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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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lunes, 6 de diciembre de 2010

MITOS Y TABÚES DE LA HISTORIA

La reciente visita de César Arias Quincot ha sido una buena oportunidad para ver una serie de temas que son considerados mitos que tergiversan el conocimiento de las acciones sociales en sociedades, como la nuestra, y algunos tabúes que no somos capaces de abordar por una serie de prejuicios que impiden asumir retos sociales.


La historia está plagada de mitos que han distorsionado la verdad, sea por ignorancia o por verdadera intención de los gestores de tales mitos. Veía recientemente un programa francés que se preocupa de la vida marina; en este programa se trató de un controvertido personaje como lo fue el pirata Barbanegra, en torno al cual se han tejido un sinfín de dantescas historias. Gracias a la paciente labor de investigadores de muchas áreas de las ciencias, estas ideas han sido aclaradas para mostrar a un personaje más concreto y una biografía más veraz.

En los últimos años, los avances de la arqueología han ido demoliendo uno a uno, una serie de mitos con los que crecimos en nuestra etapa escolar, por lo tanto, era la historia oficial de esa época. La idea de unos Inca justos, nobles y bondadosos, tipificados por Garcilaso y Guamán Poma, ha sido un poco desplazada al hacerse estudios de las culturas con las que los Inca tuvieron contacto o fueron avasalladas por el expansionismo Inca. Un ejemplo de ello lo vemos en los restos de Chan Chan y los restos de los Chachapoya. Otro mito que recuerdo mucho era el contraste de ritos que tenían los Inca frente a las culturas aztecas, estas últimas presentadas como sangrientas desde la perspectiva europea. Sus museos muestran las obras de sus “dioses”. En los nuestros por mucho tiempo era una suerte de tabú pensar que nuestras culturas hayan sido sangrientas. Los descubrimientos de la cultura Moche, sea en Trujillo como en Chiclayo, han revelado los sangrientos ritos que realizaban los moche, y se sugiere campañas “floridas” para capturar prisioneros sacrificables para sus ceremonias. Los entierros realizados por la cultura Sicán (como los hallados en la Huaca del Oro) eran toda una orgía de sacrificios. Los señores de Sipán no se fueron solos de este mundo, acarreaban mujeres, soldados y hasta animales para el más allá. En mi época escolar, eso era impensable.

El mito construido en torno a la derrota con Chile entre 1879-1883 ha arrastrado la psique peruana a una suerte de pecado original que no cesa de mover nuestros sentimientos de frustración, revancha, inferioridad e incluso injusticia. Nuestro accionar discurre siempre viendo qué es lo que hace nuestro vecino del sur. Extrapolando la situación, es como ver que Ecuador viera qué es lo que hacemos los peruanos para dirigir su vida nacional psíquica. Creo que eso no sucede; no he escuchado hablar a sus recientes gobernantes en preocuparse en vencernos en nuestro PBI o Renta Per Cápita. Sí se lo hemos oído a AGP de manera pública cuando hablaba de Chile. Lo expuesto en la presentación de César Arias a muchos alumnos universitarios me pareció lo más sensato (aunque pueden caber otras posibilidades): Chile tiene toda la intención de convertirse en un aliado natural de los Estados Unidos en esta parte del continente. Nuestra absurda carrera para lograr este objetivo empezó con la historia de Pinochet y sus Chicago Boys, y la idea de ser aceptados en el selecto círculo de países del primer mundo. Chile no se ha armado para hacernos la guerra, sino para convertirse en un gendarme que apoye la política norteamericana. Perú no puede mostrar estas características debido a que nuestras clases dirigentes no han sido capaces de poder articular la nación, pese a algunos notables esfuerzos (no sólo físicamente, sino – y sobre todo- mentalmente). Nuestro país quiere convertirse en otro gendarme, pero la realidad nos muestra un país caótico, con grandes brechas económicas (cada vez más acentuadas) y con políticas no claras de lo que quiere ser y hacer como nación, y como ejemplo tenemos que hay pocas políticas de estado compartidas con todos los habitantes de nuestra nación. La propuesta de hacer andar solo a Perú (junto a Colombia) surgió por una interesante estrategia del gobierno de Toledo, oportunidad en la que pudimos haber trabajado en bloque para obtener precios más justos para nuestras materias primas (eufemísticamente llamadas “commodities”), hacer válido los acuerdos de Doha y haber trabajado en bloques de negociación. Ya los países del primer mundo saben lo que es lidiar con bloques de negociación (recordemos la OPEC y el efecto de su política en el boicot de los años 70). Perú y Colombia decidieron caminar solos para obtener TLC que sólo ayudan a mantener nuestra peligrosa economía basada en exportaciones de materia prima. Este periodo me recuerda (salvando distancias y actores) al periodo del Oncenio de Leguía, etapa de un gran desarrollo económico hasta la debacle del 29. Nuestra dispersión nos ha dejado un poco solos y apurados en buscar cuanto TLC podamos firmar para “solidificar” nuestra economía y así hacerla atractiva para ser un país del primer mundo. Los medios de comunicación nos lo dicen todos los días. Pero a la par tenemos un fuerte movimiento social disfuncional (malestar, rebrotes de violencia, aparición de movimientos políticos regionales, narcotráfico) que impide convertirnos en un prometedor gendarme; nuestro camino debe ser otro. Ante la situación mostrada anteriormente muchos ciudadanos añoran la “sólida”, obviamente ficticia, paz social vivida en la época de Fujimori. He ahí el porqué de la popularidad de su hija que la hace una rival de ciernes en nuestra contienda electoral del año entrante.

