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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 10 de enero de 2021

2021, INICIO TURBULENTO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 10 DE ENERO)

No había pasado ni una semana del 2021 y tenemos muchas sorpresas. Estas están vinculadas al mundo político, tanto nacional como internacional. No bien terminamos con las celebraciones navideñas y del año viejo 2020, una avalancha de sucesos ha generado respuestas de sorpresa, esperanza, estupor e indignación por dichos acontecimientos. Desde las fotos del congresista liberteño Luis Valdez divirtiéndose en Miami por año nuevo, mientras nuestra Región vivía la convulsión del paro agrario; hasta la intentona de golpe de los seguidores de Trump azuzados por este con el parlamento repetido de fraude.

Cuando nuestra Región se veía envuelta en enfrentamientos a causa del descontento de la nueva Ley Agraria, situación por la que algunos congresistas se trasladaron a nuestra ciudad, Valdez brilló por su ausencia; y calentó los ánimos al ver que su inasistencia era por frivolidades. Peor fue la justificación del líder de su partido y, luego, la inocua separación de dicho personaje de la campaña de APP. Además, todo sucede en momentos que nuestro país vive una nueva emergencia sanitaria que está obligando a otros países a confinamientos más estrictos, pese a contar con vacunas para su población. El mensaje es claro hacia la sociedad civil liberteña.

Por otro lado, está lo sucedido en Estados Unidos y su todavía presidente, Donald Trump; lo que hemos visto es una de las situaciones que vivimos aquí tras las elecciones en las que salió ganador PPK. La intransigencia, la obstinación, el fanatismo e intolerancia han sido las principales razones por la que muchos ciudadanos (no son pocos) hayan reaccionado así. Ese es el peligro. Cuando un grupo de personas de tendencia fundamentalista sostiene la idea de ser dueños de la verdad, estamos ante un verdadero peligro. El pensamiento Trump no es único y se sostiene en la matonería, en el abuso del poder, en la humillación de los otros. Una cosa es cierta en ese actuar: pensamiento y actitud sí están asociados. Mucha gente lo apoya, no solo en su país; conozco varios peruanos que ven en él el adalid de una Norteamérica que recuperaba su esplendor de ser la primera potencia del mundo sin que nadie la avasalle. Son de la política del Big Stick de Theodore Roosevelt y mucha gente de la extrema derecha y la derecha lo ve como un paradigma. Esta gente, ligada a grupos religiosos extremos, o partidos fascistas y racistas permitirían sacrificar cualquier condición esencial por la cual uno aprecia a esa sociedad: ellos ven la necesidad de volver al antiguo orden. Son un peligro, pues dicen sostener la verdad gracias principios fundamentalistas.

Lo vivido con Trump no ha terminado; por el contrario, es una pesadilla que ha crecido como el virus. Salvando distancias y momentos, los peruanos lo hemos vivido en dos congresos lamentables, obstrucciones, preocupados más en sus intereses que en el bien común. En abril tenemos elecciones. ¿Qué panorama tenemos entonces? 

domingo, 3 de enero de 2021

RESPONSABILIDADES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 03 DE ENERO)

 2021. Bicentenario de la Independencia política de nuestro país. Elecciones generales. En este año nuevo, los peruanos tenemos dos eventos relevantes con los que debemos de estar a la altura.

Abril será un mes en el que iremos a urnas para elegir el nuevo lustro gubernamental con un nuevo Congreso que asuma funciones legislativas. El lustro anterior ha visto 4 presidentes: inició PPK y culminará la misión presidencial Fernando Sagasti, si es que no hay algún exabrupto más parecido al que generaron la caída de Martín Vizcarra y el fugaz periodo de Manuel Merino. Tendremos que escoger un nuevo parlamento conformado por 130 congresistas entre los que son propuestos por una veintena de partidos. Las recientes inscripciones y observaciones han dado muchas sorpresas tanto en cuanto planchas presidenciales como cuadros de congresistas. Los partidos políticos nuevos y tradicionales, responsables del panorama que atravesamos en la actualidad, pusieron a un grupo de personas que, según las políticas internas de cada organización, era el más idóneo para poder asumir cargos tanto legislativos como los cuadros ejecutivos aparentes para que nuestra vida nacional continúe y mejore. Hemos visto los dos recientes congresos; los resultados son deplorables, salvo pocas excepciones. Personas incapaces, egoístas, individualistas, oportunistas y demagogas han poblado nuestros congresos hace décadas; pero las últimas versiones de este periodo gubernamental han sido un lamentable panorama de lo mal que está el sistema político de nuestra nación. Aunque es un mal común que se ve en muchas democracias formales alrededor del mundo, nuestros congresos han sido un conjunto de personas que pocas veces han velado por el país asumiendo posturas que no les competen, proponiendo leyes de lo más populistas e insostenibles y velando por intereses más que reñidos con lo ético y lo social. Muchos partidos no han dejado de ser meros clanes familiares y algunos orígenes de muchos de los que están en competencia son muy oscuros, vinculados a situaciones de corrupción, lavado de dinero y otras pesadas herencias. Estuve leyendo la biografía de Pablo Escobar y la serie recreada en la biografía de Juan “Chapo” Guzmán. Los hilos del narcotráfico siguen ejerciendo su poder y las diversas formas de lavado de activos apuntan a fortalecer candidaturas de todo tipo como se ha visto a lo largo de nuestra historia y la de muchos países sudamericanos.  

