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Trujillo, La Libertad, Peru
Un espacio para mostrar ideas y puntos de vista ligados al arte, a la cultura y la vida de una sociedad tanto peruana como universal

domingo, 11 de julio de 2021

CHICLAYO, PAMPA GRANDE, LA PUNTA: UN NUEVO RESPIRO

Viernes 02 de julio. Luego de estar casi un año y medio inmovilizado por la pandemia, César me dice para hacer un viaje a Chiclayo para despejar la mente y volver a vivir luego del enclaustramiento obligatorio. Luego de haber dejado todo el trabajo previo (tiempos de asambleas y cerrando trimestre escolar) nos fuimos en un bus a las 3:30 pm. Previamente había contactado con la agencia de alquileres de vehículos para rentar uno durante todo el sábado, pues el domingo era día de restricción vehicular para autos particulares. Un sábado para sacarle el jugo. Y lo íbamos a hacer. El bus llegó tarde, pues el tránsito desde Reque hasta la ciudad misma de Chiclayo es insufrible: no entiendo cómo aún no hacen una buena autopista de entrada a la ciudad teniendo ese tráfico y contando con un mantenimiento de calles mucho mejor que en Trujillo donde los numerosos huecos tienen un pedazo de calle. En ese sentido, Chiclayo tiene menos problemas en sus calles y, además, existe una mejor interconectividad entre los numerosos pueblos de su valle. Habíamos quedado con la gente de la Alianza Francesa de Trujillo en participar en una actividad en la cual tenía que hablar y pensaba que no iba a tener problema alguno, pues indican que el bus suele llegar un poco más allá de la 7 pm. Pero eran las 7:30 y aún no estábamos en la ciudad. Llegamos a toda prisa al hotel y solo pude participar en el evento hacia finales de la conferencia pactada. Una vez concluida esta, salimos con César a cenar algo ligero y comprar unas sandalias, pues las mías habían muerto por uso. Luego de una comida ligera, nos fuimos a nuestro hotel a descansar y levantarnos temprano.

Sábado 04 de julio. Nuestro hotel, por cuestiones de protocolo sanitario, servía un desayuno muy triste. Así que decidimos ir a un restaurante para tomar algo consistente. Fuimos a un café restaurante, Café España, lugar que ofrecía sánguches prodigiosos y un buen café. Una cosa inaudita que vi en esta ciudad es la proliferación de varios lugares de venta de café, una bebida que no era tan popular en su consumo por la población salvo del hecho en casa (café pasado). Esto es muy simpático, pues el día anterior habíamos visto un local listo para inaugurarse y, sin quererlo, íbamos a usarlo este sábado. Comimos un buen sánguche y nos llevamos otro para el camino. De ahí nos fuimos al aeropuerto para alquilar la camioneta con la que nos íbamos a desplazar ese día. Cosas de la vida: una confusión hizo que alquilemos una camioneta que nos iba a ser mucho más útil para nuestro periplo.

Nos fuimos en dirección a Pomalca. Recogimos a un amigo y de ahí nos dirigimos hacia Pampa Grande. En la visita de 2019 con Carmen y su hermana, habíamos llegado a este lugar luego del periplo sureño (Zaña, Huaca Rajada) por lo que llegamos ya un poco tarde. Este es un lugar de origen moche, aunque hay vestigios de mucha más antigüedad. He aquí más información: “[..] Los misterios que guarda el complejo arqueológico Pampa Grande conocida como la última capital del reino Mochica vienen poco a poco develándose. El equipo de investigadores del Proyecto arqueológico Pampa Grande que trabajan en un área aproximada de 600 hectáreas ha reportado importantes hallazgos arquitectónicos en este centro urbano que alojó a los señores de Sipán en los años 700 d.C. En la plataforma norte se ha registrado un muro principal que divide la excavación en dos espacios diferenciados. Al este del muro principal se observa la presencia de una rampa de más de 10 metros de longitud, asociada a dos frentes y un piso finamente elaborado. Mientras que al oeste a más de 3 metros de profundidad se registra parte de estructura arquitectónica conformada por amplios ambientes, con rampas y asociaciones arquitectónicas directas a la última plataforma ubicada al sur del edificio. En la plataforma menor, al sureste de la Huaca Principal (Huaca Fortaleza) en el sector Piedemonte norte, se ha reportado similares contextos a los de la zona norte, con la única diferencia que la rampa de más de 10 metros de longitud se encuentra orientada al sur. La evidencia de sellos rituales de la arquitectura ha sido ampliamente corroborada en esta unidad, recuperándose la osamenta de un niño y 3 camélidos completos, en el relleno de tierra suelta. [..]” (http://www.naylamp.gob.pe/noticias/NOTA%20DE%20PRENSA%20N%C2%BA%2056-%202013%20UEN005.pdf). Una pena que haya habido personal en el lugar; la visita la hicimos solos, pero el paisaje es impresionante y con una geografía interesante, un valle encerrado por estribaciones andinas que ubican a esta fortaleza como entrada o salida de este valle. Aquí hay más datos: http://ponce.sdsu.edu/resena_historica_del_centro_poblado_pampa_grande.html.









Después de esta visita de casi dos horas, nos fuimos a buscar una iglesia de la cual había leído escasamente en algunas fuentes; los datos indicaban Saltur, nos fuimos a este lugar. Al llegar a Saltur, una amable señora nos dijo que no era esa, sino otro espacio no muy alejado de ahí, La Punta. En este lugar hay una pequeña capilla ya ruinosa, construida a inicios del siglo XX. Espero que haya una buena voluntad para evitar que este pequeño monumento desaparezca. 




De ahí nos enrumbamos a almorzar a Lambayeque. Para evitar la ciudad, fuimos por una avenida, Av. Chiclayo, que estaba sí en un estado calamitoso no por la pista, sino por la cantidad ingente de basura de todo tipo que se acumula en todo lado: era una travesía penosa, decepcionante. No sé si hay algunos viajeros que toman esa ruta, pero uno de los problemas de nuestras ciudades es utilizar las veredas o los senderos de los caminos y carreteras como vertedero de basura de todo tipo. Es increíble, es parte del paisaje y estamos tan acostumbrados que no nos llama la atención; no solo es un problema de las autoridades, sino de la población misma: colchones, basura orgánica, cajas y cartones, miles de bolsas de plástico, cadáveres de perros o gatos, restos de lavaderos, escombros de construcción: es todo un abanico humillante de nuestra sociedad. Pese a todo, logramos cruzar evitando el centro de Chiclayo y salimos ya cerca de Lambayeque. Nuestra primera intención era un buen almuerzo en el Restaurante Descalzi, pero había una boda. Nos dirigimos, entonces, a El rincón del pato, donde me encontré con mi exalumno de la universidad. Conversamos un rato, mientras venían nuestros platos y nos dieron de obsequio una fuente de tamalitos verdes: comer en Chiclayo no tiene pierde. Una vez concluida nuestro opíparo almuerzo, nos fuimos a San José a respirar un poco de aire marino. 



Hay ahora un bonito bulevar desde el cual la caminata a la orilla no era muy distante. Vimos una buena cantidad de bolicheras en la arena y pocas personas en la mar. Hacía un poco de frío. Estuvimos un rato, pues la idea era hacer un periplo costero: Pimentel y Eten, cruzando Monsefú. Así lo hicimos una breve entrada a Pimentel, fuimos paralelo al mar y retomamos la carretera a Eten y decidimos ir al muelle (he ido un par de veces más), pero uno de los amigos de César nos dijo subir al faro: extraordinaria decisión. Subimos hasta cierto lugar prudente, pues queríamos entregar la camioneta a las 7 pm; fuimos hacia el faro y tuvimos un espectáculo impresionante: el gran muelle de Eten y su inmensa playa hacia la derecha del faro (viendo hacia el mar) y hacia la izquierda la bonita playa Media Luna. Había mucha gente que iba al faro en sí, ciclistas y gente que iba a acampar, fuera de pescadores con cordel. El frío arreciaba. Decidimos retornar por la carretera Panamericana Sur. Un tránsito penoso. Llegamos a tiempo, luego de pasar el endemoniado óvalo de ingreso a la ciudad: manejar en Chiclayo puede ser una de las experiencias más frustrantes y desafiantes de la vida. Llegamos al punto de encuentro con la persona a la que íbamos a devolver la camioneta. Una vez entregada, nos fuimos caminando por la avenida Balta hasta llegar a ese Café que el día anterior estaban preparando para inaugurarlo ese sábado. Entramos, tomamos un buen café y un postre para levantar las energías. Nos despedimos y fuimos al hotel a dormir un día largo, pero bien aprovechado.




