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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 26 de enero de 2014

B E L L E Z A

B E L L E Z A Extrema belleza e inquietante.

lunes, 20 de enero de 2014

EL CINE Y LA GRAN GUERRA

Este año Europa y el mundo se preparan para conmemorar el primer centenario de la declaración de guerra entre el extinto Imperio austro-húngaro contra Serbia. Esa declaración de guerra marca el fin de un ciclo de la humanidad y el cambio de estructuras sociales, políticas y económicas globales. Fue, además, la primera manifestación de globalización efectiva: la primera conflagración mundial que, una vez concluida, había cambiado el mapa geopolítico mundial, con la desaparición de dos grandes imperios y la aparición de diversos países como Polonia; la implantación de las raíces de dos movimientos políticos tenebrosos, como el fascismo y el nazismo; la aniquilación de una familia imperial  y la caída de varias dinastías, y la aparición del primer estado comunista (Unión Soviética); la primera guerra de grandes masacres (que se “perfeccionarán” en la segunda guerra mundial); y los Estados Unidos desplaza al Imperio inglés como primera potencia mundial. Es la primera gran muestra de la globalización efectiva de nefastas consecuencias. Extrañamente el campo de acción bélico fue bastante reducido (en comparación de la segunda guerra mundial, veinte años después): el campo de batalla se circunscribió al noreste de Francia, parte del territorio belga, en algunas regiones de Polonia, norte de Italia y zonas focalizadas en Serbia. Por los detalles expuestos sobre los costos y pérdidas de la maquinaria productiva de cada nación envuelta en este conflicto, la guerra no significó muchas alteraciones en sus economías. Muchas florecieron y recobraron su brío pocos años después. El injusto castigo impuesto a Alemania por sus intenciones de querer entrar en el grupo de los grandes imperios no fue por causas de tener que pagar las pérdidas ocasionadas a los países vencedores del conflicto. Esta acción va a generar en el país teutón un fuerte desasosiego social, crisis económica y la aparición de propuestas sociopolíticas extremas.  Además, la primera guerra mundial es una guerra de medios que convocan, persuaden, seducen a los hombres a ir al campo de batalla; es una guerra en la que la información es recibida por los medios impresos, que también fungen de propaganda; y los líderes gubernamentales se ven pronto envueltos en la contienda de manera excesivamente expuesta. Se dirigen a sus pueblos, son cabeza de una campaña enfervorizada contra el enemigo. Es una guerra en la mente de la gente. De ahí su gran repercusión. Es una guerra de los pobres y los ciudadanos de pie que van a caer en las terribles trincheras de Verdún, Somme, Loos u otros nombres que causan una dolorosa recordación. Entre las consecuencias, una vez terminado el conflicto, se tiene un nuevo mapa de Europa con la desaparición del gran Imperio Austro-Húngaro y el Imperio Otomano, así como la transformación del extenso Imperio Ruso en un conglomerado de soviets que se convertirá en la Unión Soviética;  la fugaz aparición de la joven Alemania en el concierto mundial y su absurda rendición en esta guerra traerán lamentables secuelas a toda Europa y el mundo en general un par de décadas posteriores; irónicamente los dos imperios coloniales dominantes en ese entonces,  Gran Bretaña y Francia, alcanzan su cenit, pero también inician su acelerada decadencia. Francia se vio debilitada por esta guerra en cuanto a sus planes geopolíticos, mientras que Gran Bretaña se vio algo favorecida por la anexión de los territorios perdidos por la desaparición del Imperio Otomano. Pero la intervención de los Estados Unidos en suelo europeo ya es un indicio de lo que vendría. Esta guerra replantea los roles continentales. EEUU, un país de ultramar, interviene por primera vez en Europa, lo que lo convierte en una gran potencia del orbe; por otro lado, vemos los inicios de la expansión japonesa en Asia y un hecho importante: la amenazante realidad comunista que tuvo su primera manifestación concreta en la Rusia de entonces. En muchas partes, posteriormente durante los años 20, la bandera roja flamea en lugares tan diversos como el ayuntamiento de Glasgow en Escocia, en fábricas