realidad. Cada país está buscando una u otra forma para poder afrontar esta crisis que no solo está llevándose vidas; sino economías personales, empresariales y nacionales.
La insania social empezó con un manejo inadecuado de la información que generó una estampida de consumidores compulsivos de papel higiénico y gel con alcohol, ambos materiales poco útiles para la prevención. Ver a hombres y mujeres cargando planchas de papel higiénico daba más la sensación de una diarrea colectiva como una reacción de pánico ante la llegada del famoso virus. La semana previa al domingo 15, diversas instituciones actuaron correctamente cancelando reuniones, presentaciones, eventos diversos; sin embargo, los espacios de alta probabilidad de contaminación, como discotecas o bares, siguieron sus actividades. De manera individual, muchos siguieron comportándose como si nada estuviera pasando u otros, inconscientes, han hecho, de esto, un festival o vacaciones de desenfreno. Ambos ruines tipos merecen nuestro total desprecio. El manejo de la información ha sido deplorable; las redes sociales se han vuelto las “verdaderas fuentes de la verdad” (con casi un 90 % de información truculenta y falsa) y abrió los temores de una población de poca o nula formación cívica y que ha crecido en una cultura del individualismo y egoísmo. Por ejemplo, la reacción de vecinos de Huanchaco contra la familia que tiene a una joven infectada es una muestra de ello. La ignorancia es más efectiva y alimenta el miedo, bien aprovechado por muchos para sus intereses.
Así surge el rumor del desabastecimiento, situación que genera mucho malestar. Se habla de ayudar al pequeño comerciante que muchas veces no tiene los medios para hacer frente a los supermercados. Pero la bajeza del aprovechamiento de varios de ellos les va a pasar una amarga factura en el futuro. Nula solidaridad con los ciudadanos de a pie; estos les responderán de igual forma.
Tenemos un nuevo Congreso amorfo. Debemos de ver el daño de la corrupción. Este tema lo debemos discutir la semana entrante.

domingo, 6 de mayo de 2018

ANOMIA SOCIAL: ESCALADA DE VIOLENCIA (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DE TRUJILLO DOMINGO 06 DE MAYO)


