“¡Disolver!” 05 de abril 1992.
Un discurso pronunciado por el entonces presidente, Alberto Fujimori, a las 10
de la noche por diversas cadenas televisivas cambió la historia de nuestro
país. Una carta blanca que hizo cambios en todos los planos, sobre todo en la
economía, la justicia y la política de nuestro país. 30 años después, las
consecuencias de esa ruptura se han ido evidenciando en una fuerte anomia
social, cultural y política en la que se ha convertido nuestra sociedad y
permite entender lo sucedido el reciente martes, el 05 de abril de 2022. Lo
maquinado por la dupla Fujimori-Montesinos ha dado el engredo que tenemos ahora
en todos los niveles de la sociedad peruana. En su momento, todos los que
alzaron sus voces fueron acallados con discursos avasallantes que etiquetaban
negativamente a políticos y sus partidos, a gestores y defensores sociales, a
entidades judiciales; un sonsonete que ha permanecido hasta nuestros días y que
hace que muchas personas “terruqueen” sin ton ni son a cualquier persona o
manifestación de protesta. Demolieron toda actividad política hasta convertir
esta actividad en el circo de baja estofa en el que ha devenido. Castillo, su
pantomima de gabinete y el congreso circense que tenemos son, pues, productos
de ese detrimento que ha afectado a nuestra sociedad en todos los campos. Las
pérdidas de un liderazgo positivo en lo político han sido paulatinas,
acumuladas por el deterioro de los líderes electos en todos los niveles tras la
caída de Fujimori en el 2000. La creación de organizaciones políticas ligadas a
intereses, varios muy oscuros, ha sido el campo de la informalidad y el descaro,
desde el narcotráfico hasta las universidades bambas y la minería ilegal. Lo estamos
sufriendo en cada elección edil o regional. Tenemos gobernadores y exalcaldes
en prisión o prófugos, personajes puestos por diversos partidos políticos. Sólo
basta ver nuestra ciudad para saber que sobre tres exalcaldes pende orden de captura.
Castillo es la suma de todas las mediocridades electas en municipios, ciudades
y regiones con autoridades cuestionadas por diversos tipos de corrupción. El
reclamo de los 04 y 05 de abril era un conjunto de pedidos justos mezclados con
propuestas de empresas y personas informales, incluso bordeando con lo
delincuencial. Ningún político o partido ha asumido el liderazgo de esta
protesta sea por el marcado deterioro de estos, sea por el desborde de los
petitorios. Es el poder de la informalidad incrementada por décadas de
populismo y demagogia, la que heredará cualquier nueva plana política de
adelantarse elecciones; muchos líderes tuvieron bajo perfil o dieron
declaraciones desastrosas que pasan factura a su organización. También hubo los
azuzadores, aquellos que quieren ganar réditos en toda esa miasma lumpenesca
que ha sido esa marcha del 05 por las calles limeñas, reminiscencias de un actuar
oscuro durante la recordada Marcha de los Cuatro Suyos. Algo siniestro recorre nuestro país.
Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
domingo, 10 de abril de 2022
FATÍDICOS CINCOS DE ABRIL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 10 DE ABRIL)
domingo, 13 de febrero de 2022
REPLANTEANDO NUESTRA SOCIEDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE FEBRERO)
En la interesante novela Las
orillas del aire de Karina Pacheco, el padre de la protagonista rememora las
narraciones crueles de un tirano gamonal, padre suyo y abuelo de la protagonista, que daba de latigazos sin
piedad a niños que trabajaban de pongos en su hacienda para demostrar su poder
y enseñar a los demás un tipo de respeto muy usual y al cual muchos acuden. Esa
visión hizo que el padre de la narradora tome una decisión contraria ante tal
injusticia. La visión de opresión y sumisión establecía una turbia reciprocidad
tolerada y justificada de manera abierta por varios actores sociales en la que
los roles eran definidos e, incluso, aceptados por las partes involucradas. Un
statu quo inamovible. A lo largo de la historia de la humanidad, en general, y
la nuestra, en particular, vemos ejemplos diversos en nuestras acciones,
percepciones y juicios de valor que hacemos del otro, como una forma de ubicar
a las personas en diversos círculos y en diversos momentos.
Durante las recientes semanas,
hemos visto dos comportamientos de cabezas de nuestro Estado, explicados,
quizás, por una situación histórica que nos permite entender, pero no
justificar. Es más, urge cambiarlos: la prepotencia mostrada a través de actos
y gestos encarnados en la Presidente del Congreso y el comportamiento errático
del Presidente de la República con decisiones muy cuestionables sobre ciertos
procesos vitales de nuestra sociedad. En lo económico, todo apunta que no habrá
repercusión alguna notable (ya está visto); sin embargo, por satisfacer
obligaciones serviles partidarias con la mediocridad, la selección ministerial
en Salud, Transporte o Cultura no hace sino mostrar una debilidad y sumisión a
intereses partidarios u otros que se mueven en la sombra. Mientras una decide
que las cosas se manejan como en su chacra, el otro se acomoda servilmente manipulando
la palabra “pueblo” de manera gaseosa y vacua. Esos comportamientos reflejan
nuestra sociedad: impunidad y mediocridad. Estos también permiten entender el
mensaje abyecto de Beto Ortiz, vejando a una mujer por defenestrar a una
autoridad. Uso de las personas como objetos, como peones, como pongos. La sociedad
peruana, 200 años después.
