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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 16 de junio de 2024

UNA CIUDAD Y UN PAÍS EN DEGRADACIÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE JUNIO)

 


Hay muchas cosas por las cuales podemos escribir un artículo de opinión, pero este está centrado en la jungla salvaje en la que nos hemos convertido con acciones por las cuales cualquiera puede poner en tela de juicio el concepto de ciudad, espacio que refleja a la sociedad, los ciudadanos que la habitan. Y para eso tenemos como claro ejemplo de ello, nuestro tráfico diario. Iba manejando mi auto por una vía de un único sentido, cuando al voltear en una esquina me encuentro con otro auto particular que iba a ingresar a la calle en sentido contrario contraviniendo la regla. Casi causando un choque pues el conductor venía a velocidad, le increpo su acción y por única respuesta escucho un insulto y luego una grosería, y se fue campante. Una acción que retrató en un microcosmos el cosmos peruano: yo hago lo que me da la gana y te aguantas. Estas acciones ocurren cotidianamente por el escaso o nulo respeto por las normas y las leyes; pero también vemos a autoridades locales, regionales y nacionales hacer lo que les da la gana saltándose cualquier normativa o ley con el fin de lograr sus ambiciones, muchas de las cuales se hacen torciendo o rompiendo toda norma de una sociedad que se está acostumbrado a evitar el bienestar común. Creo que a eso no apuntamos todos los que integramos un espacio urbano; se pide reglamentar precisamente para lograr ese orden deseado por sensatez y actuar coercitivamente contra aquellos que lo rompan o alteren. Nuestra ciudad es casi un campo de batalla diaria en la que peatones sobreviven como puedan y choferes abusivos, tanto del sector privado como público, actúan salvajemente. Las entidades responsables de velar por que la vida sea lo más digna posible, permanecen inertes ante el desorden e impunidad; pareciera que los fomentasen. No basta la delincuencia diaria; también hay que soportar el comportamiento díscolo, disruptivo y matonesco de muchas personas que actúan sin ningún temor a sanción. Lo que vemos es el fiel reflejo de la degradación de lo que estamos viviendo en nuestro país con el acentuado deterior de la autoridad debido a los desaciertos del mundo político, responsable de su promoción. La prioridad de los políticos dista mucho de la preocupación ciudadana; hay una suerte de desamparo social y la población, desprotegida, busca formas, muchas veces, extremas que pueden ser muy peligrosas. La actual anomia que vivimos en el micro y macrocosmos peruano puede devenir en algo peor de lo que estamos viviendo, pues cada vez más gente abraza causas extremas, algunas de cuales no podrán ser contenidas con ilusas leyes que este inefable Congreso pueda gestar. Ante esta indiferencia, es momento que las universidades, colegios profesionales y asociaciones civiles comprometidas tomen un rol más protagónico, ya que el individuo por sí solo no podrá enfrentar esta realidad en la que ganan pocos y pierden muchos, muchísimos (así, en superlativo).


domingo, 9 de enero de 2022

DESAFÍOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE ENERO 2022)


Año electoral. Corren las apuestas. Entre falos gigantes y retornos al vientre corrupto que gestó la carrera de un político, entre peleas de “comadres” y desbarajustes partidarios, el tramo central de la carrera electoral del 2022 ha empezado.

A partir de ahora en adelante hasta el 02 de octubre, la ciudadanía peruana verá un carrusel de políticas con promesas desopilantes, tápers y bolsas de azúcar o arroz subrepticias, asfaltados y reparaciones de veredas y cráteres urbanos de última hora. Seremos testigos de arrebatos alucinados de líderes amantes del cemento y prebendas, de favorcitos y de arreglos amañados para favorecer a tal o cual empresa, amigo o familiar. Y en entorno será la tercera ola de la pandemia (esperemos que no sea el preludio de otras más como sucede en otras latitudes). Los peruanos asistiremos a las presentaciones de miles de candidatos a gobiernos regionales, municipios provinciales y distritales, y regidurías que asumirán sus puestos en 2023, los cuales serán elegidos entre 169 movimientos regionales hasta la fecha habilitados, más los partidos nacionales que tienen en sí grandes fisuras, tanto de izquierda como de derecha. No hay que olvidar que el desbande empezó no bien varios congresistas tomaron sus credenciales como sucedió con tres integrantes de Renovación Popular (uno de La Libertad) para terminar engrosando las filas de Avanza País. El caso del APRA es bastante sui géneris y es una muestra de cómo los intereses individualistas movilizan a personas por encima de la lealtad a un partido. Un partido sobreviviente es Acción Popular (AP), partido que se mueve en un cieno entre líderes que defienden el golpe de 2020 y otros que lo defenestran. Los demás partidos son, por su accionar e intereses, vientres de alquiler. Lo hemos visto en el caso de Perú Libre y el actual presidente; o el caso de Hernando (de) Soto, quien ni siquiera recordaba el nombre de su entidad política. Reclutan personajes cuestionables que hacen aportes generosos o que tienen móviles que coinciden con los intereses de los líderes de determinada congregación política: eso se puede ver claramente en las distribuciones de las listas, muchas de las cuales causan la ira de los partidarios de tal o cual partido. Su preocupación es el poder a como dé lugar.

Pero hay una presencia valiosa y debe de ser sostenida en el tiempo: los movimientos ciudadanos sin bandera política definida, pero con la intención de intervenir en las decisiones que se tomen en cualquiera de las formas de poder: regional, municipal o distrital. Estas movilizaciones ciudadanas son necesarias, obligatorias. Son una forma de controlar, modular y evitar que la corrupción avance de manera rampante. La ciudadanía puede hallar en estos, canales con los pueda acercar sus reclamos y observaciones, habida cuenta que tenemos en ciernes grandes proyectos que nos involucran a todos, sin excepción, como la erosión costera y el tratamiento de las quebradas.

domingo, 17 de octubre de 2021

CONVIVIENDO CON MONSTRUOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 17 DE OCTUBRE)


El miércoles 13 fue el Día de la Reducción de los Desastres Naturales. Ese mismo día a las 4 am aproximadamente un sismo remeció varias ciudades costeras, incluida la nuestra. Irónico. Sin embargo, es una latente realidad.

Nuestra ciudad está expuesta a una serie de desastres naturales, súbitos o paulatinos, que ponen en riesgo la vida y la propiedad de sus habitantes. Terremotos y fenómenos de El Niño han dado cuenta de vidas y patrimonios de muchos ciudadanos a lo largo de la historia de este valle en el que se halla ubicado Trujillo. Ahora se van a agregando nuevas amenazas como la erosión costera y la humedad, fuera de un estrés hídrico que ya afecta otras ciudades costeras como Lima; y tenemos no sólo un virus mortal, sino varios (dengue, por ejemplo) que circulan entre los ciudadanos. Algunos de estos monstruos son inevitables: un terremoto puede acaecer en cualquier momento y aún no se logra su predictibilidad: pero muchas consecuencias de estos son provocadas por una serie de condiciones propiciadas por nosotros; desde construir en zonas riesgosas hasta las formas de construcción empleadas que ponen en riesgo a sus habitantes. La adopción de la quincha y el adobe, ya usado en tiempos prehispánicos, fueron una respuesta a los terremotos vividos en nuestras ciudades durante la colonia. Los Niños también nos muestran los errores humanos al edificar en lechos de ríos secos o al deforestar las quebradas cuyos nombres nos causan temor tras una lluvia fuerte. Errores que vamos pagando caro como lo que vivimos en 2017. Aunque felizmente no hubo fallecidos, los daños fueron cuantiosos y nos muestran que no hemos aprendido nada. Las aguas discurrieron por los mismos lugares que atravesaron la ciudad en el Niño de 1997-98, aguas que provinieron del embalse de Mampuesto, ahora usado como cementerio. Esto también es narrado por Don Miguel de Feijóo en relación con el Niño de 1728, cuyas aguas casi se llevan las murallas que rodeaban al Trujillo de ese entonces. Como si nada hubiera cambiado. El terremoto del 70 golpeó duramente a la ciudad y su reconstrucción fue lenta. Muchas iglesias y casas estuvieron en estado ruinoso por décadas; algunas iglesias fueron restauradas por la visita papal de 1985. Tenemos un silencio sísmico por décadas, mientras la ciudad yergue edificios que esperemos estén en la capacidad de poder resistir un movimiento de envergadura; sino tendremos muchos muertos qué lamentar.

