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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 16 de septiembre de 2018

CERRO CAMPANA, ¿HACIA UN TRISTE FINAL? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 16 DE SETIEMBRE)

Sábado 08 de setiembre, con un grupo de amigos se hizo una primera visita a este bello e imponente espacio que vela al valle de Moche y resguarda a la ciudad de Trujillo y su balneario ancestral, Huanchaco. Esta visita es la primera de las que planeo hacer de manera personal, pues he descubierto de manera directa todo el acervo material natural y humano que nosotros, los trujillanos, tenemos a nuestro alcance. Además, y de primera mano, también pudimos constatar una situación amenazante a este potencial ecológico, histórico y turístico que podría perderse por indolencia de personas que lo hacen por motivos de lucro personal (tráfico de terrenos, uno de ellos y que se ve por las delimitaciones trazadas bajo una legitimidad desconocida) o por la ignorancia intencional de una población, como la nuestra, que podría perder un ingente recurso económico inagotable.
La lista de potenciales patrimonios y los ya existentes se han visto amenazados por diversos desastres que los pueden dañar o hacerlos desaparecer para siempre. Incendios, derrumbes u otros siniestros, accidentales o provocados, han destruido nuestro ingente patrimonio nacional, regional o local. Cuando nosotros estábamos culminando nuestra visita a tan interesante lugar, se estaba reportando un incendio en el conjunto arqueológico de Marcahuamachuco, zona afectada varias veces por incendios provocados intencionalmente por agricultores que desean eliminar la maleza de los terrenos en torno. La indiferencia o complicidad permitieron, por ejemplo, que el 12 de noviembre del 2017 las instalaciones que resguardaban la huaca Ventarrón en la Región Lambayeque se destruyese a causa de un extraño accidental incendio que redujo a cenizas murales y restos arqueológicos de más de dos mil años. O que el 15 de setiembre del 2016 la bella iglesia de San Sebastián en el Cuzco quedase destruida en un casi un 80 % por un siniestro, el cual destruyó su bello altar mayor que había sido recientemente restaurado, fuera de algunas pinturas del maestro del barroco indígena peruano, Diego Quispe Tito.
Nuestro país, nuestra Región y nuestra ciudad cuentan con numerosos lugares interesantes y valiosos que podrían convertirse en santuarios naturales o culturales, como los totorales de Huanchaco y el interesante Cerro Campana (o cerro Sipón). Espero que este potencial no sea visto como un impedimento para intereses económicos que no ven en estos nada de rentabilidad, sino un estorbo para sus propósitos. Pero peor aún es la ignorancia intencional construida con malévolos y oscuros propósitos que prefieren una visión vacía y sin compromiso de la vida y sus manifestaciones. Bajo esta perspectiva, se puede entender claramente por qué jóvenes vacuos y frívolos estén ganando casi quince mil dólares mensuales en programas basura, mientras que un intelectual de la talla como lo fue Marco Aurelio Denegri haya percibido un magro sueldo de 950 soles al mes. Cabe preguntarse, entonces, qué fin tendrá el Cerro Campana.  

domingo, 29 de octubre de 2017

EN EL CORAZÓN AMAZÓNICO: VIAJE IQUITOS. Reencuentro con la ciudad luego de 33 años



Un viaje anhelado por tiempo era retornar a Iquitos para ver la ciudad y sus alrededores. Y este retorno se hizo realidad este 28 de setiembre, luego de 32 años de mi primera visita. Soraia, la hija de María, venía nuevamente a Perú y esta vez nos fuimos a la selva, a la Amazonía. Y el viaje fue toda una experiencia de emociones, de aventuras y también de escenas tristes que conforman la realidad de nuestro país.
Salimos, María y yo, en un vuelo de Avianca a Lima el miércoles 27. El vuelo ya estaba atrasado; sin embargo, teníamos que esperar en el aeropuerto unas cuantas horas más hasta la llegada de Soraia. La espera fue un poco fatigosa, pues si quieres esperar tantas horas, lo debes de hacer en un restaurante y debes de consumir. El aeropuerto de Lima es incómodo y atiborrado de gente. Además ambos terminales, el internacional y nacional, comparten los mismos espacios, lo que hace que sus instalaciones estén llenas y ruidosas en todo momento. Paciencia. Una vez llegada Soraia, esperamos hasta una hora prudente para dejar las maletas en Peruvian, la línea en la que nos íbamos a Iquitos. Felizmente nos aceptaron las maletas temprano, ya que nos íbamos con todo el equipaje de Soraia desde Portugal hasta Iquitos. Ya acomodados en el avión, el vuelo salió relativamente a la hora. El vuelo hacía escala en Pucallpa, donde permanecimos unos 25 minutos. Llegamos a Iquitos a eso de las 3 y media de la tarde. Recién aterrizado el avión se desató un aguacero que nos cogió de sorpresa. Quedamos embobados con el chapuzón, tanto así que tomábamos fotos en una zona de seguridad y riesgo. El personal del aeropuerto nos pidió que saliéramos de la zona de aterrizaje. Todos unos provincianos. El agua mojó todo el equipaje de mano, nuestra ropa y las maletas. Ya nos esperaba un auto del hotel en que nos íbamos a hospedar. La lluvia caía copiosamente; según el taxista, no había caído lluvia en los días previos y nuestra presencia la atrajo. Quizás. Desde el aeropuerto hasta el hotel Época nos tomó algo de 20 minutos. Estábamos empapados y sorprendidos por el buen chapuzón. La selva nos estaba recibiendo. El mismo chofer nos ofreció sus servicios para llevarnos a un mariposario y lugar de rescate animal, más otros lugares; pero los precios nos parecieron exorbitantes. Iquitos en una ciudad cara y estos días nos lo iba a demostrar.





Llegamos a nuestro hotel y procedimos a instalarnos. El hotel se ubica en pleno Malecón Tarapacá (o Maldonado), no lejos de la Plaza de Armas, ni de Belén. Estábamos a espaldas del Jirón Próspero, la arteria comercial de la ciudad. La gente del hotel nos dio diversa información y, luego de una buena ducha, salimos a almorzar-cenar algo decente. Al salir nos cercioramos de que ya no llovía y nos fuimos a caminar por el malecón. Este ya no da al río Amazonas, como cuando vine hace años. Ahora el río que pasa es afluente, el Itaya. En nuestro recorrido nos topamos con casas de azulejos, herencia esplendorosa de la época del caucho. Una casa de este malecón había sufrido un grave incendio y, luego hablando con algunas personas al respecto, estaban en la duda de restaurarla o demolerla. Esa casa, que ha quedado en cascarón y su estructura metálica está declarada como monumento nacional, por lo tanto debe de ser restaurada. Además es parte de ese armonioso conjunto que es ese malecón. Muchas de estas casas son ocupadas por dependencias militares o policiales; espero estén bien tenidas, pues son zonas de acceso restringido (menos la policial que la militar por razones de seguridad). En el camino vimos también vimos la zona regional de Cultura y el Museo Amazónico al cual quisimos ingresar, pero el tiempo nos era corto. Esta fue una acción, como algunas otras, de la que nos arrepentiríamos luego, pues nunca logramos visitar el mismo por las actividades de los días restantes. Lo dejamos para el domingo, nuestro último día, pero ese día nos enteramos que no lo abrían. Pésima realidad de esta institución, pues los museos cierran los lunes. Bueno, para otra vez será. En el camino nos hallamos con uno de los restaurantes recomendados. Ingresamos al Amazon Bistró, nuestra primera experiencia gastronómica de la ciudad. Y no nos arrepentimos. Rociado con cerveza fría para contrarrestar el intenso calor amazónico, degustamos platos nacionales o internacionales con la producción local: pedí, como suelo hacerlo, una fusión de sabores, un plato a base de cuatro tipos de ají (incluido el regional) con pescados de la zona (doncella). Magnífico. Luego de nuestro opíparo almuerzo, salimos en dirección hacia el jirón Putumayo, en el cual hallamos una empresa dedicada al turismo de aventura en el corazón de la selva. La empresa se llama Avatar, obvio título para la acción amazónica, es manejada por un  grupo de venezolanos. Nos mostraron algunos videos para mostrarnos su campamento en la zona por el río Amazonas. Compramos uno de día completo, pues queríamos ver más sitios de interés en Iquitos o alrededores. Nos fuimos a hacer algunas compras para llevar al día siguiente, algo de fruta, pan, agua. Nos fuimos caminando por la calle Próspero desde la Plaza de Armas, después de haber visto parcialmente la Casa de Hierro, raramente restaurada. Nos fuimos a reposar por el largo día, pues no habíamos dormido casi nada en el aeropuerto de Lima.








