Datos personales

Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

martes, 28 de agosto de 2012

PERÚ, TRUJILLO Y LOS JUEGOS BOLIVARIANOS DEL 2013

Los Juegos Olímpicos de Londres concluyeron hace dos semanas. La euforia de los juegos y la maravilla de las telecomunicaciones nos aturdieron durante 15 días. No pudimos ver la magra, y cada vez más, decepcionante participación del equipo nacional que, durante esta versión, veía cada día cómo sus escasos participantes iban siendo eliminados en los juegos preliminares. Salvo la participación de la fondista Inés Melchor (ocupó un vigésimo quinto puesto), los demás fueron a hacer acto de presencia. Este mediocre eufemismo oculta nuestra constante debacle desde los juegos de Barcelona, donde Pancho Boza ganó una presea de plata. Cada versión nueva vemos menos participación de nuestros deportistas, e incluso, el único deporte colectivo que nos dio una medalla de plata, el vóley, se hunde en una serie de desaciertos ya más allá de una década y todo apunta a que no veremos a este otrora popular deporte (sólo en rama femenina, de los varones mejor ni comentar) en los escenarios internacionales con resultados destacados. Se las invitará como cenicientas para ser vapuleadas por todos los demás rivales (ahora ya Colombia surge como una fuerte amenaza a su tercer puesto en Sudamérica). Para 2016, la participación de los peruanos en Río de Janeiro podría ser una buena oportunidad para “levantar cabeza” en algunos deportes. Podríamos hallar diversas excusas en nuestra situación de sociedad tercermundista para justificar nuestras permanentes debacles, pero al ver en el reparto medallero a países que están incluso en guerra civil o en condiciones económicas rayando con la miseria (frente a nuestra "fantástica" economía) como el caso de Etiopía, Gabón o Botsuana, no hace sino invalidar este parámetro. El problema está en otro lugar; uno de raíz y se llama educación.

Otros datos para reflexionar: en Londres, Rusia y todos los países que integraban la URSS totalizaron ¡165 medallas! Frente a las 104 de USA (otro país con varios estados-países que lo conforman) y 88 de la República Popular China (sumemos 02 de Taiwán y 01 de Hong Kong: 91 medallas). 46 de oro tendría la ex URSS y empataría con USA. Heredaron una gran infraestructura y una escuela deportiva envidiable. El mejor país latinoamericano sigue siendo Cuba; pero Brasil está avanzando, ya que será sede de los siguientes juegos, en 2016. Colombia, con una política agresiva educativa, ha desplazado a México. Y para variar, los dos "pumas" de Sudamérica de la zona del Pacífico (Perú y Chile) no obtuvieron medalla alguna.


Veamos más cifras, pues esto apasiona a tecnócratas y además ellas nos puedan dar una vista general de lo que nos depara los futuros Juegos Bolivarianos de Trujillo (que en realidad no sólo serán aquí sino en Lima –como de costumbre- y Chiclayo). Para eso, demos una vuelta por los juegos realizados en nuestro Continente para no tener un abanico más grande de competidores (la emergencia asiática se ha visto en estos últimos juegos con la crecida de China y de Corea del Sur). Veamos: Perú ha obtenido 94 medallas en todos los juegos panamericanos, desde 1951 en Buenos Aires, Argentina, hasta el 2011 en Guadalajara, México. De todas las medallas, sólo 05 son de oro. Cinco. Salvo Bolivia, todos los demás países vecinos nos llevan una buena distancia en el cuadro medallero. Con Ecuador casi estamos empate, pero con los países que tienen una población o economía mediana a la nuestra, las brechas son considerables. La distancia con Venezuela, Colombia y Chile es de 430, 317 y 164 medallas respectivamente. Ni hablar con potencias como Cuba, Brasil o Argentina. Otro ejemplo que acentúa nuestra decadencia deportiva: en los recientes Panamericanos de Guadalajara, México, nuestro país envió a 139 deportistas con la ilusión de acaparar 20 medallas, sólo se obtuvo 7. En la versión anterior, en Río de Janeiro, el Perú envió menos deportistas y obtuvo 12 medallas. En ambas ocasiones, ninguna de oro. Las cifras vuelven a hablar por sí solas.

Para reducir más nuestras acentuadas diferencias continentales, vamos a focalizarnos en el área andina con los famosos Juegos Bolivarianos, juegos que congregan a los países que fueron liberados por Simón Bolívar: Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela y nuestro país. Perú ha ganado 1178 medallas en los juegos bolivarianos desde 1938 al 2009, de ellas 491 de oro. En la primera versión en Bogotá, Perú dominó el medallero con 75 medallas en total. En Lima en 1947, Perú sigue dominando el medallero con 160. También dominó en Caracas en 1951 con 104. Perú era una potencia en la zona. Pero en Barranquilla en 1961, Perú baja al 4to puesto entre cinco países (aún no participaba Panamá). Desde ese entonces, Perú no ha retomado la cabeza en las siguientes versiones. Perú ocupa el 4to puesto de manera inamovible por debajo de Venezuela, Colombia y Ecuador. Y todo apunta a que el próximo año, los anfitriones (o sea, nosotros) seremos nuevamente relegados a ese cuarto puesto. Seremos, eso sí, testigos de la lucha por el primer puesto entre la potencia que es Venezuela y la ascendente Colombia, que en Londres sorprendió al mundo. Ese será nuestro premio consuelo.

Más cifras. En atletismo, la actividad central de todos los juegos, tenemos disciplinas en las cuales no se ha mejorado una marca en más de 40 años. Por ejemplo, los famosos 100 metros planos no se han mejorado desde 1977 (en La Paz) y los 200 metros planos desde ¡1971! Felizmente, en mujeres estas marcas han ido mejorando paulatinamente.

Esta es la realidad con la que nos vamos a ver en el mes de noviembre del 2013. Salvo la difusión del fútbol, mediocre y lamentable actividad deportiva que recibe una cobertura mediática del 99 %, los otros deportes son ignorados por todos los medios llamados "deportivos", pues estos justifican su preferencia con la frase “el fútbol es lo que le gusta a la gente”. Irónicamente este deporte no dio medalla alguna en los cuadros medalleros grandes (olimpiada o panamericano).

Lo de los Bolivarianos del 2013 en Trujillo tiene un origen muy interesante y accidentado: la ciudad recibió esta designación luego de habérsele retirado la misma a Panamá, producto de desavenencias políticas. La ciudad y las otras dos subsedes (Lima y Chiclayo) están trabajando para este evento, pero la planificación es bastante caótica y pareciera que los mismos ciudadanos se pusiesen trabas entre sí para dejar a la ciudad lista con el fin de recibir a numerosos atletas en diversas disciplinas en nuestras instalaciones.
Pero, existe una pregunta más de fondo que atañe a todos los peruanos: ¿están nuestros deportistas listos para hacer de esta fiesta una verdadera pantalla de nuestro boom económico que se vea reflejado en los verdaderos campos del desarrollo humano? Una vez conversando con Iván Dibós, Presidente del Comité Olímpico Peruano, me comentaba que la decisión de haber descuidado la formación de alumnos en etapa escolar en verdaderas clases de educación física con docentes de la rama nos está pasando la factura. Sería interesante ver si los docentes del área de los miles de colegios públicos y privados de nuestra Patria son verdaderos profesores de educación física. El famoso plan de ahorro y optimización de recursos de la gestión de los últimos gobiernos ha hecho que muchos docentes de otras áreas (incluso de lengua, inglés o matemáticas) cubran esas plazas para poder completar su carga horaria. Fuera del hecho de que se da mayor prioridad a otras áreas del aprendizaje y Educación Física queda relegada como la cenicienta de nuestros planes educativos (incluso muchos chicos jamás han visto o verán un disco de lanzamiento o jabalina, ya que para eso tienen el mundo virtual, justificación bárbara que he escuchado a diversos educadores de todos los niveles). Hay mucho por hacer.

viernes, 24 de agosto de 2012

MÉXICO, DÉCADA PASADA

El cine mexicano de ahora me interesa
Por el modo en que ha asimilado a Hollywood.


ROMPECABEZAS EN 25 PIEZAS, CARLOS MONSIVÁIS




La reciente década pasada, la que inicia el siglo XXI, fue un periodo marcado por una serie de cambios históricos para las artes cinematográficas y para la sociedad mexicana en general; cambios que comienzan en la última década del XX con tres eventos que marcarán al México del XXI: Chiapas, el Efecto Tequila y el TLC con Canadá y USA (NAFTA). Y para agregar, dos eventos más que marcarán a su vecino: 11 de septiembre de 2001 y la crisis del capitalismo del 2008. La excesiva dependencia de la economía mexicana de la norteamericana ha de pasarle una dura factura de la cual va a ser difícil despegarse. A todo esto se debe agregar el fuerte incremento de la violencia provocada por el narcotráfico, debido a que el mercado de consumidores más grande del mundo, USA, comparte con México una gran frontera: 3,326 km. Aproximadamente. Como bien dijo el presidente Porfirio: Díaz “pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.



