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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 18 de julio de 2021

PERÚ Y FRANCIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 18 DE JULIO)


El pasado miércoles Francia celebró su fiesta nacional. Conmemoración de una fuerte carga política, social y cultural que marcó el fin de una era y el inicio de una nueva. Aunque la toma de Bastilla no fue un hecho trascendental desde el punto de vista militar, sí lo va a ser desde la perspectiva del pensamiento como un cambio copernicano de la condición humana que, como estamos viendo recientemente, se pone en peligro ante posiciones radicales, ultraístas y fanáticas.

Las instituciones en las que hice mis estudios escolares y universitarios eran de origen francés. La Revolución Francesa masificó la educación básica para que todos individuos conozcan el espíritu de la nueva república y se conviertan en ciudadanos. Una vez que España abandonó nuestro territorio, muchas instituciones funcionaron con una suerte de inercia; hubo necesidad de armar todo el sistema legal, administrativo y ejecutivo de la joven nación. Los conceptos planteados en El contrato social de Rousseau comenzaron a moldear las nuevas repúblicas, desechando las ideas monárquicas que merodeaban en nuestras novísimas naciones. Cabe recalcar, además, que fueron las invasiones napoleónicas las que aceleraron las gestas independistas hispanoamericanas. Hubo un constructo legal que fue adoptado y que permanece hasta nuestros días con ciertas modificaciones: el Código Napoleónico que inspira nuestra inicial Constitución y es base de nuestro aparato legal. La Alianza Francesa hizo tres conferencias en torno a estos momentos gestados por la figura muy polémica de Napoleón por el bicentenario de su muerte. Luego serían la salud, educación, la policía y fuerzas armadas las que serían reorganizadas a través de misiones francesas. Y con ellas llegó la cultura y arte de esa nación: ciencias, arquitectura, fotografía, gastronomía, cinematografía. Desde tiempos virreinales, nuestro país estuvo en el imaginario de la sociedad francesa. Vale un Perú, frase con una carga emotiva, hizo que nuestro pasado precolombino sea visto con cierta visión idílica exagerada como lo refleja la ópera Las Indias Galantes de Rameau, en la que el amor huye de una Europa codiciosa hacia lugares exóticos idealizados como China, Turquía, Norteamérica y, por supuesto, el Perú. Su literatura nos vio como el espacio en el que los ideales de su Revolución se encarnaron en un general peruano que frecuentaba al marqués De la Mole, conocido de Julien Sorel, el principal protagonista de la novela Rojo y negro de Stendhal. O la visión especial de Louis Baudin, autor de El imperio socialista de los incas, que hace una relectura interesante de las sociedades precolombinas y de América Latina; algo que en cierta manera se verá un poco en el libro Civilizaciones de Laurent Binet. Flora Tristán y su nieto, Gauguin, estuvieron por aquí. Vallejo está en Montmartre; París fue gestora del boom latinoamericano. Los DDHH, grandes conceptos del siglo XX, están aún pendientes en nuestra agenda.

