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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 6 de marzo de 2022

LAS MUERTES DE LA VERDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 06 DE MARZO)

 


1. Cuando era muy joven, en Arequipa, un día hablaba con el padre de un amigo que había salido de Alemania entre guerras: el señor, bastante mayor, me comentaba que siempre le daba cólera ver la serie televisiva norteamericana Combate con Vic Morrow, pues mostraba a los alemanes como los malos y estos tenían que perder. Sin chistar e incuestionable. 2. Al retorno de mi experiencia becaria en Dinamarca, tuve que volar a Lima vía Madrid los primeros días de febrero de 1995. Perú estaba en conflicto con Ecuador; el piloto y personal de la tripulación nos informaron que el viaje iba a demorar un poco más, puesto que no podíamos sobrevolar territorio ecuatoriano por tener nuestro vuelo como destino final a Lima: inmediatamente mostraron el mapa de ambas naciones en las grandes pantallas utilizadas para proyectar filmes durante el vuelo.  El comentario de varios pasajeros no peruanos era automático: David contra Goliat. Uno soltó una censura contra nosotros aduciendo que éramos abusivos y ambiciosos. 3. A raíz de dicho conflicto, invité a un amigo periodista que había estado con el presidente de entonces, Alberto Fujimori, en la Cueva de los Tayos para que contara su experiencia a mis alumnos en clases en la universidad que enseñaba; los comentarios del periodista confirmaron el irresponsable actuar del entonces presidente, afirmación totalmente opuesta a la que muchos medios difundían. 4. En televisión por cable proyectaron el documental 11M que narra el atentado terrorista de Al Qaeda contra varios trenes en Madrid; inmediatamente el gobierno de entonces de José María Aznar persistió en la teoría que este ataque había sido organizado por el grupo terrorista vasco ETA, teoría que fue esgrimida permanentemente por todos los integrantes de su gobierno hasta que las evidencias refutaron todo.

En mi artículo dominical de la semana pasada escribía sobre el texto El sueño de la razón de Juan Villoro, en el cual pedía con urgencia desarrollar el pensamiento crítico, ese que Edgar Morin promovía de manera insistente. Ante un mundo virtual avasallante construido por una rapidez informativa, el ciudadano no tiene tiempo para reflexionar y construye una verdad sustentada en la parte emotiva del lector o del televidente. Estamos construyendo una “verdad” en base a emociones que contornean y terminan distorsionando nuestra percepción. El ciudadano no se da el tiempo de pensar y cuestionar lo que los medios nos dan enlatado, obligándonos a pensar de manera unilateral en un mundo multilateral; los envoltorios son tan convincentes que los aceptamos sin chistar. El terrible conflicto bélico en Ucrania es el espacio donde se van contorneando monstruos y lavando rostros de otros para ser los “buenos de la película”. Peor; así como los nazis prohibieron a los polacos oír a Chopin, ¿se llegará a prohibir ver filmes de Tarkovski, leer a Tolstoi o Pushkin, u oír a Prokofiev o Tchaikovski? Absurda guerra dolorosa.

domingo, 22 de agosto de 2021

TRAPITOS AL SOL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 22 DE AGOSTO)


Hay dos obras literarias que inspiran este artículo: El retablo de las maravillas de Miguel de Cervantes y El traje del emperador de H.C. Andersen. Los principales móviles que subyacen en el desarrollo de ambas obras es la hipocresía y el temor al qué dirán. Estafadores amedrentan a sus comunidades con las amenazas de entonces: la pureza de sangre, por ejemplo. Así, a lo largo de la historia, estos temas tienen sus émulos en diferentes sociedades en diferentes tiempos y espacios. El arte siempre, a la larga, ha sido incómodo; no solo en la literatura lo vemos; ahí están el teatro, cine, música, pintura, el cómic. Tantos ejemplos. Quino con su Mafalda tuvieron que irse de la Argentina de los militares. La película peruana La boca del lobo no sólo es incómoda a Sendero Luminoso, sino para la Marina, pues se inspira en la masacre de Cayara.

