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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 29 de marzo de 2020

REFLEXIONES II (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 29 DE MARZO)


15 días, una quincena. Tras la última semana cargada de muchas tensiones, también tenemos muchas lecciones. Muchas cosas por cambiar a futuro, un futuro que se vislumbra incierto. He visto y leído muchas buenas voluntades, ingenio y capacidad de respuesta ante la incertidumbre de lo nuevo que se vendrá; sin embargo, se han visto actos y reacciones censurables por personas de toda condición.
En mi artículo anterior, hablaba sobre las desmesuradas acciones ocurridas desde el inicio del evento. Muchos personajes públicos reaccionaron contra las medidas que se han dado; pero vemos que muchas naciones, en un principio reacias al aislamiento forzado, han comenzado a actuar de la misma manera. Siendo un virus de alto contagio, el aislamiento social es un principio inmediato. Estamos frente a medidas totalmente nuevas para nuestra sociedad. Son perfectibles, como cualquier respuesta que se dé; hay vacíos, los hay. Hay muchos casos desesperados, los hay y los habrá. Ante una situación como esta, con tanta población a la que se la ha impulsado a la iniciativa personal (emprendedor de micro y mediana empresa), el Estado busca los medios de poder proteger a una gran población vulnerable. Hay una gran población marginal, la cual tiene escasos o nulos medios para responder a esta situación. La actitud de romper el aislamiento se entiende por su necesidad de ganar el pan diario. Pero el hecho de que haya individuos que salen para festejar o reunirse para “celebrar” esta pandemia debe de ser sancionado drásticamente. Hubo un caso de exceso por parte de un militar con un ciudadano en Piura, acción censurada por la misma institución; pero, lamentablemente, hay casos de reincidencia. Llevar esta gente (quizá infectada por su irresponsabilidad) a la cárcel conlleva un peligro para la población penitenciaria, pues esta tiene nulos medios de protección. Y otro censurable caso es de los congresistas que, en plena expansión del virus, deciden hacer una sesión presencial para discutir la aprobación de una comisión multipartidaria que evalúe las acciones de este gobierno y la delegación de facultades a la Comisión Permanente. La angurria del poder sobre la ponderación.
PD. El viernes falleció Marcela García; una amiga comprometida con una participación más activa de la sociedad civil en el seguimiento del compromiso y comportamiento de políticos de diversos estamentos: alcaldías, gobiernos regionales u otras instituciones. Su aspiración fue la de convocar a todas las instituciones civiles (empresariales, culturales, educativas, etc..) a asumir un compromiso más activo para evitar el avance de lacras enquistadas en nuestra sociedad: la demagogia y la corrupción. Nuestra inacción ha permitido que muchas promesas electorales sean parte del catálogo de demagogos y la corrupción, íntimamente ligada, haya avanzado a niveles insospechados.
El sueño de Marcela debe de ser nuestro derrotero común como sociedad, ahora más que nunca.

domingo, 22 de marzo de 2020

REFLEXIONES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE MARZO 2020)


El pasado domingo había escrito un artículo titulado Apocalipsis mediático. Exactamente una semana después, el coronavirus ya está instalado y avanzando en nuestro país. Desde entonces, la cifra de infectados ha ido creciendo exponencialmente, tenemos cuatro fallecidos, un nuevo ministro de Salud y un prácticamente toque de queda que se va haciendo cada vez más riguroso. También vamos viendo comportamientos erráticos e inmaduros de muchas personas, así como instituciones y empresas que han velado por sus intereses más que por el bienestar de sus trabajadores, sus familias y la sociedad en general. Esta situación, insólita y extrema, está sacando los demonios de la sociedad. Muchas personas han tenido reacciones absurdas contra las acciones tomadas por el Gobierno ante una situación nunca vivida y, por lo tanto, no tenemos ningún marco referencial aplicable en su totalidad a nuestra realidad. Cada país está buscando una u otra forma para poder afrontar esta crisis que no solo está llevándose vidas; sino economías personales, empresariales y nacionales.
La insania social empezó con un manejo inadecuado de la información que generó una estampida de consumidores compulsivos de papel higiénico y gel con alcohol, ambos materiales poco útiles para la prevención. Ver a hombres y mujeres cargando planchas de papel higiénico daba más la sensación de una diarrea colectiva como una reacción de pánico ante la llegada del famoso virus. La semana previa al domingo 15, diversas instituciones actuaron correctamente cancelando reuniones, presentaciones, eventos diversos; sin embargo, los espacios de alta probabilidad de contaminación, como discotecas o bares, siguieron sus actividades. De manera individual, muchos siguieron comportándose como si nada estuviera pasando u otros, inconscientes, han hecho, de esto, un festival o vacaciones de desenfreno. Ambos ruines tipos merecen nuestro total desprecio. El manejo de la información ha sido deplorable; las redes sociales se han vuelto las “verdaderas fuentes de la verdad” (con casi un 90 % de información truculenta y falsa) y abrió los temores de una población de poca o nula formación cívica y que ha crecido en una cultura del individualismo y egoísmo. Por ejemplo, la reacción de vecinos de Huanchaco contra la familia que tiene a una joven infectada es una muestra de ello. La ignorancia es más efectiva y alimenta el miedo, bien aprovechado por muchos para sus intereses.
Así surge el rumor del desabastecimiento, situación que genera mucho malestar. Se habla de ayudar al pequeño comerciante que muchas veces no tiene los medios para hacer frente a los supermercados. Pero la bajeza del aprovechamiento de varios de ellos les va a pasar una amarga factura en el futuro. Nula solidaridad con los ciudadanos de a pie; estos les responderán de igual forma.
Tenemos un nuevo Congreso amorfo. Debemos de ver el daño de la corrupción. Este tema lo debemos discutir la semana entrante.

domingo, 23 de febrero de 2020

TRUJILLO 2020 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE FEBRERO 2020)


El último día de 1973, toda mi familia se mudó de Arequipa a esta ciudad. Por razones laborales y sentimentales, mis padres decidieron levantar un negocio y nuestra residencia por estos lares. En ese entonces, Trujillo se recuperaba del fuerte sismo de 1970 que había dejado por los suelos casas, iglesias e instituciones diversas; un alumbrado público débil y el servicio de agua potable muy deficiente, pues las aguas subterráneas no daban abasto a una ciudad sea por los daños infligidos por el sismo o por el crecimiento un poco desordenado de este entonces.
Aunque no residía en esta ciudad, mi familia y amigos me contaban sobre la nueva ola migratoria que venía a Trujillo huyendo de la violencia terrorista o del galopante narcotráfico que hizo de nuestra ciudad un centro neurálgico del mismo. Diversos reportajes nos dieron una fama nada grata, habida cuenta que iban apareciendo extrañas fortunas las cuales nos siguen generando serias sospechas. También fue el inicio, desde el gobierno de AGP, de un éxodo de trujillanos y de peruanos que huían del descontrol, la inflación y la violencia sediciosa. Surge una alternativa desesperada al caos económico: el comercio informal masivo con La Hermelinda como máxima expresión. Hacia fines del gobierno de AGP, una nueva realidad cambiará nuestro rostro físico y social: Chavimochic. Este generará un boom en la agroexportación, como sucede en otras zonas de la Costa peruana, y acarreará dos cambios drásticos: el entorno físico (tropicalización y napa freática) y una gran movilidad social: surgen barrios itinerantes como Alto Trujillo, el cual ahora pugna por ser distrito. Un efecto lateral fue el incremento de la violencia. A fines de los 90 y la primera década de este siglo, nos convertimos en la capital de la violencia, cuyos rezagos seguimos arrastrando. Muchos posibles visitantes evitaron nuestra ciudad por la alarmante visión que se nos dio y nuestro silencio cómplice. Sin embargo, la inyección de dinero trajo muchos migrantes de todas partes del Perú e, incluso, países vecinos. Por la crisis del 2008 en el mundo y, sobre todo, España, algunos trujillanos intentaron el retorno, pero fue un proceso muy frustrante; la ciudad no era capaz de establecer reglas claras de convivencia. Grandes bandas de crimen organizado surgieron haciendo negocio con la extorsión, y “exportando” e “importando” delincuentes. Hubo gente en la policía y el Poder Judicial que actuaron de manera proba contra ellos. La última oleada es la venezolana. Hay buenas y malas personas, como cuando los peruanos “invadimos” Chile, Italia, España o Japón. Hay casi 1 venezolano en cada 10 residentes; han transformado nuestra ciudad. Pasará lo mismo como lo hicieron peruanos en USA, Argentina, Chile o Japón. Serán parte de nuestro acervo cultural y social. Se afincarán, tendrán familia; harán su futuro como lo han hecho nuestros familiares y amigos en otros lares. 
Así llegamos a nuestro Bicentenario.

