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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 28 de marzo de 2021

YO SÍ, TÚ NO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 28 DE MARZO)


En e
l mundo infantil, las relaciones interpersonales son muy directas y francas. Aún no tienen filtros que modulen sus reacciones verbales o físicas, las cuales se van moldeando en la familia, en las aulas, en los grupos de amigos, las bandas (sí, también en ese espacio) y las reglas sociales coercitivas en los espacios que a uno le toca moverse. En esta última, más abstracta por ser más masiva, los humanos han construido entelequias como la moral, la ética, las religiones, la justicia, las normas sociales que sirven para enmarcar el buen comportamiento de una persona o de un ciudadano. En este proceso de modulación, valores y principios van creando en un individuo patrones de comportamiento que justifican, validan o censuran su actitud, su accionar y su forma de pensar.

Desde el inicio de la pandemia, muchos límites del comportamiento humano se han roto por diversas razones: la cercanía de la muerte; la pérdida de un ser querido, un patrimonio o el trabajo; el desconocimiento ante una nueva situación; y, luego de casi un año, el deterioro causado por el largo aislamiento, un profundo estrés y depresión que ha ido carcomiendo a muchos ciudadanos de todas las edades. El relajamiento de normas en diciembre nos pasó una dura factura que aún no terminamos de pagar y, quizás, dure un poco más de tiempo. Sin embargo, hay comportamientos que llaman la atención, pues son personas que asumen ciertos roles para una sociedad que ha visto desmoronarse un modelo tras otro. Todo empezó con el VacunaGate, emporio de faltas éticas; destapado, mostró la podredumbre de cualquier sociedad en la que políticos corruptos aprovechan de su poder. Este fenómeno se ha dado en otros países de Latinoamérica y otros de Europa y Asia. Este escándalo aún no termina, pues hay más personas vacunadas sin que les corresponda haberla recibido. Falta conocer la lista dorada de la Embajada China, por ejemplo. Luego ha acaecido una serie de escándalos al vacunar a gente que no les correspondía como ha sucedido con 66 personas en Iquitos, gente ligada a círculo de poder del Gobierno Regional, y 110 más en la Región Ucayali, también a gente cercana a esta entidad política. Aún está fresco el recuerdo de las primeras vacunas que llegaron a Trujillo y que no fueron destinadas al personal de primera línea como se denomina al personal de riesgo. Ahora se van reportando extravíos de vacunas en pequeñas porciones como las detectadas en Tacna y Arequipa. No está del todo claro cómo fue el proceso de vacunación realizado la semana pasada en las instalaciones de la UPAO, pues circularon listas en redes que dieron muchas esperanzas para terminar generando zozobra y desazón por el mal manejo de la información. Recientemente la decepción también se generó por un candidato quien negó su vacunación para que termine justificando su accionar de manera lamentable. Falta ética que debilita la credibilidad de su persona y su candidatura, y del mundo político.


domingo, 21 de marzo de 2021

EL PERÚ DE UN CONGRESISTA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 21 DE MARZO)


En las últimas semanas que van, en medio de la locura de la pandemia y una huelga de transportistas, algunos sucesos dan una radiografía de uno de los países más centralistas del mundo y con una fuerte anomia social.

Los comentarios registrados en un audio de Anthony Novoa de AP y la candidata al Congreso por la Región Pasco por Renovación Popular, Aracelli Castillo, son solo mínimas evidencias de una gran verdad de un mundo político deteriorado, prostituido y deplorable que se manifiesta en cada contienda electoral. Fuera de las planchas presidenciales, tenemos algo más de 3 mil setecientos candidatos a ocupar 130 curules de congresistas y 5 del Parlamento Andino. A lo largo de la historia de nuestra bicentenaria república, los congresos (bicameral o la versión actual) han tenido políticos perennes cuya finalidad era ocupar un escaño de manera casi vitalicia e instalarse en el mundo político oficial en el que hacían carrera personal. Hay otros factores peligrosos como el narcotráfico y lazos de poder. Antaño, quiero creer así, los partidos maniobraban de tal manera que permitían formar sólidos grupos con los que se negociaban leyes y otros favores. Aún recuerdo todo el escándalo por la escisión del APRA en un ala rebelde y el descontento por la famosa convivencia con la UNO odriísta. O la escisión de la Democracia Cristiana que generó el Partido Popular Cristiano encabezado por el recientemente fallecido Luis Bedoya Reyes. Eran tiempos de confrontaciones ideológicas y los fraccionamientos eran actos trascendentes y sonados. El desprestigio del Congreso décadas después del retorno de la democracia fue tal que, hay que recordar esto, la decisión de Fujimori de cerrarlo en el golpe del 92 fue aplaudido por muchas personas. Las palabras vertidas por Novoa es solo una manera descarada de mostrar un modo de vida de muchas personas que fagocitan en política; se van deslizando entre los vínculos del poder para sacar réditos proselitistas, aunque la más de las veces apuntaba a intereses personales. Y no dudan en cambiar de bandera con el fin de mantener su bastión personal. El deterioro de los “partidos políticos” y las motivaciones de un congresista han permitido que actos como el trasfuguismo sean hechos cotidianos y esperados en cierta forma. Por otro lado, lo de la candidata Castillo no nos debe ser extraño. Desde que tengo uso de razón, recuerdo nombres de senadores y diputados anclados en los congresos de manera casi perenne: apellidos como Chirinos Soto, Melgar, Polar Ugarteche, Cáceres entre los que me vienen a la memoria, representaban a Arequipa, Puno o Ayacucho, ciudades en las que no vivían por décadas. En los primeros años de la república, el Congreso estaba constituido por notables que asumían la representación de una intendencia en las que habían nacido, muchas veces, por casualidad. En últimas elecciones tuvimos postulantes golondrinos liberteños: casos como Doris Sánchez, Octavio Salazar o Rosa Bartra me vienen a la memoria. No sé cuánto sabían de nuestra Región y dudo que muchos de ellos hayan retornado al sitio que los catapultó al poder. Somos un mero trampolín para sus intereses. Me temo que tendremos un congreso peor que el anterior. 


domingo, 14 de marzo de 2021

VILEZA INFORMATIVA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 14 DE MARZO)

En 1981, una noticia intrigante recaló en las redacciones de muchos diarios del mundo. Un físico, Brian Brady, había hecho diversos estudios sobre suelos y predijo tres sismos en territorio peruano, entre Pisco y Lima. Brady lanzó una primera alerta en 1978 en la que informaba sobre intensa actividad sísmica en 1980. La sismología, como ciencia, ha procurado y procura predecir movimientos de características desastrosas para salvar vidas, tomar medidas extremas de prevención y atenuar en algo las consecuencias de un fuerte sismo. Aunque el científico era refutado por diversos organismos científicos, siguió adelante con su teoría e, incluso, predijo las fechas en las cuales Lima iba a ser devastada: 6 de julio, 24 de agosto y 24 de setiembre. Todos los diarios peruanos, sobre todo limeños, lanzaron la alarma. Uno de ellos, el Diario Marka, cuyo director era Guillermo Thorndike, manejó la noticia de una manera sensacionalista y alarmante que causó grandes problemas al gobierno presidido por Fernando Belaunde. Pese a las advertencias de varios círculos científicos dudando de la predictibilidad de un terremoto, prevaleció la alarma y un insano prurito de llenar las portadas de los diarios con noticias tremendas. Hubo muchas personas que liquidaron bellas casas en La Punta, lugar amenazado de desaparición. Recuerdo que la familia de un conocido de la universidad vendió su casa y se mudó a Cuzco. Lima quedó vacía por esos días: julio fue un mes perdido para esa ciudad. Al final no tuvimos el sismo físico, pero sí económico: se perdió más de 300 millones de dólares (cálculos discretos), pues se redujo toda actividad turística que afectó a todo al país; además se paralizó mucha actividad constructiva. El Gobierno trataba de responder las alarmantes noticias de la mejor manera posible. Recuerdo un comentario de un ministro: se había comprado cientos de miles de bolsas para cadáveres para prevenir cualquier tipo de epidemia. Nuestra suerte estaba echada. No hubo terremoto alguno. Pasada la turbulencia, todo volvió a la normalidad. Eso sí: el diario Marka tuvo una venta extraordinaria durante tres meses de su campaña a tal grado que diariamente casi al mediodía ya había agotado su tiraje. Buena estrategia de marketing, le dicen.