Diversos incidentes de violencia contra diversas personas, sobre todo mujeres, han conmovido a la sociedad trujillana y nacional: el asesinato de una profesora en San Andrés por parte de un par de delincuentes en moto; una mujer asesinada por una comba a manos de su conviviente en Huanchaco; el asesinato de una dirigente amazónica por parte de un ciudadano canadiense, quien posteriormente fue linchado por la comunidad; una mujer quemada por un excompañero de trabajo en un bus Metropolitano delante de numerosos pasajeros, quienes lejos de ayudarla, huyeron del mismo. La lista puede volverse más extensa, si se agrega las que vamos viendo a nivel internacional: niñas violadas y asesinadas; o mujeres atacadas en grupo, denominado “La Manada”. Me he detenido solo a contemplar el caso de mujeres, aunque los móviles entre cada uno de estos casos pueden diferir en sus casas, pero no en sus orígenes son los mismos: el desprecio total por la vida, la cual puede ser fácilmente truncada con el fin de lograr tus objetivos. Es la culminación de una serie de errores y frustraciones, la mayor de las veces, sociales que encuentran en la violencia la única solución a los problemas que uno tiene que enfrentar.
Quisiera focalizar mis reflexiones desde tres líneas. Ahora estas se centran en la forma cómo tratamos la violencia en sus variadas formas, siendo el feminicidio uno de ellos, en sociedades que carecen o son débiles los tres puntos que voy a abordar. Veamos el educativo. En el proceso de crecimiento de una persona, de no ser modulada esta respuesta por las personas que le competen hacerlo, sean los padres, el hogar, el colegio, la sociedad, tendremos a una persona que no halló límites a sus frustraciones y halla en la violencia la forma más eficaz para satisfacer sus necesidades, por más frívolas que estas sean: así tendremos a un coimero, estafador, ladrón, pandillero, asesino. El debilitamiento de las organizaciones sociales comenzando desde el hogar da una suerte de explicación de lo que está sucediendo en nuestras sociedades. Ahora ahondada por haberse debilitado formas de lineamiento y contención en ciertos ámbitos como el escolar por satisfacer el pedido de los “clientes”. Esta es, a mi modo de ver, una de las más riesgosas circunstancias, pues un niño o adolescente está en el momento de ser corregido para que se pueda ceñir a criterios éticos y normativos basados en respeto del otro, de la vida. Está circulando por las redes sociales un interesante video que muestra a una madre que, lejos de devolver un dinero que había dejado caer por accidente la cajera, lo oculta y hace cómplice a su hijo quien observa la escena; un minuto después, en la gran elipsis que puede ofrecer la televisión y el cine, vemos a ese niño, ya joven, muerto por la policía por haber cometido un crimen, mientras la madre grita (como vemos a muchas cuando su hijo o hija ha sido capturado) que él o ella es inocente.
El segundo se centra en la información que nos rodea y que condiciona conductas y autopercepciones que terminan por justificarse como correctas. Los patrones se van adquiriendo en el hogar; pero también en los medios, desde la publicidad hasta los juegos virtuales que han invadido casi todos los hogares de clase media y a la que, irónicamente, la clase baja pugna por adquirir. La publicidad vende a la gente conceptos y crea en ella carencias con el fin de que esa carencia sea satisfecha con tal o cual producto. El bombardeo es implacable, pues ahora ya llega a ti a través de los celulares. Es su modus vivendi y se alimenta de ello, la justifica. Las necesidades artificiales hacen que la gente aspire a tener lo que no necesita; es además una forma de adquirir un estatus que termina por ser avalado por los demás como una forma de presencia y poder. Así se busca cómo acceder a tal o cual producto; ahora es increíble cómo la publicidad va descendiendo en cuestión cronológica: ahora el target o público objetivo es el adolescente que reclama cada vez más a padres agobiados por necesidades primarias urgentes. El otro día escuchaba por la radio una publicidad de una empresa de celulares la “increíble” oferta que permitía a un adolescente de 13 o 14 años exigirle a su padre la compra de un celular con internet. El mensaje era directo y con un lenguaje manejado por esta población. El consumo desmedido, lejos de todo el problema que está acarreando en nuestras sociedades, ha generado que muchos jóvenes opten por alternativas de recursos que pueden hallar en el hampa y el narcotráfico; así estos jóvenes que encuentran un dinero “fácil” no tienen filtros personales para exhibir sus “logros” y puedan emborracharse en sus “jueves de patas”, comprar la ropa para encandilar a las chicas, entre otros ejemplos. Los modelos de comportamiento alimentados por chicos huecos de los realities, más el estilo de vida de muchos narcotraficantes (recordemos a Gerald Oropeza) incrementan esa ansiedad en niños y jóvenes hambrientos de acción y de lujos para satisfacer sus “necesidades”. De paso, podemos hacer una reflexión sobre la actuación de los medios masivos de comunicación que potencian noticias “que venden” sin medir las consecuencias en una sociedad con tanta anomia como las nuestras. Dicen hablar y publicar en nombre de la libertad de expresión. Creo que palabra Libertad no significa actuar en total albedrío, pues implica además la palabra responsabilidad. Sartre fue claro en eso: libertad es compromiso. Si se entendiese así, otros serían los derroteros mediáticos en general.
Y, por último, el aparato correctivo y represivo de nuestra sociedad (Poder Judicial y Policía) hace tanta agua que son, con los políticos, las instituciones identificadas como las más corruptas del sistema peruano. Lastimosamente debilitado por los gobiernos de recientes décadas, tras el descalabro que fue el fujimorato, su efectividad no llega a ser del todo completa, pues ambos terminan por boicotearse. En esta semana, varios miembros de temibles bandas delincuenciales fueron liberados, pese a haber sido capturados tras sesudo seguimiento, por el Poder Judicial. Esa frustración cuestiona el trabajo policial sin ser ellos los culpables, pues la sociedad les va a reclamar a ellos por tener delincuentes en la calle. El aparato policial es otro asunto que debe de ser revisado concienzudamente. Por esta crisis, provocada intencionalmente para otros objetivos, varias bandas enviaron a sus propios candidatos a integrarse al cuerpo policial: verdaderos topos. La crisis no permitió crear filtros adecuados. Lobos que se les dio la función de cuidar corderos.
El tema de la violencia debe de trabajarse de manera global, desde la prevención hasta la corrección, si cabe el término. Es necesario limpiar procesos en la parte superior, pero también actuar correctamente desde los procesos iniciales de la formación del ser humano, esto es hogar y escuela. Los abusos en el manejo de los derechos individuales han maniatado las respuestas correctas que deben de darse a quien merece ser corregido. Y dejar de lado algunas hipocresías que han llenado las cárceles con las personas incorrectas, mientras por las calles pasean los delincuentes, muchos de los cuales aspiran en convertirse en parte del aparato público con el fin de hallar la ansiada inmunidad. Cientos de ejemplos tenemos y pueblan los medios.
Si no tenemos voluntad de estos cambios, limitémonos a seguir leyendo en la prensa (ahora ya toda sensacionalista) los crímenes nuestros de cada día.