italianas o en las duras huelgas generales en Gran Bretaña, Francia o Alemania. El peligro rojo precipita el surgimiento del fascismo y el nazismo. La intelectualidad europea de esas décadas participó directa o indirectamente en la conflagración. Artistas y escritores fueron enviados al frente y ellos mostraron, a través de sus diarios, novelas, poemas o ensayos, l´état d´esprit, el estado del espíritu de la época, de su tiempo. Así, por el lado francés, tenemos una vasta producción literaria hecha por autores como los poetas Louis Aragon y Guillermo Apollinaire, los novelistas Marcel Proust, Romain Rolland, Céline, el artista multifacético Jean Cocteau, entre otros.  Los desgarradores manifiestos en pinturas, novelas, poemas, crónicas de guerra o partes periodísticos nos muestran la crueldad de esta contienda, el sinsabor de saberse abandonados en medio de bombardeos de obuses o francotiradores. Testimonios como Viaje al fin de la noche de Céline o varios poemas del poemario Caligramas de Apollinaire nos muestran la condición y soledad de hombres que fueron al campo de batalla con una ilusión y que van descubriendo amargamente que son olvidados o carne de cañón. Muchos de ellos cayeron heridos y acentuaron su espíritu antimilitarista o antisistema. Pero la campaña de adormecimiento civil acalló a las mentes pacifistas y predominó el espíritu bélico. Gran Bretaña envía a poetas o hijos de grandes pensadores. El poeta Robert Graves sobrevive a la batalla de Loos, pero el hijo de Rudyard Kipling, John, morirá en combate, como le sucedió a la joven promesa Rupert Brooke. Coincidencias de la vida: el famoso poema If fue dedicado especialmente por Kipling para su hijo. Kipling, un hombre que creía en la grandeza del imperio, que apostó por la misión salvadora de su nación y que había usado su influencia para apoyar a su hijo, miope y limitado para las órdenes, se vio con la triste realidad de que su hijo varón había sido una víctima más de esta hecatombe humana. Su cuerpo jamás será hallado, pese a las gestiones de su desamparado padre. A pesar de todo, siguió apoyando la causa a través de los medios, como hicieron también Arthur Conan Doyle, H. G. Wells y Chesterton. Este último se prestó para reclutar a irlandeses, católicos, bajo el mando británico. Se estaba creando el odio contra los bárbaros teutones. Pero por el lado alemán, también su intelectualidad se ve envuelta en esta fiebre bélica. Dos grandes voces sobrevivientes, pacifistas a su manera, escriben notables novelas que conmoverán al mundo: Sin novedad en el frente (im Westens nichst neues) de Erich Maria Remarque y Tormentas de Acero (In Stahlgewitter) de Ernst Jünger. La segunda novela fascinó a muchas personas ligadas al nazismo, pero siempre el autor se mostró independiente y sobrevivió como pudo a la locura nazi; mientras que la primera novela y su autor sacaron provecho al espíritu antibélico de postguerra y se asentó en los Estados Unidos para vivir cómodamente su sueño americano gracias a las regalías obtenidas por la venta de los derechos de su novela al cine de Hollywood. Hubo también personajes polémicos que ensalzaron la guerra, como Gabrielle D´Annunzio, poeta que con sus ideas no solo artísticas, sino políticas han de crear las bases de otra lacra que llevará a Europa a una segunda guerra mundial: el fascismo. Para este poeta, la Gran Guerra era una forma de galantería. Amaba su posición de subteniente en la guerra. Pero por otro lado, otros literatos venidos de América describirán a esta como una acción incomprensible para el genio humano: Hemingway. El mundo del arte que se había entusiasmado con el desarrollo de la máquina (maquinismo) cambia su materia de trabajo, tras haber contemplado que aquellas máquinas invencibles no lo eran tal (hundimiento del Titanic) o se volvían contra sus creadores, como el caso de las nuevas máquinas voladoras, los aviones. Este acontecimiento creó un nuevo mapa europeo y mundial por dos décadas. Y el mundo pronto se verá envuelto en nuevos y graves problemas sociales, políticos y económicos. El gran crack capitalista del 29 en EE.UU. tocará las puertas de Europa y golpeará a las poblaciones más vulnerables, como sucedió  con Alemania y su famosa hiperinflación; y con esta situación, vendrá un salvador: Hitler. El resto ya es historia.