Este es el marco socioeconómico en el que el cine mexicano va a vadearse en los recientes años, que lo ha visto sobrevivir a las nefastas consecuencias de la liberalización del mercado debido al TLC que consideró al cine no como una actividad de excepción, sino como una actividad económica que entraba a competir con la máquina de Hollywood. Según los datos de Víctor Ugalde, quien hace una reflexión sobre las consecuencias del TLC en la producción cinematográfica mexicana, de 1994 (año que entra en vigencia dicho tratado) hasta el año 2003, el número de largometrajes había caído de 747 películas a sólo 212. Un grueso descenso de 71,62 %. Para una cinematografía tan sólida y variada (trabajó todos los géneros), con un público fiel, con una identidad tan bien consolidada, significó un duro golpe para el mundo de la pantalla. Hubo cierre de estudios pequeños y un alto desempleo en el rubro. Incluso el cine comercial se vio afectado por estas reglas del libre mercado impuestas por los estudios grandes, puesto que las salas a duras penas lograban recuperar la inversión hecha. Y el cine de Hollywood iba ganando terreno, con la consiguiente exportación de capitales que van a engrosar los estudios gringos. Y poco podemos decir del cine arte, el cual se rescindió a fuertes niveles. Sí hubo actores o directores que se hicieron famosos; pero esta fama viene no por los estudios mexicanos, sino por la internacionalización de la producción fílmica de algunos buenos directores (como Cuarón, González Iñárritu o Guillermo del Toro) o actores (como Gael García).



Pero una de las características del arte es su creatividad ante situaciones adversas, son una respuesta a los groseros errores causados por los políticos corruptos como Carlos Salinas de Gortari y su banda de neoliberales que causaron la debacle mexicana que hasta hoy carga como pesada deuda. Así surgen directores como Carlos Reygadas, Amat Escalante o Fernando Eimbcke, que dan un nuevo respiro al cine charro e, incluso, sorprenden en diversos festivales (como Cannes), marcando una pauta para levantar la cabeza a esa generación perdida que fue la de finales del siglo XX con la conmoción de Chiapas o la destrucción de la economía de millones de mexicanos ante la fuerte devaluación de su moneda debido a la burbuja creada por la presidencia de Salinas. La década que inició el siglo XXI estuvo marcada por la paranoia de la sociedad norteamericana y su 11 de septiembre; esta paranoia recayó duramente sobre miles de mexicanos que vieron, de repente, su economía afectada debido a la rigurosa decisión de filtrar la frontera para evitar el ingreso de personas potencialmente enemigas del Estado norteamericano. Y así, la nación adalid de los DDHH que clamaban la caída de un muro a miles de kilómetros de su territorio, el muro de Berlín, no tuvo mejor solución que construir uno en la frontera con México. Este muro es, lo que llamaríamos cínicamente, “políticamente correcto”. Esta situación tan especial que se genera en el Río Grande ha sido temática en algunos filmes, pocos de ellos de calidad, y están más centrados en la violencia que se ha generado en los últimos años, debido a que el control estricto de la frontera con los ciudadanos del tercer mundo (sobre todo) ha hecho que el narcotráfico sea un negocio muy rentable y peligroso. El cine ha sido poco reflexivo al respecto (salvo documentales). Como dice Monsiváis, en el cine “..no te dan la transformación de un ser humano en un narco, no te dan la evolución del horror. Te dan la demostración del asesinato.” Gustan de la truculencia más que de la reflexión, es más comercial. Mientras más gore, más llenas la plaza.


Estos de films mexicanos de la reciente década nos dan un panorama interesante de esta producción que tuvo una fulgurante presencia en los años 50 (los recordados estudios Churubusco) y que en la actualidad trata de hacer frente al avance arrollador del cine hollywoodense, el cual ha desplazado inexorablemente al mexicano de las pantallas locales. Un reto que no se sabe si el nuevo inquilino en el sillón presidencial, Enrique Peña Nieto, tenga la voluntad de revertir esta situación. Pero los cuestionamientos con lo este personaje ha logrado la presidencia y los pactos amarrados con el TLC hacen vislumbrar un duro futuro a la industria cinematográfica en general.

LAKE TAHOE DIR. FERNANDO EIMBCKE (2009) Este director ha logrado un buen espacio en el público por su acercamiento al mundo adolescente, el cual aborda con bastante singularidad. No son filmes en la que un joven es tratado en una comedia sosa o trágica, tipo jovencitos perseguidos por un asesino en serie. Los temas que aborda, frente a la frescura y desorientación de un adolescente, son los típicos conflictos de un joven: exploración de la sexualidad, crisis con los padres, relaciones con otros adolescentes. Sus películas emplean todos los recursos que identifican al mundo juvenil con un acercamiento serio. No en vano Eimbcke trabajó en diversos videoclips de grupos muy buscados por este gran público, como es el caso de la banda Molotov. La película empieza con una de las acciones que muchos adolescentes cometen: malograr el auto de su padre y ver cómo solucionar ese problema. El joven actor Diego Cataño vuelve a las pantallas, sólo que ya los cambios de la adolescencia se comienzan a mostrar en su cuerpo.



EL TRASPATIO DIR. CARLOS CARRERA (2009) El tema es un suma de historias cotidianas en la frontera mexicana con los Estados Unidos. La zona de maquila, la sobreexplotación laboral, matanza de mujeres emigrantes, corrupción de los círculos policiales. Son elementos explosivos que conjuran en la ciudad Juárez, una de las ciudades más violentas del mundo. La historia es dinámica y tiene escenas cargadas de sevicia contra las personas más débiles; en este caso, las mujeres emigrantes adolescentes. El film pudo haber explotado más las raíces y el contexto del problema (muy común), pero se queda en la descripción de hechos que apuntan más hacia un morbo visual que a calar en la conciencia del público. Como diría Monsiváis, es una buena lección aprendida de Hollywood.



5 DÍAS SIN NORA DIR. MARIANA CHENILLO (2009) El mundo judío es poco retratado en la cinematografía latinoamericana. Se ve en films argentinos (una de las colonias judías más grande del mundo), uruguaya y la brasileña; pero es temática poco frecuente en otras del subcontinente. En México hay una sólida comunidad que participa en todos los ámbitos de esa sociedad. Y esta película es una muestra de ello. Una comedia de humor negro que se torna en romántica. José, un hombre ya maduro, queda viudo y al morir, Nora, su fenecida esposa, ha dejado todo preparado para que éste se encargue de todos los detalles de las elaboradas exequias hebreas. Una foto genera un conflicto y provoca unas situaciones disparatadas, movidas por un rencor injustificado. Al final, la solución se va hallando en los pequeños detalles que muchas veces dejamos pasar por alto.


CONOZCA LA CABEZA DE JUAN PÉREZ DIR. EMILIO PORTES (2008) Una comedia negra. Los años de una persona, la posibilidad del desempleo, la desesperación hacen a Juan Pérez, de profesión mago, llevar a cabo esta locura. Y su cabeza, ya decapitada, recuerda las locas decisiones que le hicieron que su preciada testa termina cercenada y separada de su cuerpo. La historia se inspira en un mago que quería experimentar la duración de la “conciencia” de una cabeza recientemente decapitada. Macabra historia que impacta a nuestro amigo y lo lleva a tan drástica decisión. En la realidad, el actor principal, Silverio Palacios, casi perdió la cabeza debido a algunas fallas en los trucajes de imágenes, pero sí vivió para contarla.





FUENTES



El paso del TLC por México. Víctor Ugalde. BUTACA, Lima No 25, Año 7 (2005).



Carlos Monsiváis: Rompecabezas en 25 piezas. Mario Castro, César Pereyra, Marcel Velásquez. ABRE LOS OJOS. Lima. Año 1. Número 2, Diciembre 2002.



Cines de la Región: presente y futuro. VENTANA INDISCRETA. Universidad de Lima, Número 2. 2009.



Diez Directores: del centro al sur del continente. VENTANA INDISCRETA. Universidad de Lima, Número 2. 2009.


jueves, 9 de agosto de 2012

ROBERT BRESSON, UN MAÎTRE EXTRAORDINAIRE

La sensibilidad de Bresson es antirromántica y solemne,


Doblegada al abandono de fáciles deleites de la belleza y artificios físicos,

Por un deleite más permanente, más edificante, más sinceros.