Viernes 05 marzo, un programa dirigido por Beto Ortiz y difundido por Willax sacó al aire una edición que empleó información sobre la vacuna china. La información era parcial y fue manipulada con cierta sevicia justo ad-portas de la vacunación de los adultos mayores. Omisiones, interpretaciones erradas y conclusiones precipitadas causaron zozobra en la población. Hubo candidatos que, incluso, invitaban a la sedición contra el actual régimen. La incompetencia comunicativa del Gobierno hizo que la falacia prosperase, pero hubo pronto otras reacciones que frenaron esta insania; el médico que acompañó a Ortiz en ese programa terminó cambiando su versión en otros medios. Vileza y cizaña en tiempo de elecciones generales.

domingo, 7 de marzo de 2021

SALUD MENTAL Y SOCIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 07 DE MARZO)


En poco más de una semana, los peruanos recordaremos el inicio de un confinamiento riguroso acatado por varios ciudadanos, temerosos del avance de una pandemia incontenible. Este aislamiento forzado desnudó muchas fallas de un sistema que se pensaba ideal para lograr el ansiado desarrollo económico. Todo esto se comenzó a desmoronar en menos de una semana desde ese 16 de marzo. Desde inicios del 2020, las noticias que llegaban desde Asia y Europa eran cada vez más alarmantes; era cuestión de días o semanas que América Latina tomara medidas para enfrentar este mal que comenzaba a cobrar vidas rápidamente. Cada país trató de sortear la pandemia a su manera: algunos de manera drástica, como nosotros, pero con saldos terribles; otros relajados, como USA, Brasil, Suecia o México, también con saldos de espanto. El caso brasileño vive una situación extrema y se torna una amenaza para los países vecinos por su nueva temida cepa. Solo dos países latinoamericanos han salido de manera airosa frente a este drama mortal: Uruguay y Cuba. Al ver sus cifras de contagios y de fallecidos son bastantes bajas a moderadas. Incluso Cuba ya apunta hacia su propia vacuna.

Desde el momento del encierro, el miedo y la pérdida del trabajo, más nuestra alta tasa de informalidad, comenzaron a mellar la salud mental de la población. Las redes se volvieron un medio para acrecentar la incertidumbre ante esta nueva situación: negacionismo, atentado global, recetas y respuestas erráticas, exacerbación del aislamiento fueron los primeros mensajes virtuales. Muchos negaron la existencia del virus: una creación mediática de círculos de poder. Recuerdo una pregunta hecha por una persona, en tono de burla, en redes de si conocíamos a alguien quien haya muerto por este virus. A estas alturas, incluido yo, hay muchísimos que podrían responderle con mucha tristeza que sí. Hubo personajes mediáticos que se burlaban de las medidas y, de pronto, se vieron infectados del mal; algunos, incluso, abusaron de privilegios, los cuales ellos mismos critican. Vino la retahíla de recetas para el tratamiento, sugiriendo todo tipo de medicamento. Queda en nuestra memoria el consejo de Trump que casi llevó a la muerte a varios de sus seguidores. Luego la vacuna, el rechazo a esta, las teorías desopilantes sobre las mismas que llevaron a situaciones tan ridículas como la destrucción de torres de comunicación. Surgieron los antivacunas sembrando más dudas y alarma entre la gente cada día más deprimida. Ahora que las vacunas llegaron a nuestra nación, vemos a personas que, inicialmente críticas, exigen celeridad para su aplicación e, incluso, muchos pierden la ecuanimidad y actúan del mismo modo censurable como Vizcarra y sus ministros.

Algunos políticos o funcionarios no entienden las palabras cultura y arte. Incluso algunos quieren desaparecer el Ministerio de Cultura.  De haberse trabajado mejor, artistas, con psicólogos y médicos, hubieron ofrecido un mejor soporte a una sociedad urgida de alivio y esperanza.

domingo, 28 de febrero de 2021

MARCANDO LÍMITES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 28 FEBRERO)


En 1988, por razones de trabajo, fui a Israel por casi cinco meses. Durante mi permanencia pude constatar muchas cosas que, por la rutina y la costumbre, no puedes apreciar en su real dimensión. El nuevo gobierno de ese entonces estaba en una encrucijada: con el fin de lograr mayoría en el congreso, el partido gubernamental se había aliado con un partido de extrema derecha religioso; obviamente, esta alianza no era gratuita, pues el partido religioso comenzó a plantear ciertas exigencias que podían modificar la vida de todos los ciudadanos israelíes, judíos o no (hay un buen grupo cristiano de origen palestino, drusos y musulmanes). Restringir toda actividad por shabbat (sábado), que empieza desde el viernes al salir la primera estrella (calendario lunar). No abrir restaurantes o cualquier otra actividad nocturna. Cancelar todos los vuelos de la línea aérea israelí ese día e, incluso, limitar los vuelos desde y hacia Israel ese día de las demás empresas. El pedido generó un debate nacional y puso al gobierno en crisis. Paso a paso, con gabinetes censurados y otros tipos de concesiones, estos pedidos no prosperaron mucho. Muchos de los votantes del gobierno de entonces se sentían decepcionados ante el retroceso logrado en esta sociedad conocida por su secularidad.

En el 2019, durante la visita del Sr. Galai Ahmed, premio Nobel de la Paz de 2015, a la Feria Internacional del Libro en Nuevo Chimbote, en su conferencia magistral, un joven de la comunidad LGTB le preguntó sobre la situación de la mujer y de los integrantes de dicha comunidad en una sociedad de mayoría musulmana. Le respondió que el esfuerzo del grupo de ciudadanos líderes del proyecto es el de preservar el sentido secular del movimiento, posición aceptada por los integristas religiosos que conforman esta asociación de ciudadanos deseosos de cambiar la realidad política de su país. El panorama era crítico y pudo haber devenido en una espiral de violencia como sucedió con otras naciones durante la famosa Primavera Árabe del 2013. Lo sucedido en Libia o Siria, o el ascenso del fundamentalismo religioso en Egipto que terminó en golpe de estado son algunas de las dramáticas situaciones surgidas por este movimiento que se originó, precisamente, en Túnez, lugar de origen del Sr. Ahmed. Musulmán él, reiteró el éxito de este movimiento al espíritu secular e integrador que surgió de todos los ciudadanos simpatizantes del movimiento.