En la desesperación de hallar una meta, se quiere arrasar con todo y aquí hallamos un tabú: Juan Velasco Alvarado. Este personaje que subió por un golpe de estado en el año 1968, expresó la coyuntura de una época. Algunas situaciones vergonzosas, más una fuerte crisis económica (tuvimos una fuerte devaluación del sol) y la aparición de diversos brotes guerrilleros, demolieron la fe que se había tenido en este gobierno que había prometido una reforma agraria y reformas inclusivas para la época. Pero la onerosa alianza UNO-APRA en el parlamento impedía cualquier reforma, fuera de los grandes oligarcas de la época (en torno a su mayor representante: Beltrán Espantoso, dueño del extinto diario La Prensa). En cierta manera, Belaunde quedó en un gobierno de buenas intenciones, con una extraña reforma agraria que pretendía colonizar la selva para no tocar los ingenios azucareros de la costa, ni los grandes latifundios de la sierra. Su caída un 03 de octubre tuvo una repercusión limeña y en algunas ciudades; pero la situación crítica nacional por la devaluación, la famosa Página 11, el escandaloso contrabando que involucraba a varias personalidades de su gabinete y la ocupación de la IPC en Talara hizo que la gente viera la situación gubernamental de otra manera. El grupo de militares que había tomado el gobierno no era un grupo de caudillistas tradicionales; se habían formado en CAEM, habían estado en otros centros de estudios, incluso habían visto la política que EEUU tenía con nuestros países a raíz de lo de Cuba. La explosiva realidad peruana (recordemos Hugo Blanco, De la Puente Uceda, Héctor Béjar, entre otros) exigía cambios drásticos en nuestra sociedad. Una de las consecuencias de este periodo fue la desarticulación de la oligarquía terrateniente que se resistía a perder su estatus. De no haberse hecho esto, según análisis del Departamento de Estado de EEUU el país iba irremediablemente a una guerra de guerrillas que podría haber terminado en una virtual guerra civil como la que tuvimos en los 80 hasta los 90. La posibilidad de inclusión empezó durante este periodo, pero fue paulatinamente saboteado. El periodo de la Junta Militar del 68-75 contuvo un volcán social; la desarticulación promovida por Morales Bermúdez y luego Belaunde, y posteriormente el pastiche que fue el primer gobierno de AGP reactivaron ese temible volcán manifestándose en dos violentos grupos extremistas: Sendero Luminoso y MRTA. La propuesta de la Junta dinamizó la sociedad peruana, se gestaron los nuevos grupos emergentes (uno de ellos va a ser el grupo Romero), hubo grupos sociales que se manifestaron, como los afroperuanos: es la época de Nicomedes Santa Cruz y Perú Negro, del Toro Mata. Se quiso desarrollar una industria para consumo nacional y regional andino; hay que recordar que el desarrollo de parques automotores iba a recaer en cada país de dicho mercado (Pacto Andino) y recuerdo que la ciudad elegida para hacer el gran parque automotor del Perú iba a ser Trujillo (incluso había algunas fábricas de motos y de aros). La gente condenó este proyecto por auto reconocernos como incapaces de usar y crear tecnología, y quedarnos como lo que somos ahora, meros productores de materia prima. Además, el odio mostrado posteriormente ha acentuado un odio casi vesánico de la sociedad oficial con el otro Perú, el que quiso ser mostrado, incluido y valorado. Por eso a los eventos masivos como el entierro masivo de Flor Pucarina, la aparición de la Chicha, Chacalón, los Chapis, y el boom de lo que se vive como la moda de lo chicha aún no se han asimilado en nuestra sociedad formal. Se quiera o no, esta ola de la gastronomía es, en cierta forma, nieta de esta forma de pensar. El tabú queda, y muy marcado.