domingo, 16 de febrero de 2020

LA CIUDAD QUE QUEREMOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 16 DE FEBRERO)


En recientes declaraciones de Hermes Escalante, presidente de la Cámara de Turismo de La Libertad, destacó la importancia del turismo como un motor vital del desarrollo económico de la Región, y como un factor integrador y articulador de otras actividades productivas y de servicios de Trujillo y sus alrededores. Es la actividad que moviliza a varios sectores vinculados directamente a este, pero a su vez repercute sobre otros de manera indirecta, pero efectiva. Un turista requiere de servicios básicos como alojamiento y alimentación, pero los vinculados a la cultura y al hedonismo son las atracciones de un lugar por el cual el turista se ha movilizado cientos o miles de kilómetros. Trujillo, como cualquier ciudad turística, atrae a una persona no solo por su gastronomía o sus espacios agradables para el bienestar, sino por su cultura, su historia y las facilidades para que uno pueda acceder a estas. Al crear estas condiciones y facilidades, muchas otras actividades se benefician indirectamente, como la educación, vital eje de desarrollo de cualquier sociedad. Buenos museos, una intensa investigación de nuestro pasado físico y social, y la adecuación de zonas naturales (bosques, cataratas, montañas) alimentan el desarrollo de una niñez que conoce su espacio físico e histórico.
Pero ¿qué cosas tenemos que mejorar? Varias. Se necesita un plan macro el que involucre y en el que participen muchos actores de la ciudad y Región. Ver planes educativos y de comunicación para sensibilizar a una población que conoce poco a su ciudad y sus alrededores. Comenzar a ocupar espacios culturales formales con propuestas que acerquen a los niños y los jóvenes que se sienten excluidos y no identificados con su entorno. Incorporar el lenguaje artístico de una juventud que tiene propuestas que los mayores no escuchamos y marcamos distancia en vez de tender puentes para sumar esfuerzos de un bien común. Necesitamos una marca que vele la calidad de todos los actores directos de la industria sin chimeneas. Hubo una que se ha quedado en la congeladora durmiendo el sueño de los justos. Velar por el ornato de la ciudad y su sistema vial. Estos dos puntos son álgidos, pues Trujillo se está volviendo en un gran basurero en el que encuentras autos abandonados y basura en calles y parques, lugar preferido por algunas constructoras para dejar sus desechos; o el lastimoso estado de sus calles plagadas de huecos y rompemuelles colapsados. Cuando redacto este texto, leo con escepticismo la noticia de que los transportistas privados del servicio público aceptan cambiar sus unidades; pero no solo eso es necesario, lo es también la necesidad de mejorar el trato hacia los pasajeros. Los transportistas los llaman clientes; creo que ninguna empresa trata a los mismos como ganado y son expuestos a tanto riesgo como la carrera de dos choferes energúmenos para captar más pasajeros. Cumplir reglas es vital. Educación cívica, eso falta.

domingo, 9 de febrero de 2020

A QUIEN CORRESPONDA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE FEBRERO)

Como todos los días, desde la ventana de mi casa veo el Parque de los músicos en la Urb. Primavera. Un parque que tiene un bonito árbol, un alto pino, y otros más que acompañan a este. El parque cuenta con veredas circundantes y unos senderos que fueron pavimentados para la circulación de personas con el fin de que no dañen las plantas que se encuentran en el mismo. Un día de junio del año pasado, apareció gente y camiones del SEGAT comentando a los vecinos que iban a restaurar las veredas, pues algunas ya habían colapsado. Lo primero que hicieron fue romper a combazos todo el complejo pavimentado e, incluso, introdujeron algunas unidades móviles pequeñas con el fin de recoger el desmonte. Luego de un par de semanas de intensa labor, el parque de pronto fue abandonado en plena faena; los trabajadores aducían que no les pagaban. De pronto, todo el vecindario se encontró con varios montículos de arena, cascajo y piedras que fueron transportados al lugar. La obra quedó inconclusa, las esquinas de las veredas no se sellaron y el parque quedó al abandono. Se nos informó que se reparaba las veredas que estaban deterioradas, imagino para evitar posibles accidentes de ancianos o niños, pues las grietas habían generado algunos huecos riesgosos. Debido a la situación de abandono en la que quedó el parque, me apersoné a presentar una serie de reclamos de hechos que han ido deteriorando la calidad de vida de los residentes de la urbanización. Fui por tres motivos: el abandono del parque por la misma institución, la bulla generada por la banda de guerra (o lo que parece ser) del colegio Liceo y la presencia de un vehículo abandonado por más de dos años en el que se acumula la basura frente a una de las puertas del mismo colegio. Como únicas respuestas obtuvimos una limpieza parcial del parque, pero sin concluir las obras y los montículos permanecen en el lugar; y un intento de reducción del horario de prácticas de la estruendosa banda. Los senderos del parque son, gracias a su ineficiencia, ahora un peligro mayor para cualquier persona, fuera de que todos los días tenemos polvo obsequiado graciosamente por ellos.
La situación previamente descrita evidencia, en síntesis, el abandono en el que ha caído la ciudad. No solo pistas dañadas, no concluidas o parcialmente restauradas; sino un sinfín de hechos que muestran el marcado abandono citadino y el debilitamiento del sentido de autoridad tan venido a menos en el manejo, por ejemplo, del tránsito, los ambulantes y la basura y desmontes. Incluso los policías que llegaron con bríos para controlar a cuanto imprudente conduce por calles o avenidas han caído en la abulia. En un principio, querían poner en vereda a micros y combis en el tema de paraderos informales; ahora ya se han rendido. Una total ausencia de autoridad.
Se dice que el infierno está empedrado de buenas intenciones; todo parece indicar que, más o menos, nos ha tocado el infierno.

domingo, 12 de enero de 2020

¿EL VIOLADOR ERES TÚ? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 12 ENERO TRUJILLO)