Estilo Espiritual en las películas de Robert Bresson, Contra la Interpretación, Susan Sontag




Hay ciertos directores y artistas cuyas obras exigen del receptor un fuerte ejercicio espiritual para su comprensión. Varios de estos han utilizado su arte para poder expresar ese sentimiento íntimo, muy lejos de los cánones institucionalizados de un dogma religioso, para pasar a ser una muestra de sus ejercicios personales con el fin de conocer esa intimidad que yace en cada uno de nosotros. Bresson se circunscribe en este conjunto de autores y artistas que usan al arte, según Susan Sontag, de manera reflectiva y distanciada para poder entender la esencia del ser humano en su materia y su espíritu, despojado este último de todo elemento o maquillaje que se interponga con la espiritualidad en su manifestación básica. Nace en 1901 y es testigo de dos guerras mundiales en las que se ve involucrado su país de origen, Francia. Durante la segunda guerra mundial, va a ser capturado y, tras dieciocho meses de prisión, es liberado. Su libertad la va a aprovechar para comenzar a realizar con más empeño lo que ya había iniciado en 1934: cine. Quizá ese negro periodo carcelario haya influido de sobremanera en algunas líneas de trabajo que irá a adoptar cuando incursione de manera más sostenida en la cinematografía. Tal vez esa cicatriz vaya a ser una constante sobre la discusión permanente sobre la libertad, la liberación, la libre elección (que ha de influir a muchos intelectuales contemporáneos, como Sartre y su obra El Muro). Nuestro director va a hacer de su cine un verdadero ejercicio de la búsqueda de la esencia del espíritu, ligado a la materia, la cual busca su sendero hacia la libertad. Pareciera influido por los místicos españoles (Santa Teresa y San Juan de la Cruz) o de la visión reflexiva de ese genio que fue el danés Carl Dreyer. Pero el rigor elegido para su obra va por el camino de un proyecto de vida que uno se trace y cumpla como meta (tal como lo expone Sontag). Emilio Bustamante, en su ensayo Hacedor de Milagros, comenta la teoría (compartida por muchos críticos de cine y de arte) que Bresson se preocupa no por detalles superfluos, sino por hacer conocer ese interesante campo de las acciones humanas que permitan reconocer, a través de éstas, lo que es el hombre; por esta razón, sus obras no exponen argumentos complejos narrativos, sino los momentos en los que los humanos tomamos decisiones que impliquen un sistema moral que manifieste nuestra esencia espiritual. Por tal razón, su cine más va a parecer un conjunto de “documentales” (si cabe el término) que muestran a diversas personas, hombres y mujeres, actuando casi mecánicamente para conocer no el final sino el proceso para llegar a ese final. Sontag lo relaciona mucho con el concepto actoral de Brecht en cuanto al uso de los personajes: los despoja de todo sentimiento que “perturbe” la esencia de lo que trataremos de ver a través de las acciones. Apunta a casi un mecanicismo de tal manera que el actor, como Brecht, sólo muestre la idea, despojado de todo sentimiento que distraiga la esencia de lo que se quiere mostrar. Por eso, Bustamante dice que Bresson trata de mostrarnos (gracias a este rigor mecánico, frío, repetitivo) el espíritu en su manifestación inicial; Bresson trabajaba con sus actores (casi todos desconocidos, sobre todo en sus últimos films) con el fin de “transmitir una idea”, más que “ser un carácter”. Por esa razón, no duda en ir eliminando cualquier distractor narrativo que pueda tener el público en cuanto a lo que ha de venirle a un personaje de una de sus películas. E, incluso, prefiere obras cuyos finales son totalmente conocidos, caso Juana de Arco, con el fin de no tener tantas “impertinencias” (Sontag dixit) para ir descubriendo el espíritu que subyace en la acción. De ahí la sencillez de sus escenarios, la escasa música diegética o extradiegética empleada, la simplicidad de su fotografía, el uso permanente de planos fijos, la reiteración de ciertas escenas, el uso del silencio.



PICKPOCKET (CARTERISTA) 1959 Un film que nos muestra la desesperación humana de un joven, Michel, que se presionado a volverse carterista. Y vemos el proceso de redención del mismo a través del amor. Pareciera inspirarse en los grandes escritores rusos del XIX, profundos estudiosos del alma humana en sus conflictos. Aquí tenemos Raskolnikov en busca de la cura de sus crisis espirituales. Es un film sencillo en recursos, con amplio dominio de sonido que permite, de manera elíptica, entender las escenas y, con ello, la narración. Es una verdadera obra maestra en la creación de elementos (objetos y ruidos) que, a manera de sinécdoques o metonimias, mantienen el ritmo de la narración. El personaje se muestra frío y sujeto, en cierta manera, por el destino. El actor principal, Martin Lassale, uruguayo de nacimiento, realizó este único film y luego se refugió en México. Esta obra se muestra justo a inicios de la famosa Nouvelle Vague y muchos de los artistas de ese movimiento la tomaron como referencia para sus obras futuras.


LE PROCÈS DE JEANNE D´ARC (EL PROCESO DE JUANA DE ARCO) 1962 Como plantea Sontag, esta obra la hizo de manera muy consciente de acuerdo a sus propias intenciones de uso del cine. Para Bresson, el cine es una narración con un propio lenguaje que busca no ser distraído por algún otro elemento que haya antes usado la cinematografía, como es el caso de la pintura o el teatro. Bresson quería crear un lenguaje propio, despojado de todo lo pictórico o teatral. No quería nada que lo acercase a la máscara, a lo encubierto. Cada imagen era como una palabra que tenía que estar en una sintaxis mayor para exponer una idea. Por eso evitaba deícticos visuales que perturbasen su proyecto. No quería un actor para la cual la película estaba hecha; por eso los actores eran usados casi como piezas de un “ente mayor”. Si comparásemos esta obra con la de Dreyer, con una Renée Falconetti extraordinaria, aquí Florence Carrez pasa a tener un rol simple, pero no sencillo. Su personaje no debe mostrar histrionismos, pero debe mostrar a través de sus actos reflexivos, cómo es ese proceso hacia la liberación de su espíritu, con sus dudas, temores. Según Bustamante, Bresson supo hacer evidente, lo inefable, lo inasible, y esto se lograba gracias a la materia que se mueve para mostrarnos es espíritu que la moviliza. Ese es el punto que esta actriz tenía que lograr. En una entrevista, ella narra lo riguroso que era trabajar con este director, que le exigía despojarse de su identidad, de su yo para convertirse en una portadora de un concepto.

L´ARGENT (EL DINERO) 1983 Último film de nuestro director (él fallecería 16 años después en 1999), un testamento casi negro, inspirado en un relato de otro gran ruso, León Tolstoi. El film tuvo muchos problemas para su financiamiento. Bresson era famoso, pero sus películas no eran tan populares, desde el punto de vista económico (historia conocida para las obras de autores). La historia es muy sencilla, pero conmovedora y desesperanzada. Yvon es un sencillo trabajador de una empresa de reparto de combustible que es objeto de un engaño por la entrega de un billete falso (historia frecuente en nuestra sociedad); él, de buena fe, procede a reclamar a la persona que se lo dio, pero rechaza dicho reclamo a sabiendas que era falso, pues este había sido timado previamente por un par de mozalbetes ricachones irresponsables. Todo esto va desencadenando una serie de eventos que arrastran a este buen hombre, que pierde todo: deja su empleo, muere su hija y su mujer lo abandona. Y termina sus circunstancias con un terrible asesinato. De toda esta terrible situación, es este simple hombre quien sale dignificado frente a los “correctos comportamientos” que hacen los demás personajes, acomodados hipócritas que tratan de mantener lo suyo. Esto evita que nuestro director, ya desencantado por la edad (y lo que lo rodea) no caiga del todo en un profundo nihilismo. Pese a parecernos una tragedia griega, es una terrible muestra del mundo actual, más preocupado por formas creadas por los hombres para su degradación. Valioso testamento para nosotros, quienes somos protagonistas diarios de sucesos como estos.


FUENTES

Hacedor de Milagros: Robert Bresson, “lo inefable” y el estilo. Emilio Bustamante. LA GRAN ILUSIÓN, Lima No 11, 1999-2.

El estilo espiritual en las películas de Robert Bresson. CONTRA LA INTERPRETACIÓN. Susan Sontag. Editorial Seix Barral. Barcelona. 1967

Diccionaire des films. Bernand Rapp y Jean – Claude Lamy. Larousse. 1995.

martes, 31 de julio de 2012

ROBERT DE NIRO: UNO DE LOS GRANDES ÍTALOS AMERICANOS

La influencia italiana en la cultura norteamericana ha sido bastante relevante a inicios del siglo pasado y durante el que estamos viviendo. La llegada de las primeras oleadas de italianos que dejaban su país por el nuevo mundo cambió la fisonomía social de las grandes ciudades norteamericanas. Las primeras migraciones se dan a fines del siglo XIX, cuando el país del norte recibe las grandes oleadas de europeos que se iban instalando en el oeste norteamericano. Algunos europeos iban a fundar ciudades en el interior, pero los migrantes italianos se han de apostar en las ciudades que se iban convirtiendo en grandes metrópolis gracias a esta sangre nueva que venía del viejo mundo. En el siglo XX, las poblaciones que no se circunscribían en el famoso grupo WASP comienzan a buscar su pertenencia a esta sociedad multirracial y pluricultural. Algunas alternativas de estos grupos no propiamente adecuados son de aglutinarse y crear sus guetos con sus propias reglas de juego traídos desde sus lejanas tierras. En la situación extrema se llegaron a crear células cerradas, denominadas mafia, para crear una suerte de estado de protección frente a la carencia de uno más grande y efectivo. Aunque de origen italiano, esta palabra se refiere también a los clanes polacos, irlandeses, judíos, entre otros. Lastimosamente, la difusión de este mundo de violencia convirtió a un emigrante italiano, Al Capone, en uno de los más famosos de la sociedad norteamericana, dominada por una situación bastante extraña y muchas veces hipócrita (como el caso de la ley que prohibía el alcohol y sus ciudadanos pagaban grandes sumas para consumirlo durante la ley seca). Esa visión arquetípica distorsionó la percepción de este gran grupo humano, de fuertes raigambres familiares, fuertemente unido a la religión católica y que se identificaban a la comida, gracias a la fuerte presencia de las trattorías en las urbes estadounidenses, algo así como la colonia china con los famosos restaurantes chinos, llamados chifas en nuestra sociedad.