Viernes 29. Nos levantamos temprano. Nuestro guía venía a las 9 am a recogernos. Los tiempos son también bastante sui géneris en la selva. Sin embargo sí vino puntualmente y nos dirigimos al embarcadero Bellavista Nanay, ubicado en el distrito de Punchana, para descender en la zona del mercado. En el camino, en la Plaza 28 de Julio, nos cruzamos con un desfile escolar llamando a la conciencia ecológica. En verdad, tras lo que veremos en nuestra corta visita a esta zona, es urgente que todos cambiemos de actitud frente a la selva. Ya en el mercado, viviremos nuestro primer gran encuentro con el mundo amazónico. En el mercado ves todo tipo de pescado capturado de los ríos afluentes del Amazonas y de este mismo. Además vimos al famoso Suri, un gusano que se desarrolla en los aguajes. Nuestro guía nos explicó que anteriormente por conseguir este apreciado gusano se talaba varios árboles de aguaje, poniendo en riesgo su existencia. Unos ecologistas italianos enseñaron a “sembrar” huevos y larvas en agujeros hechos en estos árboles de tal manera que se hicieran como nidos controlados para luego hacer “la cosecha”. Los gusanos no tienen un aspecto tan agradable, son gordos, llenos de grasa positiva (como la palta) y procedimos, Soraia y yo, a probar uno en forma de anticucho. El sabor es raro, pero la imagen causa un poco de rechazo. Desde el punto de vista de la salud es una carne nutritiva y su relleno, saludable. Caminamos un poco más para ver restos de lagarto y tortuga asados a la parrilla. Pero si comparamos a los mercados nuestros es como ver cerdos desollados, vaca y terneros trozados para la venta al público. Actuamos con muchos prejuicios. Luego de nuestra experiencia en Bellavista, nos vino a recoger la movilidad para llevarnos ya al embarcadero en sí, donde hay movimiento permanente. Las carreteras de la selva son los ríos, caminos naturales de cientos de hombres y mujeres que se desplazan a todas partes. Nos dirigimos a nuestro segundo destino: Fundo Pedrito, ya en el río Amazonas. La llegada fue tranquila, en el trayecto vimos cientos de barcazas de todo tipo y calado, con motores rápidos o lentos (casi no vimos canoas a remo, todas tienen motor lo que hace suponer una suerte de contaminación galopante de combustible). En el camino vimos también un gran almacén de petróleo, bastante cuestionado por los frecuentes casos de contaminación ambiental y daños a la fauna y flora local. Fundo Pedrito es regentado por una comunidad aborigen (http://www.perutoptours.com/index15lo_fundo_pedrito.html) No recuerdo haber visto animales en cautiverio, pues algunos los deben de soltar para dar paso a nuevas crías. Vimos pirañas grandes (las más pequeñas, oscuras, son más voraces), unos pequeños monos titíes a los cuales no pudimos fotografiar por ser muy escurridizos; paiches, grandes, impresionantes, la textura de sus escamas y su inmensa boca que causaba un poco de reserva; una pequeñas aves con inmensos dedos en sus patas se desplaza con ligereza sobre las flores de la victoria regia; esta planta sí es increíble, es un gran lirio y sus hojas pueden soportar hasta ¡40 kilos bien distribuidos! Es una planta oriunda del Amazonas y se la llamó pues el duque de Devonshire se la presentó a la Reina Victoria y, en su homenaje, le puso ese nombre. Aquí hay más información (https://www.floresyplantas.net/victoria-regia-la-flor-acuatica-mas-grande-del-mundo/). La selva tiene una flora y fauna impresionante, y solo es cuestión de abrir bien los ojos para ver animales grandes y pequeños, y sorprenderte. Aquí más datos interesantes de nuestra fauna amazónica (https://horizontes-salvajes.com/2017/03/23/animales-silvestres-de-la-amazonia/).








Nuevamente nos embarcamos en nuestro peque-peque para dirigirnos al campamento Avatar. Aquí nos tocaría vivir las experiencias para contar a los nietos sobre cómo la adrenalina nos motiva a hacer locuras. Al bajar de la barcaza, nos dirigimos por un sendero de troncos hacia nuestro destino; es una caminata de una media hora, pues nos detenemos a ver árboles, floración o animales como mariposas o insectos. Las hormigas sí que son grandes aquí. Hasta que llegamos a nuestro destino ingresando por un puente que iba a ser un preámbulo de lo que se nos venía. El estrecho puente nos recibe con banderas de diversos países. Al llegar nos ubicaron en el restaurante donde luego almorzaríamos, tras el casi suicidio que vivimos María y yo. Íbamos a hacer canopy, una forma de combinar caminatas por las copas de árboles (hasta casi 80 metros, en este caso 40) y rapel. Nos pusieron toda la indumentaria necesaria. Álvaro, nuestro furtivo entrenador, nos hablaba preparándonos para la nueva experiencia. Cuando subimos la escalera adherida a un árbol no había marcha atrás. El estrecho puente colgante fue la primera prueba de fuego y la pasamos no sin sufrimiento y miedo. El puente tendría unos 20 metros suspendido a 40 metros sobre el piso. La cruzada no fue muy agradable. María logró cruzar con bastantes sobresaltos. En nuestro segundo turno, este fue más sencillo, luego de haber pasado el primer obstáculo. Nos deslizamos por un cable de metal como si fuese una oroya, antiguo puente usado en diversas partes del Perú que ahora tiene un anglicismo por nombre. Dos cruces más y luego un descenso en rapel para llegar al piso. Nuevamente ascendimos ahora a unos 20 metros para descender a toda velocidad hacia otro punto que nos acercaba al hospedaje. La experiencia fue excitante, pura adrenalina. María, que permaneció muda en todo el trayecto, dio un abrazo final a nuestro guía Álvaro por la emoción contenida que vivió. Nos fuimos a almorzar. Ya en la pausa, nuestro guía nos habló de Pacaya-Samiria, un lugar que me parecía idílico y del cual había tanto leído. Estuvimos reposando en las hamacas del lugar hasta que nos tocó regresar. En el retorno nuestro grupo incrementó a varias más personas que habían pernoctado en el lugar. 




El regreso fue tranquilo y directo contemplando el paisaje amazónico, rivera y el río en nuestro camino hacia el embarcadero de Bellavista, donde nos esperaba la pequeña van para llevar a todos. Arreglamos con nuestro guía para indicarle que lo íbamos a llamar más tarde para ver si íbamos. Nos recogió la movilidad que nos llevó al hotel, no sin antes dejar a los otros pasajeros. Ya en el hotel decidimos tomar una buena ducha y tomamos la decisión de ir a Nauta y Pacaya. Salimos a cenar haciendo nuestra buena caminata por el malecón. En el mismo nos topamos con un simpático grupo de jóvenes de regalaban abrazos a los transeúntes; uno de ellos iba disfrazado de hombre araña. Luego vimos un  lugar donde vendían artesanía el cual visitamos con tranquilidad. Al subir al malecón (habíamos bajado casi al nivel del río para entrar al centro artesanal Anaconda), vi un conjunto arquitectónico interesante: la iglesia y el seminario de los agustinos. Ya en la caminata fuimos husmeando varios restaurantes, hasta que me llamó la atención uno: Fitzcarraldo. Las imágenes que decoran al mismo me llamaron la atención. Les dije a María y Soraia para entrar ahí. Y luego me fui percatando que todo estaba relacionado al film de Werner Herzog, quien lo filmó en los 80. El mascarón de proa y el timón era parte del decorado de ese barco hecho especialmente para rodar esta accidentada película en lugares especiales de la selva: el barco fue trasladado de un río a otro a través de troncos que se utilizaron para “rodar” el inmenso barco; esto no terminó nada bien, pues hubo algunos integrantes muertos de los aborígenes que estuvieron en el rodaje del film. Fue una película medio “maldita”; el principal personaje era Mick Jagger de los Rolling Stones, pero al final desistió y asumió el papel Klaus Kinski, su actor fetiche con quien peleaba a cada rato: una relación odio-amor. El film fue un éxito tanto en Alemania como el Perú. Recuerdo a miembros de la Orquesta Sinfónica de Perú que fueron a Iquitos para filmar la última escena sobre el barco que ahora está repartido por diversos lugares de la selva. La cena fue buena. Comimos a gusto. Soraia estaba agotada por el cambio de horario y fuimos a dejarla al hotel. María y yo salimos para ir al banco, compra agua y frutas, y tomar un delicioso jugo en Express Café, el sitio al cual iríamos a cenar el sábado 30, nuestra última noche en Iquitos. Teníamos que desayunar temprano, pues nos esperaba un largo día.





