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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 28 de agosto de 2022

LEONARDO (IN MEMORIAN, ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 28 DE AGOSTO)

 


Leonardo Sasso, hombre de artes y letras, ha fallecido la semana pasada. Argentino de nacimiento y trujillano de corazón nos dejó para seguir con sus sueños y obras por otros lados.

A Leonardo lo conocí en los años 80, cuando venía de vacaciones universitarias o laborales a Trujillo. Dedicaba mi tiempo en la distribuidora de mi padre, quien siempre apoyó a muchos deportistas y artistas que lo visitaban; en una de esas visitas, lo conocí y tuvimos una larga conversación sobre arte y otras actividades. Me contó de sus planes de montar sus obras con los textos de Lorca y Vallejo, a quienes admiraba. Sus propuestas las iba a llevar a otras ciudades del Norte peruano, como Piura o Talara. Así fue surgiendo una amistad en torno al teatro, la ópera y el cine. La primera invitación a mi casa se hizo entre vino y la voz inconfundible de María Callas y diversas óperas que escuchábamos con deleite; comencé a apoyarlo con algunas grabaciones que las iba a emplear para sus propuestas teatrales en las que usaba diversas arias para acompañar el hilo de su dramaturgia. El aria de su preferencia era Casta diva y, valgan verdades, nunca pude ver alguna puesta de escena suya con esta música. Leonardo pasaba temporadas en estío y lo consolaba que hubiera, pese a todo, personas con las que podía dialogar y contar sus locuras. Era un gran interlocutor con el cual podías hablar de cualquier tema. Una vez me comentó sobre el accidente que le sucedió y que comprometió su vida y trabajo; pero lo contaba con tal sentido del humor que atenuaba la gravedad de este incidente. Una visión muy amable de la vida. Como pasa con la vida que te da responsabilidades y te pone en jaque diariamente, le perdí el rastro. Ya instalado en una universidad local, comencé a realizar una serie de actividades culturales que me permitieron volver a verlo. Recuerdo que, en una proyección de varios filmes de Federico Fellini, del cual era un apasionado aficionado, Leonardo comenzó a evocar, después de haber visto La strada, la primera vez que la vio con su padre en los años 50 en su Argentina natal. Gracias a las coordinaciones que hicimos con la Sra. Laura Mannucci, Leonardo pudo participar como lector en la puesta en escena de Pedro y el lobo con la Sinfónica de Trujillo y el Ballet Municipal. Estaba tan emocionado que se pasó casi media página del texto dejando desconcertados a todos los artistas participantes. Anécdotas simpáticas que se me vienen a la memoria de su persona. La pandemia golpeó duramente a todos los artistas; muchos murieron y otros sobrevivieron como pudieron. Leonardo no escapó de esta triste realidad. Este año la UPAO organizó un buen reencuentro teatral con grupos y artistas trujillanos; en ese espacio, cual premonición, se le hizo un justo reconocimiento por su trayectoria artística y su vida para el teatro por quien dejó su patria, familia, para instalarse entre nosotros y hacer otra patria cultural suya. Las tablas están de duelo.


domingo, 19 de enero de 2020

AISLADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE ENERO TRUJILLO)