Pero la sociedad italiana, se fue integrando a la norteamericana en todos los planos, como el artístico. En muchos campos de las artes norteamericanas van apareciendo artistas de origen italiano que adoptan el inglés y la cultura de ese país como su propia vida e identidad. Uno de los grandes de la literatura norteamericana y miembro de la generación Beat es Lawrence Ferlinghetti. En la música popular, destacaron con grandes cantantes y compositores que trabajaron para el cine; el caso más notable es Frank Sinatra o el del cantante de rock Bon Jovi, cuyo verdadero nombre es Jon Bongiovanni; o el caso notable de la cantante Madonna, cuya traducción literal del italiano sería “mi señora”. Pero el campo del cine es el lugar en el cual se van a ir creando estas hornadas de artistas que han de colocar la sangre italiana en lugares destacados. No en vano las personas de origen itálico en USA llegan a más de 18 millones de ciudadanos. En ese sentido, este grupo latino ha tenido más presencia en las pantallas (grandes y pequeñas) que el de los hispanohablantes; y ambas presencias han tenido un duro camino por recorrer para no ser severamente estereotipados como lo fuimos los latinoamericanos en los años 40 y 50. Muchos de los films del cinema noir tuvieron como inspiración el mundo del hampa de Chicago o Nueva York. Y los referentes eran los delincuentes mafiosos que asolaron sus calles. En los 60 y 70, se origina el gran boom de los actores, productores y directores de la escuela italiana; y son geniales. Nombres como Martin Scorsese, Francis Coppola (se agregó el apellido Ford en homenaje a otro grandes del cine que fue John Ford), Michael Cimino, Brian de Palma, Leonardo di Caprio, Al Pacino, Steve Buscemi, Danny DeVito, Joe Pesci, Nicolás Cage, Christina Ricci, Paul Giamatti, Mira Sorvino, Tea Leoni, Quentin Tarantino, Tony Danza (¿lo recuerdan de la serie televisiva “quién es el jefe”?), John Travolta, John Turturro, entre muchos, muchísimos más, dieron al cine una vitalidad nunca antes vista, con un cine directo, de autor, que se desprendía un poco del cine de los grandes estudios, como influidos por el neorrealismo que conmovió al cine en el país de sus abuelos. Filmes como Calles Peligrosas o Taxi Driver, muy cercanos al formato de edición televisiva, cambiaron la percepción de un cine sacudido por el fenómeno que significó los 60 para los Estados Unidos. Pero también hubo otro cine de estudio, inteligente, atrevido, audaz en la temática y nos pone en la pantalla El Padrino, para ver el microcosmos social de este grupo dinámico que había participado en el cambio social de ese país.

En este contexto surge Robert de Niro, un gran actor. Nació un 13 de agosto de 1943 (ya 69 años) en Nueva York; de padres (ambos) artistas, vive con su madre después del divorcio en Manhattan y en Greenwich Village, el barrio bohemio neoyorquino. Para suerte de él, su padre se instalaba en lugares no lejanos a la residencia de Robert, por lo que pudo pasar una infancia y adolescencia compartiendo con ambos. Cuando tenía 10 años, realizó el papel del León Cobarde en la obra El Mago de Oz, una obra escolar que lo de marcar para toda su vida, tanto así que dejó el colegio a los 16 para entrar en diversas academias de actuación. Su primera actuación fue Brian de Palma en 1963, pero verá la fama mundial en 1973 en el trabajo de Scorsese: Calles Peligrosas. Pero 1974 recibe su primer Óscar como Mejor Actor de Soporte en la obra El Padrino segunda parte, en la que hace el papel de Vito Corleone. De ahí la fama lo sigue con la gran película que quedó casi como un arquetipo para su persona: Taxi Driver. Trabajó con Scorsese de manera intensiva, mas eso no le impide trabajar con otros directores e, incluso, en el extranjero (como en 1900). Hizo incursiones en la comedia en roles que en los cuales se sentía cómodo. Un poco para soltarse de la imagen estática ganada por el papel de Travis en Taxi. Incluso prestó su voz para una obra de ficción: Cuentos de Tiburones. En 1993 realiza otra aspiración: dirigir. Su más grande éxito fue la obra EL BUEN PASTOR con Angelina Jolie y Matt Damon. Además, el año pasado fue nombrado Presidente del Jurado del Festival de Cannes.

En su larga vida de actuaciones, ha ganado dos Óscar de la Academia, fuera de otras denominaciones. Posee un largo compromiso con el partido demócrata, ha asumido el compromiso de su nueva ciudadanía italiana que le fue conferida en el 2006, luego de diversas polémicas por este asunto. Además sostuvo una delicada situación policial en Francia, lo que le hizo alejarse de este país de manera definitiva.


THE GODFATHER II (EL PADRINO PARTE 2) FRANCIS FORD COPPOLA (1974) Este film es la continuación de la saga Corleone y Robert De Niro encarna aquí el papel del Padrino cuando su juventud en Sicilia y su emigración a Norteamérica. Prácticamente vamos a ver a casi todos los personajes de primera película, salvo Marlon Brandon. Este filme muestra cómo la mafia va instalando sus raíces en la joven sociedad norteamericana. Los migrantes tienden a formar clanes o guetos en los cuales aplican sus formas de vida traídas desde la lejana tierra. Vemos costumbres buenas y malas, pactos para protegerse entre ellos ante una sociedad que fue, inicialmente, bastante hostil contra ellos. Un joven Vito Corleone, hablando en dialecto siciliano, va asumiendo paulatinamente el control total de todo el clan y sus tentáculos de poder, primero en su barrio y, como se ve en las otras dos películas, en toda la sociedad norteamericana; además nos muestra la corrupción de los diversos estamentos sociales, políticos y económicos de aquella opulenta nación. El film recibió el Óscar a la mejor película.


TAXI DRIVER (TAXISTA) MARTIN SCORSESE (1976) Este es uno de los varios films que trabajó con Scorsese; es un frío estudio del deterioro de una mega sociedad como la neoyorquina, vista por los ojos de un no menos desquiciado taxista Travis Bickle (Robert De Niro). El recorrido nocturno por la gran ciudad le permite encontrarse con toda una fauna, siendo una de ella la famosa niña prostituta (Jodie Foster). La caracterización de este personaje fue tan lograda que quedó en el imaginario cinematográfico y que fijó, muchas veces, la perspectiva de este actor para el resto del público cinéfilo. Un antihéroe con muchos seguidores. Este personaje desató todo en escándalo entre los moralistas de una pacata sociedad que tiene una interesante y, muchas veces aviesa, percepción de los graves problemas sociales de sus grandes ciudades. El reciente hecho de sangre en Denver durante la premier de un film no hace sino reflexionar sobre ese latente conflicto que subyace en el colectivo urbano de sus metrópolis. Aunque no ganó el premio Óscar al mejor film, se llevó uno mayor: la Palma de Oro del Festival de Cannes.

MILNOVECENTO (MIL NOVECIENTOS) BERNARDO BERTOLUCCI (1976) esta película o film-río es una de las megas producciones que realizó este director italiano, quien ya había hecho otra obra que le dio renombre fuera de sus fronteras: El último tango a París. Esta producción internacional cuenta la historia de dos familias, una aristocracia terraniente y la otra prole campesina, cuyos nietos, en un inicio grandes amigos, se van a ver enfrentados por la lucha de clases. Alfredo Berlinghieri (De Niro) asume el rol de patrón y se enfrenta a Olmo Dalcò (Depardieu), quien se va a convertir en un líder campesino. El film evoca los primeros 40 años después de cambio de siglo. Estos cambios se ven en la unidad italiana y la decadencia de la aristocracia gamonal que ya se había visto retratada, además, en Il Gattopardo de Visconti. Además el oscuro ascenso de un grupo político que ha de ensombrecer a la sociedad italiana: el fascismo. Fue una gran producción millonaria, siguiendo la tradición de los films americanos de los 50. Debido a su extensión en muchas partes se proyectó en una versión de cuatro horas, pero en esta oportunidad será proyectado en su manera original (5 horas y 3 minutos) por lo que este empezará a las 5: 21 de la tarde.

THE DEER HUNTER (EL FRANCOTIRADOR) MICHAEL CIMINO (1978) La infancia de ese director con varios rusos emigrados le permitió conocer mucho el mundo eslavo, con personas impulsivas y muy francas con sus sentimientos. Una película que muestra la construcción multirracial que es los Estados Unidos, con pueblos que buscan ser reconocidos como norteamericanos, pese a tener apellidos de origen eslavo u otros. Cimino observa sociedades que, a diferencia de los WASP o los intelectuales, son americanas por su pertenencia a ese país y por las acciones que los identifican con él. Este film surge en años en que los artistas e intelectuales tratan de asimilar la derrota de Vietnam y el trauma que causó a esa generación. Pero, como dice Huayhuaca, es una obra mucho más sincera que lo pudo ser Coming Home, la cual es mucho más fría y obedece más a una idea que a un conjunto de sentimientos de diversas situaciones. Además muestra la experiencia dolorosa vivida por un pueblo pequeño minero e industrial de Pennsylvania que mandó a sus jóvenes a dicha guerra y regresaron mutilados o en un ataúd. De Niro hace el papel de Michael, quien logra regresar después de una larga y dolorosa captura en manos del Vietcong. El film ganó el film a la mejor película y el mejor director. Cimino, hosco él, sólo emitió una frase cuando recibió el Oscar.