Domingo 05 de julio. Último día. Nos fuimos a tomar un buen desayuno: el tradicional frito chiclayano. De ahí un taxi a Lambayeque, queríamos ir al Museo Brüning, pero ese día no se abría por los protocolos de rigor. Así que nos fuimos a la simpática plaza de armas. La iglesia matriz estaba abierta por una ceremonia de confirmación. No sé si ya se permiten esas ceremonias, pero nos permitió visitar el lugar con calma para ver cómo ha quedado la restauración de sus altares. Al salir, vimos un accidente absurdo: una moto contra un auto. 






Tratamos de almorzar algo, pero el tiempo nos apremiaba. Vimos algunas estatuas en esta pequeña ciudad en la que hay varias, pues es una de las cunas de la independencia de nuestro país. Nos fuimos a Chiclayo; almorzamos algo ligero y de ahí a la agencia.

Un viaje breve pero revitalizante.

ARTE VIVE (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE JULIO)


El último viernes se inauguró una exposición binacional de grabado en la Casa Orbegoso, devenida en el futuro Museo del Bicentenario de nuestra ciudad. Con esta actividad, uno puede ir respirando una gran bocanada de aire fresco en medio de la zozobra política y sanitaria de nuestro país. No todo tiene por qué ser gris; por lo contrario, espacios como estos nos hacen sentir vivos.

Lentamente el arte presencial comienza a regresar a las calles, escenarios y galerías. La segunda ola de la pandemia nos sumió en el temor, la decepción y angustia; todo esto acompañado por el inquietante e incierto ambiente electoral que aún no culmina y, debido a las características de esta campaña de comicios presidenciales, está quedando un ambiente hostil enquistado en nuestra sociedad: peruano contra peruano. En medio de esta realidad poco alentadora, empero vamos viendo lentamente una luz diáfana en el camino: arte e intelecto comienzan a abrir sus caminos para estar presente entre los ciudadanos. Hemos tenido una intensa actividad en lo virtual, pero se hacía necesaria la presencia física para sentir que el arte sí unía almas y daban un espacio de entretenimiento y confort personal y colectivo. He tenido oportunidad de oír las diversas exposiciones de hombres y mujeres artistas que testimoniaban el duro cambio que les cupo vivir desde al año pasado. Recuerdo los comentarios de Marco Ledesma y sus primeras experiencias con el teatro virtual; o las novísimas Ferias del Libro en estas nuevas versiones. Hemos tenido conferencias de todo tipo que han logrado unir a personas que hubiera sido su presencia en diversos eventos. Pero faltaba más. La primera actividad presencial en la que estuve fue el Festival de la Música de la Alianza Francesa. Los artistas se sentían conmovidos de poder pisar un escenario, aunque sea con un limitado público por las medidas sanitarias. Algunas lágrimas vertidas daban cuenta de que estábamos dándole vuelta a la tuerca. Nuestro Festival de Cine Peruano se hacía presente en espacios amplios en otras ciudades. Y ahora las exposiciones vuelven a la superficie. Estuve en la del Bicentenario en el Centro Cultural del Banco de la Nación y era conmovedor ver a la gente “salir de las sombras” para departir, comentar e, incluso, recordar a aquellos que ya no nos acompañarán más. La exposición binacional da pasos más atrevidos: artistas peruanos y mexicanos exponen sus obras en ambos países para fortalecer el sentido de fraternidad que encierra la Hermandad Trujillo Metepec, la que acoge esta y otras actividades más de corte artístico y académico. Es un esfuerzo de artistas grabadores trujillanos, liderados por Gerardo Salazar, de seguir en actividad y arrebatar el pesimismo de todos nosotros para llenarnos de belleza tan necesaria en momentos como estos. Sabemos que el arte e intelecto no tienen el impacto de un mall que se ve “necesario” ante muchos. Pero están ahí para traernos emoción y esperanza.

domingo, 4 de julio de 2021

TRABAJANDO PARA OTROS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 04 DE JULIO)


Reza el refrán popular: “nadie sabe para quién trabajar”. La campaña electoral que hemos vivido en lo que va del año ha sido una muestra de ello. Una vez iniciada la contienda electoral, hemos visto diversas campañas poco imaginativas y sí muy directas para despotricar al o a los contrincantes en ciernes, y campañas de desgaste contra los que iban ocupando los primeros puestos de las encuestas que reventaban en las portadas de todos los diarios, las redes sociales y los diversos canales de TV tanto de señal abierta como cable. La clásica fragmentación de la izquierda también la ha heredado la derecha y el centro por lo que tuvimos un alucinante número de candidatos; esto también hizo su labor, pues todo prometía que los votos iban a estar bastante dispersos. La accidentada campaña tuvo a Forsyth, López Aliaga, De Soto y Lescano como candidatos ganadores turnándose el pináculo de la fama y todos auguraban una segunda vuelta con la posibilidad de la participación de Verónica Mendoza en dicha competencia, todo esto en medio de una feroz segunda ola de la pandemia en la cual cayeron muchas personas conocidas y buenos amigos míos. Eso puede haber influido en la marcada ausencia de electores. Para sorpresa de muchos, nos quedamos con dos candidatos impensables para ciertos círculos de personas: Pedro Castillo y Keiko. Es el juego de la democracia.

La segunda vuelta fue un viaje más turbulento: el electorado fue expuesto a todo tipo de información, entre veraz y falsa, entre completa y parcial, que aún nos inunda de diferentes maneras. Los medios no jugaron honestamente, y las noticias del miedo y la incertidumbre aún pueblan portadas y nuestros celulares. Se fragmentó más la sociedad con argumentos (si se les puede llamar como tales) racistas y clasistas de ambos lados. Los resultados dieron pie a situaciones cada vez más cuestionables y tomaron un cariz bastante peligroso, violento bajo el manto de la palabra fraude. Los ataques iban y venían: ambos aglutinaron diversos partidos y personajes para hacer campaña de mutuo desprestigio. La reaparición interesante de Montesinos y el respaldo de la comunidad internacional a los resultados dieron un giro con la situación de Keiko. El escenario ahora es otro y los apoyos “incondicionales” toman otro rumbo. Lo que podría haber sido una posibilidad de triunfo para ella se cierra y sus antiguos socios “zafan cuerpo”. Tras últimos papelones internacionales, alea jacta est.

Por otro lado, Cerrón, reo fundador del partido ganador, busca un espacio posible para legitimarse. A cerrarle puertas. Político peligroso y corrupto, comportamiento de cabecilla. Al final, insólita verdad de nuestra vida pública: ambos líderes y muchos seguidores de los partidos finalistas quizás tengan un punto de confluencia: la cárcel. Ironías de nuestra increíble política. Así, Keiko y Cerrón verían toda ceremonia política futura desde los barrotes de una prisión. Simpático escenario.


domingo, 27 de junio de 2021

PIENSA MAL.. (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 27 DE JUNIO)


Siempre repito esta frase que dicen varios amigos extranjeros que viven o han vivido en nuestro país: “en el Perú nunca te aburres, siempre hay alguna sorpresa”. Y otra frase que la escuché hace un buen tiempo de la cual tomo parcialmente las palabras iniciales para encabezar este artículo: “Piensa mal y acertarás”. Bueno, las evidencias vividas esta semana que termina nos dan toda la razón.