Leyendo un número sobre las
epidemias en una revista de historia, se describía el desastre que fue la peste
negra, la cual significó el fin del sistema feudal; pero esta permitió que las
personas sean más conscientes de su fuerza laboral y, con el tiempo, del valor
de su individualidad asentando las bases del Renacimiento hasta llegar a la
Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano.
Se pensaba que para las celebraciones del Bicentenario tendríamos a las
personas idóneas de este momento crucial para una sociedad afectada por una
pandemia. Pero no es así. Las evidencias nos dan un derrotero a los cuales
debemos de apuntar a cambiar; doscientos años después debemos exigirnos algo
mucho mejor para nosotros mismos.
domingo, 30 de enero de 2022
LA CAPACIDAD DE LA NEGACIÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE ENERO)
El grave incidente ecológico frente a Ventanilla es un cúmulo de errores que ha ido tomando ribetes extremos ligados a una capacidad de negación inaudita por parte de todos los actores involucrados en este desastre, capacidad alimentada por la incompetencia de varios entes reguladores para hallar una rápida solución a esta catástrofe. Y para colmo de males, se ha ido politizando esta desgracia con lo que, al final, un grupo privilegiado sacará alguna ganancia y la mayoría pierde.
A través de este accidente, vemos
una realidad tenebrosa que evidencia una serie de falencias e incompetencias
mortales que arrastran instituciones o empresas de nuestro país. La explosión
volcánica en una remota isla en medio del océano Pacífico ha tenido graves
secuelas en nuestro territorio: en Tonga se reconocen oficialmente a tres
muertos; en nuestro territorio, dos. Fuera del país más afectado, somos el
único país que ha tenido un saldo humano trágico. Tan importante fue esta
noticia para los medios que nunca identificamos quiénes fueron estas dos víctimas.
La Marina de Guerra dio una alerta de oleaje anómalo, ese que arrasó con propiedades
en la bahía de Paracas y dos vidas. En el mundo, esta noticia fue suficiente
para demostrar la precariedad de ciertas instituciones ante criterios a tomar
en momentos críticos. Algunos llaman sentido común. Mientras la institución
involucrada se defendía con argumentos poco sólidos, llegó la noticia del
derrame de petróleo. Demás está comentar todo lo que leemos en medios sobre la
secuencia de errores y justificaciones que provocan indignación no sólo a nivel
local, sino internacional. Tanto es el escándalo que todos los medios han
tenido que ir aceptando los hechos tal como se dieron.
Hay muchas lecciones que este
lamentable suceso nos está dejando. Comenzando por la seguridad frente de
desastres naturales: la respuesta local dada fue totalmente diferente a la de
nuestros vecinos. Además, el centralismo y el poder político y económico
determinan la calidad informativa en nuestra sociedad: dos personas ahogadas en
playas limeñas hubieran tenido portadas estridentes. Y el daño ecológico (suceden
a menudo en nuestra sierra y selva) ha dado una dura lección que permite entender
que esos reclamos de gente que ven sus ríos, lagunas y tierras envenenadas por
cualquier sustancia son muy válidos y merecen la misma atención como la que genera
semejante desastre en costas limeñas. Se anuncia que para recuperar todo el siniestro
desde el punto de vista ecológico (ergo, humano) demorará veinte años. Estos
son hechos sin tintes políticos, son fácticos y comprobables. Se pueden medir
en buscadores de noticias en cuanto al tratamiento de medios de comunicación y
los otros ya se han dado todas las explicaciones biológicas, ecológicas,
ictiológicas posibles. A estas alturas, los silencios indican complicidad o
miedo velados. Roa Bastos escribía: “no hay memoria para el daño”. Lástima.
domingo, 16 de enero de 2022
PUNTOS SOBRE LAS ÍES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE ENERO)
“Es Galán y es como un oro/ tiene quebrado el color; / persona de gran valor / tan cristiano como moro; / pues que da y quita el decoro / y quebranta cualquier fuero, / poderoso caballero es don Dinero.” Esta es una estrofa de la letrilla satírica de Francisco de Quevedo en un Siglo de Oro de una España que construía un gigante de pies de barro. Cada estrofa es una muestra de cómo en una sociedad con el oro procedente de las indias, los ricos se hacían más ricos y los nuevos ricos pugnaban por un nuevo estatus y poder. Oro y, luego, dinero son motivaciones para hacer “correr al cojo, convertir al cobarde en guerrero y a sus poseedores en dignidades”. Si esta letrilla no es suficiente para entender el contexto de este breve artículo, hay que darse una vuelta por el tango Cambalache del poeta Enrique Santos Discépolo, escrito en 1934 y censurado por los políticos de entonces (y siempre). En un mundo caótico, hay ganadores por las buenas y, las más de las veces, por las malas.
