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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 20 de noviembre de 2022

INSEGURIDAD E IRRESPONSABILIDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE)


Cerramos una semana tensa y con hechos luctuosos. Mientras la inefable clase política (ejecutivo, legislativo e, incluso, el Poder Judicial) hace tontería y media cada vez mostrando la incapacidad y cinismo que los caracterizan, dos accidentes lamentables, signados por la irresponsabilidad, enlutan hogares y acrecientan el sentimiento de inseguridad en nuestra sociedad.

El accidente de la empresa EMTRAFESA segó la vida de trece personas, aunque todavía las cifras son inciertas en el momento que escribo este texto. Una volcadura que pudo evitarse si se hubiera actuado con prudencia y dentro de las normas que deben de regir esta actividad: se habla de la inexperiencia del conductor, del sistema de construcción de una eternamente inacabada Autopista del Sol, del escaso control de la SUTRAN. De haberse cumplido con todos los protocolos, este lamentable accidente se hubiera evitado: un chofer nuevo asesorado por uno de experiencia, el conocimiento del uso adecuado de un óvalo y el uso consciente de todo ciudadano del cinturón de seguridad. Todo indica que la empresa envió a una persona novata que ahora arrastrará en su conciencia la muerte de numerosos pasajeros; que hubo y hay un verdadero desconocimiento sobre el uso de óvalos y rotondas; y que la mayoría de ciudadanos no cumple con las medidas de seguridad como el uso del cinturón. Muchos foráneos ven con asombro nuestro modo de conducir y el total desconocimiento de reglas básicas de tránsito, tanto del sector público como privado. Alguna vez escuché a un dirigente de transporte público que no encontraba sentido del uso de una rotonda u óvalo. Desde este punto ya comenzamos mal. Ante una forma tan agresiva e individualista de los conductores de todo tipo de vehículo, no es extraño que haya graves desastres como el que acaba de suceder.

El segundo accidente pone muchos elementos en entredicho. El fatal hecho que causó la muerte lamentable de dos bomberos y tres en estado grave surge del problema de comunicación en un aeropuerto que se jacta de ser uno de los mejores de Sudamérica. Y el desenlace pudo haber sido más grave de haberse incendiado el avión que trataba de decolar lleno de pasajeros. El incidente también ha desnudado el problema de un país excesivamente centralista. Cerrado el aeropuerto internacional, comenzó el drama para miles de personas que salían o entraban a Lima desde el interior o exterior del país. Un caos total. Es el pago que tenemos por haber permitido que todo sea priorizado en la capital (como el famoso puerto de Chancay, el futuro nudo portuario cercano a Lima). Una situación crítica para la seguridad y continuidad del resto de nuestra nación. Por ejemplo, ayer Trujillo prácticamente quedó incomunicada con el resto del mundo, salvo los vuelos hacia a otras latitudes como Arequipa o Santiago de Chile, que son poco frecuentes. ¿De haber habido una catástrofe de mayor magnitud, nuestro país paralizaría?


domingo, 5 de junio de 2022

¿CULTURA DE LA PREVENCIÓN? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 05 DE JUNIO)

 



El reciente 31 de mayo conmemoramos 52 años de un violento sismo que asoló muchas partes del Norte peruano, sobre todo Áncash. Participé en el simulacro anunciado en el colegio que estoy trabajando y, pese al escepticismo y poca seriedad de algunos, fue muy bueno en cuanto a los protocolos, el desplazamiento y a las acciones hechas por diversas personas que tomaron un rol muy activo durante dicho simulacro. Sin embargo, hay muchas cosas pendientes por mejorar como todo proceso que aún no ha pasado la verdadera prueba de fuego: un sismo de 7,8 o más. Trujillo no ha pasado un verdadero sismo como el que arruinó a toda la ciudad (y otras como Zaña y Lambayeque) el 14 de febrero de 1619 como según lo describe Antonio de la Calancha y que casi provocó el desplazamiento de la ciudad a otro espacio más seguro, según Miguel de Feijóo. Hay datos que deben de tomarse en cuenta para tener un hipotético escenario con el fin de poder salvar el mayor número de vidas posibles. Huanchaco tiene 13 metros sobre el nivel del mar (msnm); Buenos Aires de Víctor Larco, 3; Trujillo, 34. Comparemos con la altura de las olas promedio que arrasaron las costas de Japón, 40 metros; Chile en 2010, 10 metros; Indonesia en 2004, 30 metros. Cifras que deben invitar necesariamente a la reflexión de una población bastante desentendida de medidas preventivas como en este caso. Recuerdo que México, en 2017, pocas horas después de haber realizado un simulacro exitoso sufrió un fuerte sismo justo el mismo día que conmemoraban un aniversario más del devastador terremoto de 1985 que mató a miles de mexicanos por los derrumbes de edificios, torres, viviendas e iglesias. Tremenda conmemoración.