Las palabras Fraude y Golpe, en sus variantes “lento” y “expeditivo” han ido tomando un matiz interesante y, tras unos audios expuestos a la opinión pública este último jueves, han tomado otros rumbos. Viene a la memoria Iván Degregori quien, al hacer un análisis de la década fujimorista con su caída por el famoso fraude electoral y los vladivideos, nos da una radiografía que parece repetirse dos décadas después solo que desde la otra orilla. Hay hechos evidentes: audios y videos, cuyos protagonistas han aceptado su existencia. Hay acciones que han sido comprobadas como las conversaciones realizadas por Montesinos desde su cárcel dorada, acción que compromete severamente a la Marina; y la conversación sostenida entre Pedro Rejas y Guillermo Sedón para “comprar” a tres integrantes del JNE, cada uno por un millón de dólares. La bomba se dio cuando la ciudadanía trataba de asimilar la maniobra hecha por Luis Arce en el mismo JNE. Las evidencias fueron presentadas a periodistas que aceptaron la invitación de Fernando “Popy” Olivera. En medio de su alucinante presentación, con gato incluido, tal era el contenido del material expuesto que los demás medios se vieron forzados a hablar sobre los mismos. Cuando escribo este artículo, la principal protagonista indirecta, Keiko Fujimori, no ha hecho comentario alguno. Imagino que está haciendo un reporte de los graves daños que esto le va a causar a su aspiración de seguir con sus cantaletas. Solo basta ver el historial de los audios para ver que uno de ellos ocurre un poco antes de iniciar el proceso de impugnación de actas de electores de la sierra peruana. De pronto, todos esos momentos que los peruanos pasamos en el 2000 vienen a nuestras memorias; así como mucha gente recuerda lo terrible que fueron los años del terrorismo; también nos debe venir a la memoria toda esa podredumbre que terminó minando, jodiendo a nuestra sociedad: la hizo trizas en sus instituciones, pulverizó la decencia cívica para prostituir todo lo que la dupla Fujimori Montesinos tocaba con sus tentáculos: entre Laura Bozzo, Rosy War, sus pseudo partidos políticos de pantalla, sus diarios chichas y sus geishas periodistas, la sociedad peruana tocó fondo. Ahora, queda analizar los alcances de este material. Las preguntas caen por su peso: ¿Cuánto están comprometidos Keiko y los líderes fujimoristas? ¿Arce con su decisión de patear el tablero? ¿La Marina? ¿Montoya y su séquito siguen leales al acta de sujeción del 13 de marzo de 1999? ¿Qué ganan Sedón y Rejas? ¿Qué gana Popy? “Piensa mal y acertarás.”


domingo, 20 de junio de 2021

AGONÍA DE UNAS ELECCIONES (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 20 DE JUNIO)


Fraude. Golpe. Anulación. Firmas. Actas. Elecciones. ¿Cuántas veces habremos oído y leído estas palabras en las últimas semanas? ¿Cuántas variaciones en su origen, actor e, incluso, significado han ido surgiendo desde la boca de urna aquel 06 de junio?

Dos domingos después aún no tenemos un presidente oficial. Al momento de emitirse los primeros datos electorales del JNE, la evolución política y, de paso, el clima social han sido tensos y no han estado exentos de roces en una sociedad resentida por la pandemia, la crisis económica laboral y las tensiones de un Congreso de accionar lamentable. Aunque las cifras ya dan un ganador, la perdedora ha decidido quemar sus últimas naves arrastrando consigo a abogados, medios de comunicación, personalidades, políticos desgastados y militares retirados. Para ello, no ha escatimado en buscar recursos de todo calibre, mientras los medios jugaban un rol desconcertante, los cuales están lejos de contribuir en la construcción de puentes necesarios para proteger a nuestra endeble democracia. Las llamadas a una asonada social, una anulación de este proceso electoral o, peor aún, un golpe de estado son alarmantes y nos muestran el especial concepto que se tiene de la democracia, palabra manida hasta el cansancio, pero poco conocida. Un intento golpista no haría sino acentuar más la crisis no solo a nivel interno, sino a nivel internacional pues un golpe sería total o sistemáticamente rechazado. Ahora se debe pensar con cabeza fría con el fin de poder trabajar en conjunto y ayudar a estabilizar el ambiente político para tener gobernabilidad y proyectarse en macro soluciones urgentes e inmediatas. Además, fortalecer al virtual presidente, quien asume el mando de todos los peruanos y no un partido político que tiene fuertes problemas en el interno con personajes corruptos y egocéntricos, mal de todas nuestras organizaciones políticas.

Se juega en contra de los ciudadanos de a pie, quienes angustiados buscan un trabajo, dinero para alimentos o medicinas para un familiar o de manera personal; esperan su ansiada vacuna; o desean estabilidad para empezar un negocio personal o familiar. Aquí cabe recordar el rol principal que asumen los partidos políticos para el buen gobierno. El periodo del Fujimorato significó la muerte de los partidos tradicionales. Durante esa década, a la cual Iván Degregori denominó “de la antipolítica”, estas entidades fueron heridas “de muerte”; muchas no se recuperaron. Lo que sí hubo fue una nueva forma de concebir estas instituciones: sin ninguna ideología y unidos más para intereses personales o los del líder, además de una suerte de endiosamiento de este. Hay preguntas que quedan en el aire: ¿Cómo sería el fujimorismo sin ningún Fujimori? ¿APP sin ningún Acuña? El APRA atrincherado entorno a AGP, ¿cómo se proyectan con su aún sombra omnisciente para su reinscripción? ¿Se reinscribirá el PPC muerto su patriarca? ¿Son, a la larga pues, partidos políticos?


domingo, 13 de junio de 2021

KEIKO EN SU SOLEDAD (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 13 DE JUNIO)

Una semana de pesadilla, de divisiones, de situaciones vergonzosas. A estas alturas, algunos medios de prensa internacional comparan el comportamiento de la lideresa Keiko Fujimori con los de Trump y el israelí Netanyahu, quienes hicieron tambalear el sistema democrático de sus respectivos países; peor aún en el nuestro por las graves deficiencias que este tiene en una sociedad muy golpeada por la corrupción y la crisis de la pandemia. Parece que su suerte está echada. Estamos en vilo.

Keiko es un personaje surgido de uno de los gobiernos más corruptos que tuvo nuestro país; ese gobierno supo debilitar las instituciones de nuestra sociedad y a muchas las corrompió de raíz. Con ella también vino una serie de personajes que incursionaron en la política gracias al debilitamiento y vacío de los tradicionales partidos políticos. Así se entiende la desaparición del APRA o el PPC del mapa electoral en los últimos años o en el fantoche que se convirtió AP. Esos vacíos fueron ocupados por nuevos partidos que se adecuan a un neo clientelismo (“plata como cancha”, por ejemplo) que ha viciado el mundo político. Keiko se erigió como una lideresa que recogió la popularidad positiva y negativa de su padre, quien quedó en la recordación de mucha gente por su estilo práctico de gobernar y toda esa urdimbre corrupta que envileció a nuestro país por una década y cuyos rezagos seguimos sufriendo. Ella comenzó a marcar ciertos rumbos de nuestra sociedad: con Ollanta abrió su primer frente. Su trabajo de bases, sobre todo en el Norte peruano, comenzó a entrar en acción logrando destacados avances; por eso, Keiko esperaba su ascenso apoteósico en su segunda contienda; pero, la suerte le fue adversa. Ella, increíblemente, quemó un capital político que ahora le hubiera sido totalmente positivo. Pudo más el rencor que la racionalidad y en su insano accionar sumió a nuestro país en un lustro para el olvido: 4 presidentes, dos congresos y un colapso del sistema por una pandemia que desnudó graves vacíos de décadas.

Estoy leyendo justificaciones por los resultados adversos en estas elecciones, incluso culpando al electorado de ignorante e irresponsable por haber permitido el triunfo de Pedro Castillo. No. El sentimiento anti Keiko cruza todos los estratos de la sociedad, la que hastiada ha visto tambalear la democracia por sus caprichos. No podemos borrar cinco años de pesadilla. Pedro Castillo debe de tomar en cuenta esto. Miles de votos vienen no de apoyo abierto a su tendencia política, sino de un rechazo a una candidata que arrastra tantos pasivos que cualquier otro candidato, que hubiera estado frente a ella en segunda vuelta, la hubiera vencido por un margen arrasador. Ni la inversión millonaria, ni los miedos y pánicos difundidos por los medios, ni los pactos y apoyos de personalidades han sido suficientes para maquillarla. Solo han servido para dividir más a nuestra fragmentada sociedad. Penoso Bicentenario.

domingo, 6 de junio de 2021

AGRIETÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 06 DE JUNIO)


Momento decisivo. El Perú va a las urnas. Tras los resultados de la primera vuelta, la sociedad peruana se ha visto envuelta en uno de los procesos más conflictivos y dolorosos de los que yo recuerde. El lunes 07, Día de la Bandera, dos medios Perú estarán en posiciones encontradas. Ad-portas de nuestro Bicentenario.