Por su lado, las ciencias de toda índole han jugado esos roles develadores que demuelen construcciones falsas en torno a mitos o acontecimientos que se dan por correctos o verdaderos. Varios científicos renacentistas como Giordano Bruno pagaron con su vida la expansión del conocimiento. Galileo fue sometido bajo amenazas para que cambie su posición heliocéntrica frente a la Inquisición; aunque, al momento de dejar el tribunal declaró “e pur si muove” (pero se mueve) reafirmando su teoría de que la tierra se movía en torno al sol. Así como las ciencias físicas van descubriendo y cambiando el conocimiento actual, lo mismo se da en las ciencias sociales y humanas. El espíritu de la investigación devela conocimientos incómodos e insólitos. La historia peruana va conociendo, por ejemplo, con más rigurosidad hechos que dábamos por sentados. La ciencia escudriña documentos, archivos, libros, declaraciones que van contrastando con los registros oficiales para validar la veracidad de los hechos. Aún recuerdo mis estudios escolares que nos mostraban un imperio incaico afiatado, justo, sin sacrificios humanos. Cuánta agua ha corrido bajo el puente. El investigador social bucea en la información más minuciosa y emite su propuesta en base a documentación. Y esta no deja de ser pertinente para replantear la historia, la nuestra. Y la de nuestras instituciones. Las investigaciones de Héctor Béjar, como la de cualquier investigador serio, se fundamenta en esas fuentes. Muchas personas lo han juzgado por su pasado guerrillero, pero se han olvidado de que también es un riguroso investigador. Su pasado lo condena como persona, pero no como científico social. Gracias a sus investigaciones, incómodas para varios, podemos llegar a verdades necesarias para una sociedad necesitada de respuestas válidas y trasparentes. Leía el interesante texto Los talibanes peruanos de Sharún González sobre la hipócrita visión machista de nuestra sociedad que negamos aceptar. Extrapolemos esa posición frente a toda forma de pensar y el término talibán encajará en muchos sectores de nuestra conflictuada sociedad.


domingo, 11 de julio de 2021

ARTE VIVE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE JULIO)


El último viernes se inauguró una exposición binacional de grabado en la Casa Orbegoso, devenida en el futuro Museo del Bicentenario de nuestra ciudad. Con esta actividad, uno puede ir respirando una gran bocanada de aire fresco en medio de la zozobra política y sanitaria de nuestro país. No todo tiene por qué ser gris; por lo contrario, espacios como estos nos hacen sentir vivos.

Lentamente el arte presencial comienza a regresar a las calles, escenarios y galerías. La segunda ola de la pandemia nos sumió en el temor, la decepción y angustia; todo esto acompañado por el inquietante e incierto ambiente electoral que aún no culmina y, debido a las características de esta campaña de comicios presidenciales, está quedando un ambiente hostil enquistado en nuestra sociedad: peruano contra peruano. En medio de esta realidad poco alentadora, empero vamos viendo lentamente una luz diáfana en el camino: arte e intelecto comienzan a abrir sus caminos para estar presente entre los ciudadanos. Hemos tenido una intensa actividad en lo virtual, pero se hacía necesaria la presencia física para sentir que el arte sí unía almas y daban un espacio de entretenimiento y confort personal y colectivo. He tenido oportunidad de oír las diversas exposiciones de hombres y mujeres artistas que testimoniaban el duro cambio que les cupo vivir desde al año pasado. Recuerdo los comentarios de Marco Ledesma y sus primeras experiencias con el teatro virtual; o las novísimas Ferias del Libro en estas nuevas versiones. Hemos tenido conferencias de todo tipo que han logrado unir a personas que hubiera sido su presencia en diversos eventos. Pero faltaba más. La primera actividad presencial en la que estuve fue el Festival de la Música de la Alianza Francesa. Los artistas se sentían conmovidos de poder pisar un escenario, aunque sea con un limitado público por las medidas sanitarias. Algunas lágrimas vertidas daban cuenta de que estábamos dándole vuelta a la tuerca. Nuestro Festival de Cine Peruano se hacía presente en espacios amplios en otras ciudades. Y ahora las exposiciones vuelven a la superficie. Estuve en la del Bicentenario en el Centro Cultural del Banco de la Nación y era conmovedor ver a la gente “salir de las sombras” para departir, comentar e, incluso, recordar a aquellos que ya no nos acompañarán más. La exposición binacional da pasos más atrevidos: artistas peruanos y mexicanos exponen sus obras en ambos países para fortalecer el sentido de fraternidad que encierra la Hermandad Trujillo Metepec, la que acoge esta y otras actividades más de corte artístico y académico. Es un esfuerzo de artistas grabadores trujillanos, liderados por Gerardo Salazar, de seguir en actividad y arrebatar el pesimismo de todos nosotros para llenarnos de belleza tan necesaria en momentos como estos. Sabemos que el arte e intelecto no tienen el impacto de un mall que se ve “necesario” ante muchos. Pero están ahí para traernos emoción y esperanza.

