Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 31 de mayo de 2020

TERREMOTOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 31 DE MAYO)


31 de mayo, 1970. 3:23 pm. Una gran parte del Norte peruano es sacudido por un violento terremoto que ha pasado a nuestra historia como el más mortífero y destructivo de entre todos los que nos han azotado. Más de 70 mil personas perecieron por derrumbes, caídas de construcciones y un impresionante alud que, en pocos minutos, borró del mapa a dos ciudades: Yungay y Ranrahirca. Tuvimos tragedias naturales antes y después de esta catástrofe, pero nunca hubo alguna que haya causado la cuantiosa pérdida de vidas humanas y los daños materiales que sufrió toda la infraestructura productiva de nuestro país. No viví el movimiento telúrico; pero las noticias que, día a día, colmaban los diarios y los noticieros radiales o televisivos de ese entonces nos iban mostrando la magnitud de la catástrofe que había asolado nuestro territorio. Recuerdo claramente aquel día en que nos levantamos felices después de haber vitoreado por las calles gracias al triunfo de nuestro equipo en el Mundial de Fútbol de México, cuando el hermano supervisor del colegio en el que estudiaba llevó un diario de tabloide ancho y lo desplegó ante nosotros mostrando el titular 70 MIL SON NUESTROS MUERTOS y una foto aérea en gran dimensión que mostraba la trayectoria del alud. Aunque, luego de la tragedia, la sociedad comenzó a responder con ayuda para asistir a heridos y damnificados; este sismo desnudó muchas debilidades sociales: desde la comunicación hasta la capacidad de organización, desde la información detallada hasta el manejo de la resiliencia social que tuvimos los peruanos hace 50 años. Como respuesta del Estado, se tuvo que crear un organismo que aglutinase todo lo necesario para estar atentos a esos momentos claves: Defensa Civil (actual INDECI)
15 de marzo, 2020. Nuestro país entra en cuarentena por causa de la pandemia que venía de arrasar varias naciones. Cada país busca su propio modo de enfrentar el COVID-19: algunos con medidas extremas, como las implantadas en varios países, incluido el nuestro; otros con medidas más relajadas, como USA o Brasil. Pero tal como evoluciona la crisis, no hay una solución certera, pues no tenemos cifras reales de ningún país (¿algún día las habrá?) y las propuestas tomadas como modelos (Suecia o Chile), luego cayeron en el descontrol; y la pandemia no ha terminado. Como el terremoto, nos está mostrando muchas anomalías: el pernicioso centralismo socioeconómico que genera una gran brecha de servicios; descuido de sectores públicos claves que ahora tienen graves problemas de fondo, como la salud, seguridad y educación; débil organización de la sociedad en general; corrupción en todos los niveles; desinformación perniciosa fomentada por determinados intereses políticos o económicos; informalidad socioeconómica que nos está llevando al desastre, fomentada por un modelo económico centrado en el crecimiento, no en el desarrollo.
¿Esperamos 50 años más para una sociedad que tiene que cambiar muchas cosas?

domingo, 24 de mayo de 2020

¿VOLVER A LO MISMO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 24 DE MAYO TRUJILLO)


Diciembre 2019. Más 250 mil vehículos circulan por las mal tenidas calles trujillanas; de estos, casi un 30 % son de servicio público. Un dato interesante es que, por antigüedad, anualmente unos seis mil vehículos, tanto públicos como privados, deberían estar fuera de circulación; por una u otra razón, la más de las veces política, estos aún circulan poniendo en riesgo a la población y haciendo de Trujillo una de las ciudades peruanas más contaminadas. Ticos, combis, microbuses, colectivos que han pasado de los 20 años de antigüedad siguen ofreciendo servicio con todo el peligro que esto significa, adosado actualmente al hecho de ser grandes focos contaminantes en las últimas semanas. Las horas punta trujillanas están pobladas de choferes irresponsables, tanto particulares como públicos. Pese a la restricción se ha visto a una buena cantidad de salvajes al timón de una 4X4.
Mercados, comercio ambulatorio, basura. La pesadilla trujillana que rebasó el control municipal en las recientes fiestas de fin de año ha sido otro de los factores que han hecho de nuestra ciudad un centro de contagio y caos. Infructuosos proyectos de formalización, estropeados por el populismo y afán electorero, y carencia de autoridad han hecho que esta anomia socioeconómica haya prosperado en las últimas décadas. La informalidad campea impunemente; ante esta situación, incluso negocios formales afectados por esta comenzaron a realizar sus actividades económicas orientadas hacia esta modalidad. Esta incrementó con la migración venezolana que vio una forma de subsistencia gracias al descontrol que les permitía ganar ciertos derechos sobre los sitios ocupados a vista y paciencia de la pintada autoridad. Ahora, es bastante posible que el segmento microempresarial, modalidad resaltada como forma de espíritu emprendedor, engrose el número de personas dedicadas al comercio ambulatorio. Y de este último se desprende otra gran preocupación: la basura. Su incremento en las últimas semanas se ha dado por la cantidad de guantes, táper, envases de gaseosas, mascarillas desechados en cualquier lugar. De volver los mercados, más todo lo anterior nombrado, ¿volverá Trujillo a generar 300 toneladas diarias de desechos?
¿La normalidad significará, entonces, que se abra nuevamente La Hermelinda, el lugar indicado como uno de los de mayor contagio en el Perú? ¿Los otros mercados desordenados y caóticos? Ya hay mucha gente que ve con esperanza su retorno para lo cual surgen todos los argumentos posibles. Estos espacios son una demostración de una de las famosas frases del presidente Prado: “En el Perú hay dos tipos de problemas: los que nunca se arreglan y los que se arreglan solos”. Ante la posición de muchas personas, no será nada raro que este espacio vuelva a ser lo mismo.
Con la poca capacidad que han tenido muchas autoridades en nuestra ciudad y Región, y el escaso sentido cívico de la población; la normalidad promete una pesadilla peor.