Quizás, tras este artículo, algunos amigos o conocidos no me dirijan más la palabra. Pero, la necesidad de hallar más puntos en común en un país desarticulado y confrontado no pasa necesariamente por la religión. Los principios se basan en dogmas que sustentan su teleología. Los fundamentalismos son un peligro latente social, tal como lo hemos visto con los grupos que apoyaron a Trump y Bolsonaro. La idea es poder sumar no imponer; además, el actuar de manera proselitista genera divisiones y segregaciones, las cuales debemos de evitar. La fe mueve montañas; pero la razón también.


domingo, 21 de febrero de 2021

VARIABLES DEL FAVORITISMO Y VACUNAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 21 DE FEBRERO)

Favoritismo: Preferencia dada al favor sobre el mérito o la equidad, especialmente cuando aquella es habitual o predominante. (RAE).  Preferencia que no se basa en el mérito o la justicia, sino en el favor, sobre todo en la concesión de cargos o premios (https://www.wordreference.com/definicion/favoritismo). Incluyamos dos variaciones muy comunes: nepotismo y amiguismo.

El estallido del caso de las vacunas ha caído como un plomazo a toda la sociedad. El vil beneficio de muchos personajes de cúpulas políticas y de otros ciudadanos más ha generado desazón y hasta frustración en todos los círculos sociales de nuestro país y adonde haya llegado esta noticia. Lo que muchos quieren ver sólo como un acto corrupto de política va más allá de esa limitada visión, pues toca las fibras más hondas de nuestra anquilosada sociedad. Y a medida que vamos descubriendo casos que se han dado en diversos círculos de poder (político, económico, de comunicación y religioso), se han desnudado de manera directa todas nuestras taras sociales. Demás está explicar los sucesos, enfoquémonos en todo lo que esto significa al quedar expuestas las formas cómo funcionan muchas cosas en nuestro tejido social y que, quiérase o no, a cada uno de nosotros también nos compete.

El aprovechamiento de políticos y el arribismo y búsqueda de favores de algunos personajes del área médica, en este asunto, han puesto en bandeja los mecanismos de funcionamiento de cualquier proceso de interrelación en nuestra sociedad en la que se ostenta el poder de cualquier índole. Ha enseñado cómo las personas sacan ventajas de su posición para favorecer a diversos círculos de su interés (por eso las variables de nepotismo = familiares o amiguismo = círculo de conocidos). Esta modalidad no es exclusiva del sector público, se ve en todos los niveles. Hemos visto no solo personas inescrupulosas saquear arcas públicas, sino también convertirse en verdaderos lastres de empresas privadas, compañías e instituciones. A lo largo de la historia hemos visto desfalcos y quiebras de bancos de fomento o privados, o grandes y empresas por parte de hijos, sobrinos, parientes o amigos con algún cargo de poder. En el plano político se ve, un ejemplo palpable, en la creación de las listas electorales en las que vemos, muchas veces, a personas de dudosa reputación en puestos nominales privilegiados.

El problema es de raíz y pasa por una reeducación necesaria, urgente, primordial; no es un tema de derechas o izquierdas, es un problema fundacional, este que permite que la corrupción se instale y anquilose entre nosotros. La UP Cayetano Heredia tiene grandes investigadores, pero algunos monstruos en calidad humana. La pandemia en nuestro Bicentenario ha servido, a la larga, para hacer un brutal diagnóstico de lo que tenemos que cambiar urgentemente. ¿Nuestros candidatos se atreverán a asumir tal reto que incluso los obligue a replantearse a sí mismo? 

domingo, 14 de febrero de 2021

CLARIDAD Y OSCURIDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 14 DE FEBRERO)

Vacunas. Una luz en las tinieblas. Una pesadilla para la estupidez humana.

Rashomon, filme del maestro Akira Kurosawa, tiene por tema la descripción de una violación y posteriormente el asesinato de un samurái en manos de un asaltante de caminos. Desde un punto de vista de la magnitud del caso, sería un simple crimen, uno más en la época medioeval japonesa en la que cundía el desorden y primaba la ley del más fuerte y avezado. Pero la historia es muy singular, pues el hecho o incidente es narrado desde cuatro perspectivas: la de un testigo, un peregrino que vio casi todo el incidente; la del bandido que explica sus motivos; la de la mujer que había sido violada por el bandido y esposa del asesinado; y, para redondear la increíble narración, el mismo samurái muerto que se encarna a través de una médium. El hecho es el mismo: cada uno describe cómo fueron los sucesos antes, durante y después de la muerte del guerrero; todos coinciden en los mismos. Pero ver las motivaciones, temores, mentiras y dudas que van surgiendo en cada uno de ellos para entender el porqué de estos crímenes van hundiendo cada vez más a un monje budista que va perdiendo la fe en la humanidad por conocer estas simples narraciones.

El domingo pasado arribó a nuestro país un lote de 300 mil vacunas para tratar de controlar la pandemia que está en su segunda ola agresiva no solo aquí, sino a nivel mundial. Una esperanza que comenzó a alegrar a muchas personas, sobre todo los que trabajan en salud, como una forma de ayudar a todo el terrible trabajo que están soportando diariamente. Me contaba un médico que ya se había contagiado dos veces y no tenía ánimos de seguir adelante. Pero mucha gente y medios vieron el hecho para construir imágenes e información negativas de la llegada de este lote: desde que la vacuna no sirve hasta que la cantidad era ínfima. Es más, en redes sociales se leen mensajes informando que todo es fraude o farsa y, en el caso más insano, esperaban que estas vengan falladas o el haberse extraviado en el mar. Las redes están plagadas de basura y circulan libremente. El otro caso es la cobertura que se le da al expresidente Vizcarra por su decisión de haberse vacunado o no; sea lo que haya hecho, su acción ha hecho sepultar el reconocimiento a miles de peruanos y peruanas que sí pusieron el hombro para que ahora muchos de los que despotricaban de las vacunas terminen siendo inoculados. Como colofón está el accionar de los alcaldes, como el de Trujillo, que quiere gestionar la compra y manipulación de vacunas, cuando su gestión no ha concluido correctamente con el asfaltado de calles y haya hecho algunas ciclovías que enfrentan ciclistas con choferes. Me abstengo de opinar sobre este nefasto Congreso, rémora cómplice de la pandemia.

Rashomon, obra maestra de observación de la naturaleza humana, le da una opción de redención al monje: rescata a un niño abandonado y decide criarlo para restituir la fe en la humanidad. Ojalá.

domingo, 7 de febrero de 2021

ROMPECABEZAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 07 DE FEBRERO)

Vacunas. Comunicados de farmacéuticas. Oxígeno. Confinamiento. ONP. El laberinto de palabras con los que estamos construyendo las realidades cotidianas de todos los peruanos. Cuarentena rígida. Huanchaco. Pozas de oxidación. Ciclovías. Gestiones municipales. Son otras palabras que conforman el imaginario de nuestra vida citadina, local. Palabras que han estado dando vueltas en los medios de comunicación y en las murmuraciones de los vecinos en medio de arranques de populismo y especulaciones.

Las ansiadas vacunas se acercan cada vez más a nuestro país, mientras que el laboratorio creador y dueño la patente de Ivermectina ha sacado un comunicado que ha dejado pasmadas a muchas personas que la ingieren o promueven su consumo. Desde que empezó esta pandemia, desesperados ciudadanos buscaban formas de prevención o cura contra este mal, desde la lejía, cloro hasta este medicamento; personas de toda condición social y académica son declarados seguidores y hasta fanáticos (se ha llegado hasta el insulto y el agravio en medios contra personas que descalificaban su consumo). Han surgido especulaciones, como siempre; pero los hechos ahí están y no creo que un laboratorio envíe un mensaje con el fin de desprestigiar su producto: es solo una aclaración y un deslinde de responsabilidades a complicaciones que puedan surgir en cualquier momento. La segunda ola motivada por las lamentables reuniones masivas en las fiestas de fin de año del 2020 ha creado el colapso, nuevamente, del sistema sanitario e incremento del consumo de oxígeno. Hay iniciativas positivas de ciudadanos honestos, sensibles y empáticos ante este drama social; pero, como siempre, los grandes especuladores han visto en esta necesidad (al igual que el gas doméstico) una fuente rápida de enriquecimiento. En cada tragedia, siempre hay grandes oportunidades de negocios y oportunismos. Y de esto tenemos como clara evidencia la trasnochada idea del uso de los recursos de la ONP para emplear dichos recursos de manera inconsciente, una expectativa digna de políticos populacheros que solo aspiran a buscar votos entre una población deprimida por salud y economía.