2021 es nuestro Bicentenario nacional. El de Trujillo nos tocó bastante deslucido por la pandemia y otros problemas de organización. Como ciudad y región no tuvimos una gran obra que hubiera dado un realce a nuestra ciudad. Un gran sistema vial y drenaje, por ejemplo, proyectado y planificado tras los destrozos del Niño del 97-98, hubiese sido un gran regalo para la actual urbe en la que hemos convertido. Faltó visión, liderazgo. Oportunidad perdida. Trujillo es una gran ciudad. Pues, hora de despegar.

domingo, 27 de diciembre de 2020

2021 (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 DE DICIEMBRE)

Hace un año despedíamos el 2019 con incertidumbres políticas y sociales, pero con la voluntad de que podíamos aspirar a un avenir positivo. Rumores de una enfermedad nos llegaban desde el Asia, pero nos eran lejanos en ese entonces. Nadie presagiaba que nuestro mundo, tal como lo conocíamos hasta esos momentos, iba a dar un giro sorprendente. Y a lo largo de este año hemos ido descubriendo, para bien o para mal, las capacidades e incapacidades que como humanos tenemos y que es una dura lección por enfrentar, y que es la herencia con la que entramos al 2021.

Desde los meses iniciales, cuando la pandemia azotaba ya varios países, comenzaron voces de alerta, así como las de negación y escepticismo que un evento de esta magnitud acarrea. Hemos visto líderes de opinión, políticos y personalidades de toda índole convirtiéndose de la noche a la mañana en una suerte de exégetas en una materia tan complicada y novísima como lo fue este virus. Grandes errores se fueron acumulando al haber permitido que personas que no tenían nada que ver con el tema médico aseverasen opiniones que generaban grandes desconciertos. Líderes como Bolsonaro o Trump, muy interesados en salvar otras cosas que vidas, llevaron a desastres sanitarios a sus países. En nuestro país, periodistas de diversos medios mostraban su incredulidad ante este evento y, peor aún, se mofaban del mismo. Cuando dos de ellos cayeron contagiados, su sonsonete paró. Los medios han jugado un papel tan ambiguo en las campañas realizadas por todo el mundo como en nuestro país. Y hemos visto que incluso no han sido transparente en informar todo el problema sanitario en nuestro país. Focos grandes de contagio como zonas industriales, agrarias o mineras, tanto formales como informales, no fueron difundidas del todo o lo hicieron de manera parcial más por intereses económicos que por el manejo de la verdad. Por otro lado, las marchas de noviembre eran difundidas con la advertencia de ser un caldo de cultivo para la pandemia; pero parece ser que esto no ha sucedido al no haber el temido rebrote pandémico a fines de noviembre. Más que la opinión de políticos u otros personajes, esperamos que la ciencia dé más explicaciones al respecto para poder actuar con propiedad y salvar vidas.

Pero las sociedades, como la peruana, han buscado soluciones ante esta situación. Se vio una interesante capacidad de organización y respuesta que nos queda como aprendizaje con la cual debemos de trabajar para futuro. Muchas personas han salido adelante tanto por ingenio, resiliencia; pero también de trabajo colaborativo. Son fortalezas que deben primar, de ahora en adelante, en nuestras planificaciones.  

2021 puede ser un año de reconstrucción en todos los ámbitos. Hemos sido golpeados por muchas pandemias: COVID 19, corrupción política, informalidad en todos los campos y deficiencias de un modelo incapaz de haber satisfecho pilares de nuestra sociedad: salud, educación y seguridad. ¿Seguiremos en lo mismo?

domingo, 26 de julio de 2020

DURAS FIESTAS PATRIAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 26 DE JULIO)

Este próximo martes celebramos los 199 años de nuestra independencia formal. El ambiente festivo y popular que muchos peruanos solíamos celebrar será totalmente diferente. Será un día más de angustia para millones de peruanos que han sufrido esta pandemia de una manera u otra: un descalabro económico, un problema de salud o un familiar fallecido o en agonía. La gente, desesperada, se vuelca a la calle, sea para ganar dinero o para buscar algún tipo de remedio para los efectos del COVID-19 que está golpeando a todos los estratos sociales. Hay ciudades en las que se creía que esta enfermedad había sido controlada, pero el relajo de las medidas, la presión de actores económicos más la incapacidad de autoridades, como el ejemplo de Arequipa, han pasado una dura factura a muchos ciudadanos que se ven afectados por los demoledores efectos de la enfermedad y la indolencia de autoridades regionales o locales díscolas e incapaces de entender la real situación de esta emergencia. Pero ese comportamiento, tengámoslo en cuenta, podría agudizarse, pues ya estamos comenzando una nueva carrera electoral que ha de concluir en junio del año entrante en una hipotética segunda vuelta.

