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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 11 de octubre de 2020

FECIT, HABEMUS FESTIVAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE OCTUBRE)

Contra viento y marea, el Sétimo Festival de Cine Peruano de Trujillo sale al aire este lunes 12 de octubre.

Hace 7 años, en una reunión huanchaquera un grupo de amigos tomó la iniciativa de hacer un festival cinematográfico en el que se muestre la producción hecha por peruanos residentes en el país o en el exterior. Así nuestra primera versión contó con filmes y personalidades, entre directores y actores, que llegaron a compartir sus experiencias y conocimientos en la cinematografía a un público conocedor y neófito en la materia. Esta primera versión tuvo varios escenarios en los cuales no solo se exhibieron filmes como Sigo Siendo o Viaje a Tombuctú, sino que hubo talleres, exposiciones y mesas de diálogos en las que se discutieron temas sensibles ligados al desarrollo cinematográfico en nuestro país. Un tema importante y permanente en nuestro Festival es el cine provinciano, una realidad que ha ido creciendo para beneplácito de las regiones y para el crecimiento cultural de un país tan vasto, rico y desarticulado como el nuestro. Este espacio cultural significó para Trujillo y, también, para el país una excelente oportunidad para descubrir una rica y variada producción que no se ve en los cines comerciales e, incluso, es esquivo para los pocos cines clubes que existen en nuestra ciudad: cine de Ayacucho, Cuzco, Pucallpa, Lambayeque o Arequipa han llegado a nuestras pantallas en diversas versiones hasta el último festival del año pasado que se difundió el cine selvático.

La séptima versión viene en un contexto especial. Por la pandemia, lo que pudo haber sido un motivo para cancelarla, la virtualidad ha sido la respuesta a esta coyuntura; y, también indudablemente, el apoyo de diversos medios de comunicación masivos y plataformas virtuales que han permitido que nuestra fiesta siga adelante. Un canal regional de alcance nacional será nuestro gran aliado, así como las redes que permitirán tener un alcance inusitado que una versión presencial. Un desafío, una oportunidad. 10 filmes largos y otro tanto de cortos, tanto de ficción como largometraje, serán difundidos por las redes o llegando a las pantallas chicas para beneplácito del público trujillano como peruano. Además, temas interesantes y coyunturales como la presencia de la mujer en el séptimo arte peruano o los riesgos y nuevos protocolos para evitar el acoso serán abordados por diversos panelistas con el fin de buscar respuestas a esta problemática. Podemos decir, con bastante certeza, que el Festival ha contribuido al incremento sostenido de buenas producciones trujillanas en cortos e, indirectamente, contribuir al mayor número de hombres y, sobre todo, mujeres jóvenes en la búsqueda de su propia identidad. Y la presencia juvenil en nuestro Semillero es otro gran aliciente para todos aquellos que comienzan a incursionar en el cine. Esto nos asegurará la presencia de un mejor cine regional de calidad.

Están cordialmente invitados.

domingo, 3 de diciembre de 2017

EXPLOSIÓN CULTURAL DESPERDICIADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 03 DE DICIEMBRE)

Trujillo ha experimentado en los últimos meses una notable presencia de eventos culturales y artísticos que, en cierta manera, reverdecen los laureles de la “ciudad de la cultura”. Un festival de cine, una Feria del Libro, la visita de dos premios Nobel (uno de química y otra de la paz), diversas conferencias arqueológicas o de otros profesiones, además de destacadas exposiciones de artistas que últimamente han copado el Centro Histórico; un interesante panorama cultural para una ciudad que bordea el millón de habitantes. Visitar estos días Trujillo incluiría una visita obligada a 8 espacios en los que se ofrecen instalaciones, pinturas, fotografías, arte conceptual; fuera de las tradicionales ofertas que uno encuentra en nuestro Centro monumental, además de los sitios arqueológicos ya conocidos y que son parte de la identidad histórica de nuestra ciudad. He asistido a varios de estos eventos y exposiciones. He constatado de manera personal la calidad de estas exposiciones y los conversatorios realizados en algunas de ellas; he participado en conferencias en la última Feria del Libro y conversado con personas interesantes que han pisado suelo trujillano, sea por un evento u otro. Trujillo era y es una fiesta. La ciudad ha tenido la oportunidad de haber tenido, fuera de los dos premios Nobel, la visita de intelectuales, escritores y artistas de buen nivel. La FILT trajo una nutrida delegación encabezada por su propio Embajador y su Ministro de Cultura, nada menos. Por otro lado, las exposiciones artísticas, por su número y extensión, evocan las famosas Bienales que dieron lustros a nuestra ciudad en los 80; no solo por la calidad de las obras expuestas, sino por los diversos espacios en los que se realizan estas exposiciones en la actualidad. Las casas del Centro Histórico acogen a artistas que nos invitan al placer estético o a la reflexión.
Sin embargo, esta gran oportunidad para Trujillo y sus ciudadanos se ha visto dispersa y diluida para la mayoría de sus habitantes o sus visitantes. Algunos de los más importantes momentos de la FILT fueron opacados por los gritos destemplados de vendedores o de presentadores que convirtieron su espacio en una suerte de mercado persa. Por otro lado, pocos son los ciudadanos que pisan las galerías en las que ubican las exposiciones. Un factor gravitante es el de una falta de coordinación. Estos eventos tienden a canibalizarse uno a otro. Otro relevante es la escasa articulación de estos eventos con otros quehaceres de la ciudad, como el sector educativo. Pocos son los colegios con los que se coordinan; peor, con universidades. Y el otro sector a trabajar es el turismo. No solo de arqueología vive la ciudad; sus festivales (fuera de la marinera o primavera) deben de ir creciendo y ser parte de su calendario. Y sus galerías deberían de ser espacios para que turistas vean una ciudad llena de creatividad y belleza.