El presente artículo surge de una conversación informal con tres compañeras de trabajo de diversas edades. De manera franca, comentaron situaciones embarazosas de tocamientos indebidos que les tocó la mala suerte de vivir en diversos espacios a través de sus vidas: la calle, el cine, el transporte público. Mientras comentaban sus lamentables experiencias, la impotencia, la inseguridad, el miedo y la vergüenza eran las cuatro sensaciones preponderantes que ellas sintieron en esas desagradables circunstancias. Cuando tuvimos esa conversación, ese mismo día se difundió la noticia de la sentencia a muerte de 4 jóvenes hindúes que habían violado y asesinado atrozmente a una estudiante y golpeado mortalmente al novio de esta. Los atacantes actuaron cruelmente contra la chica a vista y paciencia del chofer del bus en el que se realizó tan cruenta transgresión. Aunque es una solución extrema, sí es un logro para una sociedad que tolera y justifica vejámenes contra las mujeres por su condición como tal en un contexto cultural.
Estas dos experiencias me trajeron a la mente la tonada y letra del himno creado por el colectivo chileno Lastesis que removió la sociedad latinoamericana y mundial (España, Francia, USA, Turquía y Líbano) cuando comenzaron sus numerosas performances, Trujillo incluida. El texto es muy directo y nos involucra a todos, pues no se hace preguntas sino afirmaciones; estas identifican a diversos estamentos de nuestra sociedad que, en su accionar, han permitido a lo largo de los siglos acciones contra no solo las mujeres, sino contra grupos socialmente débiles como los niños. Ejemplos cunden entre nosotros. Comencemos con uno reciente: los “pacos” (policías) en Comas no atendieron el caso de violación de una niña de 13 años, vejada por su primo; tampoco lo hizo un hospital que tiene la obligación de atender a una persona vulnerable. En el caso de los jueces (aparato judicial), basta recordar las actividades oscuras del exjuez César Hinostroza quien negoció la pena para el violador Alfonso Ruiz Grández. El Estado y su cabeza: hay muchos ejemplos; en 2017, un buen número de congresistas votó en contra de una ley que quitaba beneficios a violadores sentenciados sosteniendo una argumentación lamentable; entre estos estaban Nelly Cuadros y Tamar Arimborgo. Otro caso, ad-portas de las elecciones de este mes: la candidata para el Congreso por Avanza País, Beatriz Mejía, declaraba que las víctimas de violación en nuestro país no eran tantas, fuera de otros comentarios desafortunados; u otras declaraciones de otra candidata quien ha llegado a confundir el término “empoderar” a los jóvenes con incitarlos a la masturbación. Sus reflexiones son desopilantes, pero hay muchas personas que se identifican con ella. Pueden llegar al Congreso.
Así, las amargas sensaciones vividas por mis colegas pueden continuar entre miles de mujeres, pues nos vamos convirtiendo en cómplices de diversos tipos de violación.

domingo, 22 de diciembre de 2019

DERECHO A MATAR (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE DICIEMBRE)


Dos jóvenes muertos en uno de los locales limeños de la empresa McDonald. Esta triste realidad ha desatado una polémica en la cual el grueso de nuestra sociedad está midiendo fuerzas. Fuerzas para que no seamos las siguientes víctimas.
Digo esto por las siguientes razones: casi en simultáneo con esta lamentable tragedia, escuchamos las desafortunadas declaraciones de la candidata por Lima al Congreso por el partido Avanza País, Beatriz Mejía. En sus explicaciones minimiza el caso de las mujeres violadas en nuestro país, pese a un incremento de las cifras de mujeres violentadas de toda edad con una mayoría del segmento de niñas y las adolescentes de 12 a 17 años. El año pasado, del número total de mujeres violadas, el 47 % corresponde a esta franja generacional. Cuando escuché su exposición en un programa de debate, me trajo a la memoria las declaraciones de Jorge Trelles en una entrevista televisiva en 2011 donde soltó la frase al aire: “nosotros matamos menos”. Recordé el tenebroso contenido del libro Muerte en el Pentagonito de Ricardo Uceda. La candidata Mejía, de ser electa, promoverá una visión que debilita la integridad humana; así nos lo ha hecho saber. Esto en el mundo político.
También leo con consternación que Leonor Velásquez Gonzales, profesora que atropelló a 6 niños, irá a prisión preventiva por siete meses. Esto es correcto. Sin embargo, Melissa González Gagliuffi, quien atropelló a 3 jóvenes (muriendo 2 de ellos), pese a muchas evidencias y análisis de peritos, está libre. En el mundo legal, la justicia tiene sus recovecos que generan indignación y acentuada desconfianza de que esta proteja nuestra integridad. Así se puede entender, en la oscuridad de la praxis jurídica, que haya microbuses circulando por nuestras ciudades, pese a que cargan miles de soles en multas u otras infracciones. Casos hay varios. Por ejemplo, en Trujillo: un microbusero, Víctor Hugo Hilario, atropelló a tres personas en estado de ebriedad intentando darse a la fuga. Esperemos que la justicia ya haya dado cuenta de este personaje. O el caso tan sonado en Lima de los micros piratas llamados “bestia”, los que acumulan millonarias deudas y multas ascendentes a los 200 mil soles como mínimo. Muchos de los argumentos que se esgrimen para dar libertad a estos asesinos del volante son el del “derecho al trabajo”, el "ser generador de ingresos familiares" u otras argucias aceptadas por la mayoría de la población que termina por solidarizarse con su asesino. La imagen del pobrecito es la que cala en aquellos que a la larga se convertirán en sus víctimas. Al final de cuentas son microempresarios, los que activan el transporte público, el cual es manejado por manos privadas. Quiero ser cándido en esta reflexión final e imaginar que no son la corrupción ni el tráfico de influencias los que influyen las decisiones de jueces o magistrados en estos casos. Imposible.
A la larga, no es difícil matar en nuestra sociedad si se halla la cuerda correcta.

domingo, 15 de diciembre de 2019

SUFRE, PERUANO, SUFRE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 15 DE DICIEMBRE)


Las piezas de un oscuro engranaje van encajando. La articulación se da, en cierta manera, fácilmente en una sociedad carente de buenos referentes y de una creciente desconfianza con nuestros posibles representantes en el futuro Congreso, alimentada por los partidos políticos que se han ido convirtiendo en una caterva de delincuentes que quieren legitimar diversas formas de delincuencia a través del poder. Esa sería la única explicación plausible para entender que las listas de postulantes estén plagadas de personajes que tienen una u otra situación legal contra la sociedad. Y es lamentable las intenciones de voto en la actualidad.
Diversos argumentos han estado circulando en variados medios con el fin de justificar a estos candidatos, bastante cínicos, al colocarlos incluso como cabeza de lista. O los llamados trásfugas, aquellos de los cuales muchos de los actuales candidatos renegaron o anatematizaron hasta casi la excomunión durante las actividades del cerrado Congreso de la República. Pusieron el grito al cielo cuando comenzó la migración de muchos de sus invitados una vez electos o se volvieron más “papistas que el Papa” una vez que se colgaron de uno u otro color de la tienda política que los acogió. Es clara la evidencia que las intenciones partidarias no obedecen para nada el proteger el bien común, habida cuenta que muchos líderes de diversos partidos tienen reñidas situaciones con la justicia. Quieren el poder para evadir la justicia y por eso colocan sus peones. El más estridente es el de postulantes de Fuerza Popular, caso Martha Chávez; o de las anteriores invitadas a este partido que ahora pululan en otros clanes partidarios como lo es Solidaridad Nacional con su candidata Rosa Bartra, la cual fue nominada por el secretario general de esa agrupación como la mejor congresista que nuestro país a lo largo de la historia republicana. Así de triste es nuestra situación. Y reflexionando, dicha candidata fue electa por nuestra Región, la cual la puso ahí para que se instalase cómodamente en Lima buscándose otro futuro y olvidando la Región que le permitió llegar al hemiciclo. Estrategias personales le llaman. Recordemos a la “famosa” Doris Sánchez quien fue electa por nuestra Región en el partido del perseguido Toledo y no contribuyó en nada por nosotros; o el excongresista Carlos Tubino, representante por Ucayali, nada menos (¡).
¿Cómo son las fojas personales de cada uno de los candidatos por nuestra Región para las elecciones convocadas para dentro un mes? ¿Qué intenciones en pro de la defensa de los intereses de la comunidad tienen cada uno de ellos? ¿Qué saldo llevan consigo mismo? ¿Estará este futuro Congreso lleno de personajes por los cuales todos los peruanos estemos lamentándonos una vez electo o estamos coludidos con ellos? ¿Somos una sociedad delincuencial? Temas como la inmunidad parlamentaria, por ejemplo, es algo que no se escucha de ninguno de ellos.
La información es importante y es de nuestra responsabilidad.