IT WAS UPON A TIME IN AMERICA (ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA) SERGIO LEONE (1984) Es otro film épico como Novecientos. Se inicia en los años 20 en los guetos judíos de Nueva York en el lado este de Manhattan y es un recorrido de casi 40 años de hampa. El narrador es David Aaronson (De Niro en la madurez), apodado Noodles (Fideos) quien es enviado a la cárcel por 10 años y a su salida, en 1932, comienza una intensa carrera delincuencial con sus antiguos amigos de la infancia. La prohibición del alcohol les va a generar ingresos notables y van a tener una amiga de lujo y despilfarros, hasta que se comienzan a manifestar desuniones y desaciertos. 30 años después, David regresa a este lugar para ver la tumba de sus tres amigos, tumba que deberá relocalizarse para permitir la demolición del antiguo cementerio. Film intenso, un poco irregular, es el sueño de una década de este gran director italiano afincado en USA, donde había revitalizado el agónico género del western con algunos clásicos como El bueno, el malo y el feo. El film cuenta con 229 minutos, por lo que se empezará a las 6:30 pm.


lunes, 16 de julio de 2012

DISCURSO EN LA ALIANZA FRANCESA POR 14 DEJULIO

El 14 de julio no es sólo una fiesta importante para Francia. Lo es para toda la humanidad. La toma de una lúgubre prisión precipitó una serie de hechos que provocarían cambios transcendentales para el ser humano. Aunque sus inicios fueron violentos y traumáticos (qué revolución no lo es), este evento abrió una ventana de esperanza para los hombres en la búsqueda de una sociedad más justa y un mundo mejor que todos los seres humanos soñamos y esperamos llegue. Desde el siglo XVI, el pensamiento europeo estaba en la búsqueda de una racionalidad que permitiese conocer los problemas de este mundo y sus soluciones: problemas físicos, matemáticos, sociales. El hombre europeo había visto cambiar su mundo físico de un planeta plano a uno redondo y tenía que enfrentarse a este primer gran proceso de globalización con herramientas para entender un espacio físico y mental que tenía delante de sí. Necesitaba libertad para pensar, pero una libertad para no hacer lo que le plazca sino en un espacio de fraternidad, tan ansiada por hombres de buena voluntad en nuestros días, e igualdad; esto es, el respeto a los demás en sus diferencias, en sus intereses, en sus sueños. He aquí el gran paso que dio la Humanidad ese 14 de julio de 1789. Se dio cuenta de que podía crear un mundo en que la justicia sea la verdadera diosa que guíe a los hombres, no importando su credo, raza, opción o lengua. En este nuevo mundo, el individuo no pasaba a ser un ente aislado, sino integrado a una sociedad que lo cobija y lo protege, que lo educa y lo alimenta, lo divierte y le da las herramientas para sus sueños. Y él, el nuevo hombre, también asume varias responsabilidades para convertirse en un ser social. Todo esto viene a ser una de los más grandes logros del pensamiento del hombre: la famosa Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.


El viaje a esta obra maestra de la humanidad del siglo XVIII fue larga y tortuosa, pero engendrada ya desde el Medioevo, cuando se crearon los centros de estudios y algunas condiciones históricas. También la expansión del hombre para conocer sus recursos, su medio, le permitió ir conociendo que muchas veces algunos dogmas no eran del todo ciertos. El hombre recibió más luces con el descubrimiento del nuevo mundo, nuestro mundo. Allí encontraron culturas que les abrieron más los ojos ante ese gran dilema que tenía ante sí: el de ser libre y dueño de sus actos. Una suerte de adolescencia final para llegar a una madurez sobria. Esa madurez se ha de extender más allá de sus fronteras y recalaron en nuestras costas. Las ideas del Siglo de las Luces iban a comenzar a realizarse en nuestro Continente. Así los Estados Unidos de Norteamérica prácticamente hizo su constitución tomando como base la Declaración Universal. Toda América fue encendida por los revolucionarios de la iluminación. En la novela Rojo y Negro de Stendhal se habla de un militar peruano que habla de las luchas por nuestra Independencia y es oído por todo un grupo de intelectuales y burgueses en casa del marqués de La Mole. Francia había tenido (y tiene una predilección por nuestros países); en cierta manera, fuimos engendrados por el espíritu que nos dejaron hombres como Montesquieu, Rousseau, Voltaire, quienes fueron leídos por Francisco Miranda o Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, y tomada la posta por hombres como Sucre o Bolívar. Los primeros años de nuestra independencia fueron caóticos, pero en la construcción de nuestra identidad los primeros grandes aportes culturales no llegaron de los ingleses, pese a que habían ayudado a los independistas; sino de los franceses, con quienes había más similitudes culturales y religiosas. Así órdenes religiosas van a ir instalándose en nuestras ciudades para educar a los ciudadanos nuevos para un país nuevo; los recoletos, las monjas del Sagrado Corazón, entre otras varias instituciones fundan colegios; luego llegan misiones para las áreas de salud y seguridad. La policía y el ejército son reformados a la usanza francesa: incluso grados en la jerarquía militar pasan a tener denominación francesa. En los días aciagos de la guerra con Chile, hubo un contralmirante francés, George Bergasse du Petit Thouars, quien salvó a Lima de una destrucción atroz como ya le había acaecido a Chorrillos días antes.

Francia ha tenido siempre una presencia notable en nuestra sociedad y una evidencia de ello es nuestra Alianza Francesa, fundada hace 48 años, para resaltar esa amistad franco-peruana, así como ofrecer a la comunidad en la que se instala no sólo la enseñanza de su lengua, sino su cultura, sus avances en todos los campos de la ciencia y el arte. Y esa es nuestra misión, una suerte de ventana a la sociedad trujillana para abrir otras fronteras, pero también para hacer recordar a todos los trujillanos, a los que nos sentimos como tales, a todos los peruanos, a todos los hombres en general, que esta fecha no debe ser olvidada, como ya lo había planteado Lipovesky en cuanto a las efemérides; que el contenido significativo de su recuerdo sea la guía de cualquier acción de todos los hombres y mujeres libres para poder construir una sociedad más justa en el marco de la confraternidad que toda civilización debe tener.

GERARDO CAILLOMA



miércoles, 27 de junio de 2012

DOGMA 95, PROPUESTA DANESA

Un autor en toda regla que no se deja embaucar por ninguna tendencia,


Un provocador muy consciente obstinado en llevar al límite

La fragilidad emocional de los personajes que deambulan por su obra..

ROMPIENDO LAS REGLAS, ALBERT GALERA




Dinamarca es un país excepcional. Pequeño en el mapa fue cuna de uno de los pueblos que tuvieron una relación un poco díscola con sus vecinos. Su origen vikingo (como el de toda la zona nórdica) lo signó como un pueblo libre y del mundo; pero también preservador de sus costumbres y orgulloso de su pasado. La libertad nórdica ha sido uno de los fundamentos que ha atravesado su arte en todas sus manifestaciones, pero cargado de cierto rigor religioso que caracterizó su movimiento nacionalista del siglo XIX. El mundo intelectual danés no tendrá una gran pléyade como el alemán o el francés, el inglés o el ruso; pero tiene un digno panteón que le ha permitido tener algunos hombres y mujeres destacados en artes e intelecto desde el renacimiento. Hombres como Tycho Brahe, Søren Kierkegaard, Hans Christian Andersen, Niels Bohrs, Carl Nielsen o Karen Blixen han dado cierta fama a la cultura danesa en el campo de las letras como de las ciencias. Y en el cine hemos de encontrar a diversos actores como directores que en cierta manera han de ser partícipes de esa cultura nórdica que vamos a ver en grandes directores como el maestro Carl Dreyer, el más internacional de los cineastas daneses, inspirado en la libertad pedagógica de un Nikolai Grundtvig o un rigor místico religioso de un Kierkegaard.

La sociedad danesa ha sido muy tolerante con todas las manifestaciones culturales, convirtiéndola en una de las sociedades más felices del planeta. Se puede respirar ese aire de tolerancia y libertad desde Århus hasta Klemensker, desde Odense hasta København; mas su gente es reflexiva y crítica con las falencias y errores que se ven en el sistema. La excesiva riqueza muchas veces hace ver mal las cosas en el horizonte; y eso se venía venir con un grupo de cineastas disconformes con la corriente cinematográfica a nivel mundial o a nivel nacional. Pese a ser un cine con limitaciones lingüísticas (el danés es hablado por no más de 9 millones de personas), su capacidad creativa le ha permitido llevarse premios de la academia norteamericana del cine (El Festín de Babette de Gabriel Axel y Pelle, el conquistador de Billy August; o En un mundo mejor de Suzanne Bier) como los premios otorgados por Cannes (Palmas de oro para Pelle de Billy August o su film Las mejores intenciones, así como Lars Von Trier con Bailando en la oscuridad y Rompiendo las olas); para ser un cine “pequeño”, tiene muchos premios que resaltan su calidad cinematográfica, otorgados recientemente a los directores y filmes del famoso grupo denominado Dogma 95.