Mientras en nuestra ciudad, hay movidas para que la Municipalidad tome la iniciativa de importar vacunas para la población. Si vemos el manejo que existe en la actualidad con las demás actividades y gestiones que compete a cualquier municipio, uno puede hacerse la pregunta cómo podrían manejar recursos de esta magnitud que implican una infraestructura y una logística que necesariamente tendrían que coordinar con el Gobierno central. El infierno está empedrado de buenas intenciones. La ciudad tiene diversos asuntos que atender para su buen funcionamiento desde el mantenimiento de un sistema vial adecuado (ver intento fallido de ciclovías), de comunicación asertiva sobre la basura y el manejo de esta (el tema de Huanchaco y las aguas servidas, situación colateral, está pendiente). Que empiece a hacer bien lo que compete ahora.

domingo, 31 de enero de 2021

DESCONCERTADOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 31 DE ENERO)

 Nuevo confinamiento en varias partes del país. Muchas actividades se verán afectadas en su regular funcionamiento, pero la expansión del virus es evidente y el sistema hospitalario se encuentra colapsado en muchas regiones del país. Algunas suposiciones lanzadas durante la primera ola como la famosa inmunidad de rebaño no son verdaderas y esas falsas expectativas causaron la tragedia que vive Manaos y es una amenaza latente en las ciudades amazónicas.

Pero hay otras pandemias tan terribles como la que se vive a nivel mundial. Es la de proliferación de las noticias falsas, incluso en medios de comunicación supuestamente formales; y los hechos y promesas incoherentes que estamos viendo en esta campaña electoral; siembran dudas en un electorado que decidirá su voto delante de las urnas. En nuestra Región, la visita proselitista de César Acuña ha dado claro mensajes de lo que se le viene: CAP recibió sanciones por haber convocado mítines públicos en Lambayeque y el abucheo de personas que le enrostraban su apoyo al fallido golpe de estado de noviembre; también su falta de compromiso con la Región que le dio el espaldarazo para sus ambiciones. CAP fue, además, bastante artero en las declaraciones hechas sobre sus ex hombres de confianza: ha marcado distancia de su enfant terrible, Luis Valdez Farías, y de Daniel Marcelo. Su posición con este último raya con la traición; su hombre clave, su adalid para la recuperación de la alcaldía municipal, ha recibido las espaldas olímpicas de su otrora líder. APP parece una olla de grillos entre hombres de Marcelo, Ruiz (no muy querido en círculos apepistas antiguos) y Llempén. A uno le cabe la pregunta: ¿está CAP liderando su partido? La propuesta trasnochada, por ejemplo, de Carmen Omonte y la posterior enmienda de CAP sobre su proyecto de ley de manejo de las AFP nos siembran dudas de cómo se está manejando este partido que “asiló” a personajes tan cuestionados como César Villanueva. Benicio Ríos o Edwin Donayre. Para colmo, su candidata por Puno, Yeni Quispe, es acusada de transportar un alijo de cocaína. Nos recuerda otro vientre de alquiler: Fuerza Popular. KFF dice que aplicará mano dura una vez electa: la pregunta es si se refiere a la paz de los cementerios, actividad muy conocida en por su reo padre. O las actitudes preocupantes de Rafael López de casi convocar a la desobediencia civil como el dar entrevistas sin mascarilla. Hasta la fecha no hay ninguna entrevista en la que se pregunte a los candidatos por planes de emergencia sanitaria, salvo la lamentable intervención de De Soto. Pareciera que esta realidad apabullante solo se arreglará con la llegada de las vacunas. ¿Sólo?

Y comunicaciones: la declaración de Butters en Willax sí es una falta reñida con la ética y la salud social. El mostrar un documento después desmentido por el laboratorio involucrado sigue dañando la credibilidad profesional del periodismo. ¿Hubo algún pronunciamiento al respecto? 

domingo, 24 de enero de 2021

RESPONSABILIDADES ABRUMADORAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 24 DE ENERO)

A uno le gustaría empezar una actividad, como el redactar un texto, con buena predisposición. Sin embargo, la presencia de tantos incidentes, cifras y noticias ligados a la pandemia lo hacen a uno cambiar de opinión en el camino. Por ejemplo, el mundo político con su campaña electoral daría tanto que hablar que uno podría escribir muchos artículos al respecto, entre alarmantes y jocosos, irónicos y reflexivos. O el Poder Judicial y sus sorprendentes liberaciones de personajes peligrosos. Pero no.

Círculos cercanos de amigos y experiencias personales me han llevado nuevamente a este asunto, que ya parece monotemático, único. La semana comenzó a fragmentárseme al leer los textos de diversos grupos de amigos y colegas de trabajo que informaban sobre el contagio de amigas y amigos que habían sido muy cautelosos en su quehacer. A estas alturas, puedo afirmar que no hay ningún chat colectivo en los que participo en el que no haya habido personas contaminadas, enfermas o fallecidas desde el inicio de la pandemia. En junio y julio del año pasado leía textos desesperanzados de familiares cuyos padres, hermanos o tíos habían caído enfermos y necesitaban urgente apoyo. O saber que algunos de ellos fallecieron. Y, de pronto, en estas últimas semanas se repite ese duro panorama. Dos buenos amigos están infectados y guardan su aislamiento de rigor. Un excolega de trabajo y su familia están en el hospital bajo observación. Mi madre que sigue un tratamiento por una dolencia tuvo que ser desplazada a un piso superior por la demanda de espacio para personas infectadas. Mi esposa me comenta que Portugal vive lo mismo y en los hospitales hay hileras de ambulancias esperando colocar a los enfermos. Ahora los jóvenes conforman el nuevo grupo de riesgo; cada día hay más infectados. Acabo de hablar con un exalumno mío que sale de su convalecencia. Estos datos no son de noticias elaboradas, son los que recibo de manera directa.