martes, 27 de diciembre de 2011

CAMBIOS DE PARADIGMAS: GRUPO BRIC

En este último viaje a Brasil he constatado que para uno es difícil destruir los “nuevos” patrones (llamamos a ellos, paradigmas) que se nos han estado imponiendo en los últimos 20 años a raíz de los cambios generados en nuestras sociedades desde el punto económico (es ahí donde más se han gestado), social y cultural (todo lo estructural). La liberalización de mercado, la globalización, el desarrollo de la individualización, la estandarización de patrones humanos como la cultura, la lengua, la educación; todo esto ha conllevado a que la sociedad actual tenga nuevos patrones aceptados a pie juntillas en reemplazo a los criticados paradigmas de los años 80. Recuerdo toda una campaña agresiva que hablaba de cambios de paradigmas y hasta la misma palabra de uso lingüístico (en sus orígenes) adquirió un valor peyorativo, puesto que todo aquello que era encasillado como paradigmático era visto como antiguo, inútil y hasta nocivo contra los intereses de una sociedad. Así teníamos economistas que asumían un cuestionado rol filosófico y aparecieron en torno a ellos, una serie de personas llamadas a crear justificaciones y paliativos a los nuevos modelos que llegaron para quedarse: nuevas relaciones laborales, nuevas exigencias y patrones de conductas, nuevos modelos productivos, nuevos modelos de aprendizaje; con ellos surgen nuevas necesidades, crisis y diversos problemas, por lo que todo esto viene acompañado por pseudo escritores y charlatanes llamados a calmar los nuevos estrés de nuestra sociedad: la angustia, la presión laboral, la alta movilidad social, la fuerte rotación laboral. Un largo etcétera al cual se le buscaba las justificaciones más variadas a través de charlatanes motivadores como Miguel Ángel Cornejo hasta escritores que te dan ciertas pastillas para relajar la tensión emocional como Paulo Coelho o el caso fusión de Deepak Chopra, quien gana millones dando recetas de cómo no atosigarse con tantas medicinas modernas y crea un raro vínculo entre la meditación oriental (¿sabrá lo que es un yogui?) y el duro avatar de la vida moderna. Y a todo esto ha ayudado el desarrollo de la tecnología, sobre todo internet, y la interesante globalización que ha comenzado a mostrar hondas rajaduras debido a los problemas generados por la crisis del 2008. Cabe notar que este último tema ha desaparecido de las discusiones y puntos críticos culturales desde entonces, quizá (quiero ensayar una respuesta)  por la aparición de naciones emergentes que son el tema de esta breve reflexión.

Vuelvo al tema de mi viaje; tomé una de las revistas institucionales de la línea aérea, la cual estaba dedicada especialmente a ofertar México como destino turístico. Uno de los breves artículos que leí y que provoca esta reflexión es de Sonia Racy, llamado Diferentes Prioridades. En éste la autora comenta algunas razones por las cuales México y su economía  que figuraba a los inicios de los 90 entre las 8 economías más grande del planeta ha caído a un puesto 11 (y con posibilidades de caer más, puesto que serán ocupados por las economías europeas que desciendan por el marcado ascenso de las del grupo BRIC). Las razones son por todos sabidos: la marcada y fatídica dependencia de su economía con la de USA. México recibió dos estocadas mortales: la primera en el 95 con la famosa y traumática devaluación de su peso (el famoso Efecto Tequila) y la peor fue el 2008 cuando la economía gringa entró en receso (del cual va a demorar mucho tiempo en salir). México destina el 80 % de su economía a Norteamérica, atada por ese raro convenio llamado NAFTA, que acarreó graves problemas sociales y de producción a la sociedad mexicana como es el caso del maíz. La articulista (TAM Nas Nuvens, año 4, No 47, noviembre 2011) hace, además, un comentario interesante sobre el ingreso per cápita, el cual sigue siendo aún mayor en México que en Brasil, pero que es una meta a superar en los años venideros. Brasil tiene claras sus metas e incluso sus tiempos; los próximos Juegos Olímpicos así como el Campeonato de Fútbol son las grandes pruebas de fuego que tiene este país para mostrarlo, como lo ha hecho China en las recientes Olimpiadas de Beijing.
Brasil, como los países integrantes del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), ven sus economías apuntaladas por una serie de condiciones y perspectivas que no tienen marcha atrás, salvo una catástrofe natural sin precedentes. Países con inmenso mercado interno, ricos en materia prima y con fuerte inversión en la educación. Además, países, sobre todo China y Brasil, que tienen clara su desventaja cultural (llámese lingüística) frente a las paradigmáticas lenguas europeas, sobre todo el inglés. Pero el caso chino ya es toda una ráfaga que ha originado que varias naciones de Europa hayan reflexionado con  el futuro de nuestras lenguas, incluidas el inglés y el español que son lenguas de expansión, frente al avance del mandarín. Leí una vez un artículo en que se hablaba de generar una suerte de frente de nuestras lenguas (español, inglés, francés) para hacer frente al embate de las lenguas asiáticas. Nuestro paradigma nos ha hecho creer que el inglés es una lengua que nunca va a ser desplazada. Es más, se nos repite que la información se difunde en inglés. Por ahora. La historia de las lenguas no demuestra que las mismas tienen ciertos ciclos de esplendor y que va acompañada de situaciones especiales socioeconómicas, las cuales están experimentando China y Brasil. Y Brasil es un caso especial, sobre todo para nosotros, los latinoamericanos. Los economistas prevén que este país será la cuarta economía del mundo en dos décadas (quizá menos). China será la primera; segunda, la norteamericana; tercera, la hindú; y cuarta la brasileña. Nuestros paradigmas han fijado a la lengua inglesa como prioridad de nuestro aprendizaje y lo interesante e insólito es que para poder tener posibilidades de viajar a hacer un estudio superior a un país de habla inglesa los impedimentos migratorios son engorrosos y muchas veces indignantes. Lo veo con alumnos que quisieron seguir estudios en algunos de los países con los cuales nuestra Universidad tiene contactos, y muchos de ellos no fueron aceptados por problemas de visas. Pero el vínculo que se ha abierto con universidades brasileñas es interesante, comienza a ser fluido. El inconveniente es que los candidatos no saben portugués, puesto que no se les ha ofrecido la oportunidad. Nuestros paradigmas educativos no han pensado en esa posibilidad. Ese concepto de intercambio estudiantil, por ejemplo, refleja la concepción modélica de los patrones culturales globalizadores de los 80 y 90, y los países grandes saben que ese modelo no va mucho con sus intereses. Sí, por ahora estudio inglés como una suerte de lingua franca, pero además debo ver las otras posibilidades que no se circunscriben al inglés. Eso lo tienen claro las demás lenguas como el francés y el alemán.

Estas nuevas y ejemplares situaciones nos han mostrado algunos procesos históricos lamentables. Hemos vivido a espaldas a nuestros vecinos, alimentada esta realidad con posiciones nacionalistas chauvinistas y alarmistas. Además, esto ha sido alimentado por los diversos gobiernos militares que ocuparon las diversas sillas presidenciales desde el siglo XIX hasta casi los 90 en el XX, ayudados por una carrera armamentista. Algunos liderazgos de los 70 u 80 fueron desarticulados con el fin de evitar posibles potencias económicas que disputen a las ya conocidas. Pero nada es duradero. Algunos estadistas nuestros desatendieron propuestas para discutir el manejo y precio de nuestras principales riquezas (las materias primas) para favorecer un modelo que se instituyó en los 80 con el fin de socorrer a la estrangulada economía chilena de Pinochet. Los famosos TLC surgieron para justificar un apoyo a una paria económica y que le dio sus resultados. Era para salvar una propuesta económica ideada por los famosos Chicago Boys. Pero a inicios del XXI, esta receta ya no iba a funcionar tanto. La proliferación de estos raros convenios (que trataron de boicotear y desarticular el grupo de los 20) ha hecho perder la efectividad de los mismos. Desde la gestión del presidente Toledo hasta la firma del TLC con USA durante el gobierno de García, se hizo una campaña informativa agresiva que nos contaba sobre los beneficios del mismo y las proyectivas económicas una vez firmado el mismo. Este se firmó en el 2007 y este nuevo año, 2012, se cumple el primer lustro. Creo que es válido que los promotores del mismo hagan público cuál ha sido el crecimiento proyectivo para nuestra economía y cuántos millones de peruanos nos hemos visto favorecidos por el mismo. Brasil no ha promovido ni le ha interesado hacer este tipo de convenios que son poco simétricos para las economías pequeñas (como la nuestra) y que dada la actual situación económica mundial han ido perdiendo su verdadero sentido. La idea de negociar en bloque fue promovido por los grandes países ricos en recursos naturales (nuestro país es mediano, pero los tiene)  y que tuvo su culminación en la Ronda de Doha con los marcados liderazgos de países como Brasil. Se identifica como una potencia y tiene todos los medios para lograr sus metas. Aunque aún tiene poca población para tan inmenso espacio, lo importante es que tenga una población con todas las condiciones de calidad de vida satisfechas. Y está en plena expansión. El crecimiento anunciado de un poco más del 4 % para el año entrante para un país como éste es inmenso y valioso. El crecimiento de los países del llamado primer mundo para el año entrante no pasa del 2 %. Ni qué decir de países como China o la India, cuyas economías ahora arrastran a las del primer mundo y éstos tiemblan para que, sobre todo China, no enfríen sus economías. Ya en el cambio total de paradigmas de nuestra mente todavía subdesarrollada nos parece aún una alucinación que este grupo haya discutido entre sí para ver cómo ayuda a la Comunidad Europea y al Euro con el caso de Grecia y otras economías del grupo; y más obtusa y subdesarrollada fue la de aquellos que censuraron al grupo por no haber acudido al rescate de dichas economías. Nuestra debilidad histórica mental ya se ha olvidado de las recetas que nos tuvimos que soplar del famoso Banco Mundial o las de FMI. La vida da vueltas, los paradigmas sí tardan en girar.