Martín Vizcarra dará su último discurso este año. Le tocó asumir riendas de un país zarandeado por la corrupción y ahora por una pandemia que está asolando no solo al nuestro, sino a todos los países del mundo. Sin embargo, el COVID-19 ha abierto, pese a todo, nuevas perspectivas para la sociedad peruana. Hay que refundar muchas cosas, desde el nuevo rol del Estado en sus funciones y el replanteamiento de la participación de la sociedad peruana. Vizcarra, ya de salida, debe de generar confianza, restablecer el sentido de autoridad y manejar los recursos que beneficien al mayor número de peruanos.

Esta realidad es, pese a todo, una oportunidad para iniciar una intensiva campaña de formalización en todos los niveles y quehaceres de la sociedad y futura responsabilidad del nuevo gobierno. La informalidad alimentada por un viciado concepto de emprendimiento debe de ser atacada como parte de las nuevas estrategias laborales; no para crear mayor burocracia, sino para que un ciudadano sea reconocido y acceda a formas de integración social, las que han sido mal vistas y manejadas en las últimas décadas. La informalidad, como un cáncer, se ha enquistado en todos los sectores y esa fue una de las poderosas razones por las cuales la sociedad en su conjunto se desplomó en los primeros meses del aislamiento social. Los rubros de Salud y Educación son los otros pilares sensibles en los cuales el Estado debe de retomar el timón. Es muy irónico que muchas personas que critican la situación sanitaria hayan estado defendiendo por décadas el debilitamiento de la presencia estatal en este rubro. En el educativo, ya se han visto los desequilibrios evidentes y las brechas por cerrar.

Veamos cuáles serán los planes de gobierno de los futuros candidatos.


domingo, 12 de junio de 2016

LECCIONES APRENDIDAS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO 12 DE JUNIO)

Luego de casi cuatro días de zozobra, la Nación ya tiene un nuevo Presidente que gobernará nuestros destinos por los cinco siguientes años. El nuevo Presidente tiene delante de sí un escenario interesante en el cual deberá de realizar su trabajo para recibir nuestras celebraciones del Bicentenario de la Independencia.
El escenario político regional ha confirmado algunas tendencias que PPK deberá tomar en cuenta. Un ex Sólido Norte, con imagen naranja es el primero por destacar. Casi todas las regiones norteñas y nororientales dieron su respaldo a Keiko, salvo Cajamarca que envía un mensaje claro al nuevo Gobierno.  Viendo el mapa electoral es como si el APRA hubiera dejado toda la “infraestructura” social necesaria para que dos nuevos partidos, APP y FP, le arrebatasen sus otrora incólumes predios.  El  APRA sobrevivió a las justas en esta contienda y ha sido un clarinazo para este partido que arrastraba multitudes. Lastimosamente las estrategias de conciencia política de antaño han ido cambiando por las del asistencialismo (llamemos dádivas) impuesto por APP, inicialmente, y por FP en los últimos años; y con fondos no poco cuestionables en su origen. Ha sido extraño que solo César Acuña haya sido separado de la contienda por el JNE y no lo hiciera con Keiko, quien decidió sacrificar a Vladimiro Huaroc. Pero también ha sido una labor silenciosa del partido naranja que ha trabajado con la juventud, bastante descuidada por los demás partidos. Todavía se carece, salvo FP, de una construcción permanente  con adolescentes quienes se convierten en una gran masa electoral en cada nueva contienda. La construcción de mensajes y la organización de cuadros juveniles han sido sostenidas y han rendido sus frutos. Esto debe de invitar a la reflexión a otras tiendas políticas que se ponen activas solo en campañas electorales: la política debe de volver a ser la conversación diaria de nuestros jóvenes. Pero, y aquí radica el peligro, esta juventud recibió una educación deficitaria y se convirtió fácilmente en un verdadero llano en llamas que obedece consignas a pie juntillas: pocas diferencias en el accionar ideológico existen entre organizaciones como el MOVADEF y los partidos que dicen carecer de una ideología y se acercan a posiciones fascistas. Solo así se puede entender que cuestionamientos éticos y hasta policiales puedan haber sido pasado por alto por miles de jóvenes frente a tan graves actos que anularían la participación de cualquier candidato en otras partes del mundo. La misión de los viejos y nuevos partidos políticos es la de restablecer una sostenida credibilidad en la política entre muchos jóvenes escépticos y la educación de líderes juveniles que puedan sumar más que restar en la construcción de sostenibilidad social.

Ese es el espacio que el nuevo Gobierno debe de fomentar para desarrollar gobernabilidad futura en nuestra Nación.