Cuando publico este artículo la suerte del gobierno interino de Merino se tambalea y cae a pedazos por la acción luctuosa del día de ayer sábado 14 de noviembre. Hasta la fecha hay dos jóvenes muertos y las renuncias masivas de ministros y miembros de diversos poderes del Estado, totalmente deslegitimado ante la sociedad peruana e, incluso, internacional. Ahora nos toca un camino difícil, pero no imposible para aspirar a reformas profundas en mejora de la gobernabilidad de nuestra nación. Que las muertes injustas de estos jóvenes no sea en vano.
Lunes 09 de noviembre. Un día
de los más oscuros para la política y sociedad peruanas. En un acto alevoso y
premeditado de la manera más maquiavélica posible, Martín Vizcarra es vacado
gracias a una interpretación aún antojadiza de esa caterva de mezquinos
angurrientos en la que se ha convertido el Congreso de la República. Y, desde
entonces, entramos en el limbo total. Algunas personas aplaudieron
inmediatamente el acto y se sumaron discretamente a la algarabía insana de
estos facinerosos que comenzaron a tramar la repartija de todo el poder
político actual: una forma velada de golpe disfrazada de un proceso democrático
para legalizarse ante la sociedad nacional e internacional. Pero estos
mequetrefes, lejos de haber percibido el sentir social, avanzaron con sus
planes para dejarnos ahora en una situación extrema que, estas alturas que
redacto este artículo, no ha quedado para nada aclarada. Las primeras
reacciones fueron el primer campanazo que puso en alerta a los peleles que se sumaron
a la votación: de pronto, sus cálculos políticos no comenzaron a cuadrar y, a
medida que la indignación ha ido creciendo, han ido, literalmente, “zafando
cuerpo”. Es tanta la indignación popular que uno de los principales gestores de
este zafarrancho, Edgar Alarcón, brilla por su ausencia en medios y
comunicaciones. El gabinete formado por Ántero Flores Aráoz es, por demás, una
demostración del abandono y desesperación que rodean a este pseudo gobierno, y
ha rebuscado por los rincones olvidados de los desvanes políticos para sacar a
personajes tan cuestionados como D´Alessio, ¡Sheput! (por fin lo sacan de las
cavernas) o el cuestionado Gastón Rodríguez, quien empezó bastante mal por las
acciones hechas por la PN en las manifestaciones masivas contra los ciudadanos:
el uso de perdigones y gases lacrimógenos ha causado rechazo nacional e internacional.
Y desde el punto de vista internacional, muchos países esperan el
pronunciamiento del TC para reconocer la validez de este; hasta la fecha solo
cuatro países han reconocido al mismo. La OEA y varios organismos
internacionales están a la espera.
¿Los partidos, en qué se han convertido? Los casos de AP y APP han provocado la repulsa general; César Acuña dio unas declaraciones días antes sobre la posición partidaria y, sin embargo, ese lunes negro sucedió lo contrario. Cálculos políticos que pasarán facturas políticas que no deben ser olvidadas por la población. Los reclamos de los trujillanos frente a las puertas de APP en la marcha del jueves es un claro indicio del daño causado a la escasa fiabilidad de estos. Muchos arguyen que no deberíamos quejarnos, puesto que hemos elegido a esas patrañas. No. La responsabilidad cae sobre un partido político: estos escogen a su gente y ofrecen una lista a una población que debe ejercer el voto obligatorio. Si tenemos congresistas delincuentes, es gracias a esas agrupaciones que los empoderan y avalan para que nos dirijan como sociedad.
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