domingo, 13 de octubre de 2019

CULTURA Y VIOLENCIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 13 DE OCTUBRE)

Este artículo nace a razón de dos actividades en las cuales participé tanto como oyente, así como integrante de una reciente mesa de diálogo. Se sintetiza en la importancia de la cultura como medida preventiva contra toda violencia que corroe la sociedad peruana.
En el 2013 el Departamento de Humanidades de una universidad local, el SENAJU, el Ministerio de Educación y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito dirigieron un proyecto sobre la génesis, situación y propuestas de contención de la criminalidad y violencia juvenil en Trujillo; los resultados de este se publicaron en mayo del 2014 y el texto se comenzó a compartir entre diversas personalidades políticas de nuestra ciudad y Región. (https://juventud.gob.pe/wp-content/uploads/2017/12/Criminalidad-y-violencia-juvenil-en-Trujillo.pdf). El texto contiene estudios de casos y varias entrevistas a los principales actores de esta cruda situación enquistada en numerosos sectores de nuestra ciudad. Pero el libro, tras el análisis expuesto, ofrece una lista de 12 propuestas viables para prevenir la violencia en diversos núcleos sociales para ese distrito y, por extensión, a toda la ciudad. Son propuestas aplicables e integrativas de una sociedad fragmentada por diversas razones con el fin de restañar el tejido social en espacios públicos que necesitan ser intervenidos de manera adecuada. Un ejemplo era la necesidad de revisar el uso de las losas deportivas que, lejos de integrar a un vecindario, se termina volviendo un lugar que convoca pandillas o son usadas para el consumo del alcohol y sus consecuencias negativas. La creación de áreas verdes y parques es una gran solución para toda una ciudadanía ávida de desarrollar su espíritu gregario ejerciendo además una coerción efectiva sobre grupos disociadores.
Pero son el arte y los deportes los que necesitan un replanteamiento de su aplicación y necesidad, y el obligado compromiso de autoridades e instituciones privadas con el desarrollo de estas. Tras el estudio arriba comentado, la UNODC trabajó con diversas municipalidades con el fin de implementar el proyecto D1 de Vania Masías para los adolescentes por dos años; pero, lejos de concluir, este continúa con los jóvenes formados en estas escuelas que rescataron a través de la danza a muchos de las drogas, el alcohol o el pandillaje. Fue grato haber conversado con estos chicos entusiastas en el encuentro CONECTA TRUJILLO realizado en el Teatro UPAO. Este evento nos permitió conocer a muchas personas que están trabajando por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en los espacios que intervienen. Mas, un problema latente es el financiamiento de estos urgentes proyectos que no solo previenen, sino que contribuyen en la construcción y fortalecimiento de la identidad personal y social, y el desarrollo de la solidaridad entre los integrantes de las comunidades en las que actúan.
Políticas urgentes para nuestra ciudad, ahora.

domingo, 30 de diciembre de 2018

FIN DE AÑO CULTURAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE DICIEMBRE)