La gente pide no parar las actividades económicas. Nos tratamos de recuperar. Pero nuestros errores como sociedad nos han puesto en esta encrucijada. El debilitamiento del sistema de salud pública es uno de ellos y estamos pagando las consecuencias. Hay gente que pide que el sector privado asuma la entrega de vacunas. Si algún candidato ofrece esto, ese es el promotor de una estrategia terrible: genocidio. Vemos que no hay una receta social eficaz que contenga el avance de la pandemia hasta la fecha. Algunos datos preocupantes latinoamericanos:  Panamá, un país modelo de economía pujante: población 4´711 mil habitantes y 4,980 muertos por COVID. En otras palabras, un poco más de un muerto por cada 1000 habitantes; al igual que nuestro país en relación con el número de habitantes. Colombia y Argentina se dispararon. Ni hablar de Brasil o México. Y cada vez rodeados de irresponsables antivacunas o antimascarillas (hasta un candidato sale así en las entrevistas). La verdad, ¿la hay?

domingo, 17 de enero de 2021

INCERTIDUMBRES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 17 DE ENERO)

Esta semana no nos ha traído buenas noticias. Había luces de esperanza en cuanto a las vacunas, pero el contexto no es muy motivador. Además, lo que iba a pasar, pasó: incremento de casos de personas infectadas por COVID y un alza en el número de fallecidos por dicha epidemia. En realidad, no era de sorprender, pues con todas las actividades realizadas durante las últimas fiestas el número de contagios iba a ser inevitable, sobre todo por la costumbre calurosa (ahora muy peligrosa) de abrazos, besos y muestras efusivas de cariño que exponen a mucha población vulnerable (no solo mayores de edad) a un inminente contagio. A estas alturas, puedo confesar con vergüenza que no pude evitar la visita de muchos familiares a casa; pese a que en mi caso no hubo algo que lamentar, no sucede lo mismo en muchos hogares peruanos e, incluso, a nivel mundial; lo que obliga a casi todos los gobiernos volver a modos de cuarentena más rígida. En algunos casos, la justificación económica se va a sustentar para enterrar a un familiar cercano o internarlo en un clínica u hospital para el tratamiento necesario (disculpen la ironía o el cinismo). Tras una enredada explicación de las medidas por parte del presidente Sagasti, la única certeza que nos queda pues es que cada uno de nosotros debe ser lo más responsable posible consigo mismo y toda su familia inmediata, familiares o amigos cercanos propenso a verse contagiados. Debemos tener siempre en mente la pesadilla que fueron los meses de junio a agosto para todos los peruanos.

Por otro lado, la incertidumbre de la llegada de las vacunas se da en el contexto del rechazo de muchas personas de recibirla para su prevención. Cierto es que uno puede tener sus reticencias ante algo nuevo y, sobre todo, en lo concerniente a la salud e integridad física; sin embargo, estas se vienen testeando, tal como se informa, en muchas personas voluntarias para ver los efectos de la vacuna china Sinopharm a lo largo de los últimos meses del 2020. Dudas, fanatismo religioso, manipulación política o comercial, ignorancia o rechazo individual o colectivo son grandes enemigos no solo de la persona como individuo, sino en la posibilidad potencialmente peligrosa de ser portadora de esta una vez adquirida por un rápido contagio. Hay casos tristes como la muerte de más de 140 mil personas durante el 2018 a causa del sarampión, enfermedad controlable si la gente se vacunase; pero hay muchos grupos antivacunas, no necesariamente religiosos, promotores de la no vacunación. Campañas educativas no solo dirigida por médicos, sino por maestros y artistas que elaboren mensajes adecuados se hace necesario.

Hay que tener en claro que estas elecciones generales en abril próximo el tema de salud será manoseado hasta el hartazgo por varios candidatos populistas generando más confusión en una sociedad carente de líderes positivos y un digno sistema adecuado de salud. Basta ver lo que prometen alcaldes y congresistas con las vacunas. Lamentable.

domingo, 10 de enero de 2021

2021, INICIO TURBULENTO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 10 DE ENERO)

No había pasado ni una semana del 2021 y tenemos muchas sorpresas. Estas están vinculadas al mundo político, tanto nacional como internacional. No bien terminamos con las celebraciones navideñas y del año viejo 2020, una avalancha de sucesos ha generado respuestas de sorpresa, esperanza, estupor e indignación por dichos acontecimientos. Desde las fotos del congresista liberteño Luis Valdez divirtiéndose en Miami por año nuevo, mientras nuestra Región vivía la convulsión del paro agrario; hasta la intentona de golpe de los seguidores de Trump azuzados por este con el parlamento repetido de fraude.

Cuando nuestra Región se veía envuelta en enfrentamientos a causa del descontento de la nueva Ley Agraria, situación por la que algunos congresistas se trasladaron a nuestra ciudad, Valdez brilló por su ausencia; y calentó los ánimos al ver que su inasistencia era por frivolidades. Peor fue la justificación del líder de su partido y, luego, la inocua separación de dicho personaje de la campaña de APP. Además, todo sucede en momentos que nuestro país vive una nueva emergencia sanitaria que está obligando a otros países a confinamientos más estrictos, pese a contar con vacunas para su población. El mensaje es claro hacia la sociedad civil liberteña.

Por otro lado, está lo sucedido en Estados Unidos y su todavía presidente, Donald Trump; lo que hemos visto es una de las situaciones que vivimos aquí tras las elecciones en las que salió ganador PPK. La intransigencia, la obstinación, el fanatismo e intolerancia han sido las principales razones por la que muchos ciudadanos (no son pocos) hayan reaccionado así. Ese es el peligro. Cuando un grupo de personas de tendencia fundamentalista sostiene la idea de ser dueños de la verdad, estamos ante un verdadero peligro. El pensamiento Trump no es único y se sostiene en la matonería, en el abuso del poder, en la humillación de los otros. Una cosa es cierta en ese actuar: pensamiento y actitud sí están asociados. Mucha gente lo apoya, no solo en su país; conozco varios peruanos que ven en él el adalid de una Norteamérica que recuperaba su esplendor de ser la primera potencia del mundo sin que nadie la avasalle. Son de la política del Big Stick de Theodore Roosevelt y mucha gente de la extrema derecha y la derecha lo ve como un paradigma. Esta gente, ligada a grupos religiosos extremos, o partidos fascistas y racistas permitirían sacrificar cualquier condición esencial por la cual uno aprecia a esa sociedad: ellos ven la necesidad de volver al antiguo orden. Son un peligro, pues dicen sostener la verdad gracias principios fundamentalistas.

Lo vivido con Trump no ha terminado; por el contrario, es una pesadilla que ha crecido como el virus. Salvando distancias y momentos, los peruanos lo hemos vivido en dos congresos lamentables, obstrucciones, preocupados más en sus intereses que en el bien común. En abril tenemos elecciones. ¿Qué panorama tenemos entonces? 

domingo, 3 de enero de 2021

RESPONSABILIDADES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE ENERO)

 2021. Bicentenario de la Independencia política de nuestro país. Elecciones generales. En este año nuevo, los peruanos tenemos dos eventos relevantes con los que debemos de estar a la altura.

Abril será un mes en el que iremos a urnas para elegir el nuevo lustro gubernamental con un nuevo Congreso que asuma funciones legislativas. El lustro anterior ha visto 4 presidentes: inició PPK y culminará la misión presidencial Fernando Sagasti, si es que no hay algún exabrupto más parecido al que generaron la caída de Martín Vizcarra y el fugaz periodo de Manuel Merino. Tendremos que escoger un nuevo parlamento conformado por 130 congresistas entre los que son propuestos por una veintena de partidos. Las recientes inscripciones y observaciones han dado muchas sorpresas tanto en cuanto planchas presidenciales como cuadros de congresistas. Los partidos políticos nuevos y tradicionales, responsables del panorama que atravesamos en la actualidad, pusieron a un grupo de personas que, según las políticas internas de cada organización, era el más idóneo para poder asumir cargos tanto legislativos como los cuadros ejecutivos aparentes para que nuestra vida nacional continúe y mejore. Hemos visto los dos recientes congresos; los resultados son deplorables, salvo pocas excepciones. Personas incapaces, egoístas, individualistas, oportunistas y demagogas han poblado nuestros congresos hace décadas; pero las últimas versiones de este periodo gubernamental han sido un lamentable panorama de lo mal que está el sistema político de nuestra nación. Aunque es un mal común que se ve en muchas democracias formales alrededor del mundo, nuestros congresos han sido un conjunto de personas que pocas veces han velado por el país asumiendo posturas que no les competen, proponiendo leyes de lo más populistas e insostenibles y velando por intereses más que reñidos con lo ético y lo social. Muchos partidos no han dejado de ser meros clanes familiares y algunos orígenes de muchos de los que están en competencia son muy oscuros, vinculados a situaciones de corrupción, lavado de dinero y otras pesadas herencias. Estuve leyendo la biografía de Pablo Escobar y la serie recreada en la biografía de Juan “Chapo” Guzmán. Los hilos del narcotráfico siguen ejerciendo su poder y las diversas formas de lavado de activos apuntan a fortalecer candidaturas de todo tipo como se ha visto a lo largo de nuestra historia y la de muchos países sudamericanos.  