domingo, 8 de diciembre de 2019

FRUSTRACIÓN Y ESPERANZA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 DE DICIEMBRE)


La semana que acaba ha sido un cúmulo de frustraciones, pero también de buenos augurios en el horizonte. El excesivo centralismo de las noticias (y de todo, en general) no nos ha permitido centrarnos en graves problemas que nos aquejaron y siguen dañando nuestro sensible tejido social, con tensiones y carencias a las cuales no se les da la debida atención.
La suerte del actual alcalde provincial, Daniel Marcelo, está virtualmente echada. Tras la confirmación de la Sala de Apelaciones Transitoria, Marcelo recibió una condena de prisión suspendida por cuatro años que lo inhabilita para ejercer cualquier puesto político. No ocupó dicho cargo ni siquiera un año. En el historial de los anteriores alcaldes que ocuparon el sillón edil, solo dos no culminaron sus periodos municipales por razones de postulación a los cargos de presidente del gobierno regional de La Libertad: José Murgia Zannier en el 2006 y César Acuña en el 2014. Hemos tenido diversos intentos de vacancias a dicho puesto, pero este proceso no prosperó. Daniel Marcelo fue designado por su partido, Alianza para el Progreso (APP), como su principal carta de confianza para encargarle tal responsabilidad. La población, quiero pensar por ignorancia, votó masivamente por el candidato apepista, pese a que venía con pesados pasivos que ahora le han costado el puesto. Lo que raya con lo ridículo de la situación es que los mismos dirigentes que lo colocaron en la cabeza de la lista, con su respaldo y confianza, ahora le dan las espaldas. Lavada de manos al estilo Pilatos. Y como segundo hombre de confianza al también bastante cuestionado José Ruiz Vega, quien es en la actualidad teniente alcalde. Ruiz Vega ha comenzado a aparecer en diversos medios de comunicación y en las redes por numerosas acciones y faltas sospechosas cometidas por este en su gestión edil en Huanchaco: tráfico de tierras e influencias, entre ellas. Ruiz será el nuevo alcalde que rija los destinos de una ciudad convulsionada, plagada de anomias sociales y con escaso liderazgo.
Pero, la respuesta de indignación de muchos ciudadanos ha sido alentadora y positiva, y debe de ser canalizada. Esta fuerza ciudadana, alguna vez reunida en iniciativas como Trujillo ¡Ahora! de la ciudadana Marcela García, amerita una nueva convocatoria de la sociedad civil. Una convocatoria para convertirse en un faro ciudadano. Un espacio que convoque ciudadanos e instituciones, como las universidades (excesivamente endogámicas) para observar el trabajo que deben de cumplir las autoridades. Se ha conversado con algunas personalidades interesadas en convocar a ciudadanos defraudados y hastiados del mal manejo realizado por diversos grupos de personas enquistadas en partidos que más han pensado en ellos que en el bien ciudadano. Por eso, este grupo no debe de ser dirigido por partido político alguno, puesto que algunos de ellos están presentando candidatos de dudosa catadura.
Hay que echarnos a andar.

domingo, 27 de octubre de 2019

ADVERTENCIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 27 OCTUBRE DIARIO CORREO TRUJILLO)


Una vez una profesora alemana nos comentaba su dificultad para entender situaciones extremas (alimentación, salud, educación, seguridad, vivienda) en las que muchos peruanos vivían diariamente. Una señora ponderada que le sorprendía la capacidad de “resistencia” que muchas personas tenían ante estas, impensables en otros contextos. Pero, es necesario dar una referencia temporal de esta conversación: 1984. 
Décadas después, tras el terrible primer gobierno de AGP, la subversión de Sendero Luminoso y el Fujimorato, nuestro país tiene un rostro diferente; solo el rostro. Las situaciones básicas, muchas veces maquilladas para fingir bonanza o bienestar, no han sido del todo satisfechas. Esto se ha ido agravando más en los últimos años, alimentado por desencanto de un mundo político falaz, demagógico y cínico en el que se ha convertido el mundo político peruano. Los escándalos que involucran a excongresistas, por ejemplo, recién están estallando y no sería nada raro que los haya más, por lo que la desazón y desconfianza de la población seguirán en aumento. Muchas personas hablan de que una posible eclosión social no se dé en nuestro país, pues mucha de nuestra economía es informal, lo que “atenúa” cualquier situación de riesgo colectivo; pero no creo que sea un argumento contumaz de la posible olla de presión en la que se estén cocinando muchas frustraciones y desengaños. Pareciera que esta situación encontró una suerte de válvula de escape al clausurar el mediocre Congreso de la República.
A las reacciones de Ecuador y Chile, más lo sucedido en Bolivia, se les trata de hallar justificaciones externas a estas respuestas ciudadanas, ubicando culpables en la izquierda o en la derecha; pero, valgan verdades, ambas están siendo superadas por la realidad. Estas justificaciones son una forma de invalidar el gran malestar social generado en grupos de clase media en Chile o la mayoría en Ecuador; o en Bolivia, en un electorado cansado de la manipulación grosera como la acometida por Evo Morales para continuar en el gobierno del país del altiplano. Es también simplificar esta realidad tachando a miles de ciudadanos hartos de la situación de simples delincuentes. Lastimosamente, grupos de criminales aprovechan estas disrupciones para hacer sus fechorías. No olvidemos los grupos sediciosos “plantados” en la Marcha de los 4 Suyos, los que provocaron el incendio del edificio del Banco de la Nación causando la muerte de 6 personas. Estas sucias estrategias son empleadas por cualquiera de los grupos que están en el poder deslegitimados, sea de izquierda o derecha, con el fin de debilitar los justos reclamos de una población hastiada.
Al ver el documental La revolución y la tierra quizá uno pueda comprender la actitud pasiva y casi servil que se vivieron décadas pasadas. Quizá esa podría haber sido la respuesta adecuada a mi profesora de alemán de hace cuatro décadas. Pero, ahora esto ya no es posible. ¿Una advertencia?

domingo, 20 de octubre de 2019

¿NI INGA NI MANDINGA? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 20 OCTUBRE)


