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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 27 de septiembre de 2020

¿QUÉ PASA EN HUANCHACO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 SETIEMBRE)


Aires enrarecidos soplan sobre Huanchaco. El balneario emblemático de Trujillo se ve envuelto nuevamente en acciones nada transparentes que están dejando desconcertados a muchos de sus pobladores y a la ciudadanía en general.

Huanchaco es una de las zonas con mayor identidad no solo en el litoral liberteño, sino en todo el país. Para la mayoría de las personas que aún no han visitado nuestra ciudad, Huanchaco se asocia a muchos conceptos con los que se identifica esta antigua zona: caballitos de totora, su ancestral iglesia que descuella como una atalaya, el pequeño muelle en el cual vemos a visitantes y pescadores disfrutando de sus instalaciones, su bella ensenada y las olas que atraen a muchos tablistas. Entorno a estos conceptos, nuevos y ancestrales, diversas autoridades y personas ligadas a la actividad productiva del balneario comenzaron a promover al balneario como un lugar de gran valor sociológico, antropológico e histórico: desde la antigua ocupación de la zona hasta las costumbres ancestrales preservadas como el uso de un tipo de junco para hacer los caballitos de totora son conceptos que atraen a muchos visitantes nacionales e internacionales y, gracias a ellos, ha surgido una actividad turística (restaurantes, escuelas de surf, hoteles, bares, ventas de artesanías, visitas a centros de interés) que, aunque aún no bien ordenada, genera ingresos atractivos a la población y de la cual se beneficia, también, Trujillo. Pero, el puesto edil también ha sido una suerte de albur negativo para los intereses colectivos de sus habitantes. Desde la vacancia del alcalde Fernando Bazán, una serie de situaciones irregulares ha ido minando el desarrollo armónico del lugar. Huanchaco no es solo el espacio humano ocupado, es también un complejo ecológico vasto que incluye los totorales, el cerro Campana y el Tablazo. Esta última ha sufrido una serie de ocupaciones irregulares; las delimitaciones de la zona de amortiguamiento del cerro Campana generaron conflictos entre la sociedad y Chavimochic. Además, las propuestas de pavimentar la vía carrozable que unía Huanchaco con Santiago de Cao atravesando los totorales procedió generando un impacto negativo sobre estos. Esta vía se hizo con el fin de reducir el tiempo de acceso al sitio arqueológico de Huaca de El Brujo; pero, como es costumbre, camiones y vehículos de gran calado utilizan esta vía con el fin de evadir puestos de control o el peaje de la Panamericana. Ahora, de manera furtiva y sin avisar a la población, se ha decidido instalar una serie de postes cuya información técnica se desconoce y, agregar, que dichas instalaciones presentan una serie de deficiencias como han denunciado diversos ciudadanos. Huanchaco sufre una serie de acciones que son una abierta agresión contra los derechos de sus residentes, sin consultas ni consensos.

La sociedad civil está demandando explicaciones y las autoridades están obligadas a responderlas.


domingo, 20 de septiembre de 2020

CULTURA, PESE A TODO

6 meses de pandemia declarada en nuestro país. Crisis sanitaria y caos económico a consecuencia de las medidas de aislamiento obligatorio para la mayoría de la población peruana. Medidas estrictas que afectaron a todos los sectores de nuestra sociedad que comenzó a buscar formas de cómo salir adelante. Ayudas más, ayudas menos del aparato estatal no ha sido suficiente para paliar la crisis de muchos hogares que súbitamente vieron sus ingresos recortados o sus trabajos cancelados. Como en todo el mundo, hombres y mujeres comenzaron a buscar nuevas propuestas para poder paliar en algo esta hecatombe.