domingo, 25 de febrero de 2018

VIOLENCIA JUVENIL


Los recientes sucesos luctuosos que causaron la muerte de 5 jóvenes en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo (Ex Floresta) muestran muchas debilidades de nuestro tejido social; la primera corresponde a los deficientes y corruptos sistemas judicial y penitenciario, sistemas que hace agua por todo lado. Lastimosamente, es la parte final de una cadena de errores cometidos por un adolescente a lo largo de su breve vida. Pero hay otros elementos relevantes que entran en juego aquí: el núcleo familiar, la educación, los medios de comunicación y varias efectivas políticas de prevención. Quisiera abordar estas últimas por haberme acercado más ellas por diversas razones.   
En la realidad tercermundista nuestra, la pobreza puede ser un fuerte condicionante para tener un caldo de cultivo de violencia, sea organizada o no. Sin embargo, no es una condición definitiva, pues hemos visto a mucha gente de extractos sociales deprimidos triunfar en diversos quehaceres de la vida pese a sus circunstancias adversas. Pero la realidad socioeconómica de las últimas décadas hizo que muchas familias, incluso de clase media y media alta, se volviesen disfuncionales por la ausencia de una de las cabezas familiares (generalmente la madre) por lo que muchos niños llegaron a la adolescencia con carencias de figuras centrales de la familia, que fue muchas veces asumida por abuelos, quienes tuvieron que lidiar con jóvenes díscolos y cuestionadores de la autoridad familiar. Nuestro país también tuvo un buen número de niños y jóvenes que crecieron en orfandad o abandono familiar; ante esta situación, la pandilla fue asumiendo paulatinamente un valor de pertenencia y de identidad. Sin llegar a las famosas y temibles maras salvatruchas, muchos adolescentes han crecido en un ambiente de violencia concreta y en espiral. Muchos de los jóvenes que pueblan estos centros de rehabilitación han tenido grandes carencias familiares.
Con este problema va acompañado también el del sistema educativo peruano. El colegio no logra ofrecer respuestas apropiadas a muchos jóvenes que ven frustrados su avance y futuro en la vida. Los intereses juveniles difieren de lo enseñado en aulas. Pero también el sistema educativo se ve agobiado por una serie de limitaciones y parámetros que han burocratizado el proceso. Muchos profesores se han vuelto expertos en llenar papeles y documentación, más que enseñar y capacitarse. Por otro lado, el desconcierto de algunos padres origina entorpecimiento en la enseñanza: exigen al colegio hacer funciones que le competen a la familia: la crianza es delegada al colegio, a los profesores; muchos padres de familia (algunos muy cómodos; otros, temerosos) han delegado esa responsabilidad a los profesores de aula, siendo algunos tratados como sus empleados. Son padres que no respetan a los demás y que terminan por no ser respetados por sus hijos. Y el colegio se ve cada vez más atado de manos para sancionar. La ley ya está sobreprotegiendo a jóvenes quienes, pese a todas las acciones de enmienda y reflexión, vuelven a cometer acciones reñidas contra la normal convivencia de un ambiente escolar. Se va generando un sentimiento de impunidad que no le hace nada bien a la institución educativa.
Por último, los medios también juegan su rol importante en la construcción de modelos positivos o negativos. Interesante es leer el capítulo Tinta Roja (en alusión al libro de Alberto Fuguet inspirado en la prensa amarilla) del libro El origen de la hidra de Charlie Becerra; este capítulo habla sobre este poderoso impacto que crean los medios en la sociedad. Nos comenta la forma cómo algunos diarios contribuyeron a la construcción de la identidad del miedo. Debemos, también, de recordar los años 80 cuando algunos medios limeños comenzaron a escribir las crónicas de la Chica Dinamita, pareja de Django, y el Loco Perochena, dos delincuentes que fueron elevados a la categoría de héroes populares y que generaron confusiones en la juventud. El fin fue incrementar las ventas sin medir las consecuencias en un segmento poblacional demasiado expuesto a estos falsos ídolos y, ahora, incrementado abiertamente en las redes sociales como las formas de captar a un posible sicario entre jóvenes que no hallan límites para sus audacias destructivas.