Cuatro escenarios para entender esta pregunta.
Primer escenario: Roland Forgues, en la buena conferencia que dictó ante una rala audiencia en la reciente Feria Internacional del Libro de Trujillo, habló de tener una nueva perspectiva del tradicionista Ricardo Palma en una visión más hermenéutica de su obra situándola en una Lima blanca, conservadora y racista. Incluso un escritor tan conservador como Riva Agüero lo “rescató” de su condición de mulato para poder ascender al Olimpo de los escritores peruanos de entonces. Forgues se valió de muchas tradiciones, cuya temática era el mundo negro (sobre todo El rey del monte y La emplazada); así como su intercambio epistolar con el fin de comenzar a “desblanquear” a Palma en el centenario de su muerte.
Segundo escenario: el polémico Jaime Bayly dio unas declaraciones de lo más racistas y clasistas sobre el comportamiento de la comunidad indígena ecuatoriana en los últimos acontecimientos que obligaron al gobierno de Lenín Moreno a dar marcha atrás con unas draconianas medidas económicas para la sociedad ecuatoriana en su conjunto. Los comentarios de Bayly nos muestran una perspectiva que muchas personas, aún, comparten. Son las que nos hacen entender la frase desafortunada como “ciudadanos de segunda” u otras expresiones humillantes que circularon y circulan en nuestro mundo político y cultural.
Tercer escenario: el periodista deportivo Erick Osores, siguiendo la estela del escenario dos, lanza unos comentarios contra las ligas departamentales de fútbol; fuera de sus observaciones de corrupción, estas iban acompañadas de frases racistas muy despectivas contra esos dirigentes que, a su vez, destilan un menosprecio contra lo provinciano que, según él, actúan en desmedro de la actividad deportiva debido a la visión estrecha, pobre y carente de mundo de estos (coloca a todos en esa categoría) . Lo único rescatable de este lamentable caso es que el mencionado periodista ha pedido las disculpas del caso y anuncia su retiro temporal de las pantallas, contrario a Bayly, quien reside en Miami, lejos de los problemas de un país aquejado por la corrupción de políticos, periodistas, empresarios y otras personalidades, algunas de los cuales recibieron su abierto apoyo.
Cuarto escenario: sobrinos del ex Cardenal Cipriani, recién comprometidos, pasaron una noche en la comisaría tras un incidente provocado por el padre del futuro novio quien se resistió a pasar la prueba de alcoholemia. Se lanzaron frases ofensivas contra la autoridad, incluso una de las jovencitas gritó a voz en cuello que no le importaba la ley, entre otras frases hirientes.
Son cuatro escenarios que nos permiten responder cuánto ha cambiado nuestro país en el trato a sus ciudadanos.
Pd. Alicia Alonso ha muerto. Una mujer que popularizó el arte culto entre el pueblo respetando la esencia de la danza amadrinó los famosos festivales de Ballet de Trujillo. Partió para bailar en otros lares. Gloria mundi.

miércoles, 24 de julio de 2019

MONSTRUOS TRUJILLANOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 21 DE JULIO)



La venida de amigos de otras latitudes nos permite refrescar situaciones comunes entre nosotros, pero que no serían toleradas en otras partes, incluidos nuestros vecinos del Norte o del Sur. Incluso en algunas ciudades del Perú. Los errores de gestiones y gobiernos anteriores; más el sentido de impunidad, escaso o nulo respeto por el otro y la deficiente educación cívica han hecho que muchas ciudades peruanas se hayan convirtiendo en lugares insufribles e, incluso, con pocas esperanzas de mejora. Lentamente, Trujillo va convirtiéndose en una ciudad dentro de este rango.
Tanto sus habitantes como autoridades elegidas por nuestros votos en democracia formal hemos generado situaciones de deterioro que nos hacen ver con pesimismo la disposición de la ciudad para las próximas fiestas de independencia tanto de Trujillo como la del país. En un pasado artículo mío publicado en este medio hablaba del deterioro de la calidad de vida del trujillano, en el caso concreto del manejo del ruido en nuestra ciudad. Ha cesado un poco el escándalo generado por diversas empresas de ventas de artículos eléctricos en diversos puntos de la ciudad, pero bandas escolares, polladas y discotecas son los nuevos elementos perturbadores. Pero se yerguen otros monstruos que deterioran la ciudad: la violencia, comercio informal, el tráfico y la manipulación de la basura son verdaderas pesadillas. De la violencia y la informalidad se ha vertido mucha tinta y están estrechamente vinculados con los otros dos.
El incremento exponencial del tráfico privado y público se da por la significativa presencia de vehículos nuevos, pero también por el nulo control para retirar vehículos en estado lamentable y de alto riesgo para la población. La crisis se acentuó con el populismo del fujimorismo que permitió el ingreso de autos usados o no aptos para circulación urbana, menos para uso público. Así aparecen los ticos, los colectivos y los mototaxis. Lo que en un momento fue una rápida solución para los miles de desempleados públicos, se convirtió ahora en una franca pesadilla compleja de solucionar. Un solo gran bus acoplado sustituiría a varios micros y combis, gran parte del gran problema. Pero generaría el desempleo de muchas personas (varios informales) que viven de esto. El retiro masivo de estos vehículos menores significaría una solución con dos rostros.
El problema de la basura tiene un amplio espectro: desde el económico (negocio redondo y mafias) hasta la escasa educación cívica. Se habla de un nuevo relleno sanitario, pero no hay plan global para la solución integral, incluido lo educativo, que pueda generar muchas oportunidades como energía, por ejemplo. El cobro de bolsas plásticas es algo. El sueño de una planta de residuos sólidos se aleja más de una ciudad que bota 330 toneladas diarias y es benevolente con sus agentes que ensucian más, tipo La Hermelinda o las compañías constructoras.
¿Quién le pone el cascabel al gato?

domingo, 12 de mayo de 2019

¿SUEÑO IMPOSIBLE? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 12 DE MAYO TRUJILLO)


Noticias van. Chismes vienen. Trujillo está dando algunos pasos adelante, otros atrás. La urbe en la que ha devenido nuestra ciudad ha desbordado servicios, controles y normas; ha convertido a muchos de sus habitantes en prisioneros y mudos testigos de un crecimiento desordenado, impune y agresivo en el cual miles de sufridos ciudadanos nos vemos involucrados directamente e indirectamente y, asidos de una inacción absurda, hemos permitido que la informalidad, la matonería y la misma delincuencia encubierta hayan ido creciendo con cierta anuencia encubierta y, a veces, abierta de autoridades corruptas de toda índole. Así Trujillo ha visto cómo un transporte público condicione a una ciudad a sus “exigencias”, mientras micros, combis, buses y ahora mototaxis circulen por las calles amedrentando a los usuarios, atropellando reglas de tráfico para una buena convivencia ciudadana, y contaminando a diestra y siniestra. Sabemos que muchos vehículos son armas ambulantes por la antigüedad que tienen encima; la carencia de brevetes profesionales o de al menos uno por parte de choferes que deben de tener licencia para conducir vehículos de transporte público (¿habrán hecho algún censo al respecto?); y la protección legal que tienen varios de estos conductores para seguir circulando pese a tener varias papeletas a cuesta. Ahora llegaron los mototaxis, muchos de ellos conducidos por imberbes que dudo tengan documento en regla para transportar pasajeros. Muchas veces ves a madres de familia con bebés en brazo siendo transportadas por estos medios. ¿Dios es grande?
Sin embargo, no todo puede ser malo. A veces aprendemos de nuestros errores. La Hermelinda, ese espacio que se inició (como diría Matos Mar) como respuesta popular a la carencia oficial de oportunidades laborales en los 80, será clausurado por haber tergiversado su original propósito. La actitud de conmiseración hacia muchos de estos comerciantes amparados en la informalidad ha sido nociva, pues no hubo intención alguna de mejorar; por lo contrario, acogidos a trampas legales y poses sensibleras, han estado generando grandes problemas sociales: gasto injustificable de los recursos que podrían tener otros destinos citadinos y centro de delincuencia de todo tipo. La suciedad, ese gran problema que mortifica a todos los estratos de la ciudad (ya hemos tenido varios conatos de epidemias), ha sido el gran detonante. La basura generada por estos comerciantes es equivalente a casi un 25 % de la producida por la ciudad diariamente. Y precisamente, estos ciudadanos no son un dechado de pago de impuestos. En otras palabras, los demás ciudadanos les pagamos su basura. No es correcto poner a todas las personas en el mismo saco, pero algunas medidas deben de pensar por el bien ciudadano, no de un grupo de ellos que extraen ilícitamente la riqueza de los otros.
De no implantar autoridad, el sonsonete imputado a la anterior gestión edil se va a replicar en esta.