2021 es nuestro Bicentenario nacional. El de Trujillo nos tocó bastante deslucido por la pandemia y otros problemas de organización. Como ciudad y región no tuvimos una gran obra que hubiera dado un realce a nuestra ciudad. Un gran sistema vial y drenaje, por ejemplo, proyectado y planificado tras los destrozos del Niño del 97-98, hubiese sido un gran regalo para la actual urbe en la que hemos convertido. Faltó visión, liderazgo. Oportunidad perdida. Trujillo es una gran ciudad. Pues, hora de despegar.

domingo, 27 de diciembre de 2020

2021 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 DE DICIEMBRE)

Hace un año despedíamos el 2019 con incertidumbres políticas y sociales, pero con la voluntad de que podíamos aspirar a un avenir positivo. Rumores de una enfermedad nos llegaban desde el Asia, pero nos eran lejanos en ese entonces. Nadie presagiaba que nuestro mundo, tal como lo conocíamos hasta esos momentos, iba a dar un giro sorprendente. Y a lo largo de este año hemos ido descubriendo, para bien o para mal, las capacidades e incapacidades que como humanos tenemos y que es una dura lección por enfrentar, y que es la herencia con la que entramos al 2021.

Desde los meses iniciales, cuando la pandemia azotaba ya varios países, comenzaron voces de alerta, así como las de negación y escepticismo que un evento de esta magnitud acarrea. Hemos visto líderes de opinión, políticos y personalidades de toda índole convirtiéndose de la noche a la mañana en una suerte de exégetas en una materia tan complicada y novísima como lo fue este virus. Grandes errores se fueron acumulando al haber permitido que personas que no tenían nada que ver con el tema médico aseverasen opiniones que generaban grandes desconciertos. Líderes como Bolsonaro o Trump, muy interesados en salvar otras cosas que vidas, llevaron a desastres sanitarios a sus países. En nuestro país, periodistas de diversos medios mostraban su incredulidad ante este evento y, peor aún, se mofaban del mismo. Cuando dos de ellos cayeron contagiados, su sonsonete paró. Los medios han jugado un papel tan ambiguo en las campañas realizadas por todo el mundo como en nuestro país. Y hemos visto que incluso no han sido transparente en informar todo el problema sanitario en nuestro país. Focos grandes de contagio como zonas industriales, agrarias o mineras, tanto formales como informales, no fueron difundidas del todo o lo hicieron de manera parcial más por intereses económicos que por el manejo de la verdad. Por otro lado, las marchas de noviembre eran difundidas con la advertencia de ser un caldo de cultivo para la pandemia; pero parece ser que esto no ha sucedido al no haber el temido rebrote pandémico a fines de noviembre. Más que la opinión de políticos u otros personajes, esperamos que la ciencia dé más explicaciones al respecto para poder actuar con propiedad y salvar vidas.

Pero las sociedades, como la peruana, han buscado soluciones ante esta situación. Se vio una interesante capacidad de organización y respuesta que nos queda como aprendizaje con la cual debemos de trabajar para futuro. Muchas personas han salido adelante tanto por ingenio, resiliencia; pero también de trabajo colaborativo. Son fortalezas que deben primar, de ahora en adelante, en nuestras planificaciones.  

2021 puede ser un año de reconstrucción en todos los ámbitos. Hemos sido golpeados por muchas pandemias: COVID 19, corrupción política, informalidad en todos los campos y deficiencias de un modelo incapaz de haber satisfecho pilares de nuestra sociedad: salud, educación y seguridad. ¿Seguiremos en lo mismo?

domingo, 20 de diciembre de 2020

NAVIDAD ESPECIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 20 DICIEMBRE)

Estamos próximos a una de las fiestas centrales del mundo cristiano. Una de las celebraciones que tiene un gran significado centrado en el amor hacia los demás, cuya síntesis la viene a dar la familia y que tiene más universalidad de todas conmemoraciones cristianas. Como otras grandes fiestas de origen religioso, moviliza a millones de fieles con el fin de preservar el sentido de esta o el de continuar una tradición cuyas raíces se pierden en las honduras de los tiempos. Una tradición que se adhirió a esta es la del obsequio, ahora inherentemente asociada a esta festividad; con el tiempo se “empapó” de un sentido comercial que ha estropeado el sentido inicial de amor en sus diversas formas coactando a este con la necesidad de un regalo.

Otro de los grandes significados que encierra esta fiesta es la de la Paz. Los humanos aspiran permanentemente a la búsqueda de la paz, pese a que su entorno no ha sido precisamente el que asegure esta. Hemos visto, incluso, a lo largo de la historia que bajo símbolos religiosos diversos se ha tergiversado la esencia de diversas religiones que pueblan nuestro planeta haciendo uso de la fuerza, del autoritarismo y el fanatismo para hacer proselitismo, conquistar e, incluso, desaparecer al contrincante o al “otro”. Uno es testigo frecuente de actos realizados por personas que dicen llamarse cristianas y en sus acciones distan kilómetros de la esencia de lo que predican. Me tocó la suerte de estar en Belén dos veces el siglo pasado y ambas oportunidades hubo actos de violencia que empañaron dichas visitas, actos que nos obligaron a escondernos en algunos lugares públicos no lejos de la iglesia construida en el lugar donde supuestamente había nacido Jesús, el enviado de Dios.

Ahora, enfrentamos una pandemia. Una que ha afectado todos los rincones del planeta, pues es una enfermedad que se moviliza con el humano. Estamos viviendo una plaga que goza de las facilidades de la modernidad; pues, con los hombres, recorre en menos tiempo más kilómetros y con grandes masas de portadores. Llevamos la enfermedad (cualquiera) con nosotros al lugar que vayamos; y viceversa, la traemos de los lugares que anduvimos. Somos, pues, una amenaza potencial, más aún aquellos que no son conscientes del peligro latente que nos rodea. Diversas medidas se han tomado alrededor del mundo y poco se ha logrado para conseguir el avance de esta pandemia, pues vemos que algunas sociedades que fueron exitosas en un principio ahora se ven envueltas en dramas sanitarios y sociales. Queremos volver a la normalidad y esta navidad ha sido la prueba para muchos. Pero, muchos hogares lamentarán las pérdidas de familiares o pasarán en vela por salud de uno de los suyos. El dramático mensaje enviado por Angela Merkel a sus connacionales es un llamado de atención para todos nosotros. En nuestras manos está el hecho de que el año entrante podamos estar con todos los nuestros sin haber sido cómplices de la muerte de uno de ellos.

domingo, 13 de diciembre de 2020

NEUROSIS BICENTENARIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DICIEMBRE)

Calles y avenidas cerradas, tráfico sin rutas alternativas. Choques entre ambulantes y la policía municipal. Vecindarios con pistas destrozadas. Hospitales que colapsan. Radiografía diaria de una ciudad neurótica.