En un intercambio amical sobre datos históricos hablábamos sobre el famoso incidente del ex playboy de los 50: Mariano Prado Sosa. Hijo de Mariano Prado Heudebert, oligarca de la época y dueño del Banco Popular del Perú y muchos bienes más, Marianito causó un lamentable accidente en Ancón que provocó la muerte de la hija de un político odriísta prominente, Claudio Fernández Concha, en 1956. También, al parecer, causó otro incidente fatal cuando atropelló a un jardinero en su propiedad. Anécdotas de la historia en las cuales el principal actor de los hechos salió indemne. El imperio Prado (dueños de bancos y hasta el Diario La Crónica) contaba de una buena maquinaria en todos los campos, todos. Quizás el libro Historia de la corrupción en el Perú de Alfonso Quiroz sería más sabroso de llenarse de anécdotas con las cuales se ejemplificaría más cómo el uso y abuso del poder teñido de corrupción alcanzan cuotas inimaginables. La “democratización” del acceso al poder ha hecho que los avezados de corbata tuvieran más competencia “en el ramo”. La aparición del narcotráfico, por ejemplo, en las últimas décadas ha hecho que el mapa del poder haya cambiado significativamente. Y también la apertura de muchas actividades, consideradas reservadas o estrictas, ha sido también el campo propicio para otros tipos de poder por otras vías. La sociedad nuestra ha ido permitiendo, tolerando e, incluso, avalando (a través del voto, por ejemplo) toda esta espiral. El dinero compra conciencias: lo hemos visto en muchos campos, incluido el periodismo. Felizmente, hay islas. Lo sucedido recientemente con Paola Ugaz, Pedro Salinas y, en especial, Christopher Acosta es la manifestación de ese poder que necesita acallar verdades que flotan en el ambiente, en los salones y reuniones; estas batallas siguen en pie. Dinero vs. Verdad.
Interesante: CAP ha hecho con su acción, a la larga, una verdadera campaña exitosa de marketing para el libro de C. Acosta.
domingo, 8 de agosto de 2021
ESTILOS DE CORRUPCIÓN (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 DE AGOSTO)
06 de junio. Nuestro país enfrentó el dilema de escoger dos estilos de corrupción. Luego de la letanía de un fraude inventado por el partido perdedor y sus aliados, la sociedad peruana desconocía agónicamente quiénes eran los personajes que iban a formar la parte ejecutiva del nuevo gobierno: a veces, uno puede pensar que ambos líderes jugaron en pared para permitir que la sociedad ignorase lo que se estaba tramando. Ambos líderes de los partidos en contienda enfrentan severos problemas con la justicia y esperamos que pronto esta actúe y envíe a prisión a dichos personajes que pusieron al país en difícil encrucijada. El 28 de julio, Pedro Castillo destacó en su discurso presidencial la lucha frontal contra un mal anquilosado en todo el tejido social peruano: la corrupción. Este tema sensible fue obviado durante este periodo electoral, pues casi todos los candidatos en ciernes, tanto en la primera como segunda vuelta, sea de izquierda o derecha, traían buenos pasivos. Permitir que Keiko, quien estuvo en prisión preventiva y con graves asuntos pendientes, haya postulado; así como Cerrón, presidente del partido ganador y con casi 20 casos en trámite, camine orondo por espacios públicos es muestra interesante de cómo los peruanos tenemos una especial relación con la corrupción. Era mejor hacerse de la vista gorda que preocuparse de detalles. “Roba, pero hace obra; roba y me deja robar”. Y el avance de esta ha sido implacable en todos los estamentos sociales. Es interesante ver a diversas personalidades públicas cuestionadas exigiendo transparencia cuando tienen una viga en su ojo, sean políticos o medios de comunicación. Hay silencios mediáticos interesantes como el narcotráfico y las formas ilícitas de producción (minería, por ejemplo)
Aquí toca hablar sobre los
partidos políticos, verdaderas fachadas de mediocridad y delincuencia (entre
ellas, la corrupción) que nos dan un reflejo de lo deteriorado que se halla el
tejido social. El hecho de que PL no tenga cuadros para completar su
organización ejecutiva es la situación que vemos en realidades más pequeñas,
como en nuestra ciudad, por ejemplo (hoy ha salido un reportaje sobre el accionar de la gestión municipal). A pesar de algunos ministros destacados, estamos
viendo lo que usualmente han hecho todas las anteriores gestiones: favores políticos
partidarios. Pesa, además, la escasa o nula formación de cuadros técnicos
debido a la escasa o nula actividad partidaria, lo que arroja resultados
patéticos como los que estamos viendo en las intenciones de algunos "ministeriables". Esto nos lleva a otra cruel realidad incrementada en los últimos
años: el centralismo. La idea romántica de formar cuadros provincianos choca
con el desmantelamiento que han sufrido nuestras regiones en las últimas décadas;
y esto pasará “inexorablemente” con los buenos ministros exportados a Lima que
engrosarán el aparato estatal o privado capitalino. ¿Se podrá luchar contra ese
cáncer? La sociedad civil debe asumir un rol más activo.
domingo, 4 de julio de 2021
TRABAJANDO PARA OTROS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 04 DE JULIO)
Reza el refrán popular: “nadie sabe para quién trabajar”. La campaña electoral que hemos vivido en lo que va del año ha sido una muestra de ello. Una vez iniciada la contienda electoral, hemos visto diversas campañas poco imaginativas y sí muy directas para despotricar al o a los contrincantes en ciernes, y campañas de desgaste contra los que iban ocupando los primeros puestos de las encuestas que reventaban en las portadas de todos los diarios, las redes sociales y los diversos canales de TV tanto de señal abierta como cable. La clásica fragmentación de la izquierda también la ha heredado la derecha y el centro por lo que tuvimos un alucinante número de candidatos; esto también hizo su labor, pues todo prometía que los votos iban a estar bastante dispersos. La accidentada campaña tuvo a Forsyth, López Aliaga, De Soto y Lescano como candidatos ganadores turnándose el pináculo de la fama y todos auguraban una segunda vuelta con la posibilidad de la participación de Verónica Mendoza en dicha competencia, todo esto en medio de una feroz segunda ola de la pandemia en la cual cayeron muchas personas conocidas y buenos amigos míos. Eso puede haber influido en la marcada ausencia de electores. Para sorpresa de muchos, nos quedamos con dos candidatos impensables para ciertos círculos de personas: Pedro Castillo y Keiko. Es el juego de la democracia.