Para cerrar esta reflexión a raíz de la visita de Arias, ha quedado claro que el mito de amistades entre gobiernos es un mero eufemismo para disfrazar el verdadero interés que subyace en las relaciones entre países. Quiero aclarar que las relaciones a alto nivel no están estrechamente ligadas a las relaciones entre los pueblos, pero sí las puede afectar. El reciente lanzamiento en la red de Wikyleak (el goteo informativo) nos ha corroborado la verdadera intención que cada estado tiene con sus pares en el mundo: intereses. Así podemos entender acciones hechas por los gobiernos de Argentina durante el conflicto con Ecuador, la posición de Perú frente al golpe de estado de Honduras, entre otras. Para entender la magnitud está la más desfachatada de todas es la perspectiva que se tiene de Angela Merkel, la primera ministra alemana, quien ha hecho una intensa campaña de estrechos lazos con EEUU y la diplomacia gringa ha hecho algunas observaciones lesivas sobre su persona; aunque se difundía en Alemania que estas declaraciones no iban a afectar las relaciones, sin embargo ya rodó la cabeza del ministro de relaciones exteriores. Lo interesante es ver cómo se mueve nuestra diplomacia, la cual ha tenido un trabajo pesado para poder restañar algunas relaciones tensas con varios países latinoamericanos y entender la posibilidad de reordenar nuestras relaciones con Chile, habida cuenta que los lineamientos geopolíticos de ellos no necesariamente pasan por un choque frontal con nosotros, sino que quiere seguir un curso el cual (tal como lo hizo Toledo y lo proclama AGP) envidiamos y aspiramos a ser un buen patio trasero. Una pregunta: ¿estaremos vendiendo la idea de un nuevo plan Colombia como plataforma nuestro país? ¿O nuestra capacidad tan desequilibrada nos hace un país en pleno proceso de colombianización?

domingo, 13 de diciembre de 2009

¿QUÉ NOS PASARÁ CON PIÑERA?



13 de diciembre 2009. Resultados parciales dan a Piñera como el vencedor de la ya segura primera vuelta de las elecciones generales en Chile.

En las últimas 3 semanas, las bastante alicaídas relaciones entre nuestros países se han visto más deterioradas por el caso Ariza que está dejando una suerte de preguntas a muchas de las personas e instituciones involucradas. Los primeros días, Ariza fue el chivo expiatorio del odio contenido de nuestra impotencia y ganas de revancha que tenemos por décadas. Es, además, la más cruda situación de desánimo de mucha gente que percibe sueldos poco decorosos y que, en un modelo actual de relaciones humanas, uno busca al mejor postor; extrapolando, es lo que hacen muchos futbolistas que triunfan en Europa (según  la prensa, encargados de endiosar mitos venidos a menos) y que llegan a jugar por la camiseta y no cumplen su trabajo. Comparación odiosa, pero, valgan verdades: mucha gente vendería hasta a su madre (o un puerto, un valle, etc... siempre extrapolando) por las cantidades que muchos personajes te pueden ofrecer.
Lo de Ariza va a tener que quedar en el olvido pronto, ya que, de ganar Piñera la segunda vuelta, las reglas del juego van a cambiar bastante.