Las condiciones para estos enfrentamientos incluso familiares no han sido generadas en estos últimos días; en las últimas elecciones el desarrollo de los medios virtuales de información y comunicación ha permitido la expansión de un uso inadecuado de estos para difundir sentimientos, emociones y posiciones. Adjetivos de todo calibre han circulado por las redes para acallar a la persona que no concordaba con las ideas de uno u otro candidato. Todavía está fresco el recuerdo de los PPKausas que generaron todo un discurso de odio racial y cultural tras la pérdida de su candidato, PPK, en la contienda en la que salió presidente Ollanta Humala. Lejos de haber abordado este sensible tema con el fin de moderar mensajes subjetivos, la técnica ha ido prosperando como lo hemos en las versiones electorales restantes, incluida esta. Esta pesada situación ha ido invadiendo todos los campos de nuestra vida cotidiana; no se ha modulado nuestra comunicación, sino que se ha visto invadida por mensajes amenazantes de uno y de otro lado, forzando a todos a tomar partido por alguno de los candidatos que, a decir verdad, no tuvieron una aceptación política de resaltar. Ha invadido nuestros trabajos, nuestra conversación por chat, las reuniones familiares. Vemos a personajes famosos tomando partido, algunos con posturas humillantes y vergonzosas. Los mismos medios de comunicación, lejos de actuar con neutralidad informativa, han tomado una actitud oprobiosa que ha ahondado más el desasosiego de la sociedad nuestra. Con mensajes nada claros, apuntando a los sentimientos, los medios en general han generado desconcierto y contribuido a una mayor ignorancia cívica, la cual arrastramos por décadas. Muchos de nuestros mensajes fueron construidos por otros y replicados sin ningún tipo de cuestionamiento; pero al replicarlos, les dábamos nuestros sentimientos negativos.

Estas elecciones están enmarcadas en una terrible pandemia, esa que nos ha mostrado la peor cara de la sociedad, pero también actos que han trascendido a la miseria. Todos anhelamos una recuperación económica, pero también debemos de ser conscientes que esta sólo se logrará cuando haya un crecimiento mundial (somos dependientes) y esto no será posible por un buen tiempo. Fuertes demandas sociales han sido destapadas con tantas promesas y eso sí da mucho miedo, pues se ha apuntado a una vena sensible social: la desesperación. No cumplir con estas pueden abrir una espiral de violencia que será difícil contener; eso debe ser claramente leído por cualquier de los dos que suba al sillón presidencial. Hay que trabajar en cerrar grietas urgentemente.


domingo, 30 de mayo de 2021

UNA FINAL TENEBROSA, ¿VALE TODO? (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 30 DE MAYO)


El viernes pasé mi primera vacuna. De manera ordenada y con poca gente, íbamos avanzando para ser inoculados; había pocas personas y pregunté a una doctora que nos atendió por qué había poca gente; ella nos comentó, apesadumbrada, que muchos ciudadanos no quieren vacunarse por temor a los efectos que estas puedan causar según habían oído. Cuando me comentaba eso, recordé ese programa en el que un periodista y un médico generaron tal desasosiego y dudas entre tantas personas mayores. El miedo funcionó; muchos compatriotas quizás hubieran podido evitar enfermarse e, incluso, salvar sus vidas; ese par de personajes siniestros sigue sus vidas sin remordimiento.

Sabemos que en toda campaña electoral la verdad es la primera sacrificada en estas contiendas. La invención o tergiversación de hechos personales, familiares o partidarios pasan por los comentarios escritos u orales entre la gente; eso es lo usual. Lo malo es cuando ya pasa a publicaciones reconocidas con sesgo tendencioso. El problema se agrava cuando la manipulación de datos cruentos oculta la verdad en desmedro de identificar y analizar el problema más profundo: narcotráfico; además, causa un profundo agravio, como es en este caso, contra los familiares de las víctimas, así como la grave situación en la que se deja a las personas comprometidas en la investigación (jueces y otras autoridades): todo esto confluye en el luctuoso evento acaecido en una pequeña localidad de la convulsa zona del VRAE. Extrañamente, la difusión de este hecho no fue por canales oficiales y su manipulación ha dejado desconcertada a mucha de la opinión pública que trata de no contaminarse de la locura mediática de estos días. En vez de abordar ese complejo tema que corroe la sociedad, los grandes medios de comunicación están optando por realizar campaña con un descarado y escandaloso manejo subjetivo de la información. Es sabido que nuestros medios informativos no son un dechado de profesionalismo periodístico imparcial, pero un poco de decoro sería bueno para evitar tocar fondo. La semana que resta será campo minado en el que la mentira y medias verdades relucirán de diferentes formas, más de un bando que de otro, obviamente. De uno solo escucharemos y leeremos sus propuestas; del otro, sus “maldades”. Después de haber escuchado las insólitas preguntas que le hicieron algunos reporteros a Richard Webb sobre su identidad y la temática que iban a abordar, uno se pone a pensar en manos de quiénes está la información que nos debe de llegar en momentos cruciales. Panorama incierto por venir.

PD. Juan Manuel Ochoa, Jaguar en el imaginario popular, ha muerto. Conversamos largo y tendido en su visita durante nuestra segunda versión del Festival de Cine Peruano de Trujillo. Hablamos de amigos comunes, cine y algunos proyectos que quería desarrollar en nuestra ciudad. Murió como ese villano entrañable que tenemos en nosotros: luchar por uno mismo. Buen viaje.


domingo, 23 de mayo de 2021

DESPEDAZÁNDONOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 23 DE MAYO)


En todas las últimas elecciones, desde las municipales hasta las presidenciales, estamos viendo que los recursos del agravio y del insulto se han ido incrementado. Esta campaña lo evidencia. Dichos recursos han existido en diversas contiendas de nuestra historia electoral. Recordemos los violentos grupos organizados de partidos políticos que tenían una participación disuasiva o ejercían violencia física, como el caso de los famosos búfalos o los comunistas. La publicación de libelos o pasquines era frecuente. A lo largo de varias décadas del siglo XX, agrupaciones políticas como las aprista y comunista estaban prohibidas y proscritas, y la presencia de algunas de ellos en los resultados parciales originaron anulaciones de las elecciones generales de 1936 y 1962. La solución era relativamente sencilla: prohibir partidos políticos y deportar a sus líderes. El caso más virulento fue el Ochenio de Odría. Por otro lado, las campañas electorales siempre estaban plagadas de ataques en las que los medios cumplían determinadas funciones. A medida que la tecnología iba avanzando, una febril campaña de difamación del postulante contrincante era más elaborada y lograba alcances más amplios. Los medios escritos, radiales y, luego, televisivos jugaban un rol decisivo en el electorado. Inclinaban la tendencia hacia tal o cual candidato de su preferencia y las redacciones modulaban los mensajes para inflar o tirarse abajo a determinado contendor electoral. Columnistas, dibujantes, locutores llenaban de sesgada información dirigida a sus receptores. Debido a la celeridad que iba exigiéndose en el mundo moderno, la información era cada vez más compacta, sencilla, pero también sofisticada. Eso lo entendió bien Montesinos con la creación de los famosos diarios y programas chichas: sencillos y hasta vulgares en su forma, y selectivo y destructivo en su contenido. La construcción positiva o negativa de un candidato pasaba por las líneas de estos medios que moldeaban a sus receptores: movilizaban sentimientos, frustraciones, ambiciones y pasiones que fueron muy bien capitalizadas políticamente. El desborde vino con Internet: la relativa libertad de este medio y el capital poderoso y peligroso que encierra lo hemos visto en las últimas décadas: grupos (u hordas) de personas (PPKausas, trolles) que dirigían ataques arteros contra un candidato o su grupo de electores con mensajes racistas, clasistas, misóginos hasta genocidas corrían de un lado a otro. Los hay en chats de nuestros amigos y de otros círculos, quienes utilizan estos como argumentos contra tal o cual candidato; son mensajes altamente violentos en su contenido. Además, hemos visto a postulantes recientemente lanzando diatribas e injurias no solo contra su contrincante, sino contra otros grupos como los mismos medios de comunicación de manera verbal (“mermeleras”) o incluso agresión física. Se está abriendo una profunda brecha insalvable en nuestra sociedad.