Me parece interesante que las políticas de los gobiernos latinoamericanos estén un poco más centradas en los vecinos. Para la paradoja de todos nuestros modelos los países que van a experimentar más crecimiento fuera de Perú, Chile y Brasil son Argentina y Venezuela, los nombrados como los parias de Latinoamérica. Y el Mercosur, cuya condición exige no tener ningún TLC se va a convertir en uno de los mercados más dinámicos del mundo. Perú es un país con una posición estratégica, la cual debemos aprovechar pero no es desmedro de nuestra sociedad. Un claro ejemplo de posiciones absurdas es la de buscar energía hidroeléctrica generada por la construcciones de represas en nuestras selvas amazónicas, afectando a varios compatriotas y dañando nuestros propios recursos. Esa no es una política adecuada. Pero debe verse muchos rubros en conjunto desde económicos hasta culturales: su arte, su educación y sus investigaciones. Conocemos tan poco a Brasil como ellos a nosotros. Cada uno de nuestros países no se reduce a fútbol, samba, chicha, Concorvado o Machu Picchu. Son sociedades que tienen que conocerse más, promover más el intercambio. Brasil estudia más español que nosotros el portugués. Y no hay que olvidar que la influencia brasileña ha modelado muchas zonas del Perú como nuestra Amazonía (la tradicional cadencia charapa parece mucho a la línea de entonación del portugués brasileño) e, incluso para vergüenza del centralismo limeño, asumió responsabilidades en zona de frontera con compatriotas nuestros necesitados de salud y educación.

Ya es momento de voltear los ojos al vecino, quizá allí hallemos muchas soluciones a nuestros problemas. Hora de cambiar paradigmas.

sábado, 23 de abril de 2011

A LA MADRE TIERRA

22 de abril. Los seres humanos celebramos un día más a la tierra. Esta celebración, como decía Lipovetsky, es para recordar una acción o evento que queda como un acto memorial más que actitud que guíe nuestro quehacer cotidiano. Es cierto, la hipocresía humana conmemora a personas anónimas, héroes que encarnan ideales, o celebraciones simbólicas (religiosas, políticas, sociales, culturales, entre otras), cuyos contenidos han pasado a ser elementos de un museo figurado de voluntades humanas que no somos capaces de realizar. Admiramos a los héroes de la patria por su sacrificio a la colectividad, pero no somos capaces de contribuir con un aporte personal para hacer una mejor sociedad. Exaltamos las figuras religiosas por su compromiso con la humanidad, pero nuestros actos son permanente denigración de la misma. Y ahora venimos con la celebración de la tierra, que como la navidad, se está volviendo más en una actividad lucrativa para algunas instituciones que trabajan en esto (muchos organismos no gubernamentales, por ejemplo), más que liderar una marcha de concientización de la sociedad para generar el cambio. El panorama es claro y difícil, por lo tanto desmoralizador: el ser humano se ha vuelto un ser altamente depredador y destructor de espacios naturales. Es una especie basurera, perturbadora del medio ambiente, agresora de los seres que habitan cualquier espacio natural, incluidos otros congéneres. Es expansiva, exclusiva y no ha sido muy inteligente con el manejo de los recursos que dispone. Nuestro planeta tiene miles de lugares que muestran la acción perniciosa del ser humano en su expansión. Construimos entelequias mentales para asegurar el aprovechamiento de recursos naturales que no están en nuestro espacio natural inmediato para poder apoderarnos de él; la historia lo ha demostrado y la humanidad ha desarrollado su inteligencia para que en todo nivel sea validada esta posición del poseer a como dé lugar (desde el fisiológico - "razas superiores"- hasta el ético-religioso). El desarrollo del racismo encierra en sus raíces una justificación de la posesión de recursos que muchas veces no se hallaban “al alcance de la mano del hombre”. Interesante es la observación a la que se está llegando en nuestros días debido al abuso de los recursos naturales y la sobrepoblación humana; ya se habla de guerras más cruentas por la posesión de un recurso básico: el agua. En el desarrollo y crecimiento de las múltiples sociedades humanas, el orgullo de la especie se ha fundamentado desde las perspectivas religiosa, filosófica y artística: el hombre es el elegido de dios o de los dioses, o es la maravilla de la creación, o es la medida de todas las cosas. En el desarrollo judeocristiano y en la filosofía occidental, el hombre es la piedra de toque del universo. Quizá la expansión de la comunicación en lo que va del siglo XX y en el actual nos está abriendo un poco los ojos para darnos cuenta que hemos “metido la pata” muchas veces y que los daños son irreversibles, tenemos que cargar con ellos.

Pero, el mundo actual se reviste de hipocresía. La maquinaria de consumo no puede parar, ya que el sistema (como lo concebimos ahora) se ha vuelto la pesadilla necesaria; la humanidad ha caído en el hoyo de la estupidez para obstinarse en pensar que no tenemos otra opción. Nos hemos tornado unos alacranes bípedos inteligentes (?) que en su desesperación por salvarse pica con su aguijón a todo elemento que lo rodea, incluso a él mismo, casi un suicidio involuntario. Somos eso ahora, alacranes. Cuando los grupos de interés promueven estos llamados de consciencia no dejar de tener una carga fuerte de ironía y de conchudez, puesto que quieren lucrar a costa de personas que pueden tener la mejor voluntad, pero no encuentran las forma y/ o las acciones para apoyar esta causa. Así como hubo un Cioran para entender la desgracia humana y que su final inexorable es el suicidio (posición que no comparto), quizá haya necesidad de cierto Cioran para entender que nuestras causas pequeñas no servirán de nada, puesto que apagar una hora las luces del planeta no detendrá el deshielo de los polos, ni la acentuada escasez de agua, ni la desertificación de muchas zonas del planeta. Quizá sea necesario golpear directamente sobre la cabeza del alacrán bípedo para que reaccione. El hombre ha querido sentirse dueño del planeta y del universo (ahora ya lo quiere ser de la luna, pues tengo entendido que hay un tipo que ya declaró la luna como suya y que en caso de lotizarla, habría que hablar con él, algo así como lo que hicierion los conquistadores europeos con nuestras tierras sin preguntar a los dueños anteriores). Todas las ramas de la supra estructura nos dan la razón; el libro principal cristiano, la Biblia, permite al hombre adueñarse de la tierra, hacerla suya. Desde el siglo XV, el hombre comenzó a realizar varios cambios abruptos de su entorno. Cuando Felipe II mandó a tallar casi todos los bosques de España para construir la gran flota para derrotar a Isabel I de Inglaterra, dejó muchas partes de la península como territorio yermo. La explotación minera en América envenenó a miles de indígenas y extensas zonas como en Huancavelica (por la extracción del mercurio); así sucedió también en África y Asia. En nuestras selvas, la deforestación, sea por tala o por implantación de otro cultivo, ha arrasado bosques que contenía flora cuyas características medicinales nunca las llegaremos a conocer. Sea por la plantación de caucho o por construcción de carreteras, así como la extracción de madera, las selvas tropicales de Indonesia, África y América han sido el territorio de explotadores inhumanos que realizaron carnicerías hasta la fecha no del todo denunciadas (de esto se comenta en la novela “El Sueño del Celta” de MVLL, pero también en la obra extraordinaria "El Corazón de las Tinieblas" de Joseph Conrad). Algo de esto se retrata en el film Diamantes de Sangre, el cual lastimosamente se transforma en una intriga política con ribetes de un policial racista y que no llega a dar el mensaje necesario. Otro absurdo fue Avatar, que utilizó de excusa la consciencia ecológica para caer embobados en el 3D y el culto a las armas. Es mucho pedirle al sistema. Así pues, es una muestra del humano en toda su capacidad de "emprendimiento", como ahora se lo llama. Es un eufemismo para callar la vergüenza de la especie.