domingo, 7 de abril de 2019

TRÁFICO TROGLODITA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 07 DE ABRIL) EL TRÁFICO NUESTRO DE CADA DÍA


Miércoles 03 de abril, 6:45 de la noche. Tratando de cruzar la Av. Manuel Vera Enríquez desde la Av. Gerónimo de la Torre, una camioneta irrumpe metiendo toda su carrocería contra mi auto.  A pesar de llamarle la atención, lo único que lo inmuta es el hecho de que su espejo lateral haya topado contra el mío. Lejos de corregir su actitud, en cuanto pude adelantar, el troglodita metió todo su vehículo sin importarle los conductores a los cuales los había perjudicado con su franca conchudez y cinismo.
Jueves 04 de abril, 4:30 de la tarde. Av. Juan Pablo II con cruce Av. España. Tres micros instalados cada uno en un carril diferente tientan doblar hacia la mano izquierda para ingresar a la Av. Pedro Muñiz. Pese a estar ubicados a la mano derecha y contra toda norma, dos de los micros, uno de ellos en condiciones deplorables y peligrosamente inclinado, tienden a voltear a su objetivo sin importarles los vehículos ubicados atrás de ellos.  
Jueves 04 de abril, 11:05 am. Un camión en el centro histórico frena por cambio de luz en plena calle Gamarra frente a la SUNAT. De pronto, algunas tablas caen al suelo golpeando a unos transeúntes. Lejos de demandar al piloto por su acción temeraria, las personas ayudan al irresponsable a subir las maderas nuevamente al camión.
Historias como estas abundan todos los días. Habría que agregar la proliferación silenciosa de moto taxis que ya circulan de lo más campantes incluso por la plaza de armas “para recoger material de desmonte”. Las hileras de taxis que esperan frente a cada supermercado ya es de tradición, pese a que algunos de ellos son autos ocupados por hampones que esperan a algún cliente incauto que se convertirá en una cifra más de robos al paso. Hay muchos conductores en nuestra ciudad que tienen escasa cultura cívica y esto cuestiona la organización vial de nuestra ciudad en la que se encuentran evidencias de corrupción.  Esto va no solo transporte público (que es de manejo privado), sino para los particulares. Cada vez se ven vehículos nuevos manejados por personas bastante inescrupulosas en su conducir. La ciudad es una verdadera jungla en la que el más avezado determina las reglas del juego. Así, vemos micros o combis, por un lado, como camionetas o autos por el otro, subiendo veredas, rompiendo bermas o yendo en sentido contrario, en un marco de impunidad.
Debemos de agregar a esta dramática situación el hecho de que Trujillo tiene un parque automotor de casi 360 mil vehículos con un crecimiento del 6 % anual. En 2017, según datos de entonces, las autoridades debieron de haber retirado un total de 6 mil vehículos de todo tipo, pero solo se retiraron 600.
Medidas drásticas deben de ser aplicadas con el fin de atacar esta situación. Las medidas son impopulares en un principio, por lo que deben de ser bien planificadas, pero no postergadas. El populismo ya ha hecho demasiado daño a los ciudadanos. ¿O es que ya es este nuestro estilo de vida?

domingo, 10 de febrero de 2019

GOLPE DE PERUANIDAD (ARTICULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 10 DE FEBRERO 2019)


Alejarse de la patria por un buen tiempo es, frecuentemente, bastante saludable, aunque también puede convertir el retorno al país en un momento frustrante y hasta decepcionante. El distanciamiento te permite apreciar las cosas positivas que nuestra sociedad tiene, pero también observar que muchos detalles cotidianos que te rodean deben de ser considerar como grandes defectos y fallas de nuestro orden social, tanto por quienes regentan el poder, así como lo integrantes del tejido humano peruano.
La alegría de nuestra sociedad se ve muchas veces opacada por una serie de acciones y actitudes que deberían ser evaluadas por la ciudadanía, por cada uno de nosotros, con el fin de alcanzar una estabilidad social, tan venida a menos en las últimas décadas. El famoso boom económico de inicios de este siglo no ha logrado mejorar otros planos de manera equilibrada e integradora; y los logros que se habían alcanzado en servicios generales comienzan a evidenciarse cierto deterioro. Nuestra posición es tercermundista. Podemos focalizarnos en dos puntos evidentes: servicios de interconectividad y comunicaciones, y el imperio de la ley en todos sus niveles.
A llegar a Lima, centralista ciudad de todos los medios de comunicación, uno ve su aeropuerto saturado por cientos de pasajeros aburridos del colapso de diversos servicios por el número de usuarios. No sorprende ver largas colas para cumplir con los controles de rigor. Turistas consternados y nacionales resignados son los que conforman estas colas que contradicen el apelativo del mejor aeropuerto de esta parte del continente. De Trujillo, su interconectividad es bastante pobre y alarmante, no solo vía aérea (toda una contradicción para una ciudad de casi un millón de habitantes), sino vía terrestre. Conectarnos con las ciudades del sur se limita a un solo puente, cuya infraestructura aún no ha sido cambiada luego de su colapso durante el fenómeno del Niño costero del 2017. Evidencias de una posible situación crítica en los meses siguientes se vislumbran y nadie ha dicho nada al respecto.
El segundo punto es objeto de observación por muchas personas foráneas. La lucha contra la corrupción es un punto no del todo claro para muchas visitantes o lectores sobre nuestro país. Nos ven como un país corrupto y trasgresor de normas. Un simple ejemplo: se pone como noticia la aplicación de sanciones para aquellos que quebranten leyes simples de tráfico. Informar en diversos medios sobre la aplicación de multas para los conductores que estacionen en zonas rígidas es como una radiografía de nuestro comportamiento social. La ley no se aplica por desconocimiento o por simple omisión de su espíritu coercitivo. Simplemente no se respeta. “Las leyes están hechas para no respetarlas”. “Letra muerta”. Así entendemos que vehículos oficiales o policiales estacionen en zonas rígidas o para discapacitados. O la proliferación indiscriminada de mototaxis por el Centro Histórico.

domingo, 21 de octubre de 2018

ENGAÑO ESTILO NARANJA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 21 DE OCTUBRE, TRUJILLO)


