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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal
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domingo, 25 de febrero de 2024

CIUDAD MARGINAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 DE FEBRERO)

 



Acabada la telenovela de Paolo Guerrero, UCV y el clan Acuña; es necesario volver a los asuntos que son importantes y urgentes para la ciudad, como lo son la seguridad ciudadana y la erosión costera. Pero también hay que abordar temas que, aunque para muchos no son tan relevantes, sí coadyuvan a que la violencia e inseguridad se hayan tornado elementos cotidianos que comienzan a ser aceptados sin tanto remordimiento por las autoridades o asombro por la población. El deterioro de la planificación urbana de nuestra ciudad es una historia vieja, ahora agravada con el caos arquitectónico que ha convertido a muchas residenciales o el centro histórico es lugares desagradables y lesivos contra la calidad de vida en general. Es sabido que mucha gente construye de acuerdo con sus propios intereses, trasgrediendo muchas veces los espacios de los vecinos o de la comunidad en general; la construcción en nuestras urbes es una muestra de lo caótico que es la vida cotidiana sumándose a ello el tráfico de terrenos y el cuestionado otorgamiento de licencias de construcción en zonas restringidas. Hay que resaltar que muchos de estos factores son generadores de violencia, pues hay bandas organizadas tras ello. Pero hay otros que incrementan el deterioro de la estabilidad social de determinado vecindario. En el experimento psicológico de las Ventanas Rotas, hecho por el psicólogo social estadounidense Philip Zimbardo se explica cómo ciertas condiciones permiten la germinación de la violencia en diferentes entornos sociales (https://psicologiaymente.com/social/teoria-de-ventanas-rotas). Este experimento, aplicado en diferentes espacios urbanos socioeconómicos, dio resultados interesantes de cómo una condición especial podía generar reacciones insospechadas en núcleos sociales disímiles. Con dos autos abandonados, se comenzó el experimento; con el hecho de haber roto un vidrio de uno de los autos abandonados en un barrio acomodado, una sutil violencia comenzó a generarse y, de pronto, la calidad de vida de esos ciudadanos se deterioró. Esta experiencia tiene repercusiones psicológicas, sociológicas, culturales y económicas. El resultado de este experimento de las ventanas rotas puede extrapolarse con otros elementos que puedan generar el deterioro de un vecindario. Y esta decadencia se manifiesta en diversos grados de violencia que afectan a los residentes. ¿Es Trujillo una realidad socioeconómica que va en camino a ello? Basta ver diversas urbanizaciones para observar cómo han ido afectando, por ejemplo, el patrimonio de las familias que residen en los mismos. Sólo con revisar la variación de costos de los terrenos y casas a lo largo de los años comprobaremos cómo esta silenciosa situación causa estragos en el tejido social y económico de nuestra ciudad. Muchos arguyen que eso es el progreso y que es inevitable. Entonces cabe preguntarse cómo estamos entiendo el progreso nosotros, así como nuestras autoridades.


domingo, 18 de febrero de 2024

GRUESO FAVOR (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO DOMINGO 18 DE FEBRERO)

 