La segunda vuelta fue un viaje
más turbulento: el electorado fue expuesto a todo tipo de información, entre
veraz y falsa, entre completa y parcial, que aún nos inunda de diferentes
maneras. Los medios no jugaron honestamente, y las noticias del miedo y la
incertidumbre aún pueblan portadas y nuestros celulares. Se fragmentó más la
sociedad con argumentos (si se les puede llamar como tales) racistas y
clasistas de ambos lados. Los resultados dieron pie a situaciones cada vez más
cuestionables y tomaron un cariz bastante peligroso, violento bajo el manto de
la palabra fraude. Los ataques iban y venían: ambos aglutinaron diversos
partidos y personajes para hacer campaña de mutuo desprestigio. La reaparición
interesante de Montesinos y el respaldo de la comunidad internacional a los
resultados dieron un giro con la situación de Keiko. El escenario ahora es otro
y los apoyos “incondicionales” toman otro rumbo. Lo que podría haber sido una
posibilidad de triunfo para ella se cierra y sus antiguos socios “zafan cuerpo”.
Tras últimos papelones internacionales, alea jacta est.
Por otro lado, Cerrón, reo fundador del partido ganador, busca un espacio posible para legitimarse. A cerrarle puertas. Político peligroso y corrupto, comportamiento de cabecilla. Al final, insólita verdad de nuestra vida pública: ambos líderes y muchos seguidores de los partidos finalistas quizás tengan un punto de confluencia: la cárcel. Ironías de nuestra increíble política. Así, Keiko y Cerrón verían toda ceremonia política futura desde los barrotes de una prisión. Simpático escenario.
domingo, 30 de mayo de 2021
UNA FINAL TENEBROSA, ¿VALE TODO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE MAYO)
El viernes pasé mi primera vacuna. De manera ordenada y con poca gente, íbamos avanzando para ser inoculados; había pocas personas y pregunté a una doctora que nos atendió por qué había poca gente; ella nos comentó, apesadumbrada, que muchos ciudadanos no quieren vacunarse por temor a los efectos que estas puedan causar según habían oído. Cuando me comentaba eso, recordé ese programa en el que un periodista y un médico generaron tal desasosiego y dudas entre tantas personas mayores. El miedo funcionó; muchos compatriotas quizás hubieran podido evitar enfermarse e, incluso, salvar sus vidas; ese par de personajes siniestros sigue sus vidas sin remordimiento.
Sabemos que en toda campaña
electoral la verdad es la primera sacrificada en estas contiendas. La invención
o tergiversación de hechos personales, familiares o partidarios pasan por los
comentarios escritos u orales entre la gente; eso es lo usual. Lo malo es
cuando ya pasa a publicaciones reconocidas con sesgo tendencioso. El problema
se agrava cuando la manipulación de datos cruentos oculta la verdad en desmedro
de identificar y analizar el problema más profundo: narcotráfico; además, causa
un profundo agravio, como es en este caso, contra los familiares de las víctimas,
así como la grave situación en la que se deja a las personas comprometidas en
la investigación (jueces y otras autoridades): todo esto confluye en el
luctuoso evento acaecido en una pequeña localidad de la convulsa zona del VRAE.
Extrañamente, la difusión de este hecho no fue por canales oficiales y su
manipulación ha dejado desconcertada a mucha de la opinión pública que trata de
no contaminarse de la locura mediática de estos días. En vez de abordar ese
complejo tema que corroe la sociedad, los grandes medios de comunicación están
optando por realizar campaña con un descarado y escandaloso manejo subjetivo de
la información. Es sabido que nuestros medios informativos no son un dechado de
profesionalismo periodístico imparcial, pero un poco de decoro sería bueno para
evitar tocar fondo. La semana que resta será campo minado en el que la mentira
y medias verdades relucirán de diferentes formas, más de un bando que de otro,
obviamente. De uno solo escucharemos y leeremos sus propuestas; del otro, sus
“maldades”. Después de haber escuchado las insólitas preguntas que le hicieron
algunos reporteros a Richard Webb sobre su identidad y la temática que iban a
abordar, uno se pone a pensar en manos de quiénes está la información que nos
debe de llegar en momentos cruciales. Panorama incierto por venir.