Se va el 2018. Año accidentado en muchos aspectos, acentuados estos últimos días de fiestas. Pareciera que nuestra ciudad es el espacio emblemático de violencia, suciedad y ambulantes por doquier. Esa es la imagen que compartimos todos. Quizá esa sea nuestra percepción final de este año que se va. Sin embargo, prontos ya a recibir el 2019, es bueno hacer un recuento positivo de lo que va quedando para empezar un año nuevo con cosas claras y edificantes.
2018 fue un año fructífero para casi todas las artes. Hubo presentaciones, exposiciones, conferencias, ferias y festivales que mantuvieron activo el mundo académico y artístico trujillanos. Las propuestas vinieron de diversas instituciones culturales civiles, empresas y organizaciones públicas (sobre todo, ediles). Un activo Fondo Editorial Municipal fue uno de ellos. Las pocas galerías que quedan en nuestra ciudad han montado exposiciones que han sido una extraordinaria vitrina para artistas, estudiantes y público en general. Nombraremos algunas de las más notables de las numerosas que han sido expuestas en el BBVA, Alianza Francesa, El Cultural, Casa de la Identidad Regional y en la Fundación del Banco de la Nación, así como el Club Central, Colegio de Arquitectos y la pequeña galería de El patio rojo: las fotografías de la artista germano-argentina Annemarie Heinrich; la extraordinaria colección de Tola con importantes obras de Tapiès, Picasso, Tamayo, Lam, Banksy, entre otros; la exposición fotográfica del XV Concurso de Fotografía Documental “Espacio-Tiempo 2018”, que expone también trabajos de proyectos fotográficos ganadores de versiones anteriores; el Segundo Encuentro Nacional de Artes Visuales en el mes de setiembre y octubre, que le dio una movida interesante al Centro Histórico, pues se intervino en nuevos espacios, como la Casa Francia, y trajo a una serie de ponentes expertos en artes visuales y creadores de proyectos culturales que podrían generar un impacto muy significativo para las propuestas culturales de nuestra ciudad. Por otro lado, el Teatro Víctor Raúl Lozano Ibáñez, más conocido como UPAO, ha dado un vuelco a las artes escénicas del Norte del país; este exige a nuestros artistas locales mejorar su producción y adecuarse a un desarrollo tecnológico que enriquece su producción artística. La llegada de diversos espectáculos teatrales o musicales ha reavivado nuestro mundo cultural. Hubo Feria del Libro, pese a la reticencia de usar un espacio alternativo que no sea la Plaza de Armas. Hubo conferencias de muy alto nivel académico. Festivales de cine, uno de ellos, el Festival de Cine Peruano, único en todo el país. El Festival de Canto Lírico, sólido a pesar de los años, y renació el Festival Internacional de Ballet de la AFIT, luego de 15 años.
Todo esto debe de merecer el apoyo municipal o regional. Es necesaria una política clara de las nuevas gestiones para mantener estas actividades que hacen de Trujillo, una ciudad.

domingo, 13 de agosto de 2017

ALTIBAJOS SOCIOCULTURALES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE AGOSTO)