Piñera es un representante de la derecha a ultranza (muy sincero, lo cual es una situación sensata de la cual la diplomacia y las instituciones peruanas deben comenzar a replantear una delicada vecindad). Piñera es el candidato tras del cual todas las corporaciones y capitales de origen chileno se van a colgar; bueno, ya están colgados. Las inversiones de este señor son cuantiosas en su país y fuera de él, una de ellas ha sido sensiblemente cuestionada a raíz del espionaje, puesto que muchos diarios de todo tinte político del país anunciaban que los pilotos de Lan Perú eran militares chilenos. Piñera estuvo en nuestro país en el mes de agosto, cuando se comenzó a generar una tensa situación por la decisión colombiana de permitir la presencia de tropas norteamericanas en su territorio; esa decisión generó una intensa movida, caldeada además por la presentación de la demanda peruana contra Chile ante la Corte de La Haya unos meses antes. Piñera estuvo en Lima haciendo "lobby" para la creación de un potencial eje que incluya a Colombia frente a los escandalosos gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela. Eran relaciones de corbata.
A ciencia cierta, Piñera hacía una movida diplomática (se sabe ganador) de las nuevas relaciones que debe tener con nuestro incómodo país (somos vecinos para desgracia de ambas partes), proteger sus intereses (si es ganador, va a nombrar un testaferro para que le cuide sus propiedades, una mera formalidad) y ver cómo encaja la visión del mundo empresarial chileno (en un mundo en recesión y con hambre de recursos naturales como energéticos que nuestro país puede regalar), militar (herederos de Pinochet) y los nacionalistas (que los hay de todo tinte, como en el Perú).
De todas maneras, habrá muchos temas delicados por discutir:  las relaciones entre Chile y Bolivia van a volver a "fojas 0", peor aún con el triunfo incómodo de Evo Morales; la sensible incomodidad del ejército peruano por lo de La Haya y el espionaje descubierto; el sentimiento antichileno generado por las mal llevadas gestiones de la privatización portuaria de Paita (aquí en Trujillo, Roberto Chiabra dio un discurso que puso los pelos de punta a todos los que asistimos al debate que organizamos al respecto sobre la privatización del puerto de Salaverry); y la galopante carencia de recursos energéticos en los últimos años en Chile, habida cuenta que Bolivia, pese a toda la buena relación con el gobierno de Bachelet, le "cerró el caño".
Lo de La Haya es todo un reto para Piñera, quien se debe al ejército (¿aceptarán el fallo de la Corte Internacional?) y los grupos de extrema derecha y nacionalistas que no quieren ceder ningún milímetro a Lima. Nada con Bolivia y con nosotros..tampoco. El tema marítimo lo habrá discutido a puerta cerrada con AGP en la visita de junio: las posibilidades de una declaración de equidad para ambos países tiene un asidero lógico, pero ¿quién sabe? ¿Habrá negociado energía por aceptación del Fallo?
En cuanto a las inversiones, este tema, al cual Piñera lo denomina como "cuerda separada", está sacando bastantes ronchas en la sociedad peruana. Los medios callan lo que la gente siente u opina, peor aún con lo del espionaje. Si tomamos lo explicado por Michael Porter en su visita a nuestro país en una conferencia que dejó a muchos líderes desnucados (bueno, en realidad se espera poco de esta gente), extrapolando, el capital que viene de Chile no ha servido sino para crear servicios y nada de situaciones estratégicas: nada de industrias vitales, lo cual está generando una situación muy peculiar en la economía peruana. Tampoco creo que lo harían por varias razones. Pero es un capital volátil y que puede migrar fácilmente; las empresas son de recursos rápidos y generar un bienestar "fungible". Cierro mi empresa y la mudo a otra plaza, o traspaso el servicio. Pero no contribuye, salvo en la generación de empleos de irregular calidad -¿pagan bien a la gente que trabaja en estas empresas?- y que, como bien lo dijo Porter, es una situación a la larga insostenible, es ganancia de una burbuja que ya tiene algunos signos de agotamiento (por lo pronto, ya no regalan las tarjetas de crédito).
El haber ingresado a las negociaciones de ciertas instalaciones estratégicas en nuestro país (háblese Puertos)  ha hecho saltar hasta el techo a mucha gente aquí. Las reglas de juego de nuestro país son muy permisivas aún, pero ¿se seguirán tolerando? De ser así, ¿qué pasa si nuestro país por situación crítica cambiara ciertas reglas? Leía un texto interesante sobre las condiciones creadas como preludio a la guerra del Pacífico y la generación de algunos impuestos a varias compañías inglesas y chilenas en Tarapacá; la prensa de ambos países (Chile e Inglaterra) hicieron una campaña que ahora nos llevaría al asombro por lo ingenua que Lima fue o quiso ser.
Y una última observación, ¿ya tenía en mente AGP hacer su campaña de paz y desarme cuando fue visitado por Piñera? Este último tiene ante sí un poder militar heredado por la política que implantó Pinochet con los ingresos de la empresa pública Codelco (¿la privatizará Piñera?). Bachelet quiso dejar desmantelada esta ley que viene desde los años 70, tras el golpe; ¿la desmantelará Piñera?
Personalmente, Perú tiene que ver qué cosa debemos replantear con este personaje que me huele a una suerte de neo Chicago boy, pero reciclado, con una praxis que ve sus intereses y muchos de ellos sí van a chocar con los nuestros, a no dudar.