 LA  GRANDE ILLUSION (LA GRAN ILUSIÓN) JEAN RENOIR 1937  La película antibélica por antonomasia dirigida por Jean Renoir, hijo del famoso pintor del impresionismo, Auguste Renoir. Europa estaba al borde de la guerra, los vientos bélicos se venían venir. Los artistas pacifistas de la época lanzaban sus manifiestos en contra de las fuerzas avasalladoras que ascendían en Italia y Alemania. Y la historia se encargó de demostrar que no lograron su objetivo: dos años después, un 1 de septiembre, la locura se formalizó. Abel Gance había hecho una película conmovedora, Yo acuso, en la cual todos los muertos en la batalla de Verdún se levantaban e iban a sus casas (de ambos frentes, durante la Primera Guerra Mundial) a reclamarles el porqué de la acción de sus familiares y a confrontarlos por el inútil sacrificio de sus vidas dos décadas antes. Las escenas son burdas, pero emotivas. Renoir era un director provocador, veía las fracturas de una sociedad que se preocupaba por formalidades absurdas más que el rescate de los valores humanos vitales; logró    reunir en plena tensión geopolítica a actores de ambas naciones, como es el caso de Erich Von Stroheim – Rauffenstein en la película- Jean Gabin, Dalio (que hace el rol de un judío, situación tan escabrosa para el momento, cuando en toda Europa se hablaba de las políticas antisemitas). Llegó a sus límites cuando muestra la convivencia de un soldado francés (Gabin) con una campesina alemana (Dita Parlo) chocó contra la intolerancia que se vivía en ese entonces, cuando todos sospechaban de todos. Es por eso que muchos países la prohibieron y recién se pudo verla tras el fin de la guerra. Además, muestra la marcada decadencia de castas que fueron arrasadas una vez concluido el conflicto. Tanto Rauffenstein como Boëldieu encarnaban una aristocracia militar decadente y totalmente desbordada por el apabullante desarrollo tecnológico, pero regida por formalismos y convenciones de “caballeros” que sucumbirán en la guerra moderna; así lo van  a demostrar Petain y Gamelin en su pobre desempeño en la segunda guerra mundial. La historia sí sucedió y muchos quisieron negarla por lo incómoda que resultaba para el momento. Hubo varios casos verdaderos, que mostraron que el sentido humano estaba más allá de las ambiciones en juego, habida cuenta que muchas de estas guerras eran declaradas más por pactos con otras naciones que por una acción directa contra la nación en la que vivían. Un caso parecido se muestra en la película Joyeux Noël, en el que la noche de navidad del primer año de conflicto, soldados alemanes, franceses y escoceses bajaron las armas para vivir un momento de paz. Todas las tropas y sus jefes fueron sancionados y removidos de la zona.