domingo, 17 de mayo de 2020

VIRUS PEORES: CORRUPCIÓN, POPULISMO, OPORTUNISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 17 DE MAYO TRUJILLO)

Hay virus naturales, aquellos que surgen en la naturaleza, o los creados artificialmente para uno u otro propósito. Pero existen unos virus que pueden ser peores, puesto que conllevan otro tipo de mortalidad: los sociales. El contexto que estamos viviendo, cuando nuestro país está entre los veinte en los que hay más contagiados y estamos al inicio de una recesión mundial, es un verdadero caldo de cultivo en el que vemos cómo estos virus latentes han crecido haciendo tanto o más daño que la pandemia que nos aqueja. Para exacerbar el caos, algunos medios de comunicación juegan un rol muy ambiguo al no tener una posición clara frente a algunas medidas tomadas para controlar la pandemia y juegan a favor de muchas acciones hechas por personas e instituciones inescrupulosas.

Ejemplos de oportunismo. Iquitos: balón de oxígeno de precio regular 1085 soles a cerca de 4 mil soles. Precios de medicinas ligadas a los problemas respiratorios o sus efectos colaterales sufren alza de precio en los monopolios de farmacias de nuestro país. Ciro Maguiña, representante del Colegio Médico, renuncia al Comité de Expertos del COVID-19 en momentos críticos y cuando surgen severas críticas contra el comportamiento de muchos médicos que prefieren trabajar en el sector privado a expensas del público, incluso con goce de haber.

De populismo. El inefable Congreso del Perú, tras algunas medidas cuestionables, lanza un proyecto de ley que autorizaría la circulación de taxis colectivos en medio de la expansión de la pandemia. Durante años, lobbies de microbuseros, dueños de combis o colectivos han impedido con sus amenazas hacer un verdadero cambio del sistema de transporte y hubiera sacado de circulación muchos vehículos que son chatarra y contaminantes. Por otro lado, el cierre forzoso de mercados infecciosos se está dando en este contexto, cuando esta acción era reclamada por mucha parte de la población que exigía la clausura de estos focos de contaminación de manera paulatina con propuestas alternativas a los comerciantes que se dedican a estos servicios sin control sanitario ni tributario. El populismo y el afán electorero primaron.

Ejemplos de corrupción: muchos. Dos públicos: el apoyo económico estatal ha sido distribuido escandalosamente entre personas favorecidas por municipios e, incluso, entregado bajo banderas proselitistas; o altas autoridades de la PNP están involucrados en compras irregulares de material urgente para proteger al personal de la Institución que presiden. Uno privado: el mismo apoyo estatal de promoción empresarial es posible que esté siendo direccionado hacia los clientes de determinado banco en desmedro de los demás empresarios que quieran acceder al mismo.

Por eso, la sociedad civil debe de trabajar en conjunto para una reconstrucción social ordenada erradicando estos virus enquistados impunemente y a vista y paciencia de los ciudadanos golpeados por la pandemia.


domingo, 10 de mayo de 2020

¿CAMBIAR? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 10 DE MAYO TRUJILLO)