sábado, 28 de noviembre de 2009

PARA REFLEXIÓN: LA SEGURIDAD INTERNA Y LOS INTERESES

Luego de un buen silencio, abrumado por el trabajo y las sandeces que te rodean, además el hecho de que muchas personas han callado en todos los idiomas esta situación, este texto de Humberto Campodónico nos debe inivtar a la reflexión  sobre una posición clara en este mundo del mercado, pero ¿escucharán las autoridades al respecto? Sigo en mi silencio escéptico.


El capital sí tiene patria


Por: Humberto Campodónico

Son dos los problemas centrales del Art. 63 de la Constitución de 1993 que dice: “La inversión nacional y la extranjera se sujetan a las mismas condiciones”. El primero tiene que ver con el enfoque de desarrollo, pues se plantea, de acuerdo con el modelo neoliberal, que no debe existir preeminencia del capital nacional sobre el extranjero.


Esta premisa es falsa y no es aceptada por la enorme mayoría de países en desarrollo (PED) que consideran clave el derecho soberano de otorgar tratamiento diferenciado a sus empresas. Por eso, en la Ronda Doha de la OMC ,los PED acordaron excluir de la agenda a la inversión extranjera (Cancún, 2003), pues consideraron que ello es materia de negociación entre los países (repitámoslo, de negociación) y que no era conveniente incluirla ahora.

Pero Fujimori lo incluyó en la Constitución de manera unilateral y “graciosa”, cediendo el mercado nacional a cambio de nada. Esto no figura en la Constitución de EEUU, de ningún país europeo y, tampoco, de América Latina.

Por eso, el Art. 63 se debe derogar ya para volver al pensamiento mundial mayoritario, que está en la Constitución de 1979 de Haya de la Torre: “Por causa de interés social o seguridad nacional, la ley puede reservar para el Estado actividades productivas o de servicios. Por iguales causas puede también el Estado establecer reservas de dichas actividades en favor de los peruanos” (Art. 114). Así de simple.

Lo segundo es que para el neoliberalismo no hay sectores estratégicos, donde el Estado debe cumplir un papel central, ya sea en una función reguladora o con actividad empresarial directa. Eso sucede en EEUU, donde no se permitió a Dubai Ports (de Emiratos Árabes) adquirir el puerto de Nueva York, ni que la estatal china CNOOC compre la petrolera Unocal. Hay muchos ejemplos más, como por ejemplo que todo el servicio de cabotaje doméstico tiene que ser realizado por empresas norteamericanas.