domingo, 16 de mayo de 2021

LA CULTURA EN LAS BOCAS DEL LOBO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 16 DE MAYO)


Tras el desastroso Niño de los años 82-83, se inició una reconstrucción apurada en el Norte peruano. El caso particular que viene a acotación es el de una amiga antropóloga que fue llamada por la empresa encargada en la reconstrucción de uno de los pueblos arrasados cercanos a Zaña, cerca de Chiclayo: Nuevo Mocupe. Los administradores, ingenieros y demás personal comenzaron a edificar módulos para los habitantes que habían perdido sus viviendas en las inundaciones que hubo en esa región. Las flamantes construcciones, listas para ser habitadas, fueron rechazadas por los pobladores. El personal no entendía el rechazo de la comunidad y decidieron llamar a mi amiga; ella, al ver la situación, les dijo con toda sinceridad que lo que estaban haciendo era el proceso errado: primero se consulta sobre los requerimientos y hábitos de una comunidad y luego se interviene. Mi amiga no avanzó mucho, pues era plata al agua. Los módulos permanecieron abandonados por mucho tiempo hasta que llegaron otras personas y los ocuparon ya en estado calamitoso por el abandono.

El Ministerio de Cultura es una entidad por la cual, desde su creación en agosto del 2010, han pasado 14 ministros que han tratado de manejar una cartera muy amplia y con escasos recursos. Esto ha ido en desmedro de políticas continuas. En un país tan rico, multicultural y plurilingüe como el nuestro, es una entidad importante que se encarga de articular a esta sociedad con el fin de mostrarla de manera activa y dialogante con las demás áreas, así como trabajar con todos los actores e instituciones culturales que realizan labor de investigación, difusión y creación de arte y cultura en todo el país. Desde muchos aspectos, este Ministerio debe de trabajar con Ministerios como el de Educación, de Salud, del Interior (clave apoyo), de Trabajo y de Justicia, inclusive. Aún no ha logrado el reconocimiento que le permita jugar en “ligas mayores” cuando el aporte de su manejo de información y estrategias de comunicación con diversos sectores sociales urbanos y rurales, minorías étnicas y segmentos poblaciones sensibles, hubieran sido claves a la hora de tomar decisiones durante momentos críticos, como en la pandemia. De haber trabajado coordinadamente, algunas de las acciones tomadas por el Gobierno central hubieran sido mucho más efectivas y quizás mejor acatadas frente al pandemónium social y económico que vivimos en la actualidad. La falta de comprensión de su trabajo ha hecho que miles de familias ligadas a la cultura y arte estén pasando penurias para sobrevivir. Esta pobre visión fue percibida en los mensajes de muchos candidatos quienes veían a este Ministerio como inviable. Lo querían fusionar, empequeñecer o desaparecer. Los dos partidos en contiendan tienen solo página y media cada uno en sus Planes Generales: Perú Libre en las páginas 35- 36 con Turismo; Fuerza Popular, páginas 50 y 51 con Educación (con error ortográfico o tipográfico incluido). Un verdadero panorama sombrío.

domingo, 9 de mayo de 2021

METAMORFOSIS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 09 DE MAYO)

 




Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontrose en su cama convertido en un monstruoso insecto[..]”. Estos son los primeros renglones de una de las novelas cumbres que retrata, de manera figurada, la incomprensible transformación de un hombre sencillo y común que no entiende lo que le sucede. La Metamorfosis, con la excelente traducción del alemán al español por Jorge Luis Borges, nos va describiendo no solo la transformación de este hombre, sino el de todo su círculo familiar hasta llegar a rechazarlo, negarlo y olvidarlo. Eran años de una Europa enloquecida de los rezagos de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) y se encaminaba inexorablemente hacia la Segunda Guerra.

Tras los resultados de la primera vuelta de las últimas elecciones generales, se han visto varios cambios en muchas personas. En los círculos de las redes sociales a las que pertenezco, así como la información correcta que llega por diversos medios de comunicación hemos visto esos drásticos cambios. Entre los círculos de amigos hay fujimoristas y castillistas, y han sido fiel a su posición; también hay de todas las tendencias políticas, desde la derecha extrema hasta la izquierda. Han cruzado todo tipo de información y posición hasta ese 11 de abril. Los cambios comenzaron a gestarse una vez concluidos los escrutinios. Así como los candidatos que no pasaron a la segunda vuelta comenzaron sus negociones y, supongo, condiciones; lo mismo está pasando con cierta cantidad de personas quienes comenzaron a “negociar” sus votos. En el camino de esta transformación personal por querer justificar una posibilidad electoral he ido viendo mucho deterioro de personas sensatas. En esta trayectoria, también, se ve la facilidad con la que las personas confunden un modelo económico con uno político: la historia nos ha mostrado, precisamente, que el modelo que muchos quieren mantener surge de fuertes gobiernos autoritarios y represivos que les permitía aplicar una doctrina que surge de un laboratorio económico en Chicago. Volvamos a esa metamorfosis que es preocupante, pues esta está dañando el débil tejido de la sociedad peruana. He leído en chats comentarios racistas y clasistas de toda índole, incluso viniendo de personas vinculadas a la educación: un quiebre grave y delicado ha surgido en muchos como si la novela Doctor Jekyll y Mr. Hyde se hubiera hecho realidad en muchos que ocultaban un odio visceral contra un modo de ser, una raza, un idioma, una gran parte de nuestra sociedad. Y los hacen circular con toda intencionalidad.

No sé quién será el ganador de esta segunda vuelta, una encrucijada en la que muchos peruanos jamás pensamos que llegaría. Quizás, esta sea nuestra verdadera lección. Patrick Modiano, nobel francés de literatura, escribía un poco para exorcizar ese terrible pasado que conoció a medias de su padre: judío él, para salvarse, se dedicó a traicionar a su gente denunciándolos ante los nazis. Oscura verdad.


domingo, 2 de mayo de 2021

CLARA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO DOMINGO 02 DE MAYO)


Hay muertes que nos golpean duro. Te causan una herida difícil de restañar. Esas que llegan a ti de la manera sigilosa y que calan duro en tu memoria.

Clara Claros fue una buena trabajadora en su área y, sobre todo, una buena amiga. Recuerdo vagamente cuando ella comenzó a trabajar en el Departamento que dirigía en una universidad local. Mi Departamento, el de Humanidades, convocaba un buen número de profesionales de todas las especialidades: había ingenieros, abogados, psicólogos, literatos, docentes de diversas especialidades, filósofos, artistas, estadísticos y, por supuesto, periodistas. Las reuniones eran amenas y matizadas por conversaciones de toda índole, y una de esas personas dinámicas fue Clara Claros. Discreta ella, me iba sugiriendo detalles que iban haciendo de nuestras reuniones un buen espacio de intercambio de ideas y buen trabajo en equipo. Responsable con sus clases, nunca tuve queja alguna de su puntualidad con los procesos requeridos y sí comentarios de alumnos que habían pasado por sus aulas y habían recibido observaciones puntuales con anécdotas graciosas que ella hacía. Muchos de estos eran comentados por los colegas, pues quitaba ese rigor excesivo con el que muchas veces se ve a un docente universitario. Les dio mucha calidez humana.