Recursos, recursos, recursos. A la búsqueda de ellos, así como Mr. Taylor, delicioso cuento de Augusto Monterroso, tiene que sacrificarse a sí mismo para satisfacer el sofisticado mercado de cabezas reducidas. Aquí nos toca a los peruanos un rol difícil que tendremos que jugar pronto. La cuenca costera adolece cada vez más de agua, pese a los grandes proyectos de irrigación que usan el líquido vital para regar plantas para ser consumidas fuera de nuestro ámbito geográfico. La población crece rápido, el agua se torna difícil de hallar y de pronto habrá que tomar decisiones políticas para ver quién la prioridad: el consumo humano (nosotros) o el consumo agrícola de exportación. Quizá seamos los nuevos Mr. Taylor.

¿Cuánto más nos dará la tierra o cuánto le podemos pedir? No hay equilibrio y esto genera graves problemas en los desequilibrados, o sea nosotros. Los ciclos de un espacio ecológico siguen sus procesos y se renuevan, ¿cuál o cuáles son los nuestros? ¿Estamos yendo bien o irremediablemente debemos ser arrasados del planeta? ¿Por qué demoramos en adoptar energías limpias en vez de las contaminantes? ¿O es que las hermanas petroleras todavía no encuentran la forma de adueñarse del sol? ¿Y si lo logran, qué nos pasará? Se habla de la cuenca del Amazonas como de zona estratégica de interés mundial, ¿quién les ha dado esa autoridad para declararlo así? ¿No deberían consultar a los dueños de esos territorios, o sea a nosotros?

Hay tantas preguntas que se me vienen a la cabeza por el día de la tierra. Tantas.


domingo, 13 de diciembre de 2009

KØBENHAVEN, LA INTRANSIGENCIA Y EL PESIMISMO FUTURO


Hace un par de meses colgué en mi blog un tema que se ha vuelto una pequeña punta de un iceberg muy profundo y que tiene muchas repercusiones en la realidad mundial y ecológica. El aborto era parte de una cerrada campaña para mantener la idea de un mundo con cierto statu quo y que ha comenzado a eclosionar por una serie de acciones que nos está pasando una fuerte y riesgosa factura.

La Cumbre de Copenhague ha estado plagada de propuestas que implican un cierto compromiso de países ricos para remediar su error histórico, dizque ayudando a los países pobres a mejorar su calidad de vida que conlleva a mejorar el medio ambiente. Pero el tema debe abordar no sólo la arista ecológica por ella misma, sino ir sobre las entelequias humanas para generar un verdadero cambio y no hacer de estas propuestas una mera declaración  lírica a la "nada"


Uno de los temas que se ha hablado, pero que no se quiere abordar abiertamente es el de la explosión demográfica y el control de la natalidad. De esto último venía a colación lo del aborto. Había leído en un ensayo que la población humana no debería exceder de los 2 mil millones de individuos sobre el globo terráqueo; era una propuesta que permitía un equilibrio en lo que generamos en nuestra vida a lo largo de ella (comestibles, consumo y desechos) y el planeta con el fin de no crear las situaciones críticas que ya han aparecido (no por voluntad divina, sino por acción del hombre) como sequías, hambres extremas y las prontas guerras por apropiación de recursos naturales como el agua y la energía (un tema sensible en el Perú). Este tema es muy espinoso y muchas personas han reaccionado ante mi observación,  en algunos casos, de manera agresiva. La distorsión de los procesos naturales por parte de los humanos ha permitido la longevidad, así como cierto boom natalicio, corroborado por varios principios religiosos, algunos de los cuales terminan por ser una orden extremadamente tiránica. El control de la natalidad es aún, precisamente, un tabú sobre todo en las sociedades con más problemas económicos. Recuerdo un amigo de mi padre, muy humilde él, le contaba, orgulloso, que iba a nacer su hijo décimo segundo (12). Además, acotó algo inverosímil: "cada hijo viene con el pan bajo su brazo". Además, imagino, venía con sus tarros de leche, sus pañales desechables, sus medicinas, sus biberones y otras avituallas de un recién nacido. Creo que quería decir que venía también con una cuenta en un banco o algo así, ojalá.
El sistema actual le interesa que haya más gente para convertimos en el número que uno tiene para ingresar en él: desde tu nacimiento entras en el engranaje del consumo que se ha sofisticado mucho más; pero eso ha tenido, desde los 70, consecuencias nefastas La supuesta comodidad para el consumidor ha generado profundos cambios en la conducta humana, apuntado directamente a la idea del consumo. Ahora somos más de 6 mil millones que generan una presión de toda índole sobre varios grupos sociales y que han generado mecanismos de poder increíblemente poderosos y sutiles (por ejemplo, las todopoderosas Corporaciones), y que no tienen mucho interés por cambiar. Hay cientos de ejemplos al respecto: desplazar el consumo de energía fósil ha sido el sueño de varias décadas, pero siempre hay algún incoveniente por ahí. Las corporaciones sí tienen un peso político importante, eso nadie lo puede negar (hay que ver el papel activo de las "hermanas petroleras" en los últimos conflictos de Medio Oriente).
La competencia comercial va a ser otro de los grandes escollos que son esgrimidos por los países grandes para no pasar a reducir su fuerte emisión de gases tóxicos al medio ambiente. ¿Querrán cambiar su política industrial y pensar, además, en reducir su producción y sus mercados consumistas? Para una corporación esto significaría guerras encarnizadas entre ellas, ya que el mercado se vería reducido de todas las formas posibles; además cambiar los hábitos de comsumo sería otro golpe certero al que habría que ver cómo hacerse a la idea. Usar energía solar, libre y limpia es posible, pero raramente la tecnología es aún cara, ¿por qué? Las respuestas económicas las sabemos todas, esperemos otras respuestas que sean más válidas que la económica (sabemos que lo económico se sujeta a las decisiones que se tome)

Al volver con el problema poblacional, no dejo de recordar a todos aquellos que dicen  defender la vida, no importando si al hacerlo entramos en conflicto con la calidad de vida de los demás. El bienestar pasa a un segundo plano cuando incitas, obligas, exiges a la gente a tener hijos, incluso sin haberlos planificado o estés en riesgo personal siguiendo tu embarazo. He oído respuestas espeluznantes que no hace sino ver que si mi propuesta pareciera fascistas, las de estas personas no distan en nada de serlo. La lógica es terrible y muchas se cubren con una justificación de instituciones cuyos fundamentos y procesos contradicen lo que proclaman, sobre todo las religiosas.

Hay, pues, muchos intereses que entran a tallar en esta cumbre; me parece que el fracaso de la misma ya está dado, puesto que, de tomar decisiones de reducción y otros, implicaría un cambio político que debe reflejarse en lo económico, y apuntar sobre lo educativo y cultural (cambiar hábitos sociales).

Cuando veamos que la temperatura ya haya subido 2 grados más, nos estaremos viendos las caras para lamentarnos. Dicen que nuestro país es uno de los más sensibles frente a este situación. Ahora podemos empezar a vivirlo con el Niño que se viene. Triste realidad de una de las formas más evidentes de la globalización.

domingo, 27 de septiembre de 2009

COPENHAGUE Y DOE RUN: PUNTOS EN COMÚN


Sorprendente. Esto es lo único que queda decir ante la actitud de AGP y su gobierno frente a intereses en común. Dos eventos recientes terminan por pintar de cuerpo entero el tipo de estadista que lastimosamente nos dirige.
El conflicto de Doe Run no puedo desligarlo al problema que tuvimos en abril en Bagua y la no asistencia de AGP a Nueva York para ver el asunto del Cambio Climático. Si vemos los tres eventos unidos por un verdadero hilo conductor, entendemos el porqué de ciertas actitudes y acciones hechas por diversas partes del gobierno (todo controlado por el mismo partido) hacia este espinoso tema, el cual a AGP y su gente no quieren abordar.