domingo, 19 de noviembre de 2017

GOLPES BAJOS (ARTÍCULO DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE TRUJILLO)

Las retinas y oídos de millones peruanos han sido saturados con la clasificación de un equipo peruano para un Mundial, luego de años de espera, 36 en total. Será la noticia que llenará diarios, radios, televisión, las redes sociales. Los periodistas y los aficionados se dedicarán a transformar en boom cualquier cosa que haga los jugadores. Serán la portada, la contraportada, la temática de publicidad, un largo etcétera que, espero personalmente, no sea tan duradero. La visita mediática del Papa será teñida por atisbos peloteros y no sería nada raro que le pidan hasta el hartazgo que coma cebiche y se ponga el polo de la selección. En fin, es cuestión de subirse al carro en medio del atosigamiento informativo que se nos viene.
La fiebre pelotera ha sepultado varias noticias nada gratas para la cultura peruana, la cual como siempre ha recibido poca cobertura mediática, salvo que haya un pelotero de por medio. Uno de ellos sucedió el domingo pasado en Lambayeque: el centro arqueológico Ventarrón fue destruido por un incendio de origen aún desconocido, el cual ha calcinado en pocos minutos investigación de décadas y borrado literalmente vestigios de más de cuatro mil quinientos años. Lo que no pudo la naturaleza, lo pudo (parece ser) la mano del hombre. Una zona arqueológica que se oferta en el interesante paquete turístico de esa Región no contaba con medios para poder proteger el complejo arqueológico. Lambayeque, Región con una oferta museística por demás interesante, no es capaz de proteger adecuadamente a su “gallina de huevos de oro”. También es una muestra de la situación en la que se halla el patrimonio arqueológico, arquitectónico y ecológico de nuestro país. Imagino lo que podría ser un incendio en el Bosque del Cañoncillo, o el Bosque Seco de Amotape compartido por Piura y Tumbes. Las amenazantes lluvias de un posible Niño pueden significar la estocada final para varias casas antiguas de adobe de nuestras ciudades (nuestro Centro Histórico sin ir muy lejos). Pero centros arqueológicos del pasado Moche o Chimú también se ven amenazados. Quizá algunas estrategias para atraer la atención de la población y autoridades en general, indiferentes a su patrimonio, deban considerarse la presencia de algunos de estos futbolistas para tocar la “”fibra de peruanidad” que ha rezumado a borbotones en estos días. Así como se han gastado miles de soles en polos, fuegos artificiales, televisores y licor, puedan destinarse algunos para ayudar este alicaído rubro; como imaginar que Paolo Guerrero hable sobre Mocollope o Ventarrón para generar un terremoto de medios. Creo y eso espero. 
En un pueblo tan triste como el nuestro, así descrito por AGP, estos logros deportivos sirven como una suerte de placebo frente a tanta desgracia, corrupción, inoperancia e indiferencia, los móviles que han sido los principales causantes de los últimos eventos aquí comentados. Pero podemos voltear la torta, ¿no?

domingo, 5 de noviembre de 2017

VIOLENCIA BANAL VISUAL (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO LA INDUSTRIA TRUJILLO DOMINGO 05 DE NOVIEMBRE)