Hay dos cambios intencionales que están causando daños, quizás, irreversibles en la ciudad: la erosión costera y la humedad. La primera está muy ligada al molón de Salaverry. La segunda se ha acentuado con la presencia de Chavimochic, generando una suerte de tropicalización que genera cada vez más lluvias. Los intereses económicos son muy fuertes en ambos casos: algunas propuestas han tratado de atenuar los cambios generados con poca suerte. ¿Cómo estamos ante el crecimiento de estos monstruos?

domingo, 6 de junio de 2021

AGRIETÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 DE JUNIO)


Momento decisivo. El Perú va a las urnas. Tras los resultados de la primera vuelta, la sociedad peruana se ha visto envuelta en uno de los procesos más conflictivos y dolorosos de los que yo recuerde. El lunes 07, Día de la Bandera, dos medios Perú estarán en posiciones encontradas. Ad-portas de nuestro Bicentenario.

Las condiciones para estos enfrentamientos incluso familiares no han sido generadas en estos últimos días; en las últimas elecciones el desarrollo de los medios virtuales de información y comunicación ha permitido la expansión de un uso inadecuado de estos para difundir sentimientos, emociones y posiciones. Adjetivos de todo calibre han circulado por las redes para acallar a la persona que no concordaba con las ideas de uno u otro candidato. Todavía está fresco el recuerdo de los PPKausas que generaron todo un discurso de odio racial y cultural tras la pérdida de su candidato, PPK, en la contienda en la que salió presidente Ollanta Humala. Lejos de haber abordado este sensible tema con el fin de moderar mensajes subjetivos, la técnica ha ido prosperando como lo hemos en las versiones electorales restantes, incluida esta. Esta pesada situación ha ido invadiendo todos los campos de nuestra vida cotidiana; no se ha modulado nuestra comunicación, sino que se ha visto invadida por mensajes amenazantes de uno y de otro lado, forzando a todos a tomar partido por alguno de los candidatos que, a decir verdad, no tuvieron una aceptación política de resaltar. Ha invadido nuestros trabajos, nuestra conversación por chat, las reuniones familiares. Vemos a personajes famosos tomando partido, algunos con posturas humillantes y vergonzosas. Los mismos medios de comunicación, lejos de actuar con neutralidad informativa, han tomado una actitud oprobiosa que ha ahondado más el desasosiego de la sociedad nuestra. Con mensajes nada claros, apuntando a los sentimientos, los medios en general han generado desconcierto y contribuido a una mayor ignorancia cívica, la cual arrastramos por décadas. Muchos de nuestros mensajes fueron construidos por otros y replicados sin ningún tipo de cuestionamiento; pero al replicarlos, les dábamos nuestros sentimientos negativos.

Estas elecciones están enmarcadas en una terrible pandemia, esa que nos ha mostrado la peor cara de la sociedad, pero también actos que han trascendido a la miseria. Todos anhelamos una recuperación económica, pero también debemos de ser conscientes que esta sólo se logrará cuando haya un crecimiento mundial (somos dependientes) y esto no será posible por un buen tiempo. Fuertes demandas sociales han sido destapadas con tantas promesas y eso sí da mucho miedo, pues se ha apuntado a una vena sensible social: la desesperación. No cumplir con estas pueden abrir una espiral de violencia que será difícil contener; eso debe ser claramente leído por cualquier de los dos que suba al sillón presidencial. Hay que trabajar en cerrar grietas urgentemente.


domingo, 25 de abril de 2021

LECCIONES DE UNA PESADILLA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 DE ABRIL)



Dos candidatos comienzan la carrera y, también, la refriega para acceder al sillón presidencial. Este 06 de junio, los peruanos nos volcamos nuevamente a las urnas. Nos hemos quedado con dos males, los peores posiblemente. Tenemos que optar por uno de ellos. Esa es la encrucijada de la sociedad peruana para celebrar su bicentenario. Una mirada hacia un posible abismo.

Ambos candidatos vienen con mochilas muy pesadas. Uno, la de haber pertenecido a movimientos que causan temor entre muchas personas que vivimos la dantesca década de los 80, que creció ante la ineficiente respuesta de los gobiernos de turno; además, Castillo ha dirigido una larga huelga de los docentes en el 2017 y mantiene vínculos con personas ligadas a la corrupción, como es el caso de Vladimir Cerrón.  Keiko tiene una mochila mucho más pesada, por eso arrastra tras de sí un rechazo de mucha gente en nuestra sociedad: trae a rastras el pasado de su padre que permitió que la corrupción calase en todas las instituciones de la sociedad peruana; envileció medios de difusión, amenazó a opositores a su régimen; compró el Poder Judicial a su medida y destruyó la credibilidad en las fuerzas armadas y policiales. Permitió un modelo económico exitoso a nivel macro, pero no hubo un desarrollo positivo en todos los niveles sociales. En su plan de privatizaciones, lanzó a las calles a miles de personas y, para atenuar la situación, permitió el ingreso de ticos, buses camión, combis, custer, mototaxis; convirtiendo al sistema de transporte público en la pesadilla que es ahora. Aceleró el centralismo y permitió el crecimiento de monopolios de servicios como el de telefonía e internet convirtiéndolo en uno caro. Permitió la apertura de instituciones educativas lo que fue lentamente envilecido por personas que vieron más un negocio que un servicio en bien de la comunidad.

Ambos candidatos tienen un bolsón duro de votantes, uno bastante mayor que el de la otra. La refriega se va a dar en el campo de los indecisos. Hay muchas personas que no cederán su voto al otro contrincante; otros dudan. Castillo es una inmensa incertidumbre. Pero, la imagen asociada de Keiko a realidades que se han desnudado con la pandemia y la corrupción, con el comportamiento de sus congresistas que generaron tanta inestabilidad y los escándalos que la asocian con lavado de activos y narcotráfico; todo eso hace dudar a muchos. Su influencia se ha visto en medios que la apoyan abiertamente y la reciente destitución en América TV genera muchas más dudas. Los estrategas de marketing político de cada candidato tratarán de convencer a gente que ha sido olvidada o ha sido testigo de tantos desaciertos que nos han llevado, quiérase o no, a la situación en la que nos hallamos. Y hay algo que sí debería de preocuparnos mucho: el narcotráfico. Ser un narcoestado es una condición que nos hundiría en una espiral de violencia tan grave o peor como la que pasamos en los 80. Duro dilema.


domingo, 11 de abril de 2021

ELECCIONES AL VACÍO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE ABRIL)

Hoy es un día clave para millones de peruanos. Tras una década turbulenta, llegamos a un periodo electoral trascendental para nuestra sociedad: hoy debemos elegir al presidente del Bicentenario. No solo para que dirija el destino de nuestro país en los próximos cinco años, sino la persona que reciba una celebración clave que debe de resaltar nuestra identidad como nación.

