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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 24 de octubre de 2021

LA DIFÍCIL DEMOCRACIA ( ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 24 DE OCTUBRE)


 “Evitemos, pues, en tiempos tamaños males, no introduzcamos nosotros mismos el funesto pus, y después de plácidos días, y lisonjeras esperanzas, la noche menos pensada se gangrene el cuerpo”. Este fragmento escrito por José Faustino Sánchez Carrión en su carta fechada el 01 de marzo de 1822 al editor de El Correo mercantil describe los peligros de un gobierno monárquico para el Perú. Este fragmento aparece luego de las violentas acciones históricas vividas, hechas por diversos monarcas ingleses contra la Carta Magna de sus ciudadanos. El Solitario de Sayán sabía de la debilidad de un grupo poderoso de ciudadanos acostumbrados al servilismo, la comodidad y la traición, capaces de defender sus intereses por encima del bien común esgrimiendo perniciosos argumentos disuasivos a una sociedad en formación cívica.

Cuando comenzaba a escribir este artículo, experimenté dos momentos emotivos que le dan mucho sentido a este: una entrevista grabada por parte de un grupo de jóvenes sobre una visión mía del Perú, una proyección feliz de la sociedad peruana; y, por otro lado, el lamentable fallecimiento de Sigisfredo Orbegoso, con quien tuve algunas breves conversaciones e intercambio de opiniones en la virtualidad. En la entrevista, imaginé una sociedad inclusiva, tolerante, equitativa, respetuosa de la ley, orgullosa de su pasado; una sociedad confiada en su futuro en el que todos vivamos en armonía con nuestros connacionales y el medio ambiente tan rico y variado que tenemos, ese que debemos de dejar en herencia a los futuros peruanos; una sociedad en la que la ley sea para todos y que la corrupción sea paulatinamente derrotada por la ciudadanía. Pero, de pronto, llega la noticia de la muerte de Don Sigisfredo, imbatible luchador de una justicia social tan dura de lograr y tan difícil de entender. Cientos de miles de peruanos viven excluidos, alejados de una calidad de vida digna, abandonados a su suerte en cuanto a seguridad, salud, educación, justicia. En momentos en que nuestra democracia se ve en riesgo por un débil gobierno carente de liderazgo y un impopular congreso plagado de personajes cuestionables que aspiran a un golpe de estado descarado para acallar los numerosos brotes de corrupción e imponer su voluntad a rajatabla; por todo esto, vuelve a mi memoria las palabras que había escrito el Solitario de Sayán para hacer entender a los incrédulos ciudadanos  de entonces la importancia de la democracia y sus beneficios por los cuales hay que luchar. Doscientos años después, abusando y prostituyendo el verdadero significado de la democracia, vemos que nada o poco se ha aprendido. Así pues, hay un largo y tortuoso camino por delante. Se debería empezar por replantear los llamados partidos políticos, actores principales del modelo democrático. Con lo que vemos diariamente, estos hacen cualquier cosa, menos el principal objetivo: servir a la sociedad para la construcción de su felicidad.

domingo, 30 de abril de 2017

SORPRESAS NON GRATAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 30 ABRIL) INDULTOS Y LLUVIAS

Hace una semana advertía la necesidad de estar atentos ante la desidia que suele envolver a la sociedad peruana frente a diversas situaciones. Dos hechos, una sorpresiva lluvia y una absurda propuesta política, nos invitan a reflexionar al respecto.

La lluvia del jueves por la madrugada despertó del letargo nuestros justificados temores ante la posibilidad de vivir nuevamente esa pesadilla que fue el mes de marzo para el Norte peruano y para nuestra ciudad, en especial. La mañana del jueves nos recordó la amarga experiencia de esa semana que sumió a la ciudad en caos y desesperación de los casi millón de habitantes que viven en Trujillo. A golpes se aprende y la naturaleza nos lo está haciendo recordar con cierta frecuencia. Y vale la pena hacer odiosas comparaciones para que nuestro, muchas veces injustificado, orgullo reaccione positivamente. La misma semana, en nuestro vecino sureño, se produjo un sismo de magnitud 7,1; en un país altamente sísmico como lo es Chile, la cultura cívica demostrada por su población es de resaltar, pues esta ha reaccionado mostrando una educación preventiva y escasa actitud a la especulación. Un violento sismo quizá sea una dura prueba definitiva para la sociedad peruana sobre su cultura cívica, tanto de autoridades como la ciudadanía en general. Los lamentables comportamientos de muchos miembros de nuestra sociedad nos hacen temer una resaca post desastre nada alentadora.