Muchos hinchas ya se imaginaban ver a Paolo Guerrero corriendo por la cancha del Mansiche. Trujillo, desde el punto de vista deportivo, saltó a la palestra de los medios, pues personaje tan mediático como este futbolista había concitado la atención de los aficionados como de los que no lo son tanto. En medio del reforzamiento del eslogan “Trujillo, la ciudad de la eterna balacera”, un poco de aire fresco y alegría deportiva corría por diferentes hogares y era la expectativa positiva de muchos niños y adolescentes, así como de los no tanto. Un aire tibio recorría la ciudad, incluso entre algunos escépticos que dudaban de la veracidad de la noticia; pero esos incrédulos acertaron, pero no en cuanto al motivo de la deserción. Cuando PG salió a declarar las razones de su alejamiento; muchas personas, descreídas ellas, argüían que era por motivos de edad y bajo rendimiento. No; eran razones de seguridad. La situación se tornó más oscura cuando César Acuña sale a declarar que la razón expuesta por PG era correcta. Un franco disparo a los pies de quien ha gobernado, sea él o su partido político, la ciudad y región por décadas. Tal declaratoria justifica la incapacidad de su gobernatura para poder controlar la crisis de inseguridad que estamos viviendo desde fines del siglo pasado e inicios de este. Recuerdo que la primera década del XXI los secuestros se incrementaban exponencialmente e íbamos llenando primeras planas de diversos diarios. En esos años, amigos míos me llamaban para ver si era seguro venir con reloj o celular y si podían caminar por las calles. No quiero preguntar a mis amistades cómo ven a nuestra ciudad en estos días; peor ahora que figura tan mediática como PG haya dado un anuncio corroborado por CAP. Qué daños colaterales habrá: alejamiento de inversiones, reducción del turismo, complicaciones de contratación de personal de alto nivel. ¿Quién se arriesgaría a venir a una ciudad en la que sus mismas autoridades se muestran incapaces de poder controlar el crimen organizado? Este está enquistado en diversos centros laborales e instituciones; promueve la informalidad gracias a la débil presencia del Estado lo que les permite actuar de manera descarada o en colusión con autoridades regionales corruptas; por eso, se permiten diversos tipos de delincuencia como minería ilegal, tráfico de terrenos y narcotráfico; todo esto ha puesto a nuestra ciudad entre las urbes con alto índice de asesinatos por cada cierta cantidad de personas. Trujillo está, pues, desamparada y muchos ciudadanos optan por aislarse, encerrar sus espacios o migrar, otro gran daño para el capital humano con que debe contar una ciudad que necesita personas con conocimiento y experiencia para resolver problemas que nos afligen en todos los campos. Trujillo está viviendo una franca pesadilla y las autoridades no están en capacidad para despertarnos de la pesadumbre que vivimos endilgándonos, además, un par de padres putativos no deseados.


lunes, 15 de enero de 2024

ECUADOR PARA EL ESPANTO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 14 DE ENERO)

 


Hace muchos años tuve la oportunidad de pasar prácticamente un mes en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, en la que la violencia y actos delictivos eran raros y los ciudadanos dejaban sus casas sin cerrarlas con tantos seguros o alarmas. Ese paraíso se acabó. Lo visto en las redes sociales y los medios de comunicación de lo sucedido en Ecuador es, en cierta forma, el corolario de una sorda lucha de la delincuencia que busca “hacerse oír” en los espacios de poder de ese país y una demostración de su capacidad para poder doblegar a una sociedad y su gobierno. Los hechos violentos de los días martes 09 y miércoles 10 no son un fenómeno aislado que toma de sorpresa a los ecuatorianos, pero sí son hechos que han pasado a otro nivel tan riesgoso que ha exigido que el estado haya declarado la situación como “un conflicto armado interno”. Estos hechos también nos involucran de manera directa e indirecta y muchos analistas ven un escenario igual o muy parecido en nuestro país. Los grupos delincuenciales no presentan ninguna ideología, los mueve el afán de lucro y, con este, el poder. Son la parte visible de los hilos del narcotráfico, la minería y tala ilegal, y el comercio humano (prostitución) que, este último, va de la mano con estas taras sociales; estas han surgido en sociedades con estados débiles, esos que no pueden ofrecer seguridad, salud ni un empleo digno a sus ciudadanos; la juventud de estas sociedades se dedica a estas actividades comenzando con el sicariato y el transporte de droga y otros artículos ilícitos (madera, oro) y logran corromper al mayor número de integrantes de los poderes estatales (policías, jueces, por ejemplo). Esos escándalos los vemos, leemos casi cotidianamente. La delincuencia logra insertarse en el tejido social a través de la dinámica política y accede silenciosamente (aunque ahora ya es demasiado evidente y escandalosa) por medio de la masa amorfa actual que es un partido político. También lo hace en los procesos de reclutamiento en las fuerzas del orden, colocando “topos o informantes” en las mismas instituciones. Este es un problema muy presente en muchos países latinoamericanos. Veamos el caso nuestro, por ejemplo, en el que vemos a grupos de congresistas que promueven leyes que permiten “formalizar” la ilegalidad como la reciente promulgación de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre o la aprobación de la reforma que elimina las elecciones primarias en los partidos políticos (¡sin participación de la ciudadanía!), lo que permitirá que numerosos injertos (como lo es ahora) compren prácticamente curules con dinero surgido de acciones turbias. Estas modificaciones justamente se dan en momentos que vemos la oscuridad en la que está inmersa ahora el pueblo ecuatoriano. Con los personajes que pueblan el congreso nuestro, quizás la espiral prometa ser más honda que la ecuatoriana. Ajustémonos los cinturones.