PD. Juan Manuel Ochoa, Jaguar en el imaginario popular, ha muerto. Conversamos largo y tendido en su visita durante nuestra segunda versión del Festival de Cine Peruano de Trujillo. Hablamos de amigos comunes, cine y algunos proyectos que quería desarrollar en nuestra ciudad. Murió como ese villano entrañable que tenemos en nosotros: luchar por uno mismo. Buen viaje.
domingo, 28 de febrero de 2021
MARCANDO LÍMITES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 28 FEBRERO)
En 1988, por razones de trabajo, fui a Israel por casi cinco meses. Durante mi permanencia pude constatar muchas cosas que, por la rutina y la costumbre, no puedes apreciar en su real dimensión. El nuevo gobierno de ese entonces estaba en una encrucijada: con el fin de lograr mayoría en el congreso, el partido gubernamental se había aliado con un partido de extrema derecha religioso; obviamente, esta alianza no era gratuita, pues el partido religioso comenzó a plantear ciertas exigencias que podían modificar la vida de todos los ciudadanos israelíes, judíos o no (hay un buen grupo cristiano de origen palestino, drusos y musulmanes). Restringir toda actividad por shabbat (sábado), que empieza desde el viernes al salir la primera estrella (calendario lunar). No abrir restaurantes o cualquier otra actividad nocturna. Cancelar todos los vuelos de la línea aérea israelí ese día e, incluso, limitar los vuelos desde y hacia Israel ese día de las demás empresas. El pedido generó un debate nacional y puso al gobierno en crisis. Paso a paso, con gabinetes censurados y otros tipos de concesiones, estos pedidos no prosperaron mucho. Muchos de los votantes del gobierno de entonces se sentían decepcionados ante el retroceso logrado en esta sociedad conocida por su secularidad.
En el 2019, durante la visita
del Sr. Galai Ahmed, premio Nobel de la Paz de 2015, a la Feria Internacional
del Libro en Nuevo Chimbote, en su conferencia magistral, un joven de la
comunidad LGTB le preguntó sobre la situación de la mujer y de los integrantes
de dicha comunidad en una sociedad de mayoría musulmana. Le respondió que el esfuerzo
del grupo de ciudadanos líderes del proyecto es el de preservar el sentido
secular del movimiento, posición aceptada por los integristas religiosos que
conforman esta asociación de ciudadanos deseosos de cambiar la realidad
política de su país. El panorama era crítico y pudo haber devenido en una
espiral de violencia como sucedió con otras naciones durante la famosa
Primavera Árabe del 2013. Lo sucedido en Libia o Siria, o el ascenso del
fundamentalismo religioso en Egipto que terminó en golpe de estado son algunas
de las dramáticas situaciones surgidas por este movimiento que se originó,
precisamente, en Túnez, lugar de origen del Sr. Ahmed. Musulmán él, reiteró el
éxito de este movimiento al espíritu secular e integrador que surgió de todos
los ciudadanos simpatizantes del movimiento.
Quizás, tras este artículo, algunos amigos o conocidos no me dirijan más la palabra. Pero, la necesidad de hallar más puntos en común en un país desarticulado y confrontado no pasa necesariamente por la religión. Los principios se basan en dogmas que sustentan su teleología. Los fundamentalismos son un peligro latente social, tal como lo hemos visto con los grupos que apoyaron a Trump y Bolsonaro. La idea es poder sumar no imponer; además, el actuar de manera proselitista genera divisiones y segregaciones, las cuales debemos de evitar. La fe mueve montañas; pero la razón también.
domingo, 31 de enero de 2021
DESCONCERTADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 31 DE ENERO)
Nuevo confinamiento en varias partes del país. Muchas actividades se verán afectadas en su regular funcionamiento, pero la expansión del virus es evidente y el sistema hospitalario se encuentra colapsado en muchas regiones del país. Algunas suposiciones lanzadas durante la primera ola como la famosa inmunidad de rebaño no son verdaderas y esas falsas expectativas causaron la tragedia que vive Manaos y es una amenaza latente en las ciudades amazónicas.
Pero hay otras pandemias tan
terribles como la que se vive a nivel mundial. Es la de proliferación de las
noticias falsas, incluso en medios de comunicación supuestamente formales; y
los hechos y promesas incoherentes que estamos viendo en esta campaña electoral;
siembran dudas en un electorado que decidirá su voto delante de las urnas. En
nuestra Región, la visita proselitista de César Acuña ha dado claro mensajes de
lo que se le viene: CAP recibió sanciones por haber convocado mítines públicos
en Lambayeque y el abucheo de personas que le enrostraban su apoyo al fallido
golpe de estado de noviembre; también su falta de compromiso con la Región que
le dio el espaldarazo para sus ambiciones. CAP fue, además, bastante artero en
las declaraciones hechas sobre sus ex hombres de confianza: ha marcado
distancia de su enfant terrible, Luis Valdez Farías, y de Daniel Marcelo. Su
posición con este último raya con la traición; su hombre clave, su adalid para
la recuperación de la alcaldía municipal, ha recibido las espaldas olímpicas de
su otrora líder. APP parece una olla de grillos entre hombres de Marcelo, Ruiz
(no muy querido en círculos apepistas antiguos) y Llempén. A uno le cabe la
pregunta: ¿está CAP liderando su partido? La propuesta trasnochada, por
ejemplo, de Carmen Omonte y la posterior enmienda de CAP sobre su proyecto de
ley de manejo de las AFP nos siembran dudas de cómo se está manejando este
partido que “asiló” a personajes tan cuestionados como César Villanueva.