La Clara Claros amiga se fue mostrando paulatinamente. Con su incondicional amigo Luis Quintanilla, como Don Quijote y Sancho Panza, buscaban seguir trabajando en el bichito que tenían incorporado: el periodismo. Un día, ambos me invitaron a compartir su locura: un programa radial. Así, poco a poco comenzamos a trabajar en eso; hasta hubo días que me quedaba en la conducción de las entrevistas radiales siempre con el apoyo silencioso de Clara. Cada idea que se me ocurría encontraba escepticismo de algunos, pero de ella no. Alentaba a todos en sus proyectos y meditaba los suyos hasta poder negociarlos. Uno de estos proyectos que sé que le causaron mucha alegría personal fue la creación de la revista digital Letras, que alcanzó más de un centenar de números. Fue un espacio que permitió que todos escribiésemos y nos aguzó el gusto por la redacción: después me comentaron que eso solía hacer con los jóvenes periodistas que ingresaban a la redacción de un periódico local. Maestra. Sé cuánto le dolió cuando órdenes centralistas unilaterales fueron cancelando diversos proyectos de mi Departamento, como el de su revista digital. Comentábamos con preocupación y nostalgia el avance de modalidad virtual, esta que terminó invadiendo nuestras vidas a causa de esta pandemia. Se mortificaba al no saber quiénes eran sus alumnos, muchos de los cuales jamás llegó a conocerlos, jamás tuvieron la oportunidad de disfrutar su buen humor y disposición para el trabajo. Sin embargo, algunos medios virtuales sí nos permitieron tener una comunicación, en cierta forma, regular. Habíamos intercambiado opiniones del ambiente político no hacía una semana. Buen viaje, Clara.

domingo, 25 de abril de 2021

LECCIONES DE UNA PESADILLA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 25 DE ABRIL)



Dos candidatos comienzan la carrera y, también, la refriega para acceder al sillón presidencial. Este 06 de junio, los peruanos nos volcamos nuevamente a las urnas. Nos hemos quedado con dos males, los peores posiblemente. Tenemos que optar por uno de ellos. Esa es la encrucijada de la sociedad peruana para celebrar su bicentenario. Una mirada hacia un posible abismo.

Ambos candidatos vienen con mochilas muy pesadas. Uno, la de haber pertenecido a movimientos que causan temor entre muchas personas que vivimos la dantesca década de los 80, que creció ante la ineficiente respuesta de los gobiernos de turno; además, Castillo ha dirigido una larga huelga de los docentes en el 2017 y mantiene vínculos con personas ligadas a la corrupción, como es el caso de Vladimir Cerrón.  Keiko tiene una mochila mucho más pesada, por eso arrastra tras de sí un rechazo de mucha gente en nuestra sociedad: trae a rastras el pasado de su padre que permitió que la corrupción calase en todas las instituciones de la sociedad peruana; envileció medios de difusión, amenazó a opositores a su régimen; compró el Poder Judicial a su medida y destruyó la credibilidad en las fuerzas armadas y policiales. Permitió un modelo económico exitoso a nivel macro, pero no hubo un desarrollo positivo en todos los niveles sociales. En su plan de privatizaciones, lanzó a las calles a miles de personas y, para atenuar la situación, permitió el ingreso de ticos, buses camión, combis, custer, mototaxis; convirtiendo al sistema de transporte público en la pesadilla que es ahora. Aceleró el centralismo y permitió el crecimiento de monopolios de servicios como el de telefonía e internet convirtiéndolo en uno caro. Permitió la apertura de instituciones educativas lo que fue lentamente envilecido por personas que vieron más un negocio que un servicio en bien de la comunidad.

Ambos candidatos tienen un bolsón duro de votantes, uno bastante mayor que el de la otra. La refriega se va a dar en el campo de los indecisos. Hay muchas personas que no cederán su voto al otro contrincante; otros dudan. Castillo es una inmensa incertidumbre. Pero, la imagen asociada de Keiko a realidades que se han desnudado con la pandemia y la corrupción, con el comportamiento de sus congresistas que generaron tanta inestabilidad y los escándalos que la asocian con lavado de activos y narcotráfico; todo eso hace dudar a muchos. Su influencia se ha visto en medios que la apoyan abiertamente y la reciente destitución en América TV genera muchas más dudas. Los estrategas de marketing político de cada candidato tratarán de convencer a gente que ha sido olvidada o ha sido testigo de tantos desaciertos que nos han llevado, quiérase o no, a la situación en la que nos hallamos. Y hay algo que sí debería de preocuparnos mucho: el narcotráfico. Ser un narcoestado es una condición que nos hundiría en una espiral de violencia tan grave o peor como la que pasamos en los 80. Duro dilema.


domingo, 18 de abril de 2021

INCERTIDUMBRE TOTAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 18 DE ABRIL)

11 de abril 2021 pasará para la historia. Millones de peruanos han decidido entre 19 candidatos los dos que pasarán a segunda vuelta para ver quién será el presidente del Bicentenario y el que nos gobierne por cinco años, si antes no pasa algún raro incidente en un país en el que pueden pasar tantas cosas. Acostumbrados a votar por el mal menor para evitar al mayor, tenemos en el escenario a dos posibles males mayores, según sus lamentables recorridos políticos a la fecha. Hay muchos factores que han jugado de por medio como la pandemia, los impedidos de votar por estar contagiados y los temerosos de contagiarse, así como el prurito de generar pánico en unas votaciones que a la larga han sido más tranquilas de lo esperado. De manera personal y tal como pregunté a varios amigos por redes, las elecciones fluyeron rápido después de los problemas iniciales como suelen suceder en cualquiera de los procesos electorales previos, como el caso de las mesas no constituidas. Del total de votos válidos emitidos, los dos candidatos que pasan a segunda vuelta, Pedro Castillo y Keiko Fujimori, reciben un respaldo bastante débil pues ninguno de ellos llega al 20 % deseado; si los nulos y blancos representasen a un candidato, este era un bolo fijo para la segunda vuelta y posible ganador de la banda presidencial. Juegos de la democracia.

El ascenso de Castillo ha sido insospechado. Quizás haya sido inflado por los estrategas de campaña de partidos de derecha que fueron minando a la posible rival: Verónica Mendoza. Pero también indica un total desconocimiento de una fuerza social que ido creando conexiones que los demás desconocían. Por otro lado, la antigua costumbre de la izquierda de desmembrarse en pequeños partidos ahora ha sido asimilada por la derecha; tantos candidatos de esta tendencia han hecho que se canibalicen entre ellos y las de ganar las tenía el fujimorismo que, pese a todo, cuenta con un aparato político mejor constituido y presente a nivel nacional que los otros partidos que surgen solo para estos momentos. Si analizamos en frío, Castillo hubiera podido haber barrido a otros contrincantes, pues tiene más presencia que los otros partidos de derecha centrados en Lima y algunas grandes ciudades. Así de improvisada y frágil es la política peruana. El caso de Keiko es interesante, pues llega a esta segunda vuelta gracias al socavamiento sistemático de personajes como López Aliaga, Soto, Lescano y Forsyth.

Tenemos dos opciones de espanto. Una ya mostró las facetas que la hacen un peligro; por ejemplo, lo vivido en este último lustro con sus lamentables congresistas. El otro tiene pasado turbulento que aterroriza a muchos. Queda un poco más de un mes para ver qué conceden ambos candidatos. Hay algo que sí es preocupante y de lo cual poco se ha hablado en estas elecciones: el narcotráfico. La pregunta está saber con cuál de los dos legitimaríamos un verdadero narcoestado y, de paso, nuestra perdición.

domingo, 11 de abril de 2021

ELECCIONES AL VACÍO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 11 DE ABRIL)

Hoy es un día clave para millones de peruanos. Tras una década turbulenta, llegamos a un periodo electoral trascendental para nuestra sociedad: hoy debemos elegir al presidente del Bicentenario. No solo para que dirija el destino de nuestro país en los próximos cinco años, sino la persona que reciba una celebración clave que debe de resaltar nuestra identidad como nación.

Este último lustro ha sido una agonía por nuestra inestabilidad política. No bien se determinó una segunda vuelta entre PPK y Keiko Fujimori para que diversos analistas vieran la fragilidad de la situación. Ambos candidatos venían con duros pasivos de corrupción (no olvidar Panamá papers, por ejemplo). El triunfo por escaso margen de PPK fue el inicio del suplicio para la sociedad peruana: un poder legislativo desafiante y boicoteador contra un endeble presidente que veía a sus ministros censurados, oír pedidos extravagantes y soportar la malcriadez de la candidata contrincante por no reconocer el triunfo del contendor e, incluso, sugerir fraude. PPK se vio en el tortuoso camino de entablar conversaciones con diversos partidos con el fin de generar estabilidad. Hasta que llegaron las negociaciones con un grupo de disidentes del fujimorismo con Kenji a la cabeza obteniendo el insólito indulto a Alberto Fujimori, acción que precipitó la caída de su gobierno de turno y el inicio de una larga pesadilla entre el legislativo y el ejecutivo lo que devino en dos congresos (uno peor que el otro), cuatro presidentes (incluidos PPK), todo en medio de una avasallante pandemia que mostró la realidad de una sociedad que aparentó ser rica y solo sirvió para acentuar las profundas divisiones socioeconómicas y geográficas. Las últimas décadas, lejos de haberse trabajado en ser una sociedad más inclusiva, más equilibrada en servicios para su población, con mejor sistema de salud y educación, con sistema de justicia más eficiente y con criterio de imparcialidad, y una seguridad otorgada a toda su población; todo esto, por lo contrario, se derrumbó con la crisis sanitaria. Una salud pública venida a menos ha hecho que miles de peruanos se hayan visto forzados a asumir costos onerosos que la salud privada exigía y sigue exigiendo. Cosas como balón de oxígeno o camas UCI pueden significar la ruina familiar, todo por haber descuidado un sistema que debió haber sido reforzado y haberse convertido en paradigma para los demás países que se compraban el concepto de vernos un país con un modelo económico exitoso. De manera brusca, los peruanos nos hemos desnudado. Una segunda fantasía del guano llega a su fin.