En medio de esta desgracia surgen algunas respuestas que, obviamente, no deben de ser pasajeras. La informalidad y el trabajo individual han sido los primeros estilos laborales que han entrado en total crisis. El surgimiento del espíritu gremial y la efectividad de este han sido casi una respuesta automática no solo en el mundo artístico, sino en otros campos laborales. Estos sistemas, de pronto, se han visto como un modo efectivo tanto de protección, seguridad y proyección que puede permitir a artistas, artesanos y otras profesiones poder plantear respuestas y suplir carencias que no se hallan en otros sistemas, el estatal incluido. Las asociaciones y gremios existentes han sido expuestos de manera activa y están funcionando como puentes entre entidades de apoyo y sus asociados. Además, la necesidad de trabajar de manera sinérgica y colaborativa es otra modalidad que debe de ir incorporándose en las estrategias que queramos desarrollar en el futuro. Es por eso por lo que, mientras el mundo político vive lamentables realidades circenses absurdas que ofenden a la sociedad peruana (lo que hemos visto esta semana es una muestra de ello), artistas y gestores culturales se han movilizado para dar respuestas no solo para ellos mismos, sino a la sociedad en su conjunto. Se espera que los puentes tendidos con el MINCUL sean efectivos para las personas involucradas; pero estas últimas han seguido en la búsqueda de más opciones con otros sectores para generar más oportunidades. Alianzas y nuevos espacios han comenzado a surgir que puedan idear proyectos que involucren al mayor número de artistas. Pero, también es necesario que todo esto se difunda con el fin de que esas propuestas múltiples se conviertan en potenciales servicios de sectores vitales de nuestra sociedad como lo son la Educación y la Salud por el momento. El arte es potente paliativo para miles de peruanos que viven bajo un estrés sin igual. Algunas empresas privadas se suman tímidamente a estas causas que, son a la larga, soluciones que estarán en la recordación de muchas personas. Se las identificará como solidarias en momentos tensos que nos tocó vivir.

Festivales, conciertos y performances llenan las pantallas y escenarios nuevos surgen. Contra todo pronóstico, la cultura sigue viva y hay que apoyar toda iniciativa por el bienestar común.

domingo, 13 de septiembre de 2020

ESPIRAL LÍMBICO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE SETIEMBRE)

La aseveración de un amigo sobre vivir en el Perú: nunca hay motivo de aburrimiento. En un ambiente casi circense nocivo, entran a tallar tres audios en un momento en el que nuestra sociedad sale lentamente de una terrible pandemia y una fuerte recesión económica como consecuencia de ello, y mientras vemos cómo algunos personajes de todo calibre realizan actividades reñidas a la ley bajo el manto de la ansiada reactivación.

Al momento de escribir este artículo, los procesos y protocolos para dar el paso al pedido de vacancia contra Martín Vizcarra han ido tomando senderos barrocos dignos de nuestra realidad política. Un día antes de la emisión de los audios, Martín Vizcarra había emplazado al Congreso a agilizar dos leyes con el fin de evitar que las elecciones sean el espacio en el que potenciales delincuentes asciendan al poder y se encumbran con la inmunidad parlamentaria. Pero hay otros pendientes:   la misma inmunidad y el financiamiento de dichos partidos, muchos de los cuales son verdaderas lavanderías no solo es del dinero de varias modalidades de corrupción, sino un movimiento siniestro que permanece en silencio hasta la fecha: narcotráfico. Tras la emplazada, de una manera casual, aparecen los audios que involucran a Vizcarra con el asunto Richard Swing, el cual se ha convertido una suerte de karma para el gobernante. Hablaba con personas ligadas a la comunicación social y protocolar sobre lo acontecido y me explican que es un proceso estándar para las respuestas protocolares a los medios de comunicación; esto generó la acusación para tacha moral del presidente. Pero, el proceso demandado de vacancia por varios congresistas (algunos en procesos legales o cuyos partidos tienen líderes en esa situación como el caso de APP y Humberto Acuña) corría sin seguir los protocolos de rigor. El viernes, durante sus descargos, Karem Roca (raro personal de confianza, por obvias razones) daba información confusa sobre dichos audios e hizo unas declaraciones comprometidas contra la Marina de Guerra del Perú para no verse involucrada, quizás, en el laberinto generado en estos últimos días. Además, algunas llamadas hechas por Merino a personas ligadas a las FFAA peruanas han terminado por envolver a dichas entidades. Una peligrosa caja de Pandora de muchas lecturas se ha abierto de ser cierto todo lo que estamos viendo.  