Benicio Ríos o Edwin Donayre. Para colmo, su candidata por Puno, Yeni Quispe, es
acusada de transportar un alijo de cocaína. Nos recuerda otro vientre de
alquiler: Fuerza Popular. KFF dice que aplicará mano dura una vez electa: la
pregunta es si se refiere a la paz de los cementerios, actividad muy conocida
en por su reo padre. O las actitudes preocupantes de Rafael López de casi
convocar a la desobediencia civil como el dar entrevistas sin mascarilla. Hasta
la fecha no hay ninguna entrevista en la que se pregunte a los candidatos por
planes de emergencia sanitaria, salvo la lamentable intervención de De Soto.
Pareciera que esta realidad apabullante solo se arreglará con la llegada de las
vacunas. ¿Sólo?
Y comunicaciones: la
declaración de Butters en Willax sí es una falta reñida con la ética y la salud
social. El mostrar un documento después desmentido por el laboratorio
involucrado sigue dañando la credibilidad profesional del periodismo. ¿Hubo
algún pronunciamiento al respecto?
domingo, 22 de noviembre de 2020
TERRUQUEO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE NOVIEMBRE)
Para empezar este artículo, tomo prestado un pequeño extracto del ensayo “Estética de la derecha peruana: una breve indagación sobre sus formas” de Mijail Mitrovic: “[..] El fujimorismo en el poder apostó por la cultura de masas como mecanismo de dominación y en ella la imagen documental operaba de dos modos: por un lado, atiborraba la prensa chicha del mórbido realismo de la catástrofe y el crimen, mientras la cuidadosa puesta en escena de las capturas de líderes de Sendero y el MRTA apuntaba no tanto a la lucha contra la subversión sino a desalentar cualquier disenso mediante el estigma del terruqueo [..]”. El resaltado y subrayado son míos.
Tenemos un nuevo presidente. Uno
nuevo surgido en el marco de una ola de descontento contra la clase política
vergonzosa y descarada. Los que recordamos los años 80 desde inicios de las
acciones sangrientas de SL, los gobiernos de entonces no fueron capaces de
enfrentar el crecimiento de este cáncer que prosperó por incapacidad de no ver
al monstruo que tenían delante de sí, por el crecimiento de una galopante
corrupción, una inflación desastrosa, escasez e ingobernabilidad como lo fue el
primer gobierno de Alan García. Los entonces partidos de izquierda, corroídos
por la inacción y el avance senderista abrumador, no trazaron una frontera con
los movimientos terroristas, salvo excepciones. El ascenso de Fujimori fue
acompañado de un aparato mediático que aplastaba sistemáticamente a opositores
sociales y políticos de manera escandalosa. Así surgió el término terruco y sus diversas variables como "terruqueo" o “terruquear”. Esta palabra sirvió para encasillar, como una
suerte de cajón de sastre, toda acción que implicaba reclamos por trasgresión
de los derechos sociales y humanos. Ejemplos sobran. Cualquier resquicio de
malestar contra el régimen o contra el modelo y las personas que sustentaban
ciegamente al gobierno de turno, era acallado no solo a través de los medios,
sino por la sociedad misma que vio con temor un posible rebrote de SL o
cualquier variante de terrorismo. Tres generaciones de peruanos hemos crecido y
reaccionado con el prejuicio que estigmatizaba personas y acciones. Esto
también, en cierta manera, desalentó a muchas personas que querían hacer
política, pues el fujimorato desmanteló toda forma de institucionalidad
política: los Vladiveos son las más claras evidencias de ello. Prensa,
farándula y algunos partidos políticos eran ignominiosos vasallos de una campaña
escandalosa. Pero el daño causado en la sociedad aún persiste en las
percepciones de la gente. Son respuestas automáticas, aprendidas por el
sonsonete reiterado no solo en esa década, sino en los gobiernos siguientes.
Una extensión a estas palabras es “caviar”, dada a aquellas personas que, pese
a su condición socioeconómica, se adhieren a reclamos sociales justos.
La gente - los “terrucos” - salió
a la calle a protestar. Una barrera ha comenzado a caer. Es tiempo de
desaprender prejuicios y poner las cosas en orden.
domingo, 8 de noviembre de 2020
DESBARAJUSTE GRINGO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 08 NOVIEMBRE)
¡Vaya elecciones norteamericanas! Imbuidas en la pandemia, la fuerte crisis económica, los miedos a cualquier cosa o acción que evoque a un hipotético socialismo y la marcada influencia tendenciosa de una cultura que vive de las encuestas; la semana que pasó ha sacado varios y diversos demonios norteamericanos que están mostrando profundas y preocupantes brechas no solo en lo económico, sino en lo social y cultural, brechas que repercuten en la vida política de ese país. Al terminar de redactar este artículo la balanza se inclinó a favor de Joe Biden, quien será el inquilino de la Casa Blanca, en su calidad del cuadragésimo sexto presidente de esa nación. Sin embargo, hay nubarrones en el panorama.