ALL QUIET ON THE WESTERN FRONT (SIN NOVEDAD EN EL FRENTE) LEWIS MILESTONE 1929-1930 Este bello filme anti bélico está basado en la novela del alemán Erich Maria Remarque, quien aprovechó el espíritu antibélico y neutral de los norteamericanos luego de unos años de concluida la Gran Guerra. El film nos muestra inicialmente el espíritu explosivo y jubiloso durante el reclutamiento de jóvenes en un liceo, incluso promovido por varios profesores, salvo alguno que otro; la algarabía y la excitación no dejaban ver la sinrazón de una guerra: una sociedad inflamada de orgullo nacionalista envía a su población juvenil a una masacre segura. Cuando los jóvenes reclutas se encuentran con los veteranos, estos se encargan de “bajarlos a tierra” y comienzan  a ver la crueldad y crudeza de la guerra. El mundo estaba susceptible a estos hechos, puesto que hacía 10 años había concluido la Gran Guerra, por eso el impacto en la sociedad norteamericana, quien no dudó en otorgarle el Óscar a la mejor película en 1930. Sin embargo, pese a las muchas películas que criticaban las guerras, nueve años después el mundo se dirigía penosamente hacia una segunda.

PATHS OF GLORY (LA PATRULLA INFERNAL) STANLEY KUBRICK 1957 Este film está basado en hechos reales, lo que motivó que sea censurado por el gobierno francés, por el gobierno español, en ese entonces encabezado por el tirano Francisco Franco, (quien se dice fue directamente afectado); y por todos los círculos militares norteamericanos. Tal como le sucedió  a la novela LA CIUDAD Y LOS PERROS (que fue quemada y prohibida en los colegios militares peruanos), el halo de prohibición acrecentó la fama de este film. Esta película es una abierta denuncia a la casta militar y su verticalidad, la falsa idea del patriotismo y los excesos que se cometen en cualquier conflicto armado. Muchos ven en este film el delicado y preciso movimiento macabro y frío de piezas de ajedrez al que someten un ejército, un batallón o un pelotón de soldados para lograr su objetivo, por eso los descarna de cualquier elemento sentimental, el cual sólo hallamos hacia el final de la película. El propósito del film es denunciar y denostar la fría maquinaria del poder y su manipulación de los seres humanos, en este caso, soldados. Está inspirado en un hecho real, una ejecución de cuatro soldados  de la Brigada 119 del ejército francés. En la historia real, las familias de los cuatro soldados lograron que la memoria de los mismos fuese recuperada, pese a que las familias recibieron una pobre indemnización. La práctica de fusilar soldados de manera aleatoria era una forma de sancionar la indisciplina (en cualquiera de sus manifestaciones) a todo el batallón. Como los romanos solían diezmar (matar un soldado de cada diez) para dar una lección a sus legiones. Hubo muchos problemas para su rodaje. En Francia sólo pudo estrenarse el film completamente en 1972.

LAWRENCE OF ARABIA (LAWRENCE DE ARABIA) DAVID LEAN 1962 Este film narra la historia de Lawrence en su misión de hacer contacto con las diversas tribus árabes y aglutinarlas contra el Imperio Otomano durante la I Guerra Mundial. A través de él (Lawrence) vemos a un pueblo con un amplio sentido de libertad, quizá producto de ese ambiente tan sobrecogedor que es el desierto en su terrible belleza. La fuerza de un hombre rayano a la obstinación hace que sus metas se hagan realidad. Llegar a Aqaba, cruzar el desierto hasta llegar al canal de Suez, luchar con las tribus y luego contra los turcos, acción que lo arrastra a las honduras de su alma (como Roger Casement en El sueño del celta) lo van pintando en cuerpo entero. Pero su acción, lejos de lograr la ansiada libertad y triunfo contra los otomanos, tristemente todas las promesas ofrecidas por él a los árabes sobre su independencia no fueron sino otorgadas hasta después de la II Guerra Mundial. Esta bella película, con el recientemente fallecido Peter O`Toole, Omar Shariff y Alec Guiness, presenta las más bellas escenas de un desierto, espacio muchas veces visto como poco atractivo y bastante traicionero; y estas poderosas escenas son acentuadas con la banda sonora compuesta por Jarré.

THE AFRICAN QUEEN (LA REINA AFRICANA) JOHN HUSTON 1951 Debido a la acción de censura que sufrió una de sus películas, La Roja Insignia del Valor, (filme que denuncia las absurdas situaciones del valor y la franca reacción de la cobardía frente a la guerra), Huston se aleja de Norteamérica y recala en África, donde dirige este film que es una de sus obras maestras. El film es también la oportunidad de reunir a dos grandes actores y una acción de aventura muy simpática: Dos personajes antagónicos, una misionera (Katherine Hepburn) y un aventurero borrachín (Humphrey Bogart) llevan a cabo la más absurda misión durante la lucha entre las potencias en las colonias africanas durante la primera guerra mundial: el hundimiento de un barco de guerra. La historia es bastante ágil, divertida y tiene en esta pareja la cumbre de la actuación de aventura y amor; y además con un triunfo irrisorio que trae más a la risa que al coraje de haber triunfado. Parece ser que la conversión de esta aburrida novela de C. E. Forrester se logra por la feliz consecución del talento de los actores y por el quizá espíritu festivo de Huston. La película no deja de tener un sentido de sorna que nos hace pensar que nuestro director se la pasó riendo a lo largo de la filmación. La escena del izamiento del pabellón británico o el hundimiento de su objetivo son francamente una burla solapada a los hechos de los hombres. Es todo un clásico.