Trujillo, en lo que va de la semana, ha sido testigo de una serie de acontecimientos sociales y culturales destacables y, también a la larga, preocupantes. Sus ciudadanos han presenciado varias inauguraciones y actividades artísticas, las que le han permitido sacar lustre a la llamada Capital de la Cultura. La inauguración del auditorio de la Universidad Privada Antenor Orrego es un buen precedente para la cultura trujillana y norteña, pues abre una gama de posibilidades para presentar buenos y grandes espectáculos a una ciudad que ya casi cuenta con un millón de habitantes. Usual es saber que buenos espectáculos que llegan a Lima, incluso Arequipa, obvian nuestra ciudad, puesto que no se hallaba un escenario apropiado para acoger un espectáculo de calidad y nivel, ni atraer a un gran público, no solo trujillano, sino del Norte peruano. Nuestro ya pequeño Teatro Municipal, una vez restaurado adecuadamente, debe de volver a ofrecer buenas temporadas de teatro. La inauguración de varias exposiciones artísticas en diversas galerías de la ciudad (la Clínica Zegarra tiene una flamante en su cuarto piso) han movido el ambiente cultural citadino. Además la proyección de un buen número de películas peruanas (documentales y largometrajes de ficción) de manera descentralizada del evento organizado por la PUCP en Lima ha permitido que un buen número de ciudadanos hayan visto filmes que usualmente no vendrían a las carteleras del cine comercial. Culturalmente, Trujillo ha sido un boom.
Sin embargo, el trabajo conjunto de hacer de Trujillo una ciudad de la cultura no es una acción aislada de un puñado de personas que cometen la locura de sacar estos proyectos adelante. Los trujillanos son testigos de grandes proyectos que se llevaron a cabo en nuestra ciudad: bienales de arte, salones de primavera, festivales internacionales de ballet, extintos en el tiempo por falta de sostenibilidad, palabra clave. ¿En qué radica esta sostenibilidad? En la articulación de los diversos eventos entre ellos y con otras ramas importante de la sociedad; por ejemplo, educación y turismo. Poner en valor la frase Capital de la Cultura para ser ofertada como tal no es esperar que los gestores culturales sufran la gota gorda para hallar auspicios a eventos que luego traen réditos económicos a la ciudad. Tenemos que cambiar muchas percepciones sobre el arte y la cultura. Por el lado de la educación, sí es un punto álgido. Ideal es articular con el mundo educativo para que el arte sea apreciado por miles de estudiantes de nuestra ciudad. Pero implica también crear espacios de interacción con los docentes que necesitan ser acompañados en estas actividades. Lastimosamente la docencia sufre una fuerte crisis, en la que la reciente huelga es una evidencia de ello. El docente puede ser un buen aliado en este boom, siempre que se lo trate con dignidad y respeto. Con una buena propuesta escolar de Arte, las posibilidades se multiplican.

domingo, 30 de julio de 2017

EL VIAJE DE OLMO TEATRO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 30 DE JULIO)

La semana de Fiestas Patrias empezó con algo realmente sorprendente: viajar con la troupe de Olmo Teatro a la historia y a las raíces de nuestra compleja peruanidad. Un viaje hilarante a nuestros grandes secretos atávicos y los datos dolorosos que forman parte de nuestra sociedad, en la que en momentos como estos nos ponemos a meditar. Qué buena manera de haber empezado un viaje a los momentos en los que los peruanos nos sentamos a meditar lo que es nuestro país, nuestro proyecto como nación, y los desafíos y fracasos que tenemos que enfrentar como una país en formación.
La obra se emparenta a Don Quijote, agudo observador de su época, que narra las miserias de una sociedad que se levanta como un gigante de pies de barro. A través de la boca de un soñador o un hombre práctico como lo es Sancho se desnudan las farsas que nos rodean a través de personajes que se cruzan en su caminar. Las ilusiones que se van creando oficialmente por diversas instituciones son desenmascaradas lentamente para que el crédulo se convierta en un incrédulo racionalista y escéptico que somete todo a la duda. Extrapolemos esa realidad ficticia a la ficción que vivimos todos los días los millones de peruanos encandilados por las noticias, los agoreros económicos, los vendedores de cebo de culebra y los políticos que nos prometen el cielo para recibir espinas. Cervantes escapó de la hoguera, pues su Quijote era un loco; por lo tanto era un  personaje carente de juicio. Sin embargo, sus palabras desnudaban las flaquezas de un país que se jactaba de rico y sus habitantes se veían presionados por la miseria y la violencia. Por eso, un gigante de pies de barro.
A través de los diversos personajes que recorrieron las tablas del escenario este último martes nos vimos retratados tal como somos. Hay momentos de solidaridad, de gestos nobles; los hemos visto en los últimos huaycos que asolaron a Trujillo y movilizaron a diversas personas e instituciones a ayudar. Pero también hubo los lados oscuros, gracias a los vivazos, a los embusteros, a los criollazos que roban la buena fe de la gente o usan la necesidad ajena como propaganda política; personajes que estafan descaradamente al buen hombre o al ciudadano honrado. No hay que hacer mucho esfuerzos para darnos cuenta que el escenario teatral se traslada a la calle, al día a día. Así vemos que se premia al desleal y se tilda de zonzo al leal y honrado; el Congreso de la República es un escenario digno al que solo le falta poner un telón.
Al caer el telón ese día, luego de casi dos horas de reír y de sentirnos decepcionados por alguna injusticia, de sorprendernos de ciertas reacciones y de desternillarnos de risa por algunas frases memorables, volvimos a nuestro roles de la vida cotidiana. Pero espero que esas máscaras que son nuestros roles diarios se hayan resquebrajado en algo para ver un país diferente. Tengo fe que así haya sido.   