En un reciente artículo informativo difundido por las redes este último 13 de enero, da cuenta del buen número de turistas que visitaron el museo Tumbas Reales de Lambayeque. Datos varios que se dan en esta noticia deben llamarnos poderosamente a la reflexión.
Comencemos por la información de que dicho museo se considera entre los diez mejores del mundo; imagino en el ámbito de su especialidad, la arqueología. Veamos números: el Museo Egipcio de El Cairo recibió cinco millones; Museo de Antropología de México, un poco más de un millón; el Museo del Oro de Colombia, un poco más de setecientos mil. Museo Tumbas Reales, 176,337. Otro dato que preocupa es el hecho de que los siguientes museos que captaron buen número de visitantes no son de la zona ni de las regiones colindantes como La Libertad. Por ejemplo, los museos importantes de nuestra zona (Museo Cao, Museo de Sitio de Chan Chan y Museo Huacas de Moche) no figuran en la lista. Otro dato: del número de turistas visitantes a dicho museo, solo el 6 % son foráneos.
De los datos anteriores, podemos inferir muchas cosas. Primero, la necesidad de trabajar con los datos para partir de principios correctos y verídicos; la exaltación es buena por un momento, pero puede terminar por tergiversar los proyectos de un país que debe de apostar por el turismo. El segundo sí es grave, pues denota una falta de coordinación de todos los actores que trabajan en la aún incipiente industria sin chimeneas de la Región Norte. Las empresas y organismos estatales y regionales deben focalizar su trabajo en la coordinación y comunicación para poder hacer de esta una industria cuyos efectos se expandan por nuestras regiones. El último punto. Tomemos la cifra del museo, ancla para otros sitios turísticos: según los datos, solo 10,580 turistas foráneos llegaron al Museo citado. Si en agosto del año pasado, se daba la noticia de que Perú había recibido 2´177,142 (se recibió más de 4 millones); los datos del museo no representan ni el 1% de la cifra captada a nivel internacional.
La situación puede revertirse con un trabajo en equipo. La remodelación del aeropuerto de Chiclayo es una gran ventaja para no desperdiciarse. Kuelap, pese a sus limitaciones, es otra estrella que generará cada vez más valor a nuestras regiones. Por eso, la reparación de la infraestructura de nuestras ciudades es vital para no dar la imagen de ciudad arruinada que tiene Trujillo (por ejemplo) por el estado lamentable de sus calles. O la culminación de vías rápidas que permitan a viajeros terrestres ir a nuestras ciudades; pero la insufrible Autopista del Sol, plagada de desvíos y accidentes, aleja a los que gustan conocer al país de esa manera. Y la coordinación de todos los que trabajan directa e indirectamente en esta industria es necesario. Sector público y privado (hoteles, restaurantes, servicios, transporte) deben de articularse para un real trabajo en equipo. Sino esos magros porcentajes permanecerán.

domingo, 3 de diciembre de 2017

EXPLOSIÓN CULTURAL DESPERDICIADA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO DOMINGO 03 DE DICIEMBRE)

Trujillo ha experimentado en los últimos meses una notable presencia de eventos culturales y artísticos que, en cierta manera, reverdecen los laureles de la “ciudad de la cultura”. Un festival de cine, una Feria del Libro, la visita de dos premios Nobel (uno de química y otra de la paz), diversas conferencias arqueológicas o de otros profesiones, además de destacadas exposiciones de artistas que últimamente han copado el Centro Histórico; un interesante panorama cultural para una ciudad que bordea el millón de habitantes. Visitar estos días Trujillo incluiría una visita obligada a 8 espacios en los que se ofrecen instalaciones, pinturas, fotografías, arte conceptual; fuera de las tradicionales ofertas que uno encuentra en nuestro Centro monumental, además de los sitios arqueológicos ya conocidos y que son parte de la identidad histórica de nuestra ciudad. He asistido a varios de estos eventos y exposiciones. He constatado de manera personal la calidad de estas exposiciones y los conversatorios realizados en algunas de ellas; he participado en conferencias en la última Feria del Libro y conversado con personas interesantes que han pisado suelo trujillano, sea por un evento u otro. Trujillo era y es una fiesta. La ciudad ha tenido la oportunidad de haber tenido, fuera de los dos premios Nobel, la visita de intelectuales, escritores y artistas de buen nivel. La FILT trajo una nutrida delegación encabezada por su propio Embajador y su Ministro de Cultura, nada menos. Por otro lado, las exposiciones artísticas, por su número y extensión, evocan las famosas Bienales que dieron lustros a nuestra ciudad en los 80; no solo por la calidad de las obras expuestas, sino por los diversos espacios en los que se realizan estas exposiciones en la actualidad. Las casas del Centro Histórico acogen a artistas que nos invitan al placer estético o a la reflexión.
Sin embargo, esta gran oportunidad para Trujillo y sus ciudadanos se ha visto dispersa y diluida para la mayoría de sus habitantes o sus visitantes. Algunos de los más importantes momentos de la FILT fueron opacados por los gritos destemplados de vendedores o de presentadores que convirtieron su espacio en una suerte de mercado persa. Por otro lado, pocos son los ciudadanos que pisan las galerías en las que ubican las exposiciones. Un factor gravitante es el de una falta de coordinación. Estos eventos tienden a canibalizarse uno a otro. Otro relevante es la escasa articulación de estos eventos con otros quehaceres de la ciudad, como el sector educativo. Pocos son los colegios con los que se coordinan; peor, con universidades. Y el otro sector a trabajar es el turismo. No solo de arqueología vive la ciudad; sus festivales (fuera de la marinera o primavera) deben de ir creciendo y ser parte de su calendario. Y sus galerías deberían de ser espacios para que turistas vean una ciudad llena de creatividad y belleza.