Nuestro país y, en especial, nuestra región y ciudad es altamente vulnerable. No sólo los sismos nos lo hacen evidente. Los Niños también nos han mostrado esa realidad con la que tenemos que convivir. Pronto tendremos secuelas más fuertes por el cambio climático, el cual afecta de sobremanera a nuestra nación, señalada como una de las más vulnerables. Hay otra realidad en ciernes: estrés hídrico, ese que ha hecho que algunas grandes ciudades del mundo como El Cairo o El Cabo hayan tenido que tomar medidas drásticas en cuanto al uso del agua. Lima es la tercera ciudad ubicada en una región con escasez de agua; el mapa indica una franja en la que está, irremediablemente, Trujillo (https://www.sostenibilidad.com/agua/ranking-paises-mayor-estres-hidrico/?_adin=02021864894). Los antiguos moche trataban de hallar cierto equilibrio entre esos Niños y la escasez hídrica. ¿Hay planes de contingencia al respecto? Muchas personas están planteando soluciones unilateralmente obviando otras voces y otros factores relevantes para una solución más holística. Desde cómo hacer un plan ordenado de la caótica ciudad que somos hasta dar una propuesta más equilibrada frente a un futuro Niño u otra catástrofe. Soluciones de ahora; grandes problemas del mañana.



domingo, 29 de mayo de 2022

HAMBRES DE NUESTRA SOCIEDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 29 DE MAYO 2022)

 


Situaciones casi apocalípticas se ciernen sobre la humanidad. Secuelas de una pandemia que se resiste a extinguirse y una lejana guerra nos muestran cuán peligrosa puede ser la globalidad en momentos como estos. Miedo por doquier. La información que nos llega por diversos medios de comunicación es cada vez más alarmante y frustrante, puesto que la capacidad de respuesta tanto de la sociedad como la de su dirigencia (gobernantes de todos los niveles) para enfrentar estos problemas no son los esperados y corremos el riesgo de ahondar la gravedad del escenario que se avecina. Un Gobierno a la deriva, un Congreso más preocupado en encubrir sus mañas y actos de corrupción, y todos los partidos políticos preocupados por la campaña electoral del próximo octubre intentando cambiar reglas electorales a su antojo nos dan una idea de cuán “en serio” se están tomando medidas para encarar la crisis en ciernes. La anunciada crisis alimentaria es ya un hecho y el gobierno está más preocupado en pagar favores políticos partidarios con personajes mediocres nada aptos para dar la talla a lo venidero. También están los demás sectores que, obviamente, sacarán réditos de esta coyuntura; ya hemos visto “dignos” ejemplos durante la parte más dura de la pandemia con la brutal especulación que mostraron empresas, entidades y personas. Y no recibieron sanción alguna. Lamentable situación que volverá a ocurrir en contextos como estos en la que los grandes pescadores ganarán a manos llenas. China, el gran motor de la economía mundial y gran consumidor, estará tomando medidas duras para proteger su población y economía. Y esa protección va a tener un costo duro contra las demás economías. Parece ser que estamos entrando en un “sálvese quien pueda” mundial, situación que ya la hemos visto y sufrido con las vacunas. Salud y alimentación, las bases de la existencia humana al límite. Ahora ya no van a ser noticia de algunos países recónditos de África, Nororiente o América Latina, ahora la situación amenaza a países de mejor estatus económico o estratos sociales que usualmente ven esta situación en noticieros.

¿Cómo vamos a enfrentar esta situación en nuestro país, el cual ha visto acentuadas las brechas económicas entre grupos sociales con la pandemia? Ya estamos viviendo una ebullición tan mal manejada y poco comprendida en la que vemos a diversos grupos de poder aferrarse a su statu quo, como lo muestran los esperpentos de congresistas que pululan en el hemiciclo. ¿Tendrán la capacidad de trabajar por el bien común? Repasando algunas noticias del 2020 durante la virulencia mayor de la pandemia, releía una entrevista sobre las consecuencias y oportunidades generadas por esta epidemia de Yuval Noah Harari y su cándida propuesta para que la humanidad pueda salvarse en su conjunto planteando la solidaridad entre naciones y personas. Tras la lectura, sólo me quedaba esbozar una sonrisa francamente irónica al recrear estos dos años de una humanidad “tan solidaria”. Dios nos coja confesados.

domingo, 20 de marzo de 2022

MARZO ¿MES NEFASTO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 20 DE MARZO)

 


Este mes parece signado por grandes desgracias colectivas. En el 2017 una fuerte lluvia dio el inicio de una semana de pesadilla que sumió a la ciudad entera en el caos y la desesperación; en el 2020, el gobierno nos mandó a un aislamiento radical a causa del COVID-19 por crisis sanitaria. 15 de marzo, un deslizamiento de tierra en Retamas, Pataz, la sierra liberteña pone una raya más en la lista de infortunios. Todo en el marco de un conflicto bélico que tiene fuertes repercusiones económicas en nuestra sociedad y el desatino de un TC que abre nuevas heridas sociales en una convulsionada ciudadanía.