miércoles, 17 de julio de 2019

TOULOUSE, UNA SEGUNDA VEZ





Viernes 25 de enero. Toulouse. Ya me estaba despidiendo nuevamente de Francia. Isabelle había arreglado con su sobrina para quedar en su casa y de ahí nos íbamos al aeropuerto. El día anterior había enviado una caja de libros, revistas y estampillas para aligerar el peso. Salí de Perú con 19 kilos y quería regresar con esa cantidad: pero los libros, las revistas de historia…más las películas, los CD de música bella. Ah. Pude mandar una caja con 23 kilos, demasiado peso. Pero esa es otra historia. Preparé mi maleta el día anterior, algunas cosas iba a llevarlas en una bolsa. Salimos temprano de La Primaube. Habíamos dejado todo en orden. En Francia, la gente se moviliza mucho; además con esa magníficas carreteras y autopistas, yo lo haría también. Tomamos la ruta que lleva a Albi, cruzando Baraqueville. Felizmente el día anterior no había nevado. Manejar ahí, como en Portugal o España es un placer. Pasado Albi, tomé el timón y un poco antes de llegar a Toulouse volvimos a nuestras posiciones iniciales. Dejamos el auto en un estacionamiento. De todas maneras, hay mucha más seguridad en Francia que en Perú. Teníamos que tomar el metro para ir al centro donde se encontraban nuestros objetivos. Lo simpático del metro de Toulouse es que anuncian los lugares de las estaciones, sean plazas o calles, primero en occitano y luego en francés. Me hace recordar al de Barcelona que primero es en catalán y luego en español (no sé cómo será ahora con todo este jaleo que se ha hecho con el movimiento independentista. Llegamos a la Place Esquirol y de ahí nos echamos a andar en la búsqueda de la Fundación Bemberg, donde íbamos a hallar bellezas. En el camino, fuimos viendo algunos estragos causados por algunos encuentros violentos callejeros con los chalecos amarillos. Francia estaba alterada en esos días y ya lo había visto en Montpellier. En nuestra caminata nos fuimos alejando un poco de nuestro destino final. Isabelle preguntó a un transeúnte y nos indicó el camino correcto. Llegamos a nuestro destino. Rue de l’ Écharpe. Este lugar solía ser un hotel de lujo en el siglo XIX hasta que se convirtió en el espacio que acoge esta bella colección de una familia judeo-argentina que, en forma de agradecimiento a la ciudad, dio esta magnífica colección de arte y un fino mobiliario. El edificio se construyó en el siglo XVI y este alberga pinturas de Pierre Bonnard, 30 en total, y de Canaletto, Francesco Guardi, Tièpolo, François Boucher, Elisabeth Vigée-Lebrun, Hubert Robert, Pieter de Hooch, Jean Clouet, François Clouet, bocetos y estudios de Rogier Van der Weyden, Lucas Cranach, Gérard David, Adriaen Isenbrandt, Pieter Brueghel el joven, Tiziano, Paolo Veronese, Tintoretto, Henri de Toulouse-Lautrec, Eugène Boudin, Claude Monet, Henri Fantin-Latour, Edgar Degas, Edouard Vuillard, Odilon Redon, Paul Gauguin, Louis Valtat, Alfred Sisley, Camille Pissaro, Berthe Morisot (una pintora impresionista opacada por el mundo masculino de entonces, así como la escultora Camille Claudel), Paul Signac, Paul Cézanne, Georges Rouault, André Derain, Henri Matisse, Raoul Dufy, Albert Marquet, Maurice de Vlaminck, Kees Van Dongen, Pablo Picasso, Georges Braque, Othon Friesz, Amedeo Modigliani, Maurice Utrillo, entre otros más. Las salas se denominan de acuerdo a las obras que se ubican ahí: Los antiguos venecianos, Luis XVI, Los antiguos: Europa, Los antiguos: retratos, Sala de la Coursière, Los modernos: los puntillistas, Los modernos: Henri Fantin-Latour, Los modernos: fauvismo, Los modernos: los impresionistas, Los modernos: Pierre Bonnard, Sala de los diseños. Aquí más datos (https://elviajero.elpais.com/elviajero/2016/02/17/actualidad/1455707262_196688.html) (http://www.fondation-bemberg.fr/fr/gbemberg/oeuvres.html). Una buena visita. Además, la gente es muy amable. La tentación era comprar libros de arte…






De ahí salimos en dirección de la Basílica de la Dorada de la ciudad, a orillas del Garona, río que cruza a la ciudad. La primera que estuve en esta ciudad, en 2013, no alcancé a verla. Pero esta vez también la mala suerte nos lo impidió: estaba en reparación. Queda para una próxima vez. Aquí algo de datos (https://www.fotonazos.es/2013/07/la-basilica-de-nuestra-senora-de-la-dorada-de-toulouse-y-la-virgen-negra/). El hambre apretaba, pues ya era hora de almuerzo. En el camino a nuestro destino cruzamos la Plaza del Capitolio, es bella. Pero vi un escena que me llamó mucho la atención: vi un hombre sin camisa y sin zapatos sentado en el piso; la gente no le dejaba nada y me preocupaba su situación. Luego Isabelle me contó que son mafias de Rumanía o Rusia que tiene a esta gente así para recaudar dinero a través de la pena y el sentimiento. Y están atentos, pues al llegar la policía, estos corren. Isabelle me llevó a un lugar donde se comen mejillones y te los traen en un inmenso cubil que puedes repetir (obvio que lo hice). Isabelle me contaba que ella iba de joven ahí, cuando estudiaba en la universidad: el Huguette Café Bar du Bon Vivant. Perfecto.
Ya con la barriga llena y el corazón contento buceamos un lugar más: iglesia de San Saturnino (San Sernín) o Sant Sernain. Regresamos nuevamente hasta la Plaza del Capitolio e ir por la calle tradicional del Toro. Hay una pequeña iglesia que recuerda el martirio de San Saturnino (Sernín), el cual por negarse a hacer sacrificios a los dioses romanos fue atado a un toro y destrozado. Esa calle fue la ruta que tomó el toro. Su cuerpo fue recuperado y enterrado en esa pequeña iglesia (Notre Dame de Taur) y después fue llevado a excelente basílica que fue mi objetivo final. Estuve aquí en 2013. Recuerdo que ese día llovía un poco y otro detalle: me había comprado un Astérix en occitano. La iglesia es grande, su torre se puede divisar a los lejos. Esta iglesia tiene un interesante tesoro, que obviamente visité nuevamente mientras Isabelle me esperaba. La iglesia es una de las más antiguas de Francia, ser una de las iglesias románicas más grandes del Sur y ser la iglesia que, después del Vaticano, tiene el mayor número de reliquias de santos y santas; por esa razón, era un alto obligado en el peregrinaje a Santiago de Compostela. Es una visita imprescindible en esta ciudad llena de sorpresas (https://es.aleteia.org/2018/12/06/esta-basilica-alberga-la-mayor-concentracion-de-reliquias-despues-del-vaticano/). 