Este último lustro ha sido una agonía por nuestra inestabilidad política. No bien se determinó una segunda vuelta entre PPK y Keiko Fujimori para que diversos analistas vieran la fragilidad de la situación. Ambos candidatos venían con duros pasivos de corrupción (no olvidar Panamá papers, por ejemplo). El triunfo por escaso margen de PPK fue el inicio del suplicio para la sociedad peruana: un poder legislativo desafiante y boicoteador contra un endeble presidente que veía a sus ministros censurados, oír pedidos extravagantes y soportar la malcriadez de la candidata contrincante por no reconocer el triunfo del contendor e, incluso, sugerir fraude. PPK se vio en el tortuoso camino de entablar conversaciones con diversos partidos con el fin de generar estabilidad. Hasta que llegaron las negociaciones con un grupo de disidentes del fujimorismo con Kenji a la cabeza obteniendo el insólito indulto a Alberto Fujimori, acción que precipitó la caída de su gobierno de turno y el inicio de una larga pesadilla entre el legislativo y el ejecutivo lo que devino en dos congresos (uno peor que el otro), cuatro presidentes (incluidos PPK), todo en medio de una avasallante pandemia que mostró la realidad de una sociedad que aparentó ser rica y solo sirvió para acentuar las profundas divisiones socioeconómicas y geográficas. Las últimas décadas, lejos de haberse trabajado en ser una sociedad más inclusiva, más equilibrada en servicios para su población, con mejor sistema de salud y educación, con sistema de justicia más eficiente y con criterio de imparcialidad, y una seguridad otorgada a toda su población; todo esto, por lo contrario, se derrumbó con la crisis sanitaria. Una salud pública venida a menos ha hecho que miles de peruanos se hayan visto forzados a asumir costos onerosos que la salud privada exigía y sigue exigiendo. Cosas como balón de oxígeno o camas UCI pueden significar la ruina familiar, todo por haber descuidado un sistema que debió haber sido reforzado y haberse convertido en paradigma para los demás países que se compraban el concepto de vernos un país con un modelo económico exitoso. De manera brusca, los peruanos nos hemos desnudado. Una segunda fantasía del guano llega a su fin.

Las encuestas finales son, sin embargo y de ser ciertas, una triste evidencia de que no se ha aprendido. Temerosos y avasallados, los ciudadanos se están volcando en extremismos pensando que hallarán estabilidad. Además, con un posible congreso peor que los anteriores, veremos más oscuridad en el horizonte. Todo está ahora en nuestras manos.

domingo, 24 de enero de 2021

RESPONSABILIDADES ABRUMADORAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 24 DE ENERO)

A uno le gustaría empezar una actividad, como el redactar un texto, con buena predisposición. Sin embargo, la presencia de tantos incidentes, cifras y noticias ligados a la pandemia lo hacen a uno cambiar de opinión en el camino. Por ejemplo, el mundo político con su campaña electoral daría tanto que hablar que uno podría escribir muchos artículos al respecto, entre alarmantes y jocosos, irónicos y reflexivos. O el Poder Judicial y sus sorprendentes liberaciones de personajes peligrosos. Pero no.

Círculos cercanos de amigos y experiencias personales me han llevado nuevamente a este asunto, que ya parece monotemático, único. La semana comenzó a fragmentárseme al leer los textos de diversos grupos de amigos y colegas de trabajo que informaban sobre el contagio de amigas y amigos que habían sido muy cautelosos en su quehacer. A estas alturas, puedo afirmar que no hay ningún chat colectivo en los que participo en el que no haya habido personas contaminadas, enfermas o fallecidas desde el inicio de la pandemia. En junio y julio del año pasado leía textos desesperanzados de familiares cuyos padres, hermanos o tíos habían caído enfermos y necesitaban urgente apoyo. O saber que algunos de ellos fallecieron. Y, de pronto, en estas últimas semanas se repite ese duro panorama. Dos buenos amigos están infectados y guardan su aislamiento de rigor. Un excolega de trabajo y su familia están en el hospital bajo observación. Mi madre que sigue un tratamiento por una dolencia tuvo que ser desplazada a un piso superior por la demanda de espacio para personas infectadas. Mi esposa me comenta que Portugal vive lo mismo y en los hospitales hay hileras de ambulancias esperando colocar a los enfermos. Ahora los jóvenes conforman el nuevo grupo de riesgo; cada día hay más infectados. Acabo de hablar con un exalumno mío que sale de su convalecencia. Estos datos no son de noticias elaboradas, son los que recibo de manera directa.

La gente pide no parar las actividades económicas. Nos tratamos de recuperar. Pero nuestros errores como sociedad nos han puesto en esta encrucijada. El debilitamiento del sistema de salud pública es uno de ellos y estamos pagando las consecuencias. Hay gente que pide que el sector privado asuma la entrega de vacunas. Si algún candidato ofrece esto, ese es el promotor de una estrategia terrible: genocidio. Vemos que no hay una receta social eficaz que contenga el avance de la pandemia hasta la fecha. Algunos datos preocupantes latinoamericanos:  Panamá, un país modelo de economía pujante: población 4´711 mil habitantes y 4,980 muertos por COVID. En otras palabras, un poco más de un muerto por cada 1000 habitantes; al igual que nuestro país en relación con el número de habitantes. Colombia y Argentina se dispararon. Ni hablar de Brasil o México. Y cada vez rodeados de irresponsables antivacunas o antimascarillas (hasta un candidato sale así en las entrevistas). La verdad, ¿la hay?

domingo, 6 de septiembre de 2020

PESADA HERENCIA JUVENIL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 SETIEMBRE)

Durante la semana fui invitado a conversar telefónicamente con un periodista conocido para comentar sobre la actitud de la juventud frente al retorno de la cuarentena y su respuesta indiferente e, incluso, díscola frente a toda normativa que se ha dado a medida que la pandemia y la emergencia económica se han ido desarrollando en nuestra sociedad. La estrategia del programa radial es narrar experiencias personales de todos aquellos que, por la edad, han pasado momentos sociales tensos como toques de queda en conatos de conflictos armados externos (simulacros de bombardeo nocturno en 1981) o la terrible época de los movimientos sediciosos que asolaban ciudades del país. Es una forma de invitar a la reflexión a jóvenes que no están conscientes del peligro que esta situación sanitaria significa. Se pide educar con el ejemplo.

Pero tres situaciones tiran por tierra toda buena intención de llamar al sentido común a jóvenes individualistas, escépticos y formados en una burbuja de una realidad económica que se ha venido abajo. El primer caso se suscita con la lamentable falta de la autoridad, la PNP, al haber mentido sobre el manejo de los acontecimientos de la discoteca de Los Olivos. El ocultamiento de una verdad sobre las causas de la mortal estampida humana deteriora más su credibilidad, pese a que todos los demás elementos son una clara demostración de la irresponsabilidad social: desde el funcionamiento de este inaparente local para una fiesta y los organizadores hasta las absurdas justificaciones que algunos padres dan sobre el comportamiento de sus hijos.

El segundo es sobre las condiciones dadas en diversos espacios laborales, ahora graves focos de infección. Un amigo me comentaba cómo el crecimiento de contagio de personal en zonas agroindustriales, compañías mineras o pesqueras se ha vuelto incontrolable. Los contagios en un inicio eran de 30 por ciento; ahora llega a casi 85 por ciento; uno de los infectados fue este amigo, quien a su vez contagió a su esposa e hijos. Comentaba que, en una campaña de reclutamiento para cosecha, el 100 % reclutado para el primer día retornaba solo el 12% al día siguiente. Esta información es alarmante, pues no solo afecta la productividad en general (hablando en frío), sino la cantidad de personas que se la expone al contagio, muchos de ellos jóvenes necesitados de trabajo.

Y la tercera vino de la boca de una congresista, Martha Chávez. Las opiniones vertidas, tendenciosamente racistas, sobre Vicente Zeballos dejaron atónita a la opinión pública. Tal fue el calibre de sus insidias que hasta su partido político marcó distancia. Pero la posterior respuesta a su partido ha sido peor, pues muestra una actitud de soberbia no solo con sus correligionarios, sino contra todos esos jóvenes que emitieron su voto por ella. Su desprecio nos dice lo que piensa de ellos: simple ganado que debe de seguir sus consignas.

