En todas las últimas elecciones, desde las municipales hasta las
presidenciales, estamos viendo que los recursos del agravio y del insulto se han
ido incrementado. Esta campaña lo evidencia. Dichos recursos han existido en
diversas contiendas de nuestra historia electoral. Recordemos los violentos grupos
organizados de partidos políticos que tenían una participación disuasiva o
ejercían violencia física, como el caso de los famosos búfalos o los
comunistas. La publicación de libelos o pasquines era frecuente. A lo largo de
varias décadas del siglo XX, agrupaciones políticas como las aprista y
comunista estaban prohibidas y proscritas, y la presencia de algunas de ellos
en los resultados parciales originaron anulaciones de las elecciones generales de
1936 y 1962. La solución era relativamente sencilla: prohibir partidos
políticos y deportar a sus líderes. El caso más virulento fue el Ochenio de
Odría. Por otro lado, las campañas electorales siempre estaban plagadas de
ataques en las que los medios cumplían determinadas funciones. A medida que la
tecnología iba avanzando, una febril campaña de difamación del postulante
contrincante era más elaborada y lograba alcances más amplios. Los medios
escritos, radiales y, luego, televisivos jugaban un rol decisivo en el
electorado. Inclinaban la tendencia hacia tal o cual candidato de su
preferencia y las redacciones modulaban los mensajes para inflar o tirarse abajo
a determinado contendor electoral. Columnistas, dibujantes, locutores llenaban
de sesgada información dirigida a sus receptores. Debido a la celeridad que iba
exigiéndose en el mundo moderno, la información era cada vez más compacta,
sencilla, pero también sofisticada. Eso lo entendió bien Montesinos con la
creación de los famosos diarios y programas chichas: sencillos y hasta vulgares
en su forma, y selectivo y destructivo en su contenido. La construcción
positiva o negativa de un candidato pasaba por las líneas de estos medios que
moldeaban a sus receptores: movilizaban sentimientos, frustraciones, ambiciones
y pasiones que fueron muy bien capitalizadas políticamente. El desborde vino
con Internet: la relativa libertad de este medio y el capital poderoso y
peligroso que encierra lo hemos visto en las últimas décadas: grupos (u hordas)
de personas (PPKausas, trolles) que dirigían ataques arteros contra un
candidato o su grupo de electores con mensajes racistas, clasistas, misóginos
hasta genocidas corrían de un lado a otro. Los hay en chats de nuestros amigos
y de otros círculos, quienes utilizan estos como argumentos contra tal o cual
candidato; son mensajes altamente violentos en su contenido. Además, hemos
visto a postulantes recientemente lanzando diatribas e injurias no solo contra
su contrincante, sino contra otros grupos como los mismos medios de
comunicación de manera verbal (“mermeleras”) o incluso agresión física. Se está
abriendo una profunda brecha insalvable en nuestra sociedad.
Este espacio ha sido creado por Gerardo Cailloma con el fin de difundir mis ideas y poder compartir con el que esté interesado temas sobre cine, música, educación, viajes, literatura y todo aquella diletancia que produzca placer estético (como el buen comer)
Datos personales
- Gerardo Cailloma
- Trujillo, La Libertad, Peru
- Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
domingo, 23 de mayo de 2021
DESPEDAZÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE MAYO)
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3 comentarios:
Muy cierto! En estos ultimos días se están abriendo brechas, que con el tiempo, la historia cobrará y las nuevas generaciones serán testigo de todo lo que estamos pasando. Y tal vez no se reflexione al respecto.
Me apena decirlo, pero hoy tenemos (nuevamente) un problema con Sendero Luminoso y la matanza a 14 personas en el VRAEM donde también hay 2 niños. Los ojos y las dudas empiezan a consolidarse contra lo que sería un gobierno de Pedro Castillo. Empezó a abrirse la brecha, pero estamos en la obligación moral de no permitir este tipo de actos y/o acciones que desprestiguien a uno u otro candidato. Ante todo que viva la Paz.
Con el debido respeto las brechas no las abren los spots publicitarios de campañas, lastimosamente son razones estructurales que son recogidas en las campañas politicas
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