Tras nuestra visita y antes de partir a casa de su sobrina, decidimos ir al FNAC a comprar películas o libros. Me encontré con dos joyas que estuve buscando siempre: Venga a tomar café con nosotros y Yo acuso. Una cacería perfecta.
Nos fuimos a buscar el auto para ir a la gran casa en la que habitan sus sobrinos. Es inmensa, cómoda. Antes de dormir, arreglé mis cosas para mi viaje a Madrid. Mis últimas horas en Francia.







domingo, 14 de julio de 2019

ALBI, TOULOUSE-LAUTREC, SANTA CECILIA





Miércoles 23 de enero. Un día particularmente frío. Cayó nieve toda la noche anterior. Habíamos ido a casa de Dominique a cenar y había recibido de herencia un buen número de estampillas que su hijo había coleccionado y estaban un poco olvidadas; al llegar a casa las había tratado de arreglar, pero eran muchas. Tuve que tratar de mandarlas por correo, lo cual hice el jueves cuando mandé una caja con libros, revistas, folletos y estampillas. Isabelle salió al hospital a ver algunas pruebas que se hace mensualmente. Tomé desayuno con calma. Esperé a Isabelle para desayunar e ir al centro de La Primaube para ver algunos asuntos y pude preguntar sobre el envío a Perú de libros. A causa de la nieve teníamos que tomar precauciones; íbamos en el auto de Dominique con mucha cautela, pues hay un sector que teníamos que cruzar, Baraqueville, en el cual cae mucha nieve y tras ella queda mucho hielo por el cual muchos autos patinan, se deslizan peligrosamente. Isabelle teme ese tramo. Hicimos la trayectoria para visitar primero a un amigo de Isabelle al cual también se le iba a llevar unos libros y donde íbamos a almorzar. La casa de su amigo Pierre es antigua e inmensa, está prácticamente en el campo. Posee fotos familiares muy antiguas, con antepasados que pelearon en la Primera Guerra Mundial. Tuvimos una buena charla y larga sobremesa. Al llegar, nos recibió un buen sol para esos días de frío que azotaba la zona. En realidad, después de nevar el sol sale radiante y se aprovecha para calentarse un poco.
Retornamos hacia Albi. Llegamos a tiempo para entrar al Museo Toulouse Lautrec. La primera vez que estuve aquí fue en 2010. Hicimos un largo periplo que incluía Cordes-sur-Ciel y Albi. Llegamos a ver la catedral, pero no pudimos ver más que una parte mínima del Museo. Aquí está parte de la crónica que escribí recordando ese viaje (https://elrincondeschultz.blogspot.com/2010/03/viaje-las-profundidades-de-francia-1.html). Esta vez nuestra intención era visitar los dos lugares más relevantes: el museo y visitar nuevamente la Iglesia de Santa Cecilia de Albi. El museo ha tenido cambios a aquel que visité hace nueve años. Pero la colección estaba ahí, así como los diversos elementos de este gran palacio, El de Berbie. O sea, no solo se ven las obras de este gran pintor (carboncillos, pinturas, afiches, bocetos), sino todo el poder que centró la iglesia en esta zona, no solo construyendo este impresionante palacio, sino la portentosa iglesia de Santa Cecilia, que luego visitaríamos. Ambas grandes edificaciones están hechas en ladrillo. Para entrar al museo, se accede por el principal patio que tiene el conjunto. El lugar es sobrio y las personas son muy amables. El palacio alberga esta colección que fue abierta en 1922. Imagino que en sus inicios no se presentaron tantos detalles del interesante edificio que fue evolucionando a través de los siglos. Las obras son acogidas en diversas salas, las cuales tienen su propia historia también. Y hay espacios que son toda una belleza. Además, algunas salas te permiten ver detalles internos y externos, sea hacia los jardines que rodean al edificio o vistas hacia el río Tarn que divide a la ciudad. El conjunto monumental está casi a orillas de dicho río.  Hay una galería que se llama D´Amboise con un techo interesante en su propuesta de trabajo. En la planta superior había una exposición itinerante. Por los pasillos del segundo piso puedes ver restos de la construcción monumental en sus diversos periodos. Es una buena visita para hacer en esta pequeña ciudad que no pasa de los 50 mil habitantes. He aquí un par de enlaces para motivar a cualquiera a la visita del lugar: (http://musee-toulouse-lautrec.com/collection-toulouse-lautrec) que es la página del museo y (https://www.albi-tourisme.fr/es/museo-toulouse-lautrec) de la oficina de turismo.