Este es el retrato de una urbe que, de pronto, se ha visto sometida a situaciones caóticas que atormentan a los preocupados y sufridos trujillanos. En medio de la crisis sanitaria y económica que muchos estamos pasando, hemos sido testigos de fuertes reacciones como lo fueron las protestas sociales contra la asonada provocada por congresistas de móviles oscuros y, por otro lado, el problema agrario que causó zozobra en la ciudadanía al haber mucha población laboral involucrada en esta modalidad. Cada vez es más frecuente ver negocios que se ven forzados a cerrar sus puertas o ver por muchas partes carteles que alquilan o venden inmuebles. Los intentos de retornar a una suerte de resurgimiento económico chocan con otras veleidades del mundo político que genera desconfianza e incertidumbre. Las acciones populistas y ramplonas, y el doble lenguaje empleado por parlamentarios y líderes de partidos políticos han generado un fuerte resentimiento en la población que va a ser difícil de ser olvidado; y esperemos que así sea, pues hay tristes evidencias de amnesia colectiva política como lo podemos ver a lo largo de nuestra historia electoral. En cuanto al panorama sanitario, no deja de causar grandes temores. Se habla de una segunda ola, mientras muchos ciudadanos se vuelcan a las calles para satisfacer sus ansias de consumo o para disipar las tensiones vividas en nuestro forzado encierro. Mucha gente clama por libertades individuales y exigen libre circulación. Tras la amarga experiencia que vivimos entre los meses de junio a septiembre nos debería invitar a la reflexión y no convertirnos en portadores de la desgracia para sus familiares o para uno mismo.

En este complicado escenario, surgen acciones desatinadas que obedecen a un prurito proselitista más que el bien cívico. De haber pensado en este último, no nos veríamos en la estresante situación que ahora estamos viviendo: mientras cientos de ciudadanos reclaman el asfaltado de calles que fueron abandonadas por la gestión edil (otro caos que raya con la hilaridad), se abocan a romper otras sin haber generado rutas alternativas y causando molestias en momentos como estos. El desatino cunde por la ciudad que pareciera ser golpeada por diversas plagas, muchas de ellas evitables si hubiera la coordinación correcta, el criterio técnico más que el político, una visión más global de la ciudad y una comunicación más efectiva; realidades bastante escasas por las evidencias que estamos sufriendo.

Si todo esto obedece como parte de una campaña electoral de un debilitado líder identificado como mendaz y traicionero, dudo que la población se sienta agradecida por esto. Salvo que el lema “Sufre, peruano, sufre” sea parte de nuestra compleja identidad.

domingo, 6 de diciembre de 2020

DESANGRÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 DICIEMBRE)

Bicentenario doloroso. Sangriento. Polarizado. Las marchas que salieron a las calles para protestar contra la intención golpista salen a las carreteras para reclamar saldos pendientes en diversas partes de nuestro vasto territorio. La falta de claros interlocutores para tratar los problemas, los más de índole agrario, es un necesario pendiente a resolver para evitar esta situación extremadamente grave por las fisuras que se están abriendo en nuestra sociedad. Los hechos de violencia no son una eclosión surgida de la nada. Es una suma de silencios, errores y ausencias que comienzan a estallar en momentos duros como los que estamos pasando en todo el país. Tras la dura pandemia que abatió a muchos peruanos, la crisis económica que trata de ser menguada por ciudadanos trabajadores; a todo esto, se suma la indiferencia de las elites de poder que no han sintonizado con los problemas que hay en todo el territorio. Se identifican más de doscientos conflictos latentes en los que encontramos los laborales, ecológicos o medioambientales, políticos. La Defensoría del Pueblo ofrece un mapa interactivo (https://www.defensoria.gob.pe/mapa-de-conflictos-sociales/) en el que se muestra una realidad latente que pueda estallar en cualquier. Pero, dicho documento virtual, actualizado a octubre de este año, debe de agregar estos nuevos escenarios.

Además de estos datos disponibles para todos y los que deberían de ser revisados permanentemente por las personas interesadas, la observación directa viene sobre los responsables políticos de cada región en las que hay estos conflictos. La falta de información por parte de los partidos políticos y sus representantes (gobiernos regionales o congresistas) es lamentable. En cuanto a los congresistas, es bueno recordar dos de sus funciones: “[..] se debe a todos los peruanos, por lo que debe escuchar sus demandas” y “A través del debate consigue acuerdos con el resto de sus colegas para proponer, revisar y aprobar leyes que beneficien a todos los peruanos”. Veamos si es válido en los 130 congresistas (7 por La Libertad) que representan a más de treinta millones de peruanos. Hemos visto su triste y decepcionante accionar en el anterior y actual Congreso, el cual reúne gente cuyo interés dista de las verdaderas funciones. La derogación de la Ley Agraria ha sido un acto más por la reacción social que por otra capacidad de encontrar soluciones consensuadas a los problemas álgidos dejándonos sin marcos legales. Su labor se ha centrado más en crear zozobra y protegerse entre ellos (hasta ahora siguen cubiertos Edgar Alarcón y Humberto Acuña) que en actuar por el bien de la sociedad. Muchos de ellos residentes en Lima por años, se lanzan a postular por regiones cuya realidad desconocen. En el caso de nuestros legisladores, ¿habrán percibido antes el malestar de los trabajadores agrarios o ahora se suben a la ola con el fin de quedar bien ante ellos? Estamos aprendiendo a golpes.

domingo, 29 de noviembre de 2020

RANCIOS CINISMOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 29 DE NOVIEMBRE)

Las aguas no están para nada quietas. A río revuelto, ganancia de “pescadores”. Y qué pescadores. En el hemiciclo que reúne una variopinta cantidad de personajes con problemas judiciales, los congresistas siguen en su fanfarria como si lo sucedido hace una semana no hubiera nunca ocurrido. Mientras miles de ciudadanos de todas las edades, sobre todo jóvenes, salen a las calles a protestar hastiados de la política y del nada prestigioso privilegio de haber tenido tres presidentes en menos de una semana; nuestra casta política hace diversos contubernios amañados sin ningún tipo de escrúpulos buscando cómo ganar réditos a como dé lugar. Las reuniones del actual presidente Sagasti con personajes arteros como Keiko Fujimori o César Acuña genera mucho escepticismo en la sociedad, pese a los drásticos cambios necesarios en una cúpula de la PNP cuestionada por muchos actos de corrupción durante la pandemia (recordemos los casos del material sobrevaluado o de pésima calidad) y, peor aún, por los acontecimientos represivos y luctuosos en las últimas protestas callejeras con la suma de dos muertos, ciudadanos heridos e, incluso, secuestrados. Las humillantes declaraciones de un cínico Manuel Merino colmaron la paciencia de muchas personas y, en un arranque de populismo, los congresistas decidieron levantar la pensión vitalicia de los numerosos expresidentes vivos (prófugo, con arresto domiciliario, golpista, con sentencia suspendida). Pero nuestros parlamentarios olvidaron un reclamo pendiente: la inmunidad. De pronto, nos viene una sorpresa: el lanzamiento de Martín Vizcarra al Congreso por el partido Somos Perú. El apoyo masivo (no sé si le quedará este hasta las elecciones en abril del 2021), sin duda, cambia todo el panorama electoral. Muchos de los actuales candidatos cuyos partidos participaron en la asonada de hace dos semanas ven con mucho temor esta candidatura. Muchos han salido mal parados como golpistas, mentirosos y traicioneros. Personajes como KFF o Acuña Peralta enfrentan el dilema de promover la vacancia para evitar el posible acaparamiento de curules por parte de Somos Perú, o se hacen literalmente los locos con el posible riesgo de que varias agrupaciones desaparezcan del mapa electoral. La primera posibilidad nos hace recordar la pesadilla que experimentamos con una mayoría parlamentaria confrontacional plagada de fujimoristas aviesos que tumbaron a PPK y volvieron ingobernable al país. Vizcarra, como candidato, pone a los políticos contra las cuerdas.  A todas luces, es la cerecita de la torta.