Así, cada país define “su” sector estratégico y actúa en consecuencia. Pero aquí no. El petróleo y el gas es todo extranjero (Petroperú agoniza), así como todas las minas. Lo mismo va a suceder con los puertos y aeropuertos. Pero en Chile la estatal ENAP es dueña de las dos únicas refinerías de petróleo, y la minera estatal de cobre Codelco es la primera del mundo (además le da un canon del 10% de las exportaciones a sus FFAA).

Lo negativo del “trato nacional” se eleva exponencialmente cuando los gobiernos neoliberales permiten que empresas de países vecinos controlen sectores estratégicos, como el espacio aéreo, el transporte naviero y los servicios de carga, así como la distribución nacional de combustibles (Primax es 50% de ENAP y 50% del Grupo Romero). Más grave aún: con Chile tenemos un diferendo marítimo.

Por lo expuesto, la derogatoria del Art. 63 no tiene nada que ver con el “cambio del modelo económico”. Lo único que hace es volver a igualarnos con las leyes mundiales (incluida la chilena), que se reservan el derecho de otorgar trato diferenciado a sus empresas y ejercer soberanía nacional sobre los sectores estratégicos.

La aparición del “espía peruano” debiera hacer reflexionar a toda la clase política y empresarial sobre la absoluta necesidad de devolver al Estado los roles ya señalados. Pero no. Alan García se llena la boca de adjetivos bravucones (muchos fuera de lugar), pero no mueve un dedo para derogar el Art. 63 ni para definir sectores estratégicos ni, menos, tomar medidas que permitan revertir la actual situación, como la revisión del actual TLC con Chile.

El problema de fondo es que “el capital sí tiene patria” (incluso en la globalización) y sí existen sectores estratégicos. Eso lo saben todos los políticos del mundo (incluidas la derechas nacionalistas), menos los gobiernos peruanos, que siguen abrazando el fundamentalismo neoliberal de la Constitución de 1993. Su lema es “no cambiar nada, para que nada cambie”. Mientras siga el inmovilismo, nuestros problemas se agravarán.




viernes, 28 de agosto de 2009

¿A QUÉ JUEGA AGP?



En los últimos días, AGP ha dado algunas malas muestras del manejo diplomático con gruesas fallas, desinformación intencional y evidentes cortinas de humo internacionales, las cuales desvirtúan el trabajo de Cancillería y no dan a conocer la tosca posición supina de este gobierno con ciertos eventos de la Región. La visita de la semana pasada del presidente depuesto de Honduras no dio ningún tipo de luz de la actitud peruana frente a este evento. Casi, a la par, la visita del neofujimori Álvaro Uribe (quien recibió el único apoyo por parte de AGP) para justificar su tratado con USA alertó a toda Sudamérica y motivó que se esté haciendo, a estas alturas, una reunión extraordinaria de UNASUR en Bariloche. La posición solitaria de AGP en este asunto habrá sido una anécdota más de la posición peruana en el concierto de las demás naciones sudamericanas. Pero el manejo bastante burdo sobre el "secreto" tratado de 13 puntos entre Bolivia y Chile ha movido a toda la gente política del país, habiéndose olvidado que dicha agenda ya había sido propuesta en el ascenso al poder de Evo Morales. Que Evo sea un personaje díscolo contra AGP no quita el problema de total (¿o intencional?) desinformación de esta agenda anunciada hace ya dos años aproximadamente. Si AGP desconocía esto, es una soberana patinada de nuestro dilecto presidente (con minúsculas), quien ha mecido la información con alguna non sancta intención. Me parece que no lo desconocía. Era un as bajo la manga.