Oportunidades aún perdidas

domingo, 22 de octubre de 2017

FESTIVALES Y CULTURA EN LA CIUDAD DE TRUJILLO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO) A PROPÓSITO DEL IV FESTIVAL DE CINE PERUANO DE TRUJILLO

Hacer actividad cultural en nuestra ciudad o Región se ha vuelto en una proeza por el poco o nulo apoyo que se recibe por parte de organismos públicos o instituciones y empresas privadas. La politización de alguna de ellas o el raro concepto de rentabilidad de algunas otras hace que el necesario apoyo económico para estos eventos se convierta en un camino tortuoso para gestores culturales en nuestra ciudad; el otro gran problema que enfrenta el espectáculo en sí, sea académico o artístico, es la afluencia público masivo por lo general indiferente o ignorante (por desconocimiento) debido a causas como las estrategias erradas de comunicación hacia público objetivo (por parte de los gestores) o por el desconocimiento y poco compromiso de posibles promotores aliados de estos eventos que no colaboran en la difusión del mismo entre un público habituado a un consumo ligero y banal de formas de espectáculo de nuestra ciudad. De nuestra experiencia personal, llevamos casi veinte mil personas al teatro por años dentro del marco de actividades académicas del departamento que dirigía. Fue un trabajo sostenible, apasionante; pero la sede central en Lima decidió que no era necesaria esta estrategia pedagógica en la Universidad. Con los promotores se había trabajado, de manera sistemática, propuestas teatrales de calidad que revitalizaron la vida de esta arte en nuestra ciudad. Incluso llamó la atención de sectores empresariales que vieron otro filón interesante de rentabilidad de su imagen apoyando eventos como estos. Mereció páginas centrales en suplementos económicos. Pero estas actividades chocan con la indiferencia e incomprensión de personas que no tienen mucha idea de su importancia en lo educativo. Iniciadas a todo pulso, valiosas e importantes para el desarrollo académico, social y cultural de nuestra juventud, impactan con la dejadez e indiferencia de los interesados en las mismas. La inevitable partida del Museo de Arte Moderno hacia Lima es una oportunidad más perdida, incluso para la actividad turística que no termina de comprender el gran filón de volver a ser la Ciudad de la Cultura. Trujillo ha visto extinguirse buenas propuestas artísticas y académicas.

Sin embargo, muchos ciudadanos no ven extinguir su entusiasmo. Contra huaycos, viento y marea se han organizado diversos eventos artísticos en pintura y artes visuales. Este lunes 23 se inaugura el IV Festival de Cine Peruano de Trujillo en las instalaciones del CIDUNT, espacio para ver películas que la cartelera comercial no las difundirá. Vendrá, Liliana Trujillo, actriz principal de Rosa Chumbe, film que representa al Perú en la vitrina comercial que es el Óscar. Se debatirá el futuro del cine regional para romper el acentuado ombligo centralista que corroe todas las actividades en nuestra ciudad. Y se premiará a uno de los principales pilares del cine peruano: Nora de Izcue. Trujillo debe volver al esplendor que la identificó, pero con la ayuda de todos sus sectores vitales. Un Festival para hacerlo nuestro.