Los famosos “castigos divinos” no son más que la evidencia de la incompetencia, corrupción o desidia, tanto de autoridades como de la ciudadanía en general. Aún recuerdo el Niño del 82-83, del 97-98 y el reciente Niño costero del 2017, los que tuvieron los famosos huaicos que asolaron casi los mismos espacios, calles y avenidas de la ciudad. Para el último Niño el gobierno había asignado fondos para la prevención de zonas que iban a ser abatidas. Tras las riadas de esa semana, la famosa prevención quedó en nada. El fenómeno esperado en noviembre del 2016 nos sacudió en marzo del año siguiente. Las zonas asoladas, ya identificadas como zonas de riesgo, volvieron a ser ocupadas y reconstruidas; ya hay pistas, agua y desagüe, sistema eléctrico. Algunos planes de reconstrucción son cuestionables. ¿A esperar que se los lleve el agua otra vez? El COVID derrumbó el sueño de un país pujante por décadas. Dos pilares de su supuesta pujanza fueron bastante relegados: salud y educación. Las brechas abiertas nos desencajaron en todos los aspectos mostrando buenos, pero también viles gestos sociales que vieron en la desgracia una excelente oportunidad de negocio. ¿Habrá cambios para la prevención de una posible nueva catástrofe sanitaria? Lo de Retamas ya linda con la tozudez más precaria: erosión, falta de prevención, informalidad y mucho de criminalidad que también se ha visto en las otras desgracias. Inescrupulosos traficantes de terrenos tienen mucho que ver en el asunto y se coluden con el populismo de autoridades quienes terminan transformando titulaciones en votos. Muchos problemas podrían evitarse si es que el accionar humano fuese el correcto y no confundiéramos perspectivas. La mujer que sobrevivió a una riada de lodo y piedras en Punta Hermosa en el 2017 ocupaba ilegalmente terrenos. Prevención y planificación son palabras postergadas ante la galopante corrupción, populismo, angurria o desprecio por la persona que vemos a diestra y siniestra, no importando el tinte político o el estrato socioeconómico. Así podemos entender el porqué de un accidente en un parque de diversiones, un accidente mortal en una cadena de comida rápida, más de 60 casas dañadas y víctimas mortales en Pataz, los sobrecostos de algunas clínicas o los precios inflados por los balones de oxígeno. Y, por supuesto, “la ira divina nos seguirá castigando, porque así lo dicta el destino”.


domingo, 2 de junio de 2019

SISMOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 02 DE JUNIO)

Dos sismos han azotado a la sociedad peruana. Uno físico, geográfico; el otro, sociopolítico.
El domingo 26 de mayo a las 2:41 a.m. una vasta extensión del territorio peruano fue sacudida por un violento movimiento de 8 grados, según escala Richter. Un verdadero terremoto que ha golpeado la selva peruana que, aunque no muy poblada, ha generado severos daños en la infraestructura vial de la zona y algunas regiones de nuestra sierra (Cajamarca), así como algunas ciudades; por ejemplo, Yurimaguas. Fue muy extenso, pues asustó a mucha gente en Ecuador y activó alarmas en Bogotá, Colombia.  A menos de una semana del fuerte movimiento, el viernes 31 de mayo, los peruanos conmemoramos ya 49 años de la tragedia de Ancash. Aunque residente en ese entonces en Arequipa, este fuerte movimiento lo fui conociendo cada vez más por los limitados medios de comunicación de entonces: nada de comunicación en tiempo real, solo periódicos, la radio y las noticias en diferido de la TV. Sin embargo, la tragedia de Ancash nos golpeó como sociedad, su economía, su tejido social. 70 mil muertos, medio millón de damnificados y millones en pérdidas materiales. Terminé de conocer la tragedia cuando conocí a una señora que fue uno de los niños sobrevivientes de la tragedia de Yungay y cuando fui por primera vez, en 1985, a Yungay. Pese a todo, la zona fue rápidamente atendida e, incluso, hubo voluntarios soviéticos que dieron sus vidas al caer su avión al mar. Tal tragedia debería ser una referencia para los jóvenes y niños para quienes este luctuoso suceso es un hecho más perdido en la confusa historia que aprenden; quizás este desconocimiento sea el motivo de la poca seriedad con la que los alumnos de colegios y universidades participan, de manera casi festiva, en un simulacro. Además, el marco de referencia para todo tipo de construcción que se hace en nuestras zonas, habida cuenta de que vivimos aún un boom en la edificación privada y pública. El terremoto de Pisco del 2007, pese a la ineficiencia del gobierno de turno, debió de haber regulado esto con severidad. Creo que un sismo real en nuestras ciudades nos mostrará si se tomaron dichas medidas. Dura experiencia nos espera.
El segundo sismo es político y social. Es una réplica de un hecho generado en el inefable Congreso de la República: el rechazo a la destitución e inhabilitación del Fiscal Supremo, Pedro Chávarry. Este cuestionado personaje ha sido blindado. La reacción de la ciudadanía fue severa y empujó al Poder Ejecutivo y la Presidencia a solicitar la segunda Cuestión de Confianza. Esta acción, según la Constitución, tiene dos salidas: la aceptación de la misma y todo lo que viene con ella (las exigencias del Referéndum sin atenuantes) o el cierre de este. La impopularidad de muchos congresistas no les ha ayudado a poder justificar observaciones correctas, que se desdibujan por los atropellos cometidos por ellos.
Las ondas expansivas de ambos hechos siguen extendiéndose.