Dos artículos recientemente leídos, el de Marcos Ibazeta (una peculiar percepción geopolítica) y el de Raúl Wiener, dan algunos interesantes alcances de las intenciones osadas o fallidas de AGP. Sabemos todos que AGP quiso trasladar la base de Manta al Perú. Su intento causó un revuelo entre nuestros políticos (muchos de ellos se rasgaban las vestiduras, pero hubieran apoyado la iniciativa veladamente) y no prosperó. Hasta ahora. Ibazeta lanza la frase, intencional, que en caso de una agresión con Colombia, ésta ya se cubrió con el ejército más poderoso del mundo. La idea es una suerte de Détente diplomática (una nueva guerra fría localizada), siempre y cuando el bélico Uribe no se dedique a extender sus acciones más allá de sus fronteras. Los que todo lo justifican conservadores peruanos miran con buenos ojos que Uribe bombardee Ecuador si hay FARCS; no sé qué irán a pensar si estas acciones sucedan en territorio peruano. Amorim y Brasil ya han puesto la observación. Saben que un tipo como Uribe, apoyado por las ultraderechas y los paramilitares, quiere a la reelección para completar su "limpieza sociopolítica". El ejército peruano no ha hecho pronunciamiento alguno al respecto. Justo coincide con un severo recrudecimiento de ataques a bases militares y policiales en la selva y ceja de selva peruanas. Como para solivientar los ánimos. Lo de Colombia está decidido, ellos van a poner sus bases. La entrevista de Jaime de Althaus con analistas políticos ha sido muy sintomática: en parte la justifican, en parte hay profundos temores del manejo de estrategias por parte del ejército y la inteligencia norteamericana, sobre todo los deslindes entre droga y terrorismo político. Como bien lo dice Eduardo Galeano, es irónico que USA controle Afganistán y que aún haya en el mundo mucha droga proveniente de allí. Muy irónico. Más irónico aún es que Osama Bin Laden, el líder causante de todo esto no haya sido capturado tras casi 9 años de invasión. La posibilidad de una afganización pende sobre Colombia y sus vecinos. Así van a necesitar "hombres fuertes"...Tipo Uribe. Si la afganización pasa a Perú, (es un hecho que pasen varios incidentes en los 1,506 kilómetros de frontera selvática con ese país), ¿qué tipo de líder estaremos necesitando para las próximas elecciones presidenciales? El comportamiento del electorado peruano tiene por móvil el miedo: esa campaña la hizo el Apra contra MVLL y la hizo recientemente contra Ollanta. Hay un excelente factor en ciernes a "pedir de boca".

¿Cómo entra lo de Bolivia/Chile? De pronto AGP encontró un elemento para acallar las protestas de los demás países sudamericanos ingresando en la agenda única un plan de trabajo que ellos (bolivianos y chilenos) tienen desde hace años. Es absurdo pensar que ellos no estén buscando una solución a su problema. Es lo lógico. Es lo mismo que ha hecho Perú con lo del problema marítimo con Chile, tema que espero que se haya aclarado bien con Ecuador, puesto que viendo el mapa, debemos tener el mismo problema de división equitativa de aguas marítimas. Si proyectamos una línea recta desde Punta Capones, encerramos a Guayaquil. No se ha movido el tema.. aún. La supuesta trastabillada de AGP con este tema de 13 puntos entre Bolivia y Chile cae muy bien con la no menos interesante visita de Piñera a Lima. Suena a una suerte de Plan Cóndor de civiles, a lo Juan María Bordaberry. Pero Piñera, así como no le va a dar salida al mar a los bolivianos, tampoco le va a permitir el arreglo marítimo a Perú; ¿o la reciente visita ha sido para discutir ese tema?

El sábado estaremos viendo cómo se movieron los dados en Bariloche. AGP acecha.

jueves, 14 de mayo de 2009

DIPLOMACIA EN DECLIVE: ¿QUÉ NOS ESTÁ PASANDO CON NUESTROS VECINOS?