La figura polémica de Donald
Trump desata fuertes pasiones. Hemos visto por diversos medios las reacciones
de muchos adeptos y correligionarios con actitudes desafiantes y autoritarias
que han generado profundas grietas en el tejido social norteamericano; también
hemos visto las reacciones de diversas comunidades, personalidades y
movimientos contrarios a este presidente por las numerosas declaraciones,
actitudes y desplantes que lo han caracterizado desde su campaña electoral
hasta su periodo presidencial que culminará el próximo enero. Previas a las
elecciones que lo enfrentaron a Hillary Clinton, sus declaraciones racistas,
sexistas, xenófobas y bravuconas eran aplaudidas por aquellos que miraban en él
las posibilidades de volver a hacer a “América grande otra vez”. En su política
exterior tendió a aislar a los Estados Unidos ante una posición que no dejaba
de tener cierta razón desde el punto de vista de un inversionista; sin embargo, en las relaciones internacionales, aunque tengan mucho de ese trasfondo, las cosas
no se mueven necesariamente así. Además, la errática visión pragmática frente
al caso de coronavirus ha tenido consecuencias nada positivas, como le pasó a
la suerte de adlátere que es Jair Bolsonaro. Sus políticas económicas por
encima de las de salud llevaron a sus países a una expansión de la epidemia a
niveles insospechados y, con el agravante de una segunda ola devastadora que
está generando mucha zozobra. La pandemia hizo que millones de estadounidenses
hayan emitido su voto por correo, acción que ha sido cuestionada por Trump al
decir que hay claras evidencias de fraude y que, a la larga, esos votos han
decidido la suerte del ahora virtual presidente norteamericano. Trump y sus
seguidores han actuado erráticamente y dejan mucho por desear: desde la
autoproclamación de su reelección, desconocimiento del voto electoral y el no
reconocimiento de estas elecciones. Esta actitud nos hace recordar las últimas
elecciones en las que Keiko Fujimori nunca reconoció el triunfo de su
contrincante y dio la consigna de boicotear al Poder Ejecutivo desde cualquier
frente con el avieso Congreso que terminó por ser clausurado. ¿Biden y América
Latina? Muchos apuntan que nada cambiará. Veremos.
domingo, 20 de septiembre de 2020
CULTURA, PESE A TODO
6 meses de pandemia declarada en nuestro país. Crisis sanitaria y caos económico a consecuencia de las medidas de aislamiento obligatorio para la mayoría de la población peruana. Medidas estrictas que afectaron a todos los sectores de nuestra sociedad que comenzó a buscar formas de cómo salir adelante. Ayudas más, ayudas menos del aparato estatal no ha sido suficiente para paliar la crisis de muchos hogares que súbitamente vieron sus ingresos recortados o sus trabajos cancelados. Como en todo el mundo, hombres y mujeres comenzaron a buscar nuevas propuestas para poder paliar en algo esta hecatombe.
En medio de esta desgracia
surgen algunas respuestas que, obviamente, no deben de ser pasajeras. La
informalidad y el trabajo individual han sido los primeros estilos laborales
que han entrado en total crisis. El surgimiento del espíritu gremial y la
efectividad de este han sido casi una respuesta automática no solo en el mundo
artístico, sino en otros campos laborales. Estos sistemas, de pronto, se han
visto como un modo efectivo tanto de protección, seguridad y proyección que
puede permitir a artistas, artesanos y otras profesiones poder plantear
respuestas y suplir carencias que no se hallan en otros sistemas, el estatal
incluido. Las asociaciones y gremios existentes han sido expuestos de manera
activa y están funcionando como puentes entre entidades de apoyo y sus
asociados. Además, la necesidad de trabajar de manera sinérgica y colaborativa
es otra modalidad que debe de ir incorporándose en las estrategias que queramos
desarrollar en el futuro. Es por eso por lo que, mientras el mundo político
vive lamentables realidades circenses absurdas que ofenden a la sociedad
peruana (lo que hemos visto esta semana es una muestra de ello), artistas y
gestores culturales se han movilizado para dar respuestas no solo para ellos
mismos, sino a la sociedad en su conjunto. Se espera que los puentes tendidos
con el MINCUL sean efectivos para las personas involucradas; pero estas últimas
han seguido en la búsqueda de más opciones con otros sectores para generar más
oportunidades. Alianzas y nuevos espacios han comenzado a surgir que puedan
idear proyectos que involucren al mayor número de artistas. Pero, también es
necesario que todo esto se difunda con el fin de que esas propuestas múltiples
se conviertan en potenciales servicios de sectores vitales de nuestra sociedad
como lo son la Educación y la Salud por el momento. El arte es potente paliativo
para miles de peruanos que viven bajo un estrés sin igual. Algunas empresas
privadas se suman tímidamente a estas causas que, son a la larga, soluciones
que estarán en la recordación de muchas personas. Se las identificará como
solidarias en momentos tensos que nos tocó vivir.
Festivales, conciertos y
performances llenan las pantallas y escenarios nuevos surgen. Contra todo
pronóstico, la cultura sigue viva y hay que apoyar toda iniciativa por el
bienestar común.
domingo, 30 de agosto de 2020
PELIGRO: POPULISMO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE AGOSTO)
2021: elecciones presidenciales y generales para un nuevo periodo en el Bicentenario de nuestra independencia política. Un nuevo escenario político que comienza a regir sobre las nuevas decisiones y cambios en lo que resta del periodo del actuar poder político. En otras palabras: ya empezó la campaña electoral, comienza el populismo en acción.