Oportunidades aún perdidas

domingo, 19 de noviembre de 2017

GOLPES BAJOS (ARTÍCULO DIARIO CORREO DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE TRUJILLO)

Las retinas y oídos de millones peruanos han sido saturados con la clasificación de un equipo peruano para un Mundial, luego de años de espera, 36 en total. Será la noticia que llenará diarios, radios, televisión, las redes sociales. Los periodistas y los aficionados se dedicarán a transformar en boom cualquier cosa que haga los jugadores. Serán la portada, la contraportada, la temática de publicidad, un largo etcétera que, espero personalmente, no sea tan duradero. La visita mediática del Papa será teñida por atisbos peloteros y no sería nada raro que le pidan hasta el hartazgo que coma cebiche y se ponga el polo de la selección. En fin, es cuestión de subirse al carro en medio del atosigamiento informativo que se nos viene.
La fiebre pelotera ha sepultado varias noticias nada gratas para la cultura peruana, la cual como siempre ha recibido poca cobertura mediática, salvo que haya un pelotero de por medio. Uno de ellos sucedió el domingo pasado en Lambayeque: el centro arqueológico Ventarrón fue destruido por un incendio de origen aún desconocido, el cual ha calcinado en pocos minutos investigación de décadas y borrado literalmente vestigios de más de cuatro mil quinientos años. Lo que no pudo la naturaleza, lo pudo (parece ser) la mano del hombre. Una zona arqueológica que se oferta en el interesante paquete turístico de esa Región no contaba con medios para poder proteger el complejo arqueológico. Lambayeque, Región con una oferta museística por demás interesante, no es capaz de proteger adecuadamente a su “gallina de huevos de oro”. También es una muestra de la situación en la que se halla el patrimonio arqueológico, arquitectónico y ecológico de nuestro país. Imagino lo que podría ser un incendio en el Bosque del Cañoncillo, o el Bosque Seco de Amotape compartido por Piura y Tumbes. Las amenazantes lluvias de un posible Niño pueden significar la estocada final para varias casas antiguas de adobe de nuestras ciudades (nuestro Centro Histórico sin ir muy lejos). Pero centros arqueológicos del pasado Moche o Chimú también se ven amenazados. Quizá algunas estrategias para atraer la atención de la población y autoridades en general, indiferentes a su patrimonio, deban considerarse la presencia de algunos de estos futbolistas para tocar la “”fibra de peruanidad” que ha rezumado a borbotones en estos días. Así como se han gastado miles de soles en polos, fuegos artificiales, televisores y licor, puedan destinarse algunos para ayudar este alicaído rubro; como imaginar que Paolo Guerrero hable sobre Mocollope o Ventarrón para generar un terremoto de medios. Creo y eso espero. 
En un pueblo tan triste como el nuestro, así descrito por AGP, estos logros deportivos sirven como una suerte de placebo frente a tanta desgracia, corrupción, inoperancia e indiferencia, los móviles que han sido los principales causantes de los últimos eventos aquí comentados. Pero podemos voltear la torta, ¿no?

domingo, 22 de octubre de 2017

FESTIVALES Y CULTURA EN LA CIUDAD DE TRUJILLO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO) A PROPÓSITO DEL IV FESTIVAL DE CINE PERUANO DE TRUJILLO

Hacer actividad cultural en nuestra ciudad o Región se ha vuelto en una proeza por el poco o nulo apoyo que se recibe por parte de organismos públicos o instituciones y empresas privadas. La politización de alguna de ellas o el raro concepto de rentabilidad de algunas otras hace que el necesario apoyo económico para estos eventos se convierta en un camino tortuoso para gestores culturales en nuestra ciudad; el otro gran problema que enfrenta el espectáculo en sí, sea académico o artístico, es la afluencia público masivo por lo general indiferente o ignorante (por desconocimiento) debido a causas como las estrategias erradas de comunicación hacia público objetivo (por parte de los gestores) o por el desconocimiento y poco compromiso de posibles promotores aliados de estos eventos que no colaboran en la difusión del mismo entre un público habituado a un consumo ligero y banal de formas de espectáculo de nuestra ciudad. De nuestra experiencia personal, llevamos casi veinte mil personas al teatro por años dentro del marco de actividades académicas del departamento que dirigía. Fue un trabajo sostenible, apasionante; pero la sede central en Lima decidió que no era necesaria esta estrategia pedagógica en la Universidad. Con los promotores se había trabajado, de manera sistemática, propuestas teatrales de calidad que revitalizaron la vida de esta arte en nuestra ciudad. Incluso llamó la atención de sectores empresariales que vieron otro filón interesante de rentabilidad de su imagen apoyando eventos como estos. Mereció páginas centrales en suplementos económicos. Pero estas actividades chocan con la indiferencia e incomprensión de personas que no tienen mucha idea de su importancia en lo educativo. Iniciadas a todo pulso, valiosas e importantes para el desarrollo académico, social y cultural de nuestra juventud, impactan con la dejadez e indiferencia de los interesados en las mismas. La inevitable partida del Museo de Arte Moderno hacia Lima es una oportunidad más perdida, incluso para la actividad turística que no termina de comprender el gran filón de volver a ser la Ciudad de la Cultura. Trujillo ha visto extinguirse buenas propuestas artísticas y académicas.