¿Somos el país de las maravillas?, ¿qué hacer? Pues informarnos. Saber qué nos van a ofrecer los numerosos partidos que, de hecho, vienen con posibles delincuentes como candidatos. Nuestro voto es clave para seguir poniendo límites a la corrupción. Es momento de construir ideas, argumentos para desarticular cuanto payaso populista se ponga delante de un estrado o cámaras. Ahí está nuestro poder. 

domingo, 22 de noviembre de 2020

TERRUQUEO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE NOVIEMBRE)

Para empezar este artículo, tomo prestado un pequeño extracto del ensayo “Estética de la derecha peruana: una breve indagación sobre sus formas” de Mijail Mitrovic: “[..] El fujimorismo en el poder apostó por la cultura de masas como mecanismo de dominación y en ella la imagen documental operaba de dos modos: por un lado, atiborraba la prensa chicha del mórbido realismo de la catástrofe y el crimen, mientras la cuidadosa puesta en escena de las capturas de líderes de Sendero y el MRTA apuntaba no tanto a la lucha contra la subversión sino a desalentar cualquier disenso mediante el estigma del terruqueo [..]”. El resaltado y subrayado son míos.

Tenemos un nuevo presidente. Uno nuevo surgido en el marco de una ola de descontento contra la clase política vergonzosa y descarada. Los que recordamos los años 80 desde inicios de las acciones sangrientas de SL, los gobiernos de entonces no fueron capaces de enfrentar el crecimiento de este cáncer que prosperó por incapacidad de no ver al monstruo que tenían delante de sí, por el crecimiento de una galopante corrupción, una inflación desastrosa, escasez e ingobernabilidad como lo fue el primer gobierno de Alan García. Los entonces partidos de izquierda, corroídos por la inacción y el avance senderista abrumador, no trazaron una frontera con los movimientos terroristas, salvo excepciones. El ascenso de Fujimori fue acompañado de un aparato mediático que aplastaba sistemáticamente a opositores sociales y políticos de manera escandalosa. Así surgió el término terruco y sus diversas variables como "terruqueo" o “terruquear”. Esta palabra sirvió para encasillar, como una suerte de cajón de sastre, toda acción que implicaba reclamos por trasgresión de los derechos sociales y humanos. Ejemplos sobran. Cualquier resquicio de malestar contra el régimen o contra el modelo y las personas que sustentaban ciegamente al gobierno de turno, era acallado no solo a través de los medios, sino por la sociedad misma que vio con temor un posible rebrote de SL o cualquier variante de terrorismo. Tres generaciones de peruanos hemos crecido y reaccionado con el prejuicio que estigmatizaba personas y acciones. Esto también, en cierta manera, desalentó a muchas personas que querían hacer política, pues el fujimorato desmanteló toda forma de institucionalidad política: los Vladiveos son las más claras evidencias de ello. Prensa, farándula y algunos partidos políticos eran ignominiosos vasallos de una campaña escandalosa. Pero el daño causado en la sociedad aún persiste en las percepciones de la gente. Son respuestas automáticas, aprendidas por el sonsonete reiterado no solo en esa década, sino en los gobiernos siguientes. Una extensión a estas palabras es “caviar”, dada a aquellas personas que, pese a su condición socioeconómica, se adhieren a reclamos sociales justos.

La gente - los “terrucos” - salió a la calle a protestar. Una barrera ha comenzado a caer. Es tiempo de desaprender prejuicios y poner las cosas en orden.

domingo, 15 de noviembre de 2020

NO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 15 DE NOVIEMBRE)


Cuando publico este artículo la suerte del gobierno interino de Merino se tambalea y cae a pedazos por la acción luctuosa del día de ayer sábado 14 de noviembre. Hasta la fecha hay dos jóvenes muertos y las renuncias masivas de ministros y miembros de diversos poderes del Estado, totalmente deslegitimado ante la sociedad peruana e, incluso, internacional. Ahora nos toca un camino difícil, pero no imposible para aspirar a reformas profundas en mejora de la gobernabilidad de nuestra nación. Que las muertes injustas de estos jóvenes no sea en vano.

Lunes 09 de noviembre. Un día de los más oscuros para la política y sociedad peruanas. En un acto alevoso y premeditado de la manera más maquiavélica posible, Martín Vizcarra es vacado gracias a una interpretación aún antojadiza de esa caterva de mezquinos angurrientos en la que se ha convertido el Congreso de la República. Y, desde entonces, entramos en el limbo total. Algunas personas aplaudieron inmediatamente el acto y se sumaron discretamente a la algarabía insana de estos facinerosos que comenzaron a tramar la repartija de todo el poder político actual: una forma velada de golpe disfrazada de un proceso democrático para legalizarse ante la sociedad nacional e internacional. Pero estos mequetrefes, lejos de haber percibido el sentir social, avanzaron con sus planes para dejarnos ahora en una situación extrema que, estas alturas que redacto este artículo, no ha quedado para nada aclarada. Las primeras reacciones fueron el primer campanazo que puso en alerta a los peleles que se sumaron a la votación: de pronto, sus cálculos políticos no comenzaron a cuadrar y, a medida que la indignación ha ido creciendo, han ido, literalmente, “zafando cuerpo”. Es tanta la indignación popular que uno de los principales gestores de este zafarrancho, Edgar Alarcón, brilla por su ausencia en medios y comunicaciones. El gabinete formado por Ántero Flores Aráoz es, por demás, una demostración del abandono y desesperación que rodean a este pseudo gobierno, y ha rebuscado por los rincones olvidados de los desvanes políticos para sacar a personajes tan cuestionados como D´Alessio, ¡Sheput! (por fin lo sacan de las cavernas) o el cuestionado Gastón Rodríguez, quien empezó bastante mal por las acciones hechas por la PN en las manifestaciones masivas contra los ciudadanos: el uso de perdigones y gases lacrimógenos ha causado rechazo nacional e internacional. Y desde el punto de vista internacional, muchos países esperan el pronunciamiento del TC para reconocer la validez de este; hasta la fecha solo cuatro países han reconocido al mismo. La OEA y varios organismos internacionales están a la espera.  

¿Los partidos, en qué se han convertido? Los casos de AP y APP han provocado la repulsa general; César Acuña dio unas declaraciones días antes sobre la posición partidaria y, sin embargo, ese lunes negro sucedió lo contrario. Cálculos políticos que pasarán facturas políticas que no deben ser olvidadas por la población. Los reclamos de los trujillanos frente a las puertas de APP en la marcha del jueves es un claro indicio del daño causado a la escasa fiabilidad de estos. Muchos arguyen que no deberíamos quejarnos, puesto que hemos elegido a esas patrañas. No. La responsabilidad cae sobre un partido político: estos escogen a su gente y ofrecen una lista a una población que debe ejercer el voto obligatorio. Si tenemos congresistas delincuentes, es gracias a esas agrupaciones que los empoderan y avalan para que nos dirijan como sociedad.