El populismo no es una
modalidad política muy antigua; aparece a fines del siglo XIX y, desde
entonces, trata de fagocitar las democracias formales débiles y bajo una
presión social y económica fuerte para existir. Sin embargo, el populista
desprecia la democracia como forma de gobierno, pese a que utiliza todas las
reglas del juego de aquel sistema para catapultarse al poder. Es la forma cómo
se legitima ante la sociedad interna y externa de una nación; por eso, los
dictadores no caben en esta categoría. Los populistas han convertido la
política en un circo, puesto que en los últimos años han recurrido a las formas
populares, incluso las más ramplonas, para atraer a su público objetivo.
Necesitan de las masas para vivir, les succionan la mente y tratan de
comportarse como ellos: por eso, los mítines son espacios para vedettes,
futbolistas o grupos de música chicha, en el caso peruano. Mucha gente confunde
al populista con un izquierdista: aunque dice preocuparse por el pueblo, es una
posición ideológica totalmente opuesta al comunismo; es más, es un zafarrancho
de ideas adecuadas a la coyuntura, como una suerte de ameba social que aparenta
compromiso y sensibilidad social. En la historia los más grandes populistas,
Mussolini y Hitler, fueron enemigos acérrimos de movimientos sociales pese a
que sus partidos se decían llamar socialistas. Sus estrategias de movilización
social, eso sí, fueron empleadas por las extremas derechas que los utilizaron
como tapón. En nuestro país, tal como se ha descrito líneas arriba, hemos
tenido muchos gobernantes de ese talante, con matices en sus perfiles que
terminan fascinando no solo a una población desesperada de legitimidad y atención,
sino por intelectuales y personas con formación personal relevante. Fujimori,
por ejemplo, tuvo a varias personalidades académicas que justificaron sus
atropellos contra DDHH o los opositores de su régimen, el que iba cayendo cada
vez más en la corrupción. Son personas que buscan el reconocimiento de su labor y,
al igual que el corrupto, justifican sus actos como una acción justa hacia el
pueblo, que lo aclama y se admira de sus hechos, pese a que estos son obligaciones
que le corresponden a su función.
En los próximos meses, veremos
atentamente cómo ideas desfachatadas surgen en el marco de esta situación
extrema de una sociedad golpeada en su economía y en su sanidad. Campo ideal
para un oportunista avezado como lo es cualquier populista. Así, jugando con la
necesidad de una masa electoral enceguecida y enfurecida, esta pueda poner en
el sillón presidencial el pináculo de su desgracia.
domingo, 9 de agosto de 2020
EN EL LIMBO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE AGOSTO)
Cierta vez un amigo extranjero comentaba que en el Perú era muy difícil aburrirse, pues siempre había alguna novedad que te sacaba de cuadro y rompía los esquemas cotidianos. Después de Fiestas Patrias, hemos tenido incrementos alarmantes de contagio y muertes, y pedidos desesperados para implementar medidas caprichosas, como la de Christian Rosas de volver a abrir las iglesias en plena expansión de la pandemia.
Martes 04. El entonces
flamante (ahora extinto) Gabinete presidido por Pedro Cateriano fue al Congreso
de la República a presentar su plan y solicitar a este el voto de confianza
para empezar a trabajar. Desde que inició sus funciones, el parlamento no ha
dejado de sorprendernos: el tratamiento de la inmunidad creó el primer choque
no solo con el ejecutivo, sino con la ciudadanía en general. Medidas más,
medidas menos; el Congreso seguía su camino desconcertante contra una población
urgida de planes concretos y necesitada de recursos para mitigar su situación.
Pedidos como el sesionar en Arequipa desconcertaban a la opinión pública. Por
otro lado, la conformación del gabinete Cateriano con algunas personas de
dudosa capacidad de gestión encendió la pradera. Un ministro de trabajo
cuestionado y encubierto por el ex Premier fue comidilla de la opinión pública.
La presentación de Pedro Cateriano no satisfizo a varias personas que no ven
con buenos ojos, por ejemplo, la minería como el motor económico de una nación
en la que ha visto desarrollar otras actividades vitales como la agricultura; el
voto en contra de los congresistas del FREPAP y de izquierda era de esperarse;
pero las otras votaciones sí fueron bastante sorpresivas en un principio; pero,
a medida que se van desenredando los hilos turbios, todo va encajando en un
engranaje tenebroso. Este Congreso, sabedor del hecho de la imposibilidad de su
disolución, ha comenzado a mostrar la cara y su urgencia de no perder tiempo
para lograr objetivos contrarios al bien común e interés nacional: la primera
muestra la dieron cuando en el mes de julio se interpeló al Ministro de
Educación. La intención es desmantelar el sistema de acreditación universitario,
pesadilla para muchas universidades surgidas en los 90, que han resultado ser
toda una estafa a miles de estudiantes por la calidad de enseñanza impartida.
Para nadie es un secreto el hecho de que muchos partidos han surgido en torno a
una universidad o clan universitario. Los procesos de acreditación han develado
errores, faltas e incumplimientos básicos; y aún restan todavía. El negociado
que involucra a partidos como APP, y su abstención, o Podemos han generado desconcierto
en la sociedad peruana. Y otro partido que desluce cada vez más es Acción
Popular, que ha resultado ser una suerte de refugio de personajes
cuestionables, como antes lo solía ser FP. Una vez más ponemos en duda la
naturaleza de los partidos políticos, creados más por intereses personales que
el de buscar el bien común.