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domingo, 16 de enero de 2022

PUNTOS SOBRE LAS ÍES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE ENERO)

 


“Es Galán y es como un oro/ tiene quebrado el color; / persona de gran valor / tan cristiano como moro; / pues que da y quita el decoro / y quebranta cualquier fuero, / poderoso caballero es don Dinero.” Esta es una estrofa de la letrilla satírica de Francisco de Quevedo en un Siglo de Oro de una España que construía un gigante de pies de barro. Cada estrofa es una muestra de cómo en una sociedad con el oro procedente de las indias, los ricos se hacían más ricos y los nuevos ricos pugnaban por un nuevo estatus y poder. Oro y, luego, dinero son motivaciones para hacer “correr al cojo, convertir al cobarde en guerrero y a sus poseedores en dignidades”. Si esta letrilla no es suficiente para entender el contexto de este breve artículo, hay que darse una vuelta por el tango Cambalache del poeta Enrique Santos Discépolo, escrito en 1934 y censurado por los políticos de entonces (y siempre). En un mundo caótico, hay ganadores por las buenas y, las más de las veces, por las malas.

En un intercambio amical sobre datos históricos hablábamos sobre el famoso incidente del ex playboy de los 50: Mariano Prado Sosa. Hijo de Mariano Prado Heudebert, oligarca de la época y dueño del Banco Popular del Perú y muchos bienes más, Marianito causó un lamentable accidente en Ancón que provocó la muerte de la hija de un político odriísta prominente, Claudio Fernández Concha, en 1956. También, al parecer, causó otro incidente fatal cuando atropelló a un jardinero en su propiedad. Anécdotas de la historia en las cuales el principal actor de los hechos salió indemne. El imperio Prado (dueños de bancos y hasta el Diario La Crónica) contaba de una buena maquinaria en todos los campos, todos. Quizás el libro Historia de la corrupción en el Perú de Alfonso Quiroz sería más sabroso de llenarse de anécdotas con las cuales se ejemplificaría más cómo el uso y abuso del poder teñido de corrupción alcanzan cuotas inimaginables. La “democratización” del acceso al poder ha hecho que los avezados de corbata tuvieran más competencia “en el ramo”. La aparición del narcotráfico, por ejemplo, en las últimas décadas ha hecho que el mapa del poder haya cambiado significativamente. Y también la apertura de muchas actividades, consideradas reservadas o estrictas, ha sido también el campo propicio para otros tipos de poder por otras vías. La sociedad nuestra ha ido permitiendo, tolerando e, incluso, avalando (a través del voto, por ejemplo) toda esta espiral. El dinero compra conciencias: lo hemos visto en muchos campos, incluido el periodismo. Felizmente, hay islas. Lo sucedido recientemente con Paola Ugaz, Pedro Salinas y, en especial, Christopher Acosta es la manifestación de ese poder que necesita acallar verdades que flotan en el ambiente, en los salones y reuniones; estas batallas siguen en pie. Dinero vs. Verdad. 

Interesante: CAP ha hecho con su acción, a la larga, una verdadera campaña exitosa de marketing para el libro de C. Acosta.