Lo de Doe Run es una muestra de un gobierno que se quiere mostrar débil, maniatado, humillado ante la opinión pública. Su capacidad de negociación es baja (o quiere serlo), puesto que el pueblo de La Oroya se levantó contra la inercia del gobierno por tomar decisiones. Quien tiene todo claro es el dueño de Doe Run, quien nuevamente ha salido ganando, gracias a la política que practica este gobierno (espero que no se vuelva de estado). Desde Pittsburgh, sus principales inversionistas duermen tranquilos. Desde junio del 2006, la Corte Superior demandó al gobierno actuar para que en 30 días se declarara La Oroya como zona de alta contaminación, por lo tanto en emergencia. Según la Constitución, el Estado debe velar por la salud de cada uno de nosotros, los ciudadanos peruanos. Eso reza la Constitución. Reza. Desde que Doe Run opera esta zona (1997) poco se ha hecho por mejorar este problema y este ha sido el principal problema de la extracción minera. El alto riesgo de contaminación es una realidad y es una actividad depredativa, pese a todos los avances que hay. Es algo que transforma el entorno ambiental y eso no se puede negar. Algunas mineras han logrado disminuir el impacto, pero sólo eso. Tratamientos de suelos, agua (importante) y aire son acciones costosas que no se cumplen a cabalidad. Va en contra de los intereses económicos, la rentabilidad y los ingresos netos. Es sorprendente cómo nuestras ricas zonas mineras tienen aún altos índices de desnutrición, analfabetismo y bajas esperanzas de vida. Nuestro boom minero ya va más allá de 18 años; las construcciones de malls u otras cosas por el estilo no significan mejora de calidad de vida. La Oroya además tiene en su haber notables récords para el Guinness; por mucho tiempo tuvo la chimenea más grande del mundo, la cual veías (impresionante) desde la carretera central como una marca de desolación en esa yerma zona. La otra es ser la 4ta ciudad más contaminada del mundo. Gran honor. La desidia de nuestros gobiernos en cuanto al cumplimiento de la Constitución fue, es y será permanente, porque, de aplicarse, chocaría con una serie de "compromisos" adquiridos por los gobiernos sucesivos desde entonces. Los intereses de las empresas están por encima de los ciudadanos. Vox populi.

Sería muy interesante si se leyese los informes de Rocío Meza Suárez, uno titulado LA BRUTALIDAD DEL PODER (Die Brutalität der Macht) y EL MANDATO JUDICIAL Y LA PROTECCIÓN DEL DERECHO A LA SALUD Y AL MEDIO AMBIENTE. UN CASO PERUANO (Judicial Enforcement and protection to the right to health and the environment. A peruvian case).

Las decisiones del gobierno actual (quien al recibir el poder traicionó las expectativas de la población al no actuar con coerción con las empresas mineras) han permitido que hayan surgido graves conflictos sociales: uno de ellos es Bagua, conflicto que ha quedado pendiente. Irónicamente la ley de derogación de leyes ha quedado suspendida, está en el limbo. Interesante.
El otro es el de La Oroya y Doe Run. Quizá el rol pasivo del gobierno ha logrado captar muchos adeptos, puesto que el papel de víctima a AGP y su partidocracia les cae a pelo. Es una estrategia que parece le está funcionando. La opinión pública está de su lado. Pese a toda la parafernalia demostrada y aún con acusasiones judiciales, Doe Run ha salido con la suya.

La otra sí es más sorprendente y que ha pasado desapercibida por la prensa complaciente (casi toda): la no participación de AGP en el encuentro sobre Cambio Climático en Nueva York. Ironías de la vida, el tercer país con más alto riesgo para sufrir desastres naturales por el calentamiento global rehúsa asistir. Más interesante para él es hacer declaraciones floridas sobre la carrera armamentista (que sabe va a ser un gesto lírico contra sus pares) y no asumir como estadista lo que es su deber: representarnos a todos y velar por nuestros derechos como ciudadanos y como personas. Sabe AGP que este asunto sí es más fuerte a la larga e implica tomar ciertas decisiones que están por encima de la mecánica del mercado. Frenar proyectos que sólo benefician a unos es ir contra la lógica que ha impreso desde que ocupa el sillón de Pizarro: la libre empresa brutal nos está pasando factura hace un buen tiempo y las personas que nos rigen no quieren mover un dedo al respecto.

La Cumbre de Copenhague va a ser el espacio en el que la humanidad debe a comenzar a corregir sus errores. Si esta, la humanidad, es inteligente, se podrá dar el cambio y comenzaremos escuchar menos a banqueros (grandes protagonistas del último desastre del planeta) y oiremos más a científicos. Pero si tenemos gente como Berlusconi o nuestro consciente presidente, entonces la Cumbre de Copenhague será como nuestro Ministerio del Ambiente: la carabina de Ambrosio.

jueves, 11 de junio de 2009

UN BOSQUE: EL PUEBLO LO HIZO



Recuerdo en mis años de niñez, durante el primer gobierno de Belaunde, solían colocar carteles muy grandes con un logo de una pequeña torre negra con un lema EL PUEBLO LO HIZO. Eran obras que muchas veces estaban ligadas a la comunidad (postas, colegios, etc.). Años después, cuando leo con mucha satisfacción y tristeza que los decretos 1090 y 1064 han sido suspendidos (quizá sean derogados), me viene otra vez este eslogan a la mente, pero en otro contexto con otra realidad y otros actores. Las muertes de tantos inocentes de ambas partes han dado, lastimosamente, resultado. De pronto, este nefasto gobierno se dio cuenta que metió la pata y que tiene que rectificarse, así se hagan de cuadraditos buscando culpables y justificaciones, donde no las hay.

También debo sentirme muy orgulloso ahora de ver toda una gran masa de jóvenes que se ha movilizado por la verdad, la paz y la justicia; que esa idea que tenía de generación perdida no es tal; y otra gran lección es que si la gente se une, logra sus objetivos. Así sea doloroso ver mártires, pero sin lucha por nuestros ideales, no alcanzaremos nada.

De aquí a unos cuantos años (ojalá aprenda esto también Brasil, donde hay tanta deforestación y criminalidad velada contra las etnias), cuando veamos una inmensa selva que nos proteja y enriquezca aparezca un cartel que sí diga: EL PUEBLO LO HIZO.

sábado, 30 de mayo de 2009

31 DE MAYO, TERREMOTO, TBC Y EL FRIAJE DEL SUR




39 años. Aproximadamente 3 de la tarde y media (15.23 según los datos oficiales). Un domingo apacible para todos los peruanos, muchos de los cuales habían disfrutado del partido de fútbol inaugural del Campeonato Mundial de Fútbol México 70. Era el primer campeonato que se proyectaba vía satélite y había visto la bonita ceremonia que se hizo en el Estadio Azteca, lugar en el cual se le celebraron muchos de los juegos olímpicos en 1968. Por esos años vivía en Arequipa, una ciudad altamente sísmica por hallarse en las faldas de tres volcanes (no sólo uno, sino tres), pero no nos pasó nada. Sin embargo, el terremoto llegó al norte de nuestro país sin avisar a nadie, como suele llegar la muerte artera, la que llega sin estar preparados. ¿Preparados? ¿Cuándo estamos preparados? ¿Lo estamos?