domingo, 19 de enero de 2014

VISITA AL VIÑEDO DE FRANCIA

El verano del 2013 fue para mí todo un descubrimiento europeo. Las anteriores oportunidades que había visitado Europa, siempre lo había hecho en invierno. Las ciudades y el paisaje eran oscuras y frías, contrarrestado todo con la belleza y la historia que cargan las mismas. El brillo solar y el calor hacen que la gente viva en las calles y las plazas para aprovechar los largos días que trae el verano. Era muy gracioso ver en París que tiendas y negocios cerraban a las 7 de la “noche” en pleno esplendor solar. Pero también caminar bajo el sol tiene sus consecuencias. Nada es perfecto en esta vida. Ya instalado en Rodez en casa de Isabelle y antes de partir a España para el curso en Jaca, visitamos los alrededores de esta bella zona. El Aveyron es totalmente diferente en verano. Se ven los campos fértiles, listos para las cosechas de agosto. Pero, no todo es perfecto, los agricultores utilizan el abono natural, esto es, estiércol; por esa razón, hay un abundante enjambre de moscas que pululan por todas partes. Y también grandes bandadas de golondrinas que vuelan cerca de estos enjambres para tener un banquete con los molestosos insectos. Habíamos quedado ese sábado, luego de haber estado en Conques, encontrarnos con Olivier para almorzar y luego ir a Cahors para ver la antigua iglesia. Pero antes, Isabelle me llevó a un lugar insospechado: Figeac. Es una pequeña población, fuera de los límites del Aveyron, ya en el Dpto. de Lot. Es muy pequeña, no más de diez mil personas (se incrementa en verano por los visitantes), que tiene poco atractivo arquitectónico, pero sí histórico. En la ciudad no hubo acontecimiento relevante para la historia de la Francia moderna, pero sí para la arqueología mundial: es la cuna de Jacques-Joseph Champollion, quien nación en 1790. Así que nos fuimos a conocer su casa, actualmente convertida en un museo extraordinario de cuatro plantas. Desde afuera de la casa, frente a la plaza que se halla frente a la misma, vimos los carteles que anunciaban la exposición. Cerca de ahí hay una imitación, muy grande, de la famosa piedra rosette, la que se halla en el Museo
Británico. Nos dirigimos a ver  la misma y se halla en el suelo de una pequeña plaza, hecha como un recodo en una estrecha calle que va al costado de la casa. La estructura urbana del lugar se ha conservado. Las calles están como lo estuvieron en los últimos doscientos años y, espero, estarán así por muchos más. Los franceses son muy celosos de la conservación de su patrimonio, además que significa la motivación, movilización y el ingreso que hace de Francia una de las potencias del mundo: el turismo. Ojalá en el Perú veamos a largo plazo lo que significa tener patrimonio y no derrocharlo como lo han hecho muchos irresponsables, sea por inacción o por acción dolosa. En fin. Terminada la breve visita a la maqueta, nos fuimos al museo. Cuatro plantas en una casa que de afuera vemos solo dos pisos: interesante intervención arquitectónica, fuera de la dinámica y atractiva museografía del local. El museo cuenta con siete salas; una dedicada exclusivamente a Champollion y su actividad en Egipto. La sala cuenta con apuntes originales del egiptólogo y lingüista que trataba de descifrar los jeroglíficos. Hay cartas a su hermano en las que reflexiona sobre su viaje y las penurias de la distancia. Hay fragmentos de estatuas, de vendajes, de momias, un sarcófago. Es un verdadero viaje a la historia, al pasado, a las lenguas comparadas, a la hermenéutica textual, a la arqueología. Las demás salas (de haber sido el jovencito que estaba en las aulas de lingüística en la PUCP, hubiera desmayado o entrado en éxtasis) muestran la evolución de las diversas escrituras del mundo y, con ellas, el desarrollo del intelecto humano a través de la palabra escrita, hasta nuestros días. De manera didáctica, nos invita a reflexionar sobre ese momento en que el hombre realizó un trazo para crear la primera abstracción de un sonido, de una palabra o de una idea: ¿Cuándo, cómo? Y desde ahí, la aventura intelectual que nos permitió contar las piezas de ganado, preservar la historia, narrar, crear cuentos, crear jurisdicción, escribir libros religiosos. Esa capacidad de abstracción que en algún planteó Engels en su pequeño e inconcluso tratado “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”, cuando el hombre comenzó a manipular una herramienta y que sintetiza increíblemente Stanley Kubrick en 2001, esa capacidad es la que vemos a lo largo de las otras seis salas: el nacimiento de la escritura, los alfabetos, el libro, el conocimiento y el poder ciudadano, y las nuevas tendencias. Un viaje contundente de la humanidad.
Cargados de  historia, fuimos a buscar a Olivier y almorzamos en Cajarc. El calor apretaba. Un delicioso almuerzo me levantó para continuar con el viaje hacia la zona de viñedos y tierra de los ancestros de Maxime, nuestro actual Director en la Alianza Francesa. Cahors es la capital de la provincia de Quercy en el Midi-Pyrénées, zona de cátaros y de buen vino, así como de buena comida. Pero el objetivo que había focalizado Isabelle era su catedral. La ciudad tuvo un esplendor en el siglo XIII, pero bajo el dominio de los ingleses, cayó en la ruina. Previamente había sido invadida por los musulmanes, por lo que se fortificó la ciudad (¿Qué ciudad antigua de Europa no era fortificada?) y se construyó un puente con un detalle: un diablo que fue capturado y que yace colgado de una de las paredes de este viejo puente.
Pero su catedral es muy interesante. Está dedicada a San Esteban y fue hecha en el siglo X y tiene muchos detalles románicos (como su pesada portada y su portal, aunque no respeta la estructura de una iglesia como tal), bizantinos (una inmensa cúpula como no he visto en otras iglesias de la zona) y góticas. La construcción es imponente y logramos ingresar a su claustro, el cual sí es gótico, dedicado a Saint Étienne. La estructura es alta y bastante oscura, pese a sus vitrales.

