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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 6 de septiembre de 2020

PESADA HERENCIA JUVENIL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 SETIEMBRE)

Durante la semana fui invitado a conversar telefónicamente con un periodista conocido para comentar sobre la actitud de la juventud frente al retorno de la cuarentena y su respuesta indiferente e, incluso, díscola frente a toda normativa que se ha dado a medida que la pandemia y la emergencia económica se han ido desarrollando en nuestra sociedad. La estrategia del programa radial es narrar experiencias personales de todos aquellos que, por la edad, han pasado momentos sociales tensos como toques de queda en conatos de conflictos armados externos (simulacros de bombardeo nocturno en 1981) o la terrible época de los movimientos sediciosos que asolaban ciudades del país. Es una forma de invitar a la reflexión a jóvenes que no están conscientes del peligro que esta situación sanitaria significa. Se pide educar con el ejemplo.

Pero tres situaciones tiran por tierra toda buena intención de llamar al sentido común a jóvenes individualistas, escépticos y formados en una burbuja de una realidad económica que se ha venido abajo. El primer caso se suscita con la lamentable falta de la autoridad, la PNP, al haber mentido sobre el manejo de los acontecimientos de la discoteca de Los Olivos. El ocultamiento de una verdad sobre las causas de la mortal estampida humana deteriora más su credibilidad, pese a que todos los demás elementos son una clara demostración de la irresponsabilidad social: desde el funcionamiento de este inaparente local para una fiesta y los organizadores hasta las absurdas justificaciones que algunos padres dan sobre el comportamiento de sus hijos.

El segundo es sobre las condiciones dadas en diversos espacios laborales, ahora graves focos de infección. Un amigo me comentaba cómo el crecimiento de contagio de personal en zonas agroindustriales, compañías mineras o pesqueras se ha vuelto incontrolable. Los contagios en un inicio eran de 30 por ciento; ahora llega a casi 85 por ciento; uno de los infectados fue este amigo, quien a su vez contagió a su esposa e hijos. Comentaba que, en una campaña de reclutamiento para cosecha, el 100 % reclutado para el primer día retornaba solo el 12% al día siguiente. Esta información es alarmante, pues no solo afecta la productividad en general (hablando en frío), sino la cantidad de personas que se la expone al contagio, muchos de ellos jóvenes necesitados de trabajo.

Y la tercera vino de la boca de una congresista, Martha Chávez. Las opiniones vertidas, tendenciosamente racistas, sobre Vicente Zeballos dejaron atónita a la opinión pública. Tal fue el calibre de sus insidias que hasta su partido político marcó distancia. Pero la posterior respuesta a su partido ha sido peor, pues muestra una actitud de soberbia no solo con sus correligionarios, sino contra todos esos jóvenes que emitieron su voto por ella. Su desprecio nos dice lo que piensa de ellos: simple ganado que debe de seguir sus consignas.

Transparencia y respeto con ellos. Empecemos por ahí

domingo, 18 de febrero de 2018

JÓVENES FURIBUNDOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 17 DE FEBRERO) EX LA FLORESTA, MATANZA USA, PODER JUDICIAL Y SUS ERRORES


Tomemos algunos hechos al azar de la semana que pasó: el asesinato de 17 personas en Norteamérica por Nikolas Cruz, un joven de 19 años; la muerte de 5 jóvenes en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo (Ex Floresta); y la puesta en libertad de Adriano Pozo, autor de la agresión contra Arlette Contreras en julio del 2015. Obviamente, el nexo entre los tres casos es la violencia protagonizada por adolescentes y jóvenes, la cual puede ser ejercida por o contra ellos. Los casos son todos lamentables y origina una cantidad de preguntas, muchas reiterativas, de lo que nuestra sociedad está haciendo con el fin de prevenir hechos luctuosos o vejatorios, tan frecuentes en nuestros días. No nos estamos reponiendo, pero sí olvidando, de la violación y posterior asesinato de la niña Jimena por parte de César Alva Mendoza cuando estos nuevos casos nos perturban por nuestra incapacidad de adelantarnos a los hechos; o, de haber ocurrido, sancionarlos adecuada y ejemplarmente con el fin de crear una cultura del control personal y social para no trasgredir normas básicas de convivencia.
Aunque el caso de Nikolas Cruz no sucedió en nuestro país, muchas de las causas por las cuales se entiende esta masacre en un colegio de Florida en EE.UU. están latentes en todas las sociedades en las que la soledad juvenil y la construcción de arquetipos violentos alimentados por la frustración forjan a jóvenes kamikazes contra la sociedad y las personas que la integran; aunque distantes por las razones, el actuar de estos jóvenes termina por parecerse al de los fanáticos religiosos que detestan al otro, al diferente, al causante de su mal. Ahora, agreguemos, como en el caso de nuestras sociedades tercermundistas, la pobreza para ver cómo surgen uniones de adolescentes abandonados por sus familias, su sociedad, el mundo. Es el clan, la pandilla, la que asume el valor de pertenencia. Sus intereses y acciones difieren de las normas sociales regulares. El amotinamiento de la Ex Floresta (también Maranguita en Lima) no está del todo claras, se habla de maltratos físicos; pero las razones por las que están recluidos es por su trasgresión permanente.
La sociedad trata de hallar mecanismos para proteger a la persona en situaciones críticas en las que se pueden hallar desvalidas frente a la violencia policial (hay que leer el capítulo Las nuevas reglas del juego del libro El origen de la hidra de Charlie Becerra) y el poder judicial asume ese rol. Sin embargo, las decisiones que algunos jueces suelen tomar desarman las estrategias preventivas sociales como lo es la sanción frente a una grave falta: es una forma de aprendizaje. Si la violencia debe de ser sancionada, entonces ¿cómo quedamos frente a la cuestionada liberación de Adriano Pozo, quien infligió daños contra su pareja y fue difundido por redes abiertamente? El sentido de impunidad que se vive todos los días es alimentado por aquellos que dicen protegernos.