Sin embargo, muchos ciudadanos no ven extinguir su entusiasmo. Contra huaycos, viento y marea se han organizado diversos eventos artísticos en pintura y artes visuales. Este lunes 23 se inaugura el IV Festival de Cine Peruano de Trujillo en las instalaciones del CIDUNT, espacio para ver películas que la cartelera comercial no las difundirá. Vendrá, Liliana Trujillo, actriz principal de Rosa Chumbe, film que representa al Perú en la vitrina comercial que es el Óscar. Se debatirá el futuro del cine regional para romper el acentuado ombligo centralista que corroe todas las actividades en nuestra ciudad. Y se premiará a uno de los principales pilares del cine peruano: Nora de Izcue. Trujillo debe volver al esplendor que la identificó, pero con la ayuda de todos sus sectores vitales. Un Festival para hacerlo nuestro.

domingo, 18 de septiembre de 2016

DAÑOS IRREPARABLES (A PROPÓSITO DE NUESTRO PATRIMONIO CULTURAL) ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 18 DE SEPTIEMBRE

El incendio de la iglesia de San Sebastián de Cuzco es una evidencia más de este largo muestrario de indiferencia y descuido hacia el patrimonio artístico, histórico, natural, geográfico y científico, que en su conjunto conforman el patrimonio cultural de nuestra nación encarnada en nosotros, sus habitantes. Es la actitud que muchos de nosotros tenemos ante tan vasta gama de potenciales, actitud en la que prima nuestra mediocridad e inmediatez antes que la proyección y el desarrollo planificado que puede generar más réditos que los vistos por personas de poco alcance y desmedida ambición. Es un fiel reflejo de lo que lentamente nos estamos convirtiendo: una sociedad desmemoriada, absurdamente práctica y con la visión de la inmediatez sucedánea que prima en todos, sobre todo en los jóvenes.
El patrimonio de una nación es “conjunto de bienes propios de [..] una institución, susceptibles de estimación económica” o ya en el plano individual, “conjunto de bienes que una persona adquiere por herencia familiar”. Para la UNESCO, el patrimonio cultural es “la herencia cultural propia del pasado de una comunidad con la que esta vive en la actualidad y que transmite a las generaciones presentes y futuras”. El tratamiento que los peruanos hemos dado a este material, tanto tangible como intangible, es por lo demás penoso, pese a los diversos intentos estatales o privados por querer desarrollar una conciencia en una población que muchas veces más ve un pilar de adobes antiguos e inútiles que el patrimonio que fortalece su identidad y su orgullo de pertenencia, o una posible gran fuente de ingreso económico permanente e inagotable. La escasa educación, la mezquindad y el afán de lucro desmedido de muchas personas e instituciones han jugado también un rol importante para permitir que el grueso de peruanos actúe con indiferencia frente a los cientos de atropellos contra nuestro patrimonio arqueológico o natural que ocurren a diario. No hay que ir muy lejos de nuestra ciudad para que veamos lo que pasa en Huanchaco y sus totorales, el complejo Cerro Campana o el complejo arqueológico Cerro La Virgen. Para muchas personas sería más atractivo demoler Chan Chan y convertirlo en un mall. El Centro Histórico está permanente amenazado no solo por la suciedad, sino por la galopante contaminación visual y sonora. Podemos dar más ejemplos de lo que sucede o sucedió con cientos de huacas o sitios arqueológicos como Mocollope o Marcahuamachuco.

La educación es la principal herramienta que permitirá desarrollar esa conciencia en la población: el fortalecimiento de los cursos de Humanidades y Arte serán los que guíen la formación de la misma. Complementarán los proyectos sostenibles que tanto necesita nuestra sociedad para hacerla más inclusiva, respetuosa de las diferencias y orgullosa de su pasado múltiple que conforman nuestra compleja identidad.