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Trujillo, La Libertad, Peru
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domingo, 9 de junio de 2019

BAJEZAS DEL SEGUNDO ROUND (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 09 DE JUNIO)


La semana pasada ha sido el escenario de hechos lamentables, pero aleccionadores de la sociedad peruana. Son radiografías de nuestro país que pueden reducirse en dos sustantivos: racismo y cinismo.
Las declaraciones de Carlos Bruce sobre el presidente Martín Vizcarra han sido por demás ofensivas y discriminatorias, reflejo de una percepción de muchos peruanos que, con estas sentencias encubiertas de racismo, nos estamos viendo a nosotros mismos. Esos filtros sociales, lingüísticos y culturales son moldes que sirven no solo para retratar al otro, sino a sí mismo. Es la aceptación que se tiene la sociedad peruana para la construcción de sus interrelaciones sociales, económicas y políticas. El ideario que se tiene de la capital justifica que, incluso, empresas u otras instituciones creativas y exitosas creadas en diversas provincias de nuestro país tengan por meta el sueño del provinciano: conquistar la capital. Y ceñirse a sus reglas. La historia de las provincias peruanas lo demuestra; empresas terminan mudándose con sus directorios a la gran capital. Universidades de modelo empresarial han seguido este modelo y han terminado adecuando, incluso, sus niveles de logro de acuerdo a niveles capitalinos: una forma silenciosa del debilitamiento del desarrollo académico e intelectual de cualquier zona de nuestro vasto territorio en un pro capitalino. Es una justificación aceptada por todas las partes involucradas, en las que un provinciano se le puede permitir participar en ligas mayores, como lo dijo exabrupto el nombrado congresista. A diferencia de otros países vecinos, como Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia, incluso Chile; nuestro país mantiene un modelo de centralismo en todas sus formas y somos sus ciudadanos quienes alimentamos esta visión. Las mismas noticias hacia el exterior lo sintetizan todo: cuando se habla de construcciones o proyectos que muestran el desarrollo de infraestructura de nuestro país, de cada 10 de ellos, 7 u 8 corresponde a aéreas metropolitanas limeñas. Quizá esto permita entender el porqué del lento avance de la Autopista del Sol a diferencia de los avances del metro u otras soluciones viales de Lima metropolitana. Cuestión de prioridades con pago electoral.
Por otro lado, el cinismo evidenciado por varios congresistas de la República en cuanto a la Cuestión de Confianza raya con el escándalo. Varios de ellos tomaron una posición abiertamente contraria. En la abierta campaña contra este, las posiciones de varios congresistas nos daban la certeza de su voto. Pero nuestro país está lleno de sorpresas. Los votos de Luz Salgado, Carlos Tubino y Karina Beteta a favor del sí, y la ausencia (habitual en él, pese a todo) de Mauricio Mulder; estarán dejando con un fuerte sinsabor a sus compañeros de bancada. La diferencia de votos marca una brecha grande que puede tener muchas lecturas. Pero la percepción ciudadana tiene la suya: personas que no quieren perder privilegios 

domingo, 2 de junio de 2019

SISMOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 02 DE JUNIO)

Dos sismos han azotado a la sociedad peruana. Uno físico, geográfico; el otro, sociopolítico.
El domingo 26 de mayo a las 2:41 a.m. una vasta extensión del territorio peruano fue sacudida por un violento movimiento de 8 grados, según escala Richter. Un verdadero terremoto que ha golpeado la selva peruana que, aunque no muy poblada, ha generado severos daños en la infraestructura vial de la zona y algunas regiones de nuestra sierra (Cajamarca), así como algunas ciudades; por ejemplo, Yurimaguas. Fue muy extenso, pues asustó a mucha gente en Ecuador y activó alarmas en Bogotá, Colombia.  A menos de una semana del fuerte movimiento, el viernes 31 de mayo, los peruanos conmemoramos ya 49 años de la tragedia de Ancash. Aunque residente en ese entonces en Arequipa, este fuerte movimiento lo fui conociendo cada vez más por los limitados medios de comunicación de entonces: nada de comunicación en tiempo real, solo periódicos, la radio y las noticias en diferido de la TV. Sin embargo, la tragedia de Ancash nos golpeó como sociedad, su economía, su tejido social. 70 mil muertos, medio millón de damnificados y millones en pérdidas materiales. Terminé de conocer la tragedia cuando conocí a una señora que fue uno de los niños sobrevivientes de la tragedia de Yungay y cuando fui por primera vez, en 1985, a Yungay. Pese a todo, la zona fue rápidamente atendida e, incluso, hubo voluntarios soviéticos que dieron sus vidas al caer su avión al mar. Tal tragedia debería ser una referencia para los jóvenes y niños para quienes este luctuoso suceso es un hecho más perdido en la confusa historia que aprenden; quizás este desconocimiento sea el motivo de la poca seriedad con la que los alumnos de colegios y universidades participan, de manera casi festiva, en un simulacro. Además, el marco de referencia para todo tipo de construcción que se hace en nuestras zonas, habida cuenta de que vivimos aún un boom en la edificación privada y pública. El terremoto de Pisco del 2007, pese a la ineficiencia del gobierno de turno, debió de haber regulado esto con severidad. Creo que un sismo real en nuestras ciudades nos mostrará si se tomaron dichas medidas. Dura experiencia nos espera.
El segundo sismo es político y social. Es una réplica de un hecho generado en el inefable Congreso de la República: el rechazo a la destitución e inhabilitación del Fiscal Supremo, Pedro Chávarry. Este cuestionado personaje ha sido blindado. La reacción de la ciudadanía fue severa y empujó al Poder Ejecutivo y la Presidencia a solicitar la segunda Cuestión de Confianza. Esta acción, según la Constitución, tiene dos salidas: la aceptación de la misma y todo lo que viene con ella (las exigencias del Referéndum sin atenuantes) o el cierre de este. La impopularidad de muchos congresistas no les ha ayudado a poder justificar observaciones correctas, que se desdibujan por los atropellos cometidos por ellos.
Las ondas expansivas de ambos hechos siguen extendiéndose.