domingo, 16 de octubre de 2016

ARTE Y CENSURA: AGUDO DILEMA (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DE TRUJILLO)

Los recientes sucesos acaecidos en nuestra ciudad ponen sobre el tapete sobre la censura y la actividad artística de una sociedad. La censura es, según la RAE, “la intervención que practica el censor en el contenido o en la forma de una obra, atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas”. Esta definición debe de ir acompañada de criterios que te permitan establecer qué es censurable, puesto que la ideología, la política e incluso los criterios morales van cambiando. Un desnudo puede ser objeto de censura en el siglo XIII medieval o en una sociedad religiosa extrema. El arte, la expresión más compleja del ser humano, le otorga diversas oportunidades para su acercamiento: por placer estético y lúdico, por hallar evasión, para conocer su realidad y coyuntura; y para “leer” la abierta denuncia sobre algo injusto que atenta contra la esencia del ser humano. Es muy difícil que la obra artística, de por sí polisémica, postergue una u otra de estas funciones que suele tener el arte en una sociedad. El Quijote, por ejemplo, es una obra que produce placer estético, que me permite conocer la España retratada en la misma, que la puedo utilizar como distracción, pero que también denuncia una serie de injusticias e irregularidades que pasaban en ese entonces en la boca de los personajes creados. Tanto así que la censura le había puesto el ojo por las observaciones que se emitían en dicha novela; se salvó del Santo Oficio al haberse entendido que el personaje era un hombre “que se le había secado el seso” por muchas lecturas inadecuadas. A lo largo de la historia el arte ha sido un tema bastante complejo de cómo tratarlo. Aunque muchos artistas usaron su ingenio para sobrevivir ante el poder político, religioso o económico de su época; varios de ellos o su obra terminaron siendo pasto de llamas o enviados al exilio e incluso ostracismo. La Italia renacentista conoció a un personaje oscuro como lo fue Savonarola, quien no solo persiguió a artistas, sino que quemó sus obras de arte. La Alemania de Hitler vio grandes piras conformadas por libros de autores y escritores judíos, comunistas o socialistas; así como condenó a la oscuridad a músicos judíos, demócratas o comunistas como Kurt Weill, Thomas Mann o Bertold Brecht. Stalin avasalló a músicos como Shostakovitch o cineastas como Serguei Eisenstein. La Argentina de los militares y su ala secreta, la triple A, condenó al exilio a personas como Mercedes Sosa o Quino con su Mafalda, la niña inconformista que molestaba mucho a los militares. El Chile de Pinochet mató a Víctor Jara y mandó al exilio a muchos artistas, algunos de los cuales continuaron su obra en otros países como el nuestro; así tenemos a la famosa bailarina y coreógrafa Hilda Riveros, quien elevó la calidad del grupo de danza moderna de Lima; o el maestro Mario Baeza quien elevó el nivel musical del Conservatorio Regional de Trujillo.
La censura económica y la política en una democracia formal son las más discretas: la decisión de poner una exposición o no publicar un libro de calidad puede tener algunos argumentos descabellados. Pero es una censura real y que impide que el arte y sus diversas propuestas no prosperen o se borren, como lo que hizo Castañeda con varios murales en Lima. Y todo apunta a que lo sucedido en Trujillo con la exposición de Álvaro Portales está en este nivel, pues raros argumentos han surgido para evitar armar una exposición de arte gráfico, cuyo contenido ya había sido difundido y socializado. A veces el desconocimiento de la obra global hace que algunas decisiones sean bastante burdas y que desdibujan a las personas que la ejercen. Esto pasó con diversas exposiciones como “20 años de historia en el Perú” o el documental sueco Tempestad en los Andes, absurdamente censurado al pensar que era una apología de Sendero, cuando en realidad era un documento que desnudaba la crueldad y falsedad de los principales líderes de este nefasto movimiento. La ignorancia es supina. 
Sin embargo, muchas veces también se han presentado ciertas irregularidades que se convierten en un abuso por parte de autores que presentan obras de menor calidad, irregulares o inconclusas, y que por razones obvias no son recibidas. A veces las reacciones son inadecuadas, pues culpan de proceder de manera unilateral (censura) por parte de los organizadores cuando quieren mantener un trabajo serio y respetuoso al público en general. Este problema se ha presentado en galerías, editoriales o salas de arte, teatro y música. Esto obedece también a la poca profesionalización, preparación y compromiso personal hacia su obra que cunde entre personas que se dedican a este complejo quehacer. 