Este grupo, inspirado en la Nouvelle Vague francesa, trata de despojar al cine de todas las grandes taras que han deformado su esencia y lo han alejado de la realidad. El cine está lleno de ilusionismo y artificios. Grandes herederos de las escuelas del Kino Glass (Cine Ojo) soviético, Neorrealismo italiano y, sobre todo, de los chicos de Cahiers de Cinéma, Dogma 95 quiere volver a ciertas reglas, sencillas pero rígidas, que deben regir al cine: iluminación natural, no dramaturgia, escenarios naturales, ediciones directas, casi sin editar, nada de música extradiegética, sin decorados, filmadas a color y en 35 mm; nada que perturbe la naturalidad de lo observable. Además, nada de armas, ni de escenas que involucren asesinatos. Cada film no debe circunscribirse a un género. Muchas tomas son poco pulcras, rápidas, sencillas, como si las grabara un aficionado que hace sus pininos con una pequeña cámara de mano. Su manifiesto público se volvió dogma, e incluso se otorga una suerte de certificado a cada film que lo valida como un auténtico producto ceñido a las reglas. Quizá esta rigidez haya sido también una de las razones por la que este movimiento, en realidad fascinante, se haya ido perdiendo en su desarrollo. En la sencillez comenzó a generarse las complicaciones y lo que pudo ser una lectura sencilla al grueso público, se volvió en un complejo mensaje político en la era digital, cargado de cierto desencanto e, incluso, nihilismo, en una sociedad opulenta y satisfecha como la danesa. Sus películas iniciales conmovieron no sólo al mundo cinematográfico, sino a las artes y la cultura en general. Las amargas reflexiones de los dos primeros films que veremos en este breve ciclo lo demuestran. La riqueza ha embotado nuestros sentidos y hay que comenzar a sensibilizar “desensibilizando”, si cabe el término. Los fundadores del movimiento, Lars Von Trier y Thomas Vinterberg, pronto han de tomar sus caminos e intentarán su internacionalización, siendo el más exitoso Von Trier.


FESTEN (LA CELEBRACIÓN) THOMAS VINTERBERG 1998 Primera obra “oficial” de este movimiento y que lleva la certificación (al inicio del film) que valida su condición de ser un legítimo producto Dogma. Como la mayoría de obras de este movimiento, es una propuesta “coral”, ya que varios y diversos actores van a verse reunidos por un motivo, espacio, idea. El trabajo se realizó con una cámara portátil respetando todos los preceptos promulgados en su manifiesto. Como buen nórdico, inspirado en los grandes maestros como Ibsen o Strindberg, nos presenta una obra de interiores, en este caso, en una casa inmensa (convertida en hotel) que pertenecía a la familia que decide retornar para celebrar el cumpleaños del patriarca, así como rememorar a una hermana recientemente fallecida. Como toda forzada reunión familiar, los miembros de la familia Klingelfeldt van perdiendo paulatinamente sus máscaras del decoro y felicidad, para ir convirtiéndose en una reunión tensa, crispada, desagradable. Los secretos familiares van brotando delante de una cámara rápida, temblorosa muchas veces, con una luz muy difusa (situación que manifestó con desagrado el mismo director en entrevistas posteriores), con una banda sonora directa, sin nada de música extradiegética. Pero el excepcional trabajo de actores aficionados va a darle madurez a este film coral en el mundo de lo digital.


IDIOTERNE (LOS IDIOTAS) LARS VON TRIER 1998 Difícil y terrible film. Uno de los que nos hace avergonzar por nuestra condición humana. Su provocación desequilibra a todos, puesto que nos desnuda en nuestro conformismo, mediocridad y complacencia. Un grupo de personas de mediana edad se hace pasar como retardados mentales e iba a diversos lugares públicos frecuentados por ciudadanos bastante acomodados. En su actuación, para lo cual eligen a uno del grupo como su guía, el grupo hace caer a las personas en situaciones incómodas e inmanejables. Pero todos ellos tienen un trabajo estable, una familia constituida o grupos definidos que no saben mucho de sus andanzas; hasta que deciden “enfrentarse” a dos situaciones decisivas: jugar el mismo papel de idiotas frente a su núcleo familiar para provocar la desestabilización o la que los toca confrontarse con un verdadero grupo de personas retardadas mentales que desenmascaran sus más oscuros sentimientos. Las máscaras cayeron para todos, mientras que los hombres y mujeres discapacitados muestran una sinceridad, sencillez que avergüenzan a todos. La honestidad del film para mostrar nuestras posturas nos hará pasar un trago amargo, u optamos (como solemos hacerlo) una franca actitud cínica. En tiempos como estos, qué nos puede quedar.


DANCER IN THE DARK (BAILAR EN LA OSCURIDAD) LARS VON TRIER 2000 Al fin la escuela danesa de cine de los 90 es reconocida a través de uno sus principales directores. Este film trabaja con una serie de actores desconocidos, pero algunos ya tenían cierta trayectoria, por lo que rompe con algunos esquemas del Dogma como filmar con gente desconocida, sin retoques, se posterga todo el trabajo sistemático a favor de una narración artificial (luz, sonido, música) y se apela a la propuesta de la steadycam, del cine digital; hay, eso sí, un fuerte minimalismo en los detalles; y lo que pudiera ser una acción sencilla, se convierte una suerte de testimonio complejo de lo registrado. En este film, esas propuestas están en cierto modo postergadas, vemos un montaje especial para “ver” las canciones de la cantante islandesa Björk en el marco de una película intensa, llena de malos entendidos y ausencias en una sociedad de oportunidades. La sociedad moderna no sale bien parada de esta película, llena de complejidades emocionales, frustraciones e injusticias. Con Idiotas y Rompiendo las olas, se presenta como una suerte de trilogía de este gran director. Frente a su anterior film, Idiotas, vemos cambios sustanciales en el tratamiento de la narración (aunque trata de apostar a la espontaneidad y naturalidad), así como el trabajo de una dramaturgia para poder ver los sueños musicales y certeros trabajos en la iluminación. Pero como film, no se circunscribe a ninguna categoría, pese a que algunos la hayan visto como una suerte de musical.


 ITALIENSK FOR BEGYNDERE (ITALIANO PARA PRINCIPIANTES) LONE SCHERFIG 2000 A cinco años del manifiesto, este film es heredero de la famosa escuela de Copenhague, DOGMA 95. El film es muy fresco y se convierte, pese a los dramas narrados, es una simpática comedia/drama danesa que incluye diversos personajes masculinos y femeninos cotidianos que muestran cierto interés por aprender italiano por diversas razones. Nuevamente, estamos ante una obra coral y es la que menos carga pesada lleva en sí de la tres anteriores de este ciclo. Casi como toda esa emoción de los europeos por volver a las raíces, a los fundamentos, un grupo de estos heterogéneos estudiantes va a culminar su experiencia viajando a Venecia. El italiano, en esta ocasión, es un pretexto para congregar a personajes tan disímiles como singulares. Todos ellos, muy bien caracterizados, con sus traumas, anhelos y frustraciones. El film pertenece legítimamente a este movimiento, siendo el quinto circunscrito como tal y el primero dirigido por una mujer.



FUENTES

El cine de los 90 y después… LA GRAN ILUSIÓN, Lima No 12, 2000.

En Breve: La Celebración. Ricardo Bedoya. LA GRAN ILUSIÓN, Lima No 12, 2000.

Dogma Bilingüe. Gabriel Quispe Medina. BUTACA SANMARQUINA, Lima No 16, junio 2003.

¡Consíguete una steadycam, idiota! César Bedón. ABRE LOS OJOS, Lima, Año 1, No 2, diciembre 2002.

martes, 1 de mayo de 2012

PIER PAOLO PASOLINI, REVOLUCIONARIO


Yo, ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte

Que se viene encima, en el ocaso de la juventud.

Pero por culpa también de este nuestro mundo humano

Que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz.



“AL PRÍNCIPE” – POEMAS -  PIER PAOLO PASOLINI


Pier Paolo Pasolini (1922-1975) fue uno de los más grandes cineastas italianos del siglo XX; polémico y comprometido, comunista y homosexual confeso, persona que tuvo a Jesús, Freud y Marx como sus modelos o paradigmas; creó desequilibrios vitales tanto en la sociedad italiana como en el mundo artístico en general. Fue un poeta en la palabra y en la imagen a pesar de que algunos críticos piensan más que sacrificó al cineasta por el poeta interesado en mostrar un discurso de ideas. En su provocación, utilizó diversos medios textuales o visuales para transgredir, subvertir el orden y no dejar a nadie conforme. Muchos han de ver su cine acartonado o rudimentario, pero su rigor sobre una  lectura cinematográfica se acomodaba a sus intenciones comunicativas como el hecho de emplear al filme propiamente dicho en tanto el medio para expresar sus ideas.