La presión social ha sido fuerte y ha generado situaciones embarazosas en muchos partidos: en APP, mientras los legisladores han apurado su firma para pedido de vacancia, la máxima autoridad de nuestra Región ha comunicado su desacuerdo al pedido de vacancia. Las bases de AP han reaccionado molestas contra la posición de los cuestionados personajes puestos en las curules por sus votos. Uno se pregunta: ¿están los partidos políticos cocinando complots contra Vizcarra o es un real ejercicio democrático?  La sociedad tiene que ir separando grano de polvo nocivo a la salud social. 

domingo, 6 de septiembre de 2020

PESADA HERENCIA JUVENIL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 SETIEMBRE)

Durante la semana fui invitado a conversar telefónicamente con un periodista conocido para comentar sobre la actitud de la juventud frente al retorno de la cuarentena y su respuesta indiferente e, incluso, díscola frente a toda normativa que se ha dado a medida que la pandemia y la emergencia económica se han ido desarrollando en nuestra sociedad. La estrategia del programa radial es narrar experiencias personales de todos aquellos que, por la edad, han pasado momentos sociales tensos como toques de queda en conatos de conflictos armados externos (simulacros de bombardeo nocturno en 1981) o la terrible época de los movimientos sediciosos que asolaban ciudades del país. Es una forma de invitar a la reflexión a jóvenes que no están conscientes del peligro que esta situación sanitaria significa. Se pide educar con el ejemplo.

Pero tres situaciones tiran por tierra toda buena intención de llamar al sentido común a jóvenes individualistas, escépticos y formados en una burbuja de una realidad económica que se ha venido abajo. El primer caso se suscita con la lamentable falta de la autoridad, la PNP, al haber mentido sobre el manejo de los acontecimientos de la discoteca de Los Olivos. El ocultamiento de una verdad sobre las causas de la mortal estampida humana deteriora más su credibilidad, pese a que todos los demás elementos son una clara demostración de la irresponsabilidad social: desde el funcionamiento de este inaparente local para una fiesta y los organizadores hasta las absurdas justificaciones que algunos padres dan sobre el comportamiento de sus hijos.

El segundo es sobre las condiciones dadas en diversos espacios laborales, ahora graves focos de infección. Un amigo me comentaba cómo el crecimiento de contagio de personal en zonas agroindustriales, compañías mineras o pesqueras se ha vuelto incontrolable. Los contagios en un inicio eran de 30 por ciento; ahora llega a casi 85 por ciento; uno de los infectados fue este amigo, quien a su vez contagió a su esposa e hijos. Comentaba que, en una campaña de reclutamiento para cosecha, el 100 % reclutado para el primer día retornaba solo el 12% al día siguiente. Esta información es alarmante, pues no solo afecta la productividad en general (hablando en frío), sino la cantidad de personas que se la expone al contagio, muchos de ellos jóvenes necesitados de trabajo.

Y la tercera vino de la boca de una congresista, Martha Chávez. Las opiniones vertidas, tendenciosamente racistas, sobre Vicente Zeballos dejaron atónita a la opinión pública. Tal fue el calibre de sus insidias que hasta su partido político marcó distancia. Pero la posterior respuesta a su partido ha sido peor, pues muestra una actitud de soberbia no solo con sus correligionarios, sino contra todos esos jóvenes que emitieron su voto por ella. Su desprecio nos dice lo que piensa de ellos: simple ganado que debe de seguir sus consignas.

Transparencia y respeto con ellos. Empecemos por ahí