Decepcionante. Frustrante. Burda torpeza. Acciones distractoras. Cinismo puro.
La semana pasada ha sido la culminación de uno de los periodos más negros de la política peruana. Desde la caída de PPK, los manotazos de ahogados de una lideresa y sus adláteres serviles han sido una muestra tosca de manipulación de la verdad, manejo torcido de las personas y algún otro sacrificio político de personajes fusibles a los que se prestan los integrantes del partido naranja. Tras la detención preventiva de Keiko Fujimori, motivo de diversas controversias, la fuga y el asilo trunco del otrora poderoso Juez Supremo César Hinostroza en España han desnudado la sórdida trama que ha tejido la corrupción naranja a lo largo del territorio peruano en nuestra sociedad.
Los resultados electorales municipales y regionales, a lo largo del país, les resultaron incómodos y son adversos para sus reales intenciones con el poder como lo estaban manifestando exitosamente al haber logrado la caída del Pedro Pablo Kuczynski. Estas elecciones son la validación de la caída libre de la popularidad del otrora popular partido Fuerza Popular. Interesante antítesis. Las reacciones partidarias han sido cada vez más toscas, rayando la estupidez y el cinismo, blindando a personajes matonescos impopulares y de pocas luces en la construcción de argumentos. Sus propuestas dentro del circo en el que se ha convertido el Congreso peruano son absurdas, impopulares, adversas a la transparencia y al sentido común. Pero obedecen a la intención de distraer a la opinión pública y los medios de comunicación. La salida de Keiko a su hogar para reunirse, entre lágrimas, con los miembros de su familia, distrajo las cámaras y micrófonos de los medios, así como los ojos y oídos ciudadanos para que el cuestionado Hinostroza huyera, escandalosamente, por la frontera norte. Un Congreso servil, lleno de partidarios naranjas y sus cómplices, sale a echar culpas propias contra ciudadanos e instituciones que esperan las decisiones de Poder Legislativo, ergo el Congreso, para ejecutar dichas decisiones. Las visitas a su lideresa retenida en prisión fueron una “justificación” para la dilación de una serie de medidas urgentes como la captura de tan siniestro personaje, César Hinostroza, integrante de la banda “Los cuellos blancos”. Las absurdas justificaciones emitidas en coro por diversos congresistas ya tocan el fondo de la estulticia y del cinismo. Eso es ya ser caradura. Conchudez en su más alta expresión.  
Mucha gente, indignada, asqueada (incluso partidarios fujimoristas que de manera silenciosa se muestran disconformes de lo que viene sucediendo en FP), piden medidas más radicales ante las evidencias de torpedear la democracia para crear ingobernabilidad. Se exige cerrar el Congreso, evidente escollo para la nación. Sin embargo, hay que evitar que algunas tentaciones fascistas “legitimen” esta lacra en la que se ha convertido la Botica naranja.

jueves, 4 de octubre de 2018

LA PUNTA DEL ICEBERG (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN LA INDUSTRIA DOMINGO 30 SETIEMBRE)


¿Se puede decir que gestos como el de Manuel Liendo Rázuri nos indica que estamos tocando fondo? No; ¿Como los comentarios xenofóbicos de algunas personas, incluidas algunos candidatos al sillón edil limeño? Tampoco; ¿Como los enunciados encubridores a favor de algunos congresistas en cuanto a las claras evidencias de corrupción con el fin de blindar a personas vinculadas con el tráfico de influencias y el narcotráfico? Todavía. Pero vamos a en camino a ello.
Las semanas últimas la sociedad peruana se ha visto sacudida por una serie de acciones y gestos por lo demás censurables. Desde una publicidad discriminatoria hasta la agresión verbal y actitud matonesca de un ciudadano contra otro, estas situaciones han removido el concho de la conciencia nacional; y la complicidad o distancia de las personas que habitamos este espacio geográfico al cual denominamos nuestra nación. Hechos como los que hemos sido testigos nos han cuestionado en cuanto a las propuestas y trabajos recientes que tratan de involucrar al mayor número de peruanos en una sociedad que pasó crudos momentos en los que las situaciones racial, cultural, lingüística, geográfica, religiosa y de género han sido motivo de conflictos y de propuestas para tender puentes con el fin de atenuar la honda y triste brecha que se ha ido construyendo desde la época de Sendero en adelante. Se pensaba que la bonanza económica iba a influir en la construcción de un nuevo peruano. Nada más lejos de la verdad.
El boom económico solo ha generado una acentuación peligrosa de la brecha en una sociedad todavía sensible por lo sucedido en los 80. La brecha se evidencia como en los casos que pudimos contemplar en las redes sociales estos últimos días. El personaje se hizo famoso por toda la labor de censura (cierta o posera) generada en el mundo virtual. Sin embargo, este incidente en solo una punta de uno de los hielos pendientes del iceberg social. Brechas hondas aún existen, aunque haya cifras oficiales que hablan de mejorías en ciertos estratos y zonas del vasto Perú.
Las labores de inclusión del mayor número de peruanos marginados y maltratados son frecuentemente boicoteadas por diversas razones. Posturas religiosas, tradiciones familiares o pueblerinas, influencias económicas, recelos raciales, animadversión xenofóbica, desprecio por los miembros de las comunidades LGTB, son muchas las actitudes y acciones que movilizan a muchos peruanos contra el prójimo, sean diversas las razones.
La educación es un factor preponderante; pero también lo es un aparato judicial y de cuidado ciudadano que sea vigente, transparente, correcto; algo aún no vigente en nuestra sociedad, habida cuenta que uno de los principales representantes negocia casos de violaciones con absurdos criterios semánticos. Una soledad para una sociedad cada vez más escéptica, sin valores ni controles.

domingo, 26 de agosto de 2018

LA SOLEDAD DEL AUTOEXILIO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 26 DE AGOSTO)


Por varias décadas la vida ha sido dura para miles de compatriotas que tuvieron que partir presionados por la situación económica que atravesábamos desde los años finales del segundo gobierno de Fernando Belaunde, la presencia creciente de Sendero Luminoso, el nefasto primer gobierno de Alan García, el recrudecimiento terrorista en nuestro país y el terrible paquetazo de Fujimori en su primer gobierno. Muchas eran las condiciones políticas, sociales y económicas que asolaban a la sociedad peruana. Eran años que, a diferencia de sociedades estables, las más frecuentes reuniones de amigos eran para despedir a uno u otro que se iba a estudiar, trabajar o, en el peor de los casos, a tentar suerte fuera de nuestro país por lo insostenible de nuestra realidad. Miles de peruanos prefirieron coger sus bultos y partir dejando atrás una patria desolada, violenta, egoísta. Esa situación hizo que muchos países cambiaran sus regímenes migratorios para controlar ese desbande humano. El fuerte flujo migratorio hacia varios países como España e Italia, permitían un sueño europeo para muchos latinos y, con una migración tan fuerte que hizo reaccionar violentamente a la sociedad española al hallarse, de pronto, rebalsada por un flujo migratorio, no solo de latinoamericanos, sino de magrebíes, africanos saharianos, europeos del este. Sus calles, servicios, e incluso carreteras, se llenaron de emigrantes desesperados por hallar una vida mejor o, por lo menos, algo de condiciones de vida básicas satisfechas. En esa oleada migratoria, fueron personajes marginales que hallaron una sociedad incauta, cándida, fácil de engañar; así surgieron varias bandas delincuenciales que hicieron su “América” en una España desesperada por hallar un control. Pero no eran todos los migrantes.
La visa española de 1994 fue una respuesta ante los acontecimientos, la que nos encontró un poco desprevenidos. Ese año tuve la suerte de ganar una corta beca en Dinamarca. Un mes antes de mi partida, España implementó, de manera unilateral, dicha visa para colombianos, ecuatorianos y peruanos. Mi llegada, aquella vez, a España no fue grata. El trato general de mucha gente era un poco hostil contra los “sudacas” que llegaban por cientos. Ese término se generalizó. A mi retorno, nuevamente pasé por Madrid. En el vuelo iban unos tres o cuatro pasajeros deportados. Hablé con uno de ellos; estaba desolado, sin dinero, extraviado en su angustioso regreso a Lima, lugar adonde iba con incertidumbre.
Quienes hayan experimentado la sensación de ser un extraño “peligroso” comprenderán la realidad que pasan muchos venezolanos que tratan de buscar un futuro mejor. Identificados como peligrosos, son humillados por personas de escasa empatía y, por qué no decirlo, llenos de resentimiento. Los venezolanos están “quitando” el trabajo a peruanos; de ser así, eso es lo que están haciendo ahora los más de dos millones de peruanos que viven en el extranjero.