El lamentable accionar de Shirley Silva Padilla, asesina confesa de dos varones en Lima en la semana pasada, nos ha causado asombro; sin embargo, este suceso es una larga retahíla de otros muchos más que vienen sucediendo en nuestra sociedad y a nivel mundial. La jovencita ha evidenciado un comportamiento que, fuera de sus propios problemas mentales (quizá no), difiere poco del accionar de muchos jóvenes exhibicionistas en las redes sociales (sobre todo, Facebook, en el que muestran a sus amigos, enemigos y colectividad en general su orgullo de pertenencia a diversas bandas juveniles que pueblan nuestras ciudades. En esta exhibición, congruente con sus ideales desde sus perspectivas, los jóvenes toman actitudes amenazantes ya no con gestos groseros o insinuantes, sino que portan armas que les permite ser reconocidos, aceptados e identificados por otros miembros, internos y externos, del grupo al cual pertenecen. Pensamos que su actitud es el reflejo de un nihilismo total; pero estos jóvenes se apoyan en la imagen para la creación de su propia identidad, imagen en la que los tatuajes y las armas son parte de ese rito hermenéutico, simbólico, por lo tanto estructurado, al cual deben de acceder y cumplir. La validación de su acción le será otorgada en los medios virtuales (fuera del Facebook, WhatsApp, Instagram, un largo etcétera de aplicaciones) y coronada en las pantallas de los medios y en las páginas de los diarios (en físico y virtuales, amarillos y de prensa “seria”). Héroes y heroínas de pantalla.
En el desarrollo de estas imágenes y la pérdida de su sentido juegan un rol muy importante, los medios de comunicación. Las imágenes de situaciones extremas con pérdidas de vidas humanas han ido perdiendo su mensaje para ser parte integral de un show mediático en el que un atentado con bomba en un metro está a la misma altura que un corte comercial de una marca de detergente o puede aparecer en alguna serie o película de acción o de desastres. Por ejemplo, la duración de una noticia de este talante con una pieza publicitaria televisiva, no solo de señal abierta sino en canales informativos, es casi equivalente y ambos se presentan en horarios “estelares”. El primer fuerte campanazo –ya se estaba advirtiendo al respecto- se dio en la sociedad norteamericana, creadora de estos conceptos, al ver la reacción de muchos niños y jóvenes ante el incidente de las Torres Gemelas (World Trade Center) de Nueva York. Aunque durante la transmisión de este lamentable incidente no hubo los consabidos cortes comerciales, sí fue alarmante ver la reacción de niños y jóvenes que pensaban que era un film y que esperaban en cualquier momento aparecer por las pantallas a Bruce Willis. La línea entre lo real y ficción se desvaneció; como tal, la creación de estas situaciones (atentados, secuestros, ataques en las calles) son motivados o motivan (depende la perspectiva y la génesis)  una reacción mediática y ahora, aún más, en línea o en tiempo real. Son los peligros que se han generado en estos tiempos de la inmediatez que, por la rapidez nunca terminan de ser procesados.

Los medios de comunicación deben de comenzar a replantear ciertas estrategias, pues su intervención en la creación de perspectivas en el público es relevante y les confiere un poder del cual deben de ser muy responsables. No es atentar contra la libertad de prensa, caballito que muchos medios y sus directivos para abordar este álgido tema. Creo que los tiempos oscuros del control mediático del fujimorismo han desaparecido. Sin embargo, no será nada extraño que el cruento evento de Shirley Silva pase al olvido en un mes, posiblemente menos tiempo. Estemos a la espera de más jóvenes así. Tomemos nuestro tiempo.

domingo, 17 de septiembre de 2017

ENTRE HISTERIAS Y FOBIAS MEDIÁTICAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 17 DE SETIEMBRE)

La liberación de Maritza Garrido Lecca, fuera del circo mediático que se generó, fue también una demostración de las fobias y frustraciones que arrastra nuestra sociedad y que se desencadenan de vez en cuando en situaciones como estas. Extrapolando todos los elementos y por antítesis, hace recordar la triste historia de Jorge Villanueva Torres, denominado Monstruo de Armendáriz, a quien se le imputó el asesinato de un niño de 3 años en 1954, y que tras la falta de pruebas contundentes, surgió la propuesta para absolverlo póstumamente 60 años después de su fusilamiento. Aunque ambos, Maritza Garrido Lecca (MGL) y Jorge Villanueva (JVT), distan mucho en sus móviles y acciones, pues MGL sí reconoció su militancia política y JVT negó su crimen; las interpretaciones contextuales se les asemejan y, por oposición, los igualan. Ambos representaron o representan grupos humanos débiles en una sociedad como la nuestra clasista y racista: JVT era pobre y negro/MGL es blanca y mujer. El factor raza o sexo dirigió y dirige los sentimientos de animadversión de una población asustada que reclama venganza y permite que estos personajes reúnan todas las características que hagan desencadenar mis temores y mis fobias inconscientes. Mientras que las evidencias del asesinato de JVT eran débiles y se iban cayendo en el tiempo; en el caso de MGL, sorprende que la prensa escrita y hablada haya hecho todo un revuelo circense por su liberación convirtiéndola en una suerte de vedette, sea por su estrato social de origen, sea por haber trasgredido los cánones de mujer atractiva, blanca y frívola. La forma de enfrentar ambos acontecimientos por los medios de comunicación fue cuestionable por su falta de equilibrio, la actitud tendenciosa y la escasa ponderación necesaria para una población desinformada. Uno podría deducir que los medios se ensañan con los más débiles de la sociedad: así los pobres y las mujeres son más propensos a ser convertidos en chivos expiatorios de nuestros miedos y temores. Añadamos nuestras oscuras frustraciones con esta bailarina de la sociedad limeña; esta no solo ha trasgredido la justicia formal peruana, sino que quebró el orden o estatus que le compete a cada persona en la sociedad peruana, sobre todo a una mujer. Su situación se asemeja a la de Adela Quested, personaje de la novela Pasaje a la India de E. Foster, quien por un acontecimiento y su desenlace pasó de heroína inglesa a una mujer defenestrada y humillada por su grupo social. Además, solo comparemos la cobertura de prensa con el caso de la liberación de Lori Beredson, norteamericana ligada al MRTA, quien salió en libertad condicional tras 15 años de prisión.   