domingo, 16 de julio de 2023

PETARDEANDO LA DEMOCRACIA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE JULIO)

 



Las acciones que uno realiza traen consecuencias. Siguiendo el principio sartriano, una persona siempre es responsable de los actos que realice o deje de hacerlos. Son los actos que acometemos los que nos describen ante los demás como entidades sociales que somos. Las palabras son también actos en potencia como lo son, por ejemplo, las promesas electorales, tan venidas a menos. En los últimos días, hemos visto acciones y anuncios que son un verdadero detrimento de las bases de la débil democracia peruana. ¿Qué es la democracia? Es un “sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de este a elegir y controlar a sus gobernantes”. Es un sistema político imperfecto, pero que destaca sobre las otras formas, por ser de carácter participativo e inclusivo. Esa debe ser su naturaleza y no desligarse de donde emana su fuerza: la voluntad popular. Esta última se ve reflejada por una serie de medios sociales desde encuestas hasta mítines de apoyo o en contra. Lo que hemos estado viendo en estos últimos días es alarmante, pues son acciones que vienen desde el mismo gobierno en todos sus poderes, bastante impopulares y que viven en un mundo paralelo a la sociedad peruana. Ante el descontento social por el descaro evidente del poder central y el congreso, recurren a medidas peligrosas que dinamitan nuestro sistema democrático y acentúan la peligrosa vorágine de confrontamiento que estamos viviendo ya hace casi una década. En momentos como estos, las medidas extremas deben ser controladas para evitar acentuar esa brecha sociopolítica en la que la sociedad peruana se está hundiendo. El haber recibido al grupo denominado La Resistencia (o La Pestilencia), por parte de la gestión de la cuestionable ministra de Cultura es inaceptable; bajo esa perspectiva, movimientos de extrema izquierda entrarían también en esa promoción de “diálogo” con grupos lumpen en cuya naturaleza el concepto diálogo les es desconocido. Las renuncias y detracciones posteriores son una clara evidencia de la gruesa metida de pata que calza con la impopularidad gubernamental. Pero es lamentable que muchos medios de comunicación no hayan hecho comentarios al respecto. Era urgente parar esto. Los medios alemanes hablan, alarmados, de la elección a la alcaldía de Hannes Loth, candidato del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), xenófobo, nacionalista y cuyos objetivos explícitos ocultos son "eliminar el orden básico democrático libre" y "abolir la garantía de la dignidad humana". La democracia como tal debe crear “candados políticos” para evitar estos juegos peligrosos que permitieron en diversos momentos de la historia que personajes cuestionables como Hitler y varios de los que hemos visto en este siglo hayan subido al poder por su populismo, violencia y bravuconería. Eso debió entender la ¿irresponsable? ministra de Cultura al autorizar tan grueso error que empodera a violentistas y legitima sus trasnochadas ideas. El puesto le quedó grande. Pero sus acciones dejan muchas dudas, muchísimas.