Salimos de la iglesia y seguí los consejos de Olivier e Isabelle: comprar ropa ligera y un par de sandalias. Como las tiendas estaban en remates (soldes), seguí mi espíritu consumista. Antes de visitar a la familia del difunto esposo de Isabelle, nos fuimos a ver el simpático puente. Ahí estaba, tan viejo y con historia como cuando fue edificado en el siglo XIII. Una visita radiante bajo el sol francés de este verano caluroso.


jueves, 9 de enero de 2014

100 Dinosaurs (500 Subscribers) La maravilla de la paleontología

CONQUES, CRÓNICA DE UN BREVE PEREGRINAJE

Julio 2013. Luego de tres intensos días calurosos en París para festejar los 130 años de la Alianza Francesa, partí hacia el sur francés por tren. Con Isabelle habíamos estado coordinando mi visita al sur, un curso que se llevaría a cabo en la pequeña ciudad de Jaca (bella) y una posterior visita a Zaragoza en Aragón, España. Viajar en tren es una verdadera delicia en verano, ya que ves la bella campiña francesa, totalmente soleada y verde como lo puede estar un verano europeo. Lastimosamente, el viaje estuvo rodeado de algunos tristes incidentes que rodearon todo mi viaje por tierra por Francia y España.  La ruta que había tomado París-Brive La Gaillard- Rodez; en el primer tramo se cruzaba una estación en la cual hubo un lamentable descarrilamiento: Brétigny-sur-Orge. Hubo siete muertes y la vía fue cerrada hasta nuevo aviso. El accidente había sido el 13 de julio y yo salía hacia el sur el 18. Fui, un día antes, a la estación de Austerlitz a ver qué pasaba. Ya en ventanilla, la señora que me atendió muy amablemente me dijo que podía viajar sin problemas y, es más, me pidió las reseñas y procedió a imprimir tanto el boleto como el de retorno a París. Ya con el alma al cuerpo, avisé a Isabelle de tan buena noticia e hice mi viaje normal por la calurosa campiña gala. Llegué a Rodez sin contratiempos y fui recibido por Isabelle. Estaba otra vez en el Midi-Pyrénées, zona rica en historia y culinaria, zona de cátaros y templarios, zona de bellos parajes naturales y de entrañables amigos. Una cena generosamente rociada de vino, acompañada de fragantes y deliciosos quesos, marcó mi breve permanencia en esta ciudad. Ya el 19 hice una ruta que ya había visitado en 2010.



























