Las piezas de un oscuro
engranaje van encajando. La articulación se da, en cierta manera, fácilmente en
una sociedad carente de buenos referentes y de una creciente desconfianza con
nuestros posibles representantes en el futuro Congreso, alimentada por los
partidos políticos que se han ido convirtiendo en una caterva de delincuentes
que quieren legitimar diversas formas de delincuencia a través del poder. Esa
sería la única explicación plausible para entender que las listas de
postulantes estén plagadas de personajes que tienen una u otra situación legal
contra la sociedad. Y es lamentable las intenciones de voto en la actualidad.
Diversos argumentos han estado
circulando en variados medios con el fin de justificar a estos candidatos,
bastante cínicos, al colocarlos incluso como cabeza de lista. O los llamados
trásfugas, aquellos de los cuales muchos de los actuales candidatos renegaron o
anatematizaron hasta casi la excomunión durante las actividades del cerrado
Congreso de la República. Pusieron el grito al cielo cuando comenzó la
migración de muchos de sus invitados una vez electos o se volvieron más
“papistas que el Papa” una vez que se colgaron de uno u otro color de la tienda
política que los acogió. Es clara la evidencia que las intenciones partidarias
no obedecen para nada el proteger el bien común, habida cuenta que muchos
líderes de diversos partidos tienen reñidas situaciones con la justicia. Quieren
el poder para evadir la justicia y por eso colocan sus peones. El más
estridente es el de postulantes de Fuerza Popular, caso Martha Chávez; o de las
anteriores invitadas a este partido que ahora pululan en otros clanes
partidarios como lo es Solidaridad Nacional con su candidata Rosa Bartra, la
cual fue nominada por el secretario general de esa agrupación como la mejor
congresista que nuestro país a lo largo de la historia republicana. Así de
triste es nuestra situación. Y reflexionando, dicha candidata fue electa por
nuestra Región, la cual la puso ahí para que se instalase cómodamente en Lima
buscándose otro futuro y olvidando la Región que le permitió llegar al
hemiciclo. Estrategias personales le llaman. Recordemos a la “famosa” Doris
Sánchez quien fue electa por nuestra Región en el partido del perseguido Toledo y no contribuyó en nada por
nosotros; o el excongresista Carlos Tubino, representante por Ucayali, nada menos (¡).
¿Cómo son las fojas personales
de cada uno de los candidatos por nuestra Región para las elecciones convocadas
para dentro un mes? ¿Qué intenciones en pro de la defensa de los intereses de
la comunidad tienen cada uno de ellos? ¿Qué saldo llevan consigo mismo? ¿Estará
este futuro Congreso lleno de personajes por los cuales todos los peruanos
estemos lamentándonos una vez electo o estamos coludidos con ellos? ¿Somos una
sociedad delincuencial? Temas como la inmunidad parlamentaria, por ejemplo, es
algo que no se escucha de ninguno de ellos.
La información es importante y
es de nuestra responsabilidad.
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