domingo, 6 de mayo de 2018

ANOMIA SOCIAL: ESCALADA DE VIOLENCIA (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO EN EL DIARIO LA INDUSTRIA DE TRUJILLO DOMINGO 06 DE MAYO)


Diversos incidentes de violencia contra diversas personas, sobre todo mujeres, han conmovido a la sociedad trujillana y nacional: el asesinato de una profesora en San Andrés por parte de un par de delincuentes en moto; una mujer asesinada por una comba a manos de su conviviente en Huanchaco; el asesinato de una dirigente amazónica por parte de un ciudadano canadiense, quien posteriormente fue linchado por la comunidad; una mujer quemada por un excompañero de trabajo en un bus Metropolitano delante de numerosos pasajeros, quienes lejos de ayudarla, huyeron del mismo. La lista puede volverse más extensa, si se agrega las que vamos viendo a nivel internacional: niñas violadas y asesinadas; o mujeres atacadas en grupo, denominado “La Manada”. Me he detenido solo a contemplar el caso de mujeres, aunque los móviles entre cada uno de estos casos pueden diferir en sus casas, pero no en sus orígenes son los mismos: el desprecio total por la vida, la cual puede ser fácilmente truncada con el fin de lograr tus objetivos. Es la culminación de una serie de errores y frustraciones, la mayor de las veces, sociales que encuentran en la violencia la única solución a los problemas que uno tiene que enfrentar.
Quisiera focalizar mis reflexiones desde tres líneas. Ahora estas se centran en la forma cómo tratamos la violencia en sus variadas formas, siendo el feminicidio uno de ellos, en sociedades que carecen o son débiles los tres puntos que voy a abordar. Veamos el educativo. En el proceso de crecimiento de una persona, de no ser modulada esta respuesta por las personas que le competen hacerlo, sean los padres, el hogar, el colegio, la sociedad, tendremos a una persona que no halló límites a sus frustraciones y halla en la violencia la forma más eficaz para satisfacer sus necesidades, por más frívolas que estas sean: así tendremos a un coimero, estafador, ladrón, pandillero, asesino. El debilitamiento de las organizaciones sociales comenzando desde el hogar da una suerte de explicación de lo que está sucediendo en nuestras sociedades. Ahora ahondada por haberse debilitado formas de lineamiento y contención en ciertos ámbitos como el escolar por satisfacer el pedido de los “clientes”. Esta es, a mi modo de ver, una de las más riesgosas circunstancias, pues un niño o adolescente está en el momento de ser corregido para que se pueda ceñir a criterios éticos y normativos basados en respeto del otro, de la vida. Está circulando por las redes sociales un interesante video que muestra a una madre que, lejos de devolver un dinero que había dejado caer por accidente la cajera, lo oculta y hace cómplice a su hijo quien observa la escena; un minuto después, en la gran elipsis que puede ofrecer la televisión y el cine, vemos a ese niño, ya joven, muerto por la policía por haber cometido un crimen, mientras la madre grita (como vemos a muchas cuando su hijo o hija ha sido capturado) que él o ella es inocente.
El segundo se centra en la información que nos rodea y que condiciona conductas y autopercepciones que terminan por justificarse como correctas. Los patrones se van adquiriendo en el hogar; pero también en los medios, desde la publicidad hasta los juegos virtuales que han invadido casi todos los hogares de clase media y a la que, irónicamente, la clase baja pugna por adquirir. La publicidad vende a la gente conceptos y crea en ella carencias con el fin de que esa carencia sea satisfecha con tal o cual producto. El bombardeo es implacable, pues ahora ya llega a ti a través de los celulares. Es su modus vivendi y se alimenta de ello, la justifica. Las necesidades artificiales hacen que la gente aspire a tener lo que no