El hecho político surgió del interior del actual gobierno, cuando uno de sus controvertidos integrantes anunció la posibilidad de apoyar el arresto domiciliario del expresidente Alberto Fujimori. Este anuncio es el colofón de una larga semana de disquisiciones que hablan de ciertas debilidades del actual gobierno ante un Congreso movido por la animadversión y condicionamientos desafiantes de muchos de sus integrantes contra la majestad gubernamental. La reacción indignada de gran parte de la sociedad se justifica ante la posibilidad de ceder ante este tipo de extorsiones partidarias que debilitan la sociedad democrática. Esta circunstancia nos debe de hacer recordar a un insigne liberteño, José Faustino Sánchez Carrión, padre de la naciente República peruana. En su actividad epistolar, éste habla sobre la mejor forma de gobierno para nuestro naciente país, la democracia, y advierte sobre los peligros que pueden ir surgiendo contra ella. En una de sus cartas anuncia algunas ideas fácilmente extrapolables temporalmente. Nos alerta sobre “la seducción de los pueblos por el encanto de las palabras con total olvido de las cosas”; el hombre puede ser “cruel e infame” que “sacrificando la causa pública con todo su linaje de intriga y desvergüenza, engrandecimiento personal, prostituye la confianza pública”. Los lamentables ejemplos de nuestros recientes líderes políticos, expresidentes, no hacen más que validar estos duros enunciados, clara advertencia para nuestra democracia. La historia nos sigue enseñando.

jueves, 29 de diciembre de 2016

HUAMACHUCO (WAMACHUKO) AL PASO

Esta corta visita la había planificado con Marco López, gestor de proyectos y actividades educativas y culturales en la ciudad de Huamachuco. Marco es un personaje, quien decidió regresar a su tierra a “hacer patria” luego de un largo peregrinaje fuera del país. Para eso tenía que labrarse un camino para su retorno. En su camino fue hallando otras personas como la gente del Instituto de Educación Superior Pedagógico Publico José Faustino Sánchez Carrión, para poder trabajar con la gente de su tierra natal.  El primer contacto formal lo hicimos en octubre cuando dicté el taller sobre Arte y Educación en la Universidad Católica de Trujillo a invitación de Antonio Ulloa y su proyecto CLIAC (Centro Latinoamericano en Arte y Comunicación). El viaje se vio postergado dos veces y, como siempre, a la tercera se dio la oportunidad.
La visita fue rápida, ya que estaba cerrando año escolar y era necesaria mi presencia para una serie de procesos. Pedí permiso para el lunes 19 para poder hacer el taller por la mañana. Salí el domingo a las 13 horas en un bus de la empresa TUNESA. El bus iba con cierta cantidad de pasajeros y vi algunos extranjeros a quienes pensaba que iban de turismo; todo lo contrario, son voluntarios que trabajan para diversos proyectos en Huamachuco o alrededores. Llegué un poco tarde, ya que el bus se detenía en muchos lugares, fuera de que llovía. Recuerdo que una vez viajé allí en enero y el tiempo era lluvioso y cargado de niebla. Me vino a la memoria ese viaje. Fui con ropa y pijamas gruesas. Marco me estaba esperando con Walter Iparraguirre, con quien íbamos a tener buenas charlas. Me instalaron en un hotel céntrico en plena Plaza de Armas, la cual están remodelando. Me vinieron a ver a las 7:30 pm para cenar algo. Hicimos las coordinaciones respectivas para la actividad del día siguiente y me fui a dormir temprano. Antes me dediqué a una buena lectura sobre las entrevistas hechas a MVLL. Bastante interesante.
Al día siguiente, nos íbamos a reunir a las 7:30 am. Como hábito, siempre despierto a las 5:30 am, así que seguí leyendo algo y luego me tomé un buen duchazo. Ya listo, tomé mi cámara y tomé algunas fotos al hotel. Marco llegó puntualmente a la cita pactada y me comentó que íbamos a tomar un buen desayuno en el Instituto a las 8:30. Así que nos fuimos a tomar un emoliente. Como anécdota, después ya en Trujillo, y gracias a una cocinera que es bióloga y su amigo me enteré que, además de linaza, lleva la parte medular del maguey o agave; estaba en la oscuridad culinaria. Este emoliente te levanta el cuerpo y te lo caliente ya que el día estaba frío y húmedo. Amenaza de lluvia. Nos dirigimos a ver una biblioteca que empezó hace un lustro aproximadamente con fondos italianos.