Viví en Arequipa por casi 12 años; en ese lapso, viví temblores, nunca terremotos. Reconozco mi inconsciencia al respecto, pero es que nadie me enseñó y luego algo aprendí. Mi padre se hallaba en Lima, ciudad que fue también parcialmente afectada. Como centralista que es nuestro país, todo el mundo decía que en Lima había habido una catástrofe; recuerdo que veíamos un programa en vivo y que la animadora del mismo, cada vez que salía al aire para presentar un nuevo show (era un programa infantil), ella comunicaba algunas cifras cada vez más alarmantes de muertos y heridos en Lima y Callao. Del resto no sabíamos nada. Mi madre se alertó, puesto que mi padre estaba en la capital para ver unos asuntos de la empresa para la cual trabajaba. La comunicación era imposible y dependíamos de las noticias de la televisión, las cuales eran esporádicas pero alarmantes.
Mi padre retornó un día después; cuando llegó, su semblante fue terrible: había estado en casa de unos señores en el centro de Lima para ver el partido de fútbol; la casa era antigua, de adobe y estaban en un segundo piso; al comenzar el terremoto, todos se fueron y él se quedó con un señor muy anciano y una señora muy obesa; los familiares directos los ignoraron y mi padre se hizo cargo de ellos; pero una casa vieja con escaleras que crujían doblaron la serenidad de mi padre. Nosotros en Arequipa no sentimos nada.
Dos días después Perú vencía a Bulgaria en un partido que vimos por la noche; recuerdo la caravana de autos que salió vitoreando el triunfo. Vivíamos en el centro de la ciudad y Arequipa se volcó a las calles; perdíamos 0-2 y terminamos ganando 3-2, recuerdo que los jugadores salieron con un crespón negro. Ya las noticias de Chimbote y Trujillo eran espeluznantes. Las casas hundidas por el colapso de la napa freática en Chimbote eran portada de nuestros diarios. Al día siguiente del triunfo peruano fuimos contentos al colegio, era el comentario general. De pronto el Hermano supervisor (Hermanos de la Salle) apareció en la puerta de nuestra aula e hizo el comentario del fútbol; todos reaccionamos con alegría, no era para menos. No sé si el Hermano hizo lo que hizo por sadismo o por darnos una fuerte lección, prefiero pensar lo segundo; como habíamos ido temprano al colegio, no habíamos visto algún diario.Era imposible, nuestra cabeza estaba en el partido, estaba en México. De pronto, él desplegó el diario El Pueblo (de tabloide grande) y mostró una portada con un titular que nos aplastó a todos: 70 MIL SON NUESTROS MUERTOS que acompañaba a una inmensa foto aérea impresionante que mostraba el terrible paso del alud sobre Yungay. Nos cayó un duelo inmenso. Mis padres ya habían hablado con toda la familia en Chiclayo (ahí vive casi toda ella, por ambos padres) y les habían narrado cosas impresionantes.

El golpe que ese terremoto significó para cada uno de nosotros quedó en mi generación; además desnudó lo poco articulado que nuestro país estaba; la gente se moría, porque no llegaba la ayuda. Todos tenían necesidad de algo, no tenían casa, comida, cariño. Conocí años después a una señora que había sobrevivido en Yungay, quedó huérfana de todo (murieron sus hermanos, padres, tíos, abuelos, mucho dolor).

Pero no estábamos organizados; ni siquiera teníamos la organización para recibir la ayuda que nos llegó de la manera más impresionante (sea el tinte político que se la quiera dar; pero sí llegó ayuda, incluso algunos murieron cuando cayeron sus helicópteros u otros medios de comunicación). Luego de este terrible desastre, apareció DEFENSA CIVIL.

Ese terremoto debió cambiarnos el rostro de lo que somos en prevención, de desarrollar en nosotros una cultura de la supervivencia organizada y la del manejo de la información para saber cómo responder ante las circunstancias.

Sin embargo y a pesar de ese entonces, seguimos siendo un pueblo que le da la espalda a lo que somos como realidad geográfica. He visto pasar más terremotos (no directamente), dos fenómenos de El Niño (terrible el de 1982, por no hacer caso a los expertos) y ver cada día cómo nuestro territorio se vuelve en la zona más vulnerable que va a terminar por tirar al suelo nuestra casa. Los de DEFENSA CIVIL han sugerido permanentemente muchas acciones que chocan contra intereses económicos inmediatos, cuya preocupación por los ciudadanos es escasa o nula, salvo que seamos clientes (palabra clave para el modo de pensar de estupidocracia mundial): no construir edificios en tales zonas, no permitir el ingreso de mayor número de personas en tal local, cerrar tal o cual negocio, sancionar a trasgresores de la seguridad fisica. No, no se acata.
Se ha determinado planes educativos para ser efectivos en todos los locales de gran afluencia, sean públicos o privados. Pero diversas circunstancias, desidias, olvidos voluntarios o intereses egoístas hacen que estos planes no sean efectivos. Una vez me senté con todos mis alumnos y figuré con ellos cómo sería un terremoto con el reloj, el de Ancash duró casi un minuto y hubo 70 mil muertos. Mientras veían el reloj les narraba el movimiento como leí en una crónica. Muchos quedaron impactados; el ensayo lo hicieron con más conciencia. El miedo a veces funciona.

Ahora nuestro país enfrenta otra catástrofe. Un terrible friaje, efecto de otra acción depredatoria de los humanos: calentamiento global. Ya van casi 140 niños muertos (sólo niños) y veo con mucha tristeza y frustración que la organización para ayudar a la gente de esa zona es desarticulada y por lo tanto inefectiva. Sólo ha sido efectiva la alarmante propaganda para una gripe que tiene 40 contagiados y ni un muerto. Bueno, lo que pasa es que los muertos son indigentes (ya que ahora hablan de cifras y puntos de escala de pobreza, para esta gente muerta eso ya no tiene mucho qué significar).

Todo esto va amarrado con el criterio de justicia social, que viene tanto del gobierno como de la empresa privada; esta última ha sido promotora del crecimiento económico, pero no se ve eso en el crecimiento social justo. En realidad, todo eso lo ven desde Lima, delante de una mullida computadora y mundo virtual que ha facilitado el total aislamiento de las personas. Leo en el diario de mi ciudad otra noticia espeluznante: PROVINCIAS AGROEXPORTADORAS CON MÁS ALTO ÍNDICE DE TBC. Así son las cosas, debemos reflexionar y ejecutar acciones.

Para recapitular, un fuerte terremoto, TBC y friaje no son hechos aislados; son hechos que relacionan lo humano con su espacio y el dominio de éste. Lo humano, en su inteligencia y capacidad de resolver los problemas, exige un profundo cambio de actitudes y acciones (como consecuencia) que incluye educación, economía, salud,seguridad y justicia, pilares de una sociedad. Estos cinco pilares de una sociedad, de no estar articulados, no podrán ser efectivos para poder construir una sociedad mejor, con cultura de prevención , acción y construcción; de trabajo conjunto entre todos los órganos de la sociedad, para trabajar sin mezquindades por un verdadero bien común.

Hoy día vi en televisión un documental alemán sobre lo que está pasando en Holanda y el posible hundimiento de varias parte de su territorio por la crecida de las aguas. Se ve inevitable. Los europeos conscientes de los desastres que han solido causar cerraron este documental con una frase muy inteligente que debería ser el norte de cada uno de nosotros: nada se puede hacer con la naturaleza, es sólo saber convivir con ella de manera inteligente y evitar su acelerado deterioro. Ojalá que las autoridades y todas las personas que toman decisiones en nuestra ciudad, región, país y mundo hicieran suya esta frase. Conocer la naturaleza y hacerla partícipe a todos para saber tomar decisiones correctas para no lamentarnos después.

Cuando fui por primera vez a Sechín, me encontré con una piedra, cuyo diseño de relieve fue empleado para una estampilla (soy filatélico) de una colección en homenaje a todas las personas, instituciones y países que nos habían ayudado durante la catástrofe de Ancash. Había ido con unos amigos, me conmoví y lloré recordando todo esa parte de nuestra historia. Igual me pasó cuando fui a Yungay por primera vez; al ver el obelisco que un policía había mandado a construir para honrar la memoria de su esposa y de sus cuatros hijos en lo que fue su casa, me quebró. Espero que estos terribles sacrificios sigan golpeando en la memoria de todos para hacer el cambio.

domingo, 29 de marzo de 2009

¿SÓLO APAGAR LA LUZ?




El día de ayer, sábado 28 de marzo, la humanidad entera, creo, participó en un evento con el fin de apaciguar su traumada conciencia sobre algo que no venimos haciendo hace siglos: respetar el medio ambiente. Esta acción es el producto de varias personas cuyo fin es alertar a la humanidad sobre la eminente catástrofe que los humanos estamos haciendo (es una catástrofe gradual, eso está claro) con nuestro planeta.

El gesto es simpático, pero tal como se ven las cosas es como haber lanzado un perdigón contra una ola incontenible de la problemática actual; esta ola está gestada desde la gran revolución industrial del siglo XIX, que acompaña al reciclamiento del capitalismo mundial de los últimos años y el grave sobrepoblamiento del planeta.