De ahí nos fuimos, en el poco tiempo que quedaba, a ver la Iglesia de Santa Cecilia que es parte del gran monumento arquitectónico hecho por los obispos de la ciudad. Esta es una catedral impresionante y es el edificio más grande hecho de ladrillos en el mundo. Se comenzó a edificar en 1282 y tomó casi dos siglos en terminarla. La iglesia sufrió daños durante la Revolución Francesa, pues muchas de sus estatuas fueron dañadas y perdidas irremediablemente (casi 80). Está muy ligada a los tristes acontecimientos de la cruzada contra los albigenses, en otras palabras: los cátaros. Esta zona era cátara y esa cruzada contra los “herejes” devastó esta rica tierra, muchos más culta y explotada que la zona norte. Fue la forma cómo también París logró anexarse este territorio que, pese a los siglos transcurridos, no olvida aquellos sucesos que significó su intento de destruir su identidad histórica y lingüística. Esta es la razón por la cual también visité Carcasona, una bella ciudad medieval que fue también asediada y sus habitantes masacrados durante la cruzada entre cristianos. Era una verdadera guerra civil. Volvamos al edificio en cuestión. Por afuera, esta catedral es austera, paredes anchas para resistir asedios frecuentes en esa época. El interior difiere del exterior por el primoroso trabajo que se hizo, con su gran mural del juicio final o el inmenso coro, una verdadera obra de arte. El conjunto posee una sala del tesoro y una gran cripta bajo el coro. Es importante acompañar con un texto la lectura tanto de las imágenes como las pinturas y murales. Esta iglesia quiso reunir el mayor número de reliquias, esto es, restos de santos y santas, entre sus muros. En el salón del tesoro ves varias de estas, siendo la más interesante el cráneo de Santa Cecilia. Era costumbre de la antigüedad que cada iglesia o convento tenga reliquias para poder generar un culto masivo e, incluso, un peregrinaje que beneficiase al centro religioso con donativos y otras avituallas. Ahí tenemos el caso de Santiago de Compostela, que adquirió un carácter de marca de identidad para luchar contra el islam. En el Perú, el caso más famoso es el del cuerpo de Santa Fortunata que se encuentra en la catedral de Moquegua. Santa Cecilia es una construcción impresionante, la iglesia descuella en la ciudad y permite ser vista desde muchos lugares. Es una marca de la ciudad y de la región. He aquí más detalles de esta bella e imponente iglesia (https://www.ecured.cu/Catedral_de_Santa_Cecilia_de_Albi) (https://www.monestirs.cat/monst/annex/fran/migdp/cscecil.htm). 







Una vez concluida las visitas, nos fuimos a hacer algunas compras en el supermercado que está sobre el estacionamiento subterráneo del lugar y regresamos a Rodez.






FRANCIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 14 DE JULIO)


14 de julio de 1789. La toma de la Bastilla. Este incidente cambió la historia de la humanidad. La sociedad francesa, estratificada de manera inamovible y por derecho divino, había entrado en una fase de no retorno. Entre la nobleza francesa y el pueblo llano había crecido una brecha insalvable, con derechos incuestionables y, para la actualidad, inauditos adquiridos por aquella desde el medioevo. Muchos de estos derechos rayaban con el absurdo y eran validados solo por la idea de que su estatus era certificado por la iglesia de entonces. La educación y la difusión de ideas fueron las principales herramientas que permitieron este vuelco en la humanidad. Las ideas de los hombres y mujeres del Siglo de las Luces comenzaron a calar en una sociedad insatisfecha y harta de vejámenes tolerados por un sistema legal inalterable; las ideas se expandieron como pólvora, no solo en Europa, sino en las colonias americanas que estaban bajo el yugo español. Los poderosos conceptos generados por pensadores sociales y filósofos como Rousseau o Voltaire habían rendido su fruto con la independencia de los Estados Unidos y se expandían como un rayo entre los intelectuales de las entonces inquietas colonias americanas. La nueva Constitución del nuevo Estado francés desafiaba los arcaicos conceptos de la persona y ciudadano. La base de la nueva república se asentaba en tres palabras: libertad, igualdad y fraternidad.
230 años después, muchas de las ideas engendradas en esta revolución movilizan a la humanidad en general. La libertad de todo tipo es el punto de partida de muchas sociedades y es apreciada y defendida, incluso, de manera constitucional en todo país civilizado y grupo humano que espera que esta no quede como una palabra cargada de buenas intenciones, sino una entelequia a la cual aspiran todos los hombres del planeta. La igualdad acompaña innegablemente a la libertad. No una igualdad abstracta, sino una que permita a toda persona tener acceso a todo aquello que el derecho le confiere: la salud, educación, alimentación y seguridad. Y todo esto se logra cuando se ve al próximo como un integrante de la gran familia que es la humanidad: la fraternidad. Sin embargo, si vemos los momentos por los que atraviesa nuestro país, estas tres grandes ideas están ausentes en muchos espacios y momentos de nuestra sociedad. La corrupción política y económica son algunas de las causales de su impedimento; pues, a causa de estas, se les niega a muchos ciudadanos una vida mejor en salud, en educación, en una sociedad que luche por la equidad. Están también las reivindicaciones de muchos peruanos y peruanas marginados por diversas razones: sociales, culturales, raciales, lingüísticas, religiosas, opciones sexuales. Un gran abanico de injusticias por no tratar al otro con sentido de igualdad y no respetando su libertad.
Pero, la ola que desató Francia ese 14 de julio es bastante difícil que se detenga. Y esperemos que así sea.

sábado, 29 de junio de 2019

RODEZ NUEVAMENTE





Lunes 21 de enero. Partida para Rodez. La mañana se fue rápido. Mi bus salía a Rodez a las 10 a.m. El pasaje era de solo 5 euros. Tomé un buen desayuno y ya solo me quedaba preparar mis cosas para poder viajar a Rodez para encontrarme con Isabelle con la que ya habíamos acordado desde Trujillo. Con mucha pena, antes de subir al bus, nos dimos un largo abrazo con Melissa esperando vernos pronto nuevamente. Mi corta estancia fue para ponernos al día un poco, pero hay tanto por decir y soñar. Subí al bus al cual solo subieron tres pasajeros más. El servicio es impecable. El viaje lo hicimos en un poco más de una hora, pues entraba en pequeños pueblos de la ruta a recoger pasajeros. La distancia entre Millau y Rodez es un poco más de 66 kilómetros. Cruzamos la zona en la cual había varios Causses, esas formas interesantes llena de cuevas y llanuras.