domingo, 29 de mayo de 2016

EDUCACIÓN, CULTURA Y ARTE, LAS ÚLTIMAS RUEDAS DEL COCHE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 29 DE MAYO)

Para nadie es un secreto que las actividades humanas que forjan el espíritu del hombre, su identidad social y el desarrollo de sus capacidades hacia una persona libre, autónoma y crítica no son prioridad para estados o partidos que priorizan la rentabilidad inmediata por sobre todas las cosas. Es más, se considera a la vista y percepción de este tipo de grupos políticos como una suerte de lastre y una forma inútil de gasto que atenta contra los réditos de una empresa, sociedad o nación.
Aunque la educación es tomada como un punto neurálgico en los planes gubernamentales de ambos postulantes al Gobierno peruano, la declaratoria sobre la misma presentada en dichos planes implica un arduo camino y una fuerte inversión en el recurso humano. Al leer ambos planes, estos hacen variadas propuestas para mejorar este rubro sensible: Peruanos por el Kambio tiene 19 páginas dedicadas al mismo (pág. 20-39) y Fuerza Popular, menos explicada, con solo 6 páginas (13-19). Tienen declaraciones de buena voluntad. Sin embargo, no se habla de la continuidad de algunos proyectos exitosos del actual gobierno como los sistemas becarios (Beca 18, uno de ellos) que han permitido un salto cualitativo para muchos jóvenes de escasos recursos o con dificultades para acceder a otros tipos de becas en el mundo universitario nacional e internacional.
Los demás asuntos pendientes que competen al Estado no son del todo abordados de manera directa y específica,  y se diluyen en propuestas genéricas, como es el caso de Fuerza Popular, que solo en el bloque de prevención contra la violencia  se habla de la importancia de la cultura, del arte y del deporte; en Peruanos por el Kambio sí hay una descripción más precisa de un plan para la cultura y derivados en 11 páginas (96-107) dando pautas para una mejor gestión. Viéndolo así, es factible que varias propuestas y gestiones actuales, instituciones e incluso ministerios, puedan desaparecer en uno u otro gobierno que suba este 28 de julio. Ya hemos visto en Lima cómo se han desarticulado valiosas propuestas culturales y artísticas que comenzaron a dar un nuevo rostro a la capital.
La educación, la cultura y el arte son vistos como campos minados para gestiones mediocres y corruptas. Diversos dichos populares avalan la idea de que un pueblo inculto e ignorante es fácilmente manipulable y los arrastran a tomar decisiones, incluso, contrarias a los intereses sociales e individuales. La educación excesivamente utilitaria y pragmática no desarrolla el espíritu de crítica, necesario para sostener la democracia. En las últimas décadas, además, las formas mediáticas y comunicativas han ayudado a fortalecer criterios de cultura light, individualista, ramplona y superficial. Quizá tengamos nuevas versiones de Laura Bozzo en la alicaída televisión peruana.
En los próximos cinco años, esta tendencia se acentuará.