El Gobierno peruano decidió ir “soltando” diversas actividades económicas con el fin de paliar la presión económica de algunas empresas y, sobre todo, de muchas familias que viven el día a día, segmento al cual se han venido “adhiriendo” un buen grupo de personas quienes han perdido sus empleos durante esta crisis. La acción se da en momentos en que vemos una sociedad peruana costeña, la más “rica y con mejores potenciales” económicamente hablando, que presenta cuadros verdaderamente patéticos de contagios y de desorden civil, producto (quizás) de errores sociales que se han cometido en las últimas décadas; y con manifestaciones alarmantes reflejadas en un lenguaje basado en la incapacidad de comprender la real dimensión de la situación como lo dicho por la presidenta de la CONFIEP que ha dejado a más de uno destemplado por las observaciones hechas ante las medidas de seguridad que se requieren para volver a un intento de normalidad. También está ese espíritu mal concebido del “emprendedor” en ver “oportunidades de negocios”; así surgieron los servicios de entrega (delivery) con escasas o nulas medidas de seguridad que exponen no solo al vendedor, sino al comprador de cualquier producto. Sensato es pensar que las cosas no serán como antes, obtuso es pensar lo contrario.
Mientras tanto, otras actividades, las informales, sí han estado “laborando” de manera efectiva en todas partes del mundo. Una de ellas es la tala ilegal, la gran depredadora de nuestros bosques y selvas. Ante la concentración del control en regiones urbanas, la tala ha prosperado y, con ella, la minería ilegal. Cómo habrá sido de escandalosa esta situación que hasta Jair Bolsonaro, el presidente brasileño promotor silencioso de esta actividad, ha tenido que mandar al ejército a detener esta depredación de la selva amazónica. ¿Estas actividades cambiarán? ¿es posible apuntar a trabajar en energías limpias cuando vemos que los países ricos tienen un sobre almacenamiento del crudo y con precios extremadamente bajos?   
En esta pandemia, el Norte peruano se volvió en un paradigma negativo cuyas explicaciones no son de índole económico ni comercial; sino sociológico o antropológico, incomprensible para muchos imbuidos en cuadros estadísticos o flujos de mercado que no toman en cuenta estos detalles. Las preguntas surgen por sí solas: ¿podremos cambiar para que, en una situación futura de la misma gravedad, las respuestas sean más asertivas y pensando en el bien común, pese al sistema en el que han crecido las últimas generaciones bajo esa mentalidad? ¿Podremos aspirar a una sociedad con buenos mecanismos de respuesta que protejan sus preciados bienes como salud y educación?
En la biografía escrita por Alonso Salazar sobre Pablo Escobar, el autor concluye con una pregunta hecha a un hombre de confianza del famoso narcotraficante: “¿Qué significaría la muerte de Escobar?” y tuvo por respuesta: “¡nada! ¡Absolutamente nada, todo seguirá como antes!”

domingo, 3 de mayo de 2020

EN NUESTROS FRÍOS LABERINTOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 03 DE MAYO TRUJILLO)


Las noticias que nos rodean. Segundo país en la zona sudamericana con más contagiados. Revuelta carcelaria con reos fallecidos. Keiko y Susana Villarán libres. Colas inmensas para comprar cerveza en Piura, una de las zonas más castigadas por la pandemia. Viaje cuestionado del Ministro de Salud a Lambayeque llevando un puñado de pruebas para el coronavirus. Ley que faculta el retiro del 25 % de las AFP. Empresas grandes pugnando acceder a la Suspensión Perfecta. Renuncia del Ministro de Interior por graves casos de corrupción. Varios policías muertos por contagio. Trabajadores de servicios públicos, como SEGAT, suspenden sus labores por contagio de muchos trabajadores. El desempleo crece día a día. Comienza la migración en masa de residentes transitorios en grandes ciudades hacia sus lugares de origen. El dilema entre hambre o enfermedad. Reacción negativa de padres de familia contra la educación virtual. Fatiga social por el aislamiento. Colapso de la Salud Pública. Fotos de grandes fosas comunes de algunas ciudades que muestran entierros masivos. Redes llenas de noticias alarmistas que hablan de conspiraciones chinas y comunistas contra el mundo. Perú entre los primeros veinte países con más contagio a nivel mundial. Recesión nacional y mundial.
Hay muchas más noticias que estas. Son las que pueblan los diversos medios de comunicación, sean virtuales o físicos. En el mundo virtual, plagado de noticias falsas, estas van acompañadas de comentarios de toda índole, siendo los negativos los que más abundan en estas redes de las que están pendientes millones de personas “prendidas” a sus celulares, computadores o televisores. La gente está atenta a cifras, números, curvas y cuadros estadísticos, de campanas de Gauss. Hemos preferido congelar nuestro miedo a través de envolturas numéricas, fotos o filmaciones digitales en HD.
Paulatinamente, de manera personal, estas frías cifras comenzaron a tener rostro humano. Primero, ya son 14 personas del vecindario que cayeron enfermas con 2 muertos. Un policía, conocido de varios colegas míos, fallece por complicaciones respiratorias a causa de la infección. Luego, un compañero de trabajo está en UCI con respirador artificial con pronóstico reservado. Casi a inicios de la pandemia en nuestra sociedad, una amiga española, directora de un colegio, me escribió un extenso correo en el que me contaba el panorama lamentable de su escuela, PPFF y profesores contagiados, y con un sistema de salubridad en camino al colapso. Al leer su correo sentí lejano ese mensaje, pero como una clara advertencia. Ahora toca nuestra pequeña realidad. Pero, pregunté a varias personas si tenían conocidos o familiares suyos infectados, y la respuesta es negativa. Quizás estemos negando esta realidad por defender nuestro único rincón de protección frente a esta hecatombe que nos está arrollando. 
Defendemos con garras nuestro último reducto. 
Urge crear espacios de alivio social.