Las encuestas finales son, sin embargo y de ser ciertas, una triste evidencia de que no se ha aprendido. Temerosos y avasallados, los ciudadanos se están volcando en extremismos pensando que hallarán estabilidad. Además, con un posible congreso peor que los anteriores, veremos más oscuridad en el horizonte. Todo está ahora en nuestras manos.

domingo, 4 de abril de 2021

SALDOS NEGATIVOS (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 04 DE ABRIL)


En exactamente una semana, millones de peruanos, tanto en nuestro país como en otras naciones, iremos a las urnas en una de las elecciones generales más anómalas de nuestra historia como país independiente, exactamente 200 años después. La situación política irregular vivida desde hace un lustro, producto de una serie de errores de las últimas décadas y el voluntarismo negativo de una lideresa, confluyen con una feroz pandemia que ha ayudado a desnudar las miserias de este sistema y ha sacado lo mejor, pero también lo peor, de nuestra sociedad. Cinco años en los que hemos tenido tres presidentes y dos congresos, todos electos por votos ciudadanos, los nuestros.

Estamos en la recta final. Durante estas dos últimas semanas presenciamos (y sufrimos) diversos debates de candidatos tanto para la Presidencia como para el Congreso. Personalmente, me hallo ante una encrucijada difícil de dilucidar; pero también me ha sido fácil descartar candidatos para sendos puestos. Pese a todo, los debates permitieron delatar a individuos con pésimas actitudes frente a otras situaciones y otros posibles escenarios. Fuimos testigos de cómo las posiciones extremas se tocaron en el camino y, luego extrañamente, terminaron por negarse. Vimos reacciones de todo tipo contra candidatos juzgados desde ópticas racistas, machistas, clasistas; muchas de estas reacciones son producto de formas violentistas con las que muchos postulantes difunden sus ideas cargadas con actitudes impulsivas que generan la exacerbación de emociones negativas vistas a lo largo de esta accidentada campaña; estas sirven para acentuar hondas diferencias, fuera de las que la pandemia nos está mostrando en su rostro más cruel y perverso. Oí propuestas populistas tanto de izquierda como de derecha. He visto el deterioro de personas enfrascadas en defender a su candidato, más que permitirse una autocrítica. Bien se dice que en un bar se prohíbe hablar de fútbol, política o religión, los cuales terminan por ser campos de dogmas más que de racionalidad. Muchos ciudadanos están más preocupados en conseguir oxígeno, una cama UCI o recursos económicos; todo esto producto de errores acumulados por décadas por haber descuidado los pilares de una sociedad con tantas carencias como la peruana. Lo más terrible es el desencanto de habernos creído los pumas de América en la primera década de este siglo para terminar como estamos ahora. Burbuja dorada.

Los ciudadanos tenemos la responsabilidad de tener no solo un presidente, sino un Congreso equilibrado que es mucho más importante. Elegimos en los últimos años unos congresos Frankenstein que no contribuyeron en casi nada a favor de la ciudadanía, esa que los puso en el poder. Y también está la irresponsabilidad innegable de los partidos políticos, aquellos que nos proponen candidatos más a la medida de sus intereses que a la ciudadanía. La democracia formal ha engendrado monstruos que nada la benefician. Reflexionemos. 


domingo, 28 de marzo de 2021

YO SÍ, TÚ NO (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 28 DE MARZO)


En e
l mundo infantil, las relaciones interpersonales son muy directas y francas. Aún no tienen filtros que modulen sus reacciones verbales o físicas, las cuales se van moldeando en la familia, en las aulas, en los grupos de amigos, las bandas (sí, también en ese espacio) y las reglas sociales coercitivas en los espacios que a uno le toca moverse. En esta última, más abstracta por ser más masiva, los humanos han construido entelequias como la moral, la ética, las religiones, la justicia, las normas sociales que sirven para enmarcar el buen comportamiento de una persona o de un ciudadano. En este proceso de modulación, valores y principios van creando en un individuo patrones de comportamiento que justifican, validan o censuran su actitud, su accionar y su forma de pensar.

Desde el inicio de la pandemia, muchos límites del comportamiento humano se han roto por diversas razones: la cercanía de la muerte; la pérdida de un ser querido, un patrimonio o el trabajo; el desconocimiento ante una nueva situación; y, luego de casi un año, el deterioro causado por el largo aislamiento, un profundo estrés y depresión que ha ido carcomiendo a muchos ciudadanos de todas las edades. El relajamiento de normas en diciembre nos pasó una dura factura que aún no terminamos de pagar y, quizás, dure un poco más de tiempo. Sin embargo, hay comportamientos que llaman la atención, pues son personas que asumen ciertos roles para una sociedad que ha visto desmoronarse un modelo tras otro. Todo empezó con el VacunaGate, emporio de faltas éticas; destapado, mostró la podredumbre de cualquier sociedad en la que políticos corruptos aprovechan de su poder. Este fenómeno se ha dado en otros países de Latinoamérica y otros de Europa y Asia. Este escándalo aún no termina, pues hay más personas vacunadas sin que les corresponda haberla recibido. Falta conocer la lista dorada de la Embajada China, por ejemplo. Luego ha acaecido una serie de escándalos al vacunar a gente que no les correspondía como ha sucedido con 66 personas en Iquitos, gente ligada a círculo de poder del Gobierno Regional, y 110 más en la Región Ucayali, también a gente cercana a esta entidad política. Aún está fresco el recuerdo de las primeras vacunas que llegaron a Trujillo y que no fueron destinadas al personal de primera línea como se denomina al personal de riesgo. Ahora se van reportando extravíos de vacunas en pequeñas porciones como las detectadas en Tacna y Arequipa. No está del todo claro cómo fue el proceso de vacunación realizado la semana pasada en las instalaciones de la UPAO, pues circularon listas en redes que dieron muchas esperanzas para terminar generando zozobra y desazón por el mal manejo de la información. Recientemente la decepción también se generó por un candidato quien negó su vacunación para que termine justificando su accionar de manera lamentable. Falta ética que debilita la credibilidad de su persona y su candidatura, y del mundo político.


domingo, 21 de marzo de 2021

EL PERÚ DE UN CONGRESISTA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 21 DE MARZO)


En las últimas semanas que van, en medio de la locura de la pandemia y una huelga de transportistas, algunos sucesos dan una radiografía de uno de los países más centralistas del mundo y con una fuerte anomia social.