Pasolini llega tarde al cine; su primer trabajo cinematográfico fue en el año 1961, luego de su intenso recorrido en el mundo de la literatura, sea en poesía, dramas o ensayos. Comprometido con la causa marxista, se dedicó a la recolección y difusión de la poesía popular italiana, dedicándose incluso a hacer una antología para hacerla conocida al mundo intelectual y artístico oficial. Por sus posturas críticas, se alejó del Partido Comunista por discrepancias en cuanto al tratamiento del pensamiento de Antonio Gramsci y la postura del partido de alejarse del pueblo a quien se debía. Dicha actitud le fue granjeando enemistades; muchas veces parecía un personaje díscolo difícil de controlar, gestor de ácidas reflexiones sobre dirigentes de instituciones varias, incluidos sus amigos intelectuales. Ya en el cine, su obra tiende a seguir la escuela Neorrealista, a la cual admiró mucho. Su formación de cineasta no fue académica, es por eso que muchas de sus películas han de presentar deficiencias o conceptos técnicos cinematográficos muy rudimentarios; pero, pese a todo, supo trabajar con directores como de la talla de Federico Fellini, con actores como Silvana Mangano o Terence Stamp o con artistas como María Callas.

En el ensayo que escribió José Carlos Huayhuaca (La Pasión de la Muerte según Pasolini, HABLEMOS DE CINE, No 75-76), en una aguda reflexión revisa la obra de nuestro Director; pero es drástico en hacer ver que su obra se fundaba en una intención tanática exacerbada, en la que lo sexual pasa a un plano meramente provocativo y se centra en un trabajo detallista, casi morboso, de buscar elementos de corte necrófilos: toda una antitesis a la propuesta de compromiso de lucha y liberación de PPP. El concepto que engloba este Círculo de la Vida  lo acercaría a Buñuel como continuador de espacios vitales para el ser humano, como el reciente ciclo que acabamos de ver.

Se inspiró en los entornos campesinos u obreros y de estas canteras sacó a muchos de sus actores aficionados, así como a sus amantes, algunos de los cuales (Ninetto Davoli) fueron llevados a la pantalla grande como actores principales. Pero esta vida privada, para muchos licenciosa, también estuvo acompañada por un espíritu político ácido y crítico, situación verdaderamente incómoda para el régimen de entonces. El 2 de noviembre de 1975 nuestro director fue asesinado por un delincuente, Pino Pelosi, de 17 años a quien, dice, le había propuesto tener relaciones sexuales. Cuando se hizo público el asesinato, la intelectualidad y los artistas italianos dudaron sobre los móviles de este crimen, que tenía un tufillo a complot o crimen político. Un poco más de 30 años después, algunas pistas nuevas han surgido, que apuntan a que todo lo dicho esa noche de noviembre no es del todo cierto y que hay muchas cosas más oscuras por descubrir. Según Andrés Caicedo, el cine italiano perdió en menos de tres años dos pilares de su cinematografía: de los restos que quedaban de ese cine sencillo, heredero del Neorrealismo, sólo Pasolini fue honesto con sus propuestas, nunca sometió su cine – pese a no ser neorrealista - como sí lo hicieron Visconti (quien lo siguió dos años después)


EL EVANGELIO SEGÚN MATEO (IL VANGELO SECONDO MATTEO) (1964) Es una visión hermosa de la vida de Jesús vista por un comunista como lo fue Pasolini. Su visión es la de un hombre que acerca a este Jesús al hombre, tal como también lo hizo muchos años después José Saramago en su libro “El Evangelio según Jesucristo”. Sus imágenes son sencillas, casi rudimentarias, con algunos errores de encuadre; pero  son poderosas, sinceras, sin maquillajes;  y respetan el contexto histórico desmitificando los casi dos mil años que nos separa con este hecho histórico- religioso. Es un Jesús más humano, pero duro, drástico, con palabras que serían el terror de mucha gente en la actualidad. De sus enunciados, uno puede inferir lo lejos que está el mundo actual, sus instituciones de sus prédicas. En la actualidad pasaría ser un terrorista. Todo esto acompañado con la música de J. S. Bach (La Pasión según San Mateo) y otras obras corales étnicas. La obra la dedicó a la memoria de Juan XXIII, el Papa bueno.


EL DECAMERÓN (DECAMERONE) (1971) Basada en la obra de Boccacio, es una libre interpretación de este notable libro que reúne los cuentos de 10 jóvenes refugiados en un palacete, huyendo de la peste. Los cuentos son todo un mosaico de la Italia prerrenacentista, que cuenta historias muy divertidas de gente de toda condición social que se mueven por diversos intereses. La película trata de mostrar cómo eran los personajes en realidad, alejándolos del ideal de Hollywood. Vemos mujeres y hombres desdentados y descuidados físicamente. No hay que olvidar que la belleza y los cuidados de ese entonces distan de lo que se vive actualmente. Los cuentos elegidos por PPP sacaron de las casillas a las autoridades religiosas de muchos países, como el nuestro. La historia del robo sacrílego a la tumba de un obispo o la de la que acontece en un claustro de monjas son ambas muy graciosas, pero bastante intencionadas (ya lo hemos dicho en la introducción de esta presentación, PPP criticó la Curia romana). Por la acción (y sanción) del Cardenal Juan Landázuri, este filme fue censurado en el Perú, aunque ya se estaba proyectando el mismo en el famoso Cine Roma en Lima. El escándalo suscitado (con cierre momentáneo de cine incluido) hizo que mucha gente fuera hasta a Chile a verla. En realidad, hay varias escenas en las que la iglesia no sale bien parada.


LAS MIL Y UNA NOCHES (I FIORI DELLE MILLE E UNA NOTTE) (1974) ¿Quién no ha leído u oído algunos cuentos que salieron de la boca de la legendaria Sherezade?  PPP toma algunos de ellos y hace un viaje a la Arabia feliz, el Yemen, para ofrecernos periplos eróticos en una cultura sensual y todos rodeados de parajes míticos y ensoñadores de este lugar del planeta. Gusta el desenfado como aborda los temas del erotismo, el cual ha de ser posteriormente castrado por las religiones monoteístas inspiradas en el judaísmo (el cristianismo y el islamismo).   En muchos parajes de la película, hay grandes saltos que dificultan la secuencia narrativa del mismo. Pero en la globalidad, cumple el cometido de lo que es un filme que reinterpreta las técnicas del lenguaje hablado cuando narra cuentos. Con este filme, cierra el ciclo que él denominó de la vida y se embarca en el que sería su última película: SALÒ, filme que contrasta marcadamente con lo que uno ve en los tres del círculo de la vida: Decamerón, Mil y una noches y los Cuentos de Canterbury, este último basado en los cuentos de Chaucer.

SALÓ O LOS 120 DÍAS DE SODOMA (SALÒ O LE 120 GIORNATE DI SODOMA) 1975 ¿Cómo calificar esta obra de PPP?  Es un film vilipendiado, aborrecido por muchos; aclamado por otros. Huayhuaca, duro crítico de la obra cinematográfica de nuestro director, la reconoce como su trabajo más elaborado, frío y reflexivo de todo lo hecho por él. La historia se centra en los últimos días del fascismo en Italia, un grupo de autoridades se reúne para llevar a cabo una orgía, secuestrando a muchachas y muchachos de un pequeño pueblo: Salò. Este grupo estaba conformado por notables del lugar: un obispo, un duque, magistrados, todos aquellos que representaban al poder de una sociedad cualquiera. Los jóvenes son sometidos a diversas sevicias sexuales, incluidas la tortura y las mutilaciones, bajo una visión sadomasoquista sin igual. Por esta temática, el film fue presentado como pornográfico cuando llegó al Perú; en Lima se lo podía ver sólo en funciones de trasnoche, como las otras películas pornográficas. En provincia, por lo menos en Trujillo, se pudo ver en proyección regular. Creo que no sabían lo que tenían entre manos.


Bibliografía:


Diccionaire des Films – Bérnand Rapp, Jean-Claude Lamy, LAROUSSE, 1995.

Historia del Cine Mundial, Georges Sadoul. SIGLO XXI EDITORES. 5ta edición, 1980.

La pasión de la muerte según Pasolini, José Carlos Huayhuaca, HABLEMOS DE CINE, No 75-76, 1980

Ojo al Cine,  Andrés Caicedo, Editorial Norma, 1999.