Llegué a casi mediodía, Isabelle iba a ir a buscarme. Es la misma estación de tren que usa el bus. Descendí para esperarla. Era un día frío. Francia tiene un clima más frío que Portugal. Llegó Isabelle con su nueva camioneta en la que lleva un sinfín de cosas con las que hace ferias y remates en mercadillos para su proyecto de bebés en Trujillo. Su trabajo es intenso y tiene una buena respuesta por parte de sus amigos y de la gente de la región. Isabelle me pidió subir mi maleta y busqué un espacio para ella. Ya acomodados nos fuimos a su casa en La Primaube; antes pasamos a comprar el delicioso pan para el almuerzo. Isabelle ya me había hecho una agenda simpática que incluía clases de español con sus alumnos y un almuerzo en un hotel restaurante que fue todo un ensueño. Una vez que almorzamos, salimos para Estaing, un pequeño pueblo en el cual hay un castillo interesante. Dejamos el auto cerca del puente que está sobre el río Lot. El castillo se distingue a la distancia. Este pertenecía a una antigua familia y uno de los principales miembros de la misma, Charles Henri, Conde de este lugar, fue decapitado durante la Revolución Francesa. El castillo se destaca y es visible desde cualquier parte de la pequeña ciudad, la cual fue considerada en uno de los pueblos más bellos de Francia. El nombre me parecía bastante familiar hasta recordar el apellido del expresidente francés Valéry Giscard D´Estaing. Siendo invierno, no temporada de vacaciones, las visitas estaban restringidas. Pero la pequeña iglesia estaba abierta. Ingresamos a ella para ver los restos y reliquias de Saint Fleuret. El puente que cruza esta ciudad es muy antiguo, pues data de la Edad Media. Un detalle simpático fue ver un pequeño monumento que muestra las famosas conchas que certifican que este lugar está incluido como lugar de peregrinaje dentro de las rutas de Santiago, uno de los movimientos de identidad europea que ha atravesado los siglos. Aquí hay más detalles de este simpático pueblo (https://www.france-voyage.com/francia-ciudades/estaing-1161/castillo-estaing-12098.htm).





De ahí nos fuimos a un pequeño pueblo que cruzamos en la ida: Bozouls. Isabelle me pidió manejar el tramo de retorno por esta descansada vía. Así lo hice: manejando ahora en Francia. Llegamos a este interesante pueblo que está construido alrededor de un cañón. Es alucinante. Felizmente Francia no es una zona sísmica, pues todo lo edificado en torno al lugar hubiera ya colapsado. El pueblo es bastante pequeño y está distribuido a lo largo de su cañón que no es muy profundo, pero causa respeto. Si uno sufre de vértigo, mejor no intentar. No nos quedamos mucho tiempo ahí, pues teníamos que regresar a Rodez para reunirnos con los alumnos de español (un grupo). La noche fue tranquila, luego de la clase; nos fuimos a dormir, pues al día siguiente nos íbamos a almorzar en un restaurante un poco lejos de Rodez. Aquí dejo más datos de Bozouls, extraño pueblo (https://marcianosmx.com/bozouls-pueblo-frances-borde-de-un-acantilado/)



El martes 22 nos fuimos a almorzar. El lugar era lejano. Se llama Saint Geniez d´Olt a orillas del río Lot. El restaurante: El León de Oro. Isabelle había recibido un vale para un opíparo almuerzo, regado de buen vino. Fue una visita a este lugar de pocos habitantes (dos mil aproximadamente) y que tiene varios hoteles; es un lugar de reposo, por eso la presencia de tantos hoteles. Regresamos temprano, pues la institución de Isabelle y todos sus amigos iban a recibir una donación gracias a un proyecto que habían hecho los chicos del Liceo de Rodez. Antes pasamos por la casa de su contador para ver algunos detalles de la institución. Por esa razón, nos fuimos directamente al lugar mientras iba cayendo nieve ya sobre la región. Dejamos el auto parqueado en las afueras del Liceo. En Europa estacionar en la calle es menos costoso que en una cochera, pero cuesta. Creo que de imponer este método en Perú habría menos gente que saca su auto para ir a comprar el pan, por ejemplo. Volviendo a lo del colegio, fueron dos instituciones invitadas. El dinero obtenido por la venta de productos ideados por los jóvenes era donado a diversas causas, como la de la ayuda para los bebés de El Porvenir en Trujillo. Es parte del modelo CAS que pide el IB y lo estaba viendo en acción con estos jóvenes. Isabelle y Dominique fueron las encargadas de recibir el dinero. Los chicos explicaron su proyecto, las ventas hechas y la cantidad nada despreciable que habían obtenido.


Al salir tuvimos un pequeño inconveniente. El auto de Isabelle estaba bloqueado por otro, cuyo dueño estaba en una entrevista de radio, una que se halla vecina al colegio. Isabelle estaba apurada, pues tenía que recoger sus medicinas hasta antes de las 7 p.m. Y ya el tiempo nos ganaba. Luego de un buen rato, salió el dueño e Isabelle le llamó la atención; pero quien reaccionó mal no fue el dueño quien aceptó su error y se disculpó, sino el comentarista de radio. Manejé ese tramo, pues Isabelle estaba muy fastidiada. Felizmente llegamos a recoger las medicinas. Nos fuimos a casa a descansar. Al día siguiente nos íbamos a Albi a reencontrarme con el museo de Toulouse Lautrec, el cual vi parcialmente en 2010.