Previamente, visitamos una bella casa frente al Campanario de la catedral, casa que se ha restaurado y que se está implementado como hotel. Sus zaguanes, grandes habitaciones y viejos muebles muestran el pasado de una ciudad orgullosa de su tradición agraria y ganadera. Al llegar a la Municipalidad, Marco me comentó que se logró que la Biblioteca Municipal se desplazase de su lugar original en un segundo piso de la Municipalidad a un nuevo local cerca de la pequeña iglesia altar de San José, que es una obra notable concluida por Florencia de Mora, dama influyente en Trujillo (hasta el nombre de un gran distrito lleva). El campanario de la catedral es interesante, parecido en funciones al de Otuzco. La Catedral es una construcción nueva y me comentaron que se tuvo, a mi modo de ver, la mala decisión de derruir tanto a la catedral como la iglesia que se hallaba casi al costado de ella, la de San Francisco. También fue demolida la construcción original del colegio en el que estudió César Vallejo, Colegio Nacional San Nicolás. Me pregunto cómo hubiese sido en la actualidad todo ese conjunto arquitectónico colonial en nuestros días. Al respecto me contaron algunas bromitas hechas por algunos intelectuales que visitaron esta ciudad en la búsqueda de patrimonio arquitectónico colonial. Después fuimos a ver la biblioteca instalada cerca de la iglesia de San José: bien implementada y con una sección dedicada a toda la publicación hecha en la zona, además de una sección dedicada exclusivamente a José Faustino Sánchez Carrión, hombre ilustre de esta ciudad. Los libros que han recolectado son numerosos y habrá que ver algunas posibilidades de reeditar algunos para el patrimonio cultural y académico de la Región y del país. 






Luego de la visita relámpago, nos dirigimos al Instituto para tomar un opíparo desayuno. Luego al trabajo con los chicos desde las 9 hasta las 12 del día. Luego de ellos, salimos a almorzar algo ligero y de ahí a ver el pequeño Museo Municipal Wamachuko, el cual contiene varias piezas líticas labradas interesantes. Algunos trabajo son primorosos y generan la pregunta de por qué no se continuó con esta tradición de labrar la piedra o cantería. La zona sí mantiene una vieja tradición del tejido, pero queda en el ambiente la extraña ausencia de trabajadores de piedra. Comentaban mis acompañantes que cuando la ciudad comenzó a cambiar y modificó algunas calles, se requirió la mano de obra de canteros y apareció un señor ducho en el arte. Ese señor fue requerido con frecuencia y le fue bien en su trabajo. ¿Se pudo haber abierto un nuevo rubro para la ciudad como lo hace Cajamarca o Arequipa? El tiempo y la osadía de sus habitantes lo dirán.








Tomé mi bus de retorno a Trujillo en la misma empresa, bajo una tupida lluvia. El bus iba hasta Lima. Lo loco de esta última etapa de mi visita iba a ser la penosa: el bus se malogró en el camino; una vez que se puso en marcha, en un badén el bus no podía pasar, pues el espacio-luz del mismo es corto y la bus era demasiado largo para poder pasar cómodamente. Los pasajeros tuvimos que bajar para aligerar peso. Pronto llegó una patrulla de carreteras y una motocicleta de policía, eso me dio un poco de calma; estuvimos en este percance por casi media hora. Ya pasando Shirán, pude contemplar un incendio de maleza (las flamas eran altas) que parece no eran de gran importancia pues no se reportó como incidente noticioso en Trujillo. En fin.