OSWALDO REYNOSO EN LA UPN TRUJILLO


El día viernes 27 de abril tuvimos como invitado de lujo en nuestra Universidad al escritor Oswaldo Reynoso gracias a la gestión de Mauricio Málaga y la Editorial San Marcos, empresa representada por Mauricio en nuestra ciudad. Esta visita está dentro de un marco del plan lector que nuestro Dpto. en el área de Lengua ha desarrollado por varios años. Para este año académico tenemos como proyecto trabajar dos autores urbanos. Oswaldo Reynoso es el primero. Nuestros jóvenes deben leer un texto de este autor dependiendo el curso que lleven (se escogió LOS INOCENTES y EN OCTUBRE NO HAY MILAGROS); el texto LOS INOCENTE fue acompañada por un puesta en escena de la misma obra con un inusitado éxito, tanto por la propuesta en sí, como la calidad de los actores y la polémica generada entre los alumnos que fueron a verla (casi mil quinientos alumnos). http://www.youtube.com/watch?v=_mOjWezM3g8&feature=g-upl&context=G2700a14AUAAAAAAAAAA
Y para redondear, una conversación amena, franca y directa con el autor mismo, tanto sobre su vida como su obra en sí.
La presentación de Reynoso se realizó en dos turnos. Lastimosamente nuestra Sala de Conferencias no reúne las condiciones para poder alojar a más de mil ochocientos estudiantes que han leído uno de los dos textos (algunos ya han leído los dos, motivados por la obra de teatro). Así que se procedió a seleccionar a algunos alumnos para que “representen” a sus demás compañeros en dichos conversatorios. La organización y las instalaciones estuvieron correctas, y los eventos se realizaron sin contratiempos.
El primero se realizó por la mañana. Oswaldo es una fuente de anécdotas y experiencias que hicieron muy divertida y dinámica el conversatorio. Primero habló de él como persona y luego como creador. Fue muy puntual al diferenciar las palabras “escritor” con creador”. El artista no es escritor, palabra que está ligada a toda aquella persona que escribe, sea su obra arte o no. Él se reconoce como artista, como “creador”. La palabra “escritor” limita al artista a hacer una producción que no necesariamente esté ligada al arte como el ensayista o periodista. Narró sus experiencias como conferencista y contó una que arrancó muchos aplausos espontáneos de los alumnos: cuenta que una vez fue a un colegio para hablar sobre LOS INOCENTES; todo transcurría en la normalidad hasta que una alumna le hizo pedido extraordinario: un regalo para Colorete, uno de los personajes de la obra. Los chicos compañeros de la alumna hicieron chacota y el mismo autor la quiso desalentar en su empresa. Le dijo que el personaje era una ficción literaria; ella replicó si este personaje no había surgido de uno de sus amigos; Reynoso replicó que sí hubo una inspiración, pero que dicho personaje ya peinaba posiblemente canas como él, sino estaba muerto. Insistió ella en darle el regalo y él le respondió que le dé un plazo de una semana para buscarlo y darle el regalo; si no lo hallaba, lo tomaría él. Reynoso respetó sus palabras comprometidas y esperó la semana, sabiendo el final. Al finalizar el plazo, abrió el regalo y en él había un bombón. Nunca en su vida había comido un bombón más delicioso que ese. También tuvo algunos tristes desencuentros con autoridades escolares, sobre todo en colegios religiosos o en aquellos en que la educación es excesivamente vertical. Hubo casos anecdóticos como el hecho de haber sido invitado por las autoridades de un colegio y, en el transcurso del diálogo con los alumnos, las autoridades le iban dando la espalda y salía con “olor en santidad” vitoreado por los alumnos. Ahora, luego de 50 años de publicada su pequeña novela escandalosa, colegios religiosos lo invitan e, incluso, en una genial anécdota, lo hacen partícipe de eventos religiosos, como el que le sucedió en Huancayo durante una procesión del Señor de los Milagros. Las autoridades educativas del colegio lo invitan, a pesar de saber que es ateo, a que presencie el paso de la imagen en la suerte de estrado oficial que se había hecho para la ocasión. Y no sólo eso, sino que tenía que permanecer al lado del altar que se había colocado ex profeso. Me hizo recordar al personaje suyo, Don Manuel de En octubre no hay milagros,  que miraba el paso de la procesión desde un balcón privilegiado de las antiguas familias oligarcas de nuestro país de los 50. Y más anecdótico aún saber que su mismo libro, así como le sucedió a MVLL con La ciudad y los perros, lo iban a condenar a la hoguera en plenas festividades moradas. Ironías de la vida.

Por la tarde, Reynoso se centró en hablar en, para mí, su obra cumbre: En octubre no hay milagros. La construcción de la historia en historias paralelas y distantes (realidades económicas de una ciudad emergente como lo era Lima en los 50 – cierta analogía con el Trujillo de inicios del XXI-); realidades aparentemente dislocadas, personajes que se van entrelazando en un campo gris como lo fue, es y será siempre Lima. Rememorando a Joyce y su Ulises, Reynoso cuenta las historias de un gran psique urbana en sólo 18 horas; se desnuda en realidades violentas, cargadas de frustraciones y oscuros manejos del poder. Y el hilo conductor lo es la ciudad, el mes, un evento religioso que estratifica en ese reducido espacio todas las realidades socioeconómicas del Perú de entonces. Aunque Reynoso rechaza encasillar su novela a ese espacio histórico que fueron los 50 en nuestro país, la novela rezuma mucho las características históricas de sus tiempos. Una oligarquía xenófoba, enemiga de los capitales foráneos, monopolizadores económicos y políticos que van a derrumbarse lentamente hasta la estocada de Velasco y su golpe militar. Vemos a una Lima emergente, arribista, inescrupulosa; violenta, frustrada pero sensual, con sexualidad explosiva que se manifiesta abiertamente en los lugares tumultuosos para sobarse sin enfado entre hombres y mujeres, la mañosería a la orden del día. Además, las propuestas políticas desinfladas por una ley o por un varazo policial. Los asesinatos políticos que aún quedan en retinas como las nuestras (los grupos Colinas están al acecho). Su técnica narrativa micro espacial fue trabajada posteriormente por MVLL en su gran obra La casa verde; en esta última los espacios no se circunscriben a una ciudad; ya hablamos de realidades geográficas más lejanas, Piura, la selva.  
Aunque las dos sesiones no se las puede llamar conversatorio, sino interrogatorio, las preguntas formuladas por los alumnos fueron bastante interesantes y que Reynoso respondió con anécdotas y datos personales. Hubo varias, pero las focalizaré en las del uso de lenguaje, la construcción del personaje y su actividad creadora: la primera fue la que marcó la revolución en la acartonada literatura peruana de esos años. Trasladar el lenguaje de la calle, el umgangsprache de la gente, lenguaje familiar, el creativo, el que va entornando las palabras, lo que lo hace rico, expresivo. Como decía Reynoso, no el lenguaje del diccionario que es el “cementerio de las palabras” sino el cotidiano; el habla es permanentemente poética, estamos creando todos los días. Cuando iba dando respuesta a estas preguntas, recordaba a Julio Hevia en su libro ¡Habla, jugador!, libro que reflexiona sobre la jerga peruana. Pero sí cuestionó la pobreza de los usos lingüísticos, no ligados a la creatividad; muy por el contrario, es la negación de la misma. Formas tan usuales como “o sea” y el famoso “y nada” tan frecuente en figuras públicas como futbolistas o vedettes han terminado por empobrecer las formas comunicativas de los jóvenes. La falsa crudeza con la que se expresan los jóvenes de Los inocentes sigue escandalizando a padres, educadores y otros tras cincuenta años de publicada. Creo que hay que abrir un poco más los oídos para oír a sus hijos, alumnos y jóvenes en general, está ahí. En cuanto a la construcción de sus personajes y su identificación con ellos, Reynoso no rechaza la idea de que algunos de sus personajes lleven mucho de él, es casi una ley literaria que el autor tome parte de su vida personal. Creo que ambos grupos de preguntas, las de focalizadas en el personaje y las de su actividad creativa, van juntas. Reynoso nos habló de la influencia personal, sus experiencias y anécdotas de vida, como la del autor reflejo de su momento histórico, de su coyuntura. Así tal como lo reflejo en su novela reflexiva Los eunucos inmortales, en las que va uniendo su experiencia china en el momento de estallar la revuelta y masacre de plaza Tian´anmen en Beijing y la masacre del colegio Independencia de su añorada Arequipa, ciudad de nacimiento. En el autor confluyen estas dos corrientes y el creador va en la búsqueda de nuevas formas para poder expresar lo que él quiere. Comentó sobre su libro El escarabajo y el hombre, obra en la que hace una interesante experiencia literaria a nivel del uso de palabra escrita,  de lo coloquial a lo estándar a lo literario. Ante una pregunta interesante de por qué no había mujeres en la obra Los inocentes, Reynoso se refirió a nuestra costumbre muy latina de reunirse con las personas del mismo género, costumbre por todos aplicada y que no ha dejado de hacerse hasta en nuestros días. Él mismo contó la anécdota de tres amigas suyas que iban con ellos, varones, a diversos sitios como bares; automáticamente todos los demás presentes inferían que ellas eran prostitutas. Esa costumbre es un fiel reflejo de su época, que aunque aún quedan rezagos en nuestros días, ciertamente están un poco en desuso, felizmente. Con esto explicó por qué los personajes femeninos son periféricos en esa obra, son secundarios y vistos y narrados por esos muchachos cuyas vidas eran el fiel reflejo de la crueldad urbana.

Una vez concluidas los conversatorios los chicos se acercaron para hacerles algunas preguntas, para los famosos autógrafos y las fotos de rigor. Conversar con él de manera personal es más divertido aún, pues es una fuente inagotable de datos y ocurrencias de un hombre con más de 80 años de viajes, experiencias, sinsabores, éxitos y chismes puede cargar consigo mismo.

Quedan pendientes otras reuniones.