Transparencia y respeto con ellos. Empecemos por ahí

domingo, 23 de agosto de 2020

CIUDAD DIGNA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE AGOSTO)

En octubre de 1994, gracias a una beca de DANKS AFS, tuve la oportunidad de hacer una residencia laboral en Dinamarca por cuatro meses. Llegar a un país reconocido por su alta calidad de vida fue un interesante aprendizaje para desaprender muchos vicios y malos hábitos adquiridos a lo largo de nuestra vida ciudadana. Uno de ellos fue la cultura de la bicicleta. No bien llegué con los responsables de mi estadía a mi primera reunión pude constatar mi desconocimiento de reglas de tránsito sistémicas que hacen que en una ciudad con más de dos millones de habitantes en ese entonces y sin ningún servicio de subterráneo las cosas marchen puntualmente como un cronómetro: al momento del descender del taxi, abrí la puerta por el lado equivocado, pues esta daba directamente a una ciclovía intensamente transitada; felizmente, no causé desgracia alguna salvo el fastidio de un ciclista el cual casi choca con la puerta que había abierto de manera intempestiva; tanto el chofer como la señora que acompañaban me llamaron la atención por lo que cerré la puerta súbitamente. Copenhague tiene todo un sistema ordenado, pulcro, preservado y respetado por toda esta sociedad que convirtió a la bicicleta en un medio de locomoción masivo e incluido en cualquier planificación urbana como lo vi no solo en esta ciudad, sino en otras ciudades grandes de este y otros países europeos. La señalización y semaforización para las bicicletas son respetadas por todos: autos, tranvías, buses e incluso los peatones. Los daneses, como los neerlandeses, muestran respeto por las reglas, que es respeto de los demás ciudadanos para tener una buena vida comunitaria y un sentido arraigado del cuidado social y ecológico como nunca lo había visto. El uso de la bicicleta ha hecho, a la larga, de este país un modelo de sostenibilidad, respeto al medio ambiente. También uno de los países con mejor calidad de vida y uno de los más felices.

¿Y Trujillo? ¿Podemos atrevernos? Muchas personas dicen que es nuestra idiosincrasia lo que impediría ese logro. Ecuador y Colombia son países que rebaten esa insostenible justificación. Sin ir muy lejos, Cuenca en Ecuador es una ciudad que nos podría servir como referencia. O Medellín, una ciudad que es 4 veces más grande que Trujillo. Pero demanda, eso sí, dos voluntades que trabajen en conjunto: ciudadanía y autoridades. La primera en ir desaprendiendo diversos errores aprendidos en la jungla que es nuestra ciudad; no solo a los conductores de transporte público, sino para aquellos que han crecido con la idea de que el espacio es suyo y no respeta a los demás: como no cuidar a los vehículos denominados menores. Por el lado de las autoridades es fajarse con este compromiso que tendrá que ejecutar acciones que serán impopulares: reglamentar, por ejemplo, el transporte público plagado de mafias que están en contra de cualquier alternativa que ponga en peligro sus monopolios privados. Veamos cuánto podemos hacer.

domingo, 5 de julio de 2020

SOBREVIVIENDO AL COVID-19 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 05 DE JULIO)


1 de julio, 2020. Se levanta la cuarentena. Desde el confinamiento riguroso a partir del 16 de marzo, varios fallidos intentos se hicieron con el fin de evitar la expansión de una pandemia que la sabíamos desastrosa para lo cual se idearon diversos protocolos con el fin de detener su incontenible avance como sucedió en Asia y Europa. Se empleó diversas estrategias, pero hubo una buena dosis de desconocimiento de un país debilitado en sus estructuras estatales en las últimas décadas en educación, seguridad y, ahora añadimos, salud. Pocos son los países que han sabido controlar la pandemia. Los que priorizaron la economía la están pasando mal, bastante mal. China, Italia, USA, Brasil, Chile (país que pronto pasará al nuestro en cuanto a contagios y fallecidos) y ahora el nuestro, han aplicado diversos métodos contra un enemigo invisible y que ha “aprovechado” todos los medios alcanzados por esta sociedad para su rápida expansión. Algunos países que “relajaron” el confinamiento se han visto en la necesidad de volver a este pues los contagios volvieron a subir. Como me comentaba mi hijastra quien es médico en Portugal, la gente volvió a la supuesta normalidad y el país lusitano, modelo de control, ha entrado en emergencia por la irresponsabilidad de muchas personas, sobre todo jóvenes, que retomaron sus ritmos de vida y diversión sin medir las consecuencias; una simple fiestecita playera fue el foco infeccioso que llevó a casi un centenar de imberbes y sus familiares a copar algunos hospitales lisboetas.
¿Y nosotros? Fuera de la irresponsabilidad e indolencia demencial, y la urgencia social, hay otras situaciones alarmantes. Por ejemplo: basta ver el pésimo servicio de transporte público, las posibilidades de un rebrote son bastante altas. La pesadilla heredada por décadas, el transporte público exige ahora una obligatoria revisión profunda. Los líderes del transporte público privado planteaban a sus usuarios la posibilidad de cobrárseles casi 5 soles por pasaje por un servicio de pésima calidad y que hace que los pasajeros vayan literalmente como ganado. La necesidad de transporte masivo a escala se impone en urbes en las que el panorama es cada vez más lamentable y en franco deterioro. El sentido de las ciudades grandes como centros atractivos de trabajo tienen que replantearse lentamente. Existen diversas anomias sociales, puesto que nuestras ciudades crecen desmesuradamente por el centralismo económico, social, laboral, académico, cultural, político; esta anomalía histórica incrementa el cáncer de la informalidad, fuera del debilitamiento de las estructuras del Estado. Además, es evidente que las grandes ciudades han sido los principales focos de infección que se ha dispersado por el resto del territorio. Situaciones como estas han sido lamentablemente una forma de aprendizaje.  
Gremios profesionales y la Academia deben de plantear propuestas urgentes y atendidas por el sector político.

domingo, 28 de junio de 2020

DESANGRADO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 28 DE JUNIO)


Una semana para reflexionar. Cuando ya estábamos cumpliendo cien días de nuestro aislamiento, varios sucesos perturban la “normalidad” atroz a la que muchos nos hemos estado acostumbrando. En lo económico, en lo político y en lo social, eventos varios han roto esa suerte de monotonía mortal en la que estábamos cayendo los peruanos. La reapertura de una serie de actividades comerciales formales se ha dado en el marco de acontecimientos que han tirado contra la cuerda nuestros diversos hábitos de consumo, la calidad de los materiales que compramos y que tienen un periodo de vida programado, y los escandalosos costos draconianos de algunos servicios, sobre todo los ligados a la salud; estos últimos han levantado una polvareda que, espero en lo personal, se tomen en cuenta para acciones futuras postpandemia.
En clínicas privadas, los costos exorbitantes para el tratamiento de pacientes de COVID-19 se han vuelto una verdadera pesadilla para familiares y posibles deudos que se ven en la obligación de desembolsar cantidades de dinero que compromete no solo la salud del paciente, sino la integridad de su familia. Conozco personas que han quedado con una deuda pesada que arrastrarán y que irán cubriendo con sus sueldos o la venta (lamentable) de propiedades diversas. En las leyes del mercado, el costo es el producto de la oferta y la demanda en la que la vida no es más que una mercancía más. La lógica fría de muchas personas seguidoras de este modelo ahora se está topando con la cruda afrenta de tener un familiar enfermo y no tener los medios para acceder al sistema privado en una sociedad en la que su sistema público ya está totalmente colapsado. El Gobierno ha hecho una serie de gestiones con estas empresas de salud para lograr tratos en un momento en que entramos en las peores fases de la pandemia, sobre todo en el Norte, región en la que se ve un incremento notable de infectados y de fallecidos. Los argumentos de muchas personas e instituciones al modelo han mostrado el verdadero rostro de la humanidad más vil y oscura. Se han dado reglas de juego muy benevolentes y opcionales. Mala señal. Otros advierten la posibilidad de que algunos funcionarios y trabajadores de clínicas privadas hagan reglas sucias como crear listas de falsos pacientes supuestamente infectados para de esa manera cobrar los 55 mil soles de subsidio por enfermedad. La corrupción no solo se da en el sector público, pues ya hemos visto muchos casos de personas y empresas que han actuado y actúan con deshonestidad. Hay oscuros intereses por que no haya protocolos claros y rígidos para que, en situaciones como estas, inescrupulosos obtengan ganancias y réditos a costa de una población desesperada por su integridad.
Una vez concluida esta terrible situación, tenemos que replantear los principios de diversos sectores de la sociedad peruana que, por estúpidos prejuicios, hemos ido postergando hasta llegar a la situación en la que nos hallamos.