Interesante hubiera sido que los medios actuasen con la misma diligencia e indignación frente a los escandalosos indultos o liberaciones de probados delincuentes y de gente ligada al narcotráfico; o el reciente asesinato de 6 campesinos en Ucayali por posesión de tierras.

domingo, 11 de diciembre de 2016

LA CONSTRUCCIÓN DE UN PSICOSOCIAL (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN LA INDUSTRIA TRUJILLO DICIEMBRE 11)

Los lamentables sucesos luctuosos de Huaycán muestran algunas condiciones de un equilibrio social muy frágil y que es fácilmente explotado por gente sin ningún tipo de escrúpulos y que son bastante hábiles para crear los famosos psicosociales. Tomemos como referencia a la psicología social para comprender lo que es esta manifestación que toma como factor importante a la cultura. Siguiendo las explicaciones que da la fuente http://definicion.mx/psicosocial/, “existen acciones que tienen un significado concreto en una cultura determinada y en caso de interpretar esos gestos fuera de esa cultura, entonces, tienen un valor distinto”. La creación de un psicosocial malintencionado parte de la cultura de una población, en la cual también se hallan las formas de interpretación del mundo, sus valores y sus temores; así pues, como agrega esta fuente, el psicosocial “muestra cómo el hecho de formar parte de una cultura determinada […] influye en el modo de pensar y de sentir de un individuo en particular que no puede abstraerse del entorno en el que le toca vivir”. Los patrones individuales de comportamiento son dirigidos, pues, por la coerción social, algunos de estos son tan decisivos en una persona como el famoso “qué dirán”, puesto que “las normas culturales que son respetadas por un pueblo tienen un valor muy importante para los individuos que de esta forma, se ven condicionados por algo externos a sí mismos”. Las creencias sociales son decisivas para cada individuo e, incluso, muchas personas no pueden actuar sin ellas.
En la historia, Goebbels era un genio en hacerlo; creo campañas sistemáticas para crear un odio vesánico contra judíos, gitanos y eslavos. En la campaña contra la comunidad judía hizo un film El judío Süss que exploró y explotó todos los temores y fobias de la sociedad alemana que venía de una fuerte depresión económica con hiperinflación y desempleo galopante. Crearon a un culpable que justificaría todo el aparato legal, social, cultural y político de la Alemania nazi con criterio racista.
Pero, para que prospere la creación de un psicosocial en actuales condiciones hay también otro factor a tomar en cuenta: la persuasión y apariencia de credibilidad de los medios. Este factor fue muy bien empleado por el fujimorato con los famosos diarios chichas y ciertos programas de televisión. En la actualidad, ya con casi dos décadas de diferencia, los medios masivos de comunicación han cambiado y son las redes sociales (Facebook, Watsapp, entre otros) los que canalizan los comportamientos y los miedos de la gente. La inducen a reaccionar influida por el miedo y a la zozobra de un temor selectivamente explotado por estos inescrupulosos de la comunicación. Ejemplos varios tenemos: durante las últimas campañas electivas, la mayoría del electorado era sometido a diversas estrategias del miedo a través de entrevistas y de insidiosas noticias. Debemos de agregar, además, que la débil educación recibida, la poca capacidad de análisis del grueso de la población ante una noticia como esta (se la creen a pie juntillas y no se preocupan de la veracidad de la noticia) y la sensación de inseguridad que trae grandes réditos políticos a muchos delincuentes sociales, son el caldo de cultivo de cualquier creencia construida para apuntalar sus temores.

Algunos analistas políticos han visto, con justa preocupación, que el reciente incidente de Huaycán ha tenido una organización mucho más compleja que solo la reacción espontánea y ha buscado mostrar un Estado débil y golpeado por diversos frentes. No hay que olvidar que esa debilidad fue creada precisamente por el turbio gobierno de Fujimori, sumiéndolo en la  corrupción en casi todas sus entidades que lo conforman y anulando la presencia del Estado hasta volverla prácticamente nula en muchas partes de la Nación y en diversos sectores de nuestra estructura social.