En el último par de años, nuestro país ha mantenido una tensa relación con todos nuestros vecinos, salvo Colombia, cuyo presidente se acerca mucho a la prédica de nuestro inefable presidente. En este singular proceso de aislamiento absurdo, dos frentes han sido los primordiales para que nuestro país se haya convertido en una suerte de paria: los medios de comunicación y la diplomacia peruana.
Quiero hacer una reflexión sobre la diplomacia peruana. Cuando era joven, en mi etapa escolar, me interesaba mucho leer los periódicos, ver televisión y escuchar las conversaciones de gente adulta. Estudiaba en un colegio que reunía singulares personalidades, alguna de las cuales fueron decisivas en algunas concepciones sobre las cosas. Tras el golpe de estado de 1968, hubo un fuerte giro de las relaciones internacionales de Perú, frente a lo que había sido la servil cancillería de los años iniciales de esa década (los 60). En ese entonces, nuestros pasaportes tenían una onerosa restricción que impedía a cualquier peruano visitar el país que quisiera por ser política de estado. Países como Unión Soviética, todos los de la Europa del Este, China Popular y Cuba conformaban esta lista. No sé si países como Chile (en democracia entonces) o México tenían semejante restricción. Tras la anómala junta militar, esas restricciones caducaron. Pero, interesante, nuestra Cancillería tuvo una presencia inigualable como no la ha tenido en otra etapa de su historia (a mi modo de ver). Cabezas del Ministerio de RREE. de ese entonces eran cabezas formadas en el discurso geopolítico que vivió la guerra fría, la cubanización de Bolivia y la presencia de guerrillas en nuestro país. Algunas reformas obligadas no podían darse por la obvia obstaculización de una clase dirigente poco visionaria de lo que se tenía que hacer para modernizar el país. A la cabeza de los militares (raro, ¿no?) De la Flor Valle y sobre todo el brillante Edgardo Mercado Jarrín, nuestro país tuvo una cancillería de lujo de la cual han de salir gente como García Bedoya o Pérez de Cuéllar (quien fue baloteado por las imbecilidades de la gente de Belaunde en su segundo gobierno) Estos hombres vieron la delicada posición en la que se encontraba nuestro país al haber tomado la decisión de nacionalizar el escandaloso caso de la IPC, nuestro aún inacabado caso fronterizo con Ecuador (la Cordillera del Cóndor), las 200 millas y la escasa década que faltaba para celebrar el centenario de la guerra con Chile. Además la posición peruana distaba de las otras dictaduras militares (la nuestra fue muy singular, tanto por forma como por contenido, cosa que disgustó mucho a Estados Unidos, ya que casi todos los militares de la cúpula de ese entonces habían sido entrenados en ese país). La Cancillería conocía este contexto y se trabajó en un plano internacional como nunca lo hemos tenido como país. Sabíamos que teníamos que trabajar con objetivos. El abrir nuestro país a los países "vedados" nos dio un respiro geopolítico, tanto en lo militar como en lo económico. Desde el punto de vista militar estratégico, la Unión Soviética nos vendió armamento que rompió todo el equilibrio de la zona; Estados Unidos pensaba que la Junta se iba a doblegar en cuanto a la renovación de su armamento. Un golpe, en cierta forma, maestro.
La Cancillería tuvo hábiles diplomáticos para negociar por todo lado, teníamos una figura agresiva, en el sentido de "decidida". En Moscú estuvo Pérez de Cuéllar para posesionar la imagen de un país que antes prohibía la comunicación de sus conciudadanos con los nuestros. Este cargo lo va a anatematizar y por esta razón, va a ser baloteado por el minúsculo Javier Alva Orlandini en el segundo gobierno de Belaunde. Un acto de venganza que el mundo supo reinvindicarlo nombrándolo como Secretario General de la ONU en reemplazo de Kurt Waldheim.
La Unión de países del Tercer Mundo sesionó en su tercera versión en Lima. Estratégicamente, se sabía adónde se iba. La desarticulación empieza con Morales Bermúdez y el frente externo pasa a un segundo plano. Los últimos toques maestros de nuestra cancillería fueron el haber evitado la invasión de Nicaragua por parte de tropas norteamericanas (García Bedoya) y quizá haber estado en el grupo que evitó la tentación gringa de entrar a Colombia (aunque más fueron movidas de Brasil y México).
La idea del pragmatismo (pones a vendedores de productos por embajadores) ha ido en desmedro en nuestros cuadros y peor aún la injerencia de Fujimori y Montesinos,quienes dieron un ataque artero al cuerpo diplomático de entonces.
Velasco fue un militar bruto, pero pragmático: tuvo a Pérez de Cuéllar y mantuvo a Beckemeyer Pazos en la embajada peruana en Washington. Sabían sus oficios, para eso se los preparó. Pero, ¿qué hacían Aritomi, Judith de la Mata, etc.. en nuestras embajadas?
Si la gente habla de muchos frentes en la guerra, esta hace muchos años la perdimos.