necesita; es además una forma de adquirir un estatus que termina por ser avalado por los demás como una forma de presencia y poder. Así se busca cómo acceder a tal o cual producto; ahora es increíble cómo la publicidad va descendiendo en cuestión cronológica: ahora el target o público objetivo es el adolescente que reclama cada vez más a padres agobiados por necesidades primarias urgentes. El otro día escuchaba por la radio una publicidad de una empresa de celulares la “increíble” oferta que permitía a un adolescente de 13 o 14 años exigirle a su padre la compra de un celular con internet. El mensaje era directo y con un lenguaje manejado por esta población. El consumo desmedido, lejos de todo el problema que está acarreando en nuestras sociedades, ha generado que muchos jóvenes opten por alternativas de recursos que pueden hallar en el hampa y el narcotráfico; así estos jóvenes que encuentran un dinero “fácil” no tienen filtros personales para exhibir sus “logros” y puedan emborracharse en sus “jueves de patas”, comprar la ropa para encandilar a las chicas, entre otros ejemplos. Los modelos de comportamiento alimentados por chicos huecos de los realities, más el estilo de vida de muchos narcotraficantes (recordemos a Gerald Oropeza) incrementan esa ansiedad en niños y jóvenes hambrientos de acción y de lujos para satisfacer sus “necesidades”. De paso, podemos hacer una reflexión sobre la actuación de los medios masivos de comunicación que potencian noticias “que venden” sin medir las consecuencias en una sociedad con tanta anomia como las nuestras. Dicen hablar y publicar en nombre de la libertad de expresión. Creo que palabra Libertad no significa actuar en total albedrío, pues implica además la palabra responsabilidad. Sartre fue claro en eso: libertad es compromiso. Si se entendiese así, otros serían los derroteros mediáticos en general.
Y, por último, el aparato correctivo y represivo de nuestra sociedad (Poder Judicial y Policía) hace tanta agua que son, con los políticos, las instituciones identificadas como las más corruptas del sistema peruano. Lastimosamente debilitado por los gobiernos de recientes décadas, tras el descalabro que fue el fujimorato, su efectividad no llega a ser del todo completa, pues ambos terminan por boicotearse. En esta semana, varios miembros de temibles bandas delincuenciales fueron liberados, pese a haber sido capturados tras sesudo seguimiento, por el Poder Judicial. Esa frustración cuestiona el trabajo policial sin ser ellos los culpables, pues la sociedad les va a reclamar a ellos por tener delincuentes en la calle. El aparato policial es otro asunto que debe de ser revisado concienzudamente. Por esta crisis, provocada intencionalmente para otros objetivos, varias bandas enviaron a sus propios candidatos a integrarse al cuerpo policial: verdaderos topos. La crisis no permitió crear filtros adecuados. Lobos que se les dio la función de cuidar corderos.
El tema de la violencia debe de trabajarse de manera global, desde la prevención hasta la corrección, si cabe el término. Es necesario limpiar procesos en la parte superior, pero también actuar correctamente desde los procesos iniciales de la formación del ser humano, esto es hogar y escuela. Los abusos en el manejo de los derechos individuales han maniatado las respuestas correctas que deben de darse a quien merece ser corregido. Y dejar de lado algunas hipocresías que han llenado las cárceles con las personas incorrectas, mientras por las calles pasean los delincuentes, muchos de los cuales aspiran en convertirse en parte del aparato público con el fin de hallar la ansiada inmunidad. Cientos de ejemplos tenemos y pueblan los medios.
Si no tenemos voluntad de estos cambios, limitémonos a seguir leyendo en la prensa (ahora ya toda sensacionalista) los crímenes nuestros de cada día.

