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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 6 de junio de 2021

AGRIETÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 DE JUNIO)


Momento decisivo. El Perú va a las urnas. Tras los resultados de la primera vuelta, la sociedad peruana se ha visto envuelta en uno de los procesos más conflictivos y dolorosos de los que yo recuerde. El lunes 07, Día de la Bandera, dos medios Perú estarán en posiciones encontradas. Ad-portas de nuestro Bicentenario.

Las condiciones para estos enfrentamientos incluso familiares no han sido generadas en estos últimos días; en las últimas elecciones el desarrollo de los medios virtuales de información y comunicación ha permitido la expansión de un uso inadecuado de estos para difundir sentimientos, emociones y posiciones. Adjetivos de todo calibre han circulado por las redes para acallar a la persona que no concordaba con las ideas de uno u otro candidato. Todavía está fresco el recuerdo de los PPKausas que generaron todo un discurso de odio racial y cultural tras la pérdida de su candidato, PPK, en la contienda en la que salió presidente Ollanta Humala. Lejos de haber abordado este sensible tema con el fin de moderar mensajes subjetivos, la técnica ha ido prosperando como lo hemos en las versiones electorales restantes, incluida esta. Esta pesada situación ha ido invadiendo todos los campos de nuestra vida cotidiana; no se ha modulado nuestra comunicación, sino que se ha visto invadida por mensajes amenazantes de uno y de otro lado, forzando a todos a tomar partido por alguno de los candidatos que, a decir verdad, no tuvieron una aceptación política de resaltar. Ha invadido nuestros trabajos, nuestra conversación por chat, las reuniones familiares. Vemos a personajes famosos tomando partido, algunos con posturas humillantes y vergonzosas. Los mismos medios de comunicación, lejos de actuar con neutralidad informativa, han tomado una actitud oprobiosa que ha ahondado más el desasosiego de la sociedad nuestra. Con mensajes nada claros, apuntando a los sentimientos, los medios en general han generado desconcierto y contribuido a una mayor ignorancia cívica, la cual arrastramos por décadas. Muchos de nuestros mensajes fueron construidos por otros y replicados sin ningún tipo de cuestionamiento; pero al replicarlos, les dábamos nuestros sentimientos negativos.

Estas elecciones están enmarcadas en una terrible pandemia, esa que nos ha mostrado la peor cara de la sociedad, pero también actos que han trascendido a la miseria. Todos anhelamos una recuperación económica, pero también debemos de ser conscientes que esta sólo se logrará cuando haya un crecimiento mundial (somos dependientes) y esto no será posible por un buen tiempo. Fuertes demandas sociales han sido destapadas con tantas promesas y eso sí da mucho miedo, pues se ha apuntado a una vena sensible social: la desesperación. No cumplir con estas pueden abrir una espiral de violencia que será difícil contener; eso debe ser claramente leído por cualquier de los dos que suba al sillón presidencial. Hay que trabajar en cerrar grietas urgentemente.


domingo, 11 de diciembre de 2016

LA CONSTRUCCIÓN DE UN PSICOSOCIAL (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN LA INDUSTRIA TRUJILLO DICIEMBRE 11)

Los lamentables sucesos luctuosos de Huaycán muestran algunas condiciones de un equilibrio social muy frágil y que es fácilmente explotado por gente sin ningún tipo de escrúpulos y que son bastante hábiles para crear los famosos psicosociales. Tomemos como referencia a la psicología social para comprender lo que es esta manifestación que toma como factor importante a la cultura. Siguiendo las explicaciones que da la fuente http://definicion.mx/psicosocial/, “existen acciones que tienen un significado concreto en una cultura determinada y en caso de interpretar esos gestos fuera de esa cultura, entonces, tienen un valor distinto”. La creación de un psicosocial malintencionado parte de la cultura de una población, en la cual también se hallan las formas de interpretación del mundo, sus valores y sus temores; así pues, como agrega esta fuente, el psicosocial “muestra cómo el hecho de formar parte de una cultura determinada […] influye en el modo de pensar y de sentir de un individuo en particular que no puede abstraerse del entorno en el que le toca vivir”. Los patrones individuales de comportamiento son dirigidos, pues, por la coerción social, algunos de estos son tan decisivos en una persona como el famoso “qué dirán”, puesto que “las normas culturales que son respetadas por un pueblo tienen un valor muy importante para los individuos que de esta forma, se ven condicionados por algo externos a sí mismos”. Las creencias sociales son decisivas para cada individuo e, incluso, muchas personas no pueden actuar sin ellas.
En la historia, Goebbels era un genio en hacerlo; creo campañas sistemáticas para crear un odio vesánico contra judíos, gitanos y eslavos. En la campaña contra la comunidad judía hizo un film El judío Süss que exploró y explotó todos los temores y fobias de la sociedad alemana que venía de una fuerte depresión económica con hiperinflación y desempleo galopante. Crearon a un culpable que justificaría todo el aparato legal, social, cultural y político de la Alemania nazi con criterio racista.
Pero, para que prospere la creación de un psicosocial en actuales condiciones hay también otro factor a tomar en cuenta: la persuasión y apariencia de credibilidad de los medios. Este factor fue muy bien empleado por el fujimorato con los famosos diarios chichas y ciertos programas de televisión. En la actualidad, ya con casi dos décadas de diferencia, los medios masivos de comunicación han cambiado y son las redes sociales (Facebook, Watsapp, entre otros) los que canalizan los comportamientos y los miedos de la gente. La inducen a reaccionar influida por el miedo y a la zozobra de un temor selectivamente explotado por estos inescrupulosos de la comunicación. Ejemplos varios tenemos: durante las últimas campañas electivas, la mayoría del electorado era sometido a diversas estrategias del miedo a través de entrevistas y de insidiosas noticias. Debemos de agregar, además, que la débil educación recibida, la poca capacidad de análisis del grueso de la población ante una noticia como esta (se la creen a pie juntillas y no se preocupan de la veracidad de la noticia) y la sensación de inseguridad que trae grandes réditos políticos a muchos delincuentes sociales, son el caldo de cultivo de cualquier creencia construida para apuntalar sus temores.

Algunos analistas políticos han visto, con justa preocupación, que el reciente incidente de Huaycán ha tenido una organización mucho más compleja que solo la reacción espontánea y ha buscado mostrar un Estado débil y golpeado por diversos frentes. No hay que olvidar que esa debilidad fue creada precisamente por el turbio gobierno de Fujimori, sumiéndolo en la  corrupción en casi todas sus entidades que lo conforman y anulando la presencia del Estado hasta volverla prácticamente nula en muchas partes de la Nación y en diversos sectores de nuestra estructura social.