domingo, 8 de marzo de 2020

MUJER (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 DE MARZO)


Leyendo un artículo de Martín Estévez para la revista argentina El Gráfico en la que incluye una entrevista al joven deportista medallista olímpico Braian Toledo (recién fallecido), este comentaba la dura y triste niñez que pasó en su hogar en el que su madre vivía una casi insana fantasía con un hombre que huía de ella cada vez que estaba embarazada de cada uno de los numerosos hijos que tuvo. La madre había puesto todas sus aspiraciones en un tipo con el fin de poder completar su sueño de madre-esposa con amplia prole. Esperaba poder cumplir con el rol que se asigna a la mujer en nuestras sociedades en las que existen tantos ritos como coerciones para que ellas cumplan con las mismas. Las trasgresiones de estos roles hacen que la sociedad las condene por no estar ceñidas al sistema. Uno de estos lamentables casos fue el de las reacciones contra la madre de la niña asesinada en Independencia, Lima, quien recibió una andanada de críticas y censuras por parte de los medios, sobre todo vulgares. Algunos promovieron la lapidación mediática y astutamente tomaron distancia de la misma responsabilidad que les cae por ser promotores de una cultura mediocre de sexismo chabacano. Muchas mujeres apoyaron la burda propaganda, aunque otras ya toman una posición más crítica, habida cuenta de que los medios no son capaces de tratar la noticia del incremento de feminicidios, sino como actos truculentos y cargados de morbosidad. La sangre vende tanto como la calata de la semana.
Como sociedad arrastramos entelequias determinantes de la mujer. Aún quedan personas (pocas, espero) que conservan el marcado deslinde entre madre y la vida sexual. Una vez conversé con un universitario que estaba convencido de que todas las madres deben de ser como la virgen María. El camino de la mujer en la historia es duro. En la Biblia se habla de la primera mujer, Lilith; ella se rebeló contra Dios y el hombre. Fue expulsada del paraíso convirtiéndose, según leyendas, en la madre de todos los vampiros. Luego se creó a Eva, arrancada del hombre. Eva jugó el papel de la mala; su acción significó la anatematización social, política y cultural de su género. En otras culturas, sufrieron desprecio y minusvalía. Un poema chino del Che King dice en sus primeros versos: “La sabiduría del hombre sabio es nuestra fuerza. La sabiduría de la mujer sabia es nuestra ruina[..]”. En el código de Hammurabi, el ojo de un hombre plebeyo valía 60 siclos de plata; la vida de una mujer plebeya, 30. Muchas viudas eran quemadas vivas con su cónyuge muerto, pues estas se convertían en una carga para la comunidad. La función de reproductoras ha sido promovida por algunos modelos de gobierno (Mussolini, Hitler, Perón) con políticas agresivas de natalidad premiando a las mujeres que daban más hijos al régimen.
Su lucha por la equidad ha sido reconocida el 08 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Una conmemoración para honrar y seguir trazando nuevos derroteros.

domingo, 22 de septiembre de 2019

SUEÑOS DE CIUDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 22 SETIEMBRE)


Dos noticias motivan este artículo: la conversión del Centro Histórico de nuestra ciudad en Patrimonio de la Humanidad y el escaso número de turistas internacionales que recibe La Libertad. Ambas, en el fondo, están muy vinculadas; es más, la primera será motivo de reversión de la situación señalada en la segunda noticia.
Las propuestas de querer convertir a Trujillo en Patrimonio Mundial no son nada nuevas. Gestiones ediles anteriores ya han intentado hacerlo armando diversos expedientes que destacan la riqueza cultural, arqueológica, histórica y social que la ciudad tiene. El Centro Histórico trujillano está articulado con los espacios arqueológicos de Chan Chan al Noroeste y las Huacas del Sol y la Luna hacia el Sur; fuera de los espacios de Huanchaco y Moche, de gran riqueza cultural. El material, en cierta manera, se tiene. Pero todo esto, y es lo más importante, demanda que no solo haya una nueva actitud de las autoridades municipales o regionales; sino de toda la población en su conjunto, la que tendrá que cambiar hábitos perniciosos que contribuyen a que nuestra Región reciba pocos turistas extranjeros y nacionales. Un ejemplo articulado es el sistema vial: la actual reconstrucción de la ciudad (en concreto, sus calles) no ha contemplado para nada un sistema de drenaje. Mientras escribo este artículo, cae una lluvia tenue y perniciosa para el pavimento de nuestras calles; entre rompemuelles y otros obstáculos, el agua acumulada deteriora el asfalto generando hoyos que se profundizan gracias a un tránsito conformado por vehículos de todo pesaje, algunos muy antiguos, que aceleran el maltrato de las vías, fuera de ser grandes agentes de polución que circulan sin control alguno. En este engranaje vial, el casi salvaje sistema de transporte público privado es una pesadilla que hay que regular. Basta contemplar algunas zonas de la Avenida España para ver competencias entre buses, microbuses y combis en mal estado (hasta de la misma empresa) que corren desafiando reglas básicas de tránsito y exponiendo la vida de usuarios y peatones. Si Trujillo tiene la fama de ser una ciudad violenta, su tráfico cotidiano lo confirma
En 2015, gracias a la invitación de una amiga, asistí en Chiclayo, en el marco de un congreso internacional de turismo sostenible, a una conferencia sobre la experiencia de Cuenca, una bella ciudad ecuatoriana, que logró el título de Patrimonio Mundial; el Ing. Freddy Espinoza, representante invitado, hizo un resumen técnico e histórico de los cambios de hábitos de las autoridades y los habitantes de esa ciudad. El trabajo en conjunto fue necesario y obligatorio bajo el principio de que la ciudad es de todos y para todos. O sea, el respeto hacia los demás implica el respeto hacia uno mismo. Ergo, intensas campañas educativas y de comunicación deben ser prioritarias a la par de los trabajos de infraestructura. Sino las propuestas serán solo buenas intenciones que plagan el infierno.

miércoles, 24 de julio de 2019

MONSTRUOS TRUJILLANOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 21 DE JULIO)