domingo, 25 de febrero de 2018

VIOLENCIA JUVENIL


Los recientes sucesos luctuosos que causaron la muerte de 5 jóvenes en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo (Ex Floresta) muestran muchas debilidades de nuestro tejido social; la primera corresponde a los deficientes y corruptos sistemas judicial y penitenciario, sistemas que hace agua por todo lado. Lastimosamente, es la parte final de una cadena de errores cometidos por un adolescente a lo largo de su breve vida. Pero hay otros elementos relevantes que entran en juego aquí: el núcleo familiar, la educación, los medios de comunicación y varias efectivas políticas de prevención. Quisiera abordar estas últimas por haberme acercado más ellas por diversas razones.   
En la realidad tercermundista nuestra, la pobreza puede ser un fuerte condicionante para tener un caldo de cultivo de violencia, sea organizada o no. Sin embargo, no es una condición definitiva, pues hemos visto a mucha gente de extractos sociales deprimidos triunfar en diversos quehaceres de la vida pese a sus circunstancias adversas. Pero la realidad socioeconómica de las últimas décadas hizo que muchas familias, incluso de clase media y media alta, se volviesen disfuncionales por la ausencia de una de las cabezas familiares (generalmente la madre) por lo que muchos niños llegaron a la adolescencia con carencias de figuras centrales de la familia, que fue muchas veces asumida por abuelos, quienes tuvieron que lidiar con jóvenes díscolos y cuestionadores de la autoridad familiar. Nuestro país también tuvo un buen número de niños y jóvenes que crecieron en orfandad o abandono familiar; ante esta situación, la pandilla fue asumiendo paulatinamente un valor de pertenencia y de identidad. Sin llegar a las famosas y temibles maras salvatruchas, muchos adolescentes han crecido en un ambiente de violencia concreta y en espiral. Muchos de los jóvenes que pueblan estos centros de rehabilitación han tenido grandes carencias familiares.
Con este problema va acompañado también el del sistema educativo peruano. El colegio no logra ofrecer respuestas apropiadas a muchos jóvenes que ven frustrados su avance y futuro en la vida. Los intereses juveniles difieren de lo enseñado en aulas. Pero también el sistema educativo se ve agobiado por una serie de limitaciones y parámetros que han burocratizado el proceso. Muchos profesores se han vuelto expertos en llenar papeles y documentación, más que enseñar y capacitarse. Por otro lado, el desconcierto de algunos padres origina entorpecimiento en la enseñanza: exigen al colegio hacer funciones que le competen a la familia: la crianza es delegada al colegio, a los profesores; muchos padres de familia (algunos muy cómodos; otros, temerosos) han delegado esa responsabilidad a los profesores de aula, siendo algunos tratados como sus empleados. Son padres que no respetan a los demás y que terminan por no ser respetados por sus hijos. Y el colegio se ve cada vez más atado de manos para sancionar. La ley ya está sobreprotegiendo a jóvenes quienes, pese a todas las acciones de enmienda y reflexión, vuelven a cometer acciones reñidas contra la normal convivencia de un ambiente escolar. Se va generando un sentimiento de impunidad que no le hace nada bien a la institución educativa.
Por último, los medios también juegan su rol importante en la construcción de modelos positivos o negativos. Interesante es leer el capítulo Tinta Roja (en alusión al libro de Alberto Fuguet inspirado en la prensa amarilla) del libro El origen de la hidra de Charlie Becerra; este capítulo habla sobre este poderoso impacto que crean los medios en la sociedad. Nos comenta la forma cómo algunos diarios contribuyeron a la construcción de la identidad del miedo. Debemos, también, de recordar los años 80 cuando algunos medios limeños comenzaron a escribir las crónicas de la Chica Dinamita, pareja de Django, y el Loco Perochena, dos delincuentes que fueron elevados a la categoría de héroes populares y que generaron confusiones en la juventud. El fin fue incrementar las ventas sin medir las consecuencias en un segmento poblacional demasiado expuesto a estos falsos ídolos y, ahora, incrementado abiertamente en las redes sociales como las formas de captar a un posible sicario entre jóvenes que no hallan límites para sus audacias destructivas.