domingo, 26 de noviembre de 2017

CAMINOS ERRADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DOMINGO 26 DIARIO CORREO DE TRUJILLO) SOBRE GRINGASHO, ALESSANDRA CHOCANO Y JUVENTUD

Dos hechos, uno de ellos luctuoso, han marcado la agenda adolescente y juvenil de esta semana. El más mediático ha generado toda una polémica que tiene para largo aliento en la búsqueda de culpables para que la responsabilidad de nuestra sociedad en conjunto se diluya. Más de dos jóvenes, una de ellos muerta, han sido los actores de un suceso que ocurre con frecuencia en todas nuestras ciudades, en todos los países. Un deportista, Jhordy Reyna, se halla involucrado y, aunque no está nada dicho aún, su situación es el fiel reflejo del tratamiento de elevarlos a ídolos de barro gracias a intereses comerciales, cuyos móviles no son nada positivos. En este juego caen los mismos padres y otros actores sociales que ven a sus hijos o los adolescentes como la gallina de huevos de oro que asegura el futuro de la familia, generalmente aconsejándolos mal hasta quemar su juventud y futuro satisfaciendo una imagen creada por la sociedad. Esta situación me hace recordar a personajes polémicos como Mario “Pechito” Gómez o Reimond Manco; este último era una promesa que se quedó literalmente en el camino por decisiones cuestionables que le pasaron factura. El caso de la voleibolista Alessandra Chocano es más triste aún: descuidos y accionares que les suceden a cientos de adolescentes y jóvenes en nuestras ciudades, expuestos a una serie de engaños y vicisitudes en los que caen atraídos por sucedáneos. Jóvenes que pierden la brújula en algún momento para no hallarla más. La carencia de una familia, en cualquiera de sus conceptos, y, sobre todo, la construcción de líderes mediáticos nada positivos marcan el rumbo de miles de jóvenes y adolescentes citadinos. Las redes sociales estallan con imágenes e historias de estos controvertidos ídolos que se convierten en el derrotero común de miles de ellos; los imitan en sus actos, en sus palabras, en su vestir y en su pensar.

Así recalamos en otro adolescente, Alexander Pérez alias “Gringasho”. Los patrones de vida de muchos jóvenes proclives al hampa se repiten, están codificados, clasificados. Las bandas a las que se incorporan les inculcan sus valores. Lo que no pudo la familia, lo logra pandillas delincuenciales que son su nuevo núcleo familiar. Aquí se hace necesaria una reflexión en la que muchos actores sociales se ven envueltos: la excesiva actitud protectora con la juventud ante la disciplina y el rigor requeridos para cualquier campo de la vida humana. Muchos jóvenes saben cómo manipular sus derechos ocultando los correspondientes deberes que hay que cumplir. Esta distorsión genera personas inescrupulosas, acostumbradas a exigir y no dar. Los parámetros claros los ayudarán; pero, los ejemplos que muchos de estos niños, jóvenes y adolescentes tienen en sus mayores son lamentables, pues desdicen cualquier propuesta de enmienda: los mismos adultos maleducamos con el ejemplo, ¿citamos algunos comenzando por los políticos?

domingo, 5 de noviembre de 2017

VIOLENCIA BANAL VISUAL (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO LA INDUSTRIA TRUJILLO DOMINGO 05 DE NOVIEMBRE)