La venida de amigos de otras latitudes nos permite refrescar situaciones comunes entre nosotros, pero que no serían toleradas en otras partes, incluidos nuestros vecinos del Norte o del Sur. Incluso en algunas ciudades del Perú. Los errores de gestiones y gobiernos anteriores; más el sentido de impunidad, escaso o nulo respeto por el otro y la deficiente educación cívica han hecho que muchas ciudades peruanas se hayan convirtiendo en lugares insufribles e, incluso, con pocas esperanzas de mejora. Lentamente, Trujillo va convirtiéndose en una ciudad dentro de este rango.
Tanto sus habitantes como autoridades elegidas por nuestros votos en democracia formal hemos generado situaciones de deterioro que nos hacen ver con pesimismo la disposición de la ciudad para las próximas fiestas de independencia tanto de Trujillo como la del país. En un pasado artículo mío publicado en este medio hablaba del deterioro de la calidad de vida del trujillano, en el caso concreto del manejo del ruido en nuestra ciudad. Ha cesado un poco el escándalo generado por diversas empresas de ventas de artículos eléctricos en diversos puntos de la ciudad, pero bandas escolares, polladas y discotecas son los nuevos elementos perturbadores. Pero se yerguen otros monstruos que deterioran la ciudad: la violencia, comercio informal, el tráfico y la manipulación de la basura son verdaderas pesadillas. De la violencia y la informalidad se ha vertido mucha tinta y están estrechamente vinculados con los otros dos.
El incremento exponencial del tráfico privado y público se da por la significativa presencia de vehículos nuevos, pero también por el nulo control para retirar vehículos en estado lamentable y de alto riesgo para la población. La crisis se acentuó con el populismo del fujimorismo que permitió el ingreso de autos usados o no aptos para circulación urbana, menos para uso público. Así aparecen los ticos, los colectivos y los mototaxis. Lo que en un momento fue una rápida solución para los miles de desempleados públicos, se convirtió ahora en una franca pesadilla compleja de solucionar. Un solo gran bus acoplado sustituiría a varios micros y combis, gran parte del gran problema. Pero generaría el desempleo de muchas personas (varios informales) que viven de esto. El retiro masivo de estos vehículos menores significaría una solución con dos rostros.
El problema de la basura tiene un amplio espectro: desde el económico (negocio redondo y mafias) hasta la escasa educación cívica. Se habla de un nuevo relleno sanitario, pero no hay plan global para la solución integral, incluido lo educativo, que pueda generar muchas oportunidades como energía, por ejemplo. El cobro de bolsas plásticas es algo. El sueño de una planta de residuos sólidos se aleja más de una ciudad que bota 330 toneladas diarias y es benevolente con sus agentes que ensucian más, tipo La Hermelinda o las compañías constructoras.
¿Quién le pone el cascabel al gato?

domingo, 2 de diciembre de 2018

REFERÉNDUM (TEXTO REPARTIDO ENTRE LOS DIARIOS CORREO Y LA INDUSTRIA DE TRUJILLO) DOMINGO 02 DE DICIEMBRE

Entre muertos vivientes y personajes que se escurren por embajadas, se viene galopante el referéndum este domingo 09 de diciembre. Todo, en un ambiente insospechado hace un año, cuando el otrora partido fuerte naranja mangoneaba a su gusto y disgusto la política de un débil PPK, acorralado por una suerte de jauría naranja cuya consigna era torpedear la estabilidad de la nación y todas sus actividades. La renuncia de este en marzo de este año nos daba un panorama sombrío plagado de evidentes hechos escandalosos de corrupción, ocultos por un Poder Judicial plagado de jueces corruptos, aliados al hampa u otras formas ilegales que buscaban cubrirse las espaldas en este alicaído poder del Estado. Dos semanas antes del discurso del nuevo Presidente, Martín Vizcarra, estalla el escándalo de Los cuellos blancos del puerto, banda a la que pertenecían muchos magistrados, encargados de limpiar la cochinada de diversos políticos (varios congresistas han sido escandalosamente blindados), empresarios corruptos y una gama de personaje que removieron en ese entonces a Fuerza Popular. En ese contexto, un envalentonado (y, en cierta forma, presionado) Martín Vizcarra dio su discurso de orden que cayó como un baldazo de agua fría a muchos congresistas que reaccionaron rasgándose las vestiduras y tomando poses desafiantes contra el discurso y el mismo Presidente. Pero desde ese entonces y faltando solo una semana, el panorama es totalmente diferente al momento de la renuncia de PPK: los escándalos no dejan de estallar y sorprenden, desacreditando a toda una clase política tan mal vista por la sociedad civil, pese a todas las argucias y leguleyadas que rayan con el absurdo para tratar de parecer dignos de la vestidura que se les otorgó tras las elecciones presidenciales del 2016. El referéndum es, pues, producto de esta fuerte crisis institucional que exigen la debida corrección con el fin de hacer marchar al país y la sociedad con instituciones sanas, calidad de la que no gozan ahora.
Las 4 preguntas apuntan a justificar por mandato popular cuatro reformas que se ponen en consulta a la población: 1) la aprobación de la reforma constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia (antes Consejo Nacional de la Magistratura); 2) La aprobación de la reforma constitucional que regula el financiamiento de organizaciones políticas; 3) La aprobación de la reforma constitucional que prohíbe la reelección inmediata de parlamentarios de la República; y 4) La aprobación de la reforma constitucional que establece la bicameralidad en el Congreso de la República. Todas estas consultas se hacen, en cierta manera, para refundar el aparato estatal al cual pertenecen el corrupto Poder Judicial y el Congreso de la República, espacio al cual acceden los candidatos de diversos partidos políticos que participan en diversas contiendas electorales.
La primera pregunta ataca de raíz el podrido sistema judicial de donde saltó el primer grueso caso de corrupción que ha dejado tambaleantes a congresistas (Becerril, el más notorio), jueces (el más sonado, Hinostroza, quien osadamente fugó del país), empresarios (Camayo, Orellana, entre los más “destacados”), hombres de medios, incluso deportistas (Cubillas huyó del país). Entre el grupo de jueces y magistrados aún hay personas que pueden salvar la dignidad de este poder estatal, pues un puñado de ellos no solo han descabezado esa banda, sino que ha puesto contra las cuerdas a personajes de dudosa reputación como la lideresa Keiko Fujimori y el escurridizo Alan García Pérez.
La segunda cae por su peso. Ante las gruesas evidencias escandalosas de financiamientos oscuros, como el que estamos viendo en Fuerza Popular y sus raros aportes y cócteles, urge a la sociedad peruana controlar a los partidos que surgen para copar poderes y luego justificar situaciones irregulares delictivas como el narcotráfico, lavado de activos, minería ilegal (acaba de estallar un escándalo que involucra a otra congresista de FP) y otras actividades ilícitas que han permitido que la corrupción haya crecido de manera alarmante. La proliferación de partidos hasta de carácter familiar, carente de ideología y de cuadros adecuados es otra de las razones por las cuales surge este reclamo. Por otro lado, la gente habla de retracción de la inversión en nuestro país, y una de estas causas es la evidencia de pagos groseros de coimas, actividad que realizó a manos abiertas Odebrecht. Hay empresas honestas que no quieren caer en ese juego de pagar tajadas, sobres cerrados, ayudas indirectas, terrenos, departamentos, piscinas, un largo etcétera. Si ahora, hasta los muertos aportan a los fondos partidarios.
La tercera es una llamada de atención a los partidos políticos, improvisados estos, de no haber formado cuadros que puedan suplir a sus actuales representantes (muchos de ellos bastante mediocres, por decir lo menos) que han terminado por anquilosarse en una curul. Incluso se debe de trabajar, a mi modo de ver, con congresistas que sean residentes en la región, ya que muchos solo usaron un cupo partidario para acceder al poder sin conocer nuestra realidad. Me viene a la memoria gente como Doris Sánchez u Octavio Salazar, este último congresista por La Libertad sin residir en nuestra ciudad. Por esta propuesta de reforma urgente, los congresistas actuales han generado a través, como siempre, de leguleyadas una propuesta por la que se debilita y desvirtúa la cuarta propuesta de reforma: la bicameralidad. Con el fin de entornillarse en el Congreso, han creado una figura de tal manera que a todos aquellos personajes cuestionados por su comportamiento, encubrimiento, dejadez o corrupción amenacen con su reelección. Prácticamente, salvo aquellos congresistas actuales o los que simpaticen por ellos, el rechazo de la mayoría hacia esta reforma se ve venir.
Como sociedad, los peruanos tenemos una gran oportunidad para generar cambios relevantes en el mundo estatal.
Pero esos cambios no serán sustanciales si nosotros, como ciudadanos interesados y afectados, no nos organizamos para monitorear dichas reformas y, a futuro, a las autoridades electas; no basta que haya un mundo virtual que esté denunciando diversas fechorías y un grupo de ciudadanos que se fajen en esta lucha contra los corruptos enfrentando a cuanto personaje oprobioso ha cruzado por nuestro camino político. Es importante que nosotros también estemos apoyando las reformas como sociedad civil. A fin de cuentas, es para nosotros que se realizan las mismas. Comencemos por participar en estas elecciones y marcar correctamente este simple cuestionario de 4 preguntas. Quizá tengamos un bicentenario deslumbrante, después de todo.