domingo, 5 de noviembre de 2017

VIOLENCIA BANAL VISUAL (ARTÍCULO PARCIALMENTE REPRODUCIDO LA INDUSTRIA TRUJILLO DOMINGO 05 DE NOVIEMBRE)

El lamentable accionar de Shirley Silva Padilla, asesina confesa de dos varones en Lima en la semana pasada, nos ha causado asombro; sin embargo, este suceso es una larga retahíla de otros muchos más que vienen sucediendo en nuestra sociedad y a nivel mundial. La jovencita ha evidenciado un comportamiento que, fuera de sus propios problemas mentales (quizá no), difiere poco del accionar de muchos jóvenes exhibicionistas en las redes sociales (sobre todo, Facebook, en el que muestran a sus amigos, enemigos y colectividad en general su orgullo de pertenencia a diversas bandas juveniles que pueblan nuestras ciudades. En esta exhibición, congruente con sus ideales desde sus perspectivas, los jóvenes toman actitudes amenazantes ya no con gestos groseros o insinuantes, sino que portan armas que les permite ser reconocidos, aceptados e identificados por otros miembros, internos y externos, del grupo al cual pertenecen. Pensamos que su actitud es el reflejo de un nihilismo total; pero estos jóvenes se apoyan en la imagen para la creación de su propia identidad, imagen en la que los tatuajes y las armas son parte de ese rito hermenéutico, simbólico, por lo tanto estructurado, al cual deben de acceder y cumplir. La validación de su acción le será otorgada en los medios virtuales (fuera del Facebook, WhatsApp, Instagram, un largo etcétera de aplicaciones) y coronada en las pantallas de los medios y en las páginas de los diarios (en físico y virtuales, amarillos y de prensa “seria”). Héroes y heroínas de pantalla.
En el desarrollo de estas imágenes y la pérdida de su sentido juegan un rol muy importante, los medios de comunicación. Las imágenes de situaciones extremas con pérdidas de vidas humanas han ido perdiendo su mensaje para ser parte integral de un show mediático en el que un atentado con bomba en un metro está a la misma altura que un corte comercial de una marca de detergente o puede aparecer en alguna serie o película de acción o de desastres. Por ejemplo, la duración de una noticia de este talante con una pieza publicitaria televisiva, no solo de señal abierta sino en canales informativos, es casi equivalente y ambos se presentan en horarios “estelares”. El primer fuerte campanazo –ya se estaba advirtiendo al respecto- se dio en la sociedad norteamericana, creadora de estos conceptos, al ver la reacción de muchos niños y jóvenes ante el incidente de las Torres Gemelas (World Trade Center) de Nueva York. Aunque durante la transmisión de este lamentable incidente no hubo los consabidos cortes comerciales, sí fue alarmante ver la reacción de niños y jóvenes que pensaban que era un film y que esperaban en cualquier momento aparecer por las pantallas a Bruce Willis. La línea entre lo real y ficción se desvaneció; como tal, la creación de estas situaciones (atentados, secuestros, ataques en las calles) son motivados o motivan (depende la perspectiva y la génesis)  una reacción mediática y ahora, aún más, en línea o en tiempo real. Son los peligros que se han generado en estos tiempos de la inmediatez que, por la rapidez nunca terminan de ser procesados.

Los medios de comunicación deben de comenzar a replantear ciertas estrategias, pues su intervención en la creación de perspectivas en el público es relevante y les confiere un poder del cual deben de ser muy responsables. No es atentar contra la libertad de prensa, caballito que muchos medios y sus directivos para abordar este álgido tema. Creo que los tiempos oscuros del control mediático del fujimorismo han desaparecido. Sin embargo, no será nada extraño que el cruento evento de Shirley Silva pase al olvido en un mes, posiblemente menos tiempo. Estemos a la espera de más jóvenes así. Tomemos nuestro tiempo.