El lamentable accionar de Shirley Silva Padilla, asesina confesa de dos varones en Lima en la semana pasada, nos ha causado asombro; sin embargo, este suceso es una larga retahíla de otros muchos más que vienen sucediendo en nuestra sociedad y a nivel mundial. La jovencita ha evidenciado un comportamiento que, fuera de sus propios problemas mentales (quizá no), difiere poco del accionar de muchos jóvenes exhibicionistas en las redes sociales (sobre todo, Facebook, en el que muestran a sus amigos, enemigos y colectividad en general su orgullo de pertenencia a diversas bandas juveniles que pueblan nuestras ciudades. En esta exhibición, congruente con sus ideales desde sus perspectivas, los jóvenes toman actitudes amenazantes ya no con gestos groseros o insinuantes, sino que portan armas que les permite ser reconocidos, aceptados e identificados por otros miembros, internos y externos, del grupo al cual pertenecen. Pensamos que su actitud es el reflejo de un nihilismo total; pero estos jóvenes se apoyan en la imagen para la creación de su propia identidad, imagen en la que los tatuajes y las armas son parte de ese rito hermenéutico, simbólico, por lo tanto estructurado, al cual deben de acceder y cumplir. La validación de su acción le será otorgada en los medios virtuales (fuera del Facebook, WhatsApp, Instagram, un largo etcétera de aplicaciones) y coronada en las pantallas de los medios y en las páginas de los diarios (en físico y virtuales, amarillos y de prensa “seria”). Héroes y heroínas de pantalla.
En el desarrollo de estas imágenes y la pérdida de su sentido juegan un rol muy importante, los medios de comunicación. Las imágenes de situaciones extremas con pérdidas de vidas humanas han ido perdiendo su mensaje para ser parte integral de un show mediático en el que un atentado con bomba en un metro está a la misma altura que un corte comercial de una marca de detergente o puede aparecer en alguna serie o película de acción o de desastres. Por ejemplo, la duración de una noticia de este talante con una pieza publicitaria televisiva, no solo de señal abierta sino en canales informativos, es casi equivalente y ambos se presentan en horarios “estelares”. El primer fuerte campanazo –ya se estaba advirtiendo al respecto- se dio en la sociedad norteamericana, creadora de estos conceptos, al ver la reacción de muchos niños y jóvenes ante el incidente de las Torres Gemelas (World Trade Center) de Nueva York. Aunque durante la transmisión de este lamentable incidente no hubo los consabidos cortes comerciales, sí fue alarmante ver la reacción de niños y jóvenes que pensaban que era un film y que esperaban en cualquier momento aparecer por las pantallas a Bruce Willis. La línea entre lo real y ficción se desvaneció; como tal, la creación de estas situaciones (atentados, secuestros, ataques en las calles) son motivados o motivan (depende la perspectiva y la génesis)  una reacción mediática y ahora, aún más, en línea o en tiempo real. Son los peligros que se han generado en estos tiempos de la inmediatez que, por la rapidez nunca terminan de ser procesados.

Los medios de comunicación deben de comenzar a replantear ciertas estrategias, pues su intervención en la creación de perspectivas en el público es relevante y les confiere un poder del cual deben de ser muy responsables. No es atentar contra la libertad de prensa, caballito que muchos medios y sus directivos para abordar este álgido tema. Creo que los tiempos oscuros del control mediático del fujimorismo han desaparecido. Sin embargo, no será nada extraño que el cruento evento de Shirley Silva pase al olvido en un mes, posiblemente menos tiempo. Estemos a la espera de más jóvenes así. Tomemos nuestro tiempo.

domingo, 23 de julio de 2017

JUVENTUD ¿TESORO PERDIDO? ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DE TRUJILLO 23 DE JULIO PROYECTOS PARA UNA JUVENTUD EN RIESGO

Recientemente fui invitado a un programa radial en RPP para hablar sobre un tema delicado que involucra a muchos factores sociales, desde su núcleo (la familia) hasta las instituciones que lo regulan o que sancionan: la delincuencia juvenil. La entrevista surgió a raíz de las declaraciones hechas por autoridades judiciales que destacaban una triste realidad en el ambiente juvenil de muchos barrios de nuestra ciudad: el sicariato. Se comentaba que muchos jóvenes veían una fuente de ingreso en esta modalidad criminal que ha ido creciendo alarmantemente en los últimos lustros. Muchos son los factores que han permitido esta situación. Pero, numerosas son las acciones silenciosas generadas en la última década en respuesta a este acucioso fenómeno que forma parte de un problema más grande en nuestra ciudad y Región: la violencia.