domingo, 25 de noviembre de 2018

CIUDAD RELLENO SANITARIO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 25 DE NOVIEMBRE)


Trujillo, ciudad de la eterna primavera. En el imaginario de muchas personas que han visitado Trujillo es el de comprobar de manera directa si esa frase acuñada hace décadas que sintetizaban una bella ciudad limpia y un benigno clima para sus habitantes sigue teniendo vigencia. El momento político me hubiera, en cierta forma, obligado a escribir un artículo sobre AGP y su magistral movida evasiva de la justicia peruana (como siempre). Pero una conversación sostenida ayer con una ciudadana extranjera recién residente en nuestra ciudad dirigió mi interés sobre este tema que nos debe de alertar a todos los actuales residentes.
Según datos de entidades responsables sobre el recojo diario de basura, los trujillanos producimos más de 500 toneladas de esta, entre restos orgánicos e inorgánicos. Las campañas de concientización para la selección de basura por parte de la población es un franco saludo a la bandera, puesto que no existe un sistema adecuado de eliminación de estos restos que podrían ser utilizados en un real reciclaje en favor de la limpieza y salubridad trujillanas; por el contrario, terminan en manos de recicladores quienes se dedican a buscar restos entre la basura casera, en los contenedores o en el famoso “relleno sanitario”. Durante la visita de Laura Secada, Directora de Mitigación de Gases de Efecto Invernadero del Ministerio del Ambiente, en agosto último, ella sugirió que Trujillo debe de hacer un verdadero relleno sanitario para mitigar la polución que genera este no solo a su entorno inmediato, sino a la ciudad en general. Este clamor viene de décadas atrás y diversas gestiones edilicias y regionales la han pasado por alto. Sin embargo, hay toda una lucrativa maquinaria económica en la sombra que no le interesa que se tomen acciones para una ciudad que bordea el millón de habitantes.
Además, es costumbre depositar los enseres inservibles en la basura cotidiana: cada día es más frecuente ver no solo restos orgánicos, sino restos sólidos con colchones viejos, carcasas de computadoras, cables, muebles de todo tipo. Una vez vi en una esquina de la Urb. Primavera un inmenso sillón destartalado a la espera del ¡camión de la basura! Algunas instituciones de reciclaje, como Traperos de Emaús, aportan soluciones con los enseres en regular estado. Otra generadora de residuos sólidos es la actividad febril de la construcción: cada día es más frecuente ver estos tipos de restos por las calles, abandonados por las noches, sea por obreros informales, sea por empresas constructoras regulares; estas últimas suelen botar los restos por las carreteras, los que reciben, junto a miles de bolsas plásticas, a nuestros visitantes terrestres.
Y, por último, la gran cantidad de autos abandonados que se convierten en refugio de roedores, basura y gente de mal vivir. Un parque automotor que se descarta y no tiene lugar asignado. Por ejemplo, en Urb. Primavera, en 4 manzanas a la redonda, hay 5 autos abandonados.

Nos estamos convirtiendo paulatinamente en un gran relleno sanitario.

PD. He visto en otro medio que informa de más de 300 toneladas de basura diarias.

domingo, 28 de octubre de 2018

CIUDAD GÓTICA (ARTÍCULO APARECIDO PARCIALMENTE EN DIARIO LA INDUSTRIA POR EL DÍA DE LAS CIUDADES) DOMINGO 27 DE OCTUBRE


El 31 de octubre es el día de la ciudad como tal, el espacio geográfico ocupado por ciudadanos que se encargan de hacerla su espacio, y esta ofrece a los que la habitan las condiciones de vida dignas para su subsistencia, desarrollo y descanso. Esos son los conceptos e ideales que uno tiene al habitar una ciudad. En ella nacemos, nos educamos, crecemos, laboramos, nos reproducimos, nos realizamos, nos curamos y nos extinguimos. Para cada una de estas macro actividades existen espacios concretos para su realización: hospitales, centros educativos, centros laborales, centros de diversión y cementerios. Las ciudades, desde que estas aparecieron hace miles de años, han ido evolucionando y creciendo hasta desplazar un concepto de vida que primó en la especie humana por siglos: el mundo rural.
Desde Ur o Caral, ciudades que eran centros religiosos y militares, fueron evolucionando hacia centros económicos, comerciales y culturales en los últimos tres siglos. Así van surgiendo los monstruos urbanos millonarios que han cambiado la fisonomía del planeta desde el siglo XIX a la fecha: São Paulo, México D.F., Shanghái, entre otros, son urbes que acogen millones de individuos y que no cesan de crecer. Construcciones de materiales, muchas veces no naturales, van creciendo en estos lugares para desarrollar diversas actividades o satisfacer egos de poder. Espacios que procesan los elementos para que sus habitantes puedan consumirlos sin sufrir consecuencias fortuitas. Son monstruos devoradores de recursos y, a su vez, generadora de hábitos que adecuan a sus habitantes a su perspectiva. Un ciudadano de estas urbes tiene una percepción del mundo muy particular y que presiona con sus hábitos de consumo todas las actividades humanas modernas, fomentadas cada vez más con la producción en serie. Un terrible “mundo feliz” al estilo Aldous Huxley. Cierta vez, en un programa danés se presentaba a un segmento de población urbana, sobre todo adolescentes, que nunca había visto una vaca real a lo largo de su vida. El mundo exterior a su “realidad” llega a través de pantallas LED, Ipod, Tablets u otro medio electrónico. La ciudad es el espacio, además, en el que más etiquetas sociales surgen. Aparecen de acuerdo a estilos de vida y que permiten a los demás establecer formas de interrelaciones personales, así como, lastimosamente, discriminaciones.  
¿Es Trujillo, una ciudad? Lo es. Con casi un millón de habitantes, es una ciudad que demanda diariamente muchos recursos; por tal motivo se ha hecho totalmente dependiente de los proveedores de los mismos que habitan en su periferia o importa dichos recursos. Sus debilidades como tal se vieron descarnadamente durante el Niño del año pasado y que la amenaza el año entrante. Como ciudad, Trujillo tiene cientos de carencias, incrementadas por el desorden de muchos de sus habitantes y una falta de autoridad real que regule y sancione a los que trasgreden las normas ciudadanas. Trujillo puede ser una buena urbe dependiendo de sus habitantes: es una realidad forjada por su millón de habitantes y solo ellos son los indicados para enmendar errores y solucionar los problemas que la aquejan diariamente y al largo plazo. Para ello es indispensable que la población trabaje con autoridades idóneas que piensen en la ciudad y no en beneficio personal o sectario como viene sucediendo en las últimas décadas en nuestro país.

domingo, 14 de octubre de 2018

CAMBALACHE A LA PERUANA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 14 DE OCTUBRE)