Los comentarios registrados en un audio de Anthony Novoa de AP y la candidata al Congreso por la Región Pasco por Renovación Popular, Aracelli Castillo, son solo mínimas evidencias de una gran verdad de un mundo político deteriorado, prostituido y deplorable que se manifiesta en cada contienda electoral. Fuera de las planchas presidenciales, tenemos algo más de 3 mil setecientos candidatos a ocupar 130 curules de congresistas y 5 del Parlamento Andino. A lo largo de la historia de nuestra bicentenaria república, los congresos (bicameral o la versión actual) han tenido políticos perennes cuya finalidad era ocupar un escaño de manera casi vitalicia e instalarse en el mundo político oficial en el que hacían carrera personal. Hay otros factores peligrosos como el narcotráfico y lazos de poder. Antaño, quiero creer así, los partidos maniobraban de tal manera que permitían formar sólidos grupos con los que se negociaban leyes y otros favores. Aún recuerdo todo el escándalo por la escisión del APRA en un ala rebelde y el descontento por la famosa convivencia con la UNO odriísta. O la escisión de la Democracia Cristiana que generó el Partido Popular Cristiano encabezado por el recientemente fallecido Luis Bedoya Reyes. Eran tiempos de confrontaciones ideológicas y los fraccionamientos eran actos trascendentes y sonados. El desprestigio del Congreso décadas después del retorno de la democracia fue tal que, hay que recordar esto, la decisión de Fujimori de cerrarlo en el golpe del 92 fue aplaudido por muchas personas. Las palabras vertidas por Novoa es solo una manera descarada de mostrar un modo de vida de muchas personas que fagocitan en política; se van deslizando entre los vínculos del poder para sacar réditos proselitistas, aunque la más de las veces apuntaba a intereses personales. Y no dudan en cambiar de bandera con el fin de mantener su bastión personal. El deterioro de los “partidos políticos” y las motivaciones de un congresista han permitido que actos como el trasfuguismo sean hechos cotidianos y esperados en cierta forma. Por otro lado, lo de la candidata Castillo no nos debe ser extraño. Desde que tengo uso de razón, recuerdo nombres de senadores y diputados anclados en los congresos de manera casi perenne: apellidos como Chirinos Soto, Melgar, Polar Ugarteche, Cáceres entre los que me vienen a la memoria, representaban a Arequipa, Puno o Ayacucho, ciudades en las que no vivían por décadas. En los primeros años de la república, el Congreso estaba constituido por notables que asumían la representación de una intendencia en las que habían nacido, muchas veces, por casualidad. En últimas elecciones tuvimos postulantes golondrinos liberteños: casos como Doris Sánchez, Octavio Salazar o Rosa Bartra me vienen a la memoria. No sé cuánto sabían de nuestra Región y dudo que muchos de ellos hayan retornado al sitio que los catapultó al poder. Somos un mero trampolín para sus intereses. Me temo que tendremos un congreso peor que el anterior. 


domingo, 14 de marzo de 2021

VILEZA INFORMATIVA (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 14 DE MARZO)

En 1981, una noticia intrigante recaló en las redacciones de muchos diarios del mundo. Un físico, Brian Brady, había hecho diversos estudios sobre suelos y predijo tres sismos en territorio peruano, entre Pisco y Lima. Brady lanzó una primera alerta en 1978 en la que informaba sobre intensa actividad sísmica en 1980. La sismología, como ciencia, ha procurado y procura predecir movimientos de características desastrosas para salvar vidas, tomar medidas extremas de prevención y atenuar en algo las consecuencias de un fuerte sismo. Aunque el científico era refutado por diversos organismos científicos, siguió adelante con su teoría e, incluso, predijo las fechas en las cuales Lima iba a ser devastada: 6 de julio, 24 de agosto y 24 de setiembre. Todos los diarios peruanos, sobre todo limeños, lanzaron la alarma. Uno de ellos, el Diario Marka, cuyo director era Guillermo Thorndike, manejó la noticia de una manera sensacionalista y alarmante que causó grandes problemas al gobierno presidido por Fernando Belaunde. Pese a las advertencias de varios círculos científicos dudando de la predictibilidad de un terremoto, prevaleció la alarma y un insano prurito de llenar las portadas de los diarios con noticias tremendas. Hubo muchas personas que liquidaron bellas casas en La Punta, lugar amenazado de desaparición. Recuerdo que la familia de un conocido de la universidad vendió su casa y se mudó a Cuzco. Lima quedó vacía por esos días: julio fue un mes perdido para esa ciudad. Al final no tuvimos el sismo físico, pero sí económico: se perdió más de 300 millones de dólares (cálculos discretos), pues se redujo toda actividad turística que afectó a todo al país; además se paralizó mucha actividad constructiva. El Gobierno trataba de responder las alarmantes noticias de la mejor manera posible. Recuerdo un comentario de un ministro: se había comprado cientos de miles de bolsas para cadáveres para prevenir cualquier tipo de epidemia. Nuestra suerte estaba echada. No hubo terremoto alguno. Pasada la turbulencia, todo volvió a la normalidad. Eso sí: el diario Marka tuvo una venta extraordinaria durante tres meses de su campaña a tal grado que diariamente casi al mediodía ya había agotado su tiraje. Buena estrategia de marketing, le dicen.

Viernes 05 marzo, un programa dirigido por Beto Ortiz y difundido por Willax sacó al aire una edición que empleó información sobre la vacuna china. La información era parcial y fue manipulada con cierta sevicia justo ad-portas de la vacunación de los adultos mayores. Omisiones, interpretaciones erradas y conclusiones precipitadas causaron zozobra en la población. Hubo candidatos que, incluso, invitaban a la sedición contra el actual régimen. La incompetencia comunicativa del Gobierno hizo que la falacia prosperase, pero hubo pronto otras reacciones que frenaron esta insania; el médico que acompañó a Ortiz en ese programa terminó cambiando su versión en otros medios. Vileza y cizaña en tiempo de elecciones generales.

domingo, 7 de marzo de 2021

SALUD MENTAL Y SOCIAL (ARTÍCULO DE OPINIÓN DIARIO CORREO TRUJILLO 07 DE MARZO)


En poco más de una semana, los peruanos recordaremos el inicio de un confinamiento riguroso acatado por varios ciudadanos, temerosos del avance de una pandemia incontenible. Este aislamiento forzado desnudó muchas fallas de un sistema que se pensaba ideal para lograr el ansiado desarrollo económico. Todo esto se comenzó a desmoronar en menos de una semana desde ese 16 de marzo. Desde inicios del 2020, las noticias que llegaban desde Asia y Europa eran cada vez más alarmantes; era cuestión de días o semanas que América Latina tomara medidas para enfrentar este mal que comenzaba a cobrar vidas rápidamente. Cada país trató de sortear la pandemia a su manera: algunos de manera drástica, como nosotros, pero con saldos terribles; otros relajados, como USA, Brasil, Suecia o México, también con saldos de espanto. El caso brasileño vive una situación extrema y se torna una amenaza para los países vecinos por su nueva temida cepa. Solo dos países latinoamericanos han salido de manera airosa frente a este drama mortal: Uruguay y Cuba. Al ver sus cifras de contagios y de fallecidos son bastantes bajas a moderadas. Incluso Cuba ya apunta hacia su propia vacuna.

Desde el momento del encierro, el miedo y la pérdida del trabajo, más nuestra alta tasa de informalidad, comenzaron a mellar la salud mental de la población. Las redes se volvieron un medio para acrecentar la incertidumbre ante esta nueva situación: negacionismo, atentado global, recetas y respuestas erráticas, exacerbación del aislamiento fueron los primeros mensajes virtuales. Muchos negaron la existencia del virus: una creación mediática de círculos de poder. Recuerdo una pregunta hecha por una persona, en tono de burla, en redes de si conocíamos a alguien quien haya muerto por este virus. A estas alturas, incluido yo, hay muchísimos que podrían responderle con mucha tristeza que sí. Hubo personajes mediáticos que se burlaban de las medidas y, de pronto, se vieron infectados del mal; algunos, incluso, abusaron de privilegios, los cuales ellos mismos critican. Vino la retahíla de recetas para el tratamiento, sugiriendo todo tipo de medicamento. Queda en nuestra memoria el consejo de Trump que casi llevó a la muerte a varios de sus seguidores. Luego la vacuna, el rechazo a esta, las teorías desopilantes sobre las mismas que llevaron a situaciones tan ridículas como la destrucción de torres de comunicación. Surgieron los antivacunas sembrando más dudas y alarma entre la gente cada día más deprimida. Ahora que las vacunas llegaron a nuestra nación, vemos a personas que, inicialmente críticas, exigen celeridad para su aplicación e, incluso, muchos pierden la ecuanimidad y actúan del mismo modo censurable como Vizcarra y sus ministros.

Algunos políticos o funcionarios no entienden las palabras cultura y arte. Incluso algunos quieren desaparecer el Ministerio de Cultura.  De haberse trabajado mejor, artistas, con psicólogos y médicos, hubieron ofrecido un mejor soporte a una sociedad urgida de alivio y esperanza.