Vamos por partes:

Desde el siglo XIX, la revolución industrial europea no sólo cambió la faz social del planeta, sino que generó el acentuado consumo de energía para la producción. La creatividad e investigación, incipientes en ese entonces, se centró en cómo conseguir combustibles más efectivos y más baratos. La maquinización de la sociedad acentuó este proceso y el abaratamiento de dichas máquinas generó su difusión geométrica y éstas se hicieron cada vez más sofisticadas en el consumo de energía. Aquí entra a tallar las grandes empresas de energía, sobre todo la fósil (petróleo), quienes aseguraron un monopolio de consumo haciendo diversos boycots contra las energías alternativas más económicas y limpias (por ejemplo, la solar). La expansión de la máquina hizo que la extracción, producción y consumo de este combustible haya generado la locura de estas empresas de buscar en los más recónditos del planeta, así como un desarrollo sofisticado de la tecnología de esta industria extractiva. Así surgieron ciudades de la noche a la mañana que, una vez agotado el recurso, eran abandonadas, caso Lobitos en Tumbes. La maquinaria económica en torno a las famosas empresas hermanas (Mobil, Exxon, Schell, Texaco, Chevron) ha hecho que haya generado terribles casos de corrupción no sólo en países pobres o del Tercer Mundo, sino en sus mismas sociedades. USA puso a un presidente fatídico en su gobierno e hizo campañas guerreras (como Afganistán) para asegurar los bienes de las empresas que representó.

El segundo punto es mucho más grave y está ligado a los hábitos de consumo desarrollado en las últimas décadas. La sociedad nuestra genera toneladas de basura, mucho más en países ricos en los cuales la idea del reciclaje les ha venido en los 60, pese a las guerras mundiales que vivieron y pasaron penurias. Las ciudades generan ingente cantidad de basura, mucha de ella no biodegradable. Los rellenos sanitarios se saturan o, en el más terrible de las casos como Trujillo, no existe dicho relleno, ya que no se había previsto. Las zonas en las que se tira la basura crecen por doquier y son un interesante muestrario de lo que la sociedad es. El mundo es el lugar ideal para la basura. Nuestro río está muerto, gracias no sólo a lo que las "preocupadas" compañías mineras lanzan a los ríos, sino lo que los ciudadanos hacemos con ellos, los ríos. Vemos botellas, bolsas, cadáveres de animales, e incluso artefactos eléctricos malogrados en sus orillas e incluso en el agua. Peor aún con esta idea de lo descartable: los objetos no se hacen para durar y nuestro concepto mental del uso y duración se ha modificado gracias a los objetivos de nuestra sociedad competitiva, rápida y movida por la publicidad. Una camisa en un año ya es "moda antigua" Las computadoras en menos de 6 meses son objetos casi inservibles gracias a los nuevos modelos compactos que llevan más chucherías, muchas de las cuales nunca las vas a usar. El peor y más patético es el de los celulares, cada más circenses y con funcionalidades que muchos de nosotros jamás usaremos. El celular que tuve hace un año, además ya no sirve, ya que su duración es para ese lapso. Hasta la fecha no sale ni un comunicado en el que las empresas anuncien claramente qué es lo que hacen con las terribles baterías que llevan los dichosos aparatitos. Bueno, si ya pasó la garantía, ya no es problema de ellos, sino nuestro ¿verdad?

Y por último, la población crece desmedidamente, porque el sistema lo quiere. Cada niño que nace, así sea pobre, se vuelve en un futuro cliente, sea para el estado (jubilaciones de los otros), sea para las empresas. Al nacer, ya estás consumiendo; por eso, las empresas de productos lácteos ven en la madre la primera competencia desleal. Las fábricas de pañales desechables alucinan con los babyboom. Los colegios se frotan las manos con los futuros clientes, así como las religiones deliran con los nuevos feligreses que han de engrosar sus arcas. Es interesante la presión social que se ejerce sobre los jóvenes: mujer sin hijos no es mujer; familia sin hijos no lo es tal. Los entes religiosos están en contra del aborto o la planificación familiar o los métodos de control de la natalidad, por razones obvias. Interesante es, además, la maquinaria que hay ahora para la fertilidad, es todo un nuevo rubro para traer más gente al planeta. Cada uno de nosotros genera una ingente cantidad de basura durante nuestra vida; agreguémosle los 5 mil millones que somos ahora ¿o más? Peor aún con los hábitos de consumo que se han promovido en los últimos tiempos.

Valdría la pena ver un film que aunque fatalista, puede ser muy educativo: CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE (en inglés, SOYLENT GREEN).

Entonces, el hecho de apagar la luz una hora, ¿será la solución para el planeta?

domingo, 22 de marzo de 2009

EL AGUA: SOMBRÍO FUTURO DE LA HUMANIDAD




El agua es uno de los elementos más vitales de la tierra. Todo apunta que desde que ésta surgió en nuestro planeta se volvió en el espacio en el que se generó la vida. Los primeros seres eran acuáticos. Como dándole la razón a nuestro amigo Charles Darwin (en su bicentenario), toda forma de vida (vegetal y animal) deriva, evoluciona de estos primitivos organismos que aparecieron hace millones de años. Cuando asistimos a nuestros planteles educativos, los cursos de biología o anatomía humana nos decían cuánto líquido tenemos los seres vivos, desde el más pequeño y simple organismo (protozoario) hasta el más complejo que haya pisado sobre el planeta. Posteriormente la vida se fue haciendo espacio sobre la tierra seca y luego por el aire. Pero siempre estamos pendiente de nuestro útero creador: por eso nuestras ciudades buscan ubicarse cerca a recursos acuíferos para poder vivir. Es un principio lógico natural que ha perdurado por siglos; hasta el día de ayer 21 de marzo, casi celebrando el Día de la Tierra.

Para los humanos, respirar es un derecho, es una alimentación básica de nuestra existencia. Teóricamente, comer es otro derecho; creo que las religiones antiguas se centran en estos puntos, pese a que algo se nos dijo con "ganarás el pan con el sudor de tu frente". Desde ahí la humanidad ha peleado por el alimento y con éste, por el agua. La explosión demográfica y la marcada diferencia entre ricos y pobres, sociedades opulentas y miserables, han hecho que esta situación haya llegado a extremos insospechados. La gente se mata por comida o por los medios indirectos de éstos (por ejemplo, la tecnología es una forma de "facilitar accesos a fuentes o recursos básicos"). El ingenio humano se ha preocupado cómo optimizar eso, sea para calmar a su población, sea para detentar el poder (¡recuerden los ciegos abusivos que se quedaban con la comida en Ensayo sobre la Ceguera!).

Las guerras y escaramuzas por territorios se realizaban por recursos metálicos y por alimentos. Ahora el agua se ha vuelto en la nueva vedette de los conflictos. Sin ir muy lejos, los problemas entre la región Arequipa y Moquegua, así como Puno y Moquegua lo retratan. Piura y lambayeque han tenido una reunión para discutir el uso de las aguas del río Huancabamba para el proyecto Olmos. El proyecto Chinecas va a usar las aguas del ya lánguido río Santa, muy usado por el crítico proyecto Chavimochic. Se nos vienen algunos problemitas al respecto (pero nadie dice nada).

Lo sucedido en Estambul en el Foro Mundial del Agua (FMA) es una campanada de alerta a este álgido tema, del cual poco se habla y que es una relevante amenaza para nuestro país. Estudios hechos sobre las zonas de alto riesgo por inundación o desertificación colocan a nuestra costa entre aquellas en alerta ámbar, aún. La ley del uso de aguas duerme aún su discusión visionaria aprobación por parte de los congresistas que nos representan. Enmiendas de última hora remedian cosas momentáneas, pero no se ve la luz al final de túnel. El hecho que en dicho foro internacional los países más grandes hayan rechazado la propuesta de declarar el agua "derecho de la humanidad" nos pone en la necesidad de ver cómo manejamos nuestros recursos hídricos y para quién; además acompañar todo esto con un plan ordenado de trabajo a futuro. Si somos un país en riesgo, identificar cuáles son los factores que incrementan esos riesgos. Me atrevo a decir que la sobrepoblación de nuestras costas, áridas y demandantes, es un factor decisivo que obligaría a una política racional de población; pero el centralismo y la idea de mayor cantidad de "clientes" (relacionados con un baby-boom) contradicen de raíz cualquier intento sostenible para tomar medidas desde ya.

Pronto las potencias van a poner al agua en la lista de los "commodities" (una de las más tontas palabras que he escuchado para denominar materia prima). Si es así, nuestros recursos van a ser objeto de un pillaje sin igual. Brasil es uno de los que rechazó la idea, pues tiene el Amazonas para su "sustento"; pero el Amazonas es un río compartido, hasta donde yo sé.

Alguna vez leí un correo que muchos amigos desmintieron, porque me comentaron que era falso. Era uno en que mostraba un texto educativo norteamericano en el cual inculcaba en ellos el principio de responsabilidad de "protección de los recursos naturales"; en otras palabras, ellos tenían la última decisión de ver qué hacer con los recursos naturales, incluidos los hídricos. En el texto incluían a la Amazonía.

Después de haber leído la noticia que motiva esta reflexión, no sé por qué me parece que sí fue cierto el correo.