Una semana tras las anómalas elecciones del domingo pasado. Una semana para la historia de la torcida política nacional. Día a día los peruanos hemos sido zangoloteados en el vaivén incesante de las olas de excremento político y judicial en el que estamos sumergidos como sociedad.
No bien nos estábamos reponiendo de los resultados electorales sorpresivos de nuestra ciudad, así como de otras ciudades y regiones, cuando el fujimorismo y sus aliados salieron a la carga. Los resultados fueron una suerte de puñalada en el corazón de un partido que aspira mantener su adjetivo de “popular”. Lo que se pensaba que era una lección que invitaría a la reflexión a los integrantes de todas las tiendas políticas afectadas, se convirtió en un tsunami tras la retirada silenciosa de estos personajes post elecciones. Este interesante contrapunto empezó, días previos a los comicios, con las movidas en el Poder Judicial al revocar el indulto de Alberto Fujimori la semana pasada. Las lágrimas de su hija Keiko fueron motivo de diversas controversias, tanto al interno de su partido como en la sociedad. Los resultados electorales municipales y regionales, a lo largo del país, se vieron teñidos por el acelerado desgaste de los otrora grandes partidos que había en nuestro escenario político, presididos precisamente por cuestionados líderes percibidos como cabezas de la corrupción en nuestro país. Pero el miércoles 10 fuimos testigos de un bombazo: prisión preventiva de diez días para Keiko Fujimori por el caso cócteles. La ciudadanía reaccionó con estupor, sorpresa. Esta medida era insospechada para una persona vista como intocable, blindada desde todos los frentes regulares e irregulares posibles. El hecho, de pronto, activó al inerte conjunto de sus congresistas partidarios para proponer una ley beneficiosa a Alberto Fujimori para evadir la prisión por su edad: un verdadero plan B, maquinado previamente, para perturbar la paz pública; pero la sorpresiva situación que atraviesa la cuestionada lideresa ha hecho que la desidiosa maquinaria congresal haya actuado con una inusual celeridad, un espíritu expeditivo no antes visto entre estos, sobre todo con el tema de las reformas exigidas por el Poder central. Para coronar todo esto, el cuestionado Pedro Chávarry hace uso de su oscuro poder para desarticular otras áreas del Poder Judicial que podrían facilitar una acusación formal y efectiva contra Keiko Fujimori y otros. Esperamos más manotazos arteros.
Hay, entre toda la miasma, resultados contundentes. Los golpes electorales son duros: el caso del APRA es lamentable, está en caída libre; Fuerza Popular desapareció prácticamente del escenario nacional. Ambos han accedido a escasos sillones ediles y ninguno regional. Debilitados, tienen poco margen de juego. Esto permite, sin embargo, el ascenso peligroso de otros partidos cuestionados también por sus estrategias y móviles. Todo ad portas de un posible Niño. Lamentable.

domingo, 2 de julio de 2017

PREVENCIÓN A LA PERUANA (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN DIARIO LA INDUSTRIA TRUJILLO DOMINGO 02 DE JULIO)

El incendio que estalló en instalaciones informales en Lima la semana pasada es el corolario de esa cultura que se vive el día a día entre la informalidad y la inseguridad. El incendio, además de haber desnudado una de las conocidas y frecuentes formas de esclavitud moderna en nuestro país, nos ha confirmado nuestra informalidad en cuanto a medidas de seguridad se refiere, a la que no escapa ningún estamento socioeconómico de la sociedad peruana. Es la cultura del vivazo o pendejo empresario que actúa sin ningún tipo de escrúpulos que atenta abiertamente contra cualquiera de nosotros; pero también en la actitud discutiblemente justificada de muchos ciudadanos que emplean herramientas de trabajo que son unas verdaderas armas mortales. Salvando distancias, la actitud de un dueño de microbús de casi treinta años, contaminante y deteriorado, se asemeja a la de un dueño de un local en el que hay muchos problemas técnicos de seguridad: les importa un bledo la vida de los demás, incluso la suya misma. Cada uno tiene sus justificaciones, las cuales servirán poco cuando tengan uno o más muertos entre sus manos.
La cultura de la prevención y seguridad es tan poco desarrollada en nuestro país por diversas razones: educativas, económicas, culturales. Por ejemplo, la gente gusta reventar pirotécnicos en fiestas religiosas; fuera de ser molesto a los oídos de todo ser viviente, es un gran riesgo y puede ser causales de incendios. Pero se justifica, por costumbre. Por otro lado, muchas de las acciones que diversas instituciones hacen como medida de prevención son cuestionadas o rechazadas sin comprender que se hacen las mismas con el fin de velar por su seguridad y sus vidas. Fui testigo del malestar manifestado por diversas personas al querer entrar a un lugar cuyo aforo no era más de 70 personas. Lejos de entender razones válidas, las personas cuestionaban la decisión de no permitir el ingreso a pesar de saber que se exponían a una situación de riesgo tanto para él como para los demás.
Pero, lo criminal en todo esto es la negativa de tomar medidas de seguridad por cuestión de “ahorro”. Para muchas empresas, la seguridad se sigue pensando como un  gasto y prefieren invertir en la coima a funcionarios inescrupulosos y corruptos, otros criminales en esta situación, antes que en sistemas para prevención de alto nivel. Y esto sí cruza todos los niveles sociales: las discotecas son una muestra y aún queda el recuerdo de Utopía, cuyos dueños prácticamente salieron indemnes de una sanción mayor. No está lejos el siniestro de los cines UVK en el exclusivo Larco Mar que mató a cuatro personas y ahora queda en el olvido colectivo. Quizá en un par de meses este grave incidente quede, como siempre, en el rincón de la amnesia colectiva que los peruanos sufrimos.






domingo, 30 de abril de 2017

SORPRESAS NON GRATAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 30 ABRIL) INDULTOS Y LLUVIAS

Hace una semana advertía la necesidad de estar atentos ante la desidia que suele envolver a la sociedad peruana frente a diversas situaciones. Dos hechos, una sorpresiva lluvia y una absurda propuesta política, nos invitan a reflexionar al respecto.

La lluvia del jueves por la madrugada despertó del letargo nuestros justificados temores ante la posibilidad de vivir nuevamente esa pesadilla que fue el mes de marzo para el Norte peruano y para nuestra ciudad, en especial. La mañana del jueves nos recordó la amarga experiencia de esa semana que sumió a la ciudad en caos y desesperación de los casi millón de habitantes que viven en Trujillo. A golpes se aprende y la naturaleza nos lo está haciendo recordar con cierta frecuencia. Y vale la pena hacer odiosas comparaciones para que nuestro, muchas veces injustificado, orgullo reaccione positivamente. La misma semana, en nuestro vecino sureño, se produjo un sismo de magnitud 7,1; en un país altamente sísmico como lo es Chile, la cultura cívica demostrada por su población es de resaltar, pues esta ha reaccionado mostrando una educación preventiva y escasa actitud a la especulación. Un violento sismo quizá sea una dura prueba definitiva para la sociedad peruana sobre su cultura cívica, tanto de autoridades como la ciudadanía en general. Los lamentables comportamientos de muchos miembros de nuestra sociedad nos hacen temer una resaca post desastre nada alentadora.


El hecho político surgió del interior del actual gobierno, cuando uno de sus controvertidos integrantes anunció la posibilidad de apoyar el arresto domiciliario del expresidente Alberto Fujimori. Este anuncio es el colofón de una larga semana de disquisiciones que hablan de ciertas debilidades del actual gobierno ante un Congreso movido por la animadversión y condicionamientos desafiantes de muchos de sus integrantes contra la majestad gubernamental. La reacción indignada de gran parte de la sociedad se justifica ante la posibilidad de ceder ante este tipo de extorsiones partidarias que debilitan la sociedad democrática. Esta circunstancia nos debe de hacer recordar a un insigne liberteño, José Faustino Sánchez Carrión, padre de la naciente República peruana. En su actividad epistolar, éste habla sobre la mejor forma de gobierno para nuestro naciente país, la democracia, y advierte sobre los peligros que pueden ir surgiendo contra ella. En una de sus cartas anuncia algunas ideas fácilmente extrapolables temporalmente. Nos alerta sobre “la seducción de los pueblos por el encanto de las palabras con total olvido de las cosas”; el hombre puede ser “cruel e infame” que “sacrificando la causa pública con todo su linaje de intriga y desvergüenza, engrandecimiento personal, prostituye la confianza pública”. Los lamentables ejemplos de nuestros recientes líderes políticos, expresidentes, no hacen más que validar estos duros enunciados, clara advertencia para nuestra democracia. La historia nos sigue enseñando.