En la década pasada, Trujillo se convirtió en un paradigma negativo en todo el país. Los medios de comunicación alimentaban ese morboso mito de la ciudad más violenta del país. Las visitas de familiares, amistades o turistas por esos años, revestían un carácter de aventura riesgosa, pues eran alertados por la inseguridad reinante: para muchos salir por las calles de Trujillo era como una visita a una zona de guerra declarada.  Esta estigmatización de la ciudad se fue focalizando en ciertas zonas periféricas en las que los índices del desarrollo humano (IDH) son desesperadamente desiguales frente a otros distritos o barrios residenciales. La percepción que se tiene de los jóvenes de dichas zonas identificadas como “rojas” y la autopercepción de los mismos, construida en sus interrelaciones con otros actores sociales, no han sido muy positivas; esta situación les ha generado una serie de desventajas fundamentadas, las más de las veces, en prejuicios y arquetipos negativos que se alimentan con el temor y la desconfianza de todas las partes. Ante la iniciativa de instituciones como el SENAJU, la UNODC, MINEDU y una universidad local se trabajó un libro sobre la criminalidad y la delincuencia juvenil en El Porvenir; ofrece una información fina de este mundo proporcionada por diversos actores involucrados, jóvenes y adolescentes, uno de ellos asesinado pocos días después de la entrevista hecha con uno de los investigadores académicos. Al momento de su publicación en 2014, este fue difundido entre diversas autoridades ediles y policiales, y fue motivo de presentaciones en algunos medios. Se proponen alternativas de prevención viables en una ciudad con gran potencial humano. Es precisamente esta investigación la que permitió la instalación del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para la Seguridad Humana en nuestra ciudad con el fin de diseñar respuestas positivas conjuntas entre diversas autoridades políticas y policiales, y la sociedad civil: danza, deporte, cultura y educación son herramientas para dar una alternativa digna a nuestros jóvenes; una respuesta de vida para todos ellos. 
Se lo merecen.

domingo, 21 de agosto de 2016

CONVIDADOS DE PIEDRA (NUESTRA PARTICIPACIÓN EN RÍO, ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 21 DE AGOSTO)

El día de hoy cae indefectible el telón de la trigésima primera versión de los Juegos Olímpicos de la era moderna. Es también la primera versión en tierras sudamericanas y que, pese a que se  han llevado a cabo en un periodo político y económico turbulentos en Brasil, la magia y alegría cariocas han sido parte condicionante del éxito de los mismos. Es también un escaparate fulgurante en el que tanto atletas como países muestran sus notables avances en tal o cual disciplina. Es también una buena oportunidad de ver una gran gama de deportes que se practican en diversas latitudes y que por la tiranía y mediocridad de nuestra pobreza periodística deportiva nunca los conoceríamos. Es también una forma de validar todo el dinero invertido en la organización de juegos anteriores para demostrar que lo gastado no fue en vano; así podemos entender el avance del deporte británico, chino, australiano, surcoreano y español, cuyos países fueron sede de versiones anteriores; el brasileño que es la actual sede; y el japonés, cuyo país los hará en el 2020. Es interesante ver que, aunque Rusia no esté entre los cinco primeros países, golpeado por el boicot contra sus atletas, de sumar todas las medallas de las anteriores repúblicas que conformaban al ex URSS, ocuparía el primer puesto del cuadro medallero.
El avance de muchos países latinoamericanos es de destacar. Anteriormente teníamos solo a Cuba y esporádicamente a Brasil en los cuadros medalleros. Además de estos, tenemos con medallas de oro a Colombia y Argentina,  este último con diversas disciplinas colectivas de calidad. Se suman a este cuadro, Venezuela, Puerto Rico, México y República Dominicana. ¿Y Perú? Veamos cifras. Perú envió 29 atletas y obtuvo 0 medallas; Bahréin 35, 2 medallas; Filipinas 13, 1 medalla;  Vietnam 23, 2 medallas; Kosovo 8, 1 medalla de oro. Lo mejor logrado por Perú en estos juegos: Julissa Diez Canseco que quedó en séptimo puesto en Taekwondo femenino (49 Kg) y Kimberly García en puesto 14 en Marcha de 20 km. Gladys Tejeda llegó en el puesto 15 en Maratón femenina. Cuando se escribe este artículo, queda pendiente la participación de tres maratonistas. Esperamos una actuación decorosa.

2019. El 26 de julio de ese año, la capital peruana será la sede de la décimo octava versión de los Juegos Panamericanos. Como país anfitrión, hay muchos retos por abordar; estos tres años que quedan obligan a una ciudad caótica y bastante desorganizada a tener claras sus metas. Pero, por el lado deportivo sí es preocupante. Como dueños de casa, es una obligación que estemos presente en cada una de las 48 disciplinas, en ambas ramas, que se realizarán entre el 26 de julio al 11 de agosto.  ¿Estamos a la altura? ¿Son conscientes los medios de comunicación deportivos de lo que se nos viene? Un  indicador para todos: el fútbol, rey en nuestros medios, tuvo una única participación notable en Berlín ¡en 1936! Tres años nos quedan para cambiar el “chip”. ¿Lo lograremos?