Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
Mostrando entradas con la etiqueta televisión peruana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta televisión peruana. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de abril de 2020

NUEVOS ESCENARIOS Y DESAFÍOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 26 DE ABRIL TRUJILLO)


A estas alturas, sabemos qué decisiones ha tomado el Gobierno central para ciertos procesos claves de la sociedad peruana. En el terreno de la educación, la suspensión de clases presenciales a todo nivel educativo era una situación irremediable debido al escenario de la pandemia que se ha ido agravando con el pasar de las semanas. Y esta puede empeorar. Pero hay procesos vitales de una sociedad que no pueden parar. Esta crisis, lamentablemente, ha demostrado que la educación y salud, pilares fundamentales de cualquier sociedad, tienen problemas para dar respuestas puesto que no han sido prioridad en nuestro país. El gasto anual del erario en las últimas décadas lo dice todo.
Pese a todo, el Estado ha dado como respuesta la educación a distancia, modalidad empleada por décadas en diversas sociedades como la nuestra por diversos medios. Primero fue la radio, estrategia que permitió a países tan divergentes como Cuba o Corea del Sur hacer una campaña agresiva contra el analfabetismo logrando con creces su objetivo. Luego la televisión, llamada Caja Boba por Charles De Gaulle por el paulatino deterioro de los contenidos de esta. Para muchos la señal abierta, por su programación, tiene asociación negativa que es la que en el fondo ha motivado reacciones adversas a su uso para las clases a distancia. Y la Internet. La aplicación de esta, más los programas educativos televisivos, se da en un marco de emergencia en el que se halla todo el país. Es una respuesta como las que surgen en todos los sectores con el fin de continuar con esta institución vital.
Las observaciones hechas por diversos sectores y personas ajenas a la educación son interesantes y revelan muchas cosas:
1)    La relevante importancia del maestro en el proceso educativo. No es un “facilitador”, es un personaje vital que asume diversos roles en el proceso de enseñanza.
2) El desconocimiento de muchas familias de la enseñanza en sí. Se han visto abrumados por carencias de estrategias de motivación y seguimiento de este proceso. Esperemos que, tras esta amarga experiencia, muchos padres se involucren más en el aprendizaje de sus hijos. Los colegios no son guarderías.
3)    La desconfianza de la modalidad virtual por dos razones:
a)    Muchos profesores tienen escasa o nula experiencia. Varios han comenzado un aprendizaje “sobre la marcha”.
b)    El sistema en sí. Esto pone en entredicho cualquier enseñanza obtenida por esta modalidad, pues incluso se está cuestionando la enseñanza universitaria. Esto automáticamente pone en una encrucijada toda oferta educativa virtual desde simples cursos, diplomados, maestrías y doctorados. La educación es un desarrollo paulatino con acompañamiento y, bajo esa perspectiva, la virtualidad entra en cuestionamiento.

Esperemos que, cuando otras áreas profesionales vayan a tomar decisiones, permitan que el sector educativo participe e, incluso, le permitan modificar planes que vayan contra sus objetivos globales.

domingo, 27 de agosto de 2017

TERRORISMO INFORMATIVO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 27 DE AGOSTO) SOBRE EL MANEJO DE INFORMACIÓN

La novela El honor perdido de Katharina Blum, también subtitulada O cómo surge la violencia y adónde puede conducir, (1974) fue escrita por el novelista Heinrich Böll, la figura más emblemática de la literatura alemana de posguerra. Esta novela presenta a una víctima de la llamada libertad de expresión. Bajo su égida, se desvelan métodos primitivos, bajos, pérfido y hasta crueles con los que la prensa amarilla, con cierta impunidad, crea, tergiversa y oculta hechos para construir falsas noticias sin importarles, según palabras de Berta Vías Mahou, con ello “la salud, el honor y el buen nombre de personas inocentes”, convertidas en “objeto de interés público”. La novela desnuda ese periodismo o periodistas que, sin importarles la falta de verdad y sus consecuencias, lanzan noticias con el propósito de obtener protagonismo, reconocimiento y ventas. El novelista describe duramente al periodista Werner Tötges como un tipo inescrupuloso, ruin, mercenario, sembrador de falsas noticias. Su asesinato por parte de la persona que destruyó con calumnias lo convierte, irónicamente, en un paladín de la libertad de información. Esta novela fue llevada al cine por el agudo cineasta alemán Volker Schlöndorff.
El mal uso de los espacios de información puede convertirse en una poderosa arma para sembrar falsas evidencias y destruir a personas. La novela de Alonso Cueto, Grandes miradas, y su versión cinematográfica, Mariposa negra dirigida por Lombardi, tratan una variable del tema. Personalmente, tuve un amigo con un cáncer terminal quien tomó la drástica decisión del suicidio. Ese mismo día, en 1989, un programa televisivo de cierto canal limeño anunció esta noticia como un típico ajuste de cuentas del narcotráfico. Su viuda y un grupo de ciudadanos firmamos una carta para pedir la rectificación de esta falsedad. No sé si hubo enmienda.
En el programa televisivo Rey con Barba con fecha 20 de agosto de 2017 (https://www.youtube.com/watch?v=9Q10BmrR1_s) se emitieron puntos de vista sobre las intervenciones que se están haciendo en la Plaza Mayor de nuestra ciudad, las que crearon todo un revuelo en las redes sociales. Los “periodistas” tomaron como fuente de información una noticia de redes, la cual no se validó. Las opiniones vertidas, además de enunciar diversas falsedades, se acompañaron de gruesos calificativos contra autoridades ediles. La información manejada por este par de personajes durante dos minutos provocó un malestar generalizado en una población susceptible y desinformada. Esté uno o no de acuerdo con las refacciones de la Plaza Mayor, manejar esta información falaz en un momento en que los ánimos se hallan aún caldeados ha sido un acto totalmente irresponsable.

Lastimosamente, si comparamos esta situación con el libro con el que empezamos este artículo, esto nos deja como lección hasta qué punto se han de recibir con prudencia las noticias difundidas a través de los medios de comunicación.