domingo, 19 de agosto de 2018

ANATOMÍA DEL CORRUPTO A LA PERUANA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 19 DE AGOSTO)


La proliferación inaudita de corruptos en Lima ya está tocando a Trujillo. El Poder Judicial de nuestra ciudad se ve remecido por una serie de acusaciones que, posiblemente, terminen pareciéndose a los gruesos destapes hechos gracias a los audios difundidos por diversos medios limeños que muestran el poder del narcotráfico (origen de la investigación), lavado de activos y tráfico de influencias. Además, nos permite conocer a una retahíla de corruptos que han desarrollado un espíritu cínico bajo el amparo de una serie de absurdas justificaciones legales risibles que los mantiene, aún, en sus puestos. Es cinismo puro. Jueces, abogados, empresarios, comunicadores, periodistas, políticos hasta deportistas de antaño, han sido nombrados y pocos, desgraciadamente, acusados y en prisión. Lo lamentable es que, tras ellos, hay un grupo nutrido de personas que los defiende, quizá por temor a que la caída de aquellos los involucre estrepitosamente.
Aunque la corrupción en nuestro país campea por siglos (hay que leer el libro Historia de la corrupción en el Perú de Alfonso Quiroz Norris), los eventos del periodo montesinista y el actual cuentan con claras evidencias de la corrupción: aquel con vídeos; este, con audios. Pese a todo el aparato legal que jueces y abogados corruptos quieren emplear para deslegitimar las pruebas obtenidas en los recientes audios, las evidencias quedan y la sociedad ya está informándose. Nosotros sí tenemos por qué estar indignados por los recientes sucesos, salvo que uno sea abiertamente cómplice de cualquiera de estos individuos. Veamos el perfil del corrupto, según Bertrand De Speville, especialista en lucha contra la corrupción. Muchos de nuestros personajes identificados como tales encajan perfectamente. Tomemos a cualquier persona identificada en los audios que sea un corrupto comprobado o que tiene todas las posibilidades, pese a los artilugios legales (como prescripciones u otras leguyadas), y comprobamos: 1) Cree que lo suyo es más valioso (“sobrevaloración psicótica de lo propio”) frente a una subvaloración de lo ajeno, sin remordimiento alguno. 2) Genera un clima de credibilidad de tal manera que las personas que son víctimas de sus actos colaboran con ellos con toda pasividad; por eso detestan la violencia para no generar inestabilidad en su juego. 3) Es hábil y crea mecanismos que aseguran una cierta estabilidad para mantener la actividad corruptiva en el campo que se está desempeñando. 4) Se convierte paulatinamente en una persona admirada por dotes intelectuales y capacidad de “emprendimiento”. 5) Desprecia a las demás personas que, pudiendo hacer lo mismo, no son arrojados a realizar dichos actos. 6) Y, por último, ya cayendo en los límites de la insania social, tiene una escasa percepción del riesgo y desarrolla una confianza amparada en la impunidad. Así podemos entender la actitud de Hinostroza, Chávarry, Camayo, un largo etcétera a la peruana.

domingo, 29 de julio de 2018

TRISTES FIESTAS PATRIAS (ARTÍCULO ESCRITO ANTES DEL DISCURSO PRESIDENCIAL DOMINGO 29 DE JULIO DIARIO CORREO DE TRUJILLO)


A la fecha del cese de las funciones de Luis Galarreta como Presidente del inefable Congreso de la República, el índice de aprobación de su labor, así como la del Congreso en su conjunto, era solo entre el 8% y el 12 %; un bajón considerable habida cuenta que empezó su dirección bianual con cierto apoyo de la ciudadanía. Este termómetro indica qué percepción se tiene de esta entidad y del de la que la preside; sin embargo, esta no ha sido tomada en cuenta por los integrantes de la misma, quienes han elegido a personajes impopulares del  partido Fuerza Popular y el retorno abyecto e interesado de Yeni Vilcatoma. Valgan verdades, no les quedaban muchas opciones entre sus cuestionados integrantes: algunos fueron retirados y suspendidos (Kenji y sus avengers); otra, Yesenia Ponce, solo suspendida pese a las reiteradas mentiras con las que engañó a sus compañeros del Congreso (¿será cierto?), a la población de la Región que la eligió; y a la ciudadanía en general. Su portavoz duro, Héctor Becerril, se halla sometido a una suerte de cura de silencio, luego de haberse visto involucrado escandalosamente en los audios que son, vale la pena reiterar la causa de estos, producto de una investigación por lavado de activos y tráfico de influencias vinculados al narcotráfico. Además, ya corrió la noticia de la razón por la que Paloma Noceda renunció a FP: Salaverry le exigía firmar una propuesta de Ley de Fortalecimiento de la Federación Peruana de Fútbol, presidido por el inefable Edwin Oviedo, involucrado también en los audios y amiguísimo (o hermanito, depende como quiera uno tratarlo) de toda esa calaña que ha salido a flote gracias a los audios difundidos por IDL y Panamericana TV. Así de sombrío está el panorama político de nuestra nación. Y nuestro país, invadido de Hinostrozas, Mulderes, Chavarríes, Ríos, Becerriles, entre otros lamentables ejemplos, vio perder a tres personajes importantes para nuestra identidad positiva: Marco Aurelio Denegri, Enrique Verástegui y el joven buzo piurano, Rafael Ballón, quien salvó a más de 60 personas en las inundaciones de Piura en el Niño del 2017. Así de grande pareciera nuestra soledad, parafraseando a GGM.
Pero la sociedad civil ha respondido con indignación. Nuestra sociedad no debe quedarse callada. Como observó Jaime Bayly en su entrevista con Renato Cisneros, ahora podemos detectar la corrupción con más eficiencia que antes. Los audios tienen su motivación en la lucha contra la corrupción que ha tocado todos los estamentos de la sociedad. Los grandes buscan cómo ocultar sus fechorías en sus peones que les sirven para sus objetivos. Pero muchos ciudadanos ya no son tan ingenuos; tenemos la sospecha de sus actos corruptos y delictivos, solo faltan las evidencias como las que han estado surgiendo a través de los audios que han tocado diversos sectores de la política peruana y sus adláteres. Es nuestro deber, pese a lo que chillen los que quieren tapar la verdad.