Aquella vez habíamos hecho una extensa visita por zonas ricas de historia y una de estas fue a este tesoro histórico: Conques. Isabelle había hablado con una amiga suya, profesora de historia, quien gustosa nos llevó a visitar el lugar. Tomó un atajo para ir directamente al lugar. Por los pequeños senderos que existen por siglos, fuimos con su auto y llegamos a nuestro objetivo temprano. Había estado en Conques hacía tres años en el invierno del 2010. Pero ahora con este esplendoroso sol, caminábamos por las estrechas calles de esta pequeña ciudad (¿villa?) que vive en verano y “descansa” en invierno. Aquel enero del 2010 llegamos cerca del mediodía, razón por la cual no logramos visitar uno de los lugares más interesantes, el famoso Trésor (Tesoro). Dejamos el auto aparcado en una zona llamada la Salasse e hicimos una breve caminata. La pequeña ciudad ahora estaba llena de vida, los lugares de recuerdos abiertos, los restaurantes rebosantes, mientras veías las torres de abadía de Sainte-Foy brillar esperando nuestra visita. Nos dirigimos hacia el tímpano de la entrada principal para ver su trabajo tallado impresionante. La descripción medieval del cielo y el infierno, con 134 personajes que ascienden a la gloria o que son devorados por seres monstruosos que los capturan con sus fauces. Por ahí, una pareja de lujuriosos, un avaro, la gula en todo su esplendor (¡cómo no pecar de gula en una zona tan rica en platillos, quesos y embutidos! En fin). Pero gracias a nuestra guía docente, vimos un detalle pícaro en pleno tímpano: un rostro que emerge juguetonamente entre tanta tragedia en la zona del infierno. Suponen, ya esta es una iglesia que fue construida y financiada por los campesinos de la zona, que era una forma de burlarse de los curas que los cobraban impuestos, predicaban la pobreza y vivían en la riqueza. Pero el miedo al más allá es evidente por lo mostrado en ese bello trabajo. Llenos de detalles, ingresamos  a la iglesia. En realidad, en su interior ya puedes sentir la frescura, luego de un galopante calor que ya bordeaba los 34 grados. Ahora, con el sol esplendoroso, puedes apreciar el trabajo realizado por el artista Pierre Soulages, quien procedió a restaurar las vidrieras (vitraux) de la iglesia, tratando de mantener esa atmósfera que sobrecogía a los peregrinos que iban en ruta hacia Santiago de Compostela. Conques es parte de la ruta llamada Vía Podensis, que parte desde Le Puy, antes llega a Espalion y recalas en Conques. Parece ser que el mismo nombre de Conques viene de concha (o venera) con la que los peregrinos viajaban llevada colgada en la cabeza y que la utilizaban 
tanto para recoger agua, como cubierto para las comidas. Recalaron diversos peregrinos, entre ricos y pobres, quienes dejaron ofrendas al lugar. Muchas valiosas que visitaríamos luego en su museo. El interior de la iglesia presenta una galería de columna que marca la división entre la nave central y las alas laterales.  Es una bella muestra de arte románico y está hecha totalmente en piedra y en la edificación colaboró todo el pueblo. Algunos murales de la antigua iglesia del siglo XII se mantienen, aunque tenues. El tiempo no pasa en vano. Luego de caminar bajo sus altos frescos techos y con la tenue iluminación del lugar, salimos con rumbo al museo donde se halla el Trésor y muchas cosas más. La primera vez (2010) llegamos tarde, pero esta vez paseamos el lugar a nuestras anchas. No te permiten fotos, pena. Pero el lugar reúne piezas de diversos periodos históricos de Francia, arte merovingio, carolingio, datos que me hacían recordar mis clases de historia del colegio; nombres como Carlomagno o Pepino, el Breve, aparecen entre los donantes de los tesoros. Presenta diversas vitrinas que contienen tesoros dejado por reyes peregrinos y enviado por papas para enaltecer este lugar de peregrinaje. El papado le confería ese valor y, al título, lo acompañaba con una ofrenda, como un relicario del papa Pascual II del 1100. Pero
hay una impresionante reliquia, la majestad de Santa Fe (Saint Foy), a quien se dedica el claustro, convento y todo el lugar. La estatuilla en oro y piedras preciosas ha tenido una evolución del siglo V en adelante, concluida en el siglo XVI, cuando le agregaron los brazos y las manos. Hay cuatro vitrinas en las que se muestran las piezas de acuerdo al tiempo en que llegaron a la abadía. Uno de los detalles que hacen bello el conjunto es que en torno a la iglesia, el claustro y la bella capilla del Rosario del siglo XV, se fue construyendo una bella villa medieval. Esta fue declarada entre las más bellas de Francia, un concepto que ha permitido mantener el lugar sin modificarlo en su esencia. Uno recorre sus estrechas calles y retorna al medioevo. Ahora, en el cálido invierno, la estrechez de las mismas permitía canalizar corrientes de aire fresco, aunque en invierno no es tan benévolo. El concepto de “Les plus beaux villages de France” es un concepto que podría utilizarse en la restauración y preservación de tan bellos pueblitos de la sierra y costa peruanas que son destruidos con cemento y concreto bajo equivocado criterio de modernidad. La visita fue todo un placer para seguir hallando